SER MISIONERO PARA UNA VIDA SIGNIFICATIVA
Ayubowan! (¡Larga vida!)
Desde que regresé en 1996 para teología en Filipinas a las
misiones de Papúa Nueva Guinea donde hice mi tirocinio, el deseo
de regresar a la misión ha permanecido conmigo como una chispa
de luz que sigue ardiendo. Desde que era aspirante, siempre soñé
con ir a las misiones. Y aunque me tomó bastante tiempo darle a
esta ansia la oportunidad de brillar de nuevo, siento que valió la
pena la espera.
Finalmente, el 11 de octubre de 2015, mientras celebraba mis 25
años de profesión, 15 años de sacerdocio y 45 años de vida, tuve
el valor de sumergirme una vez más en las aguas profundas de la
vida en las misiones.
Volé desde una pequeña isla llamada "Lágrima de la India" a Sri
Lanka. Enfrenté los desafíos de una nueva cultura
predominantemente influenciada por el budismo y el hinduismo, adaptándome a la comida que es en su
mayoría "diabólica con pimientos rojos y picantes"; entrelazar el idioma con el cingalés y el tamil, esencial
para poder comunicarse con los lugareños; y ponerme a disposición para ayudar y satisfacer las necesidades
de la Visitaduría en materia de personal, apostolado creativo y sostenible, y otros cien requisitos; todo esto
requiere mucha paciencia, amor y humildad por parte de alguien como yo que está tratando de ser
misionero.
Más que “hacer”, lo que hace falta es “ser”, porque en realidad, ahora soy como un niño pequeño que tiene
que aprender todo desde el principio en las misiones. He aprendido también que “AMOR” se pronuncia
“DAR” en las misiones; renunciar a la propia vida pasada, a mis deseos actuales y a mis proyectos futuros
en vistas a lo que me piden la situación.
Pero así como esta vida está llena de solicitaciones, así también puedo decir que encuentro una
sorprendente fuente de consuelo. Un día, durante un retiro que estaba predicando, pedí a un salesiano
estudiante de teología que se trasladara imaginariamente diez años más adelante, Me respondió: “Padre,
me veo como sacerdote salesiano…”, y antes de interrumpirme, continuó: “… pero no como un simple
sacerdote, quiero ser un sacerdote misionero que se ofrece para ir a un lugar lejano… porque quiero vivir
una vida significativa”. Después de escuchar esto, sonreí y dije: “…Es verdad, hay algo más en el fondo de
todo esto”.
Para quien sueña ir a las misiones: estar en un territorio de misiones no te hace automáticamente
misionero. Ser misionero es un proceso y seguramente que será necesario un poco de tiempo… confía en
una persona que trata de serlo.
Jesu Phitai! (Jesús os bendiga!)
Noel Sumagui misionero filipino en Sri Lanka
Testimonio de Santidad Misionera Salesiana
P Pierluigi Cameroni SDB, Postulador General para las Causas de los Santos
El Venerable Don José Quadrio (1921–1963), profesor de teología en Turín-
Crocetta, con frecuencia iba a visitar a los jóvenes detenidos en la cárcel de menores
de la Generala. En un escrito dirigido para ellos escribía: “Después del invierno vendrá
la primavera. ¡No estén tristes y desesperados, ustedes que están detrás de las rejas!
Siempre hay una esperanza para todos. Todos podemos equivocarnos, pero el que se
ha equivocado, puede reparar. Y el que repara puede mirar a la cara de la gente sin
vergüenza. Para un joven que quiere comenzar nunca es tarde. Acuérdense: no eres un
desecho, sino un material recuperable. Amigos, tengan confianza en sí mismos y en
Dios. Él quiere recuperarlos y hacer de ustedes hombres honestos y felices. Ustedes
son jóvenes; para ustedes existe aún un mañana, un mañana sereno y maravilloso.
Lo último que debéis perder es la esperanza y la buena voluntad.
Por nuestra
Casa Común
Intención Missionera Salesiana
Para que los recursos del planeta no sean saqueados,
sino compartidos de una manera justa y respetuosa
En sintonía con `Laudato Si', se celebró la conferencia salesiana
"Energía para siempre" que propone acciones para las energías renova-
bles. Oremos para que la FS se ponga activamente al servicio de la Casa
Común con acciones concretas y urgentes.