Equipo
Director Responsable Eduardo Héctor Devit. Director Ejecutivo Juan José Chiappetti. Consejo de Dirección Ángel Amaya, Ricardo Cámpoli, Cayetano Castello, Eduardo Héctor
Devit, Adrián Mandará, Jimena Zaeta, Victorino Zecchetto. Redacción y edición Nicolás Mirabet. Administración Natalia Vidal. Distribución Martín Sartorio. Audiovisuales
Lucila Riggio. Colaboraron en este número Alicia Lista, Zulma Páez, Rafael Tesoro, Lucas Mirabet, Mariel Giordano, José Luis Gerlero, María José Serna, Mercedes Baxzos, Julia
Bracamonte, Ana Delia Flores, Pablo Micheli, Horacio Zárate, Soledad Quiroga, Héctor Arismende, Oscar Marsano. Diseño Carolina Cugliandolo, carolina@cdldesign.com.ar,
Mali Bernachea. Fotografía Alberto Calle, Nicolás Mirabet, Diego López. Impresión Forma Color Impresores.
Periódico mensual de la Familia Salesiana y amigos de Don Bosco en Argentina. Fundado en Turín por Juan Bosco en 1877. Don Bosco 4053 (1206) Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, República Argentina. Tel/Fax: (54 11) 4981-0777 / 4982-3748. Registro Nacional de la Propiedad Intelectual Nº 5010465. Propietario: Institución Salesiana.
Publicación de uso pastoral. Los trabajos firmados son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Se autoriza la publicación del material editado en esta
revista citando la fuente.
www.boletinsalesiano.com.arBoletin.Salesiano.Argentina
Octubre de 2012 - Nº 688
Sumario
04.
Nota de tapa: La Obra Salesiana
en Caleta Olivia
07.
A 50 años del inicio del Concilio
Vaticano II
09.
La escena griega, otro patio.
10.
Voto adolescente:
dificil elección
12.
La idea del cooperador en la mente de Don Bosco
14.
Los ganadores del concurso literario
16.
Cuando el horizonte se ensancha
18.
Las mamás del oratorio
21.
Jesús: el Señor
22.
Noticias de la Familia Salesiana Argentina
27.
Muro: Oratorio nocturno “Buen Pastor” (Corrientes)
28.
Clips para compartir: Dar y compartir
30.
Emepetres: Soy mi soberano (Gustavo Cordera)
Correo de LECTORES
Agradecemos que nos envíen sus comentarios a lectores@boletinsalesiano.com.ar
o a Don Bosco 4053 (1206) Ciudad Aut. de Buenos Aires. Solicitamos que todas
las cartas contengan nombre y apellido, lugar de residencia y contacto de quien
la firma.
Adolescentes y jóvenes
Sr. Director:
Me pareció muy buena propuesta el colocar un artí-
culo que hablase de los adolescentes y de los jóve-
nes (septiembre 2012). Está bueno leer notas que
hablen de este tema y nos permitan a nosotros, los
adolescentes, abordar esta etapa de la vida con una
mirada diferente, distinguiendo la adolescencia de
la juventud. Es verdad que hay mucha gente que por
generalizar todo en una misma edad comete un gran
error. Pues no es lo mismo ninguna de las dos eta-
pas mencionadas. Una de plenos cambios físicos y
psicológicos y otra donde se empieza a proyectar el
futuro soñado desde la infancia.
Me pareció muy interesante abordar el tema tam-
bién desde las clases bajas porque consta de salir
a las calles para poder vivenciarlo por uno mismo;
ver chicos que trabajan y chicas que son mamás a
tan temprana edad. Esta realidad genera un desa-
fío para nosotros, las generaciones futuras, invertir
esta situación penosa por la que pasa nuestra so-
ciedad, en especial los adolescentes más necesita-
dos, para que el futuro sea un espacio de inclusión
social.
Muchas gracias.
Michel Giraud Billoud
Mendoza
don Bosco en los cuentos
Sr. Director:
Este fin de semana llegó a mis manos el último número
del Boletín Salesiano (septiembre 2012), y entre todas las
notas, muchas de ellas muy buenas, me “cope” muchísi-
mo con la publicación de los ganadores del 2º Concurso
Literario “Cuando me encontré con Don Bosco”. Excelen-
tes las dos historias que se publicaron en la revista, ya
quiero leer los demás relatos para lo que voy a entrar a
www.boletinsalesiano.com.ar.
Me sorprende, me hace sentir feliz la manera en como
nuestros jóvenes y adolescentes pueden captar tan bien
el mensaje de nuestro padre Don Bosco y me anima como
adulto al “buceo” en la vida de todos los días, de mi tra-
bajo, de mi familia, en la vida de mi comunidad para estar
atenta a cada situación y a cada persona que me trasmite
con su actitud y su vida la “esencia” de este hombre Santo,
que me invita a la santidad, a vivir el cielo en la tierra, a
forjar “lo extraordinario en lo ordinario”.
Me siento invitada a seguir soñando, con un hoy y un ma-
ñana donde nuestros jóvenes de hoy y adultos de mañana,
envueltos en el amor de Jesús y Don Bosco estén compro-
metidos y felices de ser hombres y mujeres con un ideal
que los hace como nos quiere Dios en los lugares donde se
encuentren, en lo cotidiano.
Quiero dejar acá mi agradecimiento a estos niños, adoles-
centes y jóvenes que pueden expresarse desde el corazón,
que están caminando su vida en alguna de las obras sa-
lesianas y que se hacen eco y se sienten siendo “raíces”
del mensaje de Don Bosco, que han captado no solo por la
fe, sino seguramente por la presencia y el estímulo de un
referente.
Gracias nuevamente por este estímulo recibido de parte de
nuestros jóvenes.
María Julia Sánchez (ASC)
Ensenada, Buenos Aires
Yapeyú 137 / Ciudad Autónoma de Buenos Aires
(011) 4981-6627 / edba@donbosco.org.ar
En 1883 Don Bosco tuvo un sueño donde descri-be "una ciudad situada en el paralelo 47, con gran número de habitantes, varias iglesias,
escuelas y obras juveniles". Ese paralelo pasa por la
provincia de Santa Cruz, desde Cabo Raso hasta el
oeste de la Cordillera de los Andes. “Caleta Olivia es
la ciudad con obra salesiana más cercana al paralelo
47. Cuando, en el sueño Don Bosco viene bajando de
Punta Arena y pasa por Río Turbio, lo describe con
grandes masas de troncos, que después será la mina
de carbón y su yacimiento. También ve lagunas ne-
gras, o sea el petróleo… fue un sueño profético, reve-
lador” afirma Pedro Andrade, encargado de pastoral
del secundario del “San José Obrero” de la ciudad de
Caleta Olivia, al norte de la provincia de Santa Cruz.
Caleta Olivia se levanta a orillas del mar, sobre leves
desniveles que trazan barrios y calles. Es una ciudad
que creció con el avance de la industria petrolera en
épocas del desarrollismo, hace unos 50 años, cuan-
do el descubrimiento de pozos de petróleo atrajo a
miles de trabajadores de diferentes provincias de
nuestro país, en especial del noroeste. “En un tiem-
po la segunda ciudad más poblada de la provincia
de Catamarca era Caleta Olivia”, cuenta el padre
Juan Luzovec, sacerdote salesiano devenido con el
correr de los años en un verdadero símbolo de la ciu-
dad y de toda la Patagonia, más allá incluso, de la
obra de Don Bosco en el sur argentino.
“Tinogasta tenía dos bodegas que, una vez que se
mudaron a Mendoza, los tinogasteños se quedaron
sin trabajo y en la pobreza. En tiempos de Frondizi el
gobierno mandó agentes a las plazas de Tinogasta
para anotar a los varones que querían venir a trabajar
en YPF. Primero vinieron ellos solos, en seis meses
tuvieron su casa, y allí empezaron a traer a sus fami-
lias… —dice Luzovec—. Hasta llegó a haber una línea
de colectivos que unía Caleta Olivia con Tinogasta”.
Por esos años la ciudad más grande de esta zona era
Puerto Deseado, a unos 220 kilómetros al sur. “Allí
ya estaban los salesianos. Con muy pocos medios
de transporte el padre Campos venía desde allá a
dar catequesis. Una familia le prestó un galpón para
rezar la misa. Después YPF le prestó dos carpas en
donde vivía cuando venía a Caleta hasta que se hizo
el colegio”, describe Luzovec.
Años más tarde, ya instalados en el colegio, el padre
Ferrante decide entregarlo a la Congregación de las
Esclavas del Divino Corazón para que desde allí se
atienda a las niñas, y se comenzó a construir un nue-
vo edificio, que es la actual residencia de la Obra de
Don Bosco en Caleta Olivia.
Una Obra popular
Con más de cincuenta años en diferentes presen-
cias de la provincia de Santa Cruz y Tierra del Fuego,
el padre Luzovec destaca el carácter popular que
siempre tuvo esta Obra de Caleta. “Salesianamente
hablando, la importancia no pasa porque Don Bos-
4 / Boletín Salesiano
“Si neceSitáS un hermano, un padre
o un compañero, loS tenéS acá” En el Centro de
Capacitación Laboral
se dictan más de 10
especialidades técnicas
derivadas de la mecánica,
la chapa y pintura, la
electricidad y la informática,
para unos 200 alumnos
mayores de 16 años.
A 60 kilómetros se
encuentra Pico Truncado.
Allí, la Obra Salesiana
que se atiende desde
Caleta Olivia, posee jardín
de infantes, primario y
secundario, ofreciendo a
los niños y adolescentes
de esa ciudad una
enseñanza de calidad.
Casa Salesiana de Caleta Olivia, Santa Cruz
co sueña la Patagonia, sino que lo importante es la
obra que viene después. Y lo sigue siendo porque
ahora hay muchos más pobres”.
Al respecto, el padre Néstor Zubeldía, desde este año
párroco y director de la Obra afirma que “la margina-
lidad no viene necesariamente unida a situaciones
de pobreza extrema. Acá suele haber dinero, pero no
saber dónde ponerlo, y con propuestas para nada
sanas, se generan ambientes marginales donde se
maneja mucho dinero”. Y agrega: “A las ciudades
del interior han ido llegando rápidamente todos los
problemas de las grandes ciudades, como la insegu-
ridad, las adicciones, el alcohol, el secularismo, pero
las pistas de solución se ven muy lentas y lejanas”.
Por manos de trabajo
“Acá había un proyecto de hacer un secundario in-
dustrial. Pero en Caleta hay uno donde, de las seis
divisiones de primer año, terminan solamente dos”,
remarca Luzovec. Frente a esta realidad, con gran
cantidad de chicos que quedaban fuera del siste-
ma educativo los salesianos optaron, entonces por
una Escuela Laboral, y de esta manera ayudar a que
esos adolescentes y jóvenes puedan terminar sus
estudios y formarse en un oficio. Fue así como en
1977 comenzó a funcionar el Centro de Capacitación
Laboral “San José Obrero”, en el que actualmente
se inscriben cerca de doscientos muchachos por año
en los distintos cursos que lleva adelante.
El hermano Pío Dondi, salesiano director de esta
unidad educativa y especialista en industria mecá-
nica y automotriz, cuenta que desde hace años “se
realizan las tratativas pertinentes con talleres de la
zona a fin de que aquellos alumnos que demostraron
mayor interés y responsabilidad en le aprendizaje
del trayecto elegido, realicen pasantías no rentadas,
y así comiencen a experimentar el mundo del trabajo
para el cual se preparan”.
Por otra parte, a pocas cuadras de la parroquia la
Obra anima el Galpón Lapeyrade, una donación
hecha por el empresario Héctor Lapeyrade en 1995
con la finalidad de que se convierta en un espacio
para actividades juveniles, tanto de oratorio como
de formación profesional para los jóvenes con pocas
posibilidades socioeconómicas. En este centro se
realizan diariamente “actividades de contención, re-
creación, apoyo escolar y capacitación en cursos no
formales y de asistencia libre, destinados a los niños
y a los adolescentes del barrio”, explica Dondi.
La parroquia del pueblo
Las poblaciones del noroeste que fueron llegando
trajeron con ellos sus costumbres y sus tradiciones:
“Trajeron mucha devoción a la Virgen del Valle y a
los santos en general, por eso tenemos capillas en
honor a ellos”, relata Luzovec haciendo referencia
a algunas de las ocho capillas que están bajo el te-
rritorio de la parroquia San Juan Bosco, la cual que
Boletín Salesiano / 5
“Si neceSitáS un hermano, un padre
o un compañero, loS tenéS acá”
Por Juan José Chiappetti y Nicolás Mirabet / redaccion@boletinsalesiano.com.ar
“Nuestra misión era
adaptarnos a la mente
juvenil catamarqueña.
Hoy, a los hijos y nietos
de catamarqueños,
nacidos en Caleta”,
destaca el padre
Juan Luzovec.
En el Galpón
Lapeyrade, además
de los juegos y
recreación, funcionan
talleres de apoyo
escolar, de informática,
de deportes, de
teatro, de música,
de artes plásticas y
cerámica, de herrería,
de carpintería y de
catequesis.
6 / Boletín Salesiano
“Los jóvenes caletenses
son muy receptivos. Vos
tirás una actividad, y los
pibes se enganchan, hasta
para las celebraciones.
Son increíbles” cuenta el
padre Fernando Contarino,
responsable de la pastoral
juvenil de toda la Obra.
En las capillas son fuertes
las tradiciones que se traen
desde los lugares de origen.
Aquí, la del “Señor y Virgen
del Milagro”, viene desde
Salta.
cubre todo el territorio de Caleta y que es atendida
por los salesianos desde sus orígenes.
En la mayoría de estas capillas hay mucha activi-
dad llevada adelante por un número importante
de laicos. Nancy trabaja en la capilla San Cayetano
desde hace tres años: “Mis hijas empezaron con la
catequesis y después seguí yo. Ahora acompaño
un grupo de 40 chicos que van a tomar la Primera
Comunión. Realmente con quienes trabajamos en la
capilla conformamos una familia más, no me imagi-
no fuera de aquí”.
Allí, además de la catequesis sacramental, este año
comenzaron a concentrarse en el trabajo con prea-
dolescentes. “Queremos ayudar a los chicos a com-
prometerse con la comunidad, para que ellos sean
los nuevos catequistas”.
Víctor es miembro del ministerio de música y al es-
tar allí no escapa de la realidad del lugar: “Nosotros
notamos que acá hay un sentimiento de bronca, de
impotencia, como en todo el país —explica—. La
realidad es muy cruda, hay muchos piquetes, movi-
lizaciones… y nosotros tratamos de salir a denunciar
las injusticias, de llevar un poco de esperanza”.
El “Sanjo”, una casa de puertas abiertas
“Ese era un lema cuando, a mediados de los 90,
empecé a acompañar la Pastoral” recuerda Pedro
Andrade, actual Encargado de Pastoral del colegio.
“Entonces un día tuvimos una convivencia con los
chicos más grandes y me dijeron, ‘Pedro, tu lema
está bueno, pero cuando venimos a jugar a la pelo-
ta no podemos entrar’. Entonces les propuse hablar
con los salesianos y ver la forma de armar algún ate-
neo. El Primario también hizo un esfuerzo. Compri-
mieron los horarios de lunes a jueves y dejaron libres
los viernes para que nosotros podamos hacer el ate-
neo con los chicos del secundario. Fue un gesto muy
lindo, un gesto de casa”.
Es así que en la Obra Salesiana de Caleta Olivia los
jóvenes encuentran los viernes por la tarde el ate-
neo deportivo y luego, el Centro Juvenil. “Son todas
propuestas muy flexibles, vienen los que quieren,
para jugar, reflexionar y compartir”.
Los sábados por la tarde la actividad juvenil se con-
centra en el Batallón de Exploradores, una propues-
ta que ya desde sus comienzos en 2004 ha ido en
constante crecimiento: “vienen chicos de otras es-
cuelas, lo han llevado muy bien los jefes y la gente
que acompaña”, explica Andrade.
Por su parte, Gustavo, alumno de 6° año destaca:
“Del Sanjo me gusta todo, compartir con los chicos
todas las actividades que tenemos, el ateneo, el cen-
tro juvenil, los exploradores. Es como la familia, pero
más grande, a veces igual o mejor a la que tenés en
tu casa. Si necesitás un hermano, si necesitás un pa-
dre o si necesitás un compañero, los tenés acá”.
Emanuel, también de 6º año, cuenta que a sus ami-
gos del barrio le dice que vayan al “Sanjo”, pero
ellos no quieren porque creen que es difícil: “Yo les
digo que se anoten para ser tratados como jóvenes…
Cuando ya te ligás al centro juvenil, a los explorado-
res, empezás a formar parte de una familia, todos
sabemos quién es él, quién es ella”.
“El ‘Sanjo’ no es igual a otro colegio. Acá tenés posi-
bilidades fuera de horario que te permite fortalecer
lazos de amistad y de compañerismo. Se preocupan
por vos, te prestan mucha atención, ellos te hacen
sentir como en una gran familia” cuenta Fernando,
de 5º año.
Esto demuestra que, en la medida en que la Obra Sa-
lesiana siga dando respuestas a las necesidades de
los adolescentes y de la comunidad, seguirá siendo
una obra llena de fe y de vida. •
Boletín Salesiano / 7
problemas y aspiraciones: “La Iglesia se siente íntima y realmen-
te solidaria del género humano” (GS. 1).
El diálogo se hizo extensivo a las religiones, porque en todas
ellas “se encuentran muchos elementos de santificación y de
verdad” (GS. 8). El Concilio, entonces, abrió una nueva etapa al
encuentro entre las religiones del mundo, al mismo tiempo que
promovió el “ecumenismo”, o sea, el camino para la reunifica-
ción de las iglesias cristianas.
Servir, no condenar
La intención del Concilio no fue, pues, condenar el mundo mo-
derno (costumbre habitual de los concilios de épocas anterio-
A LO NUEVO LE
cueSta nacer
A 50 años del inicio del Concilio Vaticano II
Celebramos el 50º aniversario del Concilio Vaticano II, que se inició en octubre de 1962 en Roma. Allí se reunieron to-dos los obispos católicos del mundo, además de teólogos,
auditores y observadores de otras religiones. En total, unas tres
mil personas. El Concilio fue uno de los acontecimientos religio-
sos más importantes del siglo XX, y de modo particular para la
Iglesia Católica, el más significativo de los últimos siglos.
Un joven cristiano dijo en una entrevista reciente: “Mis padres
fueron hijos del Concilio. ¡Hijos de verdad! No como los católicos
conservadores que se resisten a aceptarlo.” ¿Qué quiso decir
este muchacho? Simplemente que los cristianos han de acep-
tar el Concilio, no desconocerlo, ni menos aún oponerse a las
renovaciones que ha iniciado. Pero ¿qué trajo de novedoso el
Concilio que ha sacudido tanto la vida de la Iglesia y de muchos
cristianos?
Ponerse en diálogo
Ante todo, los Papas del Concilio (Juan XXIII y Pablo VI) lo defi-
nieron como “el Concilio del diálogo”. ¿Diálogo con quiénes? Con
el mundo y la humanidad de la cual la Iglesia estaba alejada. El
Concilio tendió puentes de diálogo con la cultura moderna, sus
Por Victorino Zecchetto, sdb / vzecchetto@donboscoalmagro.org.ar
LOS PAPAS JuAN XXIII y PAbLO VI LO
dEFINIERON COMO “EL CONCILIO dEL
dIáLOGO”... PORquE TENdIó PuENTES dE
dIáLOGO CON LA CuLTuRA MOdERNA, SuS
PRObLEMAS y ASPIRACIONES.
8 / Boletín Salesiano
res), sino tomar en cuenta los aspectos positivos de nuestra
cultura, porque “son más las cosas que nos unen que las que
nos separan”, según lo afirmó Juan XXIII.
Este cambio de actitud requería una profunda conversión a Cris-
to, el cual había venido “no para condenar el mundo, sino para
dar su vida por él”. Se trató de un enfoque que llevó al Concilio
a reconocer la autonomía de las realidades propias del mundo,
como son el valor de las ciencias, la importancia de la economía
y la democracia en las sociedades modernas para el desarrollo
de los pueblos, el pleno reconocimiento de los derechos huma-
nos, la defensa de la libertad de conciencia y religiosa y el valor
inalienable de cada persona.
Comprometerse, no brazos cruzados
El Concilio significó también un llamado vigoroso a los cristia-
nos para que se comprometan en la edificación de una sociedad
más justa y equitativa, sirviendo especialmente a los pobres:
“Nuestro espíritu debe volar ante todo hacia los más humildes,
los más pobres, los más débiles.” (Mensaje inicial del Concilio
Vaticano II).
En este sentido, el Concilio puso las bases del surgimiento en
América Latina del movimiento conocido con el nombre de “teo-
logía de la liberación”, una reflexión y una espiritualidad para
animar la renovación de la Iglesia desde la “opción por los po-
bres”, como enseñaron las Asambleas episcopales de Medellín
y Puebla.
Iglesia nueva para una época nueva
Semejante visión de la realidad condujo al Concilio a mirar al in-
terior de la Iglesia misma y dar pasos para aggiornarla (ponerla
al día). De ahí brotó la reforma de la Liturgia, de los seminarios,
el nuevo rol de los laicos en el apostolado y evangelización, la
El pasado 31 de agosto murió el cardenal Carlos María Martini, a los 85 años de
edad. Con él se fue uno de los hombres que —desde la jerarquía eclesiástica—
más trabajó para que el Concilio Vaticano II inspirara la renovación de la Iglesia.
En el Cónclave de 2005 para elegir al nuevo Papa tras la muerte de Juan Pablo
II, Martini tenía el apoyo de muchos cardenales, pero él no quería ser Papa. Dijo
que ya era muy mayor y que estaba enfermo.
Cabe destacar el amor que Martini tenía a la Palabra de Dios y cómo supo difun-
dirla en sus charlas radiales y escribiendo libros sencillos, de honda espirituali-
dad. De su persona todos recuerdan el diálogo que abrió con los no creyentes, y
el vigor que demostró para defender la autonomía de la cultura laica. Por eso los
jóvenes de su diócesis de Milán lo seguían. Fue un hombre claro y contundente,
pero lleno de sana prudencia y sabiduría. Su forma de evangelizar ha sido un
ejemplo para toda la Iglesia.
EL CONCILIO PuSO LAS bASES dE LA
“TEOLOGíA dE LA LIbERACIóN”, uNA
REFLEXIóN y uNA ESPIRITuALIdAd PARA
ANIMAR LA RENOVACIóN dE LA IGLESIA
dESdE LA “OPCIóN POR LOS PObRES”.
revisión del modo de ejercer la autoridad de la jerarquía ecle-
siástica, etc. El espíritu del Concilio conducía a marcar el final de
la “época de la cristiandad”, es decir, del tiempo en que la Iglesia
se consideraba un poder más entre los poderes de un Estado,
con privilegios y exclusividades que eran tradicionales desde el
medioevo.
Durante y después del Concilio hubo grupos de cristianos que se
opusieron a esos cambios y hasta hoy hay quienes intentan una
restauración ya imposible. Las nuevas generaciones hablan otro
lenguaje y les atrae más un Cristo directo y franco, sin tantas
vueltas y complejidades institucionales.
Aunque el Concilio no trató todos los temas que eran necesarios
revisar (por ejemplo, el papel de la mujer en la Iglesia, algunos
asuntos de bioética, etc.), sin embargo, abrió las puertas a los
cambios eclesiales que aún mantienen esperanzados a muchos
cristianos y cristianas de hoy. Mientras ese ánimo se mantenga
inquieto y despierto, será posible la imparable apertura y la re-
novación de Jesús de Nazaret. Él será siempre el centro de todo:
“Bajo la superficie de lo cambiante, hay muchas cosas perma-
nentes que tienen su último fundamento en Cristo.” (GS. 10). •
un ejemplo
de trabajo
para la renovación
de la Iglesia
Boletín Salesiano / 9
La idea surgió espontáneamente de entre los alumnos durante el trans-curso de las clases de Lengua y Lite-
ratura. A medida que avanzábamos en la
lectura, la interpretación y la evaluación
de la obra, el proyecto empezaba a ges-
tarse. Fue así que se transformó el texto
leído en prosa, en un guión teatral; para
ello se convocó a la docente de Lenguajes
Artísticos y Comunicacionales y duran-
te sus clases y bajo su supervisión, los
alumnos realizaron el trabajo de adap-
tación. La tarea no sería simple, aunque
tampoco se vislumbraba imposible. Mien-
tras tanto, el vestuario, la escenografía
y el sonido comenzaban a tomar forma.
Queríamos buenos resultados, quería-
mos disfrutar la dedicación y el esfuerzo,
coronar las largas tardes de ensayo, las
horas pedidas a otros profesores, los en-
cuentros y desencuentros que vendrían…
Después de los nervios, las risas, la emo-
ción, las anécdotas quedó el escenario
vacío y una reflexión invaluable... Apren-
dí que incluir un clásico en el programa
de contenidos puede ser muy divertido y
enriquecedor, que un sueño compartido
por muchos es mucho más que un sueño
grande, si el compromiso mutuo se res-
la escena griega,
otro patio*
peta. Aprendí que el esfuerzo del docente
muchas veces sirve de modelo al alumno
y viceversa; que —aún en aquellos jóve-
nes más reticentes— puede generarse
ganas o al menos, un esbozo de acción.
Muchas veces creemos que, en la era de
la imagen, leer un libro impreso puede
resultar monótono para la mayoría de los
chicos. Sin embargo, esta experiencia de
aprendizaje, de algún modo movilizó es-
tructuras internas, activó el complicado
mecanismo de la voluntad e imprimió de
manera gradual, el sello de un compro-
miso grupal —si Patroclo faltara a algún
ensayo, ocasionaría un perjuicio con quie-
nes interactúan con él en una escena—.
Todo el desarrollo de la tarea compartida
estuvo atravesado por las características y
el sentido festivo del Oratorio de Don Bosco:
• Casa. Concurríamos a cada ensayo
con entusiasmo, al mismo tiempo que
resguardábamos los materiales y dejá-
bamos limpio y ordenado el espacio que
ocupábamos pero sin dejar de disfrutar
eso que comenzaba a gestarse: la dra-
matización de una maravillosa Epopeya.
• Escuela, donde se aprende también de
forma informal, acompañado por los ami-
gos, donde se potencian las capacidades
que cada uno posee. Paulatinamente, con
espontaneidad, cada uno a su tiempo,
aprendimos parlamentos, movimientos,
gestos, miradas, numerosas maneras de
transmitir eso que debíamos lograr: con-
mover a nuestro público…
• Iglesia, porque se ofrece una forma de
ver la vida favoreciendo la dimensión reli-
giosa de la persona. Conocer este clásico
de la literatura griega nos permitió ex-
perimentar el valor de la camaradería, la
entrega por lo que se considera valioso y
noble, el espíritu de sacrificio por aquello
que se ama, pero también, pudimos ob-
servar que el ser humano es imperfecto,
que el poder puede enceguecerlo, que
sólo puede ser feliz si antepone el amor al
mismo, que la vida es el tesoro más valio-
so que un ser humano debería conservar,
porque es un regalo divino.
• Patio, porque es un lugar de conviven-
cia y juego para el tiempo libre de los
jóvenes. Indudablemente, cada jornada
nos permitió compartir nuestras ideas,
reírnos de nuestros errores, divertirnos
con cada una de las “batallas”...
El Sistema Preventivo es la “brújula” que
orienta nuestro camino y nos brinda los
elementos necesarios para lograr ese esti-
lo educativo que desde lo cultural, media y
acompaña todo el proceso evangelizador.
Esta experiencia pedagógica se transfor-
mó, por sobre todas las cosas, en ese patio
salesiano, rico de humanidad, de gozo y de
alegría, gracias a la presencia de nuestros
chicos, y a la oportunidad que tuvimos, los
adultos animadores, de poder estar allí:
“Como Don Bosco, entre Ustedes”. •
Alumnos del Colegio don bosco de Río Grande
teatralizaron La Ilíada de Homero, donde pudieron
palpar también desde ese espacio los valores del
oratorio salesiano.
* Este ar tículo es una adaptación de la experiencia relatada por la profesora de lengua
y literatura del Colegio Don Bosco de Río Grande, Zulma Páez.
9 / Boletín Salesiano
10 / Boletín Salesiano
Voto
adoleScente:
dIFíCIL ELECCIóN
Por Rafael Tesoro / rafaeltesoro2@yahoo.com.ar
En las últimas semanas se ha deba-tido en torno a la reforma de las normas electorales, por las que se
permitiría el voto a los ciudadanos de 16
a 18 años (así como a los extranjeros con
dos años de residencia en el país).
Son cuestiones delicadas y que suelen
abrir diversos interrogantes, a veces
insospechados al momento del planteo
inicial, como es habitual en las discusio-
nes jurídicas. Es probable que aniden
intereses particulares detrás de algunas
posiciones, pero esto no debería ser un
motivo sustancial de apoyo o rechazo
a la moción en discusión: la obediencia
corporativa, o la cerrazón a priori, no
ayudan a poder debatir y construir con-
sensos... Sin embargo, dichos objetivos
particulares, tampoco deben generar
sorpresa y/o indignación ciudadana: es
natural (y necesario, hasta cierto punto)
que los dirigentes políticos busquen au-
mentar su base de sustentación electo-
ral, su capital político, su capacidad de
liderazgo, etc.
Lo que sí debe generar reacción ciuda-
dana es la tergiversación del sistema
democrático que puede darse en función
de esas motivaciones coyunturales (o,
peor aún, hechos de corrupción, como
hemos visto en otras ocasiones): ocurre
que pasarán los apellidos, los titulares,
los encendidos cruces mediáticos... pero
permanecerá la legislación. Parece muy
necesario, en consecuencia, que la socie-
dad en su conjunto, y más en particular,
su dirigencia política, gremial, educati-
va, etc., se dé un debate serio y respon-
sable en torno a la adolescencia, a esta
primera generación de jóvenes nacidos
ya en el siglo XXI (en algunos ámbitos ya
ni se habla de la comentada “Generación
Y”, sino de la “Generación Z”).
Por de pronto, no hay muchos países que
contemplen la posibilidad del voto para
los adolescentes: Austria, Brasil, Chipre,
Cuba, Ecuador, Eslovenia, Irán, Nicara-
gua; y hay unos pocos más en los que se
está evaluando la medida: Bolivia, Chile,
Reino Unido. Tampoco parece que sea
un planteo generalizado por parte de los
adolescentes... Sin embargo, el hecho
de que no sea una exigencia mayoritaria
tampoco es un reparo insuperable: una
función de la dirigencia política es, preci-
samente, liderar los procesos de cambio,
orientar a la sociedad y no (simplemen-
te) seguir los reclamos ya instalados.
Ya sucedió algo así con las medidas a
favor de las empleadas domésticas, la
extensión de la cobertura previsional,
o algunas contadas medidas en materia
de organización de transporte y tránsito,
por ejemplo. Parecen más atendibles,
en cambio, las objeciones en torno a la
prolongación de la adolescencia, que in-
cluso ha llevado a que se sancionara con
fuerza de Ley la extensión de la educa-
ción obligatoria hasta finalizar la educa-
ción media, o que se cubriera mediante
la Asignación Universal por Hijo a los
menores de 18 años. Para tratados in-
ternacionales, con rango constitucional,
son menores, sujetos de derecho pleno y
de obligaciones propias de su edad, (al-
gunas por sí mismos, y otras por medio
de tutores o curadores).
Por otro lado, también son reales las
experiencias numerosas (y silenciosas)
de compromiso, servicio y voluntaria-
do. Sin embargo, es cierto que la par-
ticipación política no se circunscribe a
la participación electoral, como hasta
la misma militancia juvenil en distintos
partidos políticos, sindicatos, etc., tam-
bién atestigua...
Con voz y voto
Parece interesante contemplar la posibi-
lidad de un acceso gradual a los dere-
chos y a los deberes de los adultos: los
menores de 18 años ya son punibles en
relación a los delitos más graves (contra
SON REALES
LAS EXPERIENCIAS
NuMEROSAS (y SILENCIOSAS)
dE VOLuNTARIAdO,
COMPROMISO y SERVICIO…
LA PARTICIPACIóN POLíTICA
NO SE CIRCuNSCRIbE SóLO A
LA PARTICIPACIóN ELECTORAL.
Boletín Salesiano / 11
Por Rafael Tesoro / rafaeltesoro2@yahoo.com.ar
lo que se argumenta errónea y frecuen-
temente), pueden emanciparse, con per-
miso de sus padres o autoridad judicial,
trabajar legalmente, comerciar, contraer
matrimonio, adquirir licencia de manejo,
donar sangre, se debate considerarlos
como adultos en lo que hace al cuidado
de su propio cuerpo (ya toman decisio-
nes de peso, frecuentemente, sin que
intervengan sus padres). Pero no pueden
acceder a propiedades inmuebles, com-
prar un automóvil, emplear trabajadores,
o viajar fuera del país, al menos, para al-
gunos de estos actos, no sin intervención
de tutores o curadores, o sin necesidad
de ratificarlos al llegar a la mayoría de
edad.
Tal como la iniciativa plantea, no parece-
ría incorrecto contemplar la posibilidad
de un voto opcional para jóvenes, antes
que sea considerado un deber cívico, tal
como ocurre en la otra “punta” de la edad
vital (pasados los 70 años, cesa la obliga-
ción del sufragio, pero permanece el de-
recho al mismo). Y ¿cómo incorporamos
el resto de los aspectos que hacen a las
elecciones? ¿Podrían los jóvenes de 16
años ser autoridades de mesa, fiscales?
¿Podrían ser candidatos? ¿Y si se plantea-
se la posibilidad de votar inicialmente en
elecciones locales (intendente, conceja-
les, etc.), dado que es la realidad inme-
diata que viven como jóvenes? De hecho,
esto es lo que ya sucede en la ciudad de
Córdoba, por ejemplo.
Como puede apreciarse, es un tema que
rápidamente plantea distintas alterna-
tivas, diversos aspectos a ser bien es-
tudiados. ¿Buscamos la ampliación de
las capacidades de los jóvenes, o jóve-
nes con capacidades ampliadas? No es
un mero juego de palabras: ¿es nuestra
preocupación sustancial un simple hecho
jurídico con “consecuencias convenien-
tes”, o nos preocupa centralmente la per-
sona del joven?
Mientras que los jóvenes son parte de
nuestro sistema de consumo de bienes y
servicios (son objeto de publicidad con-
sumista sin descanso), incluso contribu-
yendo con su propio tiempo de trabajo al
mantenimiento económico de los hoga-
res, cuando muchas veces deben soste-
ner complejas situaciones familiares, lo
que lleva a que muchos deban quemar
etapas aceleradamente; mientras otros
muchos ven extenderse indefinidamente
su adolescencia (un tiempo de moratoria
psicosocial, tal como sugiere una cono-
cida alegoría), cuando ven reflejados (y
magnificados) los dramas y desigualda-
des de nuestra propia sociedad, parece
justo que nuestros representantes se den
un debate serio y coherente en torno a su
experiencia vital en nuestras familias e
instituciones... O sus variadas experien-
cias vitales posibles, ya que no parece
haber una sola adolescencia, una normal
o típica... ¿Será la política otra instancia
en la que la juventud también se verá
abordada de manera parcial y/o apresu-
rada? ¿No se merecen ellos de nuestra
parte una consideración coherente, seria
y reflexionada en torno a sus derechos y
deberes a los 15, 18, 21, 24 años?
Sin embargo, más allá de la resolución
que eventualmente se tome (al momento
actual, ni siquiera es un proyecto de ley
presentado), es importante elevar la ca-
lidad de la reflexión social y dirigencial
sobre nuestros jóvenes, y dotarlo de ma-
yor coherencia e integralidad, así como
mejorar la comunicación entre líderes y
ciudadanos en los tiempos de campaña
electoral y decisiones electorales, tra-
tando de lograr una mayor toma de con-
ciencia sobre la trascendencia de nues-
tras opciones políticas. •
MáS ALLá
dE LA RESOLuCIóN
quE EVENTuALMENTE
SE TOME, ES IMPORTANTE
ELEVAR LA CALIdAd
dE LA REFLEXIóN SOCIAL
y dIRIGENCIAL SObRE
NuESTROS JóVENES,
y dOTARLO
dE MAyOR COHERENCIA
E INTEGRALIdAd.
12 / Boletín Salesiano
Don Bosco no tiene miedo de pedir. Para entrar al seminario hace
la primera colecta de su vida, la primera de una larga serie.
“Había que proveerle de los hábitos clericales, que su pobre ma-
dre no podía comprar. Habló don Cinzano de ello con algunos
de sus feligreses, que en seguida aceptaron contribuir a aquella
buena obra. El señor Sartoris le proveyó de la sotana, el caba-
llero Pescarmona del sombrero, el vicario le regaló el proprio
manteo —capa larga con cuello que llevaban los sacerdotes—,
otros le compraron el alzacuello y el bonete, otros las medias,
y una buena mujer reunió el dinero necesario para comprarle,
según creo, un par de zapatos. Así seguirá haciendo la divina
Providencia en adelante con nuestro Juan: se servirá de la ayuda
de unos y otros para sostener a su fiel siervo y todas las obras
que él emprenderá. Más de una vez le oímos nosotros repetir a
don Bosco: ¡Siempre tuve necesidad de todos!” (Memorias Bio-
gráficas I, 299-300).
En 1881 en Tolón, después de una charla, “Don Bosco, con su man-
teo sacerdotal y una bandeja de plata en las manos, dio una vuel-
ta por la iglesia para la limosna. Durante la misma, ocurrió una
escena digna de mención. Presentó Don Bosco la bandeja a un
obrero, el cual volvió la cara a otra parte y alzó descortésmente
los hombros. Don Bosco pasó por delante y le dijo con amabili-
dad: “Que Dios lo bendiga”. Entonces el obrero echó manos al
bolsillo y depositó una moneda en la bandeja. Don Bosco lo miró
en la cara y le dijo: “Que Dios se lo pague”. El otro repitió el gesto
y ofreció dos monedas. Don Bosco, entonces, dijo: “Amigo mío,
¡que Dios se lo pague cada vez más!”. Aquel hombre echó mano
a su portamonedas y depositó un franco. Don Bosco lo miró lleno
de emoción y siguió adelante; pero aquel, como atraído por una
fuerza mágica, lo siguió por toda la iglesia y lo acompañó hasta la
sacristía, salió tras él por la ciudad y no dejó de seguirle hasta que
lo perdió de vista” (Memoria Biográficas XV, 64-65).
Los colaboradores de Don Bosco
Para nombrar a los laicos colaboradores, Don Bosco usó muchas
formas antes de utilizar el nombre “cooperadores salesianos”,
aparecido solo al final de una larga serie de acontecimientos.
La introducción del texto de reglamento, publicado en Albenga
en 1876, se abría con las palabras: “Al lector. En cuanto se co-
menzó la Obra de los Oratorios en 1841, de inmediato algunos
piadosos y fervientes sacerdotes y laicos prestaron su ayuda
para cultivar la mies que desde entonces se presentaba abun-
dante en el grupo de los jóvenes en peligro. Estos Colaborado-
res o Cooperadores fueron en todo tiempo el apoyo de las Obras
Pías que la Divina Providencia colocaba en nuestras manos”.
Además de los Cooperadores con promesa, una amplia red de
cooperación, apoyo, simpatías, beneficencia... Hay que recobrar
esta genial intuición de Don Bosco, potenciada por Don Rúa,
quien hizo posible la difusión mundial de la Obra salesiana, y
sus otros sucesores.
“yO siEmprE
qUisE trAbAjAr
cON todoS”
Por Don Pascual Chávez, sdb. Rector Mayor de los Salesianos
La idea del cooperador en la mente de don bosco
En Don Bosco conviven, en este concepto, varias ideas: la reor-
ganización de los católicos para la re-cristianización de la socie-
dad; la beneficencia a las obras salesianas; el “voluntariado”
laical católico, pastoral (hacer catequesis, cooperar con los pá-
rrocos) o social (educar, asistir, formar, proteger).
Hechos y charlas de Don Bosco van integrando la identidad,
las formas y los significados de la acción de cooperación. Los
destinatarios de estas acciones de Don Bosco son cooperado-
res y bienhechores, pero también personas comprometidas en
diferentes iniciativas de apostolado (autónomas o integradas en
cuadros eclesiales). La caridad material ocupa vastos espacios
en los hechos y en las palabras, con llamados siempre más insis-
tentes y exigentes.
En la solemne conferencia del 1º de junio de 1885, Don Bosco
afirma: “Ser Cooperador salesiano significa colaborar juntamen-
te con otros en sostener una obra, que tiene como finalidad ayu-
dar a la Santa Iglesia en sus más urgentes necesidades; significa
colaborar en promover una obra tan recomendada por el Santo
Padre, porque educa a los jóvenes en la virtud, en el camino ha-
cia el Santuario, porque tiene como finalidad principal instruir a
la juventud que hoy ha llegado a ser el objetivo de los malos, al
promover en el mundo, en los colegios, en los internados, en los
oratorios festivos, en las familias, promueve digo, el amor a la
religión, a las buenas costumbres, a la oración, a la frecuencia a
los Sacramentos y demás”.
Cooperadores de la misión juvenil y popular
Aprobado por la Santa Sede el 9 de mayo de 1986, promulgado
por el Rector Mayor Don Egidio Viganó el 24 de mayo siguiente, el
Nuevo Reglamento traza la imagen renovada del salesiano coo-
perador al amanecer del siglo XXI con referencia a su identidad,
a su espíritu, a su misión y a la organización de la asociación.
“El Cooperador es un católico que vive su fe inspirándose, su-
mergido en su propia realidad secular, en el proyecto apostólico
de Don Bosco: se empeña en la misma misión juvenil y popular,
en modo fraterno y asociado; siente viva la comunión con los
otros miembros de la Familia Salesiana; actúa por el bien de la
Iglesia y de la sociedad; en forma apropiada a su condición y
posibilidades concretas”.
Los redactores del artículo han querido volver a las primeras
intenciones de Don Bosco, según el cual el cooperador es un
verdadero salesiano en el mundo, es decir, un cristiano que, sin
vínculos de votos religiosos, realiza su vocación a la santidad en
el servicio de la misión juvenil y popular según el espíritu de Don
Bosco. La identidad del cooperador bosquejada de esta forma
presenta sus tres trazos característicos: es un cristiano católico,
es un seglar y es un salesiano. •
Boletín Salesiano / 13
14 / Boletín Salesiano
Durante tres meses, cientos de cuentos llegaron a la redacción del
Boletín Salesiano para participar del 2º Concurso Literario llamado
«Cuando me encontré con Don Bosco». Gracias a la tarea desintere-
sada de los jurados, damos a conocer los nombres de los ganadores
de cada categoría y compartimos los relatos de los segundos premios.
“Él vive en mí”
Corría el sábado 13 de agosto. Faltaban tres días para el cumple de Don Bosco. En mi categoría hablaríamos sobre Don Bosco.
Simularíamos un viaje en el tiempo donde los animadores contarían la historia de Juan Bosco disfrazados de los personajes de su
oratorio.
Decidimos usar una gran tela, ponernos debajo de ella y prender y apagar la luz para simular el viaje.
Llegó la hora de comenzar y fuimos con los chicos a una sala. Explicamos que viajaríamos con una máquina a los tiempos de Don
Bosco para ver cómo era su oratorio.
Se notaba gran emoción y varios animadores sentimos que éramos unos niños más a punto de viajar en el tiempo.
Nos pusimos todos debajo de la tela. Apagamos y prendimos luces; nos movimos para todos lados y hasta hicimos ruidos para que
pareciera que viajábamos.
Frenó la máquina. Llegaba el momento más esperado. Cerré los ojos y abrí la puerta. Al salir al patio pasó algo increíble y
sorprendente.
Miramos hacia fuera. ¡No estábamos en nuestro querido patio! ¿Dónde estábamos? No era nuestro oratorio. Uno de los nenes grito:
“¡Ya llegamos!”. Estábamos en un lugar desconocido; yo no puedo mentir, sentí miedo y creo que otros animadores también. ¿De
verdad viajamos en el tiempo? Era algo nunca imaginado y realmente increíble.
Filas de árboles que corrían alrededor de caminos de tierra, algunas casas muy separadas entre sí. No sabíamos qué hacer. De pronto,
apareció un hombre con un paquete en la mano que gritó: “¡Al que me atrapa le voy a dar este paquete con galletas!” Todos los chicos
salieron corriendo para atraparlo. Fuimos detrás de ellos. Pensamos que quizá él podía ayudarnos. Después de unos minutos de
seguir al desconocido, llegamos a una iglesia. Nos hizo señas para que nos sentásemos e hiciésemos silencio. Hicimos caso.
El hombre dijo: “Yo les voy a dar el paquete pero antes ustedes tienen que contarme de dónde vienen. Nunca los vi por acá”. Se
escuchó entre los gritos: “Viajamos en el tiempo para encontrar a Don Bosco”. Sonriendo dijo: “¿Viajaron en el tiempo?” Me vio y me
hizo señas para que fuera. Me acerqué y dijo: “Tú que pareces más grande, explícame esto de querer conocer a Don Bosco”. Nervioso
conté lo sucedido. El hombre sonrió y dijo, “Ustedes amigos serán recibidos en mi oratorio hasta que encontremos una solución a
su problema. Estoy seguro de que la Virgen nos proveerá una.”
Nos miramos y miramos al señor. Lo que sentimos fue inexplicable. Nos dimos cuenta que era Don Bosco. No nos salió otra cosa
que abrazarlo y mirarlo. ¿Cómo es posible?, nos preguntamos, y él nos decía: “Con la ayuda del señor y de nuestra Madre todo es
posible, ahora vamos”.
Caminamos detrás de él. Se respiraba alegría y alivio, aunque seguíamos afligidos por estar lejos de casa y no saber volver. Mientras
caminábamos nos cruzamos con mucha gente que saludaba con regocijo a nuestro amigo.
Se fue poniendo oscuro el camino y entramos en un campito. Al entrar con Don Bosco, unos niños se acercaron a abrazarlo. Don
Bosco mandó a llamar a un niño más grande. Nos presentó y dijo: “Llévalos a que puedan comer algo y luego dormir. Son amigos
míos.” y él respondió: “Entonces también son mis amigos, con gusto lo haré.”
Nos llevó a una especie de comedor. Nos dieron un poco de comida y nos dijo que podíamos dormir ahí. Yo salí a recorrer el lugar en
busca de Don Bosco. Quería hablar con él.
Lo encontré. Sin dejarme hablar me dijo: “Si el Señor hizo que ustedes llegaran acá, sé que los hará regresar, sólo tienes que
confiar”. Contesté que iba a confiar pero que por favor me dejase un consejo para trasmitir. “Lo único que te diré —me dijo— es
que si confías en que María nos protege y el Señor nos guía, llegarás a vivir con alegría.” A mí se me cayeron algunas lágrimas.
Simplemente sonreí, agradecí y lo abracé cerrando los ojos. Al abrirlos, estaba de nuevo en mi oratorio querido, abriendo la puerta.
Medio raro, pero con una gran alegría, miré al cielo y dije: “Gracias por hacerme salesiano…”
Categor
ía
de 13 a
18 años
los
ganadores
son...
PRIMER
PREMIO
“encuentros"
Zahira Gómez
17 años
Colegio León XIII
de Buenos Aires
TERCER
PREMIO
“diario de una
niña mimada”
Evelyn Calcagno Correas
13 años
Colegio San Juan
Evangelista
de Buenos Aires
SEGUNDO
PREMIO
Pablo Rodríguez
16 años
Oratorio Festivo
Casa Salesiana
Santa Catalina de
Buenos Aires
1 l tí l i
Boletín Salesiano / 15l tí l i
De manera especial, el Boletín Salesiano agradece el trabajo del jurado integrado por laura Ávila, cecilia
Barrio, Graciela Barroso, Graziela norma Buslje, Gimena da Giau, Marta Genero, silvia Kern, silvia loustalet,
Mónica Mateo, Gabriela Murgia, Franco vaccarini e Inés yapura.
Para leer los relatos ganadores ingresar a www.boletinsalesiano.com.ar
“Don Bosco juega en mi equipo”
Aquel no era mi día. Aquel día estaba nublado y hacía frío, pero no sólo el clima era malo; sino también mis notas de la escuela,
una pelea con mi hermana, River Plate no había ganado, yo había jugado mal en el equipo de fútbol del colegio y una discusión con
mis padres que me decían: “¡Te dijimos que tenías que estudiar!”. Y yo, a la defensiva, buscando culpables.
Tanta bronca tenía ese día, que decidí marcharme a la plaza diciendo: “¡Me voy a la plaza!”; sin esperar aceptación me marché, con
mi pelota, rumbo a la placita.
La plaza, para colmo, tenía el pasto alto y me hacía picar las piernas. Aquella placita estaba bastante solitaria, momento ideal para
cualquier asaltante, pero no tenía miedo, mi enojo era tal que sentía que podía enfrentarme a cualquier cosa.
Comencé a patear mi pelota contra un paredón. A unos metros de allí, vi a un hombre mayor de edad que me observaba con ternura,
como si fuera un padre orgulloso de su hijo. Aproveché y me lucí con mis mejores tiros, y el señor me aplaudió con admiración.
Pero de pronto, vi dos jóvenes que se acercaban hacia mí, y con un poco de temor agarré la pelota y di unos lentos pasos para
atrás, fui dando la media vuelta pero venía otro hombre; estaba acorralado. El señor que estaba sentado se paró y pude observar
su vestimenta: traía puesto ropa de sacerdote y supuse que era de alguna parroquia de otro lugar, lejos del barrio, porque nunca
lo había visto en misa; pero me parecía conocerlo de toda la vida. Les llamó la atención a los malhechores y con un tono de
tranquilidad les dijo: “Dejen al muchacho”. Los asaltantes se fueron contra el cura y él no se escapó. Lo estaban por atacar y de
repente salió un perro de color gris a protegerlo; los ladrones, al ver al animal, huyeron atemorizados.
El cura se me acercó, con el perro, y me dijo:
— ¿Estás bien Dante?
Sorprendido, respondí:
— Sí, bien gracias, pero ¿cómo sabe usted mi nombre?
Él, con una sonrisa en su rostro y acariciando al perro, me dijo:
— Yo sé tu nombre porque conozco muy bien a todos los jóvenes y los quiero mucho.
Un poco exaltado por la respuesta del hombre le pregunté:
— ¿Cómo se llama usted?
— Disculpá Dante, no me presenté, mi nombre es Juan Bosco.
— ¡Pero qué casualidad, se llama igual que Don Bosco!
— Soy él mismo.
Más sorprendido que en las otras respuestas del sacerdote, o mejor dicho las respuestas de nada más y nada menos que de Don
Bosco, le dije:
— ¿Qué tengo yo de especial que no tengan los otros chicos?
— Para mí, todos mis jóvenes son especiales, pero hoy quise venir a visitarte a ti, como he visitado a otros de mis muchachos,
además sé que tú no has tenido un buen día.
— Si, tenés razón, hoy no tuve un buen día.
— Vos sabés que visité muchas cárceles y me topé con infinitas realidades: chicos huérfanos que vivían en la calle, que trabajaban
sin ningún tipo de cuidado, que estaban solos, que no iban a la escuela. Eso me atrapó mucho, por eso hice el oratorio, un lugar
donde les mostraba a los chicos que existía una cosa diferente al maltrato, que había un Padre y una Madre que los cuidaban desde
el Cielo. Vos tenés que aprovechar lo que te dan tus padres, no me refiero a lo material, sino al amor y al cariño que te entregan.
Además, también tenés que respetar a tu hermana que es más pequeña y guiarla por un buen camino.
La mirada, las palabras de este hombre que había luchado y sacrificado tantas cosas por los jóvenes hicieron abrir mi mente a
otras cosas que eran más importantes que las que me habían pasado.
Luego de esto, dije:
— ¿Así que eras buen saltimbanqui?
— Sí, lo que más me gustaba era alegrar a los espectadores.
De pronto apareció una mujer bella con manto blanco y brilloso, entonces Don Bosco me dijo:
— Ahí está mi maestra de la vida, me tengo que ir. Ah, una cosa más, siempre va haber partidos difíciles pero no te preocupes
porque yo voy a jugar de tu equipo.
— Chau, Don Bosco.
— Hasta luego Dante, nos vemos en el Paraíso.
Categoría
de 9 a
12 años
los
ganadores
son...
PRIMER
PREMIO
“cuando me encontré
con don Bosco”
Santiago Ezequiel
Gili Lucero
10 años
Colegio Don Bosco
de San Juan
TERCER
PREMIO
“cuando me encontré
con don Bosco”
Lucía Escobar
11 años
Instituto María
Auxiliadora de Río
Gallegos
SEGUNDO
PREMIO
Dante Carranza
12 años
Instituto Domingo
Savio de Córdoba
16 / Boletín Salesiano
F ue Fernanda la que tomó la posta y le habló a Mariano.— ¿Es que no vas a acompañarme en ésta? Compartimos de todo, amistades, alegrías, tristezas, las ganas de que las
cosas cambien… ¿y ahora te echás atrás?
— Lo sé, Fernanda, yo también quiero que las cosas cambien… Pero,
¿qué sentido tiene ir a un lugar lejano durante dos semanas o tres
semanas, para visitar a un montón de gente que parece olvidada y
perdida, y después desaparecer? ¿No es más efectivo otra cosa? ¿no
hay más necesidades acá?
— Seguro, pero no te confundas, Mariano. Hay muchas personas
que hacen algo que, en sí mismo, parece pequeño e insignificante,
por esas “personas olvidadas”. Justamente, el ir hacia ellos es ex-
presión de que no están “del todo olvidadas”, de que, a través de
lo mucho o poco que le podamos brindar, Dios se sigue acordando
de ellos. Con nuestra presencia y lo que podamos ir haciendo junto
a esas personas, más allá del tiempo en que estamos allí, reforza-
mos la esperanza de que es posible que las cosas cambien, y que
se construya, justo en los lugares de mayor pobreza, un mundo más
humano, una sociedad más justa.
— Me convencés.., ¿cuándo vamos, Fernanda?
— Tranqui… para ir a compartir, antes hay que crecer en la propia fe
y preparar lo que queremos proponer y acompañar… Necesitamos
madurar como grupo, como comunidad
— ¿Y?
— Y entonces venite el sábado, que es cuando nos reunimos con los
otros chicos y chicas del Grupo Misionero. Juntos, nos preparamos
para ir a la misión.
Y así Mariano se unió a la experiencia del grupo misionero, con el
que desde hace 6 años recorre parajes de la Patagonia. En verdad
siempre fueron a uno, en la provincia de Chubut, y ahora comenza-
ron a visitar otro de Neuquén. Siempre compartiendo la propia ex-
periencia del amor de Dios y caminando junto con las comunidades
que visitan, ayudando a generar espacios de crecimiento del Reino.
¿Qué es misionar?
Misionar es más que ir a un lugar de misión. ¡Es una actitud! Es
decir, se puede ir a un lugar de misión, sólo por ir, o se puede no
ir, sin dejar de tener una auténtica actitud misionera.
Misionar es la tarea de compartir el camino de crecimiento, la
vida, la experiencia de que Jesús está vivo, está resucitado. Y
es una acción a la que estamos llamados desde el bautismo.
Como cristianos tenemos la misión de ser testigos y portadores
del amor de Dios en los diferentes ambientes en el que nos toca
estar. Algunos, sienten la inquietud de ensanchar su horizonte e
ir “más allá” de esos ambientes.
cUANdO EL
HORIzONTE SE ENSANCHA El trabajo de los jóvenes y adultos que participan de los grupos misioneros.
Boletín Salesiano / 17
Los “Grupos Misioneros”, integrados generalmente por jóvenes
y también por personas adultas, son grupos de personas que
deciden compartir con los pobladores de zonas desfavorecidas
algunos días para acompañar y crecer en la fe, anunciar la salva-
ción presentada por Jesús y realizar acciones que den una mano
para hacer realidad el Reino.
Una mirada que se amplía
Así, son la cara visible del trabajo comunitario que se realiza
durante todo el año en el colegio, parroquia o comunidad. “Se
reúnen a lo largo del año, van juntando los medios para venir,
suelen traer algo de alimento, algo de ropa, y el mensaje que
luego llevan a los chicos y familias”, afirma el padre David Gar-
cía, misionero salesiano que trabaja en la meseta de Chubut,
quien recibe y organiza el trabajo de los grupos misioneros en
esa región.
Es que los jóvenes forman una comunidad en la que se comparten
procesos de fe, que crece, madura y se reconoce llamada a llevar
el Evangelio “más allá” de los lugares y personas que habitual-
mente se encuentra. Y es allí donde el horizonte se ensancha y ya
no es más mirar el barrio, el pueblo o la ciudad propia, sino que
es reconocer las necesidades de las personas de otros lugares.
Dar lo mejor de sí
El trabajo del grupo misionero fortalece tanto a los jóvenes y
adultos que realizan la misión, como a los pobladores que reci-
Para mayor información:
Procura Misionera Nacional /
Centro Nacional de Atención Directa
Tel. 011-4958-6411
Info@obradedonbosco.org.ar
www.obradedonbosco.org.ar
Por el Equipo de Comunicación de la Procura Misionera Salesiana
ben a los misioneros. Los lugares de misión son muchas veces
alejados, por lo que la llegada de estos grupos se convierte en
un motivo para que los pobladores cercanos se reúnan.
El sentido de la presencia es ayudar a que el Reino se haga rea-
lidad en una comunidad concreta, acompañando su camino y
proceso de fe. Esto llevará, a veces, a favorecer junto con los po-
bladores del lugar acciones más incisivas para la vida de la co-
munidad que recibe a los misioneros, superando el simplemente
“vamos a ver”. En la meseta de Chubut, por ejemplo, los grupos
misioneros con el padre David García han ayudado a los pobla-
dores a construir galpones para acopiar alimentos y resguardar
a sus animales durante el duro invierno patagónico.
También Don Bosco había entendido que era necesario llegar
donde había niños y jóvenes con necesidades, con escasas
oportunidades para vivir bien. Por eso cuando aún la Congre-
gación Salesiana estaba en sus orígenes amplió los horizontes
de acción, enviando a los primeros misioneros a Argentina. Es la
consecuencia de un corazón que se ensancha.
Como creyentes, como continuadores de Don Bosco, estamos
invitados a no ignorar el llamado de los chicos y chicas que es-
tán relegados. A dar lo mejor que podemos con ellos, a colaborar
para que su vida pueda ser vivida dignamente, desde nuestras
posibilidades de aportar. Así, seremos testimonio de que Dios
está presente y se preocupa por todos.•
www.facebook.com/donboscoargentina
www.twitter.com/donboscoarg
Seguinos en:
HORIzONTE SE ENSANCHA El trabajo de los jóvenes y adultos que participan de los grupos misioneros.
En la Argentina, los 1.002 misioneros
y jóvenes integrantes de los grupos
misioneros atienden 3.299 familias
en 102 parajes de 14 provincias.
(Datos del relevamiento 2010-2011 de la ac-
ción de la Obra de Don Bosco en Argentina)
Para colaborar con la acción de los grupos misioneros y otros proyectos:
• A través de “Pago mis cuentas”, desde su Home Banking o Cajero Au-
tomático Banelco, seleccionando el rubro “Donaciones” y la empresa
“Obra Don Bosco”.
• Haciendo un depósito en la Cuenta Corriente 165 6068-0 del Banco Fran-
cés, CBU 0170165020000000606806 (a nombre de “Obra de Don Bosco
I.S.S.F.J.” CUIT 30-61017160-1).
También en www.obradedonbosco.org.ar podrá encontrar otras formas de
sumarse a estos proyectos solidarios.
18 / Boletín Salesiano
Luego de unas primeras lecturas, descubro con gran sorpresa, alegría y curiosidad la presencia de mujeres en el oratorio, madres de los cola-
boradores de Don Bosco a partir de aquel encuentro
del 8 de diciembre de 1841.
Revisando las Memorias Biográficas no se encuen-
tran reseñados muchos hechos relacionados con
ellas, sí pequeñas pistas que quiero compartir.
Tomo las vivencias de algunas, comenzando con
Mamá Margarita, descubriendo en ella a esa mujer
incondicional a su hijo y a todos los que “adoptará”
como tales en los años que vivirá en el Oratorio.
A partir de 1846
El Oratorio ya está en Valdocco luego de pasar por
varios lugares y enfrentar diversas situaciones. En-
tre los meses de julio a noviembre Don Bosco su-
fre una grave enfermedad pulmonar, debe dejar el
Oratorio y guardar reposo en casa de su madre en I
Becchi. Ya recuperado, pero sin respetar el descan-
so indicado, vuelve a Turín.
Su regreso no lo hace solo. Ante su pedido, Margari-
ta parte con él, dejando su vida cotidiana, el lugar en
el que siempre vivió, donde crió a sus hijos, donde
peleó la vida con los esfuerzos más grandes. Sin du-
dar, abandona estilo, formas, costumbres. A los 58
años Margarita realiza una nueva opción, da su “sí”,
y toma sus pocas pertenencias, las cuales luego se
venderán para conseguir el sustento de los nuevos
hijos que Dios, la Vida y el Oratorio le regalan.
Será el Oratorio de Valdocco donde Margarita entre-
gará a sus “hijos oratorianos” sus últimos diez años
de vida. Consignan las Memorias Biográficas como
palabras de Margarita: “Querido Hijo mío, puedes
imaginar lo que le cuesta a mi corazón dejar esta
casa, a tu hermano y a todos los demás: mas parece
que si esto ha de agradar al Señor, estoy dispuesta
a ir contigo”
Esta respuesta de Margarita marca en la vida del
Oratorio un antes y un después, que toma así la for-
ma esencial de vivir lo cotidiano como “casa”.
Por Mariel Giordano / mariel.giordano@gmail.com
Aquellas primeras mujeres del
Oratorio, debieran provocarnos nuevas
inquietudes y preguntas, la invitación a
un nuevo “sí” que pueda hacer y crear
hoy vida y casa.
Boletín Salesiano / 19
El “sí” de Margarita, su entrega, su amor de madre y sus opciones
de vida son el punto de partida de una historia que siguieron
algunas mujeres de las que se hace referencia en los comienzos y
que muchísimas otras continúan hoy en los más diversos lugares.
las mamás del oratorio
Otros Sí, nuevas mujeres dispuestas
Dios le regala al Oratorio otras mujeres que siguen
los pasos de Mamá Margarita, quienes dando su
“sí” ponen a disposición de los jóvenes de Don Bos-
co su ser mujer.
Será con Mariana Occhiena, hermana de Margarita,
Juana María Rúa, Juana María Magone, la mamá de
Santiago Bellía y Margarita Gastaldi que el Oratorio
asume una fisonomía y sensibilidad familiares más
concretas y palpables.
Con actos sencillos, comunes, propios de los que
“una madre hace día a día por sus hijos”, aportan
un elemento más al clima de familia y a la originali-
dad del Oratorio de Valdocco.
Mariana Occhiena: Hermana de Margarita, en 1824
entraba como criada de Don Laqua. Quería mucho a
sus sobrinos e iba cada tanto a I Becchi a visitarlos.
Narran las Memorias Biográficas que Mariana pidió
al capellán que diera clase a Juan y él en atención a
ella accedió a darle clases gratuitamente.
A la muerte de Don Laqua, Mariana va al Oratorio y
se queda allí junto a su sobrino y su hermana traba-
jando por los jóvenes de Turín.
¿Habrán sido para Mariana estos jóvenes necesita-
dos de afecto, de contención, de amor maternal la
forma en que Dios le ofreció para concretar su sen-
timiento profundo de maternidad? ¿Cuántas orato-
rianas actuales desarrollan hoy el ser madres en los
chicos que Dios pone a su cuidado en el Oratorio?
Juana María Rúa: Madre de Miguel Rúa, quien fuera
mano derecha y primer sucesor de Don Bosco.
A la muerte de Mamá Margarita, Don Bosco ve la
necesidad de la presencia de mujeres que asuman
los cuidados cotidianos de sus chicos, el lavado de
la ropa, el vestuario, los arreglos, etc. No tomó esta
decisión hasta que entendió que la Providencia se
lo indicó.
Habló con sus muchachos el tema, les consultó
sobre la llegada a la casa de algunas religiosas o
pagar a una mujer que pudiese encargarse estas
tareas concretas. Los muchachos respondieron:
"¡Qué venga una mujer!"
Y se estableció en el Oratorio una mujer, pero no
pagada, y ya bien conocida por los muchachos. Era
la señora Juana María Rúa, que desde hacía años
iba a ayudar a Mamá Margarita. Dejó las comodi-
dades de su casa, para ir a vivir al humilde Oratorio
de los inicios.
Si bien ya tenía sus años, era de robustísima com-
plexión, de gran cordura y admirable paciencia,
amante de la mortificación cristiana y dispuesta a
cualquier trabajo. Narran las Memorias Biográficas
que “todos los muchachos la quisieron con delirio.
Atendía con preferencia a los aprendices, porque
eran los más pobres y faltos de instrucción”. Murió
en Valdocco el 21 de junio de 1876.
Desde mi humilde entender, la conocida frase “va-
mos a medias” que Don Bosco dice a Miguel Rúa
se hizo carne primero entre sus madres y luego se
concretó entre sus hijos
Juana María, viuda de Magone: Madre de Miguel
Magone, uno de los jóvenes que encontró en el Ora-
torio el lugar de su conversión y salvación. Miguel
conoció a Don Bosco en la estación de tren de Car-
magnola, en noviembre de 1857. Estaba allí junto
a otros muchachos, y era la voz cantante de aquel
grupo que no era tan bien visto en el pueblo.
Don Bosco habla con él, con sencillas y profundas
preguntas, y percibe la realidad de Miguel; se da
el encuentro que transformará en apenas dos años
la vida de un posible vago de la calle en un santo
admirable.
Narra el mismo Don Bosco parte del diálogo:
— ¿Y tu madre?
— Mi madre vive. Trabaja todos los días en familia y
hace lo imposible por darnos de comer a mí y a mis
hermanos. Pero nosotros la hacemos desesperar y
le amargamos la vida (…)
Estando en Valdocco enferma gravemente, su ma-
20 / Boletín Salesiano
a Turín y fue nombrado obispo de Saluzzo, en tiem-
pos de difícil relación entre el Gobierno italiano y
el Papa.
Monseñor Gastaldi estuvo muy cercano a Don Bos-
co en los inicios del Oratorio, y recomendó al Papa
a la naciente Congregación Salesiana. Pero cuando
fue nombrado Arzobispo de Turín comenzaron a
distanciarse por diversos motivos.
Margarita, la mamá de Lorenzo, ayudó a Don Bosco
cuando éste comenzó a recoger huérfanos en Val-
docco. Con igual preocupación que con sus propios
hijos, todos los sábados llevaba camisas y pañue-
los limpios, y regularmente les cambiaba las sába-
nas por otras limpísimas.
Narran las Memorias Biográficas que la mamá de
monseñor Gastaldi revisaba personalmente a cada
interno, corroborando que tenían una camisa lim-
pia y si tenía limpios manos y cuello. Luego organi-
zaba el lavado de todas las prendas, revisaba si la
ropa necesitaba algún arreglo y la distribuía entre
las personas e instituciones que se encargaban de
aquel trabajo. Pasaba buena parte del día en la ro-
pería del Oratorio ayudando a mamá Margarita y
también colaboraba con dinero cuando podía.
Casa también para ellas
Nada mejor que una mujer con corazón de madre
para preparar “a sus hijos la ropa limpia“, y la cama
para un buen descanso, para crear en ellos hábitos
de limpieza y orden como parte de su formación y
cuidado.
Si bien muchas de las mujeres que nombramos lle-
gan al Oratorio a partir de sus hijos, es para ellas
también lugar de servicio, de entrega, sintiéndose
como “en casa”.
Son experiencias que hoy debieran provocarnos
nuevas inquietudes y preguntas, la invitación a
un nuevo “sí” que pueda hacer y crear hoy vida y
casa, como lo hicieron aquellas primeras mujeres
del Oratorio.. •
A los 58 años
Margarita toma sus
pocas pertenencias y,
a pedido de su hijo, se
instala en el Oratorio.
Estas mujeres descubren la
forma de devolver a dios todo
lo recibido por su hijo en el
Oratorio.
dre llega hasta allí y comparte con su hijo sus últi-
mos días. Muere el 21 de enero de 1859. Don Bosco
refiere su pregunta a Miguel al momento de su des-
pedida, de si quiere que le diga algo a su madre:
(…) Dígale que la quiero mucho, que siga adelante
en su vida ejemplar. Que yo muero contento, que
me voy de este mundo con el Señor y la Virgen (…).
Narra Don Bosco lo dicho por la madre de Miguel al
conocer la noticia de su muerte:
(….) Le doy gracias a Dios porque te concedió morir
en este lugar en medio de tantas atenciones y con la
muerte tan preciosa a los ojos del Señor. (….) Reza
por tu madre que tanto te quiso en esta vida y que
ahora, que te cree en el cielo, te ama más todavía.
Juana María se queda a trabajar en Valdocco por los
otros jóvenes. Descubre así la forma de devolver lo
recibido por su hijo, la gracia de haber convertirdo
su vida y llegar al final de ella de una forma dife-
rente.
María Magdalena Trosso: Mamá de Santiago Bellía.
Santiago fue uno de los primeros cuatro clérigos
que el 2 de diciembre de 1851 celebran en el Orato-
rio su vestición clerical. Por motivos de salud debió
dejar el Oratorio y trabajar en el clero secular.
Escribe en 1903 una especie de memoria sobre “los
primeros clérigos de Don Bosco”. Afirma que aque-
lla separación del oratorio no fue por ingratitud
o menosprecio a Don Bosco, a quien nunca quiso
“abandonar”.
Narran las Memorias Biográficas que durante cinco
o seis años la señora Bellía, junto con Lucía Caglie-
ro, colaboraron con Mamá Margarita en el cuidado
de la ropa de los alojados en el oratorio, y que esta
colaboración continuó aún cuando Santiago fue al
seminario diocesano.
Margarita Gastaldi: Madre del canónigo Lorenzo
Gastaldi. La buena posición económica de su fa-
milia le permitió a Lorenzo asistir a escuelas y a la
universidad. Luego de su ordenación sacerdotal en
1827, realizó tareas pastorales en el campo intelec-
tual. Estuvo como misionero en Inglaterra. Regresó
Boletín Salesiano / 21
Por josé luis Gerlero / jgerlero@donbosco.org.ar
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¡Cuántas veces habremos escuchado decir que Jesús es “El Se-
ñor”! Una expresión cargada de contenido y, sin lugar a dudas,
que puede prestarse a una serie de equívocos. Lo primero que se
nos puede venir a la mente es la imagen de los señores feudales,
que tenían tierras y personas bajo su poder, a tal punto que se los
consideraba dueños que podían hacer lo que querían, inclusive
con la vida de la gente que trabajaba en sus feudos. Ser Señor se
nos presenta como la imagen del poder que se puede tener sobre
alguien o algo.
Qué Jesús sea “El Señor” le da una categoría única, no sólo el
más poderoso sino el único digno de llevar tal título. Nos invita a
reflexionar sobre nuestra condición de creyentes. ¿Cómo habre-
mos de referirnos a Él? ¿Cómo habremos de comportarnos entre
nosotros? ¿Qué clase de Señor puede ser el hijo del carpintero?
(Cfr. Mt. 13, 53-55) ¿Qué significa tener poder en el marco de la
vida de Jesús?
Muchas veces somos nosotros mismos los que queremos ser
tratados como señores. Porque imponemos nuestros puntos de
vista o hacemos valer alguna autoridad a favor propio. En muchas
situaciones vemos que a las personas les gusta mandar y les es
difícil escuchar las opiniones de otros. En nuestros ámbitos, mu-
chas veces, cuando tenemos que asumir alguna responsabilidad
de animación, nos la creemos y nos convencemos de que nos tie-
nen que hacer caso. Si aceptamos la mirada de la fe y reconoce-
mos que Jesús es nuestro Señor, seguramente cambiemos nues-
tras actitudes. Es una gran tentación para los creyentes querer
ocupar el lugar del maestro.
Ahora bien, ¿en qué consiste el señorío de Jesús? Nada mejor que
preguntarle a Él a través de su amigo Lucas —capítulo 22, 24-
27—. ¿No les decía yo que es muy común la discusión de quién es
el más grande? Pareciera que nos cuesta considerarnos uno más
entre los hermanos. ¿Qué lección nos deja Jesús? ¿Qué actitud
adopta? ¿De qué modo es “Señor Jesús”? Como podemos ver, los
conceptos del Evangelio sobre quién es el mayor son bastantes
distintos a lo que nosotros estamos acostumbrados a reconocer.
Nos podríamos preguntar por qué a Jesús lo llamamos “El Se-
ñor”, si Él siempre se presentó humilde, servidor, entregando la
vida. ¿Por qué a algunos amigos les decimos “capo” o “groso”?
¿Por qué a algunas personas les decimos “qué maestro”? Cuan-
do reconocemos gestos valiosos o habilidades en las personas,
solemos ponerles títulos para manifestar nuestra admiración o
valoración. Los discípulos de Jesús creían profundamente que esa
persona que les enseñaba era el hijo de Dios. Para poder reflejar-
lo en el pensamiento le ponían nombres que pudieran dar cuenta
de lo que no se veía. ¿Cómo es nuestra relación con Jesús? ¿Creo?
¿Acepto que es el hijo de Dios? ¿No es muy loco todo esto?
Ciertamente no alcanza con que digamos que Jesús es “El Señor”.
En Mateo 7, 21 vemos cómo el verdadero discípulo es el que cum-
ple la voluntad del Padre, el que la pone en práctica, el que obra
según sus convicciones. ¡Cuánto cristianismo declamado tene-
mos! Nos es más fácil hablar sobre la importancia del desprendi-
miento que prestar nuestras cosas. En la dinámica del Evangelio
reconocer al Señor implica, de manera inseparable, reconocerlo
en el hermano y sobre todo en el que sufre. Qué Jesús sea Señor
implica que nosotros vivamos como hermanos.
Aceptar al Cristo de la fe, al igual que nosotros ahora, no le fue fá-
cil a los primeros cristianos, pero contaban con el testimonio y la
celebración. Testimonio de quienes habían conocido en persona
a Jesús y daban cuenta de su presencia, de sus palabras y accio-
nes; los Evangelios son un ejemplo claro de ello. Por otro lado
una comunidad que celebra es una comunidad que da testimonio
con su propia celebración ¿De qué modo celebramos nuestra fe?
¿Qué gestos, palabras, acciones realizamos? ¿Qué Dios vemos en
todo lo que hacemos? La actitud creyente se va acrecentando en
nuestra vida al compartir la fe; queremos conocer a Jesús para
tener experiencia de encuentro, no para saber más cosas, y desde
la experiencia de encuentro buscar comprender cada vez más por
qué la fe no es absurda. La experiencia de los que nos precedie-
ron nos regaló el hermoso título de “El Señor”, como manifesta-
ción de que el hombre de Nazareth es el verdadero hijo de Dios.
Todo el Evangelio de Mateo está al servicio de dicha confesión,
sino fíjense en Mateo 27, 54. La expresión del centurión romano
manifiesta lo que ha querido enseñarnos Mateo a lo largo de todo
su Evangelio. •
Jesús: El señor
ESQUEL / ChUbUT
Una experiencia de servicio
Del 3 al 7 de septiembre un grupo de 57 alumnos de 5º año de
secundaria del colegio Domingo Savio de Comodoro Rivadavia
realizaron su experiencia de servicio en la ciudad de Esquel.
La alegría de estos chicos y chicas comodorenses, su generosi-
dad y su trabajo eficiente han logrado mejorar la calidad de vida
de seis familias, y establecer con ellas un fuerte vínculo afectivo.
En la Eucaristía de clausura, de la que participaron las familias
de Esquel, la experiencia de servicio de Jesús, quien prometió
recompensar a quien dé un vaso de agua en su nombre, llenó de
gozo y emoción a todos los participantes.
Este es el séptimo año en que se realiza esta experiencia, su-
mándose al grupo de voluntarios que trabaja los sábados junto
con el padre Ángel Tissot y un grupo de laicos técnicos de Es-
quel, para ayudar a familias muy pobres a levantar una pieza,
arreglar un techo, hacer un contrapiso, pintar una casa, hacer
un invernadero, limpiar un predio…y otras mil necesidades que
precisan ancianos, o una mamá soltera, o una familia numerosa
y carenciada, o un pobre inválido que vive solo.
Fuente: Instituto Domingo Savio
N o t i c i a s d e la
Familia Salesiana
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NEUQUÉN
Culminó el mes de Don Bosco en un año especial
Durante los primeros días de septiembre, el colegio Don Bosco
de Neuquén realizó el cierre del mes de Don Bosco, en el año del
50º aniversario de su fundación.
En el nivel medio, el Equipo de Pastoral organizó la celebración,
donde los alumnos pudieron, entre otras cosas, plasmar la im-
pronta de cada uno de sus cursos en una pancarta con el rostro
de Don Bosco.
Los chicos de nivel primario armaron un collage gigante.
Una nota especial fue dada por la realización de una foto aérea
de todos los alumnos y profesores de Nivel Medio formando un
“50DB” gigante, como homenaje al aniversario. Esta actividad
fue de un alumno de 5º año, “Agus” Ruiz Díaz junto con sus com-
pañeros y su hermano, que piloteó el avión.
Fuente:Guy San Pedro Sedán, sdb
22 / Boletín Salesiano
Boletín Salesiano / 23
Boletin.Salesiano.Argentina
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bUENOS AIRES
Exploradores en concierto
El pasado sábado 8 de septiembre en el
anfiteatro del Parque Centenario se rea-
lizó el Concierto de Bandas de los Bata-
llones 1, 2, 3, 4 y 15 de los Exploradores
Argentinos de Don Bosco.
Cientos de familias asistieron a este es-
pectáculo al aire libre, en donde pudieron
escuchar varios ritmos, marchas y cancio-
nes interpretadas por los instrumentos de
viento y percusión de las Bandas de estos
Batallones.
Fue una manera de mostrar a la comuni-
dad la actividad que realizan semanal-
mente los Exploradores en bien del desa-
rrollo integral de los chicos y jóvenes que
concurren a los diversos Batallones.
Fuente: EADB
CORRIENTES
Nuevos salesianos cooperadores
Luego de varios años de discernimiento y
formación, y atentos a los desafíos de la vi-
vencia del carisma salesiano en Argentina,
un grupo de correntinos se animó a dar su
sí a este llamado, pensada por Don Bosco
para los laicos insertos en el mundo.
Es así que el pasado domingo 26 de
agosto, ocho hermanos de la Familia Sa-
lesiana de Corrientes hicieron la promesa
de Salesiano Cooperador en la Casa Sale-
siana Pío XI.
Fuente: donbosconorte.org.ar
Del 31 de agosto al 2 de septiembre se
llevó adelante la Asamblea Nacional
del Movimiento Juvenil Salesiano (MJS)
que, bajo el lema «Estamos vivos por
andar», reunió a jóvenes y asesores de
los MJS de las inspectorías de las Hijas
de María Auxiliadora (HMA) y de los Sa-
lesianos (SDB).
En esos días se presentó la realidad del
MJS en cada una de las inspectorías y
los caminos recorridos desde la última
Asamblea Nacional realizada en 2007.
Esto sirvió, para tener una mirada glo-
bal del movimiento a nivel nacional, y
reflexionar sobre la identidad del MJS y
sus estructuras ante la realidad juvenil
y eclesial y los procesos de resignifica-
ción alentados en todas las inspectorías
de los SDB y de las HMA de Argentina.
Junto a integrantes del equipo de Talita
Kum se profundizó en la espiritualidad
de Jesús y el acompañamiento desde
la clave del discipulado para ayudar en
los procesos y opciones del MJS de cada
una de las inspectorías. En este sentido
el espacio de la asamblea fue aprove-
chado para reafirmar algunos principios
que los jóvenes consideraron que eran
pilares fundamentales del Movimiento.
Entre ellos se destacan el trabajo con-
junto entre SDB e HMA y el protagonis-
mo central de los jóvenes en la confor-
mación y animación del MJS a lo largo de
todo el país.
Asimismo, a la luz de las experiencias y
reflexiones propuestas por los anima-
dores de Talita Kum, se invitó a cambiar
la perspectiva desde donde observar la
realidad tanto nacional como del Movi-
miento, para poder ver allí “las noticias
de Dios nos traen los varones y mujeres
de hoy”. Esto con el fin de encontrar al-
gunos signos y certezas en la vida per-
sonal y también con el objetivo de leer
la realidad del MJS desde una mirada
paradojal que ayude a brindar luz al pro-
ceso de que se viene realizando en los
últimos años.
Antes de concluir la Asamblea los parti-
cipantes acordaron iniciar un camino de
revisión de la Carta de Identidad del MJS
a través de un proceso participativo de
reflexión con los animadores de las dife-
rentes casas y obras.
Finalmente, se eligieron a los delega-
dos del movimiento para la Pastoral de
Juventud Argentina y resultaron electos
Bárbara Caruso (exploradora de la Es-
cuadra 3 de Almagro) y Bautista Her-
nández (Sol enviado del Batallón 15 de
San Antonio, Almagro).
Fuente:Ezequiel Herrero
bUENOS AIRES
Salesiano doctorado en Teología Moral
El padre Juan Francisco Tomás ha recibi-
do el título de Doctor de Teología Moral.
El pasado mes de agosto, en Buenos Ai-
res, presentó su tesis doctoral: “Episte-
mología y método de la nueva Teología
Moral en clave de diálogo plural y secu-
lar, según la Bioética Teológica de Javier
Gafo”. El padre Tomás intenta con su
tesis delinear una de las llaves que per-
mita al Magisterio y a la Teología Moral
avanzar por el camino de una nueva éti-
ca cristiana convincente, en especial en
temas de dilema respecto a la vida y la
experiencia humana.
Fuente: Victorino Zecchetto, sdb
CAbANA / CÓRDObA
Asamblea Nacional del MJS
24 / Boletín Salesiano
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ChIMPAY / RíO NEGRO
En honor a Ceferino
El pasado domingo 26 de agosto se realizó la 42º Peregrinación
a Chimpay, lugar de nacimiento de Ceferino Namuncurá, bajo el
lema «La creación, don de Dios y Casa de Todos».
Este acontecimiento, que constituye la manifestación pública de
fe más importante de la Patagonia, contó con la participación de
devotos provenientes de todo el país.
Todo comenzó un día antes: al caer el sol del sábado, el gran gim-
nasio de Chimpay centró la atención de la gente frente a diversos
artistas que pasaron por el escenario a cantarle a Ceferino.
El domingo, antes de la salida del sol, se llevó adelante la roga-
tiva mapuche en el Cerro de la Cruz de los 500 años de la evan-
gelización, junto a la ruta 22. Fue un momento singular animado
por los mapuches de Patagones presidido por su lonco (cacique).
Más tarde, la multitud partió en peregrinación a pie hasta el san-
tuario parque “Ceferino Namuncurá”, que se encuentra a unos
siete kilómetros del cerro, en donde luego se celebró la misa
central.
CORDObA
Edebé se acerca a las escuelas
Edebé, la editorial salesiana de Argentina especializada en edu-
cación, acercó a la autora de “Historia de tres banderas”, “El pan
de los patricios” y “La sociedad secreta de las hermanas Matan-
za”, Laura Ávila, a los colegios Pío X y San Antonio de Padua de
la ciudad de Córdoba. Ante una gran audiencia muy atenta, la
escritora (jurado del 2º Concurso Literario organizado por el Bo-
letin Salesiano) les contó a los chicos cómo era la vida de niños
iguales a ellos en el tiempo de la Colonia. También contestó pre-
guntas acerca de sus libros, y como broche final, firmó ejempla-
res de sus obras.
Fuente: Edebé
SAN JOSÉ / MISIONES
Campamento por los 40 años del Camrevoc
Entre el 14 y el 16 de septiembre, en la Casa Salesiana Pascual
Gentilini, de Misiones, se llevó adelante el campamento de los
40 años del Movimiento Camrevoc (Campamento de Reflexión
Vocacional).
Unas 30 carpas emplazadas en el campo, en torno a la carpa ca-
pilla, congregó a los 200 adolescentes y jóvenes que participa-
ron de este campamento.
“No puedo más que agradecer a todos los que sostienen y acom-
pañan este tipo de experiencias formativas y asociativas y, so-
bre todo, a los jóvenes que forman parte vital de ellas”, comentó
el padre Manuel Cayo, Inspector de Argentina Norte.
Fuente: donbosconorte.org.ar
bUENOS AIRES
Nueva publicación del CESBA
El pasado 29 de agosto se presentó un nuevo número monográ-
fico de Ediciones Proyecto llamado “Juventudes. Una mirada
contextualizada e integral”, un trabajo coordinado por Mariel
Caldas que cuenta con la colaboración de distintos estudiosos
de la juventud y de las nuevas generaciones.
Ese día, en el Aula del Trienio del Centro de Estudios Salesiano
de Buenos Aires (CESBA), los autores compartieron sus expe-
riencias y sus investigaciones con el público.
Este libro puede conseguirse en el CESBA llamando al
(011) 4981-7480 o por e-mail a observatorio@cesbaires.edu.ar
o revistaproyecto@cesbaires.edu.ar.
Fuente: CESBA
Boletín Salesiano / 25
Boletin.Salesiano.Argentina
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LUJÁN / bUENOS AIRES
Entronizaron la imagen de Don Bosco
En la misa de clausura del Congreso Nacional de María Auxilia-
dora de Argentina, realizada el domingo 23 de septiembre, se
entronizó en la Basílica de Nuestra Señora de Luján una imagen
de San Juan Bosco.
Presidió esta celebración monseñor Agustín Radrizzani, Arzo-
bispo de Mercedes-Luján, estando presentes los padres Manuel
Cayo y Ángel Fernández Artime, Inspectores de Argentina Norte
y Argentina Sur respectivamente, el Padre Pier Luigi Cameroni,
animador espiritual mundial de ADMA, y una numerosa presen-
cia de salesianos, HMA y laicos de todo el país.
Fue una celebración muy significativa para toda la Familia Sale-
siana de Argentina, ya que junto al Congreso realizado entre el
21 y 23 de setiembre donde participaron más de 400 devotos de
todo el país, esta entronización simboliza la opción de la Familia
Salesiana de continuar hoy los sueños que llevaron a Don Bosco
a enviar a sus primeros misioneros a Argentina.
26 / Boletín Salesiano
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Boletin.Salesiano.Argentina
PARAGUAY
Encuentro de comunicación de la CICSAL
Del 25 al 28 de agosto pasado se realizó el encuentro anual de coordinadoras
de Comunicación Social de las inspectorías de la Conferencia Interinspectorial
del Cono Sur de América Latina (CICSAL) del Instituto de las Hijas de María Au-
xiliadora.
En encuentro se realizó en la Casa Inspectorial de Asunción con la participación
de Mercedes Baxzos (Argentina, Inspectoría San Francisco de Sales) y de las
hermanas Andrea Sosa (Argentina, Inspectoría Nuestra Señora del Rosario),
Julia Bracamonte (Argentina, Inspectoría San Francisco Javier), Digna González
(Paraguay, Inspectoría San Rafael Arcángel) y Susana Díaz (Chile, Inspectoría
San Gabriel Arcángel).
Durante el encuentro, las participantes compartieron el camino de la comuni-
cación en cada una de las inspectorías, realizaron un diagnóstico de la realidad
del ámbito en la CICSAL, revisaron la evaluación del plan trienal 2012-2014 e
hicieron la proyección para 2013.
Asimismo, prepararon un informe para presentar en la próxima reunión del Equi-
po de Comunicación América, que se realizará en Brasil en octubre próximo, con
la participación de la hermana Andrea Sosa, coordinadora de Comunicación de
la CICSAL.
Fuente: Comunicación HMA ABA
ÁFRICA / EUROPA
Don Bosco sigue su camino
Durante los meses de julio y de agosto, la ima-
gen de Don Bosco estuvo peregrinando por el
continente africano. Pasó por las presencias
de Ennerdale, Walkerville, Suazilandia, Lesoto,
Lansdowne, Delft, Hanover Park y Westridge en
Sudáfrica.
Luego, visitó las obras salesianas de Harare, Kam-
buzuma, Warren Park y Hwange en Zimbabwe.
Las reliquias también recorrieron las presencias
salesianas de Zambia, Malawi, Namibia, Angola
y Madagascar.
A partir del 24 de agosto, la urna con la imagen
de Don Bosco volvió a Europa, más precisamen-
te a Portugal, donde visitó todas las presencias
de este país.
Al cierre de esta edición, la imagen de Don Bos-
co retornaba su camino por España. El recorrido
comienza en la Inspectoría de Sevilla para luego
trasladarse a las Obras Salesianas de las Ins-
pectorías de Valencia y Barcelona.
Este recorrido mundial ha despertado a su paso
un auténtico camino de profundización en la fe,
desde el carisma de Don Bosco.
Fuente: ANS
bUENOS AIRES
Distinguidos con el Divino Maestro
El pasado 14 de septiembre se realizó la XXXVI
entrega de la distinción Divino Maestro, premio
instituido por el Consejo Superior de Educación
Católica y que lleva como lema «Yo he venido
para que tengan vida y la tengan en abundan-
cia» ( Jn 10, 10).
Este homenaje, realizado en la Iglesia del Salva-
dor, tuvo como protagonistas a varios integrantes
de la Familia Salesiana. Entre ellos los distingui-
dos este año fueron los salesianos sacerdotes
Alberto Calle, Rafael Mañas, Alejandro Pujalski
y Mariano Tkachuk; el hermano coadjutor José
Sack; las Hijas de María Auxiliadora Hortensia Ba-
rahona, Marina Dorigatti, Gracia Privitera, Susana
Simoni y María Verónica Skolak; y los profesores
Elena Josefina Goye y José María Leonfanti.
Dicha distinción es un reconocimiento a quienes
han dedicado su vida a la formación integral de
niños, adolescentes y jóvenes en todo el país y
son reconocidos por generaciones de estudiantes
como auténticos maestros.
Fuente: Inspectorías SDB y HMA
Boletín Salesiano / 27
Oratorio Nocturno “Buen Pastor”
Comunidad salesiana “Domingo y Laura”,
Corrientes
Algunos papás salieron por las calles
y fueron invitando a los jóvenes que
encontraban a jugar al fútbol.
Todo comenzó con un partido de fútbol, y sin duda,
con la Itatí detrás, hay equipo.
Hay espacios de diálogo en donde se conversa sobre valores.Don Oscar y Don Horacio, dos de los papás
que animan el Oratorio.
El Oratorio intenta brindar un espacio de contención
para los jóvenes que sufren.
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En enero de 2005 se inició el Oratorio “Buen Pastor” a raíz de
varios acontecimientos dolorosos, como casos de suicidio juve-
nil en el barrio y por la cantidad de jóvenes drogándose en las
esquinas. Así fue que algunos papás como Don Kike, Don Oscar,
Don Horacio, Don Juan (como se los conocen en el barrio), entre
otros, acompañados por el padre Jorge López, salieron por las
calles y fueron invitando a los jóvenes que encontraban a com-
partir un partido de fútbol. Así, todos los miércoles por la noche
los chicos fueron acercándose a la comunidad. Después de esta
propuesta deportiva se incorporaron momentos de oración an-
tes de empezar los juegos. Los animadores, que son los mismos
padres, fueron preocupándose también por compartir con los
muchachos una cena muy sencilla. La comunidad fue apoyando
esta iniciativa que ininterrumpidamente se sigue desarrollando.
Hoy estamos brindando también espacios de diálogo sobre te-
mas en torno a valores como la vida, ser solidarios entre noso-
tros, etc. El objetivo del Oratorio es brindar un espacio de con-
tención a los jóvenes, poder acercarnos a aquellos que sufren el
flagelo de la droga y la violencia.
María Auxiliadora y Don Bosco van suscitando más personas
que se sienten llamados a brindar su tiempo y sus talentos para
estos jóvenes. Actualmente contamos con el apoyo de toda la
comunidad salesiana y con el ingreso al equipo de animadores
de Norma, el padre Horacio y el doctor Paco.
En octubre se siente el aroma a misión, a experiencias solidarias, a la vida, al dar, al compartir. Y es
que la iglesia toda mira para ese lado, es tiempo de poder reflexionar, pensar, actuar, amar este brote
de luz que es la misión. Y todo es misión, es buscar ese “algo más” para dar y ese “más” que es lo
“Más”, porque misionar es dar-compartir a Jesús vivo…
Aquí, algunas palabras, frases, testimonios que nos acercan a la belleza de la misión. En estos ‘clips’
vas a encontrar experiencias misioneras de distintas personas, estados de vida y congregaciones
para que te empapes de estas vivencias y te animen a dar el paso!
28 / Boletín Salesiano
“Tengo 31 años y soy misionera ad gente desde hace 8 años. Mi corazón ya es
un poquito colombiano,
santafesino, francés, salvadoreño y todavía sigue deseando abrazar el mundo ent
ero. Cuando dí mi
primer “si” para irme con Puntos Corazón a Colombia, no sabía que Jesús iba a
enamorarme de tal
modo, y que me quedaría siempre disponible a la misión como laica consagrada.
La misión para mi es un regalo. Es la posibilidad de entrar en algo mucho más
grande que mi pequeño
yo, algo que me sobrepasa y me sorprende. Es un llamado concreto.
En mi vida este llamado a la misión se hizo más fuerte en la adolescencia, cu
ando descubrí la
alegría que hay en dar la vida por los demás. Primero fue un “si” a salir de mi
barrio e ir a jugar
con los nenes de una villa, después fui a Jujuy a misionar junto con mis amigo
s, después respondí a
esa sorpresa de encontrar Puntos Corazón, este movimiento católico que despe
rtó más mi deseo de
ir al encuentro de los pobres.
Ahora estoy en El Salvador. Es allí donde Dios me ha invitado a armar mi car
pa durante estos
últimos 4 años, para ser una salvadoreña más, dejándome adoptar y educar por
este pueblo que se
caracteriza por su acogida y por su capacidad de seguir pese a todo. Misionar e
s amar pero sobre
todo dejarse amar por aquellos que nos son dados, y dejar que sus rostros inva
dan mi rostro. "
Analía, misionera y laica consagrada de Puntos Corazó
n
Al pensar en la experiencia de misión la primera palabra que se me viene es “encuentro”. Un encuentro de esencialidades porque así es la vivencia: encontrarnos con la esencia de reino que habita en el otro, desde su realidad, desde la misma vida que se hace aún más fecunda cuando se redescubre con el hermano en este encuentro amoroso de la misión. Y ese otro ya no es desconocido, se vuelve parte de nuestra vida, y la llena de sentido. En lo personal compartir la vida y la misión ad gentes con los hermanos de Benín, fue un hermosa invitación de vivir esta experiencia del encuentro, fue haberme dejado habitar por tantas realidades y encuentros que llenaron de sentido el anuncio.
Cecilia, misionera de la Arquidiócesis de Córdoba en Benín
dAR, COMPARTIR
Como Iglesia hoy
estamos llamados
como nunca a ser
una Iglesia
servidora, con el d
elantal puesto. Y a
ser artífices de es
peranza.
Monseñor Marcelo
Palentini, obispo
de Jujuy fallecido
en 2011
S. Quiroga
Debemos vivir con un oído
en el pueblo y con
el otro en el Evangelio.
Monseñor Enrique A
ngelelli
Hace poco tiempo comprendí que misión era llevar la Buena Noticia de Jesús.
Y trabajé por esto. En cada destino y tarea que las Hermanas me encomendaban me decía
a mí misma “María, lleva la alegría de ser de Jesús. Deciles que Él los ama”. Y me sentí
desafiada una y otra vez a mirar al corazón para redescubrir este amor tan incondicional.
Hace un tiempo en el Colegio en donde trabajo y sirvo desde la gestión, los chicos y algunas
personas me pidieron un “más” en esto de anunciar a Jesús. Así fue, que entre todos, fuimos
a buscar ese lugar de misión a donde debíamos anunciar. El lugar es un barrio de la gran
ciudad de Córdoba, construido sobre el basural. Viven muchas familias de bolivianos, paraguayos y
peruanos, allí estamos llamados a abrazar a las personas y compartir con ellos la vida. Pero, en
realidad, la misión es todos los días.
María de los Ángeles, Hermana Carmelita, misionera en Barrio Hogar III, Córdoba
Lo nuestro aquí en Angola es misión “ad gentes”, para
otras “gentes”. No es así. Si dejamos familia, patria, gustos
personales, música, cultura y seguridad para estar con
estas “otras gentes” es porque estamos en casa con ellos
y ellas. Simplemente porque compartimos el Evangelio: lo
leemos juntos, lo aplicamos y lo tratamos de vivir. Aquí
como allá. Misión es un circuito evangélico. Y ellos no son
“otra gente”. Todos somos gente.
Hermano Pepe, misionero Salesiano en Angola
dAR, COMPARTIR
…y la Misión es eso, dejar “todo” confiando en la promesa del ciento por uno, confiando en un
Dios generoso que nos ama y nos recompensará más de lo que podemos imaginar…
29 / Boletín Salesiano
Les aseguro que el que hay
a dejado casa, hermanos y
hermanas, madre, padre,
hijos o campos por mí y po
r la Buena Noticia, desde a
hora, en este mundo,
recibirá el ciento por uno e
n casas, hermanos y herm
anas, madres, hijos y camp
os,
en medio de las persecucio
nes y en el mundo futuro r
ecibirá la Vida Eterna
Marcos 10, 28-29
¿quIEN
SOy?
Por Héctor Arismende, sbd / harismende@donbosco.org.ar
mp3
Soy mi soberano
Soy mi propia religión, mi soberano, yo me enseño
Pretendo ser real y todavía soy un sueño
Soy mi propio enemigo y me importa la derrota
Tu mirada se me nota es mi cáscara y mi ropa.
Yo soy aun no soy mío y aunque quiera ser mi dueño
Envejezco y me hago grande y todavía no me tengo
Soy mi dolor, Soy mi condena
Soy el veneno de mis venas
Soy mi remedio, soy mi cura,
la enfermedad es mi cordura
Tengo duras las pupilas, tengo corta la mirada
Y si en el fondo hay algo bueno, lo imagino, no lo veo
Tengo celos, tengo envidia, tengo bronca y me lastimo
No piensen que soy humilde, yo solo me subestimo.
Y aunque me parezca a todos y me confunda con la gente
Soy como nadie soy diferente,
Soy mi maestro, mi referente.
Soy, lo que siento, lo que me pasa,
ese es mi templo, esa es mi casa.
Soy, como nadie, soy diferente
Yo soy mi dios, mi referente.
Soy legal, clandestino, un cordero y un asesino
Munición sin escopeta,
un caballo salvaje en una carreta.
Soy leal, soy celoso, tengo códigos, como un mafioso
Los dementes me acompañan, mis amigos no me extrañan
Soy temerario, perseguido, mal pensado, retorcido
Estoy enfermo de humanidad, bebiendo luz de la oscuridad
Como aun no soy consciente necesito de la gente
Por dentro soy vulnerable, por fuera autosuficiente
Soy la fuerza del vapor, una mezcla de agua y fuego,
yo soy semilla de sol, un enviado del cielo.
Me desvela descubrir el corazón tras tanto velo.
Soy luz intermitente, soy pájaro que aun no vuelo.
Soy, lo que siento, lo que me pasa,
ese es mi templo, esa es mi casa
Soy, como nadie, soy diferente, yo soy mi dios.
Ahí en esa podredumbre esta la fuerza de la flor
Ahí donde la vida duele, curan los ojos del amor
Ahí cambias la suerte, por el impulso de crear
Ahí reconocernos es suficiente, es empezar a cambiar.
Ahí en esa podredumbre se encuentra el compost de mi flor
Ahí donde la vida duele, se abren los ojos del amor
Ahí en el pozo de la desidia, terminan ganas de crear
Ahí reconocernos es suficiente, es empezar a cambiarnos.
Soy, lo que siento, lo que me pasa,
ese es mi templo, esa es mi casa
Soy, como nadie, soy diferente, yo soy mi dios.
Es empezar a cambiarnos...
Intérprete: Gustavo Cordera
Disco: “Gustavo Cordera en la Caravana
Mágica” Vol. 2 (2012)
Cierta vez Jesús le preguntó a sus amigos “ustedes ¿quién dicen que soy?” No creo que haya estado jugando a las adivinanzas, sino que también él sintió necesidad de saber
quién era, conocer su ser profundo. Y algo que habrá descubierto
es que cada uno es todo lo que es, no se puede dejar nada afuera;
y que cada uno que te rodea integra tu ser y ayuda a ser.
Puedo imaginar entonces a Jesús diciendo “y aunque me parezca
a todos y me confunda con la gente, soy como nadie, soy diferen-
te, soy mi maestro, mi referente”, e invitando a sus amigos a decir
cada uno lo mismo.
Si cada uno de nosotros pudiésemos hacer un listado de todo lo
que somos, seguramente nos sorprenderían las facetas de nues-
tra vida que no integramos a nuestro ser y de las que, general-
mente, tratamos de hacer cargo a otro. Porque decirte quién sos
realmente, te hace responsable de tu impulso y ganas de crear, te
hace ver los ojos del amor que estabas evitando, te da la fuerza
para empezar a cambiarte.
Pero responder a otro, a veces puede resultar simple; lo más
complicado está en responderse a uno mismo. Personalmente no
creo estar preparado para hacer tan «descarnada, valiente y pro-
funda confesión» como la del “Pelado” Cordera, pero considero
un camino de maduración enfrentarme cada tanto a la pregunta y
tratar de responderme lo más sinceramente posible: ¿quién soy?
Para ello es importante “sustantivarme”, porque los adjetivos,
las cualidades pueden cambiar, pero los sustantivos hablan de
sujeto, de mi ser profundo.
Por último, decir “yo soy” nos conecta con nuestra identidad pro-
funda: somos imagen y semejanza de Dios, cuyo nombre es ese
(cfr. Éx 3,14). •
Para pensar…
• Hacé una lista de sustantivos que creés definen quién
sos. Distinguí los que hablan bien de vos de los que
no, para hacer el ejercicio de intregrarlos todos a tu
ser. También sos aquello que no te gusta tanto, y el
primer paso para cambiarlo es aceptarlo.
• ¿Cuáles son tu templo, tu casa? ¿Dónde y con quiénes
te sentís realmente vos?
• Diferenciá lo que sos de lo que tenés... te podés llevar
sorpresas.
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