N. 139 - Julio 2020
Boletín para la Animación Misionera Salesiana
Una publicación del Sector para las Misiones para las comunidades salesianas y amigos de las misiones salesianas
Queridos amigos de las misiones salesianas,
E stamos todavía bajo el efecto de Covid 19. En el
hemisferio norte, julio es mes intenso de verano,
en que todos se toman tiempo para disfrutar la
temporada con la familia y los amigos. En el
hemisferio sur están en la mitad del año escolar cuando las
escuelas hacen una pausa a mitad de su frenética
actividad. En los trópicos, están comenzando un nuevo año
escolar. Donde sea que estemos, este julio no será como
los anteriores. Con el fin del lockdown, los responsables de
la política y los expertos están discutiendo cómo evitar un
nuevo rebrote del virus. ¿Podemos ya volver a clase, a los
restaurantes y a las oficinas evitando el coronavirus? Los expertos advierten que tenemos que seguir
viviendo al menos parcialmente aislados aún durante varios meses. Todavía debemos procurar no tocar a
nuestros amigos y en algunos casos a nuestra familia. Mascarillas para la cara, desinfectante para las
manos y otros dispositivos de protección personal nos acompañarán por un buen tiempo.
Muchos lo llaman la ‘nueva normalidad’. Nadie tiene claro cómo va a ser. Esta ‘nueva normalidad’
dependerá de diversas incógnitas, pues el mundo que conocemos se está disolviendo. Está latente un
nuevo mundo del que apenas imaginamos cómo será. Efectivamente, debemos preguntarnos por qué
volver al mundo pre-COVID-19. Me gustaría pensar que la ‘nueva normalidad’ implique el paso de la
desigualdad social, del degrado ambiental y de la actividad económica, a algo mejor. Me gustaría pensar
que nuestra ‘nueva normalidad’ esté profundamente impregnada del espíritu misionero de Don Bosco:
abandonar la actitud complaciente del: ‘Siempre hemos hecho así’; pensar con audacia y creatividad
nuestros objetivos, las estructuras, el estilo y los métodos de evangelización, caminar juntos como herma-
nos, trabajar en red, en coordinación, favorecer el discernimiento educativo-pastoral (Evangelii Gaudium,
33). ¡Que estar llenos de celo misionero sea nuestra ‘nueva modalidad’!
P. Alfred Maravilla SDB, Consejero para las Misiones
1- De Don Rua hasta Don Ricceri. Con Don Rua, continúa la ex-
pansión europea y en Oriente Medio y crecen las expediciones
misioneras en casi toda América. Comienza la fascinante presen-
cia en la India y en China, Con éxito continúa la expansión misio-
nera en los cinco continentes. Al servicio de la Iglesia los salesia-
nos asumen diversas jurisdicciones eclesiásticas: En la Amazonia
ecuatorial, el Vicariato Apostólico (VA) de Méndez (1892): en la
Amazonia brasileña, la Prelatura de Guitiringa (1924) Rio Negro,
Brasil (1925), Porto Velho (1925), Humaità, (1949); en la’Amazo-
nia de Venezuela: VA di Puerto Ayacucho (1964). También el VA
del Chaco Paraguayo (1948) y la Prelatura de los Mixes, México
(1966). En África la diócesis de Sakania, Zaire (1959). En India la
Arquidiócesis de Shillong-Gahuati, (1969) y las diócesis de
Krishnagar (1934), Dibrugarh (1951), Tura (1973), Kohima-Imphal
(1973). También en Asia: la Diócesis de Oita, Japón (1961) y de Surat-
Thani Thailandia (1969); y la Prefectura Apostólica de Lashio, Birmania (1975).
En este período se debe subrayar el fecundo milagro misionero del Noreste de la India. Después del Con-
cilio Vaticano II, con Don Ricceri, se actualizan las misiones con una renovada eclesiología.
2- Proyecto África. Con Don Viganò, en el CG21 (1978), implicando a toda la Congregación y también
laicos voluntarios misioneros, se lanza el “Proyecto África”, la mayor empresa misionera de la Iglesia,
después del Concilio Vaticano II que llevó una primavera misionera a la Congragación. De 14 presencias
en África, pasamos a 43 naciones africanas (2020), con grande vitalidad, incluso vocacional, de donde
surgen hoy nuevos misioneros para todo el mundo.
3- Proyecto Europa hoy y las nuevas fronteras. Con Don Chávez se lanza oficialmente en el CG26
(2008), un proyecto misionero diverso: “El proyecto Europa”. En un contexto necesario de nueva evan-
gelización, jóvenes hermanos de toda la Congregación van “ad gentes”, integrándose en las inspecto-
rías para contribuir al crecimiento del carisma de Don Bosco. Hoy, más que nunca, en un mundo globa-
lizado y transversalmente multicultural y plurireligioso, la misión salesiana, urge más que nunca, no
solo en nuevos contextos geográficos, sino en nuevas fronteras socio-culturales, como por ejemplo,
entre los inmigrantes refugiados.