ADMA
ASOCIACIÓN DE MARIA AUXILIADORA
Asociación eclesial pública y fiel
Querido Rector Mayor,
Queridos salesianos de Don Bosco,
Estoy feliz y emocionado de saludarlos hoy en la apertura de los trabajos del Capítulo General 28º de la Congregación. Es una gran emoción tenerlos a todos reunidos aquí en Valdocco y la primera palabra que siento que debo dirigirles en nombre de todos los Adma (Asociación de María Auxiliadora) y creo que en nombre de todos los laicos que forman parte de la Familia Salesiana es GRACIAS. Gracias porque su presencia en el mundo es un regalo, sus palabras son importantes, su bendición es indispensable, su acompañamiento es vital para los jóvenes, las familias, las comunidades a las cuales han dedicado su vida. La mirada de un amigo salesiano puede ser lo que "cambia la existencia", ustedes como Don Bosco saben cómo hacernos sentir amados y quién se siente amado es capaz de amar, quién se siente bienvenido es capaz de acoger, quién se siente perdonado es capaz perdonar
"Qué salesianos para los jóvenes de hoy" es el título de su Capítulo. Un tema que es al mismo tiempo el origen y el futuro, el sueño y la realidad, el centro y la periferia de su misión. Es un tema que nos preocupa tanto: ¿Qué salesianos para nuestros hijos. Para nosotros, para nuestras parroquias, para la sociedad, para la juventud del mundo?
Queremos desearles un tiempo fuerte de encuentro, de oración y discernimiento sobre estos temas, seguros de que este Capítulo dará grandes frutos.
También queremos compartir con todos ustedes la gracia que como ADMA hemos recibido en estos años de camino. "Compartir la gracia" es precisamente el lema que nuestros jóvenes han querido utilizar en el 150º año de la Asociación porque, -nos dijeron- una cosa linda "no se lo pueden guardar para ustedes, sino que tiene que darla".
Les dejamos entonces tres pensamientos que son fruto de nuestra experiencia:
Don Bosco tenía en el corazçon la defensa de los jóvenes, especialmente de los más débiles. Fue a buscarlos a las calles, a las cárceles, a las obras en construcción. Incluso hoy la misión es la misma y para encontrar a los jóvenes también debemos conocer a sus familias. Debemos ayudarlos, acompañarlos, llevarlos a Jesús y a la alegría de este encuentro. Las familias que caminan con nosotros simplemente han experimentado esto: nunca más se vuelve atrás cuando te sientes amado.
María Auxiliadora desea vivir más en nuestros hogares, en nuestras escuelas, en nuestros oratorios, en nuestros grupos. Ustedes los salesianos siempre han estado locos por María Auxiliadora. Esto nos recordó Don Ángel al final del VIII Congreso Internacional de María Auxiliadora en Buenos Aires en noviembre pasado. Entonces confiamos todo a Ella, confiamos en ella, hablamos más sobre Ella a nuestros hijos, enseñamosles a abrir sus corazones a María y a confiar en Ella.
Los laicos debemos ocupar cada vez más un nuevo lugar en la familia salesiana y en la iglesia. Nos ayudará en este camino tenerles cerca queridos Salesianos y redescubrir ahí donde Don Bosco les ha pensado. Entre los muchachos, en el oratorio, en el patio, en el confesionario. Nos ayudará verles entre nosotros laicos, en los grupos, en los retiros, en el almuerzo, en un viaje, en medio de nuestras familias, con nuestros hijos que les llamen por su nombre.
Les acompañamos queridos salesianos en este Capítulo con la oración y, en particular, confiamos el trabajo del Capítulo a María Auxiliadora y a Don Bosco, para que gracias a su poderosa intercesión, el Espíritu Santo ilumine sus corazones y mentes, y oramos también con y por ustedes para que el Señor nos envíe muchos nuevos salesianos a trabajar en su mies.
Sr. Renato Valeria
Presidente primario
Trad. don Daniel Garcia sdb