DIREZIONE GENERAL OPERE DON BOSCO
Via della Pisana 1111 - 00163 Roma
El Consejero general para la formación
Roma, 31 de julio de 2012
Prot. 12/0311
Al Reverendo
Señor Inspector
En su Residencia
Al Reverendo
Delegado inspectorial para la formación
En su Residencia
Objeto: Evaluación y Orientaciones para la formación intelectual en la formación inicial
Querido Inspector y Delegado:
Con la aprobación del Rector Mayor y del Consejo general en fecha 25 de julio de 2012, se ha concluido la “Evaluación de la formación intelectual en la formación inicial”, que ha implicado a toda la Congregación a partir del año 2008.
Al término de ese proceso se ofrecen, para cada fase formativa, la “Evaluación”, las “Orientaciones” y las indicaciones para los “Programas de estudio”. Todo ello ayudará a mejorar el crecimiento intelectual y a superar el abajamiento del nivel cultural al que estamos asistiendo en la Congregación.
Invito a la Comisión inspectorial para la formación, al Consejo inspectorial y al “Curatorium” de cada comunidad formadora a que tomen en consideración esas indicaciones y a que saquen las decisiones oportunas. Añado ahora algún elemento como presentación de dichas conclusiones.
1. La preocupación fundamental de las “Orientaciones” y de los “Programas de estudio” es animar a que la formación intelectual contribuya más a la maduración en la vocación y en la misión salesiana. La formación intelectual debe compenetrarse más, en unidad armónica, con todas las demás dimensiones de la formación; por eso es necesario que preste más atención a los aspectos afectivos de la persona. Debe preocuparse por formar no sólo la mente, sino también el corazón, por ofrecer motivaciones, por suscitar convicciones y por mover los afectos del formando. Implicando en profundidad a la persona del formando, lo ayudará a identificarse cada vez más con la vocación y la misión salesiana y consecuentemente a vivirla con entrega.
2. Una segunda atención que se debe prestar se refiere a la promoción de los centros de estudio para las fases del posnoviciado y de la formación específica. Si queremos establecer centros de calidad que formen en la identidad carismática salesiana, debemos unir las fuerzas. Es necesario tener valentía para abrir nuevos centros salesianos de estudio, donde la Congregación está en crecimiento, o para unirse en colaboración interinspectorial, donde la Congregación está disminuyendo. Sigue valiendo, y diría que ahora con más fuerza, la indicación de la “Ratio” sobre la preferencia por los centros salesianos de estudio (Cf. FSDB 145) y sobre la necesidad de la colaboración interinspectorial (Cf. FSDB 146). Sobre esto el Consejero para la formación continuará el discernimiento y el diálogo con las Inspectorías para ver qué pasos son posibles. Los centros de estudio requieren cuidado y acompañamiento no sólo por parte de las autoridades académicas sino, sobre todo, por parte de las autoridades religiosas en los diversos niveles: Director, Inspector, “Curatorium”.
3. La propuesta de la formación intelectual pasa también a través de los programas de estudio. La “Ratio” ofrece algunas “líneas orientativas sobre el ordenamiento de los estudios”, es decir, señala algunos contenidos sobre los programas que deben desarrollarse en las diversas fases (Cf. FSDB 579-603). Ya hace años nos habíamos dado cuenta de que la traducción práctica de estas líneas orientativas era con frecuencia débil; los resultados era dispares e inciertos. Ese era el caso de los estudios salesianos; pero después de que el Rector Mayor con el Consejo aprobó los programas de salesianidad, estamos asistiendo a una sistematización mayor de esos estudios. Esto se ha encontrado también en los programas de los noviciados o en la escasa atención pedagógica de los posnoviciados. La disparidad de los programas, finalmente, hacía y hace todavía difícil la coordinación de los estudios para las colaboraciones interinspectoriales.
4. Merecen, además, especial atención los estudios del posnoviciado. Con fecha del 28 de enero de 2011 la Congregación para la Educación Católica ha publicado el “Decreto para la reforma de los estudios eclesiásticos de filosofía”. En él se da un nuevo planteamiento a los estudios filosóficos en la preparación de los presbíteros y de los consagrados. Hemos ahondado en ese Decreto con la Facultad de Filosofía de la UPS y en el pasado marzo con los presidentes y los encargados de los estudios de los posnoviciados. En el “Programa de estudio” del posnoviciado mencionado se encuentran los cursos necesarios para realizar la reforma y obtener un Diploma bienal pontificio en filosofía. Pedimos a nuestros centros salesianos de estudio que se adhieran a ese Diploma y por tanto “se asocien” a la Facultad de Filosofía de la UPS. Esas indicaciones de programa son la base mínima para todos los posnoviciados, que pueden tener también otros cursos necesarios para tener títulos civiles o pontificios.
5. Señalo, por último, como quinta prioridad, la preparación de los docentes salesianos. No podremos tener estudios de calidad, elevar el nivel cultural en la Congregación, asegurar la identidad carismática en los estudios si no preparamos docentes salesianos incluso con título de doctorado. No todos los centros de estudio tienen un programa de cualificación de los docentes. A veces se constata que, frente a las urgencias y necesidades de las Inspectorías, se destina a algunos docentes preparados a otros cargos, empobreciendo así el centro de estudio. En otros casos los centros de estudio no tienen docentes salesianos; no siempre se han tomado decisiones idóneas para su preparación. Es preciso, pues, que cada centro de estudios tenga una programación propia para la preparación del personal docente.
Agradezco vivamente a todas las comunidades formadoras y a todos los centros de estudio su colaboración en este trabajo de evaluación. Ahora os confío a vosotros, a las comunidades formadoras y a los centros de estudio las conclusiones, con la seguridad de que se asuman y se realicen.
Cordiales saludos. En Don Bosco
Don Francesco Cereda
DIRECCIÓN GENERAL OPERE DON BOSCO
Via della Pisana, 1111, C. P. 18333 - 00163 ROMA
El Consejero general para la formación
EVALUACIÓN Y ORIENTACIONES
PARA LA FORMACIÓN INTELECTUAL
EN LA FORMACIÓN INICIAL
Evaluación
y Orientaciones aprobadas
por el Rector Mayor y el Consejo
General
Roma, 25 de julio de 2012
PRENOVICIADO
1. EVALUACIÓN
1. Aportación de los estudios a la maduración vocacional y a la preparación para la misión salesiana
Varios prenoviciados consideran positiva la aportación de la formación intelectual para la maduración vocacional y la preparación a la misión, ya que tienen un programa de formación específico y sistemático. Las materias enseñadas ayudan a los prenovicios a madurar humanamente, a crecer en la fe, a conocer a Cristo y a Don Bosco, a desarrollar convicciones y motivaciones, a entender mejor la vida consagrada salesiana y sus dos formas.
Por otra parte algunos prenoviciados encuentran dificultades en la propuesta de formación intelectual. La procedencia de los prenovicios de familias pobres o problemáticas, la preparación escolar débil, la experiencia superficial de la vida cristiana, el escaso conocimiento de la lengua que se usa en la formación no ayudan en la maduración vocacional. A estos factores se añaden la debilidad del equipo de los formadores y su falta de preparación.
2. Programa de estudios y estudios salesianos
Hay prenoviciados que tienen un sólido programa de estudios, con horas diarias de clases y exámenes. Algunos prenoviciados se han propuesto cambiar el programa y no anticipar el estudio de la filosofía. Con frecuencia hay un estudio sistemático de la lengua que se usa en la formación inicial y se procura llenar las lagunas de la preparación escolar anterior. Se valora positivamente el programa de estudios salesianos.
Pero hay Inspectorías en las que el prenoviciado se reduce a pocos meses, por lo que resulta difícil llevar un serio programa de estudio. En algunos prenoviciados no hay un programa propio de estudio, porque los prenovicios acuden a la escuela secundaria o a la universidad o hacen el primer año de filosofía. En otros prenoviciados hay tal cantidad de materias de estudio, que se descuidan los objetivos de la fase; en algún caso se adelantan cursos que se deberían hacer en las fases siguientes. Por último, donde los prenovicios son pocos, hay dificultad de plantear un programa de estudio del prenoviciado.
3. Metodología de aprendizaje y enseñanza
En muchos prenoviciados se usan diversos métodos para ampliar la capacidad de pensar, dialogar y comunicarse y para crear una mentalidad crítica. Ordinariamente hay ambiente de estudio; en algunos prenoviciados los días laborables el tiempo de estudio personal ocupa también dos o tres horas.
Donde las tareas pastorales tienen una relevancia excesiva, no hay tiempo para el estudio personal. Hay prenoviciados, en los que los prenovicios no están siempre motivados al estudio, no tienen capacidad y gusto por la lectura, no utilizan la biblioteca. No siempre los prenoviciados se proponen estimular y ayudar a los prenovicios a adquirir un serio método personal de estudio.
2. ORIENTACIONES
1. Es necesario que para la admisión de los candidatos al prenoviciado cada Inspectoría precise algunos criterios sobre la base cultural necesaria y el nivel de dominio de la lengua en uso en la formación. La consideración de la capacidad intelectual de los candidatos y de los prenovicios debe tomarse especialmente en cuenta como criterio vocacional para la admisión al noviciado. Il prenoviciado además, como antes la experiencia del aspirantado, debe ayudar a reforzar las bases culturales y a superar posibles lagunas de preparación escolar y lingüística. Asistir a buenas escuelas salesianas por parte de los aspirantes es una ayuda para el crecimiento intelectual.
2. La formación intelectual del prenoviciado está orientada al crecimiento humano y cristiano. Por tanto hace falta que los contenidos y los métodos de estudio faciliten en el prenovicio el conocimiento de sí, de sus experiencias pasadas y de sus motivaciones. Los estudios de esta fase deben favorecer además y conducir “a una viva experiencia de fe y a una profunda relación con el Señor; … sin una experiencia personal, motivada y convencida, de la vida cristiana no es posible la vocación de vida consagrada” (FSDB 339); de ese modo se garantiza también el crecimiento cristiano.
3. El estudio sea integrado a una buena experiencia pastoral. Tanto los temas de estudio como los servicios pastorales sean elegidos y desarrollados de modo que susciten amor por la vocación salesiana y favorezcan su crecimiento. Esto quiere decir que el trabajo pastoral debe ir acompañado por la reflexión, de modo que pueda transformarse en una verdadera experiencia vital.
4. Corresponde a cada Inspectoría elaborar un programa de estudios específicos para alcanzar los objetivos fundamentales de esta fase. El prenoviciado “difícilmente deja espacio para otros estudios serios. De modo especial en esta fase no se anticipen los estudios filosóficos propios del posnoviciado; pero si las circunstancias de una Inspectoría requieren algo distinto, se debe pedir la autorización al Rector Mayor” (FSDB 342). Donde las Inspectorías envían a los novicios a un noviciado interinspectorial es necesario que los prenoviciados coordinen los programas de formación intelectual. Es también importante el cotejo de los programas de prenoviciados de una misma Región.
5. Para la maduración humana son necesarios algunos contenidos de psicología; especialmente resulta útil “la presentación sistemática de los aspectos de relación y del proceso de comunicación interpersonal, con los aspectos del conocimiento de sí, de la maduración emocional, afectiva y sexual, del celibato”(FSDB 342).
6. Para el crecimiento cristiano es necesaria la consolidación de la fe y de la conducta moral cristiana mediante una catequesis sistemática y experiencial. Para esta fase se indica el estudio y la asimilación de los contenidos del Catecismo de la Iglesia Católica en las partes primera y tercera, sobre “La Profesión de la Fe” y “La Vida en Cristo”. Esta profundización se completará con los contenidos de las partes segunda y cuarta del Catecismo de la Iglesia Católica en el noviciado.
7. Se considera válido el programa indicado para el prenoviciado en las “Orientaciones para los estudios salesianos” aprobadas por el Rector Mayor con su Consejo. Además de la Biografía de Don Bosco, la presentación de la Congregación salesiana hoy, el conocimiento de algunas Figuras sobresalientes de la vida consagrada salesiana, se debe añadir el de la Vida consagrada salesiana y sus dos formas ministerial y laical (Cfr. FSDB 342).
8. La enseñanza y el aprendizaje ayuden a hacer adquirir una metodología personal del trabajo intelectual: buen método de estudio, gusto por la lectura, hábito de reflexión, capacidad de compartir que lleve del plano académico al vital y del plano cognoscitivo al afectivo. Se considera importante valorar la metodología del taller; no todos los temas se tratarán de modo teórico; algunos requieren trabajo de grupo y aprendizaje práctico. Podría ayudar a la personalización de los estudios el hacer periódicamente alguna síntesis oral o una breve prueba o reflexión escrita sobre una experiencia formativa.
3. PROGRAMA DE ESTUDIO
Área de la Maduración humana
Conocimiento de sí
Relaciones y comunicación interpersonal
Maduración afectiva y emocional
Área de la Catequesis
Catecismo Iglesia Católica: La Profesión de la Fe
Catecismo Iglesia Católica: La Vida en Cristo
Área de los Estudios salesianos
Biografía y retrato espiritual de Don Bosco
Congregación salesiana hoy
Vida consagrada salesiana y sus dos formas ministerial y laical
Figuras significativas de las dos formas de la vida consagrada salesiana
Área de las Lenguas
Lengua en uso en la formación y donde ésta es bien conocida, otra lengua como, por ejemplo el italiano.
Talleres y práctica personal
Dinámica de Grupo
Comunicación social
Expresión teatral
Aprendizaje y práctica de un instrumento musical
NOVICIADO
1. EVALUACIÓN
1. Aportación de los estudios a la maduración vocacional y a la preparación para la misión salesiana
Las respuestas afirman que la formación intelectual en los noviciados contribuye a la asunción de actitudes y convicciones y a la maduración vocacional de los novicios. Subrayando la necesidad de una síntesis entre los contenidos, la realidad del propio contexto y la vida personal.
Por otra parte en las respuestas las observaciones más frecuentes son las siguientes: falta de interés en los estudios, mayor motivación hacia las actividades prácticas que hacia el estudio, poco esfuerzo en el estudio, insuficiente asimilación personal, incapacidad de reflexionar sobre las experiencias. En general se atribuyen estas carencias a la escasa cultura básica, a poca comprensión adulta de los elementos fundamentales de la fe cristiana, al insuficiente conocimiento de la lengua que se usa en la formación. En algunos casos se lamenta también la falta de capacidad intelectual.
2. Programa de estudios y estudios salesianos
Le respuestas expresan una satisfacción general acerca de los estudios hechos en el noviciado, pero cuando se miran los detalles, inmediatamente salta a los ojos la enorme divergencia en los programas de estudio, con el riesgo de la repetitividad y superposición con otras fases de formación.
En algunos programas de estudio hay cursos que no son de esta fase: Iniciación a la filosofía, Método científico, Cristología y Mariología, Introducción a las religiones, Geografía, historia y arqueología bíblica, Teología espiritual, etc. Algunos noviciados descuidan la comunicación social. En algunos casos se lamenta el pobre conocimiento y la falta de estudio de la lengua en uso en la formación. Algún noviciado dice que el programa está fragmentado y que la evaluación no es eficaz; como también evidencia que la formación intelectual no tiene demasiada importancia.
Sobre los estudios salesianos casi todos los noviciados piensan que están siguiendo el programa establecido para el noviciado por el Rector Mayor y el Consejo. La realidad, en cambio, es otra: todos los noviciados hacen estudiar las Constituciones, aunque alguno encuentra insuficiente el tiempo para este estudio; sólo pocos hacen mención al estudio de Don Bosco - Historia y ambiente y la Familia Salesiana; algún otro se refiere al estudio de la hagiografía salesiana. Algunos noviciados tienen en el programa un nombre genérico: “salesiana”. Muchos noviciados hacen cursos que pertenecen a otras fases: Historia de la Congregación, Sistema preventivo, Pastoral juvenil, Pedagogía salesiana, Espiritualidad juvenil salesiana, Biografía de Don Bosco de Teresio Bosco, Espiritualidad salesiana… Es significativo que algunos noviciados traten el tema del Salesiano coadjutor, pero esto se ve como un tema aislado, independiente del tema del salesiano sacerdote y de la vida consagrada salesiana.
Sobre los docentes algunos noviciados afirman que no siempre tienen cualificación académica. A veces el número reducido de formadores hace que se limite el número de las materias enseñadas sólo dos: las Constituciones y la Vida consagrada.
3. Metodología de aprendizaje y enseñanza
Las respuestas en general son positivas. Además de las clases, en muchos noviciados se favorecen la reflexión persona, el estudio en la biblioteca, los trabajos escritos, las discusiones en grupos, la puesta en común en clase. Se señala en un buen número de noviciados también el uso de subsidios e instrumentos audio y video, ordenador, video-proyección. Un noviciado encuentra muy eficaz la elaboración semanal de las reflexiones personales escritas sobre los principales temas de la vida consagrada y de la espiritualidad salesiana.
Alguna respuesta lamenta que los novicios no tienen el hábito de la lectura y no usan la biblioteca. Las horas de estudio en los noviciados oscilan entre 2 y 4 horas al día; hay algún noviciado que tiene sólo una hora de estudio. Hay quien piensa que hace falta más tiempo para el estudio y la reflexión personal y que se requiere más trabajo de síntesis; mientras que hay quien habla de la incapacidad de ser sistemáticos y asiduos en el estudio. Dos respuestas querrían que se prestase más atención a la interiorización de lo que se enseña y no sólo a los exámenes.
2. ORIENTACIONES
1. Hay que reforzar la convicción de que la evaluación de la capacidad intelectual es un elemento que debe hacerse para la admisión de los candidatos a la primera profesión; sobre este aspecto hay que realizar un discernimiento vocacional más serio, también en el aspirantado y en el prenoviciado. La capacidad intelectual «debe ser suficiente para seguir los estudios que corresponden a las tareas futuras, tanto de los salesianos coadjutores como de los llamados al ministerio presbiteral»1. También el salesiano coadjutor, como el salesiano presbítero, está llamado a ser un educador y pastor de los jóvenes y por tanto, hoy más que en el pasado, tiene necesidad de una buena capacidad intelectual para afrontar los estudios que lo cualifiquen en su apostolado.
2. En los encuentros de los formadores de noviciado y prenoviciado estúdiese también el tema de la formación intelectual en el prenoviciado, sobre los criterios de admisión al noviciado, sobre la capacidad intelectual, sobre el decaimiento del nivel intelectual actual y sobre las medidas para contrarrestarlo. La Comisión inspectorial para la formación y el “Curatorium” de cada noviciado interinspectorial precisen los criterios para asegurar una adecuada capacidad intelectual en el discernimiento de los candidatos, «el dominio de la lengua que se usa en el noviciado”,2 una adecuada cultura general y formación cristiana.
3. En el noviciado es importante la motivación para el estudio. Hay que superar la mentalidad de que el noviciado es un tiempo de formación espiritual y que el aspecto intelectual es secundario. “La entrega al estudio”3 es una expresión de nuestra caridad pastoral, es decir, un modo concreto de expresar nuestro amor por el Señor Jesús y por los jóvenes: nos prepara para un servicio de calidad; da profundidad a nuestra vida consagrada; nos hace capaces de afrontar los retos que aparecen en el mundo; es una escuela de muchas virtudes. Esto requiere que al comienzo del año los formadores y los novicios dialoguen, aclarando la finalidad del noviciado en sus varios aspectos, comprendida la formación intelectual. Puede ser útil ofrecer a los novicios una mirada de conjunto sobre los estudios en la formación inicial.
4. Valorícese la aportación de los estudios para el camino vocacional. Hacen falta formadores cualificados que sepan comunicar motivaciones y convicciones y suscitar la implicación de la mente y del corazón. Hacen falta metodologías adecuadas que lleguen a la persona en profundidad, porque la formación debe ayudar a la trasformación del novicio. Hay que asegurar cotidianamente un tiempo para el estudio y la reflexión personal, armonizado con las horas de clase y de trabajo manual.
5. Merece una consideración especial la conferencia diaria del Maestro de novicios, que ayuda a la unidad formativa y a una síntesis vital en el camino formativo del noviciado. Hay una estrecha relación entre la conferencia, la reflexión y la verificación personal, y el contraste en el diálogo con el Maestro.
6. En los noviciados hay que mejorar la seriedad de los estudios. Para esto hace falta un exigente programa de estudios que requiera entrega e implique a toda la persona. Por ser el noviciado el comienzo de la vida consagrada salesiana como seguimiento de Cristo sobre los pasos de Don Bosco, son importantes los contenidos que se refieren a la la Vida consagrada y a la salesianidad. En esta fase se completa el estudio y la asimilación de los contenidos del Catecismo de la Iglesia Católica de las partes segunda y cuarta, que se refieren a “La Celebración del Misterio Cristiano” y “La Oración Cristiana”. Finalmente, conviene reforzar el estudio de la lengua en uso en la formación. Coherentemente con estos fines y con la “Ratio” (FSDB 585-588) se propone una concreción del programa de estudio: ver en esta sección del noviciado el punto siguiente “Programa de estudio”.
7. Se confirman los cuatro cursos de estudios salesianos propuestos en las “Orientaciones aprobadas por el Rector Mayor con su Consejo: Constituciones, Don Bosco - Historia y ambiente, Hagiografía salesiana, Familia salesiana. Son idóneos para esta fase formativa. Para el estudio de las Constituciones, es aconsejable usar el comentario a las mismas: “El Proyecto de Vida de los Salesianos de Don Bosco”.
8. En la metodología de enseñanza considérese también la posibilidad de talleres; no todos los contenidos deben presentarse por medio de cursos; algunos contenidos de los talleres pueden formar parte de la conferencia del Maestro. Para el aprendizaje dese espacio al estudio personal, a la lectura de libros, a la reflexión, a la capacidad de evaluación y de síntesis. Puede ayudar a la personalización el contar con un diario personal en el cual escribir las propias reflexiones que pueden ser luego compartidas con los demás novicios y con el maestro. Al fin de cada semestre hágase un examen o evaluación sobre las disciplinas estudiadas.
3. PROGRAMA DE ESTUDIO
Hipótesis de horas de clase
Año de 42 créditos con 21 créditos para cada semestre
Dos semestres con evaluación al final de cada semestre
Cada crédito tenga al menos 15 horas; el semestre, pues, debe tener al menos 15 semanas
Horas semanales 20 con 5 días de clase y con 4 horas al día
Un día a la semana talleres sin clases magistrales
Área de la Vida Consagrada: 16 créditos
Conferencia cotidiana del Maestro10 créditos
Historia y Teología de la Vida Consagrada 4 créditos
Madurez afectiva y sexual 2 créditos
Área de los Estudios Salesianos: 18 créditos
Constituciones y Reglamentos10 créditos
Don Bosco - Historia y ambiente 4 créditos
Hagiografía salesiana 2 créditos
Familia salesiana 2 créditos
Área de la Catequesis: 4 créditos
Catecismo Iglesia Católica: La Celebración del Misterio Cristiano 2 créditos
Catecismo Iglesia Católica: La Oración Cristiana 2 créditos
Área de las lenguas: 4 créditos
Italiano 4 créditos
………….
Talleres
Lectio divina y meditación
Escuela de oración
Liturgia de las horas y Salmos
Discernimiento vocacional: las dos formas
Proyecto pastoral y asistencia
Comunicación social
Expresión teatral
Práctica de un instrumento musical
POSNOVICIADO
1. EVALUACIÓN
1. Aportación de los estudios a la maduración vocacional y a la preparación para la misión salesiana
Los posnoviciados consideran la formación intelectual un medio eficaz para la maduración de los formandos; porque ofrece una visión abierta del mundo y de la sociedad; ayuda a confrontar la visión cristiana de la cultura con la propia mentalidad; enseña a usar rectamente la razón para llegar a juicios objetivos. Los posnoviciados consideran además que esos estudios favorecen la formación de convicciones, la promoción de la síntesis entre fe, vida y cultura, la profundización de las decisiones vocacionales; especialmente las ciencias de la educación y la salesianidad, unidas a las experiencias pastorales, refuerzan en los formandos el entusiasmo por la vocación salesiana y la preparación para el tirocinio.
Pero también se lamenta la tendencia a ofrecer y pedir una grande cantidad de nociones, que después no siempre se asimilan bien. Resulta incluso ineficaz el esfuerzo por crear en los formandos una síntesis filosófica y una visión unificadora como base para sus convicciones vitales.
Con frecuencia algunos estudiantes no comprenden la necesidad de los estudios filosóficos para su vida o para la pastoral; estudian principalmente para los exámenes o para el título de estudio; esta actitud viene reforzada a veces por los mismos centros de estudio, más interesados en los resultados académicos que en un verdadero acompañamiento del crecimiento intelectual. Varios formandos no tienen el hábito de la lectura y la reflexión. Es débil el proceso de personalización en los estudios: es decir, los formandos no logran asumir la responsabilidad para el propio crecimiento intelectual. En parte contribuye a esto la escasa preparación intelectual anterior y la falta de dominio de la lengua.
2. Programa de estudios y estudios salesianos
Varios posnoviciado declaran que su programa de estudios está bien estructurado, sólido y equilibrado. Afirman también que se sigue el programa de salesianidad, promulgado por el Rector Mayor con su Consejo; se trata de estudios académicos impartidos por profesores cualificados.
Pero se advierte que, cuando con los estudios del posnoviciado se consigue un grado académico reconocido civilmente, a veces hay una sobrecarga de disciplinas, sin que se dé la debida importancia a las materias de filosofía, ciencias de la educación y salesianidad. Donde además los formandos estudian en centros de estudio no salesianos, sucede con frecuencia que nuestro influjo sobre el programa de estudios es mínimo y esto va en perjuicio de la formación salesiana. En algunos centros salesianos el curriculum de estudios no parece equilibrado: el programa es fragmentario, las materias filosóficas son extensas, falta una adecuada atención a las ciencias de la educación y por tanto hay escasa preparación pedagógica con vistas al tirocinio. La metodología pedagógica queda con frecuencia descuidada.
Sobre los estudios salesianos algún posnoviciado considera que el programa es excesivo y que el curriculum de pastoral juvenil no está suficientemente en sintonía con los retos de hoy y con la preparación al tirocinio. En diferentes casos esos estudios se dejan a la responsabilidad de la comunidad formadora; pero ésta no logra encontrar el tiempo adecuado y los maestros cualificados.
3. Metodología de aprendizaje y enseñanza
Un buen número de posnoviciados estimula la participación de los estudiantes, usando métodos activos de implicación: búsqueda en la biblioteca o en internet, lecturas personales, trabajo de grupo, seminarios, discusiones, análisis de situaciones, trabajos escritos, … y hasta debates filosóficos. En algunos posnoviciados se invita a los estudiantes a que escriban artículos para la revista del centro de estudio. Varios posnoviciados tienen un examen global al final del año. Sólo pocos posnoviciados hacen regularmente cada semestre la evaluación de la enseñanza para todos los cursos, sobre los contenidos y la didáctica. Casi todos los posnoviciados afirman que sus formandos tienen el hábito y tiempo suficiente para el estudio personal, que es de 3 ó 4 horas al día.
Pero también hay posnoviciados que atienden casi exclusivamente a las clases magistrales por parte de los docentes y a la memorización por parte de los estudiantes. Se nota también aversión de algunos estudiantes hacia los trabajos que requieren lectura y reflexión sobre textos originales o documentos. Algunos posnoviciados observan que los estudiantes no siempre saben gestionar bien su tiempo. Otros admiten que el tiempo para el estudio no es suficiente a causa de las reuniones comunitarias, de las actividades pastorales y de las celebraciones inspectoriales, y que, aunque el tiempo es suficiente, estos factores son “distracciones” que no ayudan a los formandos a concentrarse sobre los estudios.
4. Centros de estudio
La situación en la Congregación de los centros de estudio para posnovicios es diferente: algunos posnoviciados tienen un centro salesiano de estudio sólo para sus posnovicios; otros, un centro salesiano de estudio abierto a otros religiosos y a laicos; en otros posnoviciados los formandos acuden a un centro no salesiano de estudio, llevado por diocesanos u otros religiosos. Los centros salesianos de estudio son 32, mientras que los no salesianos son 22 + 1; las Regiones en las que todos los posnoviciados tienen centros salesianos de estudio son 2: Asia Sur e Italia y Medio Oriente.
En numerosos centros, tanto salesianos como no salesianos, se consigue un título de estudio reconocido civilmente; en algunos casos esto lleva a un peso en las disciplinas de estudio; en otros, en cambio, hay una buena integración entre los dos tipos de estudio; en un centro los estudios universitarios se hacen privadamente durante las vacaciones y por tanto no afectan al programa académico y formativo del año. Existe también el caso de un centro que tiene dos años en un seminario diocesano más un año propio con disciplinas de carácter psicológico, pedagógico, antropológico, sociológico.
Algunos centros salesianos de estudio tienen un número suficiente de docentes salesianos, cualificados para la enseñanza y con una cierta estabilidad en el encargo; además en algunas Inspectorías hay un plan para su preparación. Junto a los profesores salesianos, hay con frecuencia profesores diocesanos, religiosos y laicos. Algunos centros declaran que tienen estatutos o reglamentos académicos. Algunos centros salesianos están afiliados o en vías de afiliación a la Facultad de Filosofía de la UPS y uno está agregado. Para favorecer la corresponsabilidad y la participación, los centros salesianos tienen organismos académicos tanto para los docentes como para los estudiantes, excepto cuando su número es exiguo.
Pero hay centros salesianos de estudio en los que los profesores son pocos o no están cualificados para enseñar la filosofía; hay también otras disciplinas para las que hace falta preparar docentes: la psicología, la pedagogía, la sociología y la salesianidad. Algunos centros salesianos lamentan la falta de estabilidad de los docentes; mientras que en otros se da desproporción entre docentes laicos y docentes salesianos, en favor de los primeros; en otros no hay profesores salesianos. En bastantes casos no existe un plan para la cualificación de los docentes. No siempre el centro de estudio tiene organismos académicos para docentes y estudiantes. En varios casos debe instituirse la asamblea de clase de los estudiantes. Diferentes centros reconocen la necesidad de mejorar la biblioteca.
En general en los centros no salesianos de estudio hay una buena colaboración con la comunidad formadora; docentes y formadores se reúnen una o dos veces al año. Hay en algunos casos docentes salesianos que dan clase en estos centros; en otros no hay ningún profesor salesiano. En los centros no salesianos no es fácil caracterizar los estudios con la identidad carismática.
Centros salesianos de estudio: 32
África y Madagascar 5: Kansebula (AFC), Ibadan (AFW), Lomé (AFO, ATE), Moshi (AFE, AFM, ZMB, SUDAN, LKC), Palanca (ANG, MOZ).
América Cono Sur 6: Asunción (PAR), Córdoba (ARN, ARS, URU), Lorena (BSP, BPA), Manaus (BMA), Campo Grande (BCG), Santiago de Chile (CIL). Para BMA y BCG se ha iniciado un proceso de discernimiento a fin de encontrar una colaboración interinspectorial.
Asia Este y Oceanía 4: Canlubang (FIN, FIS, PNG-SI), Pyin Oo Lwin (MYM), Dalat (VIE), Dili (ITM).
Asia Sur 6: Nasik (INB, INP), Sonada (INC, INN, ING), Dimapur (IND, ING, INN), Karunapuram (INH), Aluva (INK), Yercaud (INT, INM).
Europa Norte 2: Lád (PLS, PLN, PLO, PLE, EST), Zilina (SLK)
Interamérica 8: Ciudad de México (MEM, MEG), Cochabamba (BOL), Copacabana (COM, COB), Guatemala (CAM), Lima (PER), Los Teques (VEN), Port au Prince (HAI), Quito (ECU).
Italia y Medio Oriente 2: Nave (ILE, INE, ICP, MOR, UCRAINA), UPS (ICC, IME, ISI, CRO, POR).
Centros de estudio no salesianos: 22
África y Madagascar 4: Seminario diocesano de Adigrat (Etiópicos de AET), Seminario diocesano de Fianarantosa (MDG), Seminario diocesano de Kabgayi (AGL), Seminario diocesano de Asmara (Eritreos de AET)
América Cono Sud 1: Recife (BRE, BBH)
Asia Este y Oceanía 6: Pacific Regional Seminary de Suva (AUL), Holy Spirit Seminary College (CIN), Sophia University (GIA), Seminario diocesano de Kwang-ju (KOR), Jakarta (ITM), Saengtham College de Sampran (THA).
Europa Norte 7: Seminario diocesano Juan XXIII de Lovaina (BEN), Universidad de Ceske Budejovice (CEP), GBR, Universidad de Dingli (MALTA), Facultad Teológica de Ljubljana (SLO), GER, AUS.
Europa Oeste 2: Facultad de los Jesuitas de Granada (SBA, SBI, SMA, SLE, SSE, SVA) con apertura en 2012, Institut Pastoral de l’Ensiegnement Religieux de Lyon (FRB).
Interamérica 2: Seminario Pontificio de Santo Domingo (ANT), Seton Hall University de Orange (SUE, SUO).
Centros de estudio en colaboración con Diócesis o Congregaciones religiosas: 1
Asia Este y Oceanía 1: Catholic Theological College (AUL)
2. ORIENTACIONES
1. Es necesario reafirmar la preferencia de la Congregación por los centros salesianos de estudio para el posnoviciado, que es la fase más delicada de la formación; por tanto hay que esforzarse por constituirlos donde sea posible. Y cuando haya escasez de formadores o formandos, en vez de unirse con un centro no salesiano, se debe buscar en lo que sea posible una colaboración interinspectorial con otro centro salesiano (FSDB 145-146; 167-180). Para ello los Inspectores que no tienen un centro salesiano de estudio, junto al Consejero para la formación y el Consejero regional, estudiarán si pueden y cómo realizar ese centro o una colaboración interinspectorial.
2. En el caso en que deban escogerse centros no salesianos de estudio para los propios formandos, hay que asegurar de que hay algún profesor salesiano entre los docentes del centro para ofrecer una aportación salesiana a la programación de los estudios. Hace falta además hacer de modo que la comunidad formadora complete el programa establecido por la “Ratio” para el posnoviciado salesiano.
3. Todas las disciplinas ayuden al crecimiento en la vocación y misión salesiana; oriéntense por eso a construir una visión cristiana de la vida, a hacer madurar convicciones, a dar fundamento al proceso de discernimiento del hermano, a reforzar el sentido de la vocación consagrada salesiana y de la misión, a favorecer la síntesis entre fe, cultura y vida. Por eso las disciplinas presten atención a los aspectos afectivos y motivacionales del conocimiento y estar organizadas de modo de crear “una mentalidad pedagógica y pastoral” (FSDB 150).
4. Hace falta asegurar para todos los posnovicios, tanto clérigos como coadjutores, un programa de estudios de filosofía y ciencias humanas de al menos dos años. Para los centros salesianos de estudios se pide la conexión con la Facultad de Filosofía de la UPS al menos a través de la forma jurídica de la “Asociación”, que garantice la adquisición del Diploma bienal pontificio. Las materias filosóficas tengan un desarrollo histórico y sistemático; las materias de metodología pedagógica y de ciencias humanas tengan una importancia adecuada. Si los estudios filosóficos se unen a otros estudios universitarios reconocidos civilmente, es preciso asegurar un equilibrio en el programa de estudios, teniendo un cuidado especial de las materias eclesiásticas y salesianas. Según las indicaciones de la Ratio (FSDB 585-588) se propone en la sección “Programa de estudio”, un poco más abajo, una concreción del programa de estudios coherente con el “Decreto de reforma de los estudios eclesiásticos de filosofía” de la Congregación para la Educación Católica (Vaticano, 28 de enero de 2011). Tal programa podrá se integrado con otros estudios para adquirir un título civil o pontificio en filosofía o pedagogía.
5. Dada la importancia de arraigar en los posnovicios el carisma salesiano, es importante asegurar que el programa de estudios salesianos establecido por el Rector Mayor con su Consejo se siga fielmente y se sitúe en el horario del centro de estudio. Esto requerirá la preparación de docentes de salesianidad y su esfuerzo en comunicar amor y entusiasmo por Don Bosco y la misión salesiana. En el programa establecido por el Rector Mayor han de preverse tres materias: Sistema preventivo de Don Bosco, Historia de la Congregación y de la Obra salesiana, Introducción al estudio de las fuentes; se cree oportuno que Pastoral juvenil salesiana I se desarrolle durante la formación específica junto a la Pastoral juvenil salesiana II, de modo que formen un solo curso; algunos contenidos de preparación al tirocinio se deben preparar en talleres.
6. La seriedad del esfuerzo formativo en el posnoviciado requiere que la Inspectoría prepare suficientes profesores salesianos para las diversas materias; en el caso de centros de estudio interinspectoriales la responsabilidad de preparación de los docentes le compete al “Curatorium”. Se precisa a los docentes una cierta estabilidad en su cometido; por eso las diferentes materias sean distribuidas en cátedras de docencia. Hay que garantizar la formación cristiana y salesiana de los profesores laicos. Cada centro salesiano de estudio tenga un programa de preparación y cualificación de los docentes. Especialmente los profesores de disciplinas filosóficas tengan títulos idóneos, también de doctorado, obtenidos en Facultades Pontificias.
7. Hay que suscitar en los formandos amor por el estudio y ayudarles a asumir la responsabilidad por su formación intelectual. Los docentes, especialmente de filosofía, deben lograr que las materias tengan incidencia en la vida de los formandos; deben hacer todo el esfuerzo para mostrar, mediante una metodología activa que implique a los estudiantes, los lazos que existen entre las disciplinas y la vocación salesiana. Les corresponde a ellos ayudar a los estudiantes a conocer mejor el contexto cultural, ofrecer criterios para la interpretación de la realidad, favorecer la adquisición de una capacidad de reflexionar en profundidad sobre las situaciones. Estas son las premisas para una actitud continua de aprendizaje y de autoformación. Hay que garantizar mediante test de ingreso los requisitos para el conocimiento de la lengua en uso en el centro de estudio. Al término de cada curso el encargado de los estudios del centro organice la evaluación de la enseñanza por parte de los estudiantes.
8. Se impone garantizar el equilibrio entre el estudio y las otras actividades formativas, de modo que se aseguren las finalidades propias del posnoviciado, que no se reducen sólo al estudio. Una de estas finalidades consiste en reforzar la formación recibida en el noviciado; por tanto el posnoviciado debe favorecer la vida espiritual y consagrada de los formandos. También el horario de la comunidad formadora debe equilibrar de modo efectivo el estudio, la acción pastoral, la oración y las actividades comunitarias. No todo debe realizarse con cursos académicos, que deben ser más concentrados y esenciales. Para asegurar otros aspectos formativos son muy importantes también temas tratados bajo forma de talleres como por ejemplo: maduración afectivo sexual, preparación al tirocinio, elementos de catequética, comunicación social, práctica musical, etc.
9. En los centros salesianos de estudio que están abiertos a los laicos, se asegure que el programa de los estudios, la elección de las materias, el horario, el calendario, etc. se encuentren equilibrados con las exigencias formativas de ambas vocaciones, consagrada y laical. La interacción con los laicos en el centro de estudios y en las clases es un hecho positivo par ala formación de los posnovicios, pero se preste atención a robustecer la identidad vocacional para cada forma de vocación presente en dicho centro.
10. Para favorecer el esfuerzo personal del estudio, se necesita una biblioteca actualizada y bien organizada. Les corresponde a los docentes animar a un buen uso de los libros y de las revistas de la biblioteca.
11. El buen funcionamiento del centro de estudios requiere que existan organismos académicos para los docentes y estudiantes; todo centro tenga sus Reglamentos académicos.
3. PROGRAMA DE ESTUDIO
Para satisfacer las exigencias del “Decreto de reforma de los estudios eclesiásticos de filosofía” de la Congregación para la Educación Católica” (Ciudad del Vaticano, 28 de enero de 2011) y lo pedido por la Ratio (FSDB 585-588), son necesarios los cursos señalados aquí abajo. Asegurando tales cursos y un número adecuado de docentes con título eclesiástico, se puede llegar a ser un centro de estudios “asociado” a la Facultad de Filosofía de la UPS y, de ese modo, los estudiantes pueden obtener un Diploma universitario bienal pontifico en filosofía.
Disciplinas obligatorias y fundamentales: 84 ECTS o 52 créditos
Propedéutica y metodología filosófica3 ECTS2 créditos
Lógica 5 ECTS3 créditos
Filosofía del conocimiento 5 ECTS3 créditos
Filosofía teórica I (Metafísica)8 ECTS5 créditos
Filosofía teórica II (Teología natural)5 ECTS3 créditos
Antropología filosófica (Filosofía del hombre) 8 ECTS5 créditos
Filosofía moral8 ECTS5 créditos
Filosofía política5 ECTS3 créditos
Filosofía de la ciencia (Filosofía de la naturaleza)5 ECTS3 créditos
Historia de la filosofía antigua8 ECTS5 créditos
Historia de la filosofía medieval 8 ECTS5 créditos
Historia de la filosofía moderna8 ECTS5 créditos
Historia de la filosofía contemporánea8 ECTS5 créditos
Disciplinas obligatorias complementarias: 53 ECTS
Introducción al cristianismo3 ECTS2 créditos
Lengua latina I5 ECTS3 créditos
Lengua latina II5 ECTS3 créditos
Relación entre filosofía y teología (Fides et ratio)5 ECTS3 créditos
Filosofía de la educación5 ECTS3 créditos
Introducción a las Ciencias de la comunicación5 ECTS3 créditos
Pedagogía general5 ECTS3 créditos
Psicología general5 ECTS3 créditos
Sociología general5 ECTS3 créditos
Curso a elección del centro de estudio*5 ECTS3 créditos
Curso a elección del centro de estudio*5 ECTS3 créditos
* La Facultad de Filosofía de la UPS propone 2 cursos a elección entre los siguientes: Historia de las religiones, Filosofía de la religión, Filosofía de la cultura, Estética.
Disciplinas obligatorias para salesianos
Introducción al estudio de las fuentes salesianas3 ECTS2 créditos
Don Bosco educador - Sistema preventivo3 ECTS2 créditos
Historia de la Congregación y de la Obra salesiana3 ECTS2 créditos
La comunidad formadora deberá cuidar los siguientes dos cursos que no tienen valor académico, pero que son útiles sea para la vida espiritual del formando como para su acción pastoral:
Propedéutica al estudio de la Sagrada Escritura I 2 créditos
Propedéutica al estudio de la Sagrada Escritura II 2 créditos
La relación entre créditos y ECTS es la siguiente:
2 créditos corresponden a 3 ECTS,
3 créditos corresponden a 5 ECTS,
5 créditos corresponden a 8 ECTS.
Los créditos significan las horas semanales de clases; los ECTS corresponden a las horas semanales de clases + las horas semanales de estudio personal, o sea, ECTS = créditos + horas semanales de estudio personal.
FORMACIÓN ESPECÍFICA PARA SALESIANOS CLÉRIGOS
1. EVALUACIÓN
1. Aportación de los estudios a la maduración vocacional y a la preparación para la misión salesiana
En general el programa de estudios en los centros, tanto salesianos como no salesianos, ayuda a los formandos a asumir la responsabilidad de la propia formación y a prepararse a ser salesianos presbíteros. A los formandos en particular se les ayuda a contrastar, profundizar y consolidar ideas, convicciones y motivaciones; a reforzar su fe; a abrirse a la realidad y a los retos de la sociedad y de las diversas culturas; a encontrar soluciones mediante la comunicación, la búsqueda, la reflexión; a reforzar su vocación consagrada salesiana como presbíteros. En algunos casos relacionarse con otros religiosos y religiosas ayuda a los formandos a apreciar la propia vocación salesiana.
Algunos profesores muestran preocupación no sólo por ofrecer aportaciones científicas, sino también por nutrir la vida espiritual de los estudiantes; de hecho numerosos formandos reconocen haber alcanzado una auténtica experiencia de Dios mediante el estudio de la teología. Las materias enseñadas tienen también una orientación pastoral: es decir, ayudan a formar un sentido pastoral y ofrecen respuestas a los interrogantes del propio contexto e instrumentos para afrontar los retos que se presentan. En los centros salesianos de estudio, al ser en gran parte salesianos, los docentes dan un corte salesiano a lo que enseñan, mientras su testimonio ayuda a los formandos a personalizar los valores de su vocación.
Pero hay Inspectorías que afirman que en los centros de estudio hay un fuerte acento, casi exclusivo, sobre el aspecto académico: el acceso a los contenidos es demasiado intelectualista; hay poca integración entre teoría y práctica pastoral; en las disciplinas no se encuentra una inspiración espiritual. No se aprende a razonar como creyentes y pastores. Con frecuencia falta la mediación entre reflexión teologica y vivencia salesiana. En general lo que puede servir para la maduración de los formandos en su vocación salesiana presbiteral viene demandado a la comunidad formadora, incluida la formación en la misión salesiana. Es escasa la reflexión teológica pastoral y no siempre hay conexión entre la reflexión y la práctica pastoral de los ejercicios y de la acción apostólica salesiana.
2. Programa de estudios y estudios salesianos
La mayor parte de las Inspectorías encuentra el curriculum de los centros de estudio, tanto salesianos como no salesianos, sólido, equilibrado, bien organizado: las diversas materias reciben su justo peso. En algunos centros se hace un esfuerzo por actualizar el curriculum; otros tienen un curriculum que está atento al contexto y trata de preparar a los formandos para vivir y trabajar entre los jóvenes y la gente.
Pero algunos centros tienen necesidad de mejorar en varios aspectos. El programa que ofrecen está con frecuencia fragmentado y no ayuda a realizar una síntesis teológica. Algunas materias no tienen relación con la formación teológica. Los cursos de liturgia, pastoral, moral y música no reciben suficiente importancia; habría que incluir la preparación para la administración y el liderazgo. En algunos casos los estudios se concluyen con el bachillerato trienal y por tanto falta el cuarto año con la consiguiente preparación en teología pastoral. En algunos centros internacionales se advierte la necesidad de una reflexión más mundial y menos eurocéntrica.
En lo que se refiere a los estudios salesianos, fuera de pocos casos, en los centros de estudio salesianos y en las comunidades formadoras no se desarrolla el programa en su totalidad, sistematicidad y en modo académico. Con frecuencia la formación en salesianidad toma la forma de conferencias dadas por el Director o el Delegado para la formación; o también se hace como un pequeño curso en las vacaciones. En alguna Inspectoría hay poco aprecio entre los estudiantes hacia los cursos de estudios salesianos porque encuentran los estudios teológicos ya pesados o porque los docentes no están preparados.
3. Metodología de aprendizaje y enseñanza
Además de las clases magistrales, muchos profesores usan varios métodos activos: seminarios, trabajos escritos, lecturas, reflexión personal, presentación de libros o artículos por parte de los estudiantes, investigación, discusión en grupo, evaluación periódica, audiovisuales ... Se da importancia a la formación de convicciones personales. Algún profesor une las disciplinas a las enseñanzas de la Iglesia y de la Congregación, favoreciendo el crecimiento en la vida consagrada y la preparación al presbiterado.
En general los estudiantes están interesados y se aplican al estudio; tienen de 3 a 5 horas diarias de estudio personal y encuentran un ambiente adaptado para la reflexión. Usan manuales, textos y las notas tomadas durante las clases, toman parte en seminarios, tienen la oportunidad de lecturas personales, discusiones en grupos, trabajos escritos. Llegan a la síntesis personal de diferentes modos: el coloquio con el encargado de los estudios, discusión en grupo, trabajos escritos, tesis final, examen global.
Hay, sin embargo, situaciones en las que no se recurre a métodos activos y se da sólo la lección magistral. En algunos casos el exceso de materias hace difícil el trabajo de síntesis; si hay muchos trabajos escritos pedidos por los docentes dejan poco tiempo para la investigación y la reflexión. Sucede que, mientras algunos docentes son brillantes en la enseñanza y estimulan intelectualmente, esto no se verifica siempre. En otros casos no es fácil consultar a los profesores, al estar la comunidad formadora distante del centro de estudio. Sólo en pocos centros de estudio se hace una evaluación de la enseñanza y de la metodología de cada profesor al final de cada curso.
Se reconoce el hecho de que alguna vez los estudiantes no se esfuerzan en la formación intelectual; les falta fundamentalmente la motivación; no tienen curiosidad intelectual; no utilizan convenientemente la biblioteca; tienen escasa propensión a lecturas personales. A veces se da cierta resistencia cuando se trata de trabajar en grupo. El hábito del trabajo intelectual no siempre se ha adquirido y se nota falta de índole científica en los trabajos escritos. Algunas veces las actividades comunitarias o pastorales distraen del estudio; se nota por otra parte que el tiempo existe y que es cuestión de usarlo bien. Varios formandos tienen una mentalidad que considera el estudio, y en general la reflexión, poco útil para la pastoral. Otros se interrogan sobre el tipo de vida y misión para el que se les forma.
El trabajo de estudio consiste con frecuencia sólo en memorizar. Algunos estudiantes se sienten satisfechos llegando a lo mínimo necesario para que se les apruebe en los exámenes, o están más preocupados por conseguir los grados académicos y no por crecer en su vocación. Es débil el esfuerzo de personalización y por tanto la formación intelectual no llega al cambio de mentalidad y a la creación de convicciones, actitudes y motivaciones. A veces esto se debe al hecho de que algunos no tienen capacidad intelectual suficiente o no poseen adecuadamente la lengua. Una dificultad especial se encuentra en algunos formandos misioneros, a los que se les pide estudiar la teología en la lengua del territorio; como no poseen bien la lengua, emplean una buena parte del tiempo en entender el significado de los términos, y por consiguiente sufre su asimilación.
4. Centros de estudio
Los centros salesianos de estudio son 14; centros non salesianos, 15; en colaboración con Diócesis o Congregaciones religiosas, 3. Los centros salesianos de estudio se tienen casi todos en colaboración interinspectorial y están abiertos para recibir formandos de otras Inspectorías de la Región. Los motivos para acudir a centros no salesianos son en su mayor parte debidos al hecho de que la Inspectoría tiene pocos formandos.
Casi todos los formandos que asisten a centros de estudio, salesianos o no, reciben al final de los estudios el bachillerato pontificio, ya que son centros afiliados o a la UPS, o a otras Universidades como Lovaina, Teresianum, San Anselmo... Además los estudiantes que frecuentan nuestros dos centros de Bangalore y Shillong en la India reciben un Master’s en Estudios Cristianos de la Universidad de Chennai. Otros centros están en relación con Universidades salesianas, como la Unisal de San Paolo, …
En casi todos los centros hay reglamentos académicos y varios organismos de participación y corresponsabilidad, como el consejo académico, el colegio de docentes, la asamblea de estudiantes. Con alguna excepción, todas las bibliotecas son buenas, y algunas óptimas; están dotadas de los libros y revistas necesarios. En algunos casos también la comunidad formadora tiene una biblioteca discreta.
En general se puede decir que los docentes gozan de una cierta estabilidad. Generalmente están disponibles para la consulta y los estudiantes pueden acceder a ellos. Las relaciones entre la comunidad formadora y el centro son generalmente buenas. Por otra parte los centros salesianos de estudio tienen un cuerpo de profesores que va disminuyendo; sólo algunos docentes poseen el doctorado; a veces faltan docentes salesianos. En la mayoría de los casos falta un plan para la preparación y cualificación de los profesores.
Centros salesianos de estudio: 14
África y Madagascar 2: Lubumbashi (AFC, ANG, MDG, MOZ), Nairobi Utume (AFE, AFW, AFM, AET, AGL, ZMB, SUDAN).
América Cono Sur 2: Buenos Aires (ARS, ARN), Saõ Paulo Lapa (BBH, BSP, BCG, BMA, BPA, BRE).
Asia Este y Oceanía 2: Paranaque (FIN, FIS, ITM), Ho Chi Minh (VIE).
Asia Sur 3: Shillong (ING, INC, LKC, INN, IND,), Bangalore (INK, INH), Kavarapettai (INM, INT).
Europa Norte 1 : Krakow (PLS, PLN, PLO, PLE, EST).
Interamérica 2: Guatemala (CAM), Tlaquepaque (ANT, MEG, MEM, SUE, SUO).
Italia y Medio Oriente 2: Turín Crocetta (ICP, ILE, INE, IME, SLO, CRO, SLK, UCRAINA), Messina San Tommaso (ISI, IME).
Centros no salesianos de estudio: 15
África y Madagascar 2: Asmara (Eritrei de AET), Ecole Théologique Saint Cyprien en Yaoundé (ATE, AFO, AFW).
América Cono Sur 1: Universidad Católica de Santiago de Chile (CIL).
Asia Este y Oceanía 3: Holy Spirit Seminary College (CIN), Seoul (KOR), Seminario diocesano de Yangon (MYM).
Asia Sur 1: Pune (INB, INP).
Europa Norte 5: Ceske Budejovice (CEP), Seminario diocesano Juan XXIII de Lovaina (BEN), Sapientia de Budapest (UNG), GER, AUS.
Europa Oeste 2: Universidad Católica de Lyon (FRB), Comillas de Madrid (SMA, SBA, SBI, SLE, SSE, SVA) en el año …
Interamérica 1: Universidad Javeriana de Bogotà (COB, COM, BOL, ECU, PER).
Centros de estudio con convención con otras Congregaciones o Diócesis: 3
América Cono Sur 1: Facultad Teológica “Soler” de Montevideo (URU, PAR).
Asia Este y Oceanía 1: Catholic Theological College (AUL, THA).
Interamérica 1: ITER de Caracas (HAI, VEN).
2. ORIENTACIONES
1. Es necesario reafirmar la preferencia de la Congregación por los centros salesianos de estudio, porque ayudan mejor a formar la identidad carismática del salesiano presbítero. Favorézcanse, donde sea posible, los centros salesianos inspectoriales o interinspectoriales. Al estar los formandos de esta fase ordinariamente radicados ya en su cultura desde la primera formación, es oportuno que tengan una experiencia de interculturalidad y de nivel mundial. Por eso los Inspectores que no tienen un centro salesiano de estudio o una colaboración con Diócesis u otras Congregaciones, de acuerdo con el Consejero para la formación y el Consejero regional, estudiarán si y cómo realizar una colaboración interinspectorial.
2. En el caso en que se deban escoger centros no salesianos o centros en colaboración con Diócesis o Congregaciones religiosas, hay que asegurar que se tenga algún profesor salesiano entre los docentes del centro para ofrecer un aportación salesiana a la programación de los estudios. Además se debe hacer de modo que la comunidad formadora complete el programa establecido por la “Ratio” para esta fase.
3. El estudio de la teología es una gran ayuda en el camino de formación a la vida consagrada salesiana presbiteral. Los profesores transmitan a los formandos la convicción de que el estudio de la teología no debe disociarse de la vida. La teología, centrada como está en la Palabra de Dios, lleva a un conocimiento afectivo de las tres Personas divinas, al deseo de participar en su obra de salvación, a una profunda experiencia espiritual de fe y amor que empapa toda la vida: la oración, el apostolado, el mismo estudio, las relaciones con los demás. Corresponde a los docentes motivar a los formandos, infundir en ellos amor por el estudio, ayudarles a percibir la relevancia de lo que estudian para su vida y la misión salesiana. Es oportuno también formar al futuro presbítero en la teoría y práctica de la autoridad: preparándolo para el liderazgo (formación en la “leadership”), para la animación de las comunidades educativo pastorales, en la capacidad de guiar procesos de discernimiento comunitario y personal, en la corresponsabilidad del trabajo con los laicos, etc.
4. Es sumamente necesario cuidar la metodología de enseñanza y de aprendizaje. Los formandos asuman con la ayuda de los docentes la responsabilidad para su formación intelectual; cultiven la convicción de que les toca a ellos nutrir su propia fe, darle un sólido fundamento, saberla transmitir eficazmente a los jóvenes, descubrir la importancia espiritual y pastoral de las materias de estudio, cultivar caminos e intereses personales. Esto no sucederá sin su esfuerzo de pasar de un conocimiento nocional e intelectualista a una vivencia convencida que implica a la mente y al corazón. Les corresponde a los formadores crear en los formandos la mentalidad de querer personalizar su formación intelectual y al mismo tiempo de favorecerla usando métodos activos de enseñanza que involucren a los formandos, les ayuden a crear un hábito de lectura y trabajo personal, a investigar en la biblioteca, a reflexionar, a contrastar opiniones, a intercambiar. Es oportuno que se haga regularmente una evaluación de la enseñanza respecto a su contenido y metodología. También los centros de estudio deben encontrar el modo de que los estudiantes puedan llegar al final del curriculum a una verdadera y eficaz síntesis teológica.
5. La seriedad del esfuerzo formativo requiere que la Inspectoría prepare suficientes profesores salesianos para las diversas materias; en el caso de centros de estudio interinspectoriales la responsabilidad de preparación de los docentes compete al “Curatorium”. Se impone la seguridad de que los docentes tengan una cierta estabilidad en su trabajo; por eso las diferentes materias deben distribuirse en cátedras de docencia. Cada centro salesiano de estudio tenga un programa de preparación y cualificación de los docentes. Tengan estos títulos idóneos, incluido el de doctorado, conseguidos en Facultades Pontificias.
6. El estudio de la salesianidad debe estar a la altura del nivel del estudio teológico y no puede reducirse a algunas conferencias. Se precisa un estudio serio, crítico pero también apasionado, con exámenes y créditos como en todas las demás materias: esto lo pide el programa de estudios salesianos promulgado por el Rector Mayor con su Consejo. Implementar este programa requiere una decisión política por parte de las Inspectorías y de los centros de estudio, es decir, asignar el debido espacio a la salesianidad en el curriculum de estudios, preparar profesores, tener a disposición los libros necesarios. Es un deber que no se puede ignorar si se quiere preparar buenos salesianos presbíteros. Los cuatro cursos previstos para esta fase quedan sin cambio: Don Bosco Fundador, Espiritualidad salesiana, Dos formas de la vocación consagrada salesiana; la Pastoral juvenil salesiana tiene más consistencia porque asume también la parte de programa que estaba prevista para el posnoviciados.
7. Todo el programa de estudio en la formación específica contribuye directa e indirectamente a la formación pastoral de los candidatos. Sin embargo hace falta un estudio específico que ponga las bases para el trabajo pastoral en la Iglesia y en la Congregación. El CG26 nos recuerda esta carencia en nuestra formación (Cf. CG26 40). Son necesarios cursos sobre la teología pastoral fundamental, la pastoral juvenil, la pastoral vocacional, la pastoral familiar, la misionología, el ecumenismo, la pastoral de la comunicación, el acompañamiento espiritual… Esto debe ser acompañado también por experiencias pastorales apropiadas. La teología pastoral ayuda a hacer síntesis de las disciplinas teológicas y debe encontrar el justo peso en el curriculum. Para los que tienen un curriculum que concluye con el bachillerato trienal necesitan tener un año de formación y estudios para conseguir el diploma en teología pastoral.
8. Hay algunos temas que se pueden desarrollar en forma de talleres: madurez afectiva y sexual, capacidad de liderazgo, administración, acompañamiento espiritual. Algunos temas, por ejemplo de salesianidad, pueden ser hechos junto con los laicos miembros de la Familia Salesiana o animadores y educadores. El CG24 nos pide, en efecto, que “las etapas de la formación inicial prevean contenidos y experiencias de formación recíproca y complementaria para el crecimiento común” (CG24 142).
9. El buen funcionamiento del centro de estudios requiere que existan los organismos académicos para los docentes y estudiantes; cada centro debe tener sus Reglamentos académicos.
3. PROGRAMA DE ESTUDIO
El programa de estudio prevé aquellos cursos que son necesarios para conseguir el bachillerato pontificio; para los centros salesianos de estudio afiliados a la UPS, vienen establecidos por la Facultad de Teología de la UPS. Tales programas están en revisión y serán indicados por la Facultad de Teología después del encuentro de Rectores de centros de estudio de teología del mes de noviembre del presente año. Después de tal encuentro serán indicados también los cursos de teología pastoral.
Lo que tenemos ya seguro son los siguientes cursos de Salesianidad: 8 créditos y 4 cursos
- Don Bosco fundador2 créditos
- Espiritualidad salesiana2 créditos
- Vocación consagrada salesiana en sus dos formas2 créditos
- Pastoral juvenil salesiana2 créditos
FORMACIÓN ESPECÍFICA PARA SALESIANOS COADJUTORES
1. EVALUACIÓN
Actualmente en la Congregación hay 6 centros para la formación específica de los salesianos coadjutores. Tales centros son de carácter regional o interregional y se encuentran en Manila, para Asia Este-Oceanía; en Shillong, para Asia Sud; en Yaoundé, para el África francófona y de habla portuguesa; en Sunyani, para el África anglófona; en Guatemala, para las dos regiones de América, y en Turín, para las tres regiones de Europa.
La experiencia de Valdocco está abierta también a las demás regiones de la Congregación, a fin de ofrecer a los salesianos coadjutores de esta fase una oportunidad similar a la que se ofrece para la misma fase de los salesianos clérigos en las comunidades formadoras del Gerini, en Roma y de Jerusalén. Se lleva adelante un proceso para crear en las inspectorías y regiones una conciencia clara respecto a esta propuesta, que además tiene la particularidad de realizarse en los lugares salesianos.
En Manila, Shillong, Guatemala y Valdocco los salesianos coadjutores frecuentan el centro de estudios frecuentado también por los salesianos clérigos, pero con programas específicos. Al término del bienio pueden recibir un diploma en Teología expedido por la UPS. En Yaoundé frecuentan un centro de estudios para religiosos; los estudios salesianos son desarrollados junto a los clérigos en el teologado. En Sunyani frecuentan la Universidad Católica de Ghana; lo que falta en el programa de la Universidad es completado por la comunidad. Desde este año el currículo del bienio para los salesianos coadjutores de Valdocco ha sido dividido en dos Maestrías (Masters): uno en teología y espiritualidad y el otro en teología pastoral.
El actual currículo de estudios que se sigue en todos los centros es fundamentalmente el propuesto por el Dicasterio, con algunas variaciones según los lugares y necesidades.
2. ORIENTACIONES
Actualmente esta fase de formación se encuentra en experimentación; las orientaciones para cada centro de estudios son dadas por el “Curatorium”, que está acompañado por los consejeros regionales y por el consejero para la formación. En el 2013 se prevé un encuentro de evaluación con los directores de las comunidades formadoras y los directores de los centros de estudio. En esa ocasión se podrán individualizar orientaciones más específicas, además de las que ya se encuentran presentes en la Ratio.
3. PROGRAMMA DI STUDIO
1. Sagrada Escritura: 12 créditos y 6 cursos
- Introducción a la Sagrada Escritura2 créditos
- Pentateuco y Libros históricos2 créditos
- Profetas, Sabiduría y Salmos2 créditos
- Sinópticos y Hechos2 créditos
- Juan: evangelio, cartas, apocalipsis2 créditos
- Pablo, Hebreos, cartas católicas2 créditos
2. Teología: 18 créditos y 7 cursos
- Revelación y fe3 créditos
- Cristología e Mariología3 créditos
- Trinidad y Pneumatología2 créditos
- Eclesiología y Sacramentos3 créditos
- Antropología e Escatología3 créditos
- Liturgia fundamental2 créditos
- Historia de la Iglesia2 créditos
3. Moral: 12 créditos y 4 cursos
- Moral fundamental 3 créditos
- Moral sexual y familiar3 créditos
- Moral de la vida 3 créditos
- Moral social3 créditos
4. Pastoral: 9 créditos y 4 cursos
- Catequética2 créditos
- Teología pastoral2 créditos
- Teología de las religiones3 créditos
- Teología de la cultura 2 créditos
5. Espiritualidad: 6 créditos y 3 cursos
- Teología espiritual2 créditos
- Teología de la vida consagrada 2 créditos
- Teología del laicado2 créditos
6. Salesianidad: 8 créditos y 4 cursos
- Don Bosco fundador2 créditos
- Espiritualidad salesiana2 créditos
- Vocación consagrada salesiana en sus dos formas2 créditos
- Pastoral juvenil salesiana2 créditos
7. Ciencias humanas: 15 créditos y 5 cursos
- Comunicación social3 créditos
- Organización y formación del personal3 créditos
- Psicología social3 créditos
- Organización del trabajo3 créditos
- Gestión económica de una obra3 créditos
Los cursos de esta área son indicativos y pueden ser cambiados en base a las exigencias expresadas por el “Curatorium”, pero deben tener correspondencia con los aspectos de profesionalidad laical.
Además, hay dos seminarios y una elaboración escrita conclusiva.
Total: 80 créditos en 2 años.
1 FSDB, Criterios y normas para el discernimiento vocacional salesiano, 98.
2 FSDB 342.
3 JUAN PABLO II, Vida consagrada, 98.