Misionero entre los migrantes en la
“Tierra de la larga nube blanca”
Nueva Zelanda, que los Maori, los primitivos habitantes, llaman
Aotearoa la “tierra de la larga nube blanca”, es también la
patria de muchos que han emigrado. Los salesianos llegaron aquí
en 2009. En 2010 se nos confió la parroquia de San Pablo en Massey, y
en 2013 la parroquia de la Inmaculada Concepción en Avandale. En
estas dos parroquias trabajan cuatro salesianos que forman una sola
comunidad.
La mayoría de nuestros parroquianos son samoanos, tonganos, indianos, birmanos, filipinos
y africanos, además los europeos junto con los que han nacido y crecido en Nueva Zelanda. Estos
migrantes llevan consigo la propia fe, tradiciones y valores católicos que tratan de vivir en un
nuevo país y cultura. Hay algunos refugiados y han tenido que sufrir mucho para llegar a Nueva
Zelanda; sin embargo tienen gran deseo de compartir su fe.
Nuestras parroquias se enriquecen y sostienen por la fe que traen los migrantes de su
patria. Nosotros los animamos a amar sus tradiciones, favorecer su crecimiento en la fe y
compartirla con toda la comunidad.
Se anima a cada grupo étnico a organizar cursos de catecismo para los propios hijos. Esto
les ayuda a aprender y a crecer en la fe, como comunidad, permanecer cerca de sus amigos y
conservar su identidad mientras crecen como adultos en nuevo ambiente.
La preparación de los niños a los sacramentos de la iniciación es un servicio fundamental
que ofrecemos en nuestras parroquias. Mientras los niños tienen su lección, también se instruye
en la fe a sus padres. Esto ayuda a los padres, a las nuevas familias, a descubrir su fe y su
pertenencia a la Iglesia. Algunos se presentan para que la Iglesia les convalide el matrimonio
civil. Se trata de una maravillosa experiencia de camino de fe rico y abierto
al plan de Dios.
Nuestras parroquias favorecen el primer anuncio de diversas maneras.
Las Catholic Enquiry Evenings son excelentes vías para llegar a los que no
conocen a Jesús. Además animamos activamente a los parroquianos a
compartir la fe con todos. Tenemos anécdotas de parroquianos que inician
una conversación sobre la vida y sobre la fe después de un intercambio de
saludos en un café. Este contacto acogedor, atractivo de una persona feliz
de haber experimentado al Señor resucitado en la propia vida es un modo
muy eficaz de suscitar interés de otras personas para conocer a Jesucristo!
P. Matthew Vadakkevettuvazhiyil
misionero de India en Nueva Zelanda
Testimonio de santidad misionera salesiana
P. Pierluigi Cameroni SDB, Postulador General para las Causas de los Santos
San Luis Versiglia (1873-1930), fundador de la presencia salesiana en China y
protomártir salesiano, en su última carta a la superiora de las carmelitas de Florencia,
pocas semanas antes de su muerte, escribe: “… alzamos en alto nuestros corazones,
nos olvidamos un poco de nosotros mismos y hablamos más de Dios, para servirle aún
más, consolarle más por la necesidad y el modo de ganarle almas. Vosotras, hermanas,
nos podréis hablar más fácilmente de las finezas del amor de Jesús, y nosotros tal vez
podremos hablaros de la miseria de tantas almas, que viven lejos de Dios, y de la
necesidad de conducirlas a Él: nosotros nos sentimos elevados al amor a Dios, vosotras
os sentiréis más lanzadas a su celo”.
Intención Misionera Salesiana
Para que cesen las divisiones entre las varias denominaciones cristianas en el Asia
Sur e se muestre a los pueblos el único rostro de Cristo.
Siendo la presencia cristiana una pequeña minoría en esta región, es urgente la
profecía del ecumenismo, es decir, la profecía de la hermandad entre aquellos que
siguen a Cristo y su evangelio. Los jóvenes son particularmente atentos y sensibles a
este testimonio de comunión incondicional y de perdón recíproco entre aquellos que
siguen a Jesús. De este modo será posible la creación de una verdadera amistad entre
las personas y las instituciones pertenecientes a las varias religiones.