SALUDO DE BUENOS DÍAS N. 37
¡¡CONFIANDO PLENAMENTE EN DIOS SIEMPRE ME HA IDO BIEN!!
Mis Queridos amigos y amigas: recibid todos, todas, un cariñoso saludo en esta mañana de domingo, junto con el deseo de un buen merecido descanso.
En esta palabra de buenos días, para aquellos que hoy pudierais leerme, quiero ofreceros este testimonio personal que compartí en la Eucaristía de la comunidad en el día de mi cumpleaños. Les decía a mis hermanos sdb, que en el camino de mi vida, a pesar de mis fragilidades y defectos, lo que sí he hecho con convicción ha sido fiarme plenamente y siempre de Dios, de lo que me iba pidiendo en el camino de la vida, a través de tantas mediaciones, no siempre con tareas, necesidades, servicios de mi agrado, PERO SIEMPRE ME ABANDONÉ EN ACEPTAR QUE DECIR SÍ SERÍA PARA EL BIEN.
Y he de reconocer que así ha sido hasta el día de hoy (y no lo digo por mi servicio actual, -algo ni imaginado ni buscado, sino aceptado de nuevo como algo de Él, a través de la mediación de mis hermanos capitulares).
Tantas veces me pregunto: ¿De verdad creemos en nuestro Dios hasta el punto de decir en la oración del Padre Nuestro: “Hágase tu voluntad” con todas las consecuencias, las que sean, las que vengan…
Cada día le sigo pidiendo al Señor, como en el Evangelio con los discípulos, QUE AUMENTE MI FE. PÍDAMOSLE QUE AUMENTE NUESTRA FE y VEREMOS ‘moverse las montañas’ (Cf. Evangelio)
Feliz domingo, día del Señor, para todos. Un abrazo, Angel. Rector Mayor