Oceanía es un terreno fertil
para el carisma salesiano
H e hecho recientemente una visita intensa a las casas salesianas de
diversos países de Oceanía. Y la primera cosa que me viene a la
mente es la alegría y la certeza de que se está realizando el sueño de nuestro
amado padre Don Bosco !
He podido ver con mis ojos una enorme diversidad cultural . … Para nosotros,
en Oceanía, éste es ciertamente un tiempo oportuno. En todas partes es urgente un anuncio audaz y convincente
de Jesucristo. Se percibe inmediatamente que hay una apertura al Evangelio. Se respira entre la gente la sencillez
de quien sabe acoger el Evangelio como Buena Noticia. De nuestra parte siempre será necesario respetar los
tiempos de cada tierra para que los corazones y las mentes se abran a la acción del Espíritu. Lo importante es no
dejar de sembrar abundantemente en el corazón de cada joven: a su tiempo Él sabrá cómo y cuándo hacerlo
fructificar ….
Este es un terreno fértil para el carisma, para anunciar a Jesús. Una tierra donde el carisma fructifica y echa
raíces profundas, y dará aún más frutos y en el futuro echará aún más raíces si somos fieles a Don Bosco y a los
jóvenes de la Oceanía de hoy .
¡Es, pues, mi ardiente deseo que esta Jornada Misionera Salesiana haga crecer aún más en nuestra amada Familia
Salesiana la pasión apostólica!
P. Ángel Fernández Artime, SDB
Geográficamente Oceanía incluye el continente
australiano, muchas islas, grandes y pequeñas, y
amplias extensiones marítimas. Mar y tierra, agua y
suelo se aúnan de innumerables formas, impresionando
con frecuencia a la vista con su esplendor y belleza.
Aún siendo Oceanía amplísima desde el punto de vista
geográfico, su población es relativamente reducida y
está repartida de forma irregular, pese a incluir gran
cantidad de pueblos indígenas y de inmigrantes . La
gran variedad de lenguas y las grandes distancias entre
islas y zonas hacen de las
comunicaciones un desafío especial para
toda la región. En muchas zonas de
Oceanía, viajar por mar o por aire
resulta más útil que desplazarse por
tierra .
Los Salesianos llegaron a Australia el
año 1922. Y precisamente de la
Inspectoría de Australia partieron dos
iniciativas valientes. La primera llevó el
carisma salesiano a Samoa, en 1978, que
dio muchos frutos vocacionales, juntamente con el
trabajo de formación de los catequistas locales; la
segunda hizo llegar a los Salesianos a las Islas Fiyi, a
partir de 1999. En este momento está por constituirse
como Delegación del Pacífico. La presencia más
reciente del Pacífico está en Auckland, Nueva Zelanda
(desde 2009).
Mientras tanto los Salesianos de Filipinas abrieron, en
1980, una misión difícil en Araimiri en Papúa Nueva
Guinea, y los Salesianos de Japón abrieron, en 1995,
una misión también muy difícil en Tetere, en las Islas
Salomón. En estos países la misión se lleva a cabo en
zonas pobres en una población mayoritariamente
cristiana (donde los católicos son minoría), y tiene
necesidad de evangelización y de educación para sus
jóvenes, además del desarrollo social. Desde el 2005
existe la Delegación de Papúa Nueva Guinea e Islas
Salomón .
Para implantar, hacer arraigar e inculturar el
Carisma salesiano en las Iglesias
jóvenes de Asia o de Oceanía se
requiere mucha paciencia, para que
nuestro espíritu y nuestra acción se
manifiesten fielmente en las culturas
locales. Éste es un gran desafío que
requiere conocimiento y amor, tanto en
relación con la propia cultura, como
respecto a Don Bosco y a la
Congregación.
El diálogo entre las culturas, de las que
provienen y en las que trabajan nuestros hermanos,
juntamente con el testimonio del Evangelio de Cristo
vivido salesianamente, está dando buenos frutos. No
hay duda de que la cercanía al pueblo, el estar entre
los jóvenes, el estilo educativo-pastoral hecho de
simpatía, acogida, espíritu de familia, la calidad
religiosa y cultural nos hacen atrayentes y, en general,
muy queridos por la Iglesia local.
(cf. ACG 397)
Intención Misionera Salesiana
Para que el Señor inspire e sostenga nuestras comunidades de acogida y acompañamiento
de los prófugos cristianos de Oriente Medio, que forman parte de la grande multitud de
prófugos presentes en la región.
Es urgente tener una intención orante clara, para suscitar la caridad dentro de la oración.
Tenemos necesidad de suscitar atención y solidaridad alrededor de los prófugos de Oriente
Medio, y con ellos hacer crecer también la oración por los cristianos de Oriente Medio.
Llevemos particularmente en el corazón nuestros jóvenes del Oriente Medio, recemos por
ellos y con ellos, para que el Señor sostenga su esperanza.