¡ He tenido miedo,
pero quise compartir mi fe!
Co mo un joven aspirante he sentido historias y testimonios de misioneros y he
sido inspirado por su vida heroica. También yo quise atreverme. Sin embargo,
he tenido mis aprensiones. Además, tuve miedo por mi salud. En todo caso, hice la
petición de ir a misión durante mi post-noviciado porque sentía en mí un fuerte deseo
de compartir mi fe con otras personas. Me llené de entusiasmo cuando el inspector me
dijo que sería enviado como misionero a Papua Nueva Guinea.
Cuando he llegado he encontrado la cultura melanesiana bastante "extraña" y, a veces
también "extravagante". Me ha resultrado muy difícil adaptarme a su forma de pensar. Pero con el paso del tiempo, mano
mano que los estudiantes de nuestra escuela y los jóvenes en nuestra parroquia que se han convertido en mis amigos,
también ha resultado más fácil para mí aceptar lo que soy y entender sus costumbres y sus valores.
Después de un año de vida misionera se me ha dada la posibilidad de participar en el Curso de Orientación Cultural para
Nuevos Misioneros en Melanesia organizado por el "Melanesian Institute". Este curso me ha ayudado mucho a valorar mis
primeras experiencias misioneras y me ha ayudado a entender el sentido de lo que he visto, oído y experimentado. Mi
mente se ha abierto a las diversos aspectos de la cultura melanesiana y como puedo inculturanizarme mejor en ella. Me
ha permitido también apreciar los numerosos buenos elementos de la cultura melanesiana, y comprender mejor sus
creencias y costumbres.
He pasado mis tres años de tirocinio en Papua Nuevo Guinea en Araimiri que muchos describen cómo nuestra
misión más difícil. Allí he aprendido a echar las cuentas con el aislamiento de la "civilización". El estilo de vida simple y
frugal en el corazón de la jungla me ha enseñado y formado a lo que soy hoy. Tuve que ser resistente y perseverante para
sobrevivir en una vida dura. He tenido que aprender a ser flexible y
paciente conmigo mismo y con la población local. Una cosa que he
tenido que afrontar y combatir es la realidad de "esperar", en
cuanto que la población local no tiene nuestro sentido del tiempo,
al que personas procedentes de una sociedad fuertemente
urbanizada estamos acostumbrados.
He vivido en mediod el nada, pero he experimentado la
presencia real de Dios, especialmente en los más difíciles y
laboriosos momentos de mi vida misionera. Cuando también nos
faltaba lo más necesario y fundamental para la vida, no nos hemos
dirigido a nadie más que a Él. También he crecido en mi confianza
y confianza en Su Amor y Providencia. Nuestra comunidad llevaba a
la roración nuestras preocupaciones, nuestras ansiedades, nuestros
miedos y aprensiones, el apostolado y a nosotros mismos. Mis ojos
se han abierto para ver los milagros que, de otro modo, no habría
notado si aun estuviera sumergido en la vida urbana de Manila.
En Papua Nuevo Guinea también he entendido que
nuestra vida comunitaria salesiana es un manantial muy potente. Fui muy afortundo por haber vivido con muchos
hermanos que se entregan y se sacrifican. Estoy orgulloso de su dedicación, de su inquebrantable amor por la misión y de
su celo por la salvación de las almas.
¡Mientras me preparo para mi ordenación espero impacientemente volver a la tierra y la gente que ya los considero como
mios!
Diacono Angel Sánchez
Filipino, misionero en Papua Nueva Guinea
Intención Misionera Salesiana
Emigrantes en Medio Oriente
Para que los Salesianos en el Medio Oriente y en los países del Golfo sepan acompañar
a los emigrantes presentes en su territorio mediante nuestros servicios
educativos - pastorales, también en el camino vocacional.
La Inspectoría del Medio Oriente abarca obras en siete países (Israel, Palestina, Turquía, Siria,
Líbano, Egipto, Irán), en los países del Golfo estamos presentes en otros dos países (Kuwait,
Yemen). La presencia de los refugiados - especialmente iraquís, y muchos inmigrantes cristianos
procedentes de los muchísimos países de África y Asia se ha hecho importante en muchos
ambientes salesianos. Como en todo el mundo globalizado, también aquí el servicio primario a
las comunidades de los emigrates es un acompañamiento a todos los niveles, también en el
camino de fe y en el camino vocacional.
Para sugerencia y aportes: cagliero11@gmail.com