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Boletín para la Animación Misionera Salesiana
Una publicación del Dicasterio para las Misiones para las comunidades salesianas y amigos de la misión salesiana
Q ueridos hermanos y amigos
de las misiones salesianas:
Un saludo cordial a mitad de
la Cuaresma de 2913, Año de la Fe.
En el camino hacia la Pascua del
Señor, como todos los años,
hacemos el Viacrucis y meditamos
sobre el precio de nuestra
salvación. Como cada año, el 24 de
marzo, aniversario del martirio de
Oscar Romero, Arzobispo de San
Salvador, El Salvador, en 1980, se
propone la Jornada de Oración y
Ayuno en Memoria de los
Misioneros
Mártires.
La
Congregación
para
la
Evangelización de los Pueblos
publica cada año un breve catálogo
de los agentes pastorales caídos por
el Evangelio.
Sabemos que cada año muchos
cristianos son perseguidos e incluso
pierden la vida por la fe en
Jesucristo. Al menos 100.000
cristianos se convierten cada año
en testigos de Jesucristo: hay
mártires en Nigeria, en varios
países del Norte de África y Medio
Oriente, en Paquistán; diversos
ataques violentos contra cristianos
en la India o en China. Gracias al
conmovedor testimonio de los
mártires recordamos el precio de
nuestra fe. ¿Por qué no recordar
de una manera concreta a los
mártires de nuestro tiempo en la
Cuaresma del año de la fe?
¡Sugiero que conozcamos a
algunos de ellos (http://www.acn-
intl.org/pg/home.html) durante el
Viacrucis de la Cuaresma de este
Año de la Fe!
P. Václav Klement, SDB
Consejero para las Misiones
Somos sólo Obreros,
no Capataces
El texto que sigue ha sido realizado (en
inglés) por el obispo Kenneth Untener de
Saginaw, USA, como reflexión en el
aniversario del martirio del Arzobispo Oscar
Romero. Con frecuencia se atribuyen a
Romero palabras, que seguramente no las
dijo. Sin embargo, este texto sintetiza bien
la persona del Papa Benedicto XVI, "un
humilde obrero en la viña del Señor", que
recordamos con plegarias reconocidas.
Q
ué bueno es a veces dar un paso atrás
y lanzar una mirada más lejana!
El Reino no sólo supera nuestras fuerzas,
también está más allá de nuestra vista.
De nuestra vida apenas sabemos
un poco de la magnífica empresa que representa la obra de Dios.
Nada de lo que hacemos es perfecto,
que es lo mismo que decir
que el Reino siempre está más allá de nosotros.
Ninguna palabra lo dice todo. Ninguna oración expresa toda la fe.
Ninguna confesión es perfecta. Ninguna visita pastoral lo arregla todo.
Ningún programa realiza la misión de la Iglesia.
Ni el conjunto de metas y objetivos comprende todo.
Somos sólo sembradores de semillas que un día crecerán.
Regamos la simiente ya plantada
sabiendo que ya tiene un fruto prometido.
Ponemos los cimientos sobre los que habrá que edificar después.
Preparamos la levadura que hará fermentar
por encima de nuestras capacidades.
No podemos hacerlo todo, y en esto nos sentimos liberados.
Esto nos da la fuerza de hacer algo y hacerlo bien.
Puede ser algo incompleto,
pero es el inicio, un largo paso en el camino,
una oportunidad de la gracia del Señor para seguir adelante.
Puede ser que no veamos el resultado final,
pero aquí está la diferencia
entre el capataz y el simple obrero.
Nosotros somos obreros, no somos capataces,
servidores, no mesías.
¡Somos profetas de un futuro que no es nuestro!
Entrevista con el P. Filiberto Rodríguez Martín Inspector de ANG
vimeo: https://vimeo.com/59569155