N. 132 - diciembre 2019
Boletín para la Animación Misionera Salesiana
Una publicación del Sector para las Misiones para las comunidades salesianas y amigos de las misiones salesianas
C oncluyendo este año 2019, llegamos al Niño Jesús llevándole TODO y TODOS.
Pequeño, con los brazos abiertos, da la bienvenida a todo, lo abraza todo.
El niño Jesús abraza a todo el mundo.
Una de las visitas que más me marcó en 2019 fue la casa del joven mártir
Salesiano Akash Bashir, quie murió el 15 de marzo de 2015 en Lahore, Pakistán. Esta
visita duró solo media hora, y fue muy intensa y significativa. Estuve con el
padre y la madre, con la hermana y los hermanos: una familia cristiana, viva,
y que siente que su hijo mártir está más vivo que nunca.
Fue una visita y también una peregrinación; sí, una peregrinación de Turín a Lahore,
con varias etapas intermedias y unos pocos miles de kilómetros recorridos, trayendo
en mi mochila una estatua de María Auxiliadora: memoria y profecía del Rector
Mayor para esta familia probada y bendecida, María es siempre la Reina de los
Mártires. Y los jóvenes continúan siendo seducidos por un Jesús resucitado que
pide todo porque él lo da todo. Supliquemos al Niño Jesús por un año 2020 sin
mártires... pero lleno del espíritu de cristiano y salesiano del martirio.
P. Guillermo Basanes, SDB
Consejero para las missiones
UNA CONVERSACIÓN SOBRE SER MISIONEROS EN EL MUNDO DE HOY .
E l nuevo y ágil libro entrevista con el Papa Francisco sale unos días después de la
clausura del mes extraordinario misionero, "octubre de 2019". Juan Valente, de
la agencia misionera Fides, le hace las preguntas al Papa.
Las pautas de la conversación están representadas por las muchas expresiones
frecuentes que Francisco difunde en su magisterio para sugerir cuál es la naturale-
za apropiada de la misión de la Iglesia en el mundo. Por primera vez, el obispo de
Roma hace una pausa para explicar de manera relajada lo que quiere sugerir cuando
repite insistentemente que la Iglesia crece "por atracción" y no por proselitismo, que
el protagonista de la misión es el Espíritu Santo y que la Iglesia es por su propia
naturaleza "en salida". El Papa también procura evitar el riesgo de que estas expre-
siones suyas se reduzcan a nuevos eslóganes conformistas del lenguaje "eclesial",
mientras sugiere imágenes y episodios tomados de su memoria como pastor, que es el
dinamismo propio de toda obra apostólica, y que puede ser su fuente. Es por eso que
las respuestas del Papa sobre la misión contenidas en este nuevo libro pueden
iluminar, intrigar, desplazar y consolar, y llaman en causa no solo a aquellos que están
directamente implicados en el trabajo de la animación misionera.
En las respuestas de Francisco, la obra apostólica nunca se presenta como resulta-
do de un esfuerzo, el término de un compromiso adicional que se agregará a las labo-
res de la vida. El dinamismo de cada movimiento misionero, afirma, procede «por ena-
moramiento, por atracción amorosa. Uno no sigue a Cristo, y menos aún se convierte
en uno que lo anuncia a Él y a su Evangelio, por una decisión de escritorio. Incluso el
entusiasmo misionero solo puede ser fructífero si tiene lugar dentro de esta atracción
que se transmite a los demás". En la entrevista, el Papa sugiere que un rasgo distintivo del trabajo apostólico auténtico
es facilitar, no poner obstáculos al deseo de Jesús de abrazar a todos, sanar a todos, salvar a todos. No hacer seleccio-
nes, no hacer "dogmas pastorales". No ponerse en la actitud de colocarse en la puerta para controlar si los otros tienen
los requisitos para entrar».
El Papa también ofrece ideas sugerentes sobre la relación de la obra misional con el dinero, con los medios de
comunicación, con los procesos de globalización. Recuerda que en la actualidad "debemos estar alerta ante todo
lo que de alguna manera termina mostrando la misión como una forma de colonización ideológica, incluso enmas-
carada". Advierte contra las tentaciones funcionalistas de confiar la efectividad de la misión a medida de estrate-
gias de marketing y metodologías teológicas presuntuosas. Él insinúa críticamente el fenómeno de los misioneros
"muerde y escapa", aquellos que hacen consistir la misión a un "turismo espiritual" disfrazado de apostolado. "Para
seguir a Jesús y anunciar el Evangelio", explica el Papa, "uno debe salir de uno mismo y de la propia autorreferen-
cialidad, pero luego también debe saber “estar", permanecer en el lugar y en las situaciones en que el Señor nos
coloca".
No se trata de «hacer animación misionera como si fuera una profesión, sino de vivir con los demás, seguir su ritmo,
pedirles que nos dejen acompañarlos aprendiendo a caminar al paso de ellos». Solo dentro del tejido de la vida
cotidiana, y no en la construcción de eventos artificiales y movilizaciones, enfatiza el Papa, el trabajo de los misione-
ros "puede ser fructífero". Y solo de esta manera, en el camino de cada día, se puede llevar a cabo un proceso de
inculturación real del Evangelio en las diversas realidades». Dado que "la inculturación no se realiza en laboratorios
teológicos, sino en la vida cotidiana".