Para establecer una relación de este tipo con el joven es necesario que el educador consiga encontrar
una posición de equilibrio. Debe ser suficientemente cercano para no ser extraño y suficientemente
distante para no ser considerado un igual.
El arte educativo consiste esencialmente en conseguir encontrar este punto de equilibrio entre
distancia y proximidad al joven. Pero una de las grandes dificultades educativas- y de allí el porque, la
pedagogía parece ser en Don Bosco mas arte que ciencia- es que, este punto de equilibrio entre
distancia y proximidad al joven depende de cada individuo en particular. Y recordamos que aquello que
es importante en términos educativos en general, lo es todavía mas para los jóvenes que tienen
carencias afectivas. No hablamos de la intención que ponemos en los gestos, sino en la percepción
concreta que tiene el niño. Esta realidad requiere máxima prudencia por parte del educador.
Don Bosco amaba repetir a sus educadores: “No basta amar a los jóvenes, es importante que ellos se
sientan amados”. En suma, lo esencial es la percepción del niño.
Este gran educador, considerado en la tradición eclesiástica como “Padre y maestro de la juventud” se
nos presenta a menudo, en el imaginario popular, con los rasgos de un equilibrista en la cuerda floja.
Me ha llevado un poco de tiempo comprender el alcance de esta presentación. Ciertamente evoca la
adolescencia de Don Bosco cuando Juanillo jugaba a ser el acróbata para reunir a sus amigos. Pero
esconde también una representación simbólica: ¿el arte de educar no es tal vez como el arte del
equilibrista? Saber decir si, pero también saber decir no; ser suficientemente cercano pero también
suficientemente distante; dar seguridad pero responsabilizar, todo ello es siempre una cuestión de
equilibrio.
Es necesario que se cree una alianza no solo con el joven sino también con el grupo del joven. Vivir el
grupo no como un peso, más bien como una posibilidad, para la socialización.
Ante el grupo, el educador tiene a veces la tendencia de percibir solo una suma de relaciones
individuales, mientras que por el contrario se trata de dar lugar a la interacción de los miembros del
grupo entre ellos.
Juan Bosco, hombre de innegable talento de actor, sabía volverse aliado de un grupo y sabía ver en la
dinámica del grupo no un elemento tortuoso sino un instrumento para desarrollar la responsabilidad de
unos en las relaciones con los otros. Pensemos particularmente sobre la sucesión de las
compagnie(2).
Por ultimo se trata también de constituir una alianza entre todos los adultos involucrados en la
educación del joven. En la ultima carta que envió Don Bosco, antes de su muerte, a los directores se
mostro muy atento al vínculo entre los miembros de la comunidad educativa. El primer derecho del
niño es sin lugar a dudas, la coherencia de todos los adultos que caminan con el en su senda de
crecimiento. ¡Cuan a menudo ocurre que se puede establecer un vinculo directo entre el nivel de
violencia de un niño o de un adolescente, con el nivel de incoherencia de los adultos que lo rodean!
CONCLUSION
Concluyo tomando prestadas las palabras de Jean Duvallet, anciano compañero del Abad Pierre,
quien se dirige de este modo a los jóvenes salesianos:
« Vosotros tenéis obras, colegios, oratorios para jóvenes, pero no tenéis mas que un solo
tesoro: la pedagogía de Don Bosco. Arriesgad todo el resto, ellos no son sino medios, pero
salvad la pedagogía.
Veinte años de ministerio en la reeducación me obligan a deciros: sois responsables de este
tesoro.
En un mundo en el cual los hombres y los jóvenes son triturados, disecados, molidos,
clasificados, psicoanalizados, en el cual los niños y los hombres son usados como conejillos
de indias y materia prima, El Señor Jesucristo os ha confiado una pedagogía en la cual triunfa
el respeto hacia el joven, hacia su grandeza, su fragilidad, su dignidad de Hijo de Dios.
Conservadla, renovadla, rejuvenecedla, enriquecedla con todos los descubrimientos modernos,
adaptadla a vuestros jóvenes extenuados en un modo como Don Bosco nunca vio… pero, por
caridad conservadla.
Cambiad todo, perded, si es el caso, vuestras casas, ¿qué importa?
Pero conservad para nosotros este tesoro, la forma de Juan Bosco de amar y de salvar a los
jóvenes, que palpita en millares de corazones ».
NdeT: (1) Palabras de aliento que, al anochecer, habitualmente dirigía D.B a los jóvenes del oratorio.
(2) Grupo de Jóvenes Salesianos.
- 4 - Congresso Internazionale “ Sistema Preventivo e Diritti Umani “ Roma, 2 – 6 Gennaio 2009