SOCIETA DI SAN FRANCESCO DI SALES
SEDE CENTRALE SALES IANA
Vi a Marsala, 42 - 00185 Roma
fl Rettor Maggiore
La entrega integral a la causa salesiana, a traves de un especial aprecio de las virtudes de la
pobreza, de la hurnildad y de la obediencia a toda prueba, nos recuerda c6mo el «da mihi animas»
esta indisolublemente asociado al «caetera tolle»: esto se convierte hoy, para los hijos de Don Bosco,
en una exhortaci6n a redescubrir la raiz mas autentica de esta vocaci6n, volviendo a meditar sobre las
actitudes y los habitos virtuosos de fondo sobre los que se sustenta, y anclandolos a la finalidad
primordial de santificarse para santificar («santospor los j6venes», pero, sobre todo, «santos con los
j6venes»).
Primero unjoven seglar apasionado por las cosas bellas y con autoridad entre sus compafieros;
despues un hombre en peregrinante busqueda de su propia vocaci6n luego destinado a las misiones
y, finalmente, «misionero del Norte» ; profesor de asignaturas clasicas, responsable de «in rebus
materialibus»; Salesiano que trabaj6 en estrecho contacto con los seglares sabiendo involucrarlos, y
con los hermanos coadjutores, comprometiendose con ellos en los trabajos manuales mas humildes;
finalmente, un hombre de gobierno que permaneci6 sencillo de coraz6n; y, por fin, anciano que muri6
en el exilio debido al alejamiento forzado de sus hermanos, espiado y perseguido por el regimen
comunista, don Stuchly encarn6 en su propia persona los multiples aspectos de la vida de un hijo de
Don Bosco, con tal plenitud de funciones e integridad de dedicaci6n, que lo convierten hoy en un
punto de referenda valido para q떠enes -seglares o consagrados dentro de la Familia Salesiana y en
la Iglesia- q떠eran reflejarse en el.
La «alegria del Evangelio», bien impresa en la sonrisa que supo llevar a los ultimos y a los
pobres, hasta el punto de morir el mismo ultimo entre los ultimos, asi como su vida enteramente
gastada en un periodo dificil para la fe, lo convierten en un punto seguro de referenda tambien para
el hoy de la sociedad y de la Iglesia. Por ultimo, pero no menos importante, su acompafiamiento a los
ancianos cuando 겁 mismo anciano y enfermo, recluido en un hogar de ancianos bajo estricta
vigilancia por parte del regimen- acompafia el ultimo trarno del camino terrenal de muchos de ellos,
demostrando que la vida es siempre digna de ser vivida, y puede ser entendida como testimonio
gozoso incluso cuando las fuerzas declinan.
Un hombre que ha vivido en muchas y diferentes realidades geograficas, lingilisticas y
culturales (como la actual Republica Checa, Eslovaquia, Polonia, Eslovenia, Italia), incluso en las
zonas fronterizas (entre la actual Republica Checa y Polonia, en la Moravia del siglo XIX fuertemente
influenciada por la cultura germanoparlante, o en la Gorizia austrohungara de principios del siglo XX
y luego en Ljubljana), el venerable Ignacio Stuchly se propone, finalmente, como un hombre de paz,
unidad y reconciliaci6n entre los pueblos. Los sufrimientos padecidos bajo el nazismo y el
comunismo, aun comprometiendolo en un sabio ejercicio de la prudencia, evidencian tambien en el
cualidades como: la veracidad frente a la hipocresia o la conveniencia; la capacidad de asumir
responsabilidades y roles de gobierno, como una forma de servicio y no de autopromoci6n; la plena
y liberadora adhesion a la verdad del Evangelio como antidoto a las ideologias totalitarias y respuesta
a las necesidades mas profundas del coraz6n humano; el arte de empoderar a los j6venes guiandolos
a dar lo mejor de si mismos por el camino de la confianza, contra la mentalidad extendida del control
y de la manipulaci6n.
Todavia hoy la figura de don Stuchly se revela, por tanto, valiosa para ayudar a reparar heridas
hist6ricas y psicol6gicas, y para promover una cultura de la reconciliaci6n y de la paz.
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