23 de junio
San JOSÉ CAFASSO
Presbítero
Memoria
José Cafasso nació en Castelnuovo d'Asti el año 1811. Estudió en las escuelas y seminario de Chieri. Después de recibir la ordenación sacerdotal fue a la Residencia Eclesiástica de Turín, donde perfeccionó su estudio de la teología moral, a la vez que se dedicaba a dar catequesis a los jóvenes y a los presos. Cuando fue nombrado rector de dicha institución, se dedicó a la formación del clero joven, especialmente mediante la enseñanza de la teología moral, a la que procuró librar del rigorismo jansenista siguiendo la serenarte doctrina de san Francisco de Sales y de san Alfonso. Ofreció, así, un camino de santidad vivida en el deber de cada día, en el espíritu de servicio y en la vida de oración y confianza en Dios. En sus visitas a los prisioneros y en la asistencia a los condenados a muerte hacía sentir la fuerza de la esperanza cristiana e infundía confianza en la misericordia de Dios.
Además de otras muchas obras de caridad, apoyó, incluso materialmente, la de san Juan Bosco, cuyo confesor y director espiritual fue durante muchos años, y al que aseguró que su vocación a los jóvenes era de origen divino.
El « sacerdote de los presos », « perla del clero italiano » (Pío XI), murió el 23 de junio de 1860. Tras ser beatificado en 1925 y canonizado en 1947, Pío XII lo declaró patrono de las cárceles.
Los textos eucológicos son un himno a Dios, Padre de bondad infinita, por los « dones extraordinarios de caridad y sabiduría » que hizo brillar en san José Cafasso al enseñar a muchos la justicia y al « formar en la escuela del Evangelio a los ministros de la Palabra y del perdón ».
Su ejemplo y su enseñanza son para la asamblea una escuela de vida (cf. prej). Participando en los santos misterios —donde los fieles son reconciliados en el sacrificio del Hijo—, la Iglesia encuentra nueva fuerza: —para caminar en santidad y justicia; —para ser testimonio vivo del amor de Dios mediante la misericordia y el perdón; —para tener y manifestar siempre sentimientos de misericordia fraterna; —para trabajar infatigablemente aconsejando a los hermanos en sus dudas y pruebas.
ANTIFONA DE ENTRADASal 131, 9
Que tus sacerdotes, Señor, se vistan de gala, que tus fieles vitoreen.
ORACIÓN COLECTA
Tú diste, Señor, a san José Cafasso, sacerdote, dones extraordinarios de caridad y sabiduría
para formar en la escuela del Evangelio a los ministros de la Palabra y del perdón:
concédenos también a nosotros ser instrumentos de tu paz.
Por nuestro Señor Jesucristo...
ORACIÓN DE LOS FIELES: pág. 245. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, la ofrenda que traemos a tu altar en recuerdo de san José Cafasso, y por la eficacia de estos sacramentos, que a él le merecieron el premio de tu gloria, concédenos a nosotros tu paz y tu perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
La presencia de los santos pastores en la Iglesia
-y. El Señor esté con vosotros. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
g. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias
siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno por Cristo, Señor nuestro.
Porque nos concedes la alegría
de celebrar hoy la fiesta de san José Cafasso,
fortaleciendo a tu Iglesia
con el ejemplo de su vida,
instruyéndola con su palabra
y protegiéndola con su intercesión.
Por eso,
con los ángeles y los santos,
te cantamos el himno de alabanza:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE COMUNIÓNcf. Mt 24, 46-47
Dichoso el criado a quien el Señor, al llegar, lo
encuentre velando;
os aseguro que le confiará
la administración de todos sus bienes.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso,
que el banquete eucarístico intensifique en nosotros
el poder de la gracia
al celebrar la memoria de san José Cafasso;
así guardaremos íntegro el don de la fe
y seguiremos siempre el camino de la salvación
que tú nos has señalado.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
23 de junio
San JOSÉ CAFASSO
Dios suscita a los santos para que sean signos vivos de Cristo y de la acción del Espíritu Santo. Mentados por la palabra que hemos escuchado, oremos al Señor.
g. Concédenos, Señor, tu misericordia.
Por los pastores de la Iglesia y por los sacerdotes y diáconos: para que atiendan siempre a sus hermanos con bondad, paciencia y sabiduría, a fin de que crezcan en amor todas las comunidades cristianas, roguemos al Señor.
Por los hermanos que encontramos en nuestro camino: para que hallen siempre en nosotros comprensión y ayuda, roguemos al Señor.
Por los que en la Iglesia tienen la misión de enseñar: para que sepan iluminar la mente y el corazón, como san José Cafasso, roguemos al Señor.
Por los que se preparan para el ministerio de la Palabra y del perdón: para que aprendan a imitar a Cristo, que vino a levantar los corazones abatidos y recibía con amor a los pecadores, roguemos al Señor.
Por quienes participamos en esta eucaristía: para que, alimentados con la Palabra y sostenidos por el Pan de vida, crezcamos en disponibili‑
dad y apertura a las necesidades de los hermanos, roguemos al Señor.
6.Otras intenciones.
Mira, Padre, a tu Iglesia, que celebra en los santos las maravillas de tu bondad, y acoge nuestras súplicas para que caminemos por las sendas del Evangelio todos los días de nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.