N. 119 - noviembre 2018
Boletín para la Animación Misionera Salesiana
Una publicación del Sector para las Misiones para las comunidades salesianas y amigos de las misiones salesianas
E l próximo año celebraremos con toda la Iglesia el mes
misionero extraordinario convocado por el Papa Fran-
cisco. Queremos llegar allí con la Máximum illud, la
carta misionera del Papa Benedicto XV, entre nues-
tras manos y en nuestras mentes. De esta carta
aprenderemos algo muy simple y crucial: el misionero "no cae
del cielo", hay que formarlo, construirlo.
Uno de los elementos clave que hay que cuidar es el estudio
y apropiación de las lenguas. Ésta es la expresión del misio-
nero asumiendo los valores de los pueblos aún no evangeliza-
dos. El lenguaje es una llave que abre corazones y culturas.
"El misionero nos ama: mira cómo aprende nuestro idioma",
dice la gente a menudo. Cada salesiano, misionero de los jó-
venes, aprende continuamente los nuevos idiomas y las nue-
vas lenguas de los jóvenes. Los misioneros salesianos ad gen-
tes deben tener ciertas cualidades y predisposiciones para la lengua, aunque esto no es lo único que hace a
un buen misionero. Algunos de ellos han sido extraordinarios: Monseñor Oreste Marengo (1906 – 1998), en el
noreste de la India, podía comunicarse en 22 idiomas locales. Y tú, querido hermano, ¿estás listo para cola-
borar más estrechamente en este Pentecostés misionero y lingüístico?
P. Guillermo Basañes, SDB
Consejero para las Misiones
ENCUENTRO SALESIANO PAN-AMAZÓNICO
Los Salesianos de las provincias que tienen presencia en la Amazonia tendrán una reunión para reflexionar
sobre los 125 años de las misiones salesianas en la Amazonia, los desafíos del presente y planear con nuevo
vigor el futuro. Queremos estar en sintonía con la Iglesia, que se prepara para el Sínodo pan-amazónico.
En todos los continentes hay situaciones de tensión, incluso guerra, donde las presencias salesianas están a la vanguardia. Oremos
por su seguridad y que puedan ser instrumentos de diálogo y encuentro que conduzcan a una paz estable.
Principalmente estarán presentes los misioneros de la Inspectoría de Manaos y Mato Grosso-Brasil. También
habrá salesianos del Ecuador, Perú, Venezuela y Paraguay. Parti-
ciparán también muchos laicos y hermanas salesianas. La pre-
sencia de Don Bosco en la Amazonia es muy significativa. Los
Salesianos están presentes en 35 comunidades misioneras, y
atienden a muchos pueblos, al menos de 44 etnias: Chavante,
Bororo, Terena, Guarní, Kaiowá, Kinikianau, Atikum, Guató,
Ofaié, Kadiwíeu, Kurabakairi, Tukano, Tariano, Dessano, Pi-
ratapuia, Hupda, Cubeo, Uanano, Barasanos,
Miritiapuia,
Arapasso, Tuyuca, Carapanasso, Pelado. Shuar, Achuar, Shawi,
Kandozi, Wampis, Awajun, Kechua, Chapra, Kucamacucamilla,
Shivillo, Arawacos, Hiwi, Piaroa, Yanomami, Yekuana, Senema-
yekauana, Ayoreo, Maskoy, Ishir, Tomaraio.
Los jóvenes de la inmensa y fascinante Amazonia, juntamente
con muchos hijos de Don Bosco, desean compartir la fe y
riquezas de Cristo con estilo salesiano, construyendo juntos
una iglesia de rostro amazónico, que continúe siendo no sólo el
pulmón de oxígeno en el planeta, sino también un pulmón
espiritual donde el encuentro entre Cristo y las culturas
indígenas enriquezca a la humanidad.
1-el cartel muestra la rica y compleja variedad de la pan- Ama-
zonia: grandes centros urbanos, vida a lo largo del río, palafitos,
suburbios, montañas como símbolo de lo sagrado.
2-en primer plano los principales destinatarios de nuestra mi-
sión: un joven indígena... en el otro lado los niños y adolescen-
tes que se aventuran en el río.
3-en el centro del cartel el símbolo del Sínodo... nuestra unidad
con la iglesia.