Claro está, si bien estos cuatro puntos dan coherencia a un amplio tejido social de movimientos
cercanos, a lo largo de los últimos 20 años han surgido varias corrientes que explicitan varios puntos
adicionales [6], [7].
El Software Libre no es, como muchos podrían suponer, un invento de los 1980. Durante las primeras
décadas del desarrollo del cómputo, prácticamente la totalidad del software disponible era libre, si bien
no había consciencia de esto. Era sencillamente lo natural; si bien el servicio de desarrollo de
soluciones era escrupulosamente cobrado ---y dado lo restringido que era a esas alturas el campo, muy
bien cobrado--- por individuos o corporaciones, el producto resultante (cada uno de los programas) era
entregado a quien había contratado su desarrollo completo, acompañado por su código fuente. Esto era,
claro, necesario dada la dinámica del cómputo en esa época: Si bien un centro universitario, una rama
del ejéricto o una gran empresa podían comprar una computadora de una marca conocida, lo más
común es que la modificaran para cumplir con sus necesidades --- Sí, que modificaran al hardware
mismo, que le adecuaran interfaces no planeadas en el diseño original, que le conectaran unidades de
almacenamiento o despliegue... Conforme el juego de abstracciones que conforman a un sistema de
cómputo se ha ido haciendo más complejo, resultado claro del aumento de las capacidades de los
equipos, los programadores requerimos menos del contacto con los fierros. Pero sí, en las décadas de
1950 y 1960, una computadora era entregada completa --- Código fuente del sistema operativo,
esquemas eléctricos de conexiones, todo lo necesario para poder... Usarla.
Mucha gente dentro del movimiento del Software Libre se detendría aquí para llamar la atención hacia
el hecho de que los usuarios de antaño esperaran como algo natural el recibir el código fuente, siendo
que hoy en día, para prácticamente todos los sistemas que encontrarán en el mercado esta afirmación
sería risible. Nuestra intención, sin embargo, va más allá: Es tomar al código fuente como una
herramienta de expresión entre humanos, como una herramienta que nos permite formalizar y
transmitir conocimientos, de una manera análoga a la notación utilizada en las matemáticas.
Varios movimientos, de hecho, han nacido basado en estas premisas, y construyendo sobre del éxito de
la convocatoria que el Software Libre introdujo: Los diversos grupos de Conocimiento Libre. Hay una
variedad tremenda, por lo cual nos limitaremos a mencionar algunos ejemplos sobresalientes.
Wikipedia nació con una idea que no es novedosa; ser una colección del conocimiento humano, ya la
biblioteca de Alejandría o los enciclopedistas del siglo XVIII lo habían intentado. El antecedente
inmediato de la Wikipedia fue Nupedia (de marzo de 2000 a septiembre 2003), que surgió como una
enciclopedia de libre acceso y redistribución que garantizaba la calidad de sus contenidos por medio de
la revisión por pares, en los primeros 18 meses sólo se publicaron 20 artículos. En la búsqueda de
nuevas fórmulas para involucrar a más personas en la producción de contenidos, se pensó que los
usuarios de Nupedia crearán los contenidos que luego los editores y expertos revisarían, de esta forma
Wikipedia inició trabajos rebasando rápidamente la velocidad de producción de Nupedia, dejándole con
el tiempo inoperativa. En la edición en inglés el primer mes tenían 1,000 artículos; al primer año
20,000; en el segundo año 100,000 artículos. Wikipedia pasó de la idea de compilar el conocimiento
revisado por pares y disponible bajo un la licencia de uso que garantizara su libre redistribución, a una
comunidad compuesta por visitantes, usuarios que contribuyen, bibliotecarios, burócratas y un comité
directivo organizado entorno a una sociedad sin fines de lucro que se encarga del financiamiento del
proyecto y la organización del encuentro anual de wikipedistas. [8]
Pero no sólo el conocimiento formalizado puede ser compartido. En 2001 nació Creative Commons,
una organización lidereada por personalidades versadas en temas legales, buscando servir como punto
de referencia para quien busque crear obras artísticas, intelectuales y científicas libres. Creative
Commons ofrece un marco legal para que gente no experta en estos temas pueda elegir los términos de
licenciamiento que juzgue más adecuados para su creación sin tener que ahondar de más en las áridas
estepas legales. Un movimiento muy grande de creadores ha surgido alrededor de este modelo.