19 de mayo
San LEONARDO -MURIALDO
Presbítero
Las lecturas se toman del Leccionario ferial.
Si pastoralmente parece oportuno, -Pnéden elegirse de entre las siguientes.
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PRIMERA LECTURA
Tratamos con cada uno de vosotros personalmente, como un padre con sus hijos.
¶ El educador cristiano presenta el Evangelio de Cristo en toda su integridad, sin ningún interés personal; su conducta irreprochable da fuerza y autenticidad al anuncio.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a
los Tesalonicenses2,
2b-12
Queridos
hermanos:
Tuvimos valor —apoyados en nuestro Dios— para predicaros el Evangelio de Dios en medio de fuerte oposición. Nuestra exhortación no procedía de error o de motivos turbios, ni usaba engaños, sino que Dios nos ha probado y nos ha confiado el Evangelio, y así lo predicamos no para contentar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestras intenciones.
Como bien sabéis, nunca hemos tenido palabras de adulación ni codicia disimulada. Dios es testigo. No pretendimos honor de los hombres, ni de vosotros, ni de los demás, aunque, como apóstoles de Cristo, podíamos baberos hablado autoritariamente.
Por el contrario, os tratamos con delicadeza, deseábamos una madre cuida de sus hijos. Os teníamos tanto cariño, que deseábamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas, porque os habíais ganado nuestro amor.
Recordad, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas: trabajando día y noche para no serle gravoso a nadie, proclamamos entre vosotros el Evangelio de Dios. Vosotros sois testigos, y Dios también, de lo leal, recto e irreprochable que fue nuestro proceder con vosotros los creyentes; sabéis perfectamente que tratamos con cada uno de vosotros personalmente, como un padre con sus hijos, animando con tono suave o enérgico a vivir como se merece Dios, que os ha llamado a su reino y gloria.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIALdel Salmo 34 (33)
g. Bendeciré al Señor con mi vida.
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. 1.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió, me libró de todas mis ansias. g.
Contempladlo, y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha y lo salva de sus angustias. 1.
El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege. Gustad y ved qué bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a él.
Otras primeras lecturas opcionales
PRIMERA LECTURA
Que cada uno trabaje con tranquilidad para ganarse el pan.
, , ¶ El educador cristiano ofrece el ejemplo de una vida que sabe unir el amor a Dios y la colaboración real en favor de los hermanos.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo
a los Tesalonicenses3, 5-13. 16
Queridos hermanos:
Que el Señor dirija vuestro corazón, para< que ,aúléis a Dios y tengáis la constancia de Cristo.
En nombre de nuestro Señor Jesucristo, os mandamos: no tratéis con los hermanos que llevan una vida ociosa y se apartan de las tradiciones que recibieron de nosotros.
Ya sabéis cómo tenéis que imitar nuestro ejemplo: no vivimos entre vosotros sin trabajar, nadie nos dio de balde el pan que comimos, sino que trabajamos y nos cansamos día y noche, a fin de no ser carga para nadie. No es que no tuviésemos derecho para hacerlo, pero quisimos danos un ejemplo que imitar.
Cuando vivimos con vosotros, os lo mandamos: El que no trabaja, que no coma. Porque nos hemos enterado de que algunos viven sin trabajar, muy ocupados en no hacer nada. Pues a ésos les mandamos y recomendamos, por el Señor Jesucristo, que trabajen con tranquilidad para ganarse el pan. Por vuestra parte, hermanos, no os canséis de hacer el bien.
Que el Señor de la paz os dé la paz siempre y en todo lugar. El Señor esté con todos vosotros.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIALdel Salmo 127 (126)
g. El que confía en el Señor, no se cansa en vano.
Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles; si el Señor no guarda la ciudad, en vano vigilan los centinelas. &.
Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde,
que comáis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen! g.
II
PRIMERA LECTURA
Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios.
¶ El amor que difunde el educador cristiano es señal y fruto de su estar arraigado en Dios.
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan4, 7-13. 19-21
Queridos hermanos:
Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.
En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados.
Si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros. A Dios nadie le ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud. En esto conocemos que permanecemos en él y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu.
Nosotros amemos a Dios, porque él nos amó primero. Si alguien dice: « Amo a Dios » y aborrece a su hermano, es un néntiroso, pues quien no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve. Y hemos recibido de él este mandamiento: Quien ama a Dios, ame también a su hermano.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIALdel Salmo 112 (111)
El Señor ama a quien da con alegría.
Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será pioderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita. t.
En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
en las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo. g.
Dichoso el que se apiada y presta, y administra rectamente sus asuntos. El justo jamás vacilará, su recuerdo será perpetuo. 1.
No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor,
hasta que vea derrotados a sus enemigos. g.
ALELUYA
Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIOcf. Mt 10, 27
&. Aleluya, aleluya.
Lo que os digo al oído,
pregonadlo desde la azotea.
g. Aleluya.
EVANGELIO
Lo que os digo al oído, pregonadlo desde la azotea.
¶ El Evangelio hay que anunciarlo con valentía, incluso cuando arrecian las pruebas y persecuciones, pues estamos seguros de la presencia providente del Padre.
40 Lectura del santo Evangelio según san Mateo10, 26-33
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
—No tengáis miedo, porque nada hay cubierto, que no llegue a descubrirse; nada hay escondido, que no llegue a saberse. Lo que os digo de noche, decidlo en pleno día, y lo que os digo al oído, pregonadlo desde la azotea.
No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No, temed al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo.
¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo: no hay comparación entre vosotros y los gorriones.
Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo.
Palabra del Señor.
Otro evangelio opcional
ALELUYA Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO Mc lo, 15 g. Aleluya, aleluya.
El que no acepte el reino, de Dios como un niño, no entrará en él.
t. Aleluya.
EVANGELIO
Anda, vende lo que tienes; dale el dinero a los pobres, y luego sígueme.
1Para seguir a Jesús, hay que tener una actitud de abandono y disponibilidad total, como un niño con su madre.
4°0 Lectura del santo Evangelio según san Marcos10, 13-21
En aquel tiempo, presentaron a Jesús unos niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban.
Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo:
—Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Y los abrazaba y bendecía.
Cuando Jesús salía al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó:
—Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
Jesús le contestó:
—¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.
Él replicó:
—Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño. Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo:
—Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres —así tendrás un tesoro en el cielo—, y luego sígueme.
Palabra del Señor