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Visión de las misiones salesianas: 1923-1967
sianas en China3, la naturaleza y la cultura de la población, así como
descripciones de las diferentes fiestas y eventos sociales. Informes
provenientes de los misioneros en China hablan de sus experiencias
personales misioneras en la región y especialmente de sus aventuras.
Contra el ambiente de tanto desorden y sin motivaciones, algunos de
los artículos proyectan la imagen de algunos chinos católicos, jóve-
nes y ancianos. Después de la Segunda Guerra Mundial, la atención
se centra más en la persecución de la Iglesia en el país, en el encar-
celamiento y persecución de los misioneros y en la realidad de la
Iglesia de la China comunista.
China tras la Primera Guerra Mundial:
una imagen de desorden
En el período que va desde 1923 hasta el principio de la Segun-
da Guerra Mundial, JM publica muchos artículos de los misioneros
salesianos que trabajan en China. Los autores de los mismos escri-
ben sobre una gran variedad de temas, en los que parece que su
intención era poner de relieve las características de la sociedad china
que la diferencian de las de la sociedad italiana y europea. El infor-
me de Giulivo, misionero en China en noviembre de 1923, parece
apuntar a esta tendencia general. Y escribe:
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ros obispos chinos en 1926. Cfr. Pregare per la conversione della Cina, en GM 14
(1936) 9, 136-137. Otro artículo de julio-agosto de 1946 trata el mismo tema de la
historia de las misiones chinas, pero desde la perspectiva del establecimiento de la
jerarquía local en el país, y para resaltar la posición del clero indígena en la región.
Cfr. Gerarchia ecclesiastica in Cina, en GM 24 (1946) 7-8, 84-85. Un informe de
junio de 1954 refleja la situación real de la Iglesia en China tras establecerse en el
poder los comunistas. Cfr. Riflessioni sulla Cina d’oggi, en GM 32 (1954) 6, 4-5.
Y otra vez en febrero de 1960 JM presenta año tras año el procedimiento de la per-
secución sistemática de la Iglesia por el régimen comunista, que tiene su comienzo
en 1948. Cfr. Catene per la Chiesa cattolica in Cina, en GM 38 (1960) 2, 3-4.
3 En el primer número de JM, Garneri presenta un relato corto de los comienzos
de las misiones salesianas en China y de la gran figura de Mons. Versiglia. El infor-
me resalta el hecho de que toda la región de Leng Nam Tou ha sido encomendada
a los salesianos. Éstos tienen una misión propia en este vasto país. Cfr. GARNERI D.,
In Cina, en GM 1(1923) 1, 4-5. En mayo de 1947, los editores anuncian el princi-
pio de una presencia salesiana en Pekín: la realización del sueño misionero de Don
Bosco. Cfr. Arrivo a Pechino, en GM 25 (1947) 5, 7.
Presentación en JM de las misiones salesianas en China
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Estamos tratando con una población que tiene una mentalidad, un
conjunto de convicciones y tradiciones que son completamente
opuestas a lo que al misionero le gustaría transmitirles. Aparte de eso,
se le añade la dificultad del idioma, el clima, la comida y otros fac-
tores de los que el extranjero debe superar4.
En los primeros artículos sobre China, JM la presenta como un
país sumido en el más completo desorden. Evidentemente una de las
características de la sociedad china en el período posterior a la
Primera Guerra Mundial que ciertamente impresionó a los misione-
ros salesianos fue la presencia de piratas y ladrones organizados en
el país. De hecho, la imagen inicial de China que proyecta JM es la
de ¡tierra de piratas y ladrones!
El primer relato que JM presenta a los lectores se titula “Pirati
del Kwang Toung”, de Giovanni Cassano, y trata de los piratas de
China. En junio de 1924 JM publica un artículo escrito en primera
persona por Juan Guarona sobre algunas de las aventuras con los
piratas. En este informe Guarona escribe sobre ellos:
¡Se multiplican como setas! Los he visto yo mismo con esas caras som-
brías, cubiertas con capuchas negras, con los ojos enmascarados, pre-
parados para tender una emboscada entre los espesos arbustos en las
altas montañas. Entré en contacto personal con ellos el primer día en el
que tomamos posesión de nuestro Vicariato con el inolvidable D. Oli-
ve. He probado su caricia cuando me privaron de todo lo que los supe-
riores y amigos me promocionaron! ¡Estuve a su merced, con las manos
encadenadas en la espalda! [...] ¡Los piratas están por todas partes!5
Guarona refleja el pavor que estos grupos de piratas provocan
en la población local. No respetan a las personas, ni siquiera a los
misioneros que han venido de tierras lejanas para hacer el bien a la
población de China6.
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4 GIULIVO, Difficoltà delle missioni, en GM 1 (1923) 10, 157. Obviamente, el
motivo de resaltar las dificultades de esta misión es solicitar mayor apoyo, tanto
espiritual como material. Obsérvese un cierto progreso paulatino en la percepción
y evaluación de la cultura general china.
5 GUARONA G., I pirati, en GM 2 (1924) 6, 91.
6 Cfr. GUARONA G., I pirati, 91-92. El martirio de Mons. Luis Versiglia y don Ca-
lixto Caravario en febrero de 1930, del que se informa qen los números de abril y