Número 4
«boletín de animación misionera salesiana»
¡El Sueño Misionero de Don Bosco continúa!
11 abril 2009
Queridos hermanos y amigos de las misiones salesianas:
¡El Señor ha resucitado verdaderamente! ¡Felices Pascuas! Gracias a todos los misioneros, a los
delegados de animación misionera, y a todos los hermanos que mantienen encendido el fuego misionero
en el corazón, y a todos con quienes me he encontrado en mi primer año de servicio.
Permitidme ahora contaros algunas impresiones personales de mi última visita a las misiones del Chaco
Paraguayo, Patagonia Chilena y Argentina. En mi visita al Chaco Paraguayo, he viajado durante muchas
horas en una pequeña barca por el río Paraguay. He tenido mucho tiempo para reflexionar en los sacrificios
y el entusiasmo de los hermanos comprometidos durante más de 100 años en las misiones del Chaco, no
obstante las dificultades del clima, de la política, etc. He podido constatar también la importancia de la radio
en las parroquias misioneras (Chaco y Patagonia), de la lengua indígena para transmitir la Buena Noticia y
mantener unidas a las poblaciones diseminadas a lo largo de todo el territorio. Admiro a los misioneros
ancianos, el último fue enviado al Chaco Paraguayo hace 31 años. Ahora, por primera vez, después de 55
años, tienen la compañía de dos tirocinantes; no de Chile (como signo de solidaridad de la región del Cono
Sur), y el otro de la inspectoría de PAR, pues el Chaco es de la inspectoría del Paraguay.
Durante este viaje he visto que el aspecto de las misiones está cambiando: el tiempo de los misioneros, héroes solitarios, está terminando. He
visto una gran deseo de trabajar y de dar a los jóvenes el testimonio de comunidades consagradas a ellos. Los territorios de la Patagonia y del
Chaco son inmensos; sus habitantes, aunque están creciendo, no son muchos, sin embargo el número de sacerdotes y religiosos está
disminuyendo. Da pena constatarlo, pero no nos debe llevar al pesimismo. El testimonio de nuestros misioneros y su vida entregada con alegría
hasta el final es también motivo de gran alegría, pues, a pesar de la escasez de personal, el evangelio sigue anunciándose hasta los confines del
mundo. Tal vez el fruto precioso de mi visita al Paraguay es la petición de un posnovicio para la 140° expedición misionera de septiembre del
2009.
Durante el viaje a Punta Arenas (Chile) he podido admirar el magnífico museo misionero; mediante las filmaciones de don Alberto de Agostini, se
pueden ver los documentos del primer encuentro de los Salesianos con los pueblos indígenas de América Latina (las primeras misiones ad
gentes de la Congregación).
He querido también visitar la Patagonia (Argentina) al principio de mi servicio porque me parece importante aprender, de la experiencia de los
primeros misioneros, las profundas motivaciones que han ayudado a superar tantas y tan grandes dificultades para llevar a cabo la obra de la
evangelización con pocos medios. He tenido la alegría de pasar una mañana entera compartiendo con un buen grupo de misioneros de la
Patagonia en Zapala (ABB). La Peregrinación a los lugares de Ceferino Namuncurá, especialmente a San Ignacio, Junín de los Andes, ha sido un
momento muy significativo; allí está ya casi listo un memorial en forma de ‘kultrun’ de los mapuches,. He podido constatar que la devoción a
Ceferino está muy viva en toda la Argentina. He agradecido al Señor por todos los misioneros salesianos a lo largo de los 130 años de nuestra
historia misionera. Ceferino no está solo, ya muchas generaciones de jóvenes de estas tierras han podido encontrar a Cristo gracias a ellos.
Sueño y rezo por la llegada de nuevos jóvenes salesianos a estas tierras, sueño y rezo por las nuevas vocaciones mapuches, guaraníes… en
estos lugares que he visitado.
Hablando con los misioneros y misioneras, SDB y HMA, del Vicariato del Chaco Paraguayo me había dado cuenta de que este viaje ha
empezado en Seúl-Corea, pasando por la China y Roma hasta Chile. ¡Me ha tocado viajar en 4 días, exactamente al revés del sueño misionero
de Don Bosco de Valparaíso a Pequín! Pero, tanto de Pequín a Valparaíso o de Valparaíso a Pequín, los sueños de Don Bosco continúan, porque
aún no se han realizado del todo.
Efectivamente el número de los que aún no conocen a Jesucristo sigue creciendo. ¡Los horizontes de las misiones salesianas siguen creciendo
en 131 países del mundo, gracias a nuestros hermanos! Nuestro ultimísimo territorio misionero es Guam – una isla del Pacífico – ; desde 2008
tiene una presencia educativa de la inspectoría de Filipinas Norte. La
evangelización es un camino continuo, sin paradas. Gracias al Señor que
nos permite vivir en este maravillosa época de las misiones.
EN ESTE NÚMERO
El siervo de Dios Juan Pablo II estaba convencido de que Dios está •
preparando una nueva primavera del Evangelio. “Veo amanecer una
nueva época misionera, que llegará a ser un día radiante y rico en frutos, •
si todos los cristianos y, en particular, los misioneros y las jóvenes Iglesias •
responden con generosidad y santidad a las solicitaciones y desafíos de
•
¡el sueño misionero de Don Bosco continúa!
se buscan nuevos misioneros (Asia y Oceanía)
intención misionera salesiana – abril 2009
criterios para el discernimento