son misioneros para un largo período y quieren actualizarse. Se comienza con un retiro espiritual. Se tratan y
discuten tema de Sagrada Escritura, antropología, psicología, catequesis y puesta al día misionera. Se propicia un
encuentro íntimo con la persona de Jesús en un ambiente comunitario de amor fraterno y espíritu de familia, con
muchas posibilidades para compartir experiencias e interacción fraterna. Los salesianos que participan tienen
también la oportunidad de redescubrir la riqueza de los orígenes de la sociedad y el carisma mediante la
peregrinación a los lugares santos salesianos.
Para completar el curso de la UPS, se organizan también breves cursos para misioneros (de la familia
salesiana) que no disponen de mucho tiempo también en otras regiones con el fin de promover un diálogo más
estrecho con el contexto local. Uno se realizó ya en Quito, Ecuador (2012 y el próximo será en 2014) para las
regiones de América (en español). Para el próximo mes de agosto está programado un curso semejante en
Shillong, India, para las regiones de Asia (en inglés). Los salesianos que deseen tener más información sobre estos
cursos pueden escribir al secretario del Dicasterio: jose.anikuzhikattil@gmail.com.
P. Jose Anikuzhikattil, SDB
Dicasterio para las Misiones
La Misión es de Dios … a Nosotros Toca solo Sembrar!
Mientras estudiaba abogacía en la universidad (1988-1992), con la chica con la que salía pensábamos ir como
familia misionera a Africa. Pero empecé a sentir que no estaba contento que no era feliz, me faltaba algo …
Comencé entonces a escuchar y a tratar de ser fiel a la “Voz interior”. Leía la Palabra de Dios, rezaba, buscaba...
Un día me fui a confesar y donde no lo esperaba, en una parroquia salesiana, sentí como una chispa que se encendía
en mi corazón. Cuando, gracias a la compañía de un salesiano,
confirmé que Jesús me llamaba, decidí entonces entregarme al Señor
para siempre.
Necesidades hay en todos lados, y si bien es cierto que estamos
llamados a afrontarlas, la verdadera necesidad es discernir, ver,
escuchar qué es lo que Dios quiere en una situación particular y en la
vida de cada uno de nosotros. Fue sólo entonces cuando el salesiano
amigo que me acompañaba me dijo: “ahora sí escríbile al Rector
Mayor”. Le escribí y recibí su respuesta: “Te envío a Pakistán”.
Entonces, ¿por qué quise ser un misionero cuando Argentina también
los necesita? La respuesta es “porque Dios quiere”. El criterio definitivo
es la llamada de Dios, el envío. Cuanto más tiempo pasa, más me
convenzo…
En el ámbito personal, los desafíos más importantes fueron los
de aprender a reconocer e integrar mis límites y debilidades. Paradójicamente, el miedo, el dolor, la soledad, el
sentirte traicionado, el no poder entender y controlar la realidad, pueden transformarse en la puerta que te lleve a
lo más hondo y verdadero de ti mismo. A nivel de fe, el desafío de vivir en un país donde el 96% son musulmanes, me
regaló la oportunidad de “nacer de nuevo” (como Nicodemo), de “llegar a ver” (como Bartimeo), de redescubrir el
“don de Dios” (como la Samaritana).
Mis alegrías más grandes tienen nombre: Noble, Adnan, Sami, Julia y Roma (mis hermanos y hermanas
pakistaníes, primeras vocaciones locales); Rodrick, Alwin, Khurram, Ms Sana, Ms Sabra (viven y aman el carisma como
laicos); María, (la encontramos llorando sola cuando visitamos a su familia y ahora estudia, sonríe y quiere llegar a
ser diseñadora!), Sunil (trabaja gracias a un curso que hizo en DB, estudia, es animador del oratorio y quiere
discernir su vocacion…)...
¡Sí! La misión es de Dios y El la hace fructificar a su tiempo. ¿Cuánto? ¿Cuándo?, ¿Cómo? Sólo El lo sabe. A
nosotros nos toca solo sembrar. Seguimos adelante viviendo juntos día a día, con la esperanza, luz y alegria que
emanan de nuestra fe. ¡Y somos felices!
P. Julio Palmieri
argentino, misionero en Pakistán
Intención Misionera Salesiana
Territorios confiados alla Congregación en la Región Interamerica
Para que los Salesianos de los territorios confiados a la Congregación Salesiana por la
Santa Sede en la región Interamérica logren consolidar una Iglesia verdaderamente
inculturada.
El trabajo de evangelización debe asumir y transformar las culturas indígenas en los territorios que
se nos confían para que, dentro de la comunión de la Iglesia Universal, se constituyan en
comunidades con una identidad específica. En concreto en la Región Interamérica se encuentran
cinco de los ocho territorios confiados a la Congregación salesiana por la Santa Sede: México -
Prelatura Mixes (desde 1962), Guatemala - Vicariato El Petén (desde 1995), Venezuela - vicariato Puerto Ayacucho (desde
1946), Perú - vicariato Pucalpa (desde 2009), Ecuador - vicariato Méndez (desde 1897). La característica común de los cinco
territorios es nuestro compromiso por los grupos indígenas en zonas pobres y muy difíciles, con pocas vocaciones locales y un
número de hermanos en disminución. Para ayudar a los Vicariatos en los 4 últimos años se han enviado 15 jóvenes misioneros.