Beato LUIS GUANELLA
Presbítero
Luis Guanella nació el año 1842 en Campodolcino (prov. de Sondrio, Italia). En el
hogar paterno aprendió el amor al trabajo y la caridad con los pobres. Siendo maestro
y párroco en Savogno, construyó la escuela y organizó la Acción Católica juvenil. En
este período se puso en contacto con san Juan Bosco, y se fue con él el año 1875.
Estuvo de salesiano tres años y trabajó en el oratorio turinés de San Luis y, como
director, en el colegio Dupraz de Trinitá (prov. de Cúneo). Reclamado por su obispo,
volvió a la diócesis y abrió en Traona (prov. de Sondrio) una escuela para niños
pobres, que tuvo que cerrar por enemistad de las autoridades civiles.
El año 1886 fundó en Como la Casa de la Divina Providencia, en cuyo centro erigió
el santuario del Sagrado Corazón. Fundó las Hijas de Santa María de la Providencia, para la
educación de la juventud, la asistencia de minusválidos y el asilo de ancianos. Con
idénticos fines fundó los Siervos de la Caridad, y, en 1913, la Pía Unión del Tránsito de san José,
para la asistencia a los moribundos.
Falleció en Como el 24 de octubre de 1915; fue beatificado el 25 de octubre de
1964.
Toda su actividad estuvo sostenida por un profundo espíritu de oración y de sincera
humildad. Delicado y fuerte, caritativo y tenaz, en un equilibrio admirable de prudencia y
audacia, supo unir el esfuerzo humano —realizado con constancia, valor, actividad
incansable y espíritu de sacrificio hasta el heroísmo— al abandono confiado en Dios y a
la mansedumbre de corazón.
Los textos eucológicos son un canto de acción de gracias a Dios, « Padre providente y
bueno », por haber hecho « resplandecer por un singular amor a los pobres y
abandonados » al beato Luis Guanella (col.).
La vida de los santos es siempre signo elocuente de la misericordia de Dios para
con su pueblo; pero es también invitación a caminar en la caridad (cf. com. ),
practicando la misericordia con los hermanos más humildes (cf. entr.), de modo
que en todo se cumpla el misterio de la salvación.
Por ello, la asamblea, al participar en la celebración, memorial del amor infinito del
Hijo (cf. ofr. ), pide vivir intensamente a diario la caridad y avanzar cada vez más en
ella imitando la generosa dedicación del beato Luis Guanella al servicio de los
hermanos (cf. ofr. ).
ANTWONA DE ENTRADA
Venid vosotros, benditos de mi Padre —dice el
Señor—;
estuve enfermo y me visitasteis.
Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de
estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.
Mt 25, 34. 36, 40