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Boletín de Animación Misionera Salesiana
EL TESTIMONIO DEL CORAZÓN INFLAMADO POR CRISTO
Q ueridos misioneros salesianos
y amigos de las misiones
salesianas!
¡Un saludo cordial en el mes mariano!
El 24 de mayo de 2010 todos los
obispos salesianos del mundo tienen
una cita especial en Valdocco, cerca
de la Basílica de María
Auxiliadora. Entre los 100 obispos
estarán presentes también muchos
obispos misioneros ad gentes,
enviados desde esta Basílica. Estoy
contento por poder compartir un
testimonio del cardenal Giuseppe Zen
Ze Kiun (陳日君). Salesiano desde
1949, ahora obispo emérito de Hong
Kong, estudió en Turín hace 50
años. El testimonio del corazón
inflamado por Cristo es la mejor
animación misionera.
P. Václav Klement, SDB
Consejero para las Misiones
“ M aria es
nuestra guia,
nuestra maestra,
nuestra madre”
Don Bosco, MB VII, 676
¡Vivir y Trabajar Juntos es
Nuestro Secreto!
Tiempo atrás el Cardenal Joseph Zen,
obispo emérito de Hong Kong, ha pasado
por la Pisana y le hemos invitado a
compartir un pensamiento con los
lectores del Cagliero 11.
Usted ha estudiado teología en
Turín. ¿Qué recuerda de su tiempo en la
Croceta?
El estudiantado teológico de la Cruceta,
Turín, ha producido muchos
misioneros. Y el secreto fue el vivir
juntos los profesores y estudiantes. La
casa, entonces, era pobre pero el
espíritu era muy bonito. En mi infancia
aprendí que uno puede ser pobre pero
feliz. Fuimos una familia pobre pero
fuimos felices. Así también era la
Cruceta. La situación era pobre pero
éramos felices. Se estudiaba en serio,
hacíamos fiestas. Durante las vacaciones
de verano los de Europa regresaban a
sus ispectorias. Nosotros los de lejos
teníamos que mucho hacer: en la
montaña con los chicos, animar el
oratorio, trabajos manuales en
casa. También durante esas actividades
hemos aprendido que el secreto era el estar juntos.
Mi vida salesiana casi siempre se desarrolló en el estudiantado excepto año y medio en Macau y a tres
años en Aberdeen, Hong Kong. En estas dos casas fuí feliz. De nuevo el secreto fue en el estar juntos con
los hermanos. Viviendo junto con mis seminaristas como obispo, he visto que esto ha producido un gran
impacto en todos nosotros. Estoy muy convencido del valor de el nuestro vivir y trabajar juntos.
Durante el centenario de la presencia salesiana en China he hablado que nuestro regalo para China es el
espíritu de familia. El estar juntos, la amistad, el no tener miedo de gastar tiempo en el estar con los
jóvenes, en el ser amigo de todos. Estar juntos es nuestro secreto.
¿Según usted como hemos de evangelizar en nuestras escuelas?
Los misioneros son una señal de vitalidad. Quizás en el pasado alguien haya esperado mucho de la conversión de los no
cristianos. Pero quizás después del Vaticano II también ha perdido importancia el anuncio en las escuelas porque en muchas
escuelas la gran mayoría de los profesores son también seguidores de otras religiones. Pero la fortuna para nuestra escuela
salesiana está en que tenemos la presencia visible de la comunidad salesiana que ayuda a crear un entorno. Cuando fui una
vez inspector he bautizado 90 chicos en una de nuestras escuelas. Ahora hemos descubierto que los adultos que piden el
bautismo en Canadá o en América son en gran parte ex-alumnos nuestros de Hong Kong. La exhortación apostólica post-
sinodal Iglesia en Asia habla de enseñar a Jesús en Asia. Pero antes de poder enseñarlo nuestro corazón tiene que desbordar
de amor por Jesús. Cuando digo éste pienso en P. Carlos Braga que conocía tres dialectos chinos y hablaba los tres en
conjunto, por lo cual habló el chino muy mal pero tuvo un gran corazón que amaba a mucho Jesucristo y fue esto lo que
atrajo a muchos.