24 Marzo 2022
La interioridad, fuente de la comunicación
Francisco vive su experiencia comunicativa en varios niveles, a través de las diferentes realidades y decisiones que tiene que tomar.
En un primer nivel, Francisco desarrolla un estilo de comunicación que es expresión de su espiritualidad, de su imagen amorosa de Dios, de su libertad interior para dialogar honestamente con su humanidad y sus tendencias, sus miedos mistificados con su angustia, sus noches oscuras y el consuelo en la gracia de Dios.
Quiere decir que va en lo más profundo de su humanidad para encontrar, en diálogo con Dios, la clave y la inspiración de su comunicación intrapersonal. En su profundo y verdadero peregrinaje interior, se confronta consigo mismo de manera auténtica y honesta, y toma decisiones que son prioritarias para su vida. Por ejemplo, su tensión interior entre hacer la voluntad de su progenitor en su decisión vocacional o su profundo deseo de ser sacerdote. Aquí podemos identificar al comunicador que, en diálogo consigo mismo, encuentra en Dios su inspiración y fuente para decidir según criterios de verdad.
En un segundo nivel, en la relación interpersonal, Francisco tiene una inmensa y múltiple red de personas con las que se relaciona y acompaña. Francisco se expresa a través del diálogo y tiene una gran apertura para entender a las personas a partir de su realidad, para estar abierto a lo diferente, sin perder la serenidad y actuando con seguridad y caridad.
Además, él es un comunicador en el acompañamiento espiritual, sabiendo seguir dinámicas adecuadas de recepción, escucha, diálogo y comprensión profunda de la persona humana. En el acompañamiento espiritual de Giovanna Francesca di Chantal, San Francisco demuestra una gran sabiduría humana, madurez psicológica y espiritual en el modo de comprender la profundidad de la persona humana.
Sobre esto, Francisca de Chantal dio su testimonio: “Francisco fue muy generoso en la dirección espiritual, según la verdad y variedad de ese auténtico amor que tenía por las almas”.
A nivel de comunicación comunitaria, Francisco se pone con un claro sentido de referencia de paternidad espiritual, autoridad moral y guía espiritual de sus comunidades. Aquí vemos a un Francesco de Sales que está madurando sus habilidades de comunicación institucional, manteniendo la apertura, flexibilidad y firmeza en la confrontación con sus adversarios.
Al mismo tiempo, Francisco maneja sabiamente los procesos y decisiones en materia de comunicación institucional, especialmente como obispo, escribiendo cartas, documentos, textos, defendiendo la enseñanza de la Iglesia frente a un contexto de conflicto teológico y eclesial, en su confrontación con los opositores calvinistas, en las difíciles decisiones que tiene que tomar como obispo.
Por tanto, tanto a nivel personal como interpersonal e institucional, Francisco se revela un comunicador tranquilo pero firme, amable pero decidido, paciente pero tenaz.