“Es necesario que aún profetices sobre muchos
pueblos, naciones y reinos”.
R ecuerdo la impresión que me causó una expresión bíblica (Ap 10, 11) mucho
antes de ser consciente de tener la vocación religiosa: “Es necesario que aún
profetices sobre muchos pueblos, naciones y reinos”. Este versículo que, en
su sentido literal, suena misionero sigue repitiéndose ocasionalmente muchas veces
cuando abro la Biblia. No logro entenderlo, sin embargo ha echado raíces en mi
corazón y nunca puedo olvidarlo.
Cuando era más joven me gustaban las películas, y cuando después entré con los
salesianos, por fortuna en la videoteca de mi aspirantado encontré muchos vídeos
misioneros. Decidí verlos no por gusto, sino por opción personal. Con gran
sorpresa de mi parte, han comenzado a gustarme tanto, que me decidí ver alguno
al menos dos veces por semana. Una invitación más explícita vino de parte de
nuestro entonces regional, Don Basañes, cuando visitó nuestra prenoviciado; en
aquella ocasión me sentí fuertemente llamado a ser misionero.
Como mi inspectoría de origen es joven, algunos me preguntan por qué ser
misionero cuando aún hacen falta tantos misioneros en Tanzania. Mi convicción es que
yo no me he llamado a mí mismo para ser religioso y para ser misionero; Quien me ha
llamado sabe por qué lo ha hecho, qué planes tiene sobre mí y cuál es la misión que me
encomienda. Esta misión no es mía, y por
tanto, Él proveerá según las necesidades. Si me
ha mandado a México es porque quiere que esté aquí
y seguramente suscitará algún otro para Tanzania.
Mi mayor alegría como misionero en México es la actitud
acogedora que he encontrado en la inspectoría y con la gente en
general. Como tirocinante estoy trabajando en un lugar donde la
mayoría son jóvenes y niños, y por tanto, estoy completamente
metido en la misión salesiana.
Mi mayor desafío es la nueva cultura, que me parece muy
diferente a la de mi país de origen. Los valores que he vivido y
apreciado se han confrontado y la adaptación no es tan fácil.
Estamos además en una zona violenta con mucho ambiente de
droga en las calles; familias destrozadas, muchos jóvenes y hasta
jóvenes matrimonios, por su adicción, no tienen una visión de futuro. Este es el ambiente de los jóvenes con
quienes me relaciono, ellos son el producto de este ambiente negativo.
A los jóvenes salesianos que están pensando en ser misioneros, yo les digo: es muy importante el discernimiento
y, si tenéis la oportunidad, es conveniente visitar alguna área de misión antes de tomar la decisión definitiva.
Tomad muy en serio la formación humana que se ofrece en las casas de formación, porque la formación nos
ayuda a una mejor relación con las culturas. Recomiendo, sobre todo, la oración personal, que es indispensable
para tener el alma robusta.
Cl David Komba
Tanzano, misionero en México
Testimonio de Santidad Misionera Salesiana
P Pierluigi Cameroni SDB, Postulador General para las Causas de los Santos
Los Beatos mártires del oratorio salesiano de Poznam (Polonia) escriben lo siguiente a su familia
en vísperas de su martirio, sucedido el 24 de agosto de 1942: Mis queridísimos padres, hermanos y
hermanas, - así comienza la carta Franciszek Kęsy – llegó el momento de despedirme de vosotros y
especialmente en este día 24 de agosto, día de María Auxiliadora. (…) El buen Dios me lleva consigo.
No lloréis porque parto de este mundo en edad tan joven. Ahora estoy en gracia y no estoy seguro
de que más tarde pueda ser fiel a mis promesas. (…) Voy al cielo, hasta luego. Allí en el cielo rezaré
por vosotros… Rezad alguna vez por mí.”
Queridísimos padres, mamá, papá, María, Henryk – escribe a su familia Edward Klinik-. Los designios
de Dios son admirables, nosotros debemos resignarnos porque es para el bien de nuestra alma. (…)
Hasta el último momento María ha sido nuestra Madre. Mamá, ahora, tú ya no me tendrás, pero
tienes a Jesús. (…) Mis queridos, no os desaniméis por mí y no lloréis, porque yo ya estoy con
Jesús…”
Por los Salesianos en Oceanía
Intencion Misionera Salesiana
Para que compartan con los jóvenes
la belleza de su vocación
Para que los Salesianos de Oceanía sepan presentar y compartir su fe a través
del arte, la música, el teatro y el cuento en el espíritu oratoriano de Oceanía,
donde los hijos de Don Bosco están presentes, encontramos un variado mosaico
de culturas. Los jóvenes en cada uno de estos contextos deben crecer en su ca-
pacidad de conocer, amar e desarrollar todo aquello que de bueno, bello y justo
encontramos en el seno de su comunidad.