Titolo notiziario
Nome società
Boletín para la Animación Misionera Salesiana
Qu e r i d o s
misioneros
salesianos y ami-
gos de las Misio-
nes Salesianas!
¡Parece increíble!
Cada año centenares de jóvenes de 40 ispectorías
salesianas que trabajan en el voluntariado misio-
nero salesiano regresan después de 12 meses a su
vida ordinaria. Otros millares de los chicos o jó-
venes vuelven después de algunas semanas de la
experiencia en las misiones. Después de su regre-
so a casa muchos de ellos están expuestos a un
enorme choque cultural. ¿Por qué no logran intro-
ducirse en la propio parroquia o en el centro ju-
venil de origen?. La experiencia del voluntariado
ha transformado su modo de ver la vida, de vivir
la vida personal cristiana. En el entorno mediocre
o poco dinámico de su propio lugar se encuentran
rebotados.
También los 400 jóvenes de las 6 Ispettorie ita-
lianas se juntan cada año durante dos días para
compartir brevemente las experiencias en las
misiones. Escuchar a los jóvenes del Harambee en
El Colle Don Bosco cada septiembre antes del en-
vío misionero anual es muy enriquece-
dor. Pero está claro: ¡después de la
experiencia veraniega en los países de
las misiones, el punto común comparti-
do en todos los grupos es - ¡Qué es
difícil es volver a Italia!
¡Sí, el desafío del voluntariado mi-
sionero es justo el como implicar a los
voluntarios después de su vuelta en la
misión salesiana 'en casa'¡. Sobre todo
los voluntarios misioneros que vuelven
a Europa o a América después de un
año de su vida ofrecida generosamente
en Asia, América o África pueden dar
una gran contribución a la Inspectoría
de origen. ¡Algunos de los ex voluntarios llegan a
ser ardientes animadores, colaboradores o Sale-
sianos Coajutores! ¡Hasta ya hay dos Delegados
Inspectoriales de animación misionera (SUE, SUO)
que iniciaron su eentrega a la misión salesiana
como voluntarias hace años!
¡Un saludo y una oración por todos los jóvenes
que han regresado en este año después de una
fuerte experiencia misionera! ¡Sed bienvenidos,
cerca de vuestra casa hay un puesto para voso-
tros en la gran misión salesiana!
P. Václav Klement, SDB
Consejero para las Misiones
La misión universal implica
a todos, a todo y siempre!
E l incansable anuncio del Evangelio vivifica también a la
Iglesia, su fervor, su espíritu apostólico; renueva sus mé-
todos pastorales para que cada vez sean más apropiados
para las nuevas situaciones —incluso aquellas que requieren una
nueva evangelización— y estén animados por el impulso misione-
ro: «La misión renueva la Iglesia, refuerza la fe y la identidad
cristiana, da nuevo entusiasmo y nuevas motivaciones. ¡La fe se
fortalece dándola! La nueva evangelización de los pueblos cri-
stianos hallará inspiración y apoyo en el compromiso por la mi-
sión universal» (Redemptoris missio, 2).
… Todos los que han encontrado al Señor resucitado han sentido
la necesidad de anunciarlo a los otros, como hicieron los dos
discípulos de Meaux. Estos, después de haber reconocido al Señ-
or al partir el pan, «levantándose en aquel momento, se volvie-
ron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once» y refi-
rieron lo que les había sucedido por el camino (Lc 24,33-34).
…
Destinatarios del anuncio del Evangelio son todos los pueblos. La
Iglesia, «es, por su propia naturaleza, misionera, puesto que
tiene su origen en la misión del Hijo y la misión del Espíritu San-
to según el plan de Dios Padre» (Ad gentes, 2). Esta es «la dicha
y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella
existe para evangelizar» (Evangelii
nuntiandi, 14). Consiguientemen-
te, nunca puede encerrarse en sí
misma. Se enraíza en determina-
dos lugares para ir más allá. Su
acción, adhiriéndose a la palabra
de Cristo y bajo la influencia de su
gracia y de su caridad, se hace ple-
namente y actualmente presente a
todos los hombres y a todos los
pueblos para conducirles a la fe en
Cristo (Ad gentes, 5).
Esta tarea no ha perdido su urgen-
cia. Al contrario, «la misión de
Cristo Redentor, confiada a la Iglesia, está aún lejos de cumplir-
se… una mirada global a la humanidad demuestra que esta mi-
sión se halla todavía en los comienzos y que debemos compro-
meternos con todas nuestras energías en su servi-
cio» (Redemptoris missio, 1) …. La misión universal implica a
todos, a todo y siempre. El Evangelio no es un bien exclusivo de
quien lo ha recibido, sino que es un don que hay que compartir,
una buena noticia que hay que comunicar. … Que la Jornada
Mundial de las Misiones renueve en cada uno el deseo y la alegrí-
a de “ir” al encuentro de la humanidad llevando a todos a Cri-
sto.
Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI
para la Jornada Mundial de las Misiones 2011
(texto completo: http://tinyurl.com/5tp845v)