1. LA ANIMACIÓN MISIONERA SALESIANA A NIVEL INSPECTORIAL |
MANUAL DEL DELEGADO INSPECTORIAL
PARA LA ANIMACIÓN MISIONERA
Dicasterio para las Misiones Salesianas
Roma, 1998
I- GÉNESIS DE LA FIGURA DEL DELEGADO INSPECTORIAL
PARA LA ANIMACIÓN MISIONERA
La tradición misionera salesiana
Acontecimientos históricos significativos
Los Capítulos Generales postconciliares
El Delegado inspectorial para la Animación Misionera
II -LA ANIMACIÓN MISIONERA SALESIANA
La animación misionera
La animación misionera en su dimensión antropológica y teológica
La animación misionera salesiana
Objetivos
III - EL DELEGADO INSPECTORIAL PARA LA ANIMACIÓN MISIONERA • Identidad y tareas
La Identidad del Delegado inspectorial para la Animación Misionera
Las tareas del Delegado inspectorial para la Animación Misionera
2.1 - Promover el interés por las misiones ad gentes
2.2 - Favorecer la formación de todas las personas de la comunidad educativa pastoral
2.3 - Proponer vías de realización concreta para facilitar el compromiso por las misiones ad gentes.
IV - ORGANIZACIÓN
La animación misionera salesiana a nivel inspectorial
La animación misionera salesiana a nivel Regional
La animación misionera salesiana a nivel Mundial
CONCLUSIÓN
Documentación
JUAN PABLO II, Redemptoris Missio.
PABLO VI, Evangelii Nuntiandi.
CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Constituzioni, Decreti,
Dichiarazioni: EDB, Bologna, 1992.
Constituciones y Reglamentos - SDR Roma 1984.
Capítulo General 19° - SDB. Roma, ACG 244, 1966:
Capítulo General Especial 20° - SDB. Roma, 1971.
Educar en la Dimensión Misionera, Dicasterio para las misiones Salesianas. Roma 1995.
DIRECCIÓN GENERAL OBRAS DE DON BOSCO, El Inspector salesiano. Un ministerio para la animación y el gobierno de la Comunidad Inspectorial. Roma, 19872
DELEGACIÓN NACIONAL SALESIANA DE PASTORAL JUVENIL, La propuesta pastoral de la ANIMACIÓN MISIONERA SALESIANA, Madrid, 1991.
MELIDA, Antonio, La figura del delegado inspectorial para la Animación misionera: responsabilidades, competencias, método, en Animación Misionera Salesiana. Primer Encuentro de Delegados Inspectoriales de América Latina. Lima - 1991. Roma, .1991.
ODORICO, Luciano,
Lectura misionera del CG XXIII: "Educar a los jóvenes en la Fe", en Animación Misionera Salesiana. Primer Encuentro de Delegados Inspectoriales de América Latina. Lima - 1991.Roma, 1991.
Missionary Animation according to the Encyclical "Redemptoris Missio", en Missionary Animation, First Meeting of the Provincial Delegates of Missionary Animation for Asia and Australia. Bangalore - 1992. Roma, 1993.
La prassi missionaria secondo la tradizione carismatica salesiana. Roma, 1997.
SOCOL, Carlo, Description of the Provincial Delegate for Missionarv Animation: Identity, Responsibility, Competence, Organizatíon, en Missionary Animation, First Meeting of the Provincial Delegates of Missionary Animation for Asia and Australia. Bangalore - 1992. Roma, 1993.
VAN LOOY, Luc, Animazione Missionaria, ACG 323.
VECCHI, Juan E., Pastoral Juvenil. un reto para la comunidad eclesial. LDC 1992.
VIGANÓ, Egidio, Llamamiento del Papa para las Misiones, ACG, 336, abril-junio 1991.
Siglas
ACG = Actas del Consejo General;
AM = Animación Misionera.
AMS = La. propuesta pastoral. de la Animación Misionera
Salesiana. Madrid, 1991. .
C = Constituciones de la Sociedad de San Francisco de Sales.
CGS = Capítulo General Especial.
CG = Capítulo General (19.20 … ).
DIAM = Delegado Inspectorial para la Animación Misionera.
DOMISAL = Jornada Misionera Salesiana Mundial.
EDM = Educar en la Dimensión Misionera.
EN = PABLO VI, Evangelii Nuntiandi, 1975.
PGS= Pastoral Juvenil Salesiana.
R = Reglamento de la Sociedad de San Francisco de Sales.
RM = JUAN PABLO II, Redemptoris Missio, 1990.
Presentación
Querido Sr. Inspector:
Me es grato presentarle el ''Manual del Delegado Provincial para la Animación Misionera".
La Animación Misionera ha sido siempre una característica de nuestra Congregación ya desde su nacimiento, dando siempre razón de nuestro compromiso en la misión ad gentes como elemento esencial de nuestro carisma.
En estos últimos años, nuestra Congregación ha profundizado en la dimensión misionera del carisma salesiano, proponiendo al mismo tiempo directrices muy concretas e incisivas de un renovado empeño en el ámbito de 'la espiritualidad de la educaci6n de los jóvenes en la fe y de la respuesta a las nuevas urgencias y necesidades de las misiones ad gentes.
Esta atención misionera ha suscitado entre los hermanos un vasto movimiento de generosidad, capaz de abrir nuevas fronteras, de fundar Iglesia y de hacer visible el carisma salesiano en todas las culturas.
La figura del Delegado Inspectorial para la Animación Misionera se ha ido consolidando últimamente junto a una renovada conciencia misionera de la Congregación y junto a una visión cada vez más orgánica del Proyecto Educativo Pastoral de las Inspectorías.
La compleja realidad de nuestra Congregación tiene ritmos de camino diversos y, aun manteniendo el compromiso por las misiones ad gentes, no todas las Inspectorías, conocen aún caminos y formas de animación globales, orgánicas y complementarias entre sí.
Por ende, le animo, Sr. Inspector, a verificar la presencia del compromiso misionero ad gentes en el Proyecto Educativo Pastoral de su Inspectoría, a nombrar al Delegado para la Animación Misionera, a estimular su colaboración con el Delegado de pastoral Juvenil y con los demás miembros del equipo pastoral juvenil y de la Familia salesiana.,
Solicito su atención hacia este nuevo Manual. Es fruto de un trabajo largo y de lectura detenida y atenta por parte del Consejo General, de grupos de Inspectores, de encuentros de Delegados Inspectoriales para la Animación Misionera en diversas Regiones, de aportaciones informales de otros hermanos.
Por último, le invito a animar al Delegado Inspectorial para la Animación Misionera para que, en el contexto de una visión orgánica de la pastoral juvenil salesiana, dé el máximo de su aportación a la hora de suscitar en los jóvenes el ardor de la fe que los transforma en testigos y anunciadores creíbles del Evangelio.
Don Luciano ODORICO
Consejero Genera1 para las Misiones
8 de diciembre de 1997
Festividad de la Inmaculada Concepción
Génesis de la Figura del Delegado Inspectorial para la Animación Misionera
Breve excursus histórico
I - GÉNESIS DE LA FIGURA DEL DELEGADO INSPECTORIAL PARA LA ANIMACIÓN MISIONERA
Breve recorrido histórico
El carácter misionero de nuestra Congregación se evidencia ya en los comienzos de nuestra historia salesiana; el ideal misionero, en efecto, ha estado siempre presente en la actividad apostólica y educativa de Don Bosco.
1. En la ya centenaria tradición misionera salesiana han servido de grande estímulo para el interés y el entusiasmo misionero, acontecimientos como:
las expediciones misioneras anuales;
los frecuentes informes misioneros en el Boletín Salesiano,
las cartas de los misioneros;
las iniciativas de recogida de fondos para las misiones;
las visitas de los Superiores mayores a los aspirantes y casas de formaci6n, etc.;
las diversas publicaciones de carácter misionero: vidas de misioneros, revistas, etc.
2. En estas últimas décadas, la Animación Misionera se ha ido delineando progresivamente a través de acontecimientos históricos significativos a nivel de Iglesia, de Congregación y de sociedad; en particular:
el cambio conciliar de la eclesiología;
la renovación postconciliar de la vida religiosa;
el compromiso de cada Inspectoría en definir el propio Proyecto Educativo Pastoral;
el desarrollo de las nuevas fronteras misionales;
la conciencia progresiva de la dimensi6n misionera de nuestro carisma;
un cambio de mentalidad de la comunidad inspectorial en su progresiva toma de conciencia de la común vocación misionera y por su apertura a una concreta reciprocidad misionera o hermanamientos entre Inspectorías que mandan e Inspectorías que reciben;
el descubrimiento de nuevos fenómenos de compromiso social como la objeción de conciencia, el voluntariado, la educación al sentido mundial; etc.-
3. Los Capítulos Generales postconciliares han puesto repetidamente en evidencia los compromisos de la Congregación inherentes a la misión ad gentes, proponiendo estructuras y formas de animación misionera tales que ponen cada vez más de relieve la necesidad de un delegado Inspectorial para la Animación Misionera (DIAM). Citemos algunas aportaciones significativas:
la celebración de la "Jornada Misionera Salesiana" y la creación" de una Oficina Misionera Central al servicio de la Animación Misionera1;
la concreción de las tareas del Consejero para las Misiones, como: “animar, coordinar y promover la actividad misionera salesiana a todos los niveles”2 ;
“las normas a nivel inspectorial para la animación; y la coordinación de la acción misionera”3 ;
la conciencia misionera de la comunidad inspectorial y local y “la participación de los laicos especialmente de la familia salesiana, en la acción misionera directa”4
el incremento de la literatura misionera salesiana, promovida especialmente por el Centro de Estudios de las Misiones Salesianas y del Instituto Histórico Salesiano;
el relanzamiento de la atención a las misiones, en particular con el Proyecto África, Asia del Este y Europa del Este: estos Proyectos son publicados y realizados implicando a casi todas las Inspectorías del mundo y, a través de ellos, ha nacido una línea eclesial de Animación Misionera: la reciprocidad misionera eclesial y congregacional;
la oferta cada año (desde 1988) de un abundante Informe Misionero multimedial editado por el Dicasterio para las Misiones, al servicio de la Animación Misionera inspectorial y local de toda la Congregación.
4. El Delegado Inspectorial para la Animación Misionera
4.1 - La propuesta de un Delegado Inspectorial para la Animación Misionera
Hablando del Proyecto ÁFRICA, Don E. Viganó se expresa así: "Todos vosotros, queridos hermanos, y especialmente los Inspectores y los Delegados Inspectoriales, tendréis que animar con inteligencia y constancia a los diversos grupos de la Familia sa1esiana en este nuevo empuje misionero” 5.
Don Luc VAN LOOY (1984-1990), Consejero para las Misiones, es quien propone: "Para coordinar los diversos sectores de la Inspectoría en el campo misionero, para sensibilizar de manera cualificada a los hermanos y a los jóvenes, el Inspector elige un hermano idóneo y capaz como delegado inspectorial”6
4.2 - El Manual del Inspector
La primera referencia oficial a un delegado inspectorial para la animación misionera se encuentra en el Manual del Inspector que afirma:
“Es tarea de cada Inspector promover el espíritu y el compromiso misionero”7. Lo hará marcando con su consejo “las normas para la animación y coordinación de la acción misionera”8.
“El servicio de un delegado, presente y coordinado en su trabajo con la comisión para la pastoral juvenil y con la comisión inspectorial para la formación, y la colaboración con los demás grupos de la Familia salesiana pueden hacer más amplia y fecunda esta tarea”9.
La animación misionera, no obstante, se muestra aún poco incisiva. Un mayor empeño se nota, de hecho, en las Inspectorías en las que existe una animación global de “cualidad”, gracias a la coordinación llevada a cabo por el Delegado de Animación Misionera dentro del equipo de Pastoral Juvenil10
1 Cfr. CG19, pp. 179-180.
2 CGS, 478.
3 R18.
4 CGXXI, 146-147.
5 ACG297, Julio - Septiembre, 1980, p. 25
6 ACG 323, Octubre - Diciembre 1987, pp 45 - 46.
7 R 18.
8 EI Inspector Salesiano/U Un ministerio para la animación y el gobierno de la Comunidad Inspectorial 'Roma, 1987(2), n° 207.
9 ID., n° 207. '
10 La Animación Misionera y la figura del DIAM han recibido en estos últimos años un gran impulso de parte de documentos e iniciativas, como:
la Encíclica «Redémptoris Missio».
La Carta, de Don ,E Viganó, Llamamiento del Papa para las Misiones (ACG, 336)
Los encuentros de DIAM, durante estos dos últimos sexenios: Roma. 1987; Hua - Hin - 1989; Madrid -1989; Lima - 1991; Bruselas 1991; Bangalore-1992;'Roma - 1994; Belo Horizonte -1995. '
La propuesta pastoral de la Animación Misionera Salesiana Madrid 1991.
LA ANIMACIÓN MISIONERA SALESIANA
Compromete las personas y estructuras en la misión ad gentes
COMUNIDAD EDUCATIVO PASTORAL
PASTORAL JUVENIL SALESIANA
PASTORAL VOCACIONAL
En su relación fundamental con
EL HOMBRE
CRISTO
EL ESPIRITU
LA IGLESIA
II.- LA ANIMACIÓN MISIONERA SALESIANA
“La Iglesia, por su propia naturaleza, es misionera, ya que el mandato de Cristo no es algo contingente ni puramente externo, sino que alcanza el corazón mismo de la Iglesia. De ahí que la Iglesia y cada Iglesia se considere enviada a todas las gentes” 61
La globalización de la misión pide a todo cristiano que no se exima de su compromiso de evangelizar. La acción misionera, en efecto, no conoce ad intra o ad extra, ni se deja circunscribir a límites geográficos, a situaciones religiosas o contextos culturales. “Cada cristiano, allí donde se encuentre o trabaje, es enviado al mundo para anunciar el evangelio a aquello que le rodean” 62
La vocación salesiana no coloca en el corazón de la Iglesia. Ya desde los comienzos, Don Bosco quiso para nosotros un auténtico compromiso de misiones ad gentes, transmitiendo así a toda la Familia salesiana el ideal misionero como elemento constitutivo de su patrimonio espiritual y apostólico. Salesianos, “en la labor misionera vislumbramos una orientación esencial de nuestra Congragación” 63.
La dimensión misionera, además de ser parte esencial de la herencia carismática del Fundador, “ha sido y sigue siendo un elemento insustituible de novedad y de entusiasmo en la misión y en la vida de muchos hermanos. Representa verdaderamente la avanzadilla de la misión salesiana y la expresión más genuina de la espiritualidad juvenil salesiana” 64
1.- La animación misionera
Por animación misionera entendemos:
Toda actividad orientada a crear y mantener viva en la Iglesia la
conciencia de sentirse enviada a anunciar a Jesucristo a todos los
pueblos y a suscitar en los cristianos la necesidad de dar
testimonio de Él con generosidad, incluso hasta la entrega de la
propia vida.
De manera más específica, la animación misionera:
Promueve el conjunto de actividades que la Iglesia desarrolla de manera prioritaria para anunciar el Evangelio “ a cuantos no conocen todavía a Cristo, redentor del hombre”65, para afrontar el desafío de la nueva evangelización haciéndose, a la vez, interlocutora autorizada en el diálogo ecuménico e interreligioso 66.
Queda claro y explícito que la expresión primera y cualificadora de toda la evangelización es la actividad específicamente misionera del primer anuncio. “Sin la misión ad gentes la Iglesia estaría privada de su significado fundamental y de su atracción ejemplar” 67.
Es importante porque, al mismo tiempo que se distancia de imágenes reductivas, está atenta a todo lo que constituye su fundamento, la capacidad planificadora y la creatividad pastoral, la complementariedad y la cooperación entre las Iglesias, la atención a las grandes transformaciones del devenir social y religioso hoy, las culturas emergentes, etc. 68.
Pone en evidencia:
la prioridad de la primera evangelización, la implantación de la Iglesia;
la dimensión universal de la Iglesia y la implicación de todos los cristianos en su dimensión de salvación;
el compromiso misionero en territorios de antiguas y grandes religiones, entre las etnias minoritarias, en zonas de nuevas fronteras y nuevos areópagos 69; La vida cristiana, que debe estar totalmente impregnada por el Espíritu de Jesús para que dé frutos en abundancia en orden a la difusión del Evangelio 70,
el compromiso de la catequesis para la nueva evangelización, privilegiando los itinerarios de catecumenado;
una visión global de la misión de la Iglesia en sus contenidos, métodos e intervenciones prácticas.
2.- La animación misionera en su dimensión antropológica y teológica
Consideramos oportuno resaltar algunos fundamentos que constituyen la base de toda animación misionera 71.
2.1.- Fundamento antropológico
La persona humana es subjetividad y apertura a la alteridad, comprendida como responsabilidad personal y comunicativa hacia las necesidades de los demás. Esto orienta la existencia hacia:
autocomprenderse como parte de un todo
abrirse a horizontes e intereses universales
implicarse y participar personal y comunitariamente en las necesidades y en los problemas del mundo
La madurez humana se revela cuando la persona se realiza junto con los demás y es capaz de dar respuestas concretas a las situaciones de necesidad. La aceptación de sí conduce generalmente a acoger al otro como huésped agradable en la propia existencia, a estimar sus valores y a comprender sus límites
El sentido de pertenencia a una comunidad de pueblos crea además en el corazón del hombre la capacidad de “sentir” con los otros, de vivir en comunión y de compartir hasta llegar a abrazar un estilo de vida sencillo y sobrio y a asumir actitudes en las que el ser cuenta más que el tener y donde el dar procura más gozo que el recibir.
El horizonte de la persona no queda reducido solamente a la historia. La capacidad del hombre de darse a sí mismo para que los demás tengan la vida, le lleva a abrirse al Valor Absoluto. La dimensión antropológica, por lo tanto, lleva espontáneamente a la búsqueda de sentido y de verdad definitiva. De aquí parte la instancia de involucrarse en la búsqueda de la fe72.
2.2.- Fundamento Cristológico
No hay duda alguna sobre el hecho de que el punto de referencia de los contenidos y el modelo de inspiración de la Animación Misionera es Cristo mismo73.
Esta referencia absoluta a Cristo se debe al hecho de que Él es el revelador definitivo del plan de salvación del Padre, que Él está con el Padre y que Él es la realidad divina hecha historia humana74.
Él nos narra no sólo la intimidad de la vida divina, sino que también nos la comunica en sí mismo a través de sí mismo: es toda su persona, su mensaje y sobre todo su misterio pascual los que nos llevan hacia el Padre.
Jesucristo es el primer misionero, el misionero por excelencia porque es el Mediador único: su vida es mensaje de salvación, su palabra y sus obras son instrumentos de animación para el encuentro entre dios y los hombres75.
2.3.- Fundamento Pneumátológico
La misión única realizada por Jesucristo, de una vez para siempre, está animada y acompañada en la historia de la Iglesia por el Espíritu Santo76. Incluso etimológicamente espíritu y animación son sinónimos e indican una acción transformadora desde dentro.
En la historia de la Iglesia, la expansión misionera y, por ende, también la Animación Misionera, ineludiblemente unida a ella, ha sido atribuida siempre a la acción del Espíritu Santo77.
La dimensión pneumatológica es la fuente de la espiritualidad misionera. El Espíritu Santo, en efecto, representa:
la sorpresa de la llamada misionera;
la gracia y la valentía para anunciar el Kerygma a través de senderos tortuosos y difíciles;
la seguridad de la perseverancia en la empresa evangelizadora;
el entusiasmo por los desafíos de una nueva evangelización78.
2.4.- Fundamento eclesiológico
En la historia, la Iglesia es el signo y el sacramento de Cristo. Es el fruto de la actividad misionera de Jesús, está unida animada e impulsada constantemente a la expansión misionera por la acción santificadora del Espíritu79.
La razón de su existencia es la misión salvífica puesto que la Iglesia es esencialmente una comunidad enviada para salvar a todos. La RM afirma explícitamente que la misión revela la naturaleza más íntima de la Iglesia80. Por consiguiente, la Animación Misionera es el instrumento de su entusiasmo pastoral y de su espiritualidad.
La Iglesia, a los largo de sus 20 siglos de historia, ha subrayado siempre su esencial dimensión misionera, sea en el territorio de cada Iglesia particular, sea en los territorios de misión ad gentes81. Ha hecho de la Animación Misionera la dimensión de los diversos componentes de su actividad de promoción humana, de evangelización y de implantación de Iglesias.
A través de la Animación Misionera, la Iglesia ha vivido la realidad enriquecedora de la reciprocidad misionera entre las diferentes Iglesias particulares. Esta reciprocidad ha sido a su vez el instrumento de la Comunión de la Iglesia universal.
La dimensión mariana de la Animación Misionera está íntimamente unida al fundamento eclesiológico: después de la Ascensión de Cristo, en efecto, los apóstoles, como primer núcleo de Iglesia, se reúnen en el Cenáculo “con María, la Madre de Jesús”82, para implorar al Espíritu y obtener fuerza y coraje para cumplir el mandato misionero83.
María es pues modelo de aquel amor materno que debe animar a todos los apóstoles de la Iglesia que cooperan en la regeneración y salvación de los hombres84. El itinerario realizado por María, que empieza con el fiat sin condiciones de adhesión a la misión de Jesús y que culmina en la fidelidad martirial de la Cruz, es el paradigma del animador y del apóstol misionero.
3. La Animación Misionera Salesiana
3.1 La Animación Misionera Salesiana en la Comunidad educativa Pastoral - CEP85
La dimensión misionera es parte integrante y esencial de nuestro estar bautizados y ser Iglesia. Toda comunidad, por lo tanto, esta llamada a devenir misionera, a hacer de la misión su razón de ser y obrar86.
Ser “comunidad misionera” significa ante todo ponerse a sí misma en estado de conversión y de misión, lista para “ser visitada por el Evangelio y para abrirse a la universalidad de la Iglesia”87 .
El carisma salesiano es explícitamente misionero, sobre todo cuando afirma su opción por los jóvenes más pobres que tienen más necesidad de ser amados y evangelizados, por los jóvenes trabajadores y los sectores populares y la acción misionera con los pueblos aun no evangelizados88.
El estilo misionero salesiano se caracteriza por la amabilidad, el gozo, la disponibilidad, la creatividad, el ardor y el trabajo rebasando todo limite. En algunos casos, varios misioneros han afrontado con valentía incluso el martirio89.
Las implicaciones de estas premisas estimulan a toda comunidad educativa a:
adquirir una visión amplia de Iglesia universal hasta el punto de que un problema lejano, es también un problema nuestro, que la solidaridad no tiene confines, al igual que la responsabilidad90;
sentir una y otra vez el halito de una verdadera y entusiasta animación misionera capaz de suscitar un renovado empeño de todos por los últimos, por los mas lejanos, hasta llegar incluso hasta las ultimas consecuencias del seguimiento de Cristo, de la sequela Christi;
dejar caer los prejuicios y crecer en comprensión y acogida a las personas de proveniencia diversa, de raza diferente, de distinto nivel económico y diversa fe religiosa, estudiando sus culturas y educándose a la capacidad de diálogo ecuménico e interreligioso;
buscar la colaboración de los seglares, en base al bautismo común, en la implicación y corresponsabilidad 91 hacia la misión ad gentes, hasta llegar a suscitar respuestas generosas de voluntariado y de vocaciones misioneras;
ponerse en al escuela de las misiones como educación a la radicalidad evangélica, a la santidad, al optimismo y a la alegría de realizar una misión querida por Dios.
Ua comunidad educativa animada por espíritu misionero, es aquella que se siente responsable de la misión de la Iglesia, que se esfuerza en realizar una paciente evangelización, que esta contenta de poder enriquecerse con las riquezas del otro y de abrirse a las necesidades de todos, superando la fácil tentación de cerrar el horizonte misionero a la “propia” misión.
3.2 La Animación Misionera Salesiana en la Pastoral Juvenil
La animación misionera es parte integrante de la pastoral juvenil salesiana y, por eso mismo, elemento esencial y transversal del proyecto educativo pastoral salesiano (PEPS).
Dicha animación impregna y llena de dinamismo la pastoral juvenil, implicando a hermanos, grupos juveniles y miembros de la Familia Salesiana.
La citada animación, en comunión con la pastoral juvenil, debe estar presente en el conjunto de del proyecto educativo pastoral:
En los contenidos , orientándose decididamente hacia el compromiso por la primera evangelización;
En el estilo, animando la apertura a una mentalidad de Iglesia universal, la cualidad del dialogo interreligioso y ecuménico, la disponibilidad a una solidaridad operante;
En la elección de los destinatarios, renovando una opción decidida por los jóvenes pobres y menesterosos92 .
Una animación misionera bien estudiada:
acentúa en la pastoral juvenil la opción prioritaria por la primera evangelización a través del testimonio de la vida, el anuncio explícito de Jesucristo, el sentido de la universalidad de la Iglesia93.
moviliza todas las instancias educativas y pastorales típicas de nuestro carisma en su apoyo a la obra de “paciente evangelización y fundación de la Iglesia ”94;
cualifica la pastoral juvenil confiriéndola un horizonte, una finalidad y una sensibilidad especiales para la dimensión universal de la praxis eclesial ;
ilumina el camino de educación a la fe y de iniciación a la espiritualidad juvenil salesiana mediante la propuesta de metas, objetivos, actitudes y experiencias misioneras capaces de llevar a los jóvenes a las raíces de la fe y hacerles percibir el significado y el gozo de ofrecidos por los demás95;
abre el corazón de los jóvenes y de las comunidades a los grandes problemas de la humanidad y desarrolla en ellos la capacidad de dialogo con otras culturas, religiones y grupos humanos pertenecientes a minorías étnicas96;
suscita en los jóvenes el ardor de la fe, que los transforma en testigos y anunciadores creíbles97, provocando en ellos un fuerte interrogante sobre su propio estilo de vida, sobre su capacidad de comprometerse:
en el voluntariado y en los grupos de animación misionera,
en la cogida y en la educación de las personas de diversa proveniencia, raza, fe y cultura, de los inmigrantes y de los refugiados, de los chicos en permanente riesgo y no acompañados98;
en la evangelización de aquellos que no conocen todavía a Jesucristo y están ala espera del primer anuncio de la salvación99, etc.
La animación misionera y la pastoral juvenil orientan pues a los jóvenes a amar a la vida con amplias miras, abierta tanto a la cultura como a los ideales, al compartimiento y a la solidaridad, capaces de tener la valentía de soñar, como Don Bosco, mundos nuevos, personas nuevas100.
3.3 Animación Misionera Salesiana y Pastoral Vocacional
“En la pedagogía salesiana de la fe, la opción vocacional en el éxito maduro e indispensable de todo crecimiento humano y cristiano”101.
Una autentica animación misionera tiene la tarea de presentar la vocación misionera dentro de la pastoral vocacional, ayudando a los jóvenes a “descubrir su propio sitio en la construcción del Reino y asumirlo con gozo y decisión”102 y a dar un especial sentido a la propia existencia: “Hacer de ella una confesión del valor absoluto de Dios y una respuesta a su amor”103.
La realidad misionera abre siempre nuevos horizontes y revela zonas de frontera donde esta sobre el tapete el futuro del hombre. Por ello posee una fuerte motivación capaz de sacudir las conciencias y suscitar respuestas generosas de compromiso vocacional.
Dentro de la pastoral juvenil y en su relación privilegiada con la pastoral vocacional, la Animación Misionera presenta la peculiaridad de la vocación misionera (seglar, religiosa y sacerdotal), como respuesta máxima de gratuidad de una persona a la llamada del Señor.
Animación misionera y pastoral vocacional encuentran, por otra parte, un terreno común en la educación de los jóvenes a los valores, actitudes e implicación, como:
la gratuidad de servicio en los lugares mas humildes, incómodos y difíciles;
el sentido de mundialidad;
el don total de si en experiencias de voluntariado misionero a medio y a largo plazo;
la capacidad de apertura y de dialogo hacia personas provenientes de otras culturas y pertenencias religiosas diversas;
la entrega generosa al servicio de los más pobres y de aquellos a quienes no ha sido revelado aun el amor de Dios;
el deseo de dar una respuesta generosa y ad vitam en la misión ad gentes104.
“No hay testimonio sin testigos, como no hay misión sin misioneros”105, El común esfuerzo ente los dos sectores de la animación misionera y de la pastoral vocacional ofrece su mejor expresión en el cuidado y desarrollo de vocaciones misioneras en sentido estricto “La vocación ·especial· de los misioneros ad vitam no constituye en si una vocación de excepción respecto a los demás hermanos, sino mas bien la expresión más viva y generosa de la vocación de todos”.106
“Haced todo lo que podáis por tener vocaciones tanto para las Religiosas como para los Salesianos”107. “Los salesianos van a misiones para quedarse allí. Su compromiso, aun en el respeto de las estaciones del Dueño de la mies, se caracteriza por una inmediata indegenización de la Congregación. Esto requiere una adecuada inculturación en el discernimiento vocacional y un especial seguimiento de los candidatos de minorías étnicas”108.
La animación misionera refuerza, por ultimo la fe y la vocación de quien se hace cargo de ella. En estos últimos decenio se ha notado, y no ha sido por casualidad, una coincidencia del compromiso misionero con la renovación de la Vida Religiosa: ”En las misiones, en efecto, se comprueba mejor que el Evangelio es la preciosa “buena noticia” para el hoy, y que la fe de los mismos hermanos se despierta proclamando los eventos de Cristo”109. “La fe se fortalece dándola”110,
4. A la luz de lo que hemos dicho sobre la animación misionera salesiana, surgen los siguientes OBJETIVOS:
Promover el interés por las misiones ad gentes en la comunidad Educativa pastoral.
Favorecer la formación de todas las personas de la Comunidad Educativa Pastoral en el testimonio de vida y en el compromiso de irradiar y Comunicar la propia fe.
Proponer formas de actuación concreta para facilitar en la Comunidad Educativa en el compromiso hacia las misiones ad gentes.
EL DELEGADO INSPECTORIAL PARA LA ANIMACIÓN MISIONERA
Promueve el interés por las misiones ad gentes.
Favorece la animación.
Propone caminos concretos de compromiso con las misiones ad gentes.
III. EL DELEGADO INSPECTORIAL PARA LA ANIMACIÓN MISIONERA. Identidad y tareas.
1. La identidad del Delegado Inspectorial para la Animación Misionera.111
El Delegado Inspectorial para la Animación Misionera es el testigo y el promotor del compromiso de la Inspectoría para la misión ad gentes.
“Vivir y trabajar juntos es para nosotros, los salesianos, una exigencia fundamental y un camino seguro para realizar nuestra vocación112. Siendo, como es, una verdadera obra de evangelización, la animación misionera es por su naturaleza comunitaria. El DIAM es consciente de ello y se esfuerza por trabajar en sintonía con todos los organismos de animación Inspectorial.
Su profundo sentido eclesial hace del Delegado una persona capaz de organizar con eficiencia diversas iniciativas con el fin de crear una inquietud misionera saludable dentro de la pastoral para estimularla a salir de sus horizontes estrechos, indicando, al mismo tiempo, otros nuevos.
El DIAM, como todo salesiano, “se asume la responsabilidad de la propia formación”113. Además de las cualidades y dotes personales, él procurará adquirir otros elementos de formación como el conocimiento de los contextos interrreligiosos, interculturales, la capacidad de comunicación y de conducción de una reflexión sobre el hecho misionero.
2. Las tareas del Delegado Inspectorial para la Animación Misionera.
Para alcanzar los objetivos indicados en el capítulo anterior, el Delegado Inspectorial para la Animación Misionera se asume la tarea de traducirlos en estrategias e intervenciones en la programación Inspectorial de su sector.
2.1 Promover el interés por las misiones ad gentes en la comunidad educativa pastoral.
Las tareas que se derivan de este primer objetivo son:
Dar testimonio de la propia fe rindiendo cuentas de las opciones y de los motivos que nos empujan a asumir un determinado estilo de vida.
Lo que cualifica la animación no es solamente el saber hacer sino el ser y la capacidad de hacer accesible con el lenguaje elocuente de la propia existencia los valores que se quieren transmitir y la experiencia en la que se pretende implicar a los propios destinatarios: “se es misionero ante todo por lo que se es antes de serlo por lo que se dice o se hace”114;
Promover la información y el conocimiento de la actividad misionera, en contextos culturales y sociales de otros pueblos, sobre las posibilidades y dificultades que encuentran tanto la evangelización como el trabajo de los misioneros115
Para esto será muy útil:
Promover un Centro de Documentación Inspectorial o banco de datos, ponerlos a disposición de las iniciativas de animación misionera y estimular la comunicación dentro de la comunidad educativa;
Animar la puesta al día de las experiencias de vida misionera en la iglesia y en la Congregación en los noticiarios inspectoriales, en el Boletín Salesiano local y en particular con ocasión de las “buenas noches” o de los “buenos días” del 11 de cada mes, en recuerdo de la primera expedición misionera116;
Favorecer la producción de publicaciones y audiovisuales, la propuesta de mini-proyectos, la suscripción y la consulta fácil de revistas misioneras;
Cuidar de manera especial los subsidios didácticos sobre temas de desarrollo, de mundialidad, de diálogo interreligioso;
Colaborar con los organismos misioneros de la Iglesia local con el fin de enriquecerse recíprocamente en información, en formación y en la realización conjunta de diversas actividades.
Mantener contactos con los misioneros de la propia Inspectoría o de paso.
Esto comporta:
Informar tempestivamente a las comunidades locales de la presencia en la Inspectoría de misioneros de paso, para que los inviten como testimonios vivos y elocuentes de la misión ad gentes, para que cuenten la historia de su decisión ad vitam, comuniquen la alegría de su entrega, transmitan la sed de verdad y documenten autorizadamente la fuerza transformadora del Evangelio117;
Programar con ellos, a nivel Inspectorial, encuentros, fórum, jornadas de formación misionera;
Informar a los hermanos misioneros de la propia Inspectoría sobre los cursos de misiología y sesiones de formación misionera en los diversos Centros de Estudio y Universidades, además de los encuentros de formación y de verificación organizados por misioneros residentes;
Conocer y mantener contactos con las familias de los misioneros de la propia Inspectoría, organizando encuentros de compartimiento y de información misionera con ellos involucrando a la Familia salesiana.
Avivar el sentido de pertenencia a la única misión de la Iglesia y de la Congregación.
Con este fin, el Delegado Inspectorial para la Animación Misionera deberá formar e informar a los hermanos y a los Grupos de la Familia salesiana de la Inspectoría sobre:
La reflexión, las propuestas y las eventuales directrices que emana el Centro de la Congregación:
Las cartas del Rector Mayor sobre las Misiones;
Las iniciativas, las publicaciones y las orientaciones del Consejero y del Dicasterio para las misiones;
Los proyectos de desarrollo propuestos por la Jornada Misionera Mundial y Salesiana;
Las propuestas de formación permanente de los misioneros a nivel mundial.
Las iniciativas de animación misionera coordinadas con el equipo de pastoral juvenil y con las otras ramas de la Familia salesiana, en particular con las de carácter misionero y con las que tienen responsabilidades en la decisión de estrategias de compromiso en las áreas más arriesgadas y de fuerte necesidad social;
Las manifestaciones, las celebraciones y los encuentros eclesiales de carácter misionero, especialmente las de la Organización Nacional de las Obras Misionales Pontificias, de otras Congregaciones misioneras, de la Cáritas nacional y diocesana, de las Comisiones locales de justicia y paz. . .
2.2 Favorecer la formación de todas las personas de la Comunidad Educativa Pastoral en el testimonio de vida y en el compromiso de irradiar y Comunicar la propia fe.
La información sobre la actividad misionera va más allá de la curiosidad y del interés puramente ocasional. Aquella estimula a la universalidad, educa en la reflexión sobre el significado de los hechos, de los problemas y de las culturas interdependientes entre sí; ilumina la percepción de la experiencia religiosa presente en los pueblos como una búsqueda universal de lo absoluto hasta comprender la historia habitada y dirigida por Dios118.
En el sector de la formación, las tareas del DIAM cubren tanto la vertiente de los contenidos como los caminos de acceso a los mismos:
Formar una conciencia misionera ad gentes con el fin de hacer de cada uno una persona consciente de ser enviado a irradiar la propia fe y a sentir como fuerza interior impelente la necesidad de comunicar a los demás las razones de la propia esperanza: “Para mí evangelizar es un deber. ¡Ay de mí, si no predicase el Evangelio!”119. A este propósito deben utilizarse los tiempos fuertes del año litúrgico, el mes de octubre misionero, la jornada misionera mundial salesiana (DOMISAL), las expediciones misioneras, etc.;
Procurar que en los programas de formación inicial y permanente de la Comunidad Educativa Pastoral (CEP) estén presentes los temas específicos de misiología sistemática, como la misión de la Iglesia, el acercamiento al ecumenismo, al diálogo interreligioso y a la inculturación, la historia de las misiones salesianas, las figuras típicas misioneras, etc.;
Subrayar los contenidos catequísticos explícitamente misioneros en los itinerarios de educación de los jóvenes en la fe; en particular:
Urgencia del Reino, la llamada universal de todos los hombres a la salvación, la misión de la Iglesia de ser “signo e instrumento” de tal vocación en el mundo, el aprendizaje de “los caminos de la misión: pobreza, mansedumbre, aceptación de los sufrimientos y de las persecuciones, deseo de justicia y de paz, caridad, es decir, las Bienaventuranzas, realizadas en la vida apostólica”120.
Favorecer iniciativas de solidaridad orientadas a crear nuevos modelos éticos de comportamiento porque “la fe sin obras está muerta”121.
Proponer un camino espiritual de conversión permanente confrontando la propia vida con el kerygma pascual: esta actitud es esencial a todo tipo de primera o nueva evangelización, haciendo del propio testimonio una “consigna” libre y gozosa de la propia fe. Será muy útil organizar, con este fin, jornadas de espiritualidad misionera o tandas de ejercicios espirituales animados por misioneros o expertos en misiología.
2.3 Proponer vías de actuación concreta para facilitar, en la comunidad educativa, el compromiso por las misiones ad gentes.
Comunicación y formación en la dimensión misionera ad gentes se apoyan en propuestas y estructuras concretas de animación adecuadas para crear y sostener las actitudes de pertenencia eclesial, de servicio y de compromiso por las misiones. Por esta razón, el Delegado Inspectorial para la Animación Misionera debe:
Elaborar y ofrecer a la comunidad educativa pastoral un PROYECTO de ANIMACIÓN MISIONERA sencillo, concreto y realista. Dicho “proyecto”:
Estará integrado – no añadido – en el Proyecto Educativo Pastoral Salesiano a nivel Inspectorial y local122 para ofrecer una nueva lectura bajo la óptica de las misiones ad gentes;
Debe saber proponer y verificar compromisos, actividades y experiencias de apertura y mentalidad de Iglesia universal, educando para que se produzcan actitudes de gratuidad, de servicio y de compromiso a largo plazo en presencia misionera de frontera123;
Debe tener en cuenta las indicaciones del Documento Educar a la Dimensión Misionera tanto en la elaboración del susodicho Proyecto como en los encuentros de formación misionera con los jóvenes animadores del movimiento juvenil salesiano.
Favorecer el nacimiento y desarrollo de grupos misioneros, procurando que:
Trabajen dentro del Movimiento Juvenil Salesiano para mantener viva en los jóvenes y en los animadores la conciencia, la apertura y la capacidad de respuesta hacia los sectores más necesitados de la propia área geográfica y hacia presencias misioneras ad gentes de frontera124;
Tengan una formación específica basada en contenidos de misión ad gentes, aunque tengan que asumir, según los lugares y los momentos, formas y plazos diversos. Pueden desarrollarse como:
Grupos de reflexión y de estudio para profundizar en las informaciones recibidas y dar a conocer mejor la actividad misionera de la Iglesia universal, los pueblos y las culturas, las religiones de los pueblos lejanos y de los inmigrantes, los contextos de frontera “arriesgados”, donde los misioneros está más expuestos, etc.;
Grupos de trabajo para coordinar la realización de determinados proyectos y pequeños objetivos, manteniendo contactos con personas o países dando a conocer su realidad concreta125.
“El despertar de la conciencia misionera para obtener nuevos niveles de fe y de compromiso es típico de los grupos y movimientos que tienen un interés específico por las misiones, el desarrollo de los pueblos, la colaboración internacional: la experiencia misionera se transforma entonces en itinerario de crecimiento y de maduración de la fe”.126
Estimular y desarrollar el voluntariado misionero salesiano en el conjunto del voluntariado salesiano promovido en la Inspectoría127.
Por esta razón, el Delegado Inspectorial para la Animación Misionera, de acuerdo con el Delegado Inspectorial para el Voluntariado:
Se asegure de que los candidatos al voluntariado misionero sigan un iter formativo, de un año como mínimo, según los programas existentes a nivel nacional e inspectorial;
Que prepare a los voluntarios misioneros sobre el modo en que deben insertarse en el proyecto educativo de la Inspectoría que los acoge, sobre su actitud de escucha y de “apertura a la mundialidad, a la interculturalidad, al diálogo interreligioso y ecuménico” y sobre el espacio que deben reservar un compromiso más directo en la frontera de la evangelización128;
Que realice junto con las comunidades que acogen a los voluntarios un programa formativo y de trabajo y que acompañe a los voluntarios en su experiencia;
Que ayude a las comunidades que acogen a los voluntarios misioneros para que resuelvan con equidad y discreción algunas cuestiones inherentes a la vida de los mismos voluntarios, como el salario mínimo, la vivienda, los bienes propios, los viajes, la vuelta a la propia patria. . . ;
Que permanezca en contacto con los voluntarios incluso a su vuelta para que sean testigos activos en la comunidad que los ha enviado y aporten la riqueza de su experiencia a la formación de otros voluntarios y a la animación de grupos misioneros;
Que sensibilice a la comunidad educativa pastoral en el ámbito de la mentalización sobre una “cultura del voluntariado”, subrayando que:
“el voluntariado misionero hace percibir mejor el lazo de unión y el intercambio de riquezas entre comunidades cristianas y constituye el puente humano que hace posible la reciprocidad misionera”129;
El voluntariado misionero salesiano es la expresión más madura de la formación salesiana, concreta, en un nivel cualificado, la idea que Don Bosco tenía del cooperador130.
Implicar a la comunidad educativa pastoral en la celebración de la Jornada Misionera Mundial y Salesiana. Para esto será muy útil que:
Dicha “jornada” vaya precedida de una preparación en todas las comunidades locales, comprometiendo a ella a los encargados de la animación misionera y estimulando su creatividad;
Utilizar para este fin los diversos medios puestos a disposición: el material enviado por el Dicasterio para las Misiones Salesianas; la multiplicación de los eventuales gadget encerrados en ellos o fruto de la propia creatividad; el noticiario inspectorial; el boletín salesiano local; las ayudas de las PP.OO.MM. (Obras Misionales Pontificias);
Sensibilizar y educar a la comunidad cristiana, y a los jóvenes en particular, en el deber de contribuir incluso económicamente a la obra misionera, motivando su destinación, dando las gracias a los oferentes e informándolos acerca de la realización de los proyectos.
IV - ORGANIZACIÓN
La Animación Misionera necesita de estructuras organizativas que la den consistencia y continuidad.
Conviene recordar que las siguientes orientaciones deben ser valoradas según la realidad' de la propia área geográfica, según las posibilidades concretas de la Inspectoría y, al mismo tiempo, deben ser integradas en el propio Proyecto Educativo Pastoral. 81
1º - "Que el Inspector, de acuerdo con su Consejo, nombre un Delegado Inspectorial para la Animación Misionera." 82
Con sentido de sano realismo, tomando en cuenta las prioridades programadas por la Inspectorías y los intereses de todos los sectores de animación, hágase que:
el DIAM sea una persona que tenga una cierta experiencia en el sector de las misiones ad gentes, 'que tenga tiempo suficiente para realizar su trabajo y que sea estimulado en el mismo, para una mayor garantía de eficacia en la animación de este sector;83
el DIAM se mantenga en estrecho contacto con el Consejo Inspectorial y ser invitado a participar en el mismo, siempre que se traten o aprueben proyectos pastorales de la Inspectoría que conciernan el sector de su competencia;
el DIAM se preocupe de enviar al Dicasterio para las Misiones material y síntesis de actividades misioneras significativas, esquemas y programas de formación en la dimensión misionera, celebraciones, estudios e investigaciones de utilidad común con el fin de permitir un uso más amplio de todo ello en la Congregación.
2° - Que el DIAM esté efectivamente presente en el organigrama de la animación pastoral de la Inspectoría.
Con este fin, él:
participa en 108 diversos encuentros. de programación y de animación de la Inspectoría;
presenta al Inspector y a su Consejo el plan de animación misionera dentro del Proyecto Educativo Pastoral de la Inspectoría;
forma parte integrante del equipo de pastoral juvenil;
coordina las actividades y las iniciativas inspectoriales de carácter misionero: jornadas y campañas misioneras, grupos misioneros existentes en las diferentes casas, formación de los voluntarios misioneros 84;
verifica la presencia de la dimensión misionera en los programas de educación juvenil en la fe y en el seguimiento vocacional;
suscita la sensibilidad misionera en las comunidades que forman la Inspectoría mediante grupos misioneros, reuniones, jornadas, informaciones, visitas, campañas misioneras, etc.;
ayuda a las comunidades locales a planificar y a implicar en la animación misionera a toda la comunidad educativa local;
está en relación con los grupos de la Familia Salesiana en lo que concierne a la animación misionera, promoviendo con ellos actividades misioneras ad gentes;
mantiene contactos con los misioneros de la propia Inspectoría y está atento a su paso por su patria para coordinar con ellos visitas y jornadas de formación misionera;
constituye un grupo de colaboradores seglares, si es posible representantes de la Familia Salesiana, con los que compartirá el propio trabajo de animación;
1 2. A ANIMACIÓN MISIONERA SALESIANA A NIVEL REGIONAL |
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Que las Conferencias Interinspectoriales (o Regionales) elijan un Inspector para la animación misionera en la Región, ayudado por un hermano que coordine:
la programación interinspectorial de animación misionera;
los encuentros normales de Delegados Inspectoriales para la Animación Misionera, si es posible, junto con los de la Pastoral Juvenil;
el intercambio de experiencias misioneras ad gentes;
la información al voluntariado misionero;
la formación permanente de los misioneros;
la implicación de los misioneros que han regresado a la patria en la animación misionera de las Inspectorías.
Que los responsables de las Conferencias Interinspectoriales (o Regionales) atraigan la atención de los Organismos competentes para que los programas de estudio en las casas de formación prevean cursos de misiología, de historia de las misiones salesianas, y que involucren a los jóvenes hermanos en formación como animadores de grupos misioneros y de experiencias de voluntariado en los países de misión.
2 3. LA ANIMACIÓN MISIONERA SALESIANA A NIVEL MUNDIAL |
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Que el Dicasterio para las Misiones Salesianas:
valorice los cursos de misiología organizados por la Universidad Pontificia Salesiana para la formación permanente de los misioneros y por otros Centros académicos, y facilite también la participación en otras iniciativas análogas;
que favorezca el intercambio de noticias, puestas al día, sobre las misiones, las experiencias de voluntariado misionero, los itinerarios formativos para grupos misioneros, la elaboración de un banco de datos sobre las Misiones Salesianas;
que estimule a los hermanos, deseosos de consagrar su vida a las misiones ad gentes, a dirigir su petición directamente al Rector Mayor;
que valoricen el Boletín Salesiano, según nuestra tradición, como órgano de información y difusión misionera, colaborando al mismo tiempo con los demás servicios de comunicación, como ANS, las Actas del. Consejo General, los cuadernos u otras ayudas de animación del Dicasterio para las Misiones:
CONCLUSIÓN: Bajo el signo de la Espiritualidad Misionera
Educar en la dimensión misionera y mantener viva la conciencia del compromiso hacia la misión ad gentes es una tarea gratificante que abarca a toda la persona y la pone en la vanguardia de la construcción del Reino de Dios.
El Delegado Inspectorial para la Animación Misionera es consciente de que recibe este encargo como vocación especial que compromete todos sus recursos personales de formación, de capacidad contemplativa y de concreción apostólica.
El que quiera comprometerse en la misión hoy, tiene que ser capaz de realizar una confrontación abierta “inteligente y 'propositiva' - en la compleja realidad social de los pueblos de todos los continentes - comprender las tendencias culturales, intentar llevar el anuncio al corazón de la vida, interpretar los nuevos lenguajes" 85.
El esfuerzo de inculturación requiere un trabajo paciente de primer anuncio, la capacidad de dar testimonio con franqueza de la radicalidad de las propias opciones, la competencia en el saber dialogar con libertad y convicción, la humildad de saber acoger y aprender de los demás.
"Animar" es un arte que hay que aprender, un don de Dios, semejante al de la oración y al de la fraternidad. El animador misionero sabe que su fuerza interior le viene del Espíritu, es Él la fuente en la que tiene que alimentar continuamente sus propias energías: La creatividad, la capacidad organizativa, la planificación, por importantes que sean, necesitan de una espiritualidad profunda.
Su capacidad contemplativa se revela además, en la docilidad al Espíritu que lo transforma en testigo valiente de Cristo y en anunciador iluminado de su Palabra. La conformación con Cristo y la comunión íntima con Él son necesarias para que sea capaz de desapego, de éxodo, de renuncia y de inserción humilde entre la gente para hacerse todo con todos.
Dice la RM: "Antes de ser acción, la misión es testimonio e irradiación; exige una espiritualidad específica, la comunión íntima con Cristo. El misionero, si no es un contemplativo, no puede anunciar a Cristo de manera creíble. El misionero es un testigo de la experiencia de Dios" 86.
La interioridad apostólica es finalmente la cualidad del misionero que actúa como si viese lo invisible, que vive en el éxtasis de la acción, que hace operativa su fe, capaz de difundir su propia interioridad.
Lo que hace auténtica la animación misionera es su concreción eclesial: el misionero no vive en los márgenes de la Iglesia, sino que actúa en ella para su edificación87; "es impulsado por el celo por las almas, vive su caridad hacia todos, especialmente hacia los más pequeños y pobres, supera las fronteras y las divisiones de raza, casta o ideología; su amor no tiene exclusiones ni preferencias" 88
Quien realiza la experiencia de la llamada por la misión ad gentes o para ser su educador, siente dentro de sí la necesidad de abrirse a la misión universal de la Iglesia, de cambiar el modo de conducir la propia existencia, y de dar testimonio del gozo que se siente por haber encontrado en Jesús el contenido, el estilo y la motivación de la entrega de sí a Dios y al prójimo.
81 Las orientaciones indicadas en este capítulo han sido delineadas ya de forma g1obal en el Documento. del Dicasterio:' "Educar en la Dimensión misionera". Roma, 1995.
82 R 18; El Inspector Salesiano, 207.
83 Cfr. EDM, p. 51
84 Cfr. EDM, p. 50 y 51. 6
85 VECCHI J. E., "Yo estudio para vosotros", en ACG 361, pp. 14.
86 RM 26.87.88.91.
87 Cfr. Viganó E., o.c., pp.36-37
88 RM 89
61 RM 62; Mc 16, 15; 1 Tim 2, 4-5; AG 2; RM 1
62 VECCHI J. E., Pastoral juvenil. Un reto para la comunidad eclesial. Turín, LDC 1992, p. 293. Cfr. RM 33.
63 C 30
64 ODORICO L., Programación del Dicasterio para las Misiones. Sexenio 1996 – 2002, p.2.
65 RM 31
66 Cfr. ODORICO, L., Missionary Animation according to the Encyclical “Rendemtoris MIssio” en Missionary Animation, First Meeting of the Provincial Delegates of Missionary Animation for Asia and Australia, Bangalore – 1992. Roma 1993.
67 RM 34; Cfr. VIGANÓ E., oc., 19.
68 Cfr. RM 83; VIGANÓ E., oc., 20.
69 Cfr. ODORICO, L La praxis misionera según la tradición carismática salesiana. Roma, Dicasterio para las Misiones, 1997, p.7.
70 Cfr. Jn 15,5; RM 77.
71 Cfr. ODORICO, L, Missionary Animation according to the Encyclical “Redentoris Missio” , en o.c., 22-26.
72 Cfr. EDM, pp. 12-13. 24-25.
73 Cfr. RM 88.
74 Cfr. Hch 4, 10.12.
75 Cfr. 1 Tim. 2, 5-7
76 Cfr. RM 24; Hch 1,8; 2, 17-18.
77 Cfr. RM 21.
78 Cfr. RM 87.
79 Cfr. RM 28.
80 Cfr. RM p.18.20.26
81 Cfr. RM 33.
82 Hch 1.14
83 Cfr. RM 92
84 Cfr. Viganó E. O.c.,38.
85 Cfr. Vecchi J.E., La Comunidad educativa pastoral SDB, Roma 1981.
86 Cfr. CG 23, 217
87 EDM, p. 47.
88 Cfr. C 26, 27, 29, 30.
89 ODORICO l. La praxis misionera según la tradición carismática salesiana. Roma Dicasterio para las misiones, 1997, p. 9
90 Vecchi J. E. Pastoral Juvenil. Un reto para la comunidad eclesial. Turín, LDC 1992, p.299.
91 Cfr. CG 24, 180; Cfr. También CG 24, Índice temático analítico, conceptos; evangelización y misión.
92 Cfr. VIS, Caminar juntos, 1993, 4.
93 Cfr. AMS, p. 14; en 80.
94 Cfr. C30.
95 Cfr. EDM, los capítulos 2 y 3, pp. 22 – 41.
96 Cfr. R 18; CG 24, 183.
97 <cfr. CG 23, 93.
98 Cfr. Vecchi JE “Sintió compasión por ellos” (Mc. 6, 34). Nuevas pobrezas, misión salesiana y significatividad. ACG 359, PP.27-29.
99 Cfr. EN 72: RM 34; CG 23, 93.
100 Cfr. VIGANO E. Confrontación Don Bosco 88; en EDM p. 36.
101 CG 23, 149; Cfr. C37.
102 CG 23, 150.
103 CG 23, 156.
104 Cfr. RM 65.
105 RM. 61.
106 VIGANO e., o.c.,11
107 BOSCO G., en CERIA E. (Preparado por), Epistolario de San Juan Bosco, IV. Carta n. 2556. SEI, Turín, p. 332.
108 ODORICO L., O.C., 8
109 Cfr. VIGANO E., o.c., 34
110 RM. 2.
111 Para este capítulo véase de manera especial:
MELIDA, A. La figura del delegado Inspectorial para la Animación misionera: responsabilidades, competencias, método, en: Animación Misionera Salesiana, Primer Encuentro de Delegados Inspectoriales de América Latina. Lima – 1991. Roma, 1991.
La propuesta pastoral de la ANIMACIÓN MISIONERA SALESIANA. Delegación Nacional de Pastoral Juvenil, Madrid, 1991.
112 C 49.
113 C 99.
114 RM 23; Cfr. CG 24, 151; E. VIGANÓ, o.c., p. 34.
115 Cfr. AMS, p. 16.
116 Para esto, se sigan y se traduzcan a la propia lengua las propuestas que se están realizando ya, como por ejemplo las del Voluntariado Internacional para el Desarrollo (VIS), vía Appia Antica, 124-00179 Roma. El Dicasterio para las Misiones da las gracias de antemano a todos los que le comuniquen, con espíritu de reciprocidad, iniciativas de este mismo tipo.
117 Cfr. VECCHI J.E., o.c., p. 297.
118 Cfr. ID., p. 296.
119 1 Cor. 9, 16; Cfr. 1Pt 3, 15; AMS, p. 17.
120 RM 91; Cfr. Mt. 5, 1-12.
121 Jc 2, 17.
122 Cfr. EDM, pp. 45 – 46.
123 Cfr. EDM, p. 47.
124 Cfr. EDM, p. 47; VIS, p. 8.
125 Cfr. AMS, pp. 22-23.
126 VECCHI J.E., o.c., pp. 294295.
127 Cfr. Dirección General Obras de Don Bosco, Voluntariado y Misión Salesiana, Roma, 1997 2.
128 Cfr. Voluntariado y Misión Salesiana, p. 17.
129 EDM, p. 41.
130 Cfr. VIS, Caminar juntos, 207.