1.-_cultivarsuenoscosecharfrutos_spa


1.-_cultivarsuenoscosecharfrutos_spa

1 Page 1

▲back to top
FLASH
Animación Pastoral Juvenil Salesiana
Número 1. Septiembre 2022
Cultivar los sueños
y cosechar los frutos
Planificación Orgánica local
e inspectorial
P. Miguel Ángel García Morcuende
Consejero General Pastoral Juvenil
SECTOR PASTORAL JUVENIL
Salesiani di don Bosco SEDE CENTRALE SALESIANA

2 Page 2

▲back to top
Cultivar los sueños
y cosechar los frutos
Planificación Orgánica local e inspectorial
P. Don Miguel Ángel García Morcuende
Consejero General Pastoral Juvenil
1 Modelo educativo-
pastoral salesiano y enfoque
metodológico
Sostenemos con convicción que la verda-
dera fuerza y el carácter distintivo de nues-
tra misión salesiana son los fuertes valores
que la inspiran, los sueños que estos valores
logran generar y los resultados finales que
se alcanzan. Cada vez que nos enfrentamos
a nuestra misión surge la conciencia de que
debemos hacernos más aptos para llevar-
la a cabo según el modelo educativo-pas-
toral salesiano.
Para elaborar la propuesta educativo-pasto-
ral sobre la que se mide nuestro compromi-
so, toda CEP (¡toda inspectoría!) debe elegir
los instrumentos adecuados y definir los pasos
concretos. Para la animación, la coordinación
y el gobierno es indispensable contar con esa
atención metodológica que permite trazar
caminos para alcanzar los objetivos, utilizar
bien los recursos y verificar los resultados.
En nuestros contextos percibimos tantos
retos (sociales, educativos, pastorales) y, por
ello, necesitamos herramientas para pen-
sar el futuro, es decir, expresar la misión en
proyectos valientes, pensados y bien planifi-
cados. La planificación es:
–– un proceso mental y comunitario de impli-
cación, clarificación e identificación (dete-
nerse un momento, hacer un balance... y
luego «lanzar» la inspectoría/casa salesia-
na hacia una dirección concreta);
–– una herramienta operativa.
En concreto, el Proyecto Pastoral
Educativo Salesiano (PEPS) es la actua-
lización del Sistema Preventivo. La uni-
dad de las intervenciones educativo-pas-
torales exige que haya un proyecto, según
esta visión global de la persona. El proyec-
to puede concebirse como una especie de
«código vial» que da indicaciones sobre
cómo moverse —como salesianos— en el
territorio de los jóvenes.
El valor del compromiso de una inspectoría/
casa salesiana se mide cada vez más por los fru-
tos y menos por las buenas intenciones o por
un buen nombre históricamente adquirido.
Se habla mucho de la planificación, y no
solo hoy: hablamos de proyectos, modelos
curriculares, objetivos y evaluación. Sin embar-
go, hasta hace unos años, estos términos y
los problemas relacionados estaban lejos de la
atención de la mayoría de los agentes de pasto-
ral. De hecho, cada responsable seguía adelan-
te sin preocuparse demasiado por la planifica-
sdb.org Via Marsala 42 - 00185 Roma • Centralino: (+39) 06 656 121 • Email: pastorale@sdb.org

3 Page 3

▲back to top
P. Miguel Ángel García Morcuende Cultivar los sueños y cosechar los frutos
3
ción; cuando se hacía, se basaban sobre todo
en la intuición y el sentido práctico.
2 Los principales factores
«obstaculizadores»
La planificación pastoral ha de enmarcarse
en la necesidad de buscar nuevos modos
de actuación que renueven y dinamicen
la acción pastoral capaz de evangelizar
con eficacia el mundo de los jóvenes hoy.
No obstante, constatamos que aún estamos
presos en una acción pastoral de actividades,
en lugar de una pastoral de procesos. Además
corremos el riesgo de responder a los retos pas-
torales con una «generalización» de las metas
a conseguir. Se dice que lo que se trata es de
evangelizar a los alejados, de emprender una
nueva evangelización, de renovar nuestros
agentes de pastoral, etc. Todo esto es cierto,
pero son objetivos tan amplios que nunca se
puede saber con suficiente precisión qué es lo
que se quiere conseguir y, menos aún, hasta
qué punto se están realizando. En consecuen-
cia tampoco se pueden evaluar. ¿Qué nos pue-
de estar impidiendo planificar adecuadamen-
te? ¿Por qué, a veces, nos resistimos a plani-
ficar? ¿Cuáles son los miedos que tenemos a
la hora de planificar? Hoy en día, las objecio-
nes/resistencias recurrentes tienen este perfil:
–– «El trabajo pastoral se ha realizado duran-
te dos mil años sin necesidad de proyec-
tos». Se han adquirido hábitos de improvi-
sación o de rutina en su diario trabajo repe-
titivo que hace ver como inútil y costosa
cualquier racionalización de la tarea pasto-
ral. Se tiene una larga experiencia, entonces
¿para qué planificar lo que ya sabemos de
sobra y estamos haciendo todos los días?
–– «El trabajo pastoral se sitúa bajo la acción
libre e imprevisible del Espíritu y, por tan-
to, no es programable». La planificación es
tarea demasiado humana y hasta obstacu-
lizadora de la libre acción divina.
–– «Siempre se ha hecho así» (pereza repe-
titiva). Someterse a un proceso planifica-
dor, con todo lo que esto supone de pre-
visión, análisis, colaboración, evaluación,
no tiene mucho sentido y choca con acti-
tudes arraigadas.
–– «Así es como se hace porque es la prácti-
ca segura»: no se espera «nada nuevo bajo
el sol». Se trata de un conformismo pasi-
vo que se adapta a lo que otros manden y
digan: no se necesitan proyectos pues ya
los tienen otros. Somos simples ejecutores.
–– Por el contrario,«todo cambia y debe cam-
biar»: las referencias deben crearse conti-
nua y libremente, cada persona tiende a
dejar que prevalezca su propio proyecto.
–– «Deseo excesivo de resultados»: puede ser
una ansiedad relacionada con la consecu-
ción de objetivos a corto plazo, con el deseo
de respuestas inmediatas. Rechaza plantea-
mientos que exigen constancia, paciencia,
plazos largos de trabajo callado, pero efi-
caz y permanente.
Todo ello nos lleva a preguntarnos si
siendo necesaria la planificación pastoral
o es un recurso y una moda del pasado.
¿Vale la pena el esfuerzo que supone ela-
borar unos planes pastorales serios y bien
hechos o es mejor dejarnos conducir por
el Espíritu? ¿Qué se requiere para hacer
una buena planificación? ¿Qué actitudes
y qué métodos son necesarios para lograr
una buena y eficaz planificación?
3 Situaciones educativo-
pastorales complejas a las que
tenemos que hacer frente
La pastoral juvenil salesiana, en todas sus
expresiones, se formula y expresa operativa-
mente en la planificación. Sin ella se queda-
ría en el ámbito de los principios e intencio-
nes sin una traducción eficaz en relación con
sdb.org Via Marsala 42 - 00185 Roma • Centralino: (+39) 06 656 121 • Email: pastorale@sdb.org

4 Page 4

▲back to top
4
FLASH • Septiembre 2022 SECTOR PASTORAL JUVENIL Salesiani di Don Bosco Sede Centrale Salesiana
la acción pastoral en su devenir cotidiano. La
planificación pastoral se hace más acuciante
a partir de las siguientes retos:
–– La fragmentación pastoral (falta de unidad
operativa) está muy extendida. En conse-
cuencia, los agentes de pastoral sufren la
ausencia de eficacia e impacto de su acción
apostólica; todo depende del ingenio y de
la buena voluntad de los individuos;
–– También existe el problema del lengua-
je, es decir, se utilizan a menudo palabras
comunes, pero con significados diferen-
tes, según la mentalidad y la experiencia
de cada persona. Palabras como corres-
ponsabilidad, formación integral, evange-
lización, etc. tienen diferentes significados
según quien las utilice;
–– La dispersión pastoral también se encuen-
tra en una dispersión interior. La personas
necesitan una síntesis para lograr la cohe-
rencia en la acción pastoral. ¿A dónde que-
remos ir? ¿Qué debo hacer?
–– Cada vez hay más frentes, las demandas se
multiplican, las urgencias se vuelven apre-
miantes; se hacen proyectos, pero a menu-
do sin impacto concreto; e incluso cuando
se ponen en práctica, rara vez se evalúan.
–– Es necesario no solo ser consciente de los
numerosos problemas, dentro de un con-
texto social en constante y rápida evolu-
ción, sino también sensibilizar y responsa-
bilizar a las personas para que actúen, a fin
de dar respuestas adecuadas.
4 Los beneficios de
la planificación para la
CEP/inspectoría
El proyecto: una cuestión de fe
La planificación pastoral no responde princi-
palmente a las necesidades organizativas. La
planificación se hace a la luz de la fe, no for-
ma parte inmediatamente de un «prurito téc-
nico». Pone el esfuerzo mental al servicio de
los jóvenes. Estas consideraciones se aplican
a todos los niveles y para cualquier tipo de
iniciativa o curso, a nivel local o inspectorial.
Sobre todo, es una forma decidida de
afrontar la realidad con los ojos de Don
Bosco: correr demasiado en el proceso
de planificación no es un signo de concre-
ción, sino de superficialidad. La planifica-
ción de la acción pastoral (eclesial) es ante
todo una cuestión de discernimiento: escu-
char qué nos está pidiendo el Señor en
este momento de la historia, con estos
jóvenes. Y discernir es, también etimoló-
gicamente, separar, distinguir, dividir; sig-
nifica tomar una posición, tomar partido:
«Examinadlo todo y quedaos con lo bue-
no» (1 Tes 5,21).
La planificación pastoral no se reduce, por
tanto, a buscar el efecto multiplicador de nues-
tros esfuerzos e instituciones. La planificación
es una mediación que nos pone a buscar jun-
tos, a la luz de la Palabra y con la ayuda del
Espíritu, cuáles son las necesidades que nos
hacen descubrir al Señor a través de los retos
que nos presenta la realidad juvenil.
Digamos de entrada que la planificación pas-
toral significa ejercer la virtud de la esperan-
za, que da forma histórica al ideal por el que
luchamos, se basa en la fe y se traduce en el
don de sí mismo. «Lo que tenemos detrás y
lo que tenemos delante es irrelevante com-
parado con lo que tenemos dentro» (O. W.
Holmes). El ejercicio de la esperanza implica
una serie de exigencias:
–– La elaboración de un proyecto local o
Inspectorial requiere, en primer lugar, libertad
interior; concretamente, libertad de cualquier
experiencia pasada negativa que hayamos teni-
do. Sin libertad interior, seguiremos siendo
prisioneros de las decepciones que hemos
experimentado, de los fracasos que hemos
sufrido a pesar de nuestro serio compro-
sdb.org Via Marsala 42 - 00185 Roma • Centralino: (+39) 06 656 121 • Email: pastorale@sdb.org

5 Page 5

▲back to top
P. Miguel Ángel García Morcuende Cultivar los sueños y cosechar los frutos
5
miso, hasta el punto de que podemos estar
convencidos de que no vale la pena volver
a intentarlo. Libertad ante el presente, para
no vivirlo como un tiempo cerrado u opre-
sivo, un tiempo que no se puede cambiar.
Libertad, finalmente, ante el futuro, para no
quedar paralizado por el miedo al fracaso,
por la preocupación de «lo que vendrá des-
pués», por la ansiedad ante lo desconocido.
–– Esta libertad interior nos permitirá ejercer la
inteligencia pastoral, al determinar cuál es el
mayor bien posible aquí y ahora. La inteligen-
cia pastoral nos ayuda a superar el cansan-
cio (o la falta de energía) para decidir, para
optar por lo que nos parece la voluntad de
Dios, y también para superar la perplejidad
(o la incertidumbre) que conlleva hacer una
elección, aceptando nuestra pobreza.
–– Junto con la libertad interior atemperada por
la inteligencia pastoral, se necesita pacien-
cia, tanto en lo que se refiere a esperar el
momento adecuado (esperar a que las cosas
estén maduras), como en lo que se refiere
a concentrar todas las energías en lo que
es realmente posible hoy, evitando así que
estas energías se dispersen y se agoten en
el activismo nervioso, la inmediatez estéril,
las quejas y la ira inútiles. La paciencia nece-
saria para hacer frente a las dificultades de la
planificación también será necesaria cuando
llegue el momento de la aplicación.
El proyecto refleja
el tipo de CEP/inspectoría
La existencia (o no) y la calidad de la plani-
ficación ponen claramente de manifiesto el
modelo de CEP/Inspectoría que se pretende
y se persigue:
–– Una CEP/Inspectoría de tipo administra-
tivo-burocrático: la decisión es prerrogati-
va de unos pocos, generalmente una per-
sona (director, párroco…) y sus colabora-
dores más cercanos. El proyecto tiene un
carácter «ascendente»: los sdb y los laicos lo
reciben ya hecho y están llamados a poner-
lo en práctica y, si es necesario, a colaborar
en su realización.
–– Una CEP/Inspectoría basada en la improvi-
sación, hay una superposición de iniciativas
y propuestas en líneas paralelas. Refleja una
planificación «débil»: faltan procesos y rela-
ciones pensados, compartidos y verificados.
No existe una conexión entre intenciones cla-
ras y pensadas (proyectos), tampoco la pre-
ocupación de converger en objetivos comu-
nes en torno a la persona de los jóvenes.
–– Sin embargo, en una CEP/Inspectoría
basada en la corresponsabilidad se abren
espacios de intercambio; la diversifica-
ción de foros de participación (consejos,
comisiones, grupos) genera una verda-
dera descentralización y crea ámbitos
de responsabilidad. La elaboración del
PEPS o del POI requiere una comunidad
corresponsable que, a su vez, lo cons-
truya, un estilo sinodal que exprese y
cree comunión.
El proyecto construye y educa
la CEP/inspectoría
La dinámica del proyecto pone de manifies-
to ciertos procesos relevantes para la vida de
la CEP/inspectoría, en el plano comunicati-
vo (la comunicación entre las personas y los
diferentes grupos), en el plano de la toma de
decisiones (opciones compartida comunes) y
en el plano estructural (la utilización adecua-
da de los recursos disponibles y la atención
a su regeneración). Es un recordatorio de la
eclesiología de comunión. Por eso necesita-
mos tiempo para reflexionar juntos: la plani-
ficación es una empresa agotadora y requie-
re tiempo (¡ mientras que el trabajo pastoral
siempre tiene prisa !).
Un proyecto presupone una referencia
explícita a la propia identidad y su puesta
en práctica de forma operativa (el deseo-
sdb.org Via Marsala 42 - 00185 Roma • Centralino: (+39) 06 656 121 • Email: pastorale@sdb.org

6 Page 6

▲back to top
6
FLASH • Septiembre 2022 SECTOR PASTORAL JUVENIL Salesiani di Don Bosco Sede Centrale Salesiana
necesidad de llevar a la práctica en una con-
creta situación y con unos destinatarios de
rostro amado y conocido, determinados valo-
res y opciones fundamentales). No planifica-
mos en función de las estructuras o tareas
existentes, sino en función de la realidad cir-
cundante. Siempre hacia una acción a reali-
zar en y desde el futuro, expresando simultá-
neamente lo que queremos ser y lo que ten-
demos a hacer.
El compromiso con la planificación es un
fuerte instrumento para salvaguardarse de
las influencias externas que, a menudo incons-
cientemente, modifican la acción y la propia
intencionalidad de la CEP/inspectoría salesia-
na, adaptándola de hecho a necesidades no
originariamente evangélicas (y a veces inclu-
so incompatibles con el Evangelio). Por otro
lado, la activación de espacios para compar-
tir preserva a los miembros del CEP/inspec-
toría de la tentación de una misión «narcisis-
ta» y «autorreferencial».
La CEP/inspectoría también tiene que ges-
tionar los conflictos; de hecho, pueden conver-
tirse en un motivo de profundización y creci-
miento, o de involución autoritaria, o de divi-
sión trágica, cuando no se activa la participación
capaz de transformar el conflicto en un factor
de cambio. Es preferible aceptar las confron-
taciones que huir de la realidad. Una auténtica
planificación apoya este esfuerzo constructivo.
Los conflictos son inevitables en el ámbito de
los acontecimientos humanos, pero su posi-
tividad no es evidente ni automática. En este
sentido, la comunicación es crucial.
El POI/PEPS crea un sentido de pertenencia
Sentirse parte integrante de un grupo/
comunidad es el fruto que un proceso de
planificación de este tipo produce en los
que lo elaboran primero y en los que parti-
cipan en él: para los que lo elaboran, supo-
ne un deseo sincero y positivo de construir;
para los que participan, supone la venta-
ja de saber a dónde van y a qué velocidad,
y de dar su propia contribución compar-
tiendo las razones.
Este sentido de pertenencia es un elemen-
to indispensable para nosotros. Por lo tanto,
debemos buscar el mayor nivel de confian-
za que sea posible de forma realista, según
las circunstancias, las personas y el tipo de
CEP/inspectoría en el que vivamos. La pla-
nificación se entrelaza con estímulos y con-
tactos, con vínculos verticales y horizonta-
les, con acciones encaminadas a la consecu-
ción de los objetivos que nos son propios y
que perseguimos todos juntos, con respon-
sabilidad personal y roles complementarios.
La primera actitud para fortalecer el vínculo
es la confianza. Nos humanizamos a través de
las relaciones de confianza con los demás (no
contra los demás).
El POI/PEPS activa el testimonio
La planificación sitúa la CEP/inspectoría en
el tejido vivo del territorio. La determinación
«topográfica» se convierte en una tarea y
responsabilidad de evangelización hacia
la población de una zona.
La mentalidad de planificación es esencial
para actuar con eficacia y sabiduría en el
ámbito educativo-pastoral. Sin planifica-
ción, no hay un análisis cuidadoso de la rea-
lidad (fidelidad a los jóvenes) y una definición
clara y compartida de los objetivos pastora-
les (fidelidad a Dios) con las estrategias ade-
cuadas, dentro de los plazos establecidos.
Estamos llamados a trabajar en círculos con-
céntricos, como hizo Jesús cuando se diri-
gió a la multitud, a los 72 discípulos, a los 12
apóstoles, a los tres elegidos... con diferentes
actitudes, caminos y percepciones.
Otra ventaja es que la planificación se recuer-
da qué idea de persona (jóvenes) se quiere
formar. Qué antropología y para qué proyec-
to de vida. En un contexto en el que estamos
sdb.org Via Marsala 42 - 00185 Roma • Centralino: (+39) 06 656 121 • Email: pastorale@sdb.org

7 Page 7

▲back to top
P. Miguel Ángel García Morcuende Cultivar los sueños y cosechar los frutos
7
«domesticados» y nos volvemos insensibles
por estar llenos de tantas cosas, en contacto
con situaciones «provocadoras», debemos
reflexionar sobre la totalidad de la persona y
la potenciación armónica e integral de la men-
te, el corazón y el cuerpo; la insistencia en la
unidad de la vida, en la búsqueda de un senti-
do unitario. En consecuencia, la planificación
nos remite a los aspectos centrales de nues-
tra propuesta educativo-pastoral.
La propuesta salesiana del PEPS y la pro-
puesta del POI debe ser orgánica, inteligente
y valiente. La planificación forma la capacidad
de escuchar, discernir y decidir.
Escuchar es...
–– salir de nuestros puntos de vista, nuestros
esquemas, nuestras necesidades, nues-
tra seguridad;
–– disponerse a acoger, a hacer sitio al otro y
a la realidad que nos rodea;
–– participar, compartir, dejarse «herir» por los
acontecimientos que suceden, por la vida
que se nos cuenta; una actitud para cap-
tar y hacerse cargo de presencias, silen-
cios, situaciones, privaciones, aspiraciones,
hechos, dramas.
Discernir es...
–– distinguir, asumir la responsabilidad, con
respecto a los problemas de la zona;
–– comprender que el amor preferencial por
los pobres es un criterio ineludible de dis-
cernimiento salesiano;
–– comparar lo que hay, para entender cómo
responder a lo que Dios nos pide.
Decidir...
–– activar los procesos más importantes y
urgentes en relación con las necesidades
reales de las personas;
–– crear una estrategia de intervención, líneas
e instrumentos de actuación, con carácter
de guía de referencia;
–– relacionar principios y valores salesianos
con la situación sobre el terreno.
5 Para un enfoque adecuado
La cuestión de las herramientas operativas
no es secundaria. Este último punto tiene
por objeto sensibilizar sobre los criterios de
una buena planificación pastoral: ágil, senci-
lla, comprensible para todos.
¿Cuál es el ciclo de vida del PEPS?
Punto de partida
(conciencia de que toda obra tiene
cuestiones de contexto)
Punto de llegada
(objetivos generales - final)
4 dimensiones en diferentes entornos pastorales
y áreas de animación pastoral
Procesos
Recursos
(con quién y cómo trabajar - elección de las intervenciones
- calendario)
Verificación
sdb.org Via Marsala 42 - 00185 Roma • Centralino: (+39) 06 656 121 • Email: pastorale@sdb.org

8 Page 8

▲back to top
8
FLASH • Septiembre 2022 SECTOR PASTORAL JUVENIL Salesiani di Don Bosco Sede Centrale Salesiana
Se trata de articular «conocimientos» (que
provienen de la experiencia) y «estrategias»
concretas (que provienen de decisiones tác-
ticas). A este respecto, cabe destacar:
a. El contexto de la obra /inspectoría sale-
siana es muy importante. Estamos hablando
de un resumen de 2 o 3 páginas. Explicar la
realidad, el marco educativo, cultural, social
y pastoral al que se hace referencia es el pri-
mer paso para desarrollar un proceso de pla-
nificación. No es un hecho estadístico. Definir
las premisas es necesario para los que lean el
proyecto, es un acto de transparencia hacia
los que pretende involucrar.
Las diferentes formas de leer la realidad y
los significados que se le atribuyen conducen
a conocimientos diferentes, a hipótesis dis-
tintas y a métodos operativos a veces contra-
rios; por ello, es fundamental explicitar y com-
partir las principales preocupaciones/retos de
la realidad. No se trata de realizar un estudio
sociológico, sino de definir y redefinir lo que
nos interpela: como en todos los ámbitos de
la experiencia humana, no es posible cambiar
lo que no se refleja (=se conoce). Sin esta con-
ciencia común previa se corre el riesgo de que
las acciones operativas sean incongruentes,
dispersas y repetitivas. El PEPS no nace de la
nada, sino de la historia (positiva y negativa)
que sdb y los laicos de las obras viven día a
día, individualmente y/o en grupo.
La historia de la obra salesiana actual se
desarrolla en un periodo histórico concreto
y en un territorio específico. Se corre el ries-
go de idear y redactar objetivos, procesos
o acciones «ideales» pero ocasionales y dis-
persos, que se repiten aquí y allá, sin visuali-
zar y conectar las cuestiones más urgentes.
Nuestros proyectos deben ser concebidos
y ejecutados dentro de «contextos reales»
de vida expresados, escritos, reflexionados.
De esta «sabiduría» surgen los puntos priorita-
rios de atención y trabajo para todos, los nodos
del proyecto. Corresponden a la situación de
la obra salesiana y se consideran generadores
de recursos apostólicos: es la parte unificadora
que actúa como polo de referencia y conver-
gencia para la programación de los diferentes
ámbitos y sectores de la animación pastoral.
b. La renovación de los entornos y secto-
res de la animación pastoral es una cuestión
de decisiones y elecciones tácticas y con-
cretas. La puesta en marcha de un proyecto
pastoral se realiza a través de acciones, pensa-
das y no improvisadas, pasos simples y conec-
tados. Para ello, hay que tener cuidado en la
formulación de las intervenciones precisas. La
cuestión de esta parte es: cómo operativizar
cada uno de los procesos propuestos median-
te una INICIATIVA o una ACCIÓN CONCRETA (o
SERIE DE ACCIONES). Las intervenciones ade-
cuadas reflejan un gran contacto con situacio-
nes «provocadoras» que ayudan a reflexionar
y a ver dónde está lo esencial de los entornos,
cuáles son los aspectos centrales de la práctica.
En resumen: la organización de los distin-
tos sectores de la acción pastoral articulándo-
los de modo coherente y la búsqueda de una
imprescindible conjunción de voluntades en
torno a la única misión, han puesto de relieve,
cada vez con mayor claridad, la importancia y
necesidad de una pastoral orgánica. Las exi-
gencias más notables de una pastoral, orgáni-
camente planteada, son, por un lado, imprimir
a toda la acción pastoral un carácter de evan-
gelizador (unidireccionalidad). Esto implica exi-
gir la unión y coordinación del trabajo de todos
los agentes pastorales e impulsar la convergen-
cia de acción de todos los agentes en cada uno
de los sectores pastorales. Y, por otro, progra-
mar la acción, establecer las metas a alcanzar,
elegir los medios a emplear y establecer una
distribución racional y una promoción de los
recursos, humanos y materiales disponibles,
adecuada a las necesidades del momento y
del contexto en el que se opera.
P. Miguel Ángel García Morcuende
Consejero General Pastoral Juvenil
sdb.org Via Marsala 42 - 00185 Roma • Centralino: (+39) 06 656 121 • Email: pastorale@sdb.org