X XIV CAPÍTULO GENERAL
DE LA SOCIEDAD
DE SAN FRANCISCO DE SALES
SALESIANOS Y SEGLARES:
COMPARTIR EL ESPÍRITU Y LA MISIÓN
ROMA, 1996
actas
del consejo general
de la sociedad salesiana
de san Juan Bosco
ÓRGANO OFICIAL DE ANIMACIÓN Y COMUNICACIÓN PARA LA CONGREGACIÓN SALESIANA
Nº 356
año LXXVII
mayo de 1996
DOCUMENTOS DEL XXIV CAPÍTULO GENERAL
DE LA SOCIEDAD DE SAN FRANCISCO DE SALES
Roma, 19 de febrero - 20 de abril de 1996
ÍNDICE GENERAL
número pág.
Abreviaturas y siglas --
PRESENTACIÓN--
SALESIANOS Y SEGLARES: COMPARTIR EN COMUNIÓN
EL ESPÍRITU Y LA MISIÓN DE SAN JUAN BOSCO
INTRODUCCIÓN
EL ACONTECIMIENTO DE GRACIA DEL 12 DE ABRIL DE 18461-2 --
PRIMERA PARTE
LOS SALESIANOS Y LOS SEGLARES HOY: SITUACIÓN 3-56 --
CAPÍTULO PRIMERO
ELEMENTOS PARA COMPRENDER LA SITUACIÓN3-18 --
1. Horizonte: juntos en el espíritu y en la misión
al servicio de los jóvenes3-5 --
2. Contexto: el mundo y la Iglesia6-18 --
2.1. En el mundo de hoy7-14 --
2.2. En la Iglesia15-18 --
CAPÍTULO SEGUNDO
SITUACIÓN DE LAS RELACIONES
ENTRE SALESIANOS Y SEGLARES19-29 --
1. Deseos y realizaciones19-38 --
1.1. Aspectos positivos19-29 --
1.2. Resistencias y dificultades30-34 --
1.3. En algunas situaciones particulares35-38 --
2. Modalidades operativas:
la Comunidad educativo-pastoral (CEP)
y el Proyecto educativo-pastoral salesiano (PEPS)39-47 --
2.1. El camino que se ha hecho39-43 --
2.2. Dificultades44-47 --
3. Formas de comunión, participación y pertenencia:
Familia Salesiana y Movimiento Salesiano48-51 --
CAPÍTULO TERCERO
PERSPECTIVAS52-56 --
1. Extender la implicación en el espíritu y en la misión53 --
2. Fomentar un nuevo estilo
de comunión y corresponsabilidad54 --
3. Promover un camino de formación en común55 --
SEGUNDA PARTE
SALESIANOS Y SEGLARES: MEMORIA Y PROFECÍA57-105 --
CAPÍTULO PRIMERO
LOS SALESIANOS Y LOS SEGLARES
EN EL MUNDO Y EN LA IGLESIA57-148 --
1. Llamados por el Padre a trabajar en su Reino57-60 --
2. Convocados por Cristo para ser signos e instrumentos
de comunión y participación61-64 --
3. Unidad y diversidad en la misión común65-68 --
CAPÍTULO SEGUNDO
IRRADIACIÓN DEL CARISMA69-86 --
1. En los orígenes70-75 --
2. En la tradición salesiana76-82 --
3. Líneas más sobresalientes83-86 --
CAPÍTULO TERCERO
EL ESPÍRITU Y LA MISIÓN QUE SE COMPARTEN87-105 --
1. En la raíz de nuestra unidad87-88 --
2. Elementos de la espiritualidad89-100 --
2.1. Amor de predilección por los jóvenes,
especialmente los más pobres89-90 --
2.2. Espiritualidad de la relación:
espíritu de familia91-93 --
2.3. Compromiso en la Iglesia por el mundo94-96 --
2.4. Espiritualidad de lo cotidiano y del trabajo97-98 --
2.5. El Sistema Preventivo:
en permanente escucha de Dios y del hombre99-100 --
3. Una pedagogía para vivir en comunión
el espíritu y la misión de san Juan Bosco101-105 --
TERCERA PARTE
HACIA EL FUTURO106-186 --
CAPÍTULO PRIMERO
ÁREAS DE COMPROMISO106-148 --
0. Introducción106 --
1. Extender la implicación107-116 --
1.1. Objetivo108 --
1.2. Orientaciones109-114 --
1.3. Compromisos operativos
en el ámbito local115 --
en el ámbito inspectorial116-117 --
2. Promover la corresponsabilidad117-127 --
1.1. Objetivo118 --
1.2. Orientaciones119-122 --
1.3. Compromisos operativos
en el ámbito local123-124 --
en el ámbito inspectorial125-126 --
en el ámbito mundial127 --
3. Valorar la comunicación128-137 --
1.1. Objetivo129 --
1.2. Orientaciones130-132 --
1.3. Compromisos operativos
en el ámbito local:
a. la comunidad salesiana133 --
b. la comunidad educativo-pastoral134-135 --
en el ámbito inspectorial136 --
en el ámbito mundial137 --
4. Dar calidad a la formación138-148 --
1.1. Objetivo139 --
1.2. Orientaciones140-143 --
1.3. Compromisos operativos
en el ámbito local144 --
en el ámbito inspectorial145-146 --
en el ámbito mundial147-148 --
CAPÍTULO SEGUNDO
LA COMUNIDAD EDUCATIVO-PASTORAL (CEP)149-179 --
1. La comunidad de consagrados, alma de la CEP149-150 --
1.1. Profecía en acción151 --
1.2. Radicalidad evangélica152 --
1.3. Comunidad de consagrados153 --
1.4. Laicidad consagrada en la comunidad salesiana154 --
De la comunidad salesiana a la CEP155 --
2. CEP: naturaleza y funciones156-157 --
2.1. Animación158-159 --
2.2. Consejo de la CEP y Consejo de la Obra160-161 --
2.3. Convocación de seglares162-164 --
2.4. Presencia femenina en la CEP165 --
3. Orientaciones166-179 --
3.1. Para la comunidad de consagrados166-168 --
3.2. Para la CEP169-174 --
3.3. Para la convocación de seglares175-176 --
3.4. Para la presencia femenina en la CEP177-179 --
CAPÍTULO TERCERO
ALGUNAS SITUACIONES NUEVAS180-186
1. Actividades y obras llevadas por seglares
dentro del proyecto inspectorial salesiano180-182
1.1. Criterios fundamentales180
a. Criterios de identidad salesiana
b. Criterios de comunión
c. Criterios de significación
1.2. Orientaciones181-182
1.2.1. Responsabilidad de la Inspectoría181
.Actividades u obras de seglares
aceptadas en el proyecto inspectorial--
.Actividades u obras confiadas a seglares
dentro del proyecto inspectorial--
1.2.2. Responsabilidad de los seglares182 --
. Estatutos--
. Convenios--
2. Colaboradores seglares en contextos plurirreligiosos
y pluriculturales183-186 --
2.1. Indicaciones eclesiales183 --
2.2. Indicaciones salesianas184 --
2.3. Orientaciones185 --
2.4. Compromisos operativos186 --
CONCLUSIÓN
LA PÉRGOLA DE ROSAS187-188 --
DISPOSICIONES Y ORIENTACIONES
SOBRE LAS CONSTITUCIONES
Y LOS REGLAMENTOS GENERALES--
1.Limitación de tiempo en el Consejo General (Const. 142)189 --
2.Nuevo texto del artículo 3 de los Reglamentos Generales190 --
3.Orientación operativa sobre las estructuras de gobierno191 --
4.Orientación sobre la "forma" de nuestra Sociedad192 --
5.Grupos de Inspectorías (Const. 154)193-194 --
ANEXOS
JUAN PABLO II
01. Mensaje al XXIV Capítulo General195-200 --
02. Discurso al XXIV Capítulo General201-206 --
CARDENAL MARTÍNEZ SOMALO
03. Discurso en la inauguración del Capítulo207-210 --
RECTOR MAYOR
a) Discursos
04. Al inaugurar el XXIV Capítulo General211-217 --
05. Saludo al Papa en la audiencia218-220 --
06. En la clausura del XXIV Capítulo General221-258 --
b) Intervenciones en el aula magna
07. Profundización del Informe de la Congregación259-267 --
Síntesis al final de cada semana--
08. Día 2 de marzo268 --
09. Día 9 de marzo269 --
10. Día 16 de marzo270-272 --
11. Día 23 de marzo273 --
12. Día 30 de marzo274-280 --
13. Día 13 de abril281-282 --
MENSAJES
— Mensajes del XXIV Capítulo General
14. A los seglares283 --
15. A los jóvenes284 --
16. A los Cooperadores285 --
17. A los Antiguos Alumnos286 --
18. A las Voluntarias de Don Bosco287 --
— 19. Los seglares del Capítulo a los demás
seglares de la Familia Salesiana288 --
HOMILÍAS DE DON JUAN VECCHI
20. Al comenzar el XXIV Capítulo General---
21. Después de su elección para Rector Mayor---
22. Solemnidad de la Anunciación---
23. Jueves Santo---
24. Para la última eucaristía del XXIV Capítulo General---
CRÓNICA BREVE DEL XXIV CAPÍTULO GENERAL
25. Relación nominal de asistentes---
26. Crónica breve del Capítulo---
ÍNDICE ANALÍTICO DE ALGUNAS MATERIAS MÁS IMPORTANTES---
ABREVIATURAS Y SIGLAS
art.artículo
cap.capítulo
cf.confronta
nº, núm.número
pág.página
ss.siguientes
Documentos eclesiales
AGAd gentes
ChLChristifideles laici
ENEvangelii nuntiandi
GSGaudium et spes
LGLumen gentium
IPIuvenum patris
NANostra aetate
RHRedemptor hominis
RMRedemptoris missio
VCVita consecrata
VFCVida fraterna en comunidad
Congregación y Familia Salesiana
ACGActas del Consejo General
ADBAmigos de Don Bosco
CDBVoluntarios con Don Bosco
CEPComunidad educativo-pastoral
CGCapítulo General
CGECapítulo General Especial (20º)
Const.Constituciones
MBMemorias Biográficas
MJSMovimiento Juvenil Salesiano
MOMemorias del Oratorio
MSMovimiento Salesiano
PEPSProyecto Educativo-Pastoral Salesiano
Reglam.Reglamentos Generales
RVAReglamento de Vida Apostólica
SDBSalesianos de Don Bosco
VDBVoluntarias de Don Bosco
PRESENTACIÓN
Queridos hermanos:
Con este número [356] de Actas del Consejo General os llega el abundante material producido por el XXIV Capítulo General. A tenor de las Constituciones (art. 148), se promulgan las disposiciones que aparecen en dos documentos: el más largo habla de compartir en comunión el espíritu y la misión de san Juan Bosco por parte de los salesianos y de los seglares; el segundo da a conocer los cambios que se han hecho en las Constituciones y en los Reglamentos Generales, así como algunas orientaciones sobre el gobierno de nuestra Sociedad.
En forma de anexos se incluyen textos que se consideran igualmente importantes para entender el momento que vive la Iglesia y las metas que hoy se fija nuestra Congregación. Entre ellos figuran los dos discursos del Santo Padre y el que tuvo el Rector Mayor en la clausura del Capítulo. Se añaden los mensajes del Capítulo: muestran los sentimientos y las mutuas expectativas nuestras y de los restantes grupos de la Familia Salesiana. Otros documentos dan testimonio de la vida capitular: homilías, síntesis al final de cada semana, crónica del Capítulo, etc. Por último, un abundante índice de materias permite hacer una lectura transversal del conjunto.
Conviene no echar en olvido el Informe sobre el estado de la Congregación, que en su día se mandó a las Inspectorías; es sumamente útil para conocer nuestros sectores de trabajo, tener una visión amplia de la realidad salesiana y darse cuenta de la orientación general de las disposiciones capitulares.
Todo ello transmite no sólo lo que el Capítulo debatió y votó, sino también lo que fue como acontecimiento de nuestra Congregación: una experiencia de comunión mundial en el carisma, un discernimiento atento para comprender lo que pide a la misión salesiana la situación de la Iglesia y del mundo, y una gracia del Espíritu para nuestra vitalidad en este final de milenio, tan marcado por la preocupación de la nueva evangelización.
El documento que recoge las conclusiones sobre el tema del Capítulo es el resultado final de un camino de reflexión, en el que ya se habían implicado capilarmente todos los salesianos e Inspectorías.
Las principales etapas de dicho camino, escalonadas a lo largo de dos años, han sido: preparación de las pistas de reflexión con los puntos que convenía profundizar, su estudio en las comunidades locales, celebración de los ochenta y nueve Capítulos Inspectoriales, examen del material enviado al Regulador, redacción del documento precapitular y celebración del XXIV Capítulo General, que por sus comisiones y debates generales ha precisado mejor los problemas, ha expuesto con eficacia las inspiraciones carismáticas y ha establecido los objetivos y las líneas de acción que parecen posibles.
De la seriedad y amplitud de tales debates queda una valiosa documentación en las actas y en las numerosas intervenciones con que los capitulares trataron de centrar, del mejor modo posible, las situaciones e indicar con claridad sus orientaciones.
El documento, pues, recoge nuestra experiencia mundial en la implicación de los seglares y expone ampliamente nuestra reflexión al respecto, haciendo ver los aspectos positivos y los puntos problemáticos de la actualidad. En tal sentido nos sirve, ante todo, de espejo para hacer una revisión.
Al mismo tiempo, ahonda en las motivaciones eclesiales, carismáticas y culturales que nos animan a seguir adelante con confianza en este nuevo frente de la vida y acción salesiana.
De ambas perspectivas —situación e inspiraciones carismáticas— surgen las orientaciones operativas y los criterios de acción, así como los objetivos y las tareas que una amplia mayoría consideró adecuadas para renovar o mejorar nuestra acción educativo-pastoral y la marcha y modalidades de la vida comunitaria.
No es el caso de detenerse ahora a comentar, subrayar o hacer síntesis. Las claves de lectura las tenéis en mi discurso de clausura a los capitulares; es uno de los anexos de esta publicación.
Me limito a confiar el documento, con una oración y mucha confianza, al estudio paciente, profundo y detenido de cada salesiano y de las comunidades locales, Inspectorías y Regiones o Conferencias Inspectoriales. Interiorizar la espiritualidad que propone, asumir la mentalidad pastoral que está en su base y concretar las sugerencias operativas será, durante algún tiempo, la tarea principal, por no decir única, en todos los ámbitos de acción, en todos los órganos de gobierno y en todos los sectores de animación: formación, pastoral juvenil, misiones, Familia Salesiana, comunicación social y economía.
En el Capítulo General se dijo una y otra vez que nuestra capacidad de renovación no está sólo ni principalmente en enunciar intenciones o proyectos, sino en llevarlos a término con paciencia y determinación en cada una de nuestras obras y con la implicación activa de todos.
Así pues, hay que superar la mentalidad sectorial, que encierra en una actividad o lleva a realizarla de forma individual; se trata de asumir solidariamente los nuevos desarrollos de un proyecto comunitario.
Hoy se nos llama a actuar juntos y de manera convergente en la implicación, en la corresponsabilidad y en la formación de los seglares con vistas a su progresiva identificación con el espíritu y la misión de san Juan Bosco en las comunidades educativo-pastorales, en la Familia Salesiana y en el Movimiento Salesiano.
Se nos invita a hacerlo como núcleo animador, concorde en la mentalidad y con calidad de acción, capaz de dar cabida e integrar en esta tarea a los seglares más motivados mediante las relaciones, la comunicación, el proyecto educativo-pastoral, el estilo de presencia y acción que pide el Sistema Preventivo y los planes de formación bien pensados.
Tal es el programa, tal es el reto. Desde él debemos mirar la adecuación de nuestros esfuerzos y sus resultados en cantidad y calidad. En él debe confluir hoy la reflexión sobre las dimensiones de nuestra vida consagrada: espiritualidad, pastoral, pedagogía, competencia profesional, organización.
Se trata de una nueva configuración de la comunidad "carismática" salesiana, que incorpora nuevos recursos, y de una nueva visión de los espacios donde hacer pastoral. Ambos aspectos requieren la adhesión de todos. La discontinuidad y la dispersión, aun cuando se dieran con buena intensión, serían perjudiciales.
No puedo dejar de señalar que el camino que nos proponemos seguir se presenta como un desarrollo del último sexenio, orientado por el XXIII Capítulo General, el cual ya advertía que, para educar a los jóvenes en la fe, hay que contar con una comunidad entendida como conjunto de adultos que son, para los jóvenes, signo, escuela y ambiente de fe, a fin de que compartan la referencia a Cristo o, por lo menos, los valores de la educación cristiana.
En esta realidad se concentra hoy nuestra mirada, para llevar al máximo sus posibilidades. Los jóvenes están siempre en el centro. El sentido pastoral es siempre la levadura de toda iniciativa. La educación es siempre la vía que hemos elegido para el crecimiento humano y para el camino de fe. Todo ello, sin embargo, lo queremos compartir y dedicarnos a comunicar —con más tiempo, con más preparación, con más instrumentos y con una concepción diversa de nuestro papel de pastores y educadores consagrados— a quienes el Espíritu Santo lleva a la órbita de san Juan Bosco.
De esta consideración se deduce que, a pesar de la continuidad de nuestro proyecto, hay una novedad de perspectivas: nuestros esfuerzos se dirigen de forma concentrada a los seglares. Ellos serán, en estos años, nuestros primeros interlocutores, para que puedan ser corresponsables.
El Santo Padre nos advertía que el secreto de la eficacia de este trabajo es la autenticidad y transparencia de nuestro seguimiento de Cristo. “La reciente asamblea del Sínodo de los Obispos —dijo— evidenció bien la relación que hay entre la espiritualidad de un Instituto religioso y la espiritualidad de los seglares cuya vida y actividad se inspiran en él. En tal perspectiva quiere ponerse la reflexión de vuestra asamblea capitular, que ciertamente no dejará de trazar pistas de cooperación apostólica entre consagrados y seglares, llamados a ser en el mundo testigos valientes del Evangelio” (cf. núm. 200).
Queridos hermanos, la promulgación de las disposiciones capitulares se hace el 24 de mayo, fiesta que nos recuerda la historia que, iniciada en Valdocco el 12 de abril de 1846, nuestro Padre condensó en la frase: Todo lo ha hecho ella.
Que María nos siga ayudando a recorrer, bajo la inspiración del Espíritu, con generosidad de corazón y con una fe llena de entusiasmo, el trecho de historia que nos lleva al tercer milenio.
Roma, 24 de mayo de 1996.
Juan E. Vecchi
Rector Mayor