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PRESENTACIÓN
DEL RECTOR MAYOR
Queridos Hermanos:
han pasado cuatro meses desde la clausura del Ca-
pítulo General 28º, finalizado tres semanas antes de
lo previsto debido a la pandemia, que hizo imposi-
ble nuestra permanencia en Valdocco. Hoy me di-
rijo a vosotros, con esta presentación, con un senti-
miento de profundo gozo por lo que hemos vivido
en Valdocco y con la satisfacción por lo que ha sido
-creo- un trabajo fructífero, realizado por todos
nosotros, capitulares, y concluido, más tarde, en el
Consejo General. La Asamblea capitular, de hecho,
encomendó al Rector Mayor y a su Consejo la tarea
de terminar lo que había quedado incompleto en el
momento de la clausura anticipada.
El documento, que ahora llega a todos los Her-
manos a través de esta publicación, tiene como sub-
título «Reflexión poscapitular» y no «Documentos
capitulares», como era costumbre en el pasado.
Esto es debido a que la Asamblea capitular no llegó
a la aprobación final del texto con una votación.
Solo algunas deliberaciones capitulares, especial-
mente las de carácter jurídico, vieron la luz en las
primeras cuatro semanas de nuestro trabajo.

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Capítulo General XXVIII
Como he dicho en otras ocasiones, debido a las
circunstancias que tuvimos que vivir, el CG28 fue
un Capítulo «especial». Sin embargo, no fue un Ca-
pítulo sin orientaciones ni líneas programáticas. De
hecho, el documento que os presento contiene una
primera parte que, tanto yo como los Hermanos del
Consejo General, consideramos muy importante
para la animación, el gobierno y la vida de la Con-
gregación en el próximo sexenio.
Se trata de las líneas programáticas que el Rector
Mayor ofrece a la Congregación para el sexenio
2020-2026. En esta amplia propuesta encontráis,
queridos Hermanos, la reflexión que siguió al Ca-
pítulo General, fruto del propio Capítulo y de la
síntesis del camino recorrido en nuestra Congrega-
ción en los seis años anteriores. Se trata de una re-
flexión rica y amplia que, ante todo, recoge el espí-
ritu de lo que contiene el Mensaje que el Santo
Padre Francisco envió al Capítulo General; recoge,
además, los elementos que el Papa señaló como
esenciales y que ya estaban presentes en la reflexión
desarrollada por la Asamblea capitular sobre los dos
primeros núcleos temáticos. El tercer núcleo -como
sabéis- ha sido elaborado por el Consejo General.
Ciertamente, estas líneas programáticas deberán
ser motivo de estudio, análisis y profundización
tanto por las Inspectorías como por cada Hermano,
especialmente por los directores, debido a su servi-
cio de animación y gobierno de las comunidades
locales. Doy por supuesto que sea objeto de estudio
por el Inspector y su Consejo.

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Presentación
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Creo que, aunque con diferentes velocidades,
ligadas a la particularidad de cada Inspectoría, toda
la Congregación debe recorrer este camino, que es
identitario, carismático y ofrece directrices y líneas
de acción para nuestro presente.
Al texto programático del sexenio sigue el Men-
saje del Santo Padre que, sin duda, llegará alcora-
zón de cada Salesiano y será, sobre todo, motivo de
meditación, de estudio, de profundización y de in-
tercambio personal.
Los tres núcleos propuestos como temas del tra-
bajo capitular se han desarrollado ampliamente,
aunque no han pasado por todas las fases de estudio
y de elaboración inicialmente pensadas. Los textos
ofrecen ricas reflexiones, precisas y oportunas pro-
puestas para la vida de las Inspectorías y de todas
nuestras presencias en el mundo.
Finalmente, el documento contiene las delibera-
ciones capitulares y, como en todos los Capítulos
Generales, algunos anexos con mensajes y discursos.
Creo que el documento que ahora tenéis en vues-
tras manos permitirá profundizar las motivaciones
eclesiales, carismáticas e identitarias que nos ayu-
darán a continuar el camino de fidelidad que, como
Congregación y de manera personal, deseamos con-
tinuar. Hoy nuestro mundo, la Iglesia y los jóvenes,
junto con sus familias, nos necesitan como ayer,
para seguir viviendo un camino de fidelidad al Se-
ñor Jesús. Nos necesitan como personas significa-
tivas y valientemente proféticas. Que el Señor nos

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Capítulo General XXVJII
conceda este don. Con la mediocridad y los miedos
pocas cosas podremos ofrecer a los jóvenes, que no
podrán transformar su vida ni llenarla de sentido.
Estoy muy convencido de que todos queremos
pertenecer a una Congregación que se siente muy
viva y en la que cada Hermano renueva cada día la
entrega de sí mismo: no de cualquier manera, sino
sintiendo que vale la pena.
Deseo, profundamente, que este CG28 «espe-
cial» ayude a cada Hermano a reavivar la pasión
apostólica que caracterizó a nuestro padre Don Bos-
co, para ser hoy otros Don Bosco, en cada parte del
mundo, en cada cultura y en cada situación.
Añado una solicitud. Al entregar este documento,
con una mirada de fe y con gran confianza, pido a
cada uno de vosotros, queridos Hermanos, que lo
convirtáis en motivo de oración, objeto de estudio
paciente, de lectura atenta y meditada, para que llegue
a tocar vuestro corazón. Os pido que interioricéis la
espiritualidad que encontraréis en estas reflexiones
capitulares, para entrar en diálogo con las propuestas
que quieren ser signifkativas y proféticas en nuestro
modo de asumirlas y traducirlas en la vida. Creo que
un tiempo significativo de estudio, de conocimiento
e interiorización y de diálogo, de corazón a corazón,
ante el Señor, debe ser la principal tarea encomenda-
da a cada Hermano, a cada Inspectoría y Visitaduría,
a cada Región y a cada Conferencia interinspectorial.
Mis queridos Hermanos, la promulgación de es-
ta reflexión poscapitular tiene lugar el 16 de agosto

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Presentación
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de 2020, doscientos cinco años después del naci-
miento de Don Bosco y ciento sesenta y un años
después del inicio de nuestra Congregación. Hasta
ahora, el camino de nuestra Congregación y de la
Familia Salesiana ha sido bellísimo. Si nuestra res-
puesta sigue siendo fiel al Señor, no hay duda de
que será mucho más lo que se escribirá para el bien
de los jóvenes mediante la entrega diaria de noso-
tros mismos, dondequiera que haya un joven que
tenga necesidad de Salesianos capaces de ser ami-
gos, hermanos y padres.
Nuestra Madre Auxiliadora nos acompaña en
este camino y, como con Don Bosco, Ella seguirá
haciéndolo todo. De Ella aprendemos qué significa
escuchar atentamente la voz del Espíritu Santo y ser
dóciles a Él; aprendemos a cultivar la profundidad
de la vida en Dios y la dedicación sencilla y conven-
cida cada día. Esto nos hará cada vez más auténticos
signos y portadores del Amor de Dios a los jóvenes.
Nos confiamos a nuestra Madre Auxiliadora «pa-
ra ser, entre los jóvenes, testigos del amor inagota-
ble de su Hijo» (Const. 8).
Rector Mayor
Roma, 16 de agosto de 2020
Aniversario del nacimiento de Don Bosco

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LÍNEAS PROGRAMÁTICAS
DEL RECTOR MAYOR
PARA LA CONGREGACIÓN
SALESIANA DESPUÉS
DEL CAPÍTULO GENERAL 28
Muy queridos Hernian.os Salesianos de todo el mundo,
muy gustosamente me dirijo a todos vosotros des-
pués del Capítulo General, y tras la conclusión de
la primera sesión plenaria del nuevo Consejo Gene-
ral. Con esta carta, que he compartido con todo el
Consejo General, pretendo ofreceros a todos voso-
tros, queridos Hermanos, una verdadera «hoja de
ruta» para el próximo sexenio, ya que la interrup-
ción del Capítulo General, en la mitad de su desa-
rrollo, no nos permitió tener los documentos capi-
tulares, que hubiesen sido la norma y la guía para
los seis años próximos.
Ante la realidad dolorosa de la pandemia, causa-
da por el virus COVID-19, que ha golpeado y que
sigue afligiendo fuertemente el mundo, hemos ex-
perimentado algo único: la interrupción de un Ca-
pítulo General. Es la primera vez que ocurre un

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Capítulo General XXVIII
hecho similar en la historia de nuestra Congregación
-si se excluye el trágico acontecimiento de la Pri-
mera Guerra Mundial, que hizo imposible la cele-
bración, durante el Rectorado de don Pablo Albera,
del XII Capítulo General; de hecho, la celebración
de aquel Capítulo tuvo que esperar casi doce años.
Pero, en nuestro caso, la interrupción de los tra-
bajos capitulares no ha significado en absoluto que
el Capítulo General 28º haya sido pobre de signifi-
cado y no haya producido riqueza de contenidos. Y,
además, todos los capitulares han podido regresar a
sus Inspectorías (algunos tras varios meses de espe-
ra en Valdocco) enriquecidos por la experiencia
acumulada y por un sentimiento salesiano nutrido
y reforzado en las «fuentes de Valdocco», las fuen-
tes de nuestro nacimiento carismático.
A pesar de la amenaza de pandemia y el riesgo
de suspensión de la Asamblea, durante la última
semana, el Capítulo General pudo elegir al Rector
Mayor y a todos los miembros del Consejo General,
y confiarnos la tarea de continuar la reflexión sobre
los puntos que no se habían abordado.
Esta carta mía, y todo lo que contiene el volumen
que lleva por título «Reflexión poscapitular», quie-
re ser una respuesta fiel al mandato recibido de la
Asamblea capitular.
A esta realidad se suma el sentimiento de profun-
da gratitud al Señor por todo lo que hemos vivido;
sobre todo, por haberlo vivido en Valdocco. Justa-
mente, nuestro CG28 ha estado marcado por el he-

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Líneas programáticas
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cho de celebrarse en Valdocco, cuna de nuestro
carisma, lugar santo donde nuestro padre Don Bos-
co «dio respuesta a la vida de jóvenes con un rostro
y una historia»1• Por eso, hemos vivido en Valdoc-
co nuestro Capítulo General con la certeza de que
esta es la casa de todos.
Así nos lo ha recordado el Santo Padre Francisco
quien ha querido hacer a Don Bosco, en la persona
de sus hijos reunidos en Asamblea capitular, el her-
moso regalo de venir a visitarnos. El Papa me había
anticipado, algunos meses antes, su deseo de venir
a Valdocco. Al inicio del Capítulo General las con-
versaciones tenidas con las personas responsables
de las visitas del Papa confirmaron su visita para los
días 6 y 7 de marzo. Todo estaba preparado. Lo
esperábamos el viernes 6 de marzo a mediodía. Es-
taría con nosotros en Valdocco hasta el 7 por la
mañana, y después visitaría a su familia. Lamenta-
blemente, la pandemia del coronavirus y las restric-
ciones de movimientos en todo el Estado italiano
hicieron imposible esta visita, que habría sido tam-
bién un acontecimiento único en nuestra historia, al
1 FRANCISCO, Mensaje del Papa a los miembros del CG28. Deseo
aprovechar esta primera cita para deciros que esta carta estará llena
de citas textuales del Mensaje que el papa Francisco pensó para no-
sotros, como Congregación y como Asamblea capitular; y que nos
hizo llegar en el momento más oportuno de nuestras reflexiones y
de nuestros trabajos. Por la importancia que tienen las palabras del
Santo Padre, he decidido no citar a pie de página, sino en el cuerpo
del discurso. Será suficiente ver el texto entrecomillado para reco-
nocer la palabra del Papa.

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Capítulo General XXVIII
menos por la duración temporal de la presencia del
Santo Padre, y por su participación directa en el
Capítulo General, como él deseaba.
Por teléfono, el Papa nos dejó un saludo que yo
compartí con toda la Asamblea capitular; y, al día
siguiente, teníamos en nuestras manos su Mensaje
dirigido al CG28, que encontráis en esta publicación.
Desde el inicio del CG28 hemos vivido con una
fuerte conciencia, que nos ha llevado a ponernos en
la disposición mediante la cual «el Espíritu hace re-
vivir el don carismático de [nuestro] FundadoD>. Así
nos lo deseaba el Santo Padre invitándonos a no ce-
rrar las ventanas ante el ruido y griterío que subía del
patio de Valdocco, evocando aquel primer oratorio.
Este «ruido de fondo» debe acompañarnos, hacernos
inquietos e intrépidos en nuestro discernimiento.
Nos ocuparemos de esto en los próximos seis años,
por el bien de los jóvenes del mundo. Jóvenes que
han tenido un rostro concreto y visible en el esplén-
dido grupo que vivió el Capítulo General con noso-
tros durante unos días, que nos desafió, que nos habló
con el corazón y con la mente y que nos conmovió.
Y porque en Valdocco todo nos habla de Don
Bosco y de sus jóvenes, y porque los jóvenes de hoy
nos llaman, nos hablan y nos esperan, nos propone-
mos, como Congregación, algunas metas que nos
pondrán en la condición de dar una respuesta a la
realidad de hoy, y que nos harán salir de nuestros
miedos y de nuestras «zonas de confort», donde-
quiera que se encuentren y cualesquiera que sean.

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Líneas programáticas
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Estas líneas, queridos Hermanos, tienen el obje-
tivo de convertirse en un programa de acción para
el próximo sexenio, en absoluta continuidad con el
camino recorrido anteriormente por la Congrega-
ción y que, también por este motivo, nos infunde
fuerza y ánimo.
Son varios los desafíos que debemos afrontar en
los próximos seis años. Os los presento como fruto
de la reflexión realizada durante el Capítulo General
y después del mismo. Se los ofrezco a toda la Con-
gregación, habiendo conocido en detalle durante los
seis años pasados la realidad que estamos viviendo
y, últimamente, el camino de la Iglesia. Los propon-
go a todas las Inspectorías, tras haberlos compartido
con los miembros del Consejo General, porque estos
desafíos deben ser el espejo ante el que se confron-
te cada Inspectoria del mundo y deben convertirse
en los criterios para definir Úls finalidaáes, los ob-
jetivos, los procesos y Úls acciones concretas para
el próximo sexenio, en todos los lugares donde el
carisma de los hijos de Don Bosco ha echado raíces.
Los desafíos a los que debemos responder y los
objetivos que debemos perseguir son los siguientes:
l. SALESIANO DE DON BOSCO PARA SIEM-
PRE: «Fraile o no fraile, yo me quedo con
Don Bosco» (Cagliero). UN SEXENIO PARA
CRECER EN LA IDENTIDAD SALESIANA.
2. En una Congregación donde es URGENTE
el «DA MIHI ANIMAS, CETERA TOLLE».

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Capítulo General XXVIII
3. Vivir el «SACRAMENTO SALESIANO DE
LA PRESENCIA».
4. La formación para ser SALESIANOS PAS-
TORES HOY.
5. PRIORIDAD ABSOLUTA por los jóvenes,
los más pobres y los más abandonados e
indefensos.
6. JUNTO CON LOS SEGLARES EN LA MI-
SIÓN Y EN LA FORMACIÓN. La fuerza
carismática que los seglares y la Familia
Salesiana nos ofrecen.
7. ES TIEMPO DE GENEROSIDAD EN LA
CONGREGACIÓN. En una Congregación
siempre misionera.
8. Acompañando a los jóvenes hacia un FU-
TURO SOSTENIBILE.

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1. SALESIANO DE DON BOSCO
PARA SIEMPRE:
«Fraile o no fraile, yo me quedo
con Don Bosco» (Cagliero).
UN SEXENIO PARA CRECER
EN IDENTIDAD SALESIANA
«El Señor nos ha dado a Don Bosco como padre
y maestro. Lo estudiamos e imitamos admirando
en él una espléndida armonía entre naturaleza y
gracia. Profundamente humano y rico en las vir-
tudes de su pueblo, estaba abierto a las realidades
terrenas; profundamente hombre de Dios y lleno
de los dones del Espíritu Santo, vivía "como si
viera al invisible"» (Const. 21 ).
En mi última intervención en el aula capitular, du-
rante el discurso de clausura del CG28, hice refe-
rencia a un diálogo que había tenido con un Herma-
no el día anterior. Él pidió hablar conmigo y me
dijo: «No nos dejéis solos. Necesitamos ayuda para
ser verdaderamente Salesianos, para no perder nues-
tra identidad».
Sentí profundamente, en este momento, que el
Señor nos hablaba también por medio de este Her-
mano nuestro. Y nos hacía comprender la importan-
cia y la urgencia de crecer y consolidar la identidad
carismática en nuestra Congregación.

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Capítulo General XXVIII
El punto de partida esencial y fundamental es
nuestra condición de consagrados. El futuro de la
vida consagrada, y la vida salesiana como consagra-
dos que somos, tiene su razón de ser en su funda-
mento, que es Jesucristo. Como consagrados, el
seguimiento de Cristo plasma nuestra identidad
integrando en ella nuestra formación pastoral. Co-
mo consagrados, como Salesianos de Don Bosco,
Dios nos hace «memoria viviente del modo de exis-
tir y de actuar de Jesús»2• Y el desafío vocacional,
para toda la vida consagrada, y para nosotros de
modo particular como Salesianos de Don Bosco, es
«volver siempre a Jesús», renunciando a todo lo que
no es Él o que nos aleja de Él.
Con mucha humildad y claridad de visión hemos
de reconocer que la vía de salida para las crisis de
la vida religiosa, de la vida salesiana, de las dificul-
tades de cada Inspectoría, no la encontraremos en
los nuevos proyectos, ni en los planes estratégicos,
ni en una «programación 3.0». Las más de las veces,
ante el desencanto, ante el cansancio vital, ante la
falta de desmotivación..., se trata de volver a Cris-
to, a la vida religiosa, a la vida consagrada salesiana.
Porque podemos vivir creyendo, erróneamente, que
en el hacer cosas todo tiene sentido. No, queridos
Hermanos: sin Jesucristo en el centro de nuestro
2 SAN JUAN PABLO II, Exhortación apostólica postsinodal Vita Con-
secrata, 22 (25 de marzo de 1996).

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Líneas programáticas
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pensar, sentir, vivir, soñar, trabajar... , no hay futu-
ro, y no podemos ofrecer nada que sea significativo.
En palabras del papa Francisco: «El Señor lo pide
todo, y lo que ofrece es la verdadera vida, la felici-
dad para la cual fuimos creados. Él nos quiere san-
tos y no espera que nos conformemos con una exis-
tencia mediocre, aguada, licuada»3•
No olvidemos que la misión salesiana y la misma
Congregación han nacido de Dios, suscitadas por su
Espíritu: «Con sentimientos de humilde gratitud,
creemos que la Sociedad de San Francisco de Sales
no es solo fruto de una idea humana, sino de la ini-
ciativa de Dios» (Const. 1), y que cada uno de noso-
tros, Salesianos de Don Bosco, es enviado a los jó-
venes por Dios mismo que nos envía (cf. Const. 15).
Después de este «especial» Capítulo General 28,
pienso que se espera de nosotros Salesianos, 161
años después del inicio de nuestra Congregación,
que estemos despiertos y ágiles en la escucha del
soplo del Espíritu de Dios, el Espíritu Santo, para
seguir teniendo a Jesucristo el Señor como funda-
mento y centro de nuestra vida, para renovar la
profecía que debe caracterizar nuestra vida, y para
seguir creciendo en humanidad, hasta ser esos «ex-
pertos en humanidad» que saben mirar y contemplar,
hasta dejarse conmover por el dolor y las necesidades
3 FRANcrsco, Exhortación apostólica Gaudete et exsultate. 1 ( 19
de marzo de 2018).

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26
Capítulo General XXVIII
de nuestros hermanos y hermanas (comenzando por
los de nuestras comunidades), de los jóvenes, chicos
y chicas y de sus familias. Hemos de tomarnos muy
en serio nuestro servicio profético. Nuestra aporta-
ción específica es la de ser iconos del estilo de vida
de Jesús, totalmente consagrado al Padre y a su pro-
yecto sobre la humanidad: el Reino. Por ello, se
espera de nosotros que seamos signos y testimonios
de la presencia paterna de Dios -que es presencia
tierna, capaz de una mirada de ternura y con los
brazos abiertos en especial a los más pobres, a nues-
tros jóvenes-, haciendo realidad nuestra :fraternidad,
haciéndola atractiva, fascinante, y viviendo con
sencillez y sobriedad.
El Señor resucitado invitaba a sus discípulos a
volver a Galilea para encontrarlo y volverlo a ver.
Esta invitación es de máxima actualidad para noso-
tros y, expresándome en clave salesiana, quisiera
decir que nuestra Galilea para el encuentro con el
Señor hoy, como Salesianos de Don Bosco, pasa
por Valdocco, los inicios de Valdocco, incluso frá-
giles, pero con esa fuerza y pasión de la frase: «frai-
le o no fraile yo me quedo con Don Bosco», que el
joven Juan Cagliero expresó con tanto ardor y en-
tusiasmo juvenil. Valdocco es, de hecho, la atmós-
fera espiritual y apostólica en la que cada uno de
nosotros respira el aire del Espíritu, donde alimen-
tamos y reforzamos nuestra identidad carismática.
Es el lugar de la «transfiguración» para cada Sale-
siano que, cuidando todos los elementos de nuestra

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Líneas programdticas
27
espiritualidad, podrá contribuir a hacer de cada una
de nuestras casas una verdadera Valdocco donde
sea posible encontrarnos cara a cara, en la vida de
cada día, con nuestro Señor Jesucristo.
Jesús pasa, mira con amor, y nos llama a seguir-
le. Y en el misterio de esta llamada, en la mirada que
no nos juzga, sino que nos escruta en nuestro inte-
rior y nos mira, en la aventura del caminar sobre sus
huellas, cada uno puede descubrir el proyecto que
Dios ha pensado para cada uno de nosotros de ma-
nera original. Hoy, muchos de los que deciden aban-
donar la Congregación adolecen de esto: no haber
entrado en contacto con el Señor Jesús y no haber te-
nido la misma pasión que el joven Cagliero por es-
tar con Don Bosco para seguir a Jesús. Por eso, a
veces, cualquier otra oferta pastoral que tenga visos
de autonomía, de autogestión, de independencia, de
gestión de sí misma y de sus propios recursos eco-
nómicos, suscita en algunos Hermanos la fascina-
ción suficiente para que pidan ir a otro lugar. Con
honestidad debemos reconocer que es así. A veces,
también el don del ministerio presbiteral no es com-
prendido plenamente y viene instrumentalizado y
vivido como «poder». Este hecho oscurece la alian-
za que Dios ha establecido con nosotros con el don
de la consagración religiosa que está en el centro de
nuestra vida personal y comunitaria.

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28
PROPUESTA
Capítulo General XXVlll
Este sexenio deberá distinguirse por un profun-
do trabajo en Congregación para crecer en pro-
fundidad carismática, en la identidad salesiana,
en todas las etapas de la vida, con un serio com-
promiso en cada Inspectoría, y en cada comuni-
dad salesiana, hasta llegar a decir como Don
Bosco: «Tengo prometido a Dios que incluso mi
último aliento será para mis pobres jóvenes»4.
Por esta razón:
~ En cada etapa de la formación, con la profundi-
dad que le corresponda, cuidaremos como urgen-
cia y necesidad inaplazable los elementos que
dan identidad carismática a cada Salesiano y que
nos hacen enamorarnos de Don Bosco y de los
jóvenes con el corazón de Jesús Buen Pastor.
~ Daremos prioridad a los rasgos de nuestra iden-
tidad carismática de personas consagradas que
nos hacen signos proféticos: una vida feliz que
hunde sus raíces en el Evangelio, una fe fuerte
anclada en Dios; una comunión que hace atra-
yente la vida comunitaria; una actitud profética
ante la injusticia y el mal; y una mirada de espe-
ranza junto al deseo de conversión.
4 MBe XVIII, 229 (citado también en el artículo 1de nuestras Cons-
tituciones).

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Líneas programáticas
29
>" En las Inspectorías se tendrá que discernir, aten-
tamente, en las obediencias que reciban los Her-
manos, para no ponerles en riesgo de perder el
sentido auténtico y la pasión del corazón salesia-
no, y para no caer en formas de genericismo ca-
rismático u orientarse hacia realidades pastorales
diocesanas que llevan a desvincularse de la Con-
gregación.
>" Seguimos prestando mucha atención para que,
como Congregación, no seamos capturados por
el «virus del clericalismo y del carrerismo»5•
>" En la reflexión e intercambio, dentro de cada co-
munidad, valoramos la primera parte del docu-
mento «Animación y gobierno de la comunidad.
El servicio del Director salesiano» que presenta
«la identidad consagrada salesiana».
5 Cf. Exhortación apostólica postsinodal (marzo 25 de 2019) Chris-
tus vivit, 98. En la exhortación encontramos esta cita textual: «El
clericalismo es una permanente tentación de los sacerdotes, que in-
tetpretan «el ministerio recibido como un poder que hay que ejercer
más que como un servicio gratuito y generoso que ofrecer; y esto
nos lleva a creer que pertenecemos a un grupo que tiene todas las
respuestas y no necesita ya escuchar ni aprender nada»». Discurso
a la primera Congregación general de la XV Asamblea General
Ordinaria del Sínodo de los Obispos (3 de octubre de 2018).

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2. En una Congregación
donde es URGENTE
el «DA MIHI ANIMAS
CETERA TOLLE»
«Con sentimientos de humilde gratitud, creemos
que la Sociedad de san Francisco de Sales no es
solo fruto de una idea humana, sino de la inicia-
tiva de Dios. Para contribuir a la salvación de la
juventud -«la porción más delicada y valiosa de
la sociedad humana»-, el Espíritu Santo suscitó,
con la intervención materna de María, a san Juan
Bosco.
Formó en él un corazón de padre y maestro, ca-
paz de una entrega total: "Tengo prometido a
Dios que incluso mi último aliento será para mis
pobres jóvenes"» (Const. l).
Los testimonios de los primeros tiempos de nuestra
historia congregacional, y la reflexión que la misma
ha desarrollado con el paso de los años, evidencian
un hecho muy significativo: la fórmula que mejor
expresa el celo y la caridad pastoral de los Salesia-
nos de Don Bosco es el «Da mihi animas, cetera
to lle».
Aquel muchacho, Domingo Savia, que en la pre-
sencia de ese joven sacerdote de 34 años que era
Don Bosco, vio ese lema a la entrada de su despa-
cho, lo entendió perfectamente: «He entendido; aquí
no se hace negocio de dinero sino negocio de

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3.1 Page 21

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Líneas programáticas
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almas»6• Mirando a Don Bosco aprendamos su pro-
funda espiritualidad y las especiales cualidades de
educador que definieron su manera de relacionarse
con los adolescentes y los jóvenes. En Don Bosco,
y en su historia, encontramos la base de nuestra ac-
ción educativo-pastoral, que se caracteriza por una
propuesta de vida cristiana muy concreta; por la
atención a cadajoven, con el compromiso de ofrecer
respuestas concretas a sus exigencias; por la con-
fianza en la presencia de Dios.
Nuestra tarea, sobre todo en el acompañamiento
de los jóvenes, debe caracterizarse por una capacidad
pedagógica y espiritual creativa, típica de nuestro
padre Don Bosco, a través de la cual podamos supe-
rar las distancias con la sensibilidad de las nuevas
generaciones, ofreciéndoles una amorosa escucha y
una comprensión compasiva, suscitando las grandes
cuestiones sobre el misterio de la vida y ayudándoles
a buscar al Señor y a encontrarse con Él.
El Capítulo General 26 afrontaba, precisamente,
todo esto, reflexionando sobre el lema de Don Bos-
co, «Da mihi animas, cetera talle». Pues bien, con
la visión de hoy y con el conocimiento de nuestra
realidad, creo que puedo decir que, para nosotros,
es necesario y urgente que nuestra Congregación
viva, respire y camine buscando hacer del «Da mi-
6 J. Bosco, Vida del jovencito Savia Domenico, alumno del Oratorio
de San Francisco de Sales, en ISS, Fuentes Salesianas. Don Basca
y su obra, Editorial CCS, Madrid 2015, 943.

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32
Capítulo General XXVIII
hi animas, cetera tolle» una realidad en el anuncio
del Evangelio, en favor de nuestros jóvenes y por el
bien de nosotros mismos.
Nuestra misión nos sitúa muy frecuentemente en
la frontera, donde entramos habitualmente en con-
tacto con cristianos de otras confesiones, con miem-
bros de otras religiones, con no creyentes o creyen-
tes alejados: también con ellos y para ellos queremos
llevar adelante la misión. Cada tiempo y cada lugar
son adecuados para el Evangelio.
Mis queridos Hermanos, en esta hora después del
CG28:
~ Es urgente dar prioridad absoluta al com-
promiso de la evangelización de los jóvenes
con propuestas conscientes, intencionales y
explícitas. Estamos invitados a hacerles co-
nocer a Jesús y a la Buena Nueva del Evan-
gelio para su vida.
~ Es urgente ayudar a los jóvenes (y a sus fa-
milias) a descubrir la presencia de Cristo
en su vida como clave para la felicidad y
para el sentido de la existencia.
~ Es urgente acompañar a los niños, a los ado-
lescentes y a los jóvenes en su proceso de
educación a la fe, para que puedan adherir-
se personalmente a la persona de Cristo.
~ Es urgente ser «verdaderos educadores»
que, por experiencia personal, acompañan
al joven en el diálogo con Dios, en la oración
y en la celebración de los sacramentos.

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Líneas programáticas
33
Sin esto, queridos Hermanos, otros titánicos es-
fuerzos de la Congregación tenderán a la bondad de
la promoción humana y a la asistencia social -que
son siempre muy necesarios, y pertenecen a nuestra
identidad carismática- pero no nos conducirán a la
razón primera por la que el Espíritu Santo ha susci-
tado el carisma salesiano en Don Bosco: «Fieles a
los compromisos heredados de Don Bosco, somos
evangelizadores de los jóvenes» (Const. 6). La pri-
mera finalidad de nuestra pastoral juvenil es la con-
versión de las personas al Evangelio de Jesucristo.
Con todos los matices de sensibilidad histórica,
que queramos tener presentes, y la comprensión
lingüística de la época, que creamos necesaria, no
podemos prescindir del elemento esencial y consti-
tutivo que ha caracterizado la acción educativo-
pastoral de Don Bosco, que el Rector Mayor don
Vecchi expresaba así: «La pedagogía de Don Bosco
es una pedagogía del alma, de la gracia, de lo sobre-
natural. Cuando se logra activar esa energía, co-
mienza el trabajo más útil de la educación. Lo demás,
válido por sí mismo, es propedéutico y acompaña a
esto, que lo trasciende>>7.
El «cetera tolle» nos hace disponibles para dejar
todo lo que nos impide ir al encuentro de quienes
más nos necesitan. Es la ascesis que emana de la
opción precedente, renunciando a mucho (gustos
7 J. E. VEccm, Indicaciones para un camino de espiritualidad sale-
siana, ACG 354, 1995, p. 24.

3.4 Page 24

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34
Capítulo General XXVIII
personales, preferencias, e incluso acciones y ser-
vicios legítimos), a lo que no nos permite dedicar
todas las energías del corazón pastoral, a lo que he-
mos dado prioridad.
PROPUESTA
};;, Por eso, propongo a nuestra Congregación,
para el próximo sexenio, que seamos exigen-
tes con nosotros mismos en responder a «LA
URGENCIA DE VOLVER A PROPONER CON
PLENA CONVICCIÓN EL PRIMER ANUN-
CIO», porque «no hay nada más sólido, ni más
profundo, ni más seguro, ni más consistente,
ni más sabio que tal anuncio» (ChV 214)»8.
Por esta razón:
};;, El Rector Mayor y su Consejo, y cada Inspecto-
ría, se comprometerán durante este sexenio a
tomar las decisiones oportunas para cualificar la
presencia salesiana en la evangelización y en la
educación a lafe. Es esta una auténtica conver-
sión pastoral, personal y comunitaria, a la que
estamos llamados.
8 CG28, Prioridad de la misión salesiana entre los jóvenes de hoy.
Primer núcleo, n. 4.

3.5 Page 25

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Líneas programáticas
35
~ Promoveremos una pastoral juvenil que acom-
pañe a los jóvenes atendiendo a su maduración
personal, a su crecimiento en la fe, y que tenga
como principio unificador la dimensión vocacio-
nal (DF 140, ChV254)9•
~ Seguiremos empeñándonos a todos los niveles,
en nuestra Congregación, para conseguir «un
cambio de mentalidadfrente a la misión a reali-
zar» (Papa Francisco al CG28)10•
~ Haremos conocer y estimar, como pilar funda-
mental de nuestra evangelización y educación,
lo que ha sido esencial para Don Bosco y para
tantas generaciones de Salesianos: la hermosa
presencia de nuestra Madre Auxiliadora en nues-
tras propuestas educativas y en nuestra oración
con los jóvenes.
9 Documento final del «Sínodo de los Jóvenes», (en adelante, DF).
El papa Francisco nos ha dicho: «La opción Valdocco de vuestro
28º Capítulo General es una buena ocasión para confrontarse con
las fuentes y pedirle al Señor: «da mihi animas, cetera tolle». Tolle
especialmente aquello que durante el camino se fue incorporando
y perpetuando que, si bien en otro tiempo pudo ser una respuesta
adecuada, hoy les impide configurar y plasmar la presencia sa-
lesiana de manera evangélicamente significativa en las distintas
presencias de misión. Esto reclama de nosotros superar miedos y
aprensiones que pueden surgir por haber creído que el carisma se
reducía o identificaba con determinadas obras o estructuras. Vivir
con fidelidad el carisma es algo más rico y desafiante que el sim-
ple abandono, repliegue o reacomodo de las casas o actividades;
supone un cambio de mentalidad frente a la misión a realizar».

3.6 Page 26

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3. Vivir el
«SACRAMENTO SALESIANO»
DE LA PRESENCIA
«Nuestra vocación tiene el sello de un don es-
pecial de Dios: la predilección por los jóvenes:
«Me basta que seáis jóvenes, para que os ame
con toda mi alma». Este amor, expresión de la
caridad pastoral, da sentido a toda nuestra vida.
Por bien de ellos ofrecemos generosamente tiem-
po, cualidades y salud: «Yo por vosotros estu-
dio, por vosotros trabajo, por vosotros vivo, por
vosotros estoy dispuesto incluso a dar mi vida»
(Const. 14).
El papa Francisco, en su Mensaje al Capítulo, nos
ha hablado de «la opción Valdocco y el carisma de
la presencia», ese carisma que yo me permito cali-
ficar, libremente, como «sacramento salesiano» de
la presencia. El Papa escribe que «antes que cosas
a hacer, el Salesiano es recuerdo vivo de una pre-
sencia donde la disponibilidad, la escucha, la alegría
y la dedicación son las notas esenciales para suscitar
procesos. La gratuidad de la presencia salva a la
Congregación de toda obsesión activista y de todo
reduccionismo técnico-funcional. La primera lla-
mada es la de ser una presencia gozosa y gratuita en
medio de los jóvenes». Nuestro ser discípulos del
Señor, nuestro modo auténtico y profundo de ser
apóstoles de los jóvenes pasa, ante todo, a través de

3.7 Page 27

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Líneas programáticas
37
nuestro estar en medio de la gente, en medio de los
chicos y de los jóvenes.
Lo que se ha dicho de manera coloquial, no pue-
de ser expresado mejor. Se trata, queridos Herma-
nos, de recuperar el primer amor vocacional que
todos hemos experimentado cuando sentimos que el
Señor nos llamaba para ser presencia gozosa y gra-
tuita en medio de los jóvenes. Me atrevo a decir que
no hay un solo Salesiano que, de un modo u otro,
no haya sentido esto en su corazón.
Durante el CG28 hemos reflexionado sobre este
aspecto. Hemos tomado conciencia de que muchos
jóvenes viven una verdadera situación de orfandad,
aunque tengan padres. Los mismos jóvenes nos de-
cían en su Mensaje al CG28: «Tenemos miedo,
estamos confundidos, frustrados, y tenemos una
gran necesidad de ser amados... Creemos que nues-
tra sociedad es individualista y que, con frecuencia,
también nosotros nos volvemos individualistas ...
queremos poder volver al primer amor que es Cris-
to, a su ser compañero y amigo de los jóvenes. Hay
en nosotros un fuerte deseo de realización espiritual
y personal. Queremos caminar hacia el crecimiento
espiritual y personal, y queremos hacerlo con voso-
tros, Salesianos»11
No dudamos de esta verdad de los propios jóve-
nes que, contemporáneamente, hemos reconocido
en el aula capitular: «Nos piden tiempo y les damos
11 Carta de los jóvenes al CG28.

3.8 Page 28

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38
Capítulo General XXVlll
espacio; nos piden relación y les brindamos servi-
cios; nos piden vida fraterna y les ofrecemos estruc-
turas; nos piden amistad y hacemos actividades
para ellos. Todo esto nos compromete a redescubrir
las riquezas y las potencialidades del "espíritu de
familia"» 12•
Los mismos jóvenes que nos acompañaron en el
Capítulo General nos hicieron una fuerte llamada a
ser una presencia significativa para ellos. Nos dije-
ron explícitamente: «Hay en nosotros un fuerte de-
seo de realización espiritual y personal. Queremos
caminar hacia el crecimiento espiritual y personal
y queremos hacerlo con vosotros, Salesianos... Nos
gustaría que seáis los que nos guíen, dentro de nues-
tra realidad, con amor.(...) Salesianos, ¡no os olvi-
déis de nosotros, los jóvenes, porque no nos hemos
olvidado de vosotros ni del carisma que nos habéis
enseñado! Queremos decíroslo fuerte, con todo el
corazón. Estar aquí, para nosotros, ha sido un sueño
hecho realidad: en este lugar especial que es Val-
docco, donde comenzó la misión salesiana, juntos
Salesianos y jóvenes para la misión salesiana, con
nuestra voluntad común de ser santos, juntos. Te-
néis nuestros corazones en vuestras manos. Cuidad
este vuestro precioso tesoro. Por favor, nunca nos
olvidéis y seguid escuchándonos» 13•
12 CG28, Prioridad de la misión salesiana entre los jóvenes de fwy.
Primer núcleo, n. 5.
13 Carta de los jóvenes al CG28.

3.9 Page 29

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Líneas programáticas
39
Queridos Hermanos, ¡es un gran privilegio sentir
el latido de vida del corazón de los jóvenes! Y no
me cabe duda alguna que, en toda la Congregación,
hay tantos Hermanos que son, hoy, para los jóvenes
verdaderos Don Bosco. Pero no me quedo contento
con esto. Debemos serlo todos. Tenemos que seguir
haciendo camino de conversión. Esto exige de no-
sotros un cambio de mentalidad y de ritmos de vida,
apertura de mente y de corazón, superación de há-
bitos arraigados y cristalizados. Los jóvenes dicen
que nos quieren mucho, que nos necesitan, que nos
esperan. La expresión de Don Bosco «studia difar-
ti amare» (procura que te quieran) es hoy de plena
actualidad. La presencia no consiste, solamente, en
pasar el tiempo con ellos como grupo, sino encon-
trándolos individualmente, de modo personal, para
establecer una relación que permita conocer y escu-
char sus deseos, sus dificultades y fatigas y, a veces,
sus miedos y sus temores. Es una relación que quie-
re ir más allá de un conocimiento superficial, ofre-
ciendo una amistad caracterizada por la confianza
mutua y por el intercambio recíproco. La amorevo-
lezza, o la bondad, ha llegado a ser, así, forma sus-
tancial de la caridad de Don Bosco. Y nos pide hoy,
como en la Carta de Roma de 1884, la capacidad de
encontrarnos, la disponibilidad para la acogida, la
familiaridad. Como en Don Bosco, debemos culti-
var, todavía, el arte de dar el primer paso, eliminan-
do distancias y barreras, y haciendo nacer el gozo y
el deseo de volver a vemos, de ser amigos. Ese arte

3.10 Page 30

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40
Capítulo General XXVIII
consiste también en crear, con paciencia y dedica-
ción, una atmósfera rica de humanidad, un clima
familiar donde los chicos y los jóvenes se sientan
muy libres y capaces de expresar y de ser ellos mis-
mos, asimilando con gozo los valores que les son
propuestos. Esta pedagogía del espíritu de familia
es, además, una escuela de fe para los jóvenes. Ofre-
cemos amor y acogida incondicional, de manera que
puedan descubrir, progresivamente y desde una
opción de libertad personal, la confianza y el diálo-
go, así como la celebración y la experiencia comu-
nitaria de la fe.
Y no olvidamos de que la presencia salesiana es
una presencia especial, donde el Salesiano trata a
los jóvenes con profundo respeto, los encuentra en
su nivel de libertad, y los trata como sujetos activos
y responsables de la comunidad educativo-pastoral.
Por eso, el Salesiano aprende un estilo de escucha,
diálogo y discernimiento personal y comunitario. Y
esto es válido no solo en la pastoral entre los jóvenes
sino también en nuestras casas de formación, donde
«se aprende a ser Salesianos».
Pero esta modalidad de presencia no es posible
si se está lejos de los jóvenes: lejos de ellos física-
mente y lejos de su psicología y de su mundo cul-
tural. El peligro es este. La alternativa es la de vivir
como Salesianos, como hijos de Don Bosco, la mis-
ma experiencia de paternidad que él vivió con sus
chicos, que se traduce en un verdadero amor y, al
mismo tiempo, una auténtica «autoridad» ante esos

4 Pages 31-40

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4.1 Page 31

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Líneas programáticas
41
mismos chicos. Partiendo del gran valor que tiene
para nosotros la presencia entre los jóvenes. En pa-
labras del Papa en su Mensaje al CG28, «vuestra
consagración es, ante todo, signo de un amor gra-
tuito del Señor y al Señor en sus jóvenes, que no se
define principalmente por un ministerio, una fun-
ción o servicio particular, sino por una presencia.
Antes, incluso que, de cosas a hacer, el Salesiano es
recuerdo vivo de una presencia donde la disponibi-
lidad, la escucha, la alegría y la dedicación son las
notas esenciales para suscitar procesos. La gratui-
dad de la presencia salva a la Congregación de toda
obsesión activista y de todo reduccionismo técnico-
funcional. La primera llamada es la de ser una pre-
sencia gozosa y gratuita en medio de los jóvenes».
Me permito recordar que la presencia, hoy, impli-
ca también el mundo digital, un verdadero nuevo
areópago para nosotros, un hábitat de los jóvenes de
hoy. También, aquí, debemos estar presentes, con
una clara identidad salesiana, con el deseo de llevar
el anuncio de la Buena Nueva, simplemente con la
alegría y sencillez de los discípulos del Señor14•
14 «La revolución digital que pide comprender las profundas trans-
formaciones que están aconteciendo no solo en el campo de la co-
municación sino, sobre todo, en el modo de configurar y gestionar
nuestras relaciones humanas» (núcleo 1 del CG28).

4.2 Page 32

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42
PROPUESTA
Capítulo General XXVIII
Propongo para este sexenio, como expresión de
nuestra CONVERSIÓN, algo ya pedido en el
CG26, es decir:
«Que cada Salesiano encuentre el tiempo de
estar en medio de los jóvenes como amigo, edu-
cador y testigo de Dios, sea cual sea su función
en la comunidad»15.
Y, aunque suena extraño tener que pedir a un
Salesiano que encuentre tiempo para estar con los
jóvenes, lo considero muy necesario.
Por esta razón se propone:
~ Promover una presencia efectiva y afectiva en-
tre y con los jóvenes en comunión de vida y de
acción. Y valorar y relanzar la hermosa experien-
cia y la renovada figura del asistente, no solo
para el tirocinante, sino para la vida entera del
Salesiano de Don Bosco.
~ Cuidar en cada presencia el estilo del ambiente
oratoriano: la atmósfera familiar, la acogida, y
la espiritualidad y la dimensión de la alegría pro-
funda.
15 CG26, «Da mihi animas, cetera to/le», n. 14.

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Líneas programáticas
43
~ Acompañar el dinamismo de los jóvenes median-
te el protagonismo y liderazgo de los mismos
jóvenes en cada casa y en la misión salesiana que
en ella se lleva a cabo.
~ Asegurar la presencia de los formadores en las
comunidades de formación, donde se comunica
el espíritu salesiano, ante todo con el ejemplo:
estar en medio de ellos, ayudando fuertemente a
los Hermanos jóvenes a ser los primeros respon-
sables de su propia formación.
~ Comprometer al dicasterio para la comunicación
social, en sus diversos niveles, en ofrecer instru-
mentos y estímulos para un permanente proceso
de verificación, de puesta al día, de inculturación
de la misión salesiana en el hábitat digital, donde
los jóvenes viven, implicando a nuestras univer-
sidades, en red con otros centros y agencias che
siguen más de cerca y estudian las transforma-
ciones que el mundo digital está llevando entre
las nuevas generaciones.

4.4 Page 34

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4. La formación para ser
SALESIANOS PASTORES HOY
«Iluminado por la persona de Cristo y por su
Evangelio, vivido según el espíritu de Don Bos-
co, el Salesiano se compromete en un proceso
de formación que dura toda la vida y respeta sus
ritmos de maduración. Vive la experiencia de los
valores de la vocación salesiana en los diferentes
momentos de su existencia, y acepta la ascesis
que supone tal camino.
Con la ayuda de María, madre y maestra, se es-
fuerza por llegar a ser educador pastor de los
jóvenes en la forma laica! o sacerdotal que le es
propia» (Const. 98).
La formación es verdaderamente un don precioso del
Señor que permite madurar en nosotros, como Sale-
sianos de Don Bosco, el inestimable don de la llama-
da del Padre a la vocación cristiana y consagrada Y,
a pesar de que la realidad numérica de las vocaciones
no sea homogénea en todo el mundo, la Congrega-
ción está siendo bendecida todos los años con un
número en tomo a los 450 novicios. Damos gracias
a Dios porque, como dicen nuestras Constituciones,
cada llamada manifiesta cuánto ama el Señor a la
Iglesia y a nuestra Congregación (cf. Const. 22).
Sin embargo, la Asamblea capitular también re-
conoció algunas de nuestras debilidades y las expre-
só así: «De hecho, notamos que, a veces, la identidad

4.5 Page 35

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Líneas programáticas
45
consagrada salesiana parece débil y poco arraigada:
la primacía de Dios en la vida personal y comunita-
ria no aparece siempre con claridad; formas de cle-
ricalismo y secularismo corren el riesgo de traer
«mundanidad espiritual» a la Congregación; la pro-
moción del Salesiano laico, en algunas regiones,
sigue siendo escasa; la falta de personal capacitado
en el campo de la salesianidad, a pesar del abundan-
te material disponible, es un signo de una atención
insuficiente a la profundización del carisma»16• De
hecho, esta petición surgió de manera muy fuerte
durante los trabajos de nuestro Capítulo General 28º.
Me atrevería a decir que, si esto sucede en todas
las congregaciones religiosas y también en la for-
mación de los seminarios diocesanos, la distancia
abismal que se percibe entre la formación y la mi-
sión salesiana es, sin duda, para nosotros un gran
desafío. Quizá esta distancia sea debida a la gran
diferencia que existe entre la realidad de las casas
de formación inicial y la vida en las comunidades
apostólicas (las comunidades ordinarias de todas las
Inspectorías); quizá el fenómeno depende de que la
formación no siempre llega a tocar el corazón del
joven Salesiano en formación; quizá porque en el
currículum formativo se adquieren conocimientos
e informaciones que no consiguen tocar la vida y la
misión salesiana. El crecimiento es un proceso len-
to de unificación de la persona, que pone en relación
16 CG28, Perfil del Salesiano hoy. Segundo núcleo, n. 1.

4.6 Page 36

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46
Capítulo General XXVlll
experiencias de vida, necesidades existenciales,
conocimientos, misión, relaciones, vocación, pro-
yecto de vida... En este proceso de unificación, nos
formamos para ser educadores y pastores en un
mundo nuevo y en una misión renovada. Cualquie-
ra que sea la razón de los límites formativos que
constatamos, nos encontramos ante un gran desafío
que la Congregación ha evidenciado y que debemos
afrontar decididamente en el sexenio.
Por otra parte, no podemos negar que existe una
peligrosa convicción: la de que la formación termi-
na una vez que han concluido las fases iniciales y,
en el caso de los candidatos al sacerdocio, se com-
pleta con su acceso al ministerio. Esta idea equivo-
cada nos hace mucho daño y nos lleva a pagar pre-
cios elevados en el ministerio pastoral. Se trata, por
tanto, de comprender la vocación como un proceso
de transformación personal que dura toda la vida,
aunque se caracteriza por una particular intensidad
y con atenciones específicas en las primeras etapas.
En definitiva, la formación es un camino necesario
para construir y cuidar nuestra vocación.
Con frecuencia no sabemos transformar la vida
pastoral cotidiana en una oportunidad permanente
para nuestra formación y, por esto, «la comunidad,
tanto la religiosa como la educativo-pastoral, no
logra ser el ambiente natural y ordinario en el que
se forma» 17• Somos conscientes de algunas posibles
17 Ibídem, n.3.

4.7 Page 37

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Líneas programáticas
47
fragilidades pastorales: superficialidad, improvisa-
ción, activismo. No es menor el peligro del indivi-
dualismo. Todo esto pide humildad, lucidez, auten-
ticidad y un nuevo impulso en la comprensión
comunitaria de nuestra vida y de nuestra acción.
Como se dijo en el Capítulo General, la forma-
ción inicial es una realidad poliédrica, positiva y
prometedora. Ante esta situación, la formación de
formadores, es decir, de los Hermanos que acom-
pañan con una «vocación particular dentro de la
propia vocación» la formación de los jóvenes Sale-
sianos, y la creación de buenos equipos de personas
que puedan acompañar las etapas de la formación,
son una verdadera urgencia y una auténtica priori-
dad ya que la comunidad es el primer lugar de
formación.
¿Debemos hablar, quizás, de la necesidad de
adoptar un nuevo estilo de formación? En su Men-
saje al Capítulo General, el papa Francisco nos dice
a este respecto que «pensar en el modelo de Sale-
siano para los jóvenes de hoy implica aceptar que
estamos inmersos en un momento de cambios»18•
Es necesario, por tanto, renovar nuestro estilo for-
mativo ya que necesita ser pensado siempre de mo-
do más personalizado, holístico, relacional, contex-
tual e intercultural19• Tendremos que seguir dando
pasos hacia adelante para definir y vivir realmente
18 lbidem, n. 5.
19 Cf. lbidem, n. 5.

4.8 Page 38

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48
Capítulo General XXVIII
la formación en el horizonte de la vocación y, por
lo tanto, lejos de ser comprendida, como a veces se
tiende a hacer, solo como un deber que dura pocos
años y necesariamente es algo que debemos superar
para llegar a la «vida real», a la vida concreta, a la
que se buscaba. ¡Qué concepto formativo tan peli-
groso el que opone la vida real a la formación del
Salesiano educador y pastor!
La formación, en definitiva, es un verdadero y
auténtico trabajo artesanal, tanto por parte del que
acompaña a los Hermanos, como por parte de cada
uno en su propio proceso formativo. Y en este cam-
po hoy, no cabe la «producción en serie». El artesa-
nado nos habla de obras de arte únicas, elaboradas
a mano, una a una. Hablando de este trabajo artesa-
nal, hoy no podemos ignorar la figura de la mujer
en los ambientes educativos salesianos. De hecho,
«la presencia de la mujer en muchas de nuestras
obras es, como destinataria y como corresponsable
de la educación, un hecho»2º. En este sentido el pa-
pa Francisco nos ha hecho un fuerte requerimiento
en su Mensaje al CG28 al decirnos «¿Qué sería de
Valdocco sin la presencia de Mamá Margarita?
¿Hubiesen sido posible vuestras casas sin esta mujer
de fe? l...] Sin una presencia real, efectiva y afec-
tiva de las mujeres, vuestras obras carecerían del
coraje y la valentía capaz de declinar la presencia
como hospitalidad, como casa. Frente el rigor ex-
2° CG24, n.166.

4.9 Page 39

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Líneas programáticas
49
cluyente es necesario aprender a gestar la vida nue-
va del Evangelio. Os invito a llevar adelante diná-
micas donde la voz de la mujer, su mirada y su
acción -apreciada en su singularidad- encuentren
eco en la toma de decisiones; como un actor no
auxiliar sino constitutivo de vuestras presencias».
Un renovado estilo y modelo de formación, tam-
bién con el fuerte subrayado que nos hace el papa
Francisco, no será posible olvidando al único y más
importante protagonista, que no es ni el formador
ni el formando, sino el Espíritu Santo, el Espíritu de
Dios y la docilidad de cada uno a ÉL Por esto mis-
mo, nuestras Constituciones nos recuerdan que «to-
do Salesiano asume la responsabilidad de su propia
formación» (Const. 99). Me permito añadir que
cada Hermano debe procurar que el Espíritu Santo
transforme su corazón a lo largo del curso de la vida
y en sus diferentes momentos.
Un camino formativo vivido así nos permitirá
consolidar en la Congregación lo ya dicho en las
páginas precedentes: el «Da mihi animas» debe ser
el motor de la pasión educativa y evangelizadora, y
también la «energía» de todo el proceso formativo.
De hecho, la naturaleza apostólica de nuestro ca-
risma marca, de modo determinante, nuestra forma-
ción. Como nos recuerda el papa Francisco en su
Mensaje, «es muy importante sostener que no so-
mos formados para la misión, sino que somos for-
mados en la misión, a partir de la cual gira toda
nuestra vida, con sus elecciones y sus prioridades.

4.10 Page 40

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50
Capítulo General XXVIII
La formación inicial y la permanente no pueden ser
una instancia previa, paralela o separada de la iden-
tidad y de la sensibilidad del discípulo».
Es evidente que tenemos, ante nosotros, uno de
los núcleos esenciales del camino de la Congrega-
ción en el próximo sexenio: Cuidar la vocación de
cada Hermano en particular, y la de los jóvenes Her-
manos en formación, de tal modo que consigamos,
todos, ser esos Don Bosco hoy que nuestros chicos
y los jóvenes y sus familias necesitan.
PROPUESTA
Nos comprometemos a superar la brecha entre
formación y misión favoreciendo en la Congre-
gación una renovada cultura de la formación en
la misión, para este momento, en todo el mundo
salesiano, con medidas y decisiones de gran sig-
nificatividad.
Por esta razón:
~ Promovamos un renovado compromiso en el
acompañamiento formativo de los Hermanos,
que pueda tocar el corazón y hacernos disponi-
bles para una verdadera y radical donación de
nosotros mismos. Con este fin, valoramos el sub-
sidio <<Jóvenes Salesianos y acompañamiento:
Orientaciones y pautas», que confirma que nues-

5 Pages 41-50

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5.1 Page 41

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Líneas programáticas
51
tro modelo de formación no puede ser otro que
el Sistema Preventivo.
~ Las comunidades de formación inicial deben
mantener un estilo de vida sobrio y caracterizado
por la profundidad espiritual y la gran capacidad
de servicio y trabajo, que preserve del aburgue-
samiento y forme a las exigencias de la núsión.
Se garantice el acompañamiento pastoral como
estrategia fundamental para una formación a la
núsión y en la núsión.
~ Invertimos energías en la búsqueda y en la for-
mación de formadores y afrontamos con valentía
el replanteamiento de las referencias institucio-
nales y de las estructuras formativas.
~ El Sector de la formación desarrollará un serio y
exigente trabajo de actualización de la Ratio, po-
tenciando lo que favorece la integración entre la
formación y la misión e impide la formación de
una brecha entre las dos dimensiones. El Sector
garantizará procesos de verdadera maduración y
personalización y de acompañamiento.

5.2 Page 42

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5. PRIORIDAD ABSOLUTA
por los jóvenes, los pobres
y los más abandonados
e indefensos
«El Señor indicó a Don Bosco, como primeros
y principales destinatarios de su misión, a los
jóvenes, especialmente a los más pobres.
Llamados a esa misma misión, nos percatamos
de su extrema importancia: los jóvenes viven los
años en que hacen opciones de vida fundamen-
tales, que preparan el porvenir de la sociedad y
de la Iglesia.
Con Don Bosco reafirmamos nuestra preferencia
por la «juventud pobre, abandonada y en peli-
gro», la que tiene mayor necesidad de ser querida
y evangelizada, y trabajamos, sobre todo, en los
lugares de mayor pobreza» (Const. 26).
Quisiera iniciar el desarrollo de esta prioridad par-
tiendo de las pocas frases que pude dedicar a este
tema en mi última intervención en el aula capitular,
antes de la conclusión anticipada de nuestro CG28.
Puedo aseguraros, queridos Hermanos, que las pa-
labras fueron pocas, pero la convicción era fuerte y
grande.
Dije: «Yo sueño que decir hoy «Salesianos de
Don Bosco» quiera decir, para las personas que es-
cuchen nuestro nombre, que somos consagrados un
poco «locos», es decir, «locos» porque aman a los

5.3 Page 43

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Líneas programáticas
53
jóvenes, sobre todo a los más pobres, con verdade-
ro corazón salesiano.
Queridos Hermanos, si nos alejamos de los más
pobres, eso será la muerte de la Congregación. Don
Bosco lo dijo al hablar de la pobreza y de la riqueza.
Me permito, todavía, especificar: si un día dejamos
a los chicos y, entre ellos, a los más pobres, comen-
zará el declive de la Congregación. Una Congrega-
ción que, gracias a Dios, goza ahora de buena salud,
¡más allá de nuestras debilidades!
Prestemos, pues, atención a lo que considero una
«auténtica deliberación capitular», aunque no en
sentido propio, porque su contenido ya se encuentra
en nuestras Constituciones: opción radical, prefe-
rencial, personal, institucional y estructural -en
resumen, desde todos los puntos de vista- por los
chicos más necesitados, pobres y excluidos. Es una
opción que se manifiesta, de manera especial, en la
defensa de los chicos y jóvenes explotados y vícti-
mas de cualquier abuso: del abuso sexual a la vio-
lencia, de la injusticia al abuso de poder. Este cuar-
to desafío es un hermoso compromiso que debemos
llevar en nuestros corazones. Un sexenio guiado por
esta luz nos dará mucha vida».
Estoy convencido de que, asumir esta perspecti-
va como irrenunciable, será muy significativo en
toda la Congregación y en todos los contextos, cul-
turas y continentes. Hoy hay muchas pobrezas ju-
veniles que reclaman de la entera familia humana
y, sin duda, de nosotros Salesianos en particular,

5.4 Page 44

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54
Capítulo General XXVIII
una atención urgente. De hecho, la historia nuestra
Congregación está plagada de llamadas para ir al
encuentro de los jóvenes más pobres. «Hemos con-
traído, como hijos de Don Bosco, un compromiso
histórico de servicio a los jóvenes pobres»21
Nuestro mismo padre Don Bosco ya nos decía:
«El mundo nos recibirá siempre con agrado, mien-
tras nuestros afanes vayan encaminados a los hijos
de los pobres, de los más abandonados por la socie-
dad. Esta es nuestra mayor satisfacción, que ningu-
no vendrá a arrebatarnos»22•
Hace muchos años, el CGXIX, declaraba que
«hoy más que nunca, Don Bosco y la Iglesia nos
mandan preferentemente a trabajar entre los pobres,
los menos favorecidos y el pueblo»23• El CGXX
habló de la prioridad absoluta de los «jóvenes» y
entre ellos prioridad a «los pobres y abandonados»
cuando pedía que fueran los destinatarios concretos
de nuestra misión24•
Nosotros mismos hemos dicho, en nuestro recien-
te Capítulo, que somos consagrados por Dios para
los jóvenes más pobres. Como Don Bosco, también
nosotros hemos prometido, en nuestra profesión re-
ligiosa, que nos ofrecemos a Dios entregando nues-
tras fuerzas al servicio de los jóvenes, especialmen-
21 CGXX, n. 580.
22 MBe XVII, 239; cf. Mbe XVII, 183.
23 CGXIX, ACS 244, p. 94.
24 CGEXX, n. 45.

5.5 Page 45

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Líneas programáticas
55
te los más pobres y, por esto, debemos «escuchar
juntos la llamada que Dios nos dirige en las pobrezas
juveniles. También requiere profundidad espiritual,
para no caer en el activismo o en una mentalidad
empresarial; preparación cultural, para comprender
los fenómenos en los que estamos inmersos y las
nuevas pobrezas juveniles; voluntad de trabajarjun-
tos, abandonando todo individualismo pastoral; fle-
xibilidad para repensar nuestro estilo de vida y nues-
tras obras, especialmente cuando ya no expresan la
energía misionera del carisma y responden, princi-
palmente, a lógicas de mantenimiento»25
En definitiva, la llamada, que dirijo a todos, es la
de mirar verdaderamente los rostros de nuestros
chicos y de nuestros jóvenes hasta llegar a conocer
sus historias de vida, tantas veces llenas de auténti-
cas tragedias. Si esto sucede es porque amamos de
verdad a los jóvenes y nos producirá sufrimien-
to y dolor. El papa Francisco, al hablarnos de la
opción Valdocco y el don de la juventud, nos dice
algo precioso, que no me ha dejado indiferente. Es-
cribe: «El Oratorio salesiano, y todo lo que surgió
a partir de él, como cuenta la Biografía del Orato-
rio, nació como respuesta a la vida de jóvenes con
un rostro y una historia, que movilizaron a aquel
joven sacerdote, que no podía permanecer neutral
o inmóvil ante lo que acontecía. Fue mucho más que
25 CG28, Prioridad de la misión salesiana entre los jóvenes de hoy.
Primer núcleo, n. 8.

5.6 Page 46

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56
Capítulo General XXVIII
un gesto de buena voluntad o de bondad e, inclusive,
mucho más que el fruto de un proyecto de estudio
sobre «viabilidad numérico-carismática». Lo pien-
so como un acto de conversión permanente y de
respuesta al Señor que, «cansado de llamar» a nues-
tras puertas, espera que lo vayamos a buscar y en-
contrar... O que le dejemos salir, cuando llama
desde dentro. Conversión que implicó (y complicó)
toda su vida y la de todos los que estaban a su alre-
dedor. Don Bosco no solo no elije separarse del
mundo para buscar la santidad, sino que se deja in-
terpelar y elije cómo y qué mundo habitar»26•
PROPUESTA
En el sexenio, la Congregación, en todas sus Ins-
pectorías, hace una opción radical, preferente,
personal -de cada Salesiano- e institucional en
favor de los más necesitados, de los chicos, de las
chicas y de los jóvenes pobres y excluidos, con
una particular atención en la defensa de los que
son explotados y víctimas de cualquier abuso y
violencia («abuso de poder, económico, de concien-
cia, sexual»27).
26 FRANCISCO, Mensaje al CG28.
27 Ch V, 98.

5.7 Page 47

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Líneas programáticas
57
Por esta razón
~ En cada presencia salesiana del mundo, y en ca-
da Inspectoría, deben tomarse decisiones para
que los niños y los jóvenes más pobres, en los
lugares donde estamos presentes, nunca sean
excluidos de ninguna casa salesiana, sean cuales
sean los esfuerzos que se deban hacer. Pensar,
decidir, crear modos de hacer posible esta opción
(como hizo siempre nuestro padre Don Bosco).
~ En cada Inspectoría y casa salesiana tendremos
un código ético para el cuidado, la prevención y
la defensa de los menores que tenemos confia-
dos, con el compromiso de protegerlos de cual-
quier tipo de abuso, venga de donde venga. Para
nosotros los chicos, las chicas y los jóvenes son
sagrados en el nombre de Dios.
~ A nivel mundial, inspectorial y local, nos com-
prometemos a favorecer las diversas redes, las
acciones y las buenas prácticas que se refieren a
nuestra obra y presencia entre los chicos, las chi-
cas y los jóvenes más pobres, en particular tam-
bién entre los refugiados y los inmigrantes. Las
organizaciones salesianas como DBnetwork,
DBGA y RAS deben ayudar a garantizar la pro-
tección de los menores y a caminar siempre en
mayor comunión con el Sector de la Pastoral Ju-
venil de la Congregación.

5.8 Page 48

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6. JUNTO CON LOS SEGLARES
EN LA MISIÓN
Y EN LA FORMACIÓN.
La fuerza carismática
que nos ofrecen los seglares
y la Familia Salesiana
«En nuestras obras formamos la comunidad edu-
cativa y pastoral. Esta, en clima de familia, inte-
gra aj6venes y adultos, padres y educadores, de
modo que pueda convertirse en una experiencia
de Iglesia, reveladora del plan de Dios.
En esta comunidad los seglares asociados a nues-
tro trabajo aportan la originalidad de su experien-
cia y de su modelo de vida.
Acogemos y fomentamos su colaboración y les
ofrecemos la posibilidad de conocer y profundi-
zar el espíritu salesiano y la práctica del Sistema
Preventivo.
Favorecemos el crecimiento espiritual de cada
uno y, a quien sea llamado a ello, le proponemos
que comparta más de cerca nuestra misión en la
Familia Salesiana» (Const. 47).
Este artículo de nuestras Constituciones contiene
los elementos más esenciales de nuestra misión
compartida con los seglares. Con esta visión debe-
mos confrontarnos para ver en qué medida el cami-
no de la Congregación, de cada Inspectoría y de
cada Hermano, está moviéndose en esta dirección,

5.9 Page 49

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Líneas programáticas
59
que define bien nuestra identidad carismática. Es-
tamos comprometidos en la formación de los segla-
res que comparten la misión con nosotros, apoyan-
do su crecimiento personal, su camino de fe y su
identificación vital con el espíritu salesiano. Ade-
más, debemos ofrecer los medios que les capaciten
para el desempeño de las tareas que tienen enco-
mendadas. «El (re)descubrimiento de la vocación y
de la misión de los seglares es uno de los grandes
frentes de renovación propuesto por el Concilio Va-
ticano Il y reflexionado en el sucesivo Magisterio»28•
Nuestro CG24 ha sido, ciertamente, una respuesta
carismática a la eclesiología de comunión del Vati-
cano 11. Sabemos bien que Don Bosco, desde el
inicio de su misión en Valdocco, implicó a muchos
seglares, amigos y colaboradores para que formasen
parte de su misión entre los jóvenes. «Logra que un
grupo de eclesiásticos, seglares, hombres y mujeres,
compartan su labor y se haga corresponsable en
ella»29• Se trata, por tanto, a pesar de nuestras resis-
tencias, de un camino que no tiene punto de retorno
porque el modelo operativo de la misión comparti-
da con los seglares, tal como lo proponía el CG24
es, de hecho, «el único válido y viable en las condi-
ciones actuales»3º.
28 CG28, Con los seglares en la misión y en la formación. Núcleo
3, reconocer, n. l.
29 CG24, n. 71.
°3 CG24, n. 39.

5.10 Page 50

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60
Capítulo General XXVIII
Veinticuatro años después de la celebración de
este Capítulo General, debemos reconocer que la
acogida y la realización de las decisiones que se
adoptaron son muy diversas. En algunas Regiones
la presencia de los seglares en la misión salesiana
ha llegado a ser más evidente. En otras Regiones de
la Congregación el camino es mucho más lento. En
otros casos, la experiencia de comunión se encuen-
tra todavía en los inicios -como un camino apenas
iniciado-y, a veces, encontramos también fenóme-
nos de verdadera y auténtica resistencia.
Ciertamente, en estos años, aun en las más dife-
rentes realidades culturales, se han realizado pro-
gresos. Con frecuencia las relaciones entre Salesia-
nos y seglares se caracterizan por la cordialidad, el
mutuo aprecio, el respeto, la colaboración y, cuando
hay una clara identidad, la realidad de las comuni-
dades educativo-pastorales es muy rica -aunque no
siempre se perciba el valor de la vocación y de la
misión de los seglares. En efecto, tendemos a reco-
nocer más fácilmente lo que hacen respecto a su
identidad laica!.
Es cierto que, entre los seglares de las presencias
salesianas en las 134 naciones donde nos encontra-
mos, existe una gran variedad: muchos trabajan de
modo contractual y otros muchos, especialmente
los más jóvenes, como voluntarios. Hay seglares
con una fuerte identidad cristiana y carismática, y
otros que se encuentran lejos de esta realidad. Hay
quienes son católicos, cristianos de otras denomi-

6 Pages 51-60

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6.1 Page 51

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Líneas programáticas
61
naciones, o seglares que profesan otras religiones,
y también personas indiferentes al hecho religioso.
Del mismo modo, las formas de relación entre las
comunidades y las obras son diversas según la rea-
lidad existente, los contextos etc.... En la reflexión
hecha en el Consejo General, hemos tomado con-
ciencia de esta gran diversidad, como se recoge en
nuestra contribución al núcleo 3 del Capítulo que
quedó sin desarrollar en la Asamblea capitular a
causa del COVID-1931
Como dije anteriormente, «nuestro Fundador se
preocupó de involucrar al mayor número posible de
colaboradores en su proyecto operativo; de Mamá
Margarita a los que daban trabajo, de la buena gen-
te del pueblo a los teólogos, de los nobles a los po-
líticos de la época (cf. CG24, 69-86).
Nacimos y crecimos históricamente en comunión
con los seglares y ellos con nosotros. En particular,
debemos subrayar la importancia que los jóvenes han
tenido en el desarrollo del carisma y de la misión
salesiana: ¡Don Bosco encontró a sus primeros cola-
boradores en los jóvenes, que, en cierto sentido se
convirtieron en ca-fundadores de la Congregación!»32•
Tantas veces yo mismo he expresado -y sin duda
otros Rectores Mayores- con fuerte convicción, que
31 Cf./bidem,n.12-17.
32 CG28, Con los seglares en la misión y en la formación. Núcleo
3, interpretar, n. 35.

6.2 Page 52

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62
Capítulo General XXVIII
la participación de los seglares en el carisma sale-
siano y en la misión no es una concesión por nuestra
parte, o una gracia que les brindamos, y ni siquiera
un camino de supervivencia-como tantas veces han
pensado muchos Hermanos. Es un derecho ligado
a su vocación específica. Naturalmente aquí se ve
la diferencia entre ser simples trabajadores en una
casa salesiana, y en formar parte, al mismo tiempo,
de un trabajo, de una misión y de una vocación. Es
una relación radicalmente diferente. Esto exige de
nosotros, en muchos casos, un decidido cambio de
perspectiva. Como consagrados, somos una encar-
nación específica del carisma salesiano, pero no
somos los únicos depositarios del mismo.
De ahí que resulta una prioridad absoluta: «Com-
partir el espíritu salesiano y el crecimiento en la
corresponsabilidad requieren compartir algunos
itinerarios y experiencias formativas orientadas a la
espiritualidad y la misión, evidentemente sin des-
cuidar caminos formativos específicos para Salesia-
nos consagrados y seglares. La formación conjunta
en la misión compartida es una prioridad absoluta
y debe dirigirse, sobre todo, a los miembros del nú-
cleo animadoD>33•
33 CG28, Con los seglares en la misi6n y en la formaci6n. Núcleo
3, interpretar, n. 42. Cf. Animación y gobierno de la comunidad,
106 y 122.

6.3 Page 53

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Líneas programáticas
63
Los seglares son compañeros de camino, no sus-
titutos o subrogados de los religiosos: ellos y noso-
tros tenemos identidades y tareas específicas para
la misión. Por ello, nuestros colaboradores seglares
tienen necesidad de conocer y experimentar muy de
cerca a Don Bosco y lo que se vive en las casas sa-
lesianas en las que se encuentran. Tal conocimiento
y formación no se recibe solamente con cursos aca-
démicos sino de modo muy especial reflexionando,
verificando y proyectando lo que se vive juntos en
dicha presencia. Es esencial seguir dando pasos en la
formación común y conjunta, especialmente en
aquellos aspectos que se refieren al conocimiento y
la vivencia de nuestro carisma compartido. Sabe-
mos, de hecho, que «el primero y mejor modo de
formarse y formar en el compartir y en la correspon-
sabilidad es el correcto funcionamiento de la comu-
nidad educativo-pastora1»34•
Me queda por subrayar, de modo muy particular
y firme, que esta misión compartida con los seglares
tiene su desarrollo más pleno y auténtico cuando
ellos son miembros de alguno de los treinta y dos
grupos de la Familia Salesiana, de los cuales, como
se sabe, doce son grupos laicales. En el caso de los
miembros pertenecientes la Familia Salesiana, el
grado de identidad carismática es, con frecuencia,
muy alto, y juntos vivimos una verdadera vocación
en el carisma. Este es un motivo más para dar prio-
34 CG24,43.

6.4 Page 54

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64
Capítulo General XXVIII
ridad a la presencia de miembros de la Familia Sa-
lesiana en nuestras presencias, también como traba-
jadores, cuando su profesionalidad reúna las mismas
condiciones que los demás.
Por último, no hemos de olvidar que, el futuro de
este elemento carismático -la misión y la formación
compartida con los seglares- pasa a través de la
formación de los futuros Salesianos. No os oculto,
queridos Hermanos, que me preocupa la tendencia
de una parte de nuestros Hermanos jóvenes, que
anhelan, me atrevería a decir incluso con vehemen-
cia, terminar las etapas formativas para verse con
autoridad, posiciones y responsabilidades ante los
seglares. Es una tendencia totalmente contraria al
camino que queremos hacer como Congregación.
De ahí que «la formación en y para la misión com-
partida debe tocar también la formación inicial de
los Salesianos, no solo como tema de estudio, sino
también a través de experiencias pastorales sema-
nales y estivas. La experiencia de trabajar con y
bajo la dirección de seglares durante el tirocinio, así
como la participación en el consejo de la comunidad
educativo-pastoral, son momentos preciosos de for-
mación, especialmente si están bien acompañados
por los miembros del núcleo animador, tanto segla-
res como Salesianos»35•
35 CG28, Con los seglares en la misión y en la formación. Núcleo
3, interpretar, n. 43.

6.5 Page 55

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Líneas programáticas
65
PROPUESTA
~ Toda la Congregación y todas las Inspectorías
del mundo den «pasos hacia adelante» en el tes-
timonio de la misión compartida y de la forma-
ción conjunta, mejorando la realidad y el funcio-
namiento de las CEP en todas las presencias de
la Congregación. Se puede estar más adelante o
más atrás en el vivir la misión y la formación en
la CEP y de la CEP, pero no se puede no caminar
en esta dirección. Sigue siendo una prioridad y
una urgencia lo que ya pedí en el CG27: «La
misión compartida entre Salesianos y seglares ha
dejado de ser opcional, si es que alguien lo sigue
pensando así»36•
~ Damos pasos para incorporar seglares en los
equipos formativos de las comunidades de for-
mación inicial.
~ En estos seis años, en cada Inspectoría y presen-
cia salesiana, se llevará adelante, conjuntamente
entre Salesianos y quienes comparten la misión
y forman parte del núcleo animador, un proceso
de discernimiento para:
- evidenciar con realismo la situación de la mi-
sión y de la formación compartida (reconocer);
36 CG27, Testigos de la radicalidad evangélica. Documentos Ca-
pitulares. Discurso del Rector Mayor en la clausura del CG27, n.
3.7, Roma, 2014.

6.6 Page 56

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66
Capítulo General XXV/Il
- ponerse en sintonía con el camino que la Igle-
sia y la Congregación están haciendo (inter-
pretar);
- trazar y activar procesos de crecimiento y de
transformación, en sinergia con las demás rea-
lidades inspectoriales, regionales y de Con-
gregación (elegir).
Por esta razón:
)"" Los seglares, con una fuerte identidad carismá-
tica, serán incorporados, gradualmente, en los
equipos inspectoriales, asumiendo, también, ta-
reas de responsabilidad, de coordinación y de
liderazgo (dirección).
)"" En las Inspectorías se realizará una formación
según el modelo operativo de animación y go-
bierno de las casas, según lo determinado ya en
elCG24.
)"" En las Inspectorías y en las presencias salesianas
haremos que sea significativo el testimonio evi-
dente y fuerte de la Familia Salesiana dentro de
laCEP.
)"" Los centros regionales de formación permanen-
te, con el apoyo de los dicasterios para la Pastoral
Juvenil y para la Formación, preparan subsidios,
adaptados a los diversos contextos regionales, y
favorecen este proceso a nivel inspectorial y lo-
cal. Llegan a ser, por eso mismo, receptores y

6.7 Page 57

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Líneas programáticas
67
difusores de buenas prácticas y de materiales,
que servirán como ejemplo y estímulo para otras
realidades salesianas.
~ En el ámbito de las CEP locales se valoriza, co-
mo camino de formación permanente, la tercera
parte de <<Animación y gobierno de la comuni-
dad. El servicio del Director salesiano», dedica-
da a «la comunidad educativo-pastoral».
~ Este proceso será uno de los campos a los que
prestar atención prioritaria en las visitas inspec-
toriales, en los Capítulos inspectoriales de mitad
de sexenio, en las Visitas Extraordinarias y en las
visitas de conjunto.

6.8 Page 58

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7. ES TIEMPO DE GENEROSIDAD
EN LA CONGREGACIÓN.
En una Congregación
siempre misionera
«A cada uno de nosotros Dios lo llama a formar
parte de la Sociedad salesiana. Para esto recibe
de Él dones personales y, si corresponde fielmen-
te, encuentra el camino de su plena realización
en Cristo.
La Sociedad reconoce su vocación y le ayuda
a desarrollarla; él, como miembro responsable,
pone su persona y sus cualidades al servicio de
la vida y la acción común. Toda llamada mani-
fiesta que el Señor ama a la Congregación, la
quiere viva para el bien de su Iglesia y no cesa
de enriquecerla con nuevas energías apostólicas»
(Const. 22).
En la sesión de clausura del CG28 manifesté que, a
mi juicio, «es tiempo de generosidad en la Con-
gregación». No me cabe duda de que tenemos una
historia de 161 años caracterizada por una gran ge-
nerosidad, iniciada ya con Don Bosco. Pero me
parece que hoy esta generosidad se hace más nece-
saria que nunca. Intentaré explicarme con claridad.
Hoy, no menos que en el pasado, la realidad nos
habla de la necesidad de la evangelización, de las
necesidades pastorales y de promoción humana que
llegamos a conocer en contacto con diversos con-

6.9 Page 59

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Líneas programáticas
69
textos. Son frecuentes los reclamos, las llamadas, y
las interpelaciones que se nos dirigen para que asu-
mamos este o aquel servicio en tantas partes del
mundo. Vemos chicos, chicas, jóvenes y familias
en dificultad en cada continente.
~ Dios nos sigue llamando en todo el mundo a
ser «testigos-signo» de su Amor salvador para
los jóvenes más pobres.
~ Se necesita nuestra ayuda como evangeliza-
dores y educadores para los jóvenes y los adul-
tos de las clases populares, en los más diversos
contextos culturales y religiosos.
~ Existe también una urgente necesidad de edu-
cación y de acción, por nuestra parte, para tes-
timoniar y promover la justicia en el mundo.
~ La pobreza y las pobrezas siguen siendo para
nosotros un grito, la mayoría de las veces si-
lencioso, sin voz: jóvenes con sus pobrezas
materiales y afectivas, auténticos huérfanos,
aun teniendo padres o familia, pobrezas cultu-
rales (sin acceso a la escuela, a la instrucción),
pobrezas espirituales (sin conocimiento algu-
no de los valores trascendentes, ni de Dios).
La esperanza de poder trabajar (y a veces tam-
bién estudiar más fácilmente), sigue provo-
cando emigraciones masivas a las grandes
ciudades (y también hacia otros países), con
las naturales consecuencias de inadaptación y
marginación social. A esto se suma la escalo-

6.10 Page 60

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70
Capítulo General XXVI/J
friante realidad de los refugiados y de los cam-
pos en los que viven; en varios de estos, nues-
tros Hermanos comparten vida con estos
mismos refugiados (Kakuma-Kenia, Juba-
Sudán del Sur, Palabek-Uganda).
Podría ampliar el elenco de este conjunto de si-
tuaciones.
Queridos Hermanos, todos nosotros pertenece-
mos a Dios y a nuestra única Congregación de la
que, gozosamente, somos miembros. Todos somos
Salesianos de Don Bosco para el mundo. Nuestro
afecto irá siempre a los Hermanos de nuestra Inspec-
toría de origen, en la que hemos «nacido vocacional-
mente», pero nuestra pertenencia más verdadera y
profunda es a la Congregación, y esto comienza con
nuestra misma profesión religiosa.
Por esta razón, considero que, en el próximo se-
xenio, esta apertura de horizontes debe hacerse aún
más efectiva y real, gracias a la disponibilidad de
Hermanos y a la respuesta generosa de las Inspec-
torías que tienen mayores posibilidades de ofrecer
una ayuda a otros Hermanos. A veces con acuerdos
entre los mismos Inspectores; otras veces con la
mediación del Rector Mayor y su Consejo, cuando
se trata de nuevas fundaciones, de nuevos desafíos
misioneros, de nuevas presencias en otras naciones
o en nuevas fronteras misioneras.
Afortunadamente las Inspectorías económica-
mente más pobres son las más ricas en vocaciones,

7 Pages 61-70

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7.1 Page 61

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Líneas programáticas
71
y la formación de todos estos Hermanos es posible
gracias a la generosidad de toda la Congregación.
Una vez más se demuestra que la generosidad hace
posible todos los sueños.
Vivimos tiempos en los que debemos afrontar la
realidad con mentalidad renovada que nos permita
«superar fronteras». En un mundo en el que las fron-
teras son cada vez más «una defensa contra los
otros», la profecía de nuestra vida, como Salesianos
de Don Bosco, consiste también en esto: en mostrar
que para nosotros no hay fronteras. La única rea-
lidad a la que respondemos es: Dios, el Evangelio
y la misión que se nos ha confiado. Y por eso mis-
mo, nuestras comunidades internacionales e inter-
culturales tienen hoy un gran valor profético, sin
que por ello ocultemos que construir la fraternidad
en la diversidad exige mirada de fe y compromiso
personal.
La realidad misionera de nuestra Congregación
nos sigue interpelando y presentando hermosos de-
safíos, las misiones nos lanzan hacia adelante y
nos hacen soñar hermosos sueños que se hacen
realidad.
Cuando en los años ochenta del siglo pasado, año
tras año, seguíamos perdiendo Hermanos de modo
significativo, el Rector Mayor don Egidio Vigano
lanzó, de manera profética, el Proyecto África, que
hoy es una hermosa realidad. Cuando en el año
2000, ante el nuevo milenio, se constataba la dura
realidad pastoral y la necesidad de una nueva evan-

7.2 Page 62

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72
Capítulo General XXVlll
gelización para Europa, don Pascual Chávez pro-
movió, con convicción, el Proyecto Europa. Estos
no son tiempos para preocuparse por sobrevivir,
sino oportunidades para ser más significativos.
El papa Francisco en su Mensaje al CG28 nos
invitaba, también, a estar atentos a los miedos que
terminan «por instalarnos en una inercia paralizante
que priva a vuestra misión de la parresía propia de
los discípulos del Señor. Tal inercia, también puede
manifestarse en una mirada y una actitud pesimistas
ante todo lo que nos rodea y, no solo, respecto a las
transformaciones que se operan en la sociedad, sino
también en relación con la propia Congregación, con
los Hermanos y con la vida de la Iglesia. Esta actitud
que termina por «boicotear» e impedir cualquier
respuesta o proceso altemativo»37•
PROPUESTA
Propongo a toda la Congregación que hagamos con-
creta esta hora de generosidad asumiendo de mo-
do natural la disponibilidad de Hermanos de todas
las Inspectorías (transferencias, intercambio, ayuda
temporal) para servicios internacionales, nuevas
fundaciones, nuevas fronteras a las que queremos
llegar.
37 FRANCISCO, Mensaje al CG28.

7.3 Page 63

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Líneas programáticas
73
Por esta razón:
~ Las Inspectorías estarán atentas y disponibles
ante las llamadas del Rector Mayor para las ne-
cesidades y desafíos que asumiremos.
~ Los 150 años de la primera expedición misionera
de Don Bosco a Argentina (que tendrá lugar en el
año 2025), y el primer centenario de la presencia
misionera en el Nordeste de India (en el año
2022), serán la oportunidad para continuar el pro-
yecto misionero de nuestra Congregación.
~ Hemos concretizado la llamada misionera invi-
tando a cada Inspectoría a abrir en su interior,
durante el sexenio precedente, un proyecto mi-
sionero (refugiados, inmigrados, puestos fronte-
rizos, niños explotados...) dando prioridad a la
significatividad y a las verdaderas peticiones de
ayuda de los jóvenes de hoy.
~ El Rector Mayor y su Consejo indicarán los pa-
sos oportunos para consolidar, en el dicasterio
(Sector) de la Pastoral Juvenil de la Congrega-
ción, la sección que se ocupe, prioritariamente,
de la realidad de los refugiados y de los migran-
tes (en especial los menores no acompañados y
los jóvenes)

7.4 Page 64

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8. Acompañando a los jóvenes
hacia un FUTURO SOSTENIBLE
Reconocemos que, la atención a un futuro sosteni-
ble es una conversión cultural, no una moda, y como
toda conversión tiene necesidad de ser llamada con
fuerza con su nombre nuevo.
La Asamblea capitular se expresó con total una-
nimidad, en cuando se propuso que, una pequeña
comisión, recogiera la sensibilidad existente en no-
sotros frente a esta emergencia. El cuidado de la
Creación no es una moda. Está en juego la vida de
la humanidad, por más que muchos funcionarios
públicos, prisioneros de intereses económicos, mi-
ren hacia otro lado o nieguen lo que es innegable.
Esta sensibilidad se ha concretado en la deliberación
capitular aprobada por la Asamblea. El papa Fran-
cisco reiteró que debemos evitar una «emergencia
climática» que puede «perpetrar un brutal acto de
injusticia frente a los pobres y a las generaciones
futuras» 38
Nuestro compromiso por una ecología humana
integral nace de la convicción de fe, según la cual
38 FRANCISCO, Discurso del Santo Padre Francisco a los participan-
tes en un encuentro organizado por el Dicasterio para el servicio del
desa"ollo humarw integral sobre el tema: Transición energética y
cuidado de nuestra casa común, Roma 14 de junio de 2019.

7.5 Page 65

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Líneas programáticas
75
«todo está relacionado, y que el auténtico cuidado
de nuestra propia vida y de nuestras relaciones con
la naturaleza es inseparable de la fraternidad, la jus-
ticia y la fidelidad a los demás»39• Dentro de la vida
social de los seres humanos, no podemos separar el
cuidado del ambiente. Por tanto, la ecología debe
ser integral, humana. Y, en consecuencia, estamos
invitados a una conversión ecológica que no afecta
solo a la economía y a la política, sino también a la
vida social, a las relaciones, a la afectividad y a la
espiritualidad.
En los últimos años, hemos asistido a los des-
acuerdos de los políticos de varias naciones ante
esta emergencia. La última reunión de los líderes de
los países en Santiago de Chile (pero celebrada en
Madrid-España) tuvo como único resultado el acuer-
do de reunirse de nuevo dentro de un año. Ningún
acuerdo operativo significativo.
Al mismo tiempo, millones y millones de perso-
nas, la mayoríajóvenes, han elevado un grito global.
El papa Francisco, sensible a esta realidad, como
bien ha demostrado, recuerda que los mismos jóve-
nes piden un cambio radical y «se preguntan cómo
se pueda pretender construir un futuro mejor sin
pensar en la crisis ambiental y en los sufrimientos
de los excluidos»40•
39 Cf. FRANCISCO, Carta encíclica Laudato si', 137-161, (mayo 24
de 2015; en adelante L5).
40 LS 13.

7.6 Page 66

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76
Capítulo General XXVlll
La propuesta de deliberación capitular se expre-
sa así: «junto al papa Francisco reconocemos la
evidencia manifestada por la ciencia de que la ace-
leración del cambio climático derivado de la activi-
dad humana es real. La contaminación del aire, la
contaminación del agua, la eliminación inadecuada
de los residuos, la pérdida de biodiversidad y otras
cuestiones ambientales que tienen un impacto ne-
gativo sobre la vida humana, están en aumento. La
producción y el consumo no sostenible están empu-
jando nuestro mundo y sus ecosistemas más allá de
sus propios límites, minando su capacidad de hacer-
se con recursos y acciones esenciales para la vida,
el desarrollo y su regeneración»41
En el momento en el que estoy escribiendo estas
líneas, el planeta Tierra y todos los países del mun-
do están siendo golpeados, en mayor o menor grado,
por este virus COVID-19 que hasta el día de hoy se
ha cobrado la vida de 624.000 personas y ha infec-
tado a 15.300.000 personas. Y bien sabemos que la
vida de una sola persona es sagrada y hay mucho
dolor a causa de tantos muertos. Pero no es menos
cierto que el planeta Tierra está sangrando desde
hace décadas, y que la contaminación se está co-
brando cada año muchas más vidas que las que ha
provocado el COVID-19. Lamentablemente, este
hecho no se toma tan en serio.
41 CG28, Propuesta para la deliberación sobre la ecología.

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Líneas programáticas
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No es menos cierto que los más pobres, ¡siempre
los más pobres!, sufren los efectos desastrosos de la
deforestación y del cambio climático, de la ruina de
sus paupérrimas cosechas, su único modo de vida.
Esto tampoco es denunciado.
Podría seguir haciendo un elenco de estas situa-
ciones. No es necesario. Basta con subrayar que
como educadores y pastores no podemos permane-
cer indiferentes a esta realidad. Tenemos que hacer
algo.
PROPUESTA
Escuchando el grito que, a nivel mundial, brota
de tantos jóvenes de hoy, los SALESIANOS NOS
COMPROMETEMOS A SER TESTIGOS CREÍ-
BLES, personal y comunitariamente, de CON-
VERSIÓN en el cuidado de la Creación y en la
Espiritualidad Ecológica42•
Por esta razón:
~ Cada Inspectoría del mundo responderá, a través
del delegado inspectorial para la Pastoral Juvenil,
a la petición de hacer de nuestras escuelas, cen-
tros educativos, campus universitarios, oratorios
y parroquias, modelos educativos en el cuidado
42 LS 217.

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Capftulo General XXVlll
del ambiente y de la naturaleza. En la educa-
ción debemos incluir, como opción salesiana, la
acción en favor de la Creación: el cuidado de la
naturaleza, del clima y del desarrollo sostenible.
~ Extendamos, en medida de lo posible, la red de
instituciones salesianas que se incorporarán a la
Don Bosco Green Alliance, promoviendo la
participación de jóvenes en campañas globales
en favor del sostenimiento de las causas ambien-
tales y ecológicas para el cuidado de la Creación
y de la vida humana.
~ Aceptamos la petición hecha al CG28 por la con-
ferencia salesiana sobre las energías renovables de
noviembre de 2019, pidiéndonos que la Congre-
gación asuma, para todas las lnspectorías del
mundo, el 100% de energías renovables antes
del 2032. Aun siendo muy desigual la realidad de
la Congregación en los diversos países, aceptamos
este desafío en colaboración con las OPD de las
Inspectorías, las ONG salesianas, el DBN.
CONCLUSIÓN
Mis queridos Hermanos: Concluyo estas líneas pro-
gramáticas invitándoos a que acogerlas no como
una simple carta, sino como un mensaje y un pro-
grama que quiere ser expresión del latido del cora-
zón de la Congregación hoy en todo el mundo.

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Líneas programáticas
79
Y propongo, como actitud con la que afrontar la
bella oportunidad del próximo sexenio, dos elemen-
tos importantes:
> El primero de estos tiene que ver con una vir-
tud: la esperanza. Solo con la esperanza po-
dremos afrontar el futuro, confiando que el
Señor llevará a cabo, con nuestra humilde
contribución, lo que aquí proponemos.
> El segundo tiene que ver con nuestra actitud
ante Dios mismo. Quisiera pedir a nuestra
Congregación que en este sexenio nos deje-
mos guiar mucho más por el Espíritu San-
to; que sea Él quien realmente mueva nuestros
corazones, y nuestras capacidades humanas
en el animación y gobierno de la Congrega-
ción, de las Inspectorías y de las comunidades,
para que cada uno de nosotros llegue a hacer,
de todas las casas salesianas del mundo, otras
Valdocco, que den una respuesta a los chicos
y a los jóvenes de hoy, como hizo Don Bosco
en su tiempo.
A propósito de la esperanza, quisiera subrayar
que, como bien sabemos, es una virtud que tiene
mucho que ver con nuestra fe cristiana; es otro mo-
do de mirar al futuro. La esperanza cristiana es un
modo de vivir, un modo de caminar, un modo de
mirar. La esperanza es fruto del encuentro con el
Señor Jesús y es fruto de la acogida de su Espíritu
en nosotros. La esperanza no es consecuencia de

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Capítulo General XXVIII
cálculos y previsiones. «Ni pesimista ni optimista,
el Salesiano del siglo XXI es un hombre lleno de
esperanza porque sabe que su centro está en el Se-
ñor, capaz de hacer nuevas todas las cosas (cf. Ap
21,5). Solo eso nos salvará de vivir en una actitud
de resignación y supervivencia defensiva. Solo eso
hará fecunda nuestra vida»43•
Sobre la necesidad de dejarnos guiar mucho más
por el Espíritu Santo de Dios, Él que es el verdade-
ro Maestro interior, hago mías las palabras del pa-
triarca de Constantinopla, Atenágoras 1, que se reu-
nió con el papa Pablo VI (hoy santo) en Jerusalén
en enero de 1964. El fruto de ese encuentro, en el
Espíritu de Dios, fue la derogación de las excomu-
niones recíprocas que hasta entonces habían existi-
do y que habían herido profundamente el corazón
de Cristo en su Iglesia.
Este es el pensamiento:
«Sin el Espíritu Santo,
Dios está lejos,
Cristo permanece en el pasado,
el Evangelio es letra muerta,
la Iglesia una simple organización
la autoridad una dominación,
la misión una propaganda,
43 FRANCISCO, Mensaje al CG28, citando su Homilía en la Fiesta de
la Presentación del Señor, con motivo de la 21 ª Jornada Mundial de
la Vida Consagrada, 2 de febrero de 2017.

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Líneas programáticas
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el culto una evocación,
y el actuar cristiano una moral de esclavos.
Pero con la presencia del Espíritu,
el cosmos se mueve para generar el Reino,
Cristo resucitado se hace presente,
el Evangelio se hace potencia y vida,
la Iglesia significa la comunión trinitaria.
la autoridad se transforma en servicio,
la liturgia es memoria y anticipación,
el actuar humano se deifica»44•
Acojamos este mensaje en nuestra oración.
Mis queridos Hermanos Salesianos, esto es lo
que sentía que debía comunicaros y pediros a todos
vosotros. Os invito a acoger estos desafíos, esta ho-
ja de ruta para el camino del sexenio con todo el
corazón y con el profundo deseo de hacerla realidad
en las comunidades y en las Inspectorías. Serán, sin
duda, con la gracia de Dios y la presencia materna
de nuestra Madre Auxiliadora, años de fidelidad por
parte de la Congregación y de respuesta valiente y
también profética a los signos de los tiempos de hoy.
Que nuestra Madre Auxiliadora siga cuidando de
nuestra Congregación y «haciéndolo todo» como
con Don Bosco.
Su mediación, y la de toda la santidad salesiana
de nuestra Familia, sea una bendición para nosotros
44 La frase es del patriarca Atenágoras 1(de 1968), aunque algunos
la atribuyan al patriarca Ignacio IV Hazirn.

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Capítulo General XXVIII
en lo único importante de nuestra misión desde
Dios: «ser en la Iglesia signos y portadores del amor
de Dios a los jóvenes, especialmente a los más po-
bres» (Const. 2).
Os acompaño a todos y a cada uno con el recuer-
do y la oración.
Don Ángel F'ERNÁNDEZ ARTIME, SDB
Rector Mayor
Roma 16 de agosto de 2020
205ºAniversario del nacimiento de Don Bosco