Mi saludo de Buenos Días – 20
Queridos todos: Buen día nos conceda el Señor.
Cuando os escribo estas líneas son las 23,00 horas aquí en Valdocco. Espero al grupo de 500 jóvenes de toda España que mañana estarán aquí, como parte de su peregrinación juvenil y salesiana. He salido hace unos minutos de la Basílica de María Auxiliadora. El corazón me pedía estar un tiempito, en la calma del templo, ante el Señor, ante María Auxiliadora, ante Don Bosco, Madre Mazzarello y Domingo Savio. Y así lo he hecho, y en este orden. Además, está finalizando el 5 de agosto que inicié en Mornese, y sentía que era el cierre óptimo para un día muy especial.
Y con esto que escribo, dejando que el corazón hable, solo quería confirmar lo que ya en otra ocasión os he dicho: Os he tenido a todos, a todas presentes. Aún sin conocernos todavía, pero el corazón humano, la mente y la oración tienen esa capacidad de ‘trascenderse’.
Al PADRE le he pedido que me ayude y nos ayude a ser verdaderamente fieles en el Seguimiento de su Hijo, como verdaderos discípulos.
A nuestra Madre Auxiliadora le he encomendado toda nuestra Familia Salesiana y los jóvenes, sus hijos e hijas.
A Don Bosco le he pedido de manera muy especial que me dé un corazón como el suyo para con cada uno de mis hermanos salesianos sdb, en primer lugar, y para toda nuestra Familia Salesiana y la Misión en el mundo.
Ante Madre Mazzarello he puesto a todas su Hijas y el Instituto, con la bella Misión que también tienen confiada.
A Domingo Savio le he pedido su intercesión por los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de todo el mundo y en especial de toda casa salesiana.
Solo esto. Así de sencillo, y al mismo tiempo con la certeza de haber experimentado un bellísima comunión entre todos.
Que todas las bendiciones del cielo desciendan sobre vosotros
Con todo cariño, un abrazo, Angel – Rector Mayor