N. 116 - agosto 2018
Boletín para la Animación Misionera Salesiana
Una publicación del Sector para las Misiones para las comunidades salesianas y amigos de las misiones salesianas
Encontramos en la carta “Maximum
illud” del Papa Benedicto XV, una
clara referencia a la urgencia de
formar "al misionero", es decir, de
formar adecuadamente a cada agen-
te de evangelización. Las referencias
a alguna "deformación" de la figura
del misionero son muy explícitas
("avaricia", "afán de lucro").
Ciertamente no se usan expresiones
que para nosotros hoy sería más
comunes, tales como nacionalismo,
colonialismo, o misión como un mero
desarrollo material y social. En este
contexto, el “desinterés”, la catoli-
cidad y, sobre todo, la espiritualidad
y la santidad de vida del misionero
están fuertemente presentes: "
Quien habla de Dios tiene que ser un
hombre de Dios”, que "arda de
caridad."
La Congregación Salesiana continúa
creciendo en la conciencia y en un
compromiso estructurado en la
"Formación Misionera de los
Salesianos de Don Bosco" (Roma
2013). Esto debería seguir siendo un
compromiso prioritario y de calidad
entre los hijos de Don Bosco.
El estudio y la cualificación de los
hermanos en misionología, así como
en las ciencias que en general
hacen referencia directa a nuestro
compromiso de evangelización ad
gentes, son aspectos que en la
Congregación debemos desarrollar
aún mucho más.
GRUPOS FERMENTO
Continuamos presentando esta expe-
riencia asociativa misionera de las
Obras Misioneras Pontificias. Esta bue-
na práctica puede iluminarnos y moti-
varnos a la creación de grupos, o movi-
mientos misioneros dentro de nuestra
Pastoral Juvenil.
Son los grupos en los cuales los jó-
venes mediante un proceso de for-
mación personal y comunitaria, bus-
can hacer posible su formación hu-
mana, cristiana y misionera para
proyectarse en su ambiente y fuera
de él. Está constituido por doce mu-
chachos a la manera de Apóstoles
con Jesús. Ellos mismos eligen un
animador, quien con su forma de vida y animación misionera ayuda a crecer el
grupo. Semestral o anualmente se puede elegir otro joven para este servicio.
Todos, de una forma o de otra, deben ejercer un liderazgo y prestar sus servi-
cios dentro del grupo. El grupo escoge un nombre, el de alguna figura misionera
o que indique orientación misionera.
Servicios que prestan los grupos de fermento misionero:
Proyección del joven con sentido universal a la familia, el colegio, el grupo de
amigos, la parroquia, los más necesitados, la sociedad en general.
Vinculación en la animación de las Jornadas Misionales (Jornada Mundial de las
Misiones, Obra Pontificia de San Pedro Apóstol, Infancia Misionera y Pontificia
Unión Misional).
Cooperación de los jóvenes a la misión universal y con los mismos jóvenes en
el mes de octubre, en ese promover domingo se celebra la Jornada Nacional
de Juventud Misionera.
Asesor de los jóvenes o grupos de Infancia Misionera
Promoción y organización de convivencias y otras actividades misioneras a fa-
vor de los jóvenes.
Conformación de equipos para misiones diocesanas o lugares necesitados.
Apoyo espiritual y material a las vocaciones sacerdotales y religiosas nativas
de las tierras de misión, a través de la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol.
Difusión de las revistas y guías misioneras de la Obras Misionales Pontificias.
Vinculación al Comité parroquial de misiones y la Dirección Diocesana de Mi-
siones.
Participación y animación semanal en la Eucaristía Dominical de la parroquia.
Ofrecimiento del “año de servicio misionero” “más allá de las fronteras” como
P. Guillermo Basañes, SDB apoyo a la evangelización de los católicos alejados o para llevar el evangelio a
Consejero para las misiones los que todavía no lo han recibido por primera vez.
Compromisos:
Testimonio misionero de auténtica vida cristiana juvenil y vida sacramental.
Participación en las actividades semanales de formación y proyección misionera.
Oración diaria por las misiones del mundo entero.
Cultivo de la propia vocación misionera.
Evangelización “más allá de las fronteras” vinculando a otros jóvenes.