¡Mi madre rizo por un ‘hijo misionero’:
y ha tenido un ‘obispo volante’!
D espués de haber participado en un retiro predicado por dos misioneros, mi madre
comenzó a rezar por un "hijo misionero". Así, mi vocación misionera era sembrada
antes incluso de mi concepción. Mientras el Señor se preparaba a atender las oraciones de mi
madre, mi primera resolución era: "quiero ser sacerdote misionero". Años después, durante
mi noviciado, el siervo de Dios Don Carlos Braga - ambos somos de Cologna de Tirano en los
Alpes italianos - vino a visitar la familia y preguntó quién quería ser misionero en la
incipiente presencia salesiana de Filipinas. Entre los que se presentaron, yo fui uno de los
tres elegidos.
He vivido 34 maravillosos años como misionero en Filipinas. Como director del Oratorio mi
mayor gloria fue trabajar para hacer de la comunidad una presencia fuerte y significativa entre los pobres y entre los
jóvenes de Mandaluyong, un suburbio pobre de Manila. Más tarde, como encargado de la pastoral del Colegio Don
Bosco he podido apreciar mucho las confidencias y la confianza de los jóvenes, sobre
todo los más problemáticos. Escuchaba las confesiones de los estudiantes universitarios
en todas partes, incluso en el campo de futbol. Estoy agradecido de haber visto milagros
de conversiones y curaciones entre ellos. En mi ministerio de animación y gobierno en la
Provincia de FIN he trabajado con hermanos, maestros comprometidos y colaboradores
laicos que han causado un gran impacto en la vida de los estudiantes y han asentado
sólidas bases de nuestras presencias salesianas. El ánimo, el entusiasmo y el dinamismo
misionero de mis hermanos me han animado a aceptar la invitación de los superiores de
dejar mi segundo país, "remar mar a dentro" e ir a las Islas Salomón.
He trabajado en las Islas Salomón desde 1099. En 2007 fui nombrado obispo de
Gizo, una diócesis antiguamente atendida por la Orden de Santo Domingo. El reto más
grande es el aislamiento de las siete parroquias y más de 1000 puestos de misión. Los
catequistas son los que han mantenido viva la fe en tantas comunidades donde el
sacerdote no podía llegar ni siquiera una vez al año. He tenido que aprender a manejar un avión para poder visitar
regularmente los lugares aislados. Por eso se me conoce como el "obispo volante". Después de 50 años, la diócesis no
tiene más que dos sacerdotes diocesanos y seis seminaristas. Otras diócesis nos han prestado diez sacerdotes. A parte
de los pocos Dominicos y tres hermanos Maristas, no hay otros carismas en la diócesis. Las otras congregaciones que
había invitado han declinado siempre la invitación. Estoy esperando aún la respuesta a la insistente invitación que he
hecho a los Salesianos de venir a la diócesis.
Los desafíos son muchos. Pero el pobre servicio educativo es uno de los más comprometidos. Dado que nadie
llega al nivel mínimo para entrar en el preseminario, tenemos poquísimos seminaristas diocesanos. Los servicios de
salud son prácticamente inexistentes. El terremoto del 2007 y el tsunami han destruido iglesias, escuelas y clínicas
de la diócesis. Estoy agradecido, pues, por la Carrera de los Santos 2013 organizada por la Fundación Don Bosco en el
Mundo en favor de la construcción y la gestión de los centros de salud de la diócesis. Pero, sobre todo, estoy muy
agradecido con mi pueblo. De ellos he aprendido la paciencia, a vivir del día a día los pequeños acontecimientos, de
lo necesario !
Mons. Luciano Capelli
Italiano, misionero en las Islas Salomón
(http://www.youtube.com/channel/UC4xYHhr-vFsm_r9-v0XybKg)
Intención Misionera Salesiana
Vocación misionera en la Congregacion en Asia Sur (aspirantados misioneros)
Para que muchos jóvenes fieles católicos abran su corazón al Señor más allá de las necesidades
locales y ayuden a la difusión del Evangelio en otros continentes (incluso en países de antigua
cristiandad) con auténtico testimonio de vida. Para que los dos nuevos aspirantados misioneros
de la India logren promover muchas vocaciones en todas las inspectorías de la Región.
Contexto de la India: a pesar de ser una pequeña minoría católica 1.8 % de la
población, o sea 17.5 millones) y sufriendo persecución en varias partes del país, la
Iglesia vive un fuerte espíritu misionero. Hasta el momento la India ha mandado
miles de misioneros ad gentes (sólo a África hay unos 2000) a 168 países del mundo
Los Salesianos han comenzado dos aspirantados misioneros (jóvenes de 18-20 años)
para formar explícitamente a aquellos que se sienten llamados a dejar su país y
trabajar por la difusión del Evangelio y la educación de los jóvenes pobres en todo
el mundo. Tanto en Sirajuji (Nordeste del país) como en Chennai (Sur del país)
desde 2011 hay cientos de jóvenes en formación misionera.
Todos los números precedentes del “Cagliero 11” se encuentran en purl.org/sdb/sdl/