Buenos Dias n.34: Intervista con el periódico L'Avvenire

N. 34


ENTREVISTA PARA EL PERIÓDICO ‘AVVENIRE’


1. NUEVO RECTOR MAYOR CON UN BICENTENARIO DE DON BOSCO QUE CONDUCIR. ¿SE SIENTE PARTICULARMENTE AMADO POR EL SEÑOR EN ESTA PARTE DE SU VIDA?


Me he sentido muy amado por el Señor a lo largo de toda mi vida, y de mi vida salesiana. Creo que un rasgo de mi personalidad es el ser una persona que vive la vida con Alegría (‘gioia’), y con mucha Esperanza, y también deseo vivirla con profunda FE.

En este momento, después de haber sido elegido para este servicio como Rector Mayor, me siento, a la par que sorprendido porque el Señor tiene sus caminos, también muy empeñado en vivir con gran entrega y responsabilidad este servicio, esperando que, con la ayuda del Señor, tanto personalmente como Congregación Salesiana en el mundo y como Familia Salesiana, seamos muy fieles al Señor, fieles al carisma suscitado por el Espíritu Santo en Don Bosco para el bien de la Iglesia, y muy fieles a la Iglesia, siempre en comunión con el Papa, y con las Iglesias locales.


2. EL BICENTENARIO HA SIDO PENSADO Y PREPARADO DESDE HACE MUCHO TIEMPO. ¿CUÁL ES, AHORA, EL ESPÍRITU JUSTO CON EL QUE VIVIR EL AÑO SANTO SALESIANO?


Ciertamente el Bicentenario ha sido pensado y preparado con mucho afecto y reflexión por mi predecesor, el Rector Mayor P. Pascual Chávez, junto con su Consejo General. Han sido tres años de preparación profundizando en todo la Congregación y Familia Salesiana del mundo, la figura histórica de Don Bosco, su sistema educativo, pedagógico y evangelizador, y su espiritualidad.

En este momento, el espíritu justo con el que queremos vivir este ‘año santo salesiano’ es precisamente el de profundizar en la autenticidad del seguimiento del Señor Jesús desde el carisma suscitado en Don Bosco. En plena sintonía con nuestro Capítulo General 27, recientemente celebrado, deseamos que sea un año, y todo un camino posterior, en el que vivir desde una profunda dimensión mística nuestra Consagración religiosa, transmitiendo un vivo testimonio de fraternidad evangélica, a fin de ser más radicalmente y siempre, servidores de los jóvenes, especialmente los que más nos necesitan: ¡los más pobres!, como nos recuerda el Papa Francisco.