SALUDO PARA EL BOLETÍN SALESIANO
- Mes de febbraio
LOS 125 dólares MÁS VALIOSOS QUE HE VISTO…
Les saludo con la cordialidad habitual amigos y amigas lectores del Boletín Salesiano. Y lo hago con una especial emoción por lo que a continuación les voy a contar.
Han pasado los días de Navidad, y uno de los miembros del Consejo General, el Consejero para las Misiones había ido a pasar la Navidad en dos presencias muy significativas de Uganda. En una de ellas tenemos acogidos un buen grupo de chicos rescatados de la calle y que viven en la casa salesiana. Y la segunda es el Campo de Refugiados de Palabek (Uganda) adonde hemos llegado el 31 de enero del 2018, hace casi un año, meses después de que los primeros refugiados llegaran allí. En su momento decidimos que los salesianos sdb deberíamos estar allí compartiendo la vida con aquella personas, que hoy son ya 42.000, y el número sigue creciendo.
Pues bien, encontrándonos en los primeros días de este nuevo año 2019, Don Guillermo Basañes (Consejeros para las Misiones) me entrega dos sobres. Uno viene de Kampala (Uganda), del proyecto educativo “Children and Life Mission”, y el otro del Campo de Refugiados de Palabek y en su interior tienen un pequeño mensaje. En la casa de ‘muchachos Don Bosco’ (rescatados de vivir en la calle), junto con alguas capillas del barrio, han hecho una colecta para que yo hiciera llegar a los más pobres que voy encontrando por el mundo (….¡como si ellos nos fuesen pobres!). Y en su interior hay CIEN dólares, fruto de la generosidad y la privación de esas personas y esos muchachos.
Y el otro sobre es similar. Este viene, como ya he dicho, del campo de refugiados. Allí prácticamente no manejan el dinero y hacen comercio con alimentos, animales etc. Por ejemplo, algunos alimentan media docena de pollitos, hasta engordarlos un poco y cambiarlos por otros alimentos. Así funciona su superviviencia. Pero queriendo ayudar a los más pobres, cientos y cientos de personas se han puesto en movimiento para hacer una gran colecta, han vendido algún pollito, lo han cambiado por monedas y han conseguido poner en el sobre todo lo que han recogido en las diversas eucaristías celebradas al aire libre bajo los árboles (pues hoy ese es su templo). Abrí con emoción el sobre y encontré 25 dólares y dos monedas de 100 y 200 shillings, pidiéndome que se lo hiciera llegar a quienes más lo necesitaran. Estaba solo en mi oficina y sentí que no podía contener la emoción.
Y me pareció tan especial que me dije que no podía quedar solo en mí y tenía que compartirlo con ustedes por medio de este saludo. Saben que algo similar les narré cuando me llegaron aquellas dos alianzas de matrimonio que tanto simbolismo llevaban consigo.
Pensé en el pasaje de Jesús cuando contempla a la viuda pobre que echa en el cepillo del templo de Jerusalén todo lo que tenía, unas pocas monedas, y el Señor alaba esa generosidad porque es la más auténtica.
Y eso mismo veo en estos dos donativos, en esos 125 dólares, los más valiosos que me he encontrado en la vida.
Y esto me hace pensar en el corazón humano. Hay tanta bella humanidad en los corazones. Lamentablemente pareciera que el mundo solo tiene malas noticias y amenazas de las que debemos protegernos. Pero no es así. Incluso las noticias que se dan obedecen muchas veces a intereses políticos, económicos o ideológicos. Pero el corazón humano es mucho más que eso.
Y yo quiero rescatar del olvido y poner en evidencia que también las cosas bellas suceden cada día. Quiero rescatar del olvido todo el bien que se hace en el mundo cada día de forma anónima. De hecho yo les pido a los salesianos sdb y a toda la familia salesiana en el mundo que por favor demos a conocer tanto bien que se hace en todas las partes, y no solo nosotros sino tantísimas personas, grupos e instituciones. Hemos de hacer visible el bien, ya que el mal y el egoísmo se hace visible por sí mismo y por los intereses de algunos…
Todavía no he podido conocer el campo de refugiados de Palabek. Ni siquiera sé si podré conocerlo alguna vez, pero por medio de mis hermanos salesianos sdb les haré llegar mi agradecimiento y mi palabra que les diga que no les olvidamos, que también ellos son muy importantes.
Hechos sencillos como estos que les he narrado nos hacen tener más esperanza siempre en el ser humano, y me llevan a dar gracias al buen Dios por tantas cosas bellas que suceden cada día, y también me hace pensar que no son suficientes los buenos deseos y las palabras amables para hacer cambiar las realidades de injusticia, de marginación, y eso pide de mí y de muchos de nosotros, quizá de ustedes amigos lectores, una actitud no pasiva y conformista sino lúcida y crítica ante lo que ‘otros’ nos quieren hacer pensar, o sentir, no pocas veces con argumentos de miedo.
En este sentido nuestro amado Don Bosco fue muy lúcido y siempre fue fuerte en su mirar y decidido en no ser cómplice de aquello que no buscaba el bien de sus muchachos y de sus familias (si es que las tenían).
Desde aquí mi saludo a estas personas, familias y muchachos de Palabek y Kampala. Estoy convencido de que su mensaje y su gesto llegará mucho más allá de donde ellos imaginaron y les prometo que estos 125 dólares no sólo dejaran un recuerdo imborrable en mi corazón sino que cuando lo entregue allí donde lo necesiten, sabrán que su valor es INMENSO porque viene de donde viene y donado con tanta generosidad.
Con afecto, un saludo.