SALUDO BUENOS DÍAS nº 24
Mis Queridos amigos y amigas, mis queridos jóvenes y familia salesiana que con cariño seguís este saludo, que pretende ser como una pequeña oportunidad para estar un poco más cercanos cada día en cualquier parte del mundo: A todos un saludo con todo afecto.
En próximos días siento la necesidad de referirme a algunos rasgos de nuestro estilo educativo desde nuestra espiritualidad salesiana.
Antes de eso quiero hacer una referencia a una enseñanza que nos da la historia (y que leo en un escrito del latinista salesiano Don Roberto Spataro). La convicción es esta: YA PARA LOS ANTIGUOS, LA EDUCACIÓN ERA LA MÁS DIVINA DE LAS OCUPACIONES.
Fabio Quintiliano, gran pedagogo romano del siglo primero después de Cristo, escribe con convicción que ES INDISPENSABLE QUE LOS MUCHACHOS SEAN FORMADOS POR EDUCADORES DE ÓPTIMA CALIDAD. Para él, los educadores deben tener no solo competencias teóricas sino CUALIDADES MORALES. Y hoy la psicología y pedagogía moderna recuerdan cosas como que el educador (que es mucho más que un profesor) debe ser bueno, imparcial, comprensivo, con motivaciones auténticas, convencidos de que han de orientar la formación de los educandos al bien, a la búsqueda de la verdad, de manera integral…
Por eso NUESTRO Querido DON BOSCO sostenía que LA TAREA EDUCATIVA ES DE TODAS LAS ACCIONES LA MÁS DIVINA y por eso los jóvenes no sólo deben ser amados sino sentir que son amados por sus educadores.
El mensaje es claro queridos jóvenes animadores, queridos educadores: EDUCAR SALESIANAMENTE es mucho más que un trabajo. ES PONER VIDA, CORAZÓN, PASIÓN EDUCATIVA hasta implicarnos y ‘complicarnos’ la vida por nuestros niños y niñas, adolescentes y jóvenes.
¿Estamos dispuestos a ello? ¿Nos apasiona realmente este proyecto de vida, este compromiso?
Para todos un abrazo. Angel. Rector Mayor