¡He visto que hacen falta misioneros y he partido!
No sé cómo ha nacido mi vocación misionera, sólo me he dado
cuenta de las pequeños y grandes señales en la sencillez de la
vida diaria y he tratado de ponerme en camino. Por ejemplo,
la alegría que sentía de servir al Señor en los más necesitados; los
hermosos testimonios de nuestros misioneros en Albania y tantos
otros en todo el mundo. Me ha inspirado mucho el ejemplo de
Madre Teresa que se fue a saciar la sed de Cristo en los más
necesitados. Otra cosa que me ha ayudado mucho en mi vocación ha
sido una también una experiencia misionera en Madagascar, donde
he entendido cuánta necesidad hay de misioneros que se dediquen
durante toda su vida al servicio de la gente más necesitada.
Es cierto que Albania es una tierra de misión y tenemos aún tanta necesidad de misioneros.
Cuando he comentado con mis hermanos y amigos que quería "ir a las misiones", me han dicho: ¡"Tú
estás loco"! Apenas estamos comenzando aquí en Albania y tú ¿quieres irte fuera? Yo era el sexto
Salesiano Albanés y el primero en partir, cosa que parecía extraña, ya
que las necesidades no faltaban.
Yo creo que los pobres deben ayudar a los pobres. Los cristianos
no podemos esperar tener antes resueltos nuestros problemas para ir
luego a ayudar a los demás. Hasta el momento nosotros hemos
recibido tantos misioneros y creo que ya es hora de empezar a dar
algo de nosotros a los que necesitan más que nosotros. Mi familia me
ha enseñado que cuando hace falta hacer algo no se tiene que esperar
a que lo llamen a uno, pues la misma necesidad es la que nos llama.
Por eso, yo he visto que hay necesidad de misioneros y he ido.
Para un misionero las dificultades son muchas, pero al mismo
tiempo, eso no es nada. Lo digo porque ciertamente las dificultades nunca faltan, por ejemplo la
lengua (en mi caso las lenguas - aquí tenemos 11 oficialmente comprendido el inglés que estoy
estudiando), las diferencias culturales, la historia que deja sus huellas y sus consecuencias... A
veces, a pesar de que como misionero compartes todo lo que tienes, alguno te considera
colonizador, y esto hace sufrir, pero una vez que te conocen, las cosas cambian. En todo esto la
presencia del Señor y su gracia me consuelan y me dan la fuerza y la alegría de volver a empezar.
A los salesianos que piensan ser misioneros les digo: Frecuentemente se me da hecho esta
pregunta: "¿Cómo saber si soy llamado?". Yo digo que es muy fácil. Trata de responderle a Él y Él se
hará oír. Tratar de responder a lo que oyes significa, no que debes preocuparte, pero sí ocuparte.
Hay que responder con generosidad como en el salmo 39: "¡Aquí estoy, Señor, para hacer tu
voluntad!". Y cuando el Buen Padre llama a su hijo, Él le da también lo necesario... Porque Él no
quiere fallos en su obra. ¿Creéis? "Venid y veréis" (Jn 1.38-39).
Cl. Odise Lazri
Albanés, misionero en Sudáfrica
Testimonio de Santidad Misionera Salesiana
Recordando el bicentenario de nuestro padre y fundador Don Bosco, queremos
recordar algunos de los Recuerdos a los primeros misioneros del 1975: "Procurad que el
mundo conozca que sois pobres en el vestir, en el comer, en las habitaciones, y seréis
ricos ante Dios y os adueñaréis de los corazones de los hombres. Amaos los unos a los
otros, aconsejaos, corregíos recíprocamente, no seáis envidiosos, ni os guardéis
rencor; antes, el bien de uno sea el bien de todos, las penas y los sufrimientos de
uno ténganse como penas y sufrimientos de todos, y esmérese cada uno por alejarlas
o al menos por mitigarlas. - Recomendad constantemente la devoción a María
Santísima Auxiliadora y a Jesús Sacramentado.- Observad las Reglas. No dejéis jamás
de hacer el ejercicio mensual de la buena muerte".
Intención Misionera Salesiana
Por el Crecimiento del Voluntariado en toda la Sociedad Salesiana
Para que la experiencia de voluntariado ayude a los jóvenes a madurar integralmente,
también en la dimensión vocacional y misionera
Como herederos de la espiritualidad juvenil Salesiana, en el mes del nacimiento
de Don Bosco, la intención es que todos los jóvenes que encuentran a Don Bosco
puedan asumir el gozo de la fe, alegría de la esperanza y el compromiso en un
voluntariado misionero marcada por caridad.