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Boletín para la Animación Misionera Salesiana
Una publicación del Dicasterio para las Misiones para las comunidades salesianas y amigos de la misión salesiana
Q ueridos
hermanos y
amigos de las
misiones
salesianas:
Un saludo cordial a todos, cercanos
ya los días del inicio del Capítulo
General 27. La fiesta de los santos
misioneros y protomártires Luis
Versiglia y Calixto Caravario para
varias inspectoría significa el período
de celebración de la Jornada
misionera salesiana y para todos
nosotros la celebración de la vida
radicalmente entregada a Dios.
Reflexionando sobre el sexenio
pasado 2008-14 doy gracias al Señor
sobre todo por haber suscitado
numerosas vocaciones misioneras en la
Congregación y en la Familia salesiana.
En seis expediciones misioneras (2008
-2013) han sido enviados por el Rector
Mayor un total de 206 hermanos. La
mayor parte provienen de Asia (127),
de Europa (43), de África (22), y de
América (14). Los Países más
generosos son: Vietnam (67), India
(10), Polonia (9), España (8),
Eslovaquia (8), Indonesia (7) y
Filipinas (5). Ya todas las Regiones
envían y reciben misioneros: el
movimiento
misionero
es
multidireccional, hace a la
Congragación verdaderamente católica
- universal. Además, después de 40
años, la Congregación vuelve a la
experiencia de los Aspirantados
misioneros en la Región d Asia Sur
(2011 y 2012). El primer envío
misionero lo esperamos para 2018,
cuando los primeros candidatos
terminen el posnoviciado, ¡Gracias a
todos!
Os pido una oración para que el
CG27 pueda dar un nuevo empuje para
reforzar la cultura vocacional
misionera en la Congregación!
P. Václav Klement, SDB
consejero para las misiones
¡Ahora, entiendo que mi misión
no consiste en el “hacer” sino en el “amar”!
H ice mi tirocinio como misionero en Albania. Durante mis estudios de
teología, bajo la guía de mi director, sentí y expresé el deseo de
trabajar en contextos más pobres. Ahora, como misionero estoy
compartiendo la vida con los indígenos en Oaxaca de México que
apartenece a la Inspectoria MEM.
Mi esperiencia misionera era maravillosa y graciosa: Llegé a
México con el fervor de un neopresbitero joven, que quería trabajar para
realizar los sueños misioneros del Reino con un proyecto personal y
pastoral intensivo con mucha imaginacion. Pero este proyecto no se podía
realizar por muchas razones: de mentalidad; de cultura y de limitaciones
subjetivas y objetivas... Me puse triste y desanimado.
Un día releí de nuevo el libreto: Cinco panes y dos pescados del
Siervo de Dios el Cardenal Vietnamita Francisco Javier Nguyen Van Thuan
que escribió: “Escoge a Dios o las obras de Dios”. Este fue tema de
reflexión
para mí varios días. Al final, escuché la
voz interior que me decía: “Busca a
Dios no las obras de Dios”. Descubrí
que Dios no me consagró para hacer
las obras, sino para testimoniar la
presencia amorosa y humilde de él,
una presencia cercana y
acompañada. En este momento me
vino la pregunta: “¿Quien es Dios
para mí y segun yo?” Levanté los
ojos y los fijé en el crucificado, y ví
a Jesús que estaba sufriendo pero
contento, me dió su sonrisa y dijo: ánimo.
A partir de ese momento, mi idea misionera cambió totalmente:
la obra misionera que Dios me pide que haga no consiste en el “Hacer”
sino en el “Amar”. Porque solo el amor me invita a seguirlo; el amor me
impulsa a compartir y amor me seduce a entregarme totalmente como
Jesús que se entregó en la cruz por el amor al Padre y a nosotros. Él me
liberó de mi encierro e invitandome a seguirlo más de cerca.
Ahora para mi Jesús es supremo ejemplo que imite; es la única
méta que busque y es motivo de vivir que me cometa. Por esto no me
siento solo, oscuro o agotado en el camino porque aseguro que Él está
siempre conmigo, está en mí y yo en Él; y Él es la luz perpetua que me
ilumina en el camino.
Oh Jesús, Dios mio! concedeme tu inteligencia para reconocerte
que es amor primitivo y absoluto para que pueda amarte en los
que me envias con el mismo amor que me amaste. Dame tu
obediencia para que tu pasión sea mi compasión, tu muerte sea mi
entrega y tu resurrección sea mi esperanza. Para que Tu y yo
seamos uno por el Reino que venga.
Así que soy feliz y estoy contento por esta misión, la misión de
amor y solo por el amor. Porque Dios es amor y me invita a compartir su
amor.
P. Phong Vu Hoai Giovanni Battista
vietnamita, misionero en Mexico