SOCIETÀ DI SAN FRANCESCO DI SALES
SEDE CENTRALE SALESIANA
Via Marsala, 42 – 00185 Roma
Il Rettor Maggiore
Prot. 19/0077
Roma, 16 de febrero de 2019
A mis hermanos Salesianos.
A la Familia Salesiana en el mundo.
Mis queridos hermanos salesianos. Mi querida Familia Salesiana:
He llegado hace unos minutos a Roma, Sacro Cuore, procedente de Irlanda, donde estuve
realizando la visita a esta Inspectoría “Saint Patrick” con sede en Dublín, y de inmediato me pongo
en comunicación con todos ustedes.
El motivo es la dolorosísima noticia recibida hace unas horas, en la noche, en la que me
informaban que nuestro hermano salesiano Antonio César Fernández, misionero en África desde
1982, fue asesinado en el día de ayer, a las 15,00 horas locales, recibiendo tres disparos durante un
ataque yihadista perpetrado a cuarenta kilómetros de la frontera sur de Burkina Faso. Por fortuna,
otros dos hermanos pudieron sobrevivir al asalto. Procedían de Lomé (Togo), tras celebrar la primera
sesión del Capítulo Inspectorial de AFO.
Hermanos queridos, muchos días en el año recibo la noticia del fallecimiento por causas naturales
de hermanos salesianos. Es la ley de la vida, y también nos llegará a nosotros. Pero cuando es así, aún
con el dolor de la pérdida, damos gracias al Señor por tantas hermosas vidas generosamente
entregadas en el servicio a los demás.
Pero a nuestro hermano Antonio César le han robado la vida, se la han quitado sin ningún motivo.
Un hombre bueno y hombre de Dios que, como el Señor, pasó por la vida ‘haciendo el Bien’,
especialmente entre su amado pueblo Africano. El P. Antonio César tenia 72 años de edad, 55 de
profesión religiosa y 46 de ordenación presbiteral. Pocos meses antes nos habíamos encontrado en
Burkina Faso, precisamente en su comunidad en Ouagadougou, donde era director y párroco.
Antonio César se suma a otros tantos mártires de la Iglesia de hoy en el mundo (algunos de ellos
salesianos y miembros de nuestra Familia Salesiana).
Les invito a dar gracias al Señor por la hermosa vida de nuestro hermano P. Antonio César. Y también
a pedirle al Padre que ayude a esta su Humanidad y Creación a terminar con estas escaladas de
violencia que sólo causan daño y muerte. Y quiera el buen Dios que esta sangre, derramada en tierra
africana sea semilla de cristianos, seguidores fieles de Jesús, y de jóvenes vocaciones al servicio del
Reino.
Descansa en Paz querido César.
Hermanos, sigamos más unidos que nunca en el servicio al Pueblo de Dios y al servicio de los
jóvenes más pobres. El mal nunca tiene la última palabra. La Resurrección del Señor nos lo ha puesto
en evidencia, y se sigue haciendo realidad, aún en el dolor. Es el Señor quien transforma y hace nuevas
todas las cosas.
Un gran abrazo y una oración de todos también por el eterno descanso del P. Antonio César.
También nuestro cariño a su familia en Pozoblanco (España) y allí donde se encuentren, y a la querida
Inspectoría de AFO en África Occidental a la que pertenecía, y a la Inspectoría María Auxiliadora en
España (SMX) donde aprendió a amar a Don Bosco hasta vivir como él.
Con verdadero afecto,
P. Ángel Fernández A., SDB
Rector Mayor