Inspectoría
Salesiana de “Santiago el Mayor" León , 9 de
octubre de 2000 nº 1
Queridos amigos:
Este conjunto de papeles que tenéis en las manos son un sencillo instrumento que desde las Delegaciones de Formación y Comunicación Social ponemos a disposición con una finalidad muy abierta. Pueden ser leídos en comunidad, pueden ser utilizados por algún hermano que está interesado en esta temática, tal vez ser empleados en las clases. Los usos pueden sin duda ser muy diversos.
T ambién nacen con una configuración abierta, no determinada. Forumpuntocom puede llegar a ser lo que desde las comunidades se quiera que sea. En este sentido os brindamos la palabra para que colaboréis, enviéis artículos que puedan ser de interés para los hermanos, nos hagáis llegar las impresiones que producen estas páginas, etc.
Constará siempre de tres elementos. Ofreceremos un artículo sobre formación, otro sobre comunicación social, y finalmente, un retiro de cada mes. En alguna ocasión presentaremos también bibliografía y direcciones de internet. Los artículos que brindaremos no necesariamente serán originales, pero siempre ofrecerán una cierta novedad e interés.
Ninguno de estos materiales, podéis estar seguros, nacen con la voluntad de suplantar la búsqueda de los directores y animadores de los diversos sectores de aquellos instrumentos que juzgan necesarios y convenientes para sus comunidades y grupos. Se trata simplemente de facilitar campos de búsqueda, de proporcionar nuevos elementos de referencia.
Forumpuntocom
es
un instrumento que va dirigido, como diría el poeta, a la “inmensa
minoría”. Recibid un cordial saludo.
ÍNDICE
Retiro ………………………....3-6
Formación…………………...7-14
Comunicación.……..........15-21
Revista fundada en el 2000
Edita y dirige:
Inspectoría Salesiana "Santiago el Mayor"
Avda. de Antibióticos, 126
Apdo. 425
24080 LEÓN
Tfno.: 987 203712 Fax: 987 259254
e-mail: formacion@salesianos-leon.com
Maqueta y coordina: José Luis Guzón.
Redacción: Segundo Cousido y Mateo González
Depósito Legal: LE 1436-2002
ISSN 1695-3681
RETIRO
EN CLAVE DE CRECIMIENTO
“Yo soy mi cotidiana tentativa”
(Jorge
Guillén)
Mauricio Paniagua
Vivimos en una sociedad que tiende a valorar lo grande y lo extraordinario, que, a través de los medios de comunicación, sólo subraya y y difunde lo que es llamativo y se sale de lo normal. Una sociedad, por tanto, que directa o indirectamente infravalora lo sencillo, lo cotidiano, lo normal y lo pequeño, las cosas que calan y fraguan lentamente y que dan consistencia.
Nuestra sociedad se caracteriza, además, por su sensibilidad por la eficacia, la eficiencia y la rapidez: se quieten obtener los máximos resultados en el menor tiempo posible; se desean alcanzar las metas más altas casi de una forma automática e inmediata Se ha perdido la actitud del campesino que espera pacientemente el lento crecer de las plantas, la pausada maduración de los frutos y hemos pasado al “on line” informático que te ofrece resultados inmediatos.
Estos rasgos del ambiente en que vivimos influyen fácilmente en nuestra vida cristiana y religiosa salesiana En la hondura de nuestro espíritu deseamos ser perfectos de golpe, queremos llegar a la meta “ya”. Confiamos, pues, nuestro progreso espiritual a los hechos y situaciones extraordinarias, infravalorando lo cotidiano, lo pequeño y lo sencillo. Olvidamos que incluso el más largo recorrido comienza con un primer paso y se recorre metro a metro.
1. La confesión de un psicólogo cristiano
“Daba
la
impresión de
que
todo era tan
noble, tan generoso
e
incluso
- me
decía en
mi
foro interno- tan santo: ‘Llega a lo máximo. Entrégate al
máximo.
No te
conformes
con
menos’.
La
retórica
de mi entusiasmo
por hacer todo lo
posible, por
ser lo
mejor posible, hacia circular fuego
por
mis venas.
Pero
esa retórica también traicionaba
la realidad, porque no
eta
realista Nada es nunca perfecto.
Mi “mejor posible” era siempre imperfecto. Los resultados de mi ardor por lograr la perfección me dejaban un amargo sabor de boca En el fondo de mi ser resonaba siempre un débil y prolongado gemido: ‘Pero... si me he esforzado tanto, si he dado todo lo que tenía, si he puesto todo mi empeño...’. Después daba puñetazos en el suelo de frustración y alzaba los puños al cielo, pero no me servía de alivio. No me quedó más remedio que admitir que soy imperfecto, que cometo errores, que nunca seré perfecto’.
Desde
esta aceptación pacifica de
la condición humana,
J.
Powell propone dejar
de
vivir en clave de perfeccionismo
para vivir en
clave
de crecimiento: El
crecimiento
-afirma- ve la
vida
como
un proceso
durante el
cual
los
talentos se van desarrollando
gradualmente. Aprender a tocar el
piano comienza
por
el laborioso ejercicio
de
repetir las escalas una y otra
vez..
Si el
perfeccionismo busca llegar inmediatamente, el crecimiento sabe que,
incluso
un viaje de miles de
kilómetros, comienza
con un primer paso;
de modo
que el tiempo y la práctica constituyen su esencia.. Si aceptamos la
clave del crecimiento
gradual en lugar de
la perfección
inmediata, experimentaremos la
alegría
de
ir
mejorando cada vez más
y el proceso
durará toda
la vida. Podremos experimentar
los
pequeños
éxitos
del crecimiento, sin el gran
fracaso del perfeccionismo.
3. El parecer de Jesús
Jesús presentó el Reino de Dios en clave de crecimiento y no de perfección automática. Enseñó que se trata de un crecimiento desde lo pequeño y lo cotidiano y no desde lo espectacular y extraordinario.
Comparó,
en efecto, el Reino de Dios a un grano
de mostaza que sembrado en tierra, crece lentamente y
después de mucho tiempo de llega a ser un gran árbol (Mc 4, 31; Lc
9, 13,).Dijo también que era como un poco de levadura que una mujer
mezcla
con toda la masa de
harina y que, poco apoco
y
a base
de
horas, consigue fermentarla toda (Mt 13,33; Le 13,21). 0 como unos
diminutos
granitos de
sal que dan sabor
a
los manjares (Mt 5,13).
La
pedagogía de
Jesús
apuesta, pues, por el
progresivo y lento crecimiento de la vida nueva en nosotros. Es una
clara apuesta
por lo
sencillo
y
una valoración de lo pequeño
y
cotidiano.
3. Nuestra propia experiencia
Seguro
que
más de
una vez, al
regresar
del
hospital
donde
habías ido a visitar a un enfermo,
has
dicho: “Está con el goteo”. Esa característica gota o gota que
alimenta, alivia, medica y
cura. Es decir,
mantiene la vida, la salva
o la robustece
gotita a
gotita.
Observando
los campos
o mirando la
televisión habrás podido
observar el
sistema de riego
“gota a
gota”, capaz de
mantener la tierra en el
justo
grado de humedad que
los árboles
Viñedos o plantas necesitan para tener vida vigorosa
y dar abundante fruto.
Mi
madre es muy habilidosa en hacer jerseys de
punto. De pequeño
me
pasé
horas
observando cómo un jersey salía
de
sus finas manos siempre punto
a
punto, punto
a
punto, con constancia,
sin
parar, mientras al calor del hogar nos contaba
viejas historias
familiares.
Tengo
un
sobrino
que le encanta
hacer
puzzles.
Es su
hobby. Con
paciencia,
observación y constancia
va
colocando las 3.000,
5.0000 más piezas
en su lugar
hasta
formar hermosos paisajes
y escenas familiares;
las coloca una a una,
no
apuñados.
Al
visitar iglesias y
palacios, la última la parroquia
de
Turón en el funeral de la mamá de Salvador, siempre me han llamado
la
atención las
representaciones realizadas en
mosaico.
Diminutos
trocitos de
mármol o de otros minerales, colocados uno
a
uno, día
tras
día, han acabado
siendo
excelentes
e
históricas obras de arte.
Durante
los estudios de Bachillerato,
un
profesor salesiano
nos
enseñó a observar
en
el microscopio
la
multiplicación de
las
células
vegetales...
Aquel día
caí
en la cuenta que las hermosas
plantas del
jardín
y
los grandes árboles
de
los bosques
estaban hechas de
microscópicas
células, crecían “célula a célula”, se desarrollaban a base
de sumar partículas invisibles
a
nuestros
ojos.
La
vida, los frutos, los vestidos, las obras de arte, los árboles... se
desarrollan,
crecen y dan frutos desde
lo pequeño
y
lo simple: gota a gota, punto apunto, pieza a pieza, piedrecita a
piedrecita,
célula a
célula…
4. La eficacia de lo pequeño
“Si
todo
pequeño hombre,
en su pequeño
mundo,
hace una cosa
pequeña, el
mundo cambia”
(Proverbio
italiano).
‘Una
pequeña mujer, en un pequeño pueblo, dijo
tan sólo una palabra, una palabra tan pequeña como decir ‘amén
(Hágase en mi según tu Palabra); y el mundo cambió del todo y para
siempre... Si tuviéramos fe como un pequeño grano de mostaza…
diríamos siempre amén!” (Alberto Iniesta).
5. Y mi vida ¿qué?
Tengo
ante mí un nuevo curso. Estoy con
nuevos
hermanos en la comunidad, trabajaré codo a codo con los miembros de
la Comunidad Educativo Pastoral del Colegio, la Parroquia o el Centro
Juvenil, peto el nuevo curso lo tendré que vivir yo personalmente;
no lo podré vivir nadie por mí.
Miro,
pues, el curso que tengo
delante, asumo
la responsabilidad de vivirlo, acepto las posibilidades que me brinda
para crecer humana, cristiana, religiosa y salesianamente, y
me pregunto
en clima de
oración:
1.
¿Estoy
convencido
de que no he llegado
aún a la meta, que mi proyecto no
está
terminado, y
que, por
consiguiente, puedo
todavía
crecer
y ayudar
a
crecer?
2.
¿Creo que en este nuevo curso
Dios
abrirá
caminos
delante de mí, me haré ver
horizontes
que no imaginaba, me señalaré metas
todavía no
alcanzadas?
3.
¿Acepto
sin
tapujos mis limitaciones
y
tengo la sincera voluntad de seguir adelantando,
creciendo?
4.
¿Tengo la convicción de que estoy
llamado a
crecer y que sólo puedo avanzar paso
a
paso? O por
el
contrarío, ¿todavía
sueño en
dar pasos
de
gigante, en saltar automáticamente a la perfección?
5.
¿Me
detengo a pensar en las cosas pequeñas, cotidianas,
sencillas,..,
que me ayudan
a
crecer como persona, como cristiano,
como
consagrado, como miembro
de
la familia de Don
Bosco?
6.
¿Me propongo algunos
objetivos
en clave de crecimiento para el nuevo curso
y
los organizo
en forma
de proyecto
personal,
con sus motivaciones, sus medios concretos y las formas de
evaluación?
7.
¿Pido perdón por las veces que he querido ir demasiado aprisa en mi
crecimiento, y por las veces que he
confiado
más en los acontecimientos y
medios extraordinarios que en las cosas
pequeñas y
sencillas de todos los días?
8.
¿Doy
gracias a
Dios por todas las “gotitas” que diariamente alimentan mi vida,
por todos los “puntos” que
día a
día tiene mi existencia,
por
todos los “pasitos” que día
a
día
me
permiten seguir avanzando, por todas as “piedrecitas” que van
realizando
mi proyecto personal, por todas las
“células”
que diariamente se
multiplican en mí
garantizando mi crecimiento
continuado?
FORMACIÓN
EL ROSTRO DE LA VIDA CONSAGRADA PARA EL TERCER MILENIO
Los
religiosos del tercer milenio se habrán de caracterizar por un
conjunto de rasgos que, puestos en singular combinación,
configurarán un rostro que se reflejará en modo de ser y en un modo
de hacer y no será, por supuesto, un rostro estético, sino
dinámico, porque, a medida que avance el tiempo, se tendrá que
confrontar con las cambiadas circunstancias del mundo y de la
Iglesia. Todo lo cual exigirá una
vigilancia
permanente,
para
que aquello que en un determinado momento, se muestra como rostro
auténtico de la vida consagrada, no quede inmediatamente desfasado o
desfigurado, porque alguno de sus rasgos ya no responde adecuadamente
a esas cambiadas circunstancias del mundo y de la Iglesia sobre todo,
teniendo en cuenta que los cambios
son
cada día más rápidos y profundos (GS,
4-5).
Los
rasgos esenciales de la vida consagrada de siempre, no sólo
permanecerán a lo largo del tercer milenio, sino que adquirirán una
mayor riqueza y profundidad, aunque serán vividos desde una
perspectiva nueva El proceso de la vida consagrada no ha terminado
todavía; sin duda todavía habrá muchas incoherencias y muchos
miedos ante los nuevos desafíos que se irán presentando en cada
nueva encrucijada histórica; pero de lo que no cabe duda es que la
vida consagrada se está manifestando en el
umbral
del tercer milenio con rasgos
nuevos:
1.
Rasgos
que
denuncian una realidad
negativa
1.
Frente
a un mundo,
cada día
más secularizado, en
el que
parece que
no hay
lugar para un reconocimiento explicito de
Dios:
los
religiosos
del
tercer milenio
tendrán que
ser testigos de una fuerte experiencia
de
Dios,
no
sólo en
la
vida
oculta
de sus comunidades,
sino muy especialmente en
medio del mundo, a través
de
sus actividades apostólicas,
en el
encuentro personal con
quienes acuden
a ellos y a ellas, en
los
acontecimientos,
en
el bullicio de las calles; una experiencia de Dios que ha de durar
cuanto dure la jornada; las 24 horas del día. Sin
duda que esta modalidad de
la experiencia
de
Dios será
mucho más comprometida y exigente, que
el encuentro con
Dios
en la sociedad de la propia celda monástica, o en la capilla de l la
comunidad.
2.
Frente a un mundo sin
el sentido unificador de la vida, en
el que las gentes viven interiormente desparramadas,
sin una meta que les proporcione el
más mínimo
equilibrio: los
religiosos del tercer milenio,
traspasados por esas mismas inquietudes, serán testigos de
una
vida
unificada, una
vida en coherencia, que en el
seguimiento de Cristo
les dará un sentido a lo
que son, a lo que viven ya lo que
hacen.
3.
Frente a un mundo lleno de conflictos, de violencias y de
intolerancias de todo
tipo:
los religiosos del tercer milenio
serán expertos
en comunión, serán testigos y artesanos de ese proyecto de comunión
No se tratará de una comunión fácil, que no hace sino
conjuntar diferencias yuxtapuestas, unidas
por el cómodo
adhesivo del
“yo no molesto” para que “los demás
no
me molesten”, sino que, por el contrario, se tratará de
diferencias e incluso conflictos que han de estar transverberados
por un
amor más fuerte que todas las
fuerzas
de desunión.
Por eso mismo, la comunidad religiosa será el lugar privilegiado de la apertura a lo diferente, y del mutuo enriquecimiento a causa de las diferentes maneras de abordar y de vivir cada uno de los hermanos y de las hermanas la misma y única vocación ye! mismo y único servicio en favor de todos los hombres. Los religiosos del tercer milenio se esforzarán por construir la comunidad, la comunión, en el interior de su propia comunidad, y se esforzarán por vivir todo eso desde fuera y hacia fuera en el desempeño de su propio ministerio.
4.
Frente
a un mundo en
el que se
establece la carrera por el poder, la locura del poder. los
religiosos
del
tercer
milenio preferirán la locura de la presencia solidaria la vida
comunitaria tendrá que estar marcada por la proximidad de los
jóvenes de los adultos, sellados por la ausencia de la solidaridad;
optarán por la locura de la presencia solidaria de las pequeñas
comunidades, en medio de las grandes ciudades, tan deshumanizadoras;
lucharán por
una presencia
fraternal, una puerta abierta a los jóvenes que no saben adónde ir,
se solidarizarán
con rostros “reconocidos”
y “acogidos” en las subidas
y bajadas del ascensor; y
se esforzarán
por encontrar, de una y mil
maneras, cómo su
vida tendrá un sentido
nuevo al pagar el precio de esta locura
de
la
presencia solidaria.
5. Frente a un mundo lleno de injusticias y desigualdades, en el que cada uno mira solamente por sí: los religiosos del tercer milenio habrán de promover el compartir en el interior y en el exterior de la propia comunidad, a fin de hacerse voz de los que no tienen voz; y en fidelidad a la Iglesia y a la tradición del propio instituto, lucharán, con valor y con amor, por la defensa de los derechos humanos, por la llegada del reino; y se convertirán en un claro eco del evangelio y de la voz de la Iglesia en favor de los pobres, de los marginados, de los crucificados de la historia Los religiosos del tercer milenio no tendrán ciertamente el monopolio en esta tarea, pero serán testigos cualificados de la misma, según su propia relectura del evangelio, a fin de que crezca el reino de la justicia, de la paz y de la nueva civilización del amor.
6.
Frente a
una
sociedad
que lleva tan mal su
envejecimiento, que
limita el valor de la persona a su rentabilidad, a su eficacia los
religiosos
del tercer milenio afirmarán que
la persona vale más que lo que produce
y
más
que
su
eficacia, y que
la persona
que ya no es eficaz ni produce, sigue siendo valiosa en sí misma
Habida cuenta del cada día más rápido envejecimiento de
las comunidades
y de
los institutos, es éste un desafío,
en cuya solución se habrán de comprometer de una manera decidida,
compartiendo su vida con los marginados de la tercera edad. Se
tratará, cada vez más, de un campo de creatividad y de elecciones
significativas, muy urgente en el mundo que viene.
7.
Frente a un mundo agnóstico y ateo, cada día más sellado por la
indiferencia y por la increencia, frente a
un mundo
postcristiano: los religiosos del
tercer milenio
habrán de optar por vivir fraternal y comunitariamente su fe,
viviendo
una experiencia
espiritual en el corazón del
mundo;
viviendo
delante de Dios la ausencia de Dios;
representando, haciendo presente de
nuevo, en el mundo
y en la Iglesia, el
seguimiento de Cristo
en fraternidad, en
comunidad,
como
polo que atrae en todo
y por todo la
propia vida,
al
precio de una doble fidelidad la fidelidad a la contemplación
del
misterio
de
Dios,
y
la fidelidad a una acción apostólica
comprometida.
8.
Frente
a
un mundo que tiene un sentido
muy
agudo de la muerte, desde que Nietzsche
proclamó
la muerte
de
Dios, el estructuralismo
vaticinó
la muerte del hombre, los ecologistas
anunciaron la
muerte de la naturaleza, y algunos profetizaron el fin de la historia
los religiosos del tercer milenio
podrán
ofrecer
los
presupuestos
para
entablar
un
diálogo con lo marginal; una comunicación con lo diferente; y una
relación de encuentro entre lo subjetivo
y
lo objetivo, entre el hombre y el hombre, entre el hombre y la
naturaleza, y entre
el
hombre y Dios.
Los
religiosos
ofrecerán, así mismo, un testimonio
lúcido
deque, más allá del “mundo bien partido”, del que habla Rorty,
se puede llegar
al
mundo dialogante
y
participativo, porque ellos, como testigos creíbles
de
una renovada
fe
en la vida, y de una confianza
sin limites en las posibilidades del
hombre y del
mundo, ofrecerán los
presupuestos
de una praxis global de
respeto, y de acogida de 1 particular
y de
lo diferente.
9. Frente a un mundo que busca incansablemente un nuevo paradigma de humanidad, para lo cual se requiere alcanzar una civilización de lo universal, la humanización de las ideas básicas en el orden de las creencias y de las vivencias, pero pasando por la civilización de lo particular, del fragmento, de las actitudes y de los comportamientos multiformes de la vida cotidiana, que la postmodernidad ha traído consigo: los religiosos del tercer milenio serán testigos de una revolución permanente, basada en el respeto y el amor al otro y a la naturaleza, porque serán también testigos conscientes y eficaces de que el hombre, la sociedad y la misma naturaleza, son realidades inacabadas que siempre están abiertas a nuevas posibilidades de perfeccionamiento.
10.
Frente a un mundo que, como dice Juan Pablo II, depende de la cultura
que ha de estar compuesta con los mejores ingredientes
humanos,
a fin
de que el hombre en cuanto
tal, y la
misma sociedad sean más felices: los religiosos del tercer milenio
deberán
comprometerse
en la
creación de una cultura
que
abarque
estas
características, que J.A. Merino considera específicas
del movimiento espiritual
franciscano en una sociedad postmarxista, pero que son
aplicables sin duda,
a todo
el
conjunto de los religiosos del tercer milenio:
1)
‘Una cultura
de
la projimidad
o
personalismo
comunitario:
el gran hermanamiento de todos los hombres; solo a través de una
cultura de la paz, de la
justicia, de
la convivencia civilizada
y
del mutuo respeto se logrará una sociedad libre,
justa y fraterna.
2)
Una
cultura de
la paz:
frente
a la violencia cotidiana revestida
de
mil formas de agresividad: culturales, políticas,
ideológicas,
económicas,
religiosas, etc.,
hay
que
presentar
un pensamiento luminoso,
basado en una metafísica
de
la luz y de la transparencia, y una ontología del encuentro
basada en
el amor.
3)
Una
cultura ecológica o una cultura cósmica
yo-otros-mundos constituimos un inseparable sistema de reciprocidad.
Cuando
el mundo se convierte
en verdadera morada,
entonces
sabremos habitar, que
es uno de los más urgentes problemas de nuestro
tiempo,
y descubriremos
más fácilmente
el misterio
del
prodigioso mundo que
nos
rodea.
4)
Una
cultura del
diálogo: vivimos
en la época de las grandes
concentraciones... todos somos un
número o una ficha..
necesitamos ámbitos de diálogo, donde se
nos
reconozca
como
personas...
Se
reúnen
con
frecuencia
los
hombres en
grandes o pequeños grupos,
pero
los
espiritas
continúan divididos.
5)
Una cultura lúcida o de la religión festiva: Nuestra
cultura actual es impresionante y seria. La alegría está amenazada
por todas partes.
El “homo sapiens”
ha creado una prodigiosa cultura intelectualista; el
“homo faber”
ha logrado
una
cultura acumulativa de
objetos y de placeres
peto falta la alegría; la vida consagrada, centrada en el Dios de
la vida y de la felicidad, proporciona la alegría de vivir en
serenidad festiva.
6)
Una
ética de
la frugalidad: que debería reemplazar el deseo
desordenado de
consumir... Pobreza evangélica… La frugalidad y la moderación en
el uso y en las pretensiones habituales
corregirá
formas abusivas
del
tener y del consumir.
7)
Una filosofía de la esperanza es desde el horizonte
del
futuro (escatología) desde donde el hombre debe instalarse en el
campo del presente.
Es
desde
la
esperanza desde donde la sociedad,
la
naturaleza y la cultura
deben ser
interpretadas, renovadas
y
transformadas. Todo el mensaje cristiano
es una llamada al presente para que
se configure
según las exigencias de
un fin previsto
y
deseado. Todo el presente
del hombre adquiere importancia
y significación
al trasluz del
futuro. Desde
ese futuro de
Dios hay
que configurar el
presente de la sociedad”;
porque
es la meta, el final del camino, lo que justifica
todo el
recorrido
del camino.
2. Rasgos que anuncian una realidad positiva
1.
Los religiosos del tercer milenio habrán de ser hombres y mujeres,
inmersos en su propio tiempo: los religiosos del tercer milenio,
obedientes a
la
voz de la Iglesia (PC 2), no deben seguir anclados en el pasado, por
más que a ese tiempo ya ido definitivamente se le deban reconocer
muchos méritos, y por más que fuese para ellos un tiempo auténtico,
un kairós, de santificación personal y de eficacia apostólica.
Los
religiosos del tercer milenio habrán de ser hombres y mujeres de su
tiempo, porque han de llevar muy dentro de su corazón las
aspiraciones y
las angustias (GS 1) de los hombres y mujeres contemporáneos,
y
por
ende, sean cualesquiera sus limitaciones, nada que sea verdaderamente
humano les será ajeno.
Los
religiosos del tercer milenio cuidarán con
mimo
un estilo de
vida y de evangelización que consiga
la transformación
de los hombres de su tiempo sin dicotomías
ni rupturas
con su
contexto cultural (EN
63); y en estrecha colaboración con quienes busquen la
transformación del mundo. La inserción en el mundo no es
algo
en que los religiosos
del
tercer milenio
podrán
o no comprometerse; la inserción cada día más profunda
en
el muido que evangelizan es
un
reto fundamental de
su propia
fidelidad a la misión.
Si
la vida consagrada
del
tercer milenio
ha
de tener un futuro prometedor con la
necesaria
capacidad de atracción para las nuevas generaciones, no podrá
conseguirlo,
al margen de la realidad circundante, porque será ese
mundo concreto que tendrán delante, al
que
los religiosos serán enviados en misión salvífica. El problema
será sin duda
muy delicado, pero tendrá que ser necesariamente afrontado y
aceptado con valentía,
porque
“la evangelización pierde mucho de
su fuerza
y de su
eficacia,
si
no
toma en
consideración
al pueblo concreto al que se
dirige, si
no utiliza su
lengua,
sus signos y símbolos, si no responde a las cuestiones que plantea,
no
llega
a
su
vida concreta’ (EN
63).
Y
esta inserción en el mundo circundante
habrá
de ser realizada sin que por ello los religiosos del
tercer
milenio
piensan el más mínimo rasgo
de su
identidad carismática, porque
de lo contrario conen el riesgo
de
desvanecerse en
cuanto tales;
y solamente los religiosos que mantengan la conciencia
de su identidad carismática podrán ser realmente eficaces
y conseguir
la
utilidad
que el
Espíritu
quiso aportar a
la Iglesia
en el
momento de conceder sus
dones a
los fundadores
de
los respectivos institutos.
2.
Los
religiosos
y religiosas del
Tercer milenio serán hombres y
mujeres que han
elegido
dejarse
conducir por
la palabra
de Dios a
compromisos
en los
que el evangelio manifiesta
todo el
radicalismo
de
sus
exigencias:
los fundadores
de
los diferentes
Institutos religiosos
señalaron
en las constituciones un camino concreto
de realización
personal y
de
exigencias evangélicas, caracterizado por
la
observancia de
los consejos
evangélicos. Si
los
religiosos han optado por hacer del evangelio la norma suprema de su
estilo de vida, es lógico que habrán de estar siempre ocupados en
la
lectura
de
la palabra
de
Dios en la
fe
y en la humildad,
para conformar los
impulsos
de su corazón con el estilo de vida que el Verbo de Dios encarnado
eligió para sí, mientras vivió en este mundo, a fin de cumplir
hasta un ápice la voluntad del Padre que está en los cielos (LG
44).
La
palabra de Dios será el alimento del cual los religiosos del
tercer
milenio tendrán siempre una necesidad apremiante, para poder lanzar
después sobre el mundo una mirada de amor, despojada de todo
egoísmo, de todo
orgullo, y siempre abierta,
como la mirada misma de Cristo, a la esperanza infinita de salvación
de todos los hombres.
3.
Los religiosos del tercer milenio
serán
hombres y mujeres que se encontrarán a sí mismos habitados por una
caridad que no tiene
limites,
y que no renuncian
a hacerse cada día más
capaces de entregarse incondicionalmente al servicio de sus hermanos
y hermanas: los religiosos del tercer milenio,
al
profesar el celibato por
el reino de los cielos, responderán a llamamiento al amor,
entregándose incondicionalmente en una donación total de sí mismos
a Dios; como Cristo que en su vida terrena no eligió ser esposo ni
padre porque quiso ser únicamente el Hijo enteramente entregado a
las cosas de su Padre. El celibato dejará a los religiosos del
tercer milenio, libres, disponibles, y enteramente abiertos a la
acción de Dios, de modo y manera que la castidad será para ellos y
para ellas una forma de vivir y de amar. Al realizar esta ob1ación,
los religiosos, se convertirán en pan compartido, en vida gastada y
desgastada en la disponibilidad y entrega incondicionales en todo
tiempo y en todo lugar a la salvación de los hermanos.
Y
entonces
poco importará que cada religioso y
cada
religiosa sean espontáneamente más abiertos o quizá más
habitualmente reservados, porque lo que cuenta es que, como
consecuencia de esa apertura total y radical al amor, se mostrarán
acogedores para todos, especialmente para con los más pobres
y necesitados,
allí donde quiera que su presencia sea oportuna, urgente y eficaz.
Esta
absoluta disponibilidad dejará los religiosos
en
una actitud interior que los tornará capaces de cubrirlo todo, de
acogerlo todo, de compartido todo; y este compartir no
se
referirá exclusivamente a los bienes materiales, sino también, y
fundamentalmente, a esa cualidad, mucho más difícil, de estar
desposeídos de sí mismos, que los
conducirá, de una manera connatural,
a hacer fácil el camino de la salvación a los demás; el mismo
camino que
quizá
ellos
tendrán que recorrer
con
grandes
riesgos y dificultades. Todo lo
cual les exigirá
una
magnanimidad de
corazón que no siempre se halla en quienes trabajan por conseguir la
propia
perfección
cristiana, porque,
apoco
que se descuiden, pretenderán imponer a
los demás
el
mismo
camino erizado de
dificultades
que ellos
tienen
que
recorrer.
Pero
los religiosos, en seguimiento de Jesús,
y
revestidos de sus
sentimientos,
estarán
vigilantes para que, como decidió la comunidad
primitiva
de Jerusalén,
respecto
de los gentiles,
no
impongan
a
nadie
más cargas que
las estrictamente
necesarias (cfr.
Hch, 15, 28).
4.
Los religiosos del tercer milenio
son hombres
y mujeres que estarán siempre, en su vida y en su misión, con una
amistad ofrecida,
generosa y
cálida: los religiosos del tercer milenio
no
temerán ni los riesgos ni las grandezas de los afectos humanos,
porque
sabrán buscar
siempre la limpieza, la
rectitud de intención, la verdad
del
amor sobre
el
camino
de
la cruz, de la ascesis, de la abnegación,
que
posibilitarán el encuentro con Dios y con los hermanos; tendrán que
plasmar
una visión eminentemente positiva de los afectos
humanos, imprescindibles,
por otra pare, para un desarrollo equilibrado
de
la propia personalidad.
5.
Los
religiosos del tercer milenio
optarán
por hacer de su trabajo
un
servicio
a sus hermanos, con
una especial preferencia por los más pobres: Si esto es propio de
todo cristiano,
lo
tiene que
ser de
un modo
especial para
los religiosos, ya sea que su trabajo los conduzca a los puestos de
la marginación más radical, ya sea que los lleve a los puestos más
altos de la cultura y de la investigación,
ellos
y ellas estarán siempre dominados por el hambre y la sed de
justicia,
y
alimentados
por
la contemplación de la palabra
de
Dios.
Será
siempre un trabajo actualizado, a
lo largo
de toda su existencia, porque así los religiosos
se harán así mismos más libres cada día
respecto al
espíritu de propiedad,
propiedad,
no sólo respecto
de
la materialidad de unos bienes,
sino también de
sí mismos. Solamente
así estarán siempre disponibles, entregados, incondicionalmente,
al bien de sus hermanos.
Así
los religiosos del tercer milenio
serán realmente libres, porque
entonces
su único vivir será Cristo, a quien
ellos y ellas
descubrirán en
todos aquellos a quienes
llevan
el mensaje salvífico de Dios.
6.
Los
religiosos
del tercer milenio
asumirán generosamente la solidaridad con la comunidad eclesial
de la
que se sienten parte integrante a
todos
los efectos: Los religiosos del tercer milenio, en su afán por
contemplar a la iglesia sin mancha ni arruga, optarán por vivir en
el corazón mismo de la lglesia, en comunión con otros hermanos y
hermanas; y, alimentados por la misma palabra y compartiendo el mismo
pan, ensayarán laboriosamente, dolorosamente incluso, la
construcción de una auténtica fraternidad para los demás. El
Espíritu de Jesús los unirá permanentemente a la renovación de la
comunidad eclesial. Una comunidad eclesial que se encamará para
ellos, primero en la pequeña Iglesia doméstica, espacio de acogida,
ante todo para sus hermanos y hermanas de congregación, con quienes
comparten un mismo proyecto de vida y de misión, y que, al mismo
tiempo, se
convertirá
en ámbito de esperanza para los hombres y mujeres de su tiempo, que
en las comunidades
religiosas
tendrán un signo
fácilmente
legible de que todos los hombres y mujeres del mundo, podrán llegar
a
vivir como hermanos; porque hay unos hombres y mujeres que, sin
apoyarse en los lazos de la carne ni de la sangre han logrado
construir la nueva familia
de
los hijos de Dios.
De
este modo, los religiosos del tercer milenio
se constituirán en una contestación profética del
mundo
en
que
viven, denunciando sus límites, estrecheces, sus divisiones, su
racismo, sus fronteras, haciendo aparecer a los ojos
de todos,
los
valores
de
la fraternidad como
signos de esperanza en medio de
la noche
del
egoísmo
que
invade al mundo.
En
el corazón
mismo de
la vida de cada día, es donde los religiosos del tercer milenio
encontrarán a
Dios que les sale
al
paso; y entonces
vivirán
lo absoluto
del
amor de Dios y del prójimo
en
las condiciones cotidianas, en las ocasiones contingentes
y provisorias, a
través
de
la obediencia,
a
través
de
las mediaciones humanas
de
la propia comunidad
y de
las autoridades que
ellos
mismos se han dado.
Por
la profesión de la obediencia, unidos a Cristo
obediente al
Padre, los religiosos
del
tercer milenio
inmolarán su
voluntad, y la ofrecerán
al
Padre en un
culto perfecto; se unirán profundamente a
la voluntad salvífica de Dios, y quedarán
vinculados
más estrechamente al
servicio de
la Iglesia y de los hombres. Solamente así la obediencia que en
lo
cotidiano
de
la
vida es entrega permanente
a la obra del amor divino,
los
han
libres porque se sentirán liberados
de sus
temores y de sus estrecheces por
el Espíritu
de
Cristo
que los habita.
Los
religiosos
del tercer milenio
no
temerán entonces
comprometerse del
modo
más decidido en la misión apostólica, a través de la obediencia
así entendida, como manifestación de la voluntad de Dios, buscada y
discernida entre todos, en diálogo sereno. De esta manera todos
podrán abordar cada día lo provisorio y
contingente
de su pequeña historia personal y comunitaria, porque sabrán que es
ahí donde encontrarán a Dios en el rostro de sus hermanos yen las
pequeñas e insignificantes cosas de cada día, pudiendo
comprometerse también en
la liberación de todos los hombres,
especialmente de
los más pobres, esclavizados
y humillados, porque en ellos
resplandece de una manera peculiar el rostro
del
Dios vivo.
De
este modo, los religiosos del tercer milenio,
a
pesar de sus limitaciones
personales y
comunitarias,
serán
testigos humildes, pero valientes,
de
una vida
unificada,
en la que el amor a los hermanos y el deseo
ardiente de
Dios, convergen en una aspiración única el encuentro
con
Dios y con
los
hermanos, renovado cada día en la fe, y cada día alimentado
por
la comunión con
Cristo.
(J.
ALVAREZ GÓMEZ, Vida
consagrada para el tercer milenio. De la renovación a la
refundación, Publicaciones
Claretianas,
Madrid 1999, 265-277).
COMUNICACIÓN
TU FAMILIA Y EL CIBERESPACIO
Declaración
de La Conferencia Episcopal de Los Estados Unidos de América
(16-6-2000)
Introducción
Cada
día son más las familias que descubren
la
utilidad de Internet Por una cuota
prácticamente simbólica, o
incluso gratis, los usuarios de PC pueden
conocer en tiempo real
los resultados
deportivos,
las últimas noticias, información turística detallada,
las cotizaciones del
día, y acceder a museos de fama internacional
y a innumerables juegos
y
recursos de
ocio. Y es que busques lo que busques, lo cierto es que en algún
rincón
de
Internet puedes encontrarlo. Además,
conforme la ayuda pública va permitiendo que
se conecten
más colegios, Internet se está transformando en inestimable
herramienta educativa Escuelas,
bibliotecas y comunidades,
así como
el
mundo
empresarial e industrial,
están
haciendo
un uso
cada vez
más extenso de
la Red.
Por
desgracia,
esta
aportación tecnológica
también tiene su
precio. Algunos
cibernautas piensan
que el
rigor
de la ley no puede ni debe
aplicarse al
ciberespacio. Hay
quien opina
que
el
aparente anonimato
de
Internet libera
de
cualquier
responsabilidad en las propias
acciones. Otros
apuntan que la
fuerza de Internet reside precisamente
en su amplia
diversidad,
por
lo que no aceptan regulación
alguna que
pueda acabar con esa pluralidad.
Mientras
tanto, uno
de
los mayores
cauces
de tránsito en la red
se dirige
a los sitios pornográficos,
mientras
que
otros
sitios
transmiten
la intolerancia de determinados grupos
y
otros su constituyen sencillamente
nuevas
oportunidades para
los
timadores
de
toda la vida Por ello, navegar
por
Internet puede ser un poco como visitar el mejor
parque temático
del mundo y encontrarse
con un vertedero de
residuos tóxicos.
EL ciberespacio
¿Dónde
está el
ciberespacio?
Se
trata de un mundo
de
conexiones a larga
distancia y acceso a numerosas fuentes de
información,
en el
que
entras cuando enciendes tu
ordenador
o cualquier otro soporte que te brinde acceso a él
Internet
es en realidad una red mundial de
ordenadores
propiedad
de todo
género de
empresas, organizaciones
y -ahora también-
de individuos.
Puedes pensar en él
como un
sistema telefónico
para
ordenadores. El
público en general accede
a
él mediante
los
proveedores
de
acceso,
que
lo ofrecen
por
el pago de una
cuota
o incluso gratis,
o
bien mediante
servicios en línea (como
América
Online),
que junto con
el
acceso
suministran un
paquete de servicios que, de no ser así, requerirían cuotas
separadas.
Resulta
importante subrayar el
aspecto
global de
Internet, ya que en la Red se pone a disposición del usuario
información
procedente de todo
el
mundo. Pero ello significa también que
los
sitios
peligrosos pueden
hallarse fuera del alcance de las leyes nacionales.
He aquí algunos de los servicios más populares de Internet:
-
La
World
Wide Web (www=red
mundial), en la
que empresas, organizaciones
e individuos
ponen “sitios” con
“páginas”
que
pueden leerseo descargarse con asuntos tan heterogéneos como
la
política, el
deporte, las artes o los
programas de televisión más seguidos. Puedes explorar estos sitios
mediante un programa llamado “navegador”,
como el Netscape
Navigator
o el Microsoft
Internet Explorer.
-
El
correo electrónico
te
permite mandar
mensajes a
tus amigos evitando
todo el
jaleo
y
la molestia que
suponen sobres y sellos.
-
Los grupos de noticias son parecidos
al
con
electrónico,
pero te permiten enviar mensajes a más de
20.000
buzones de
correo
temáticos en los
que
otras personas interesadas en el
mismo
tema pueden leerlos.
-
Los chat son
como conversaciones telefónicas
que puedes prolongar
todo el tiempo que quieras
yen las que se comunica mediante el
teclado
en
vez
del
teléfono.
-
La mensajería inmediata permite comunicaciones inmediatas en tiempo
real con
otra
persona conectada a
Internet.
-
Las listas de
correos, con
moderador o sin él,
son “grupos”
de discusión sobre determinadas materias, en los
que se envían mensajes
de
correo electrónico
a
los miembros,
que
pueden suscribirse de forma voluntaria.
-
Videoconferencia
es la posibilidad de utilizar cámaras conectadas
a
Internet para
que
varios usuarios comuniquen de forma audiovisual
en tiempo real.
-
Los MUD (Dimensión Multi-Usuario)
son
sitios
de Internet donde los usuarios pueden participar
junto con
otros jugadores
en
juegos de rol.
Precauciones para los usuarios
La
mayoría
de los padres
se preocupan por las facilidades de
acceso que
en Internet tienen
los niños a la pornografía
o
a otras
informaciones potencialmente perjudiciales como
mensajes
de intolerancia
o información sobre cómo conseguir y utilizar
armas.
Aunque uno no busque semejantes
cosas,
difícilmente
puede
soslayarlas.
Bastan unos cuantos
“clics” del ratón
para que un niño curioso encuentre
un océano
de
material sexualmente
explicito
o lleno
de
violencia
gratuita o de intolerancia, disfrazado a veces bajo
direcciones
que se antojan inofensivas o incluso beneficiosas. Muchos de los
sitios pornográficos “X” preguntan si has cumplido 18
años, pero no hay
forma
de calcular cuántos de estos sitios procuran comprobar la respuesta
antes
de proporcionar
muestras
gratuitas de lo que ofrecen.
Incluso un contacto accidental con tan variado y
dañino
material
puede tener sus consecuencias.
Justamente
se preocupan
también los
padres
del
contacto
con
extraños a través
de
los chats. En una reciente encuesta, por
ejemplo, aproximadamente una tercera parte de los lectores de una
revista dirigida al público juvenil
se han
quejado de
que en la
red otros
usuarios trataran
de
encontrar su
contraseña o utilizaran un
lenguaje ofensivo. Tanto adultos
como
niños
han sido
víctimas
de acosadores sexuales a través de
Internet.
El
mundo del ciberespacio pone a niños
y adultos, a
menudo
desde la intimidad de
sus hogares en contacto con material violento, intolerante
o
explícitamente sexual que en la sociedad
convencional
suele mantenerse convenientemente apartado. Un individuo solo ante
una
pantalla de orientador puede verse
falto
del necesario apoyo
moral
y social para
resistir
ante aquello a lo que se ve inducido. Semejantes
sitios
pueden influir mucho en la interacción social tanto
de
adultos
como
de niños. Por lo que atañe
a estos últimos,
por
ejemplo,
un discurso intolerante
puede distorsionar sus primeras impresiones acerca de personas
pertenecientes a otros grupos étnicos o nacionalidades.
Por
lo que respecta a la pornografía, que tiende a generar hábitos ya
incrementar necesariamente el
material gráfico
para mantener su “morbo”, la pornografía de Internet plantea
nuevos retos a la responsabilidad personal y somete a nueva presión
las relaciones conyugales y familiares. Aunque algunos proveedores de
acceso a Internet tratan de moderar los chata, lo cierto es que
las
conversaciones explicitas en éstos o por correo electrónico -al
igual que las líneas telefónicas de carácter sexual- pueden llevar
tanto a adultos como
jóvenes
a situaciones inmorales e incluso peligrosas. Tal y como
las
revistas, las películas y los programas de
televisión,
los sitios de
la Red pueden
transmitir
imágenes
cuyo
efecto
es el
mismo.
La
Iglesia
e Internet
La
religión puede beneficiarse mucho de un
uso
adecuado
del
ciberespacio, tanto de servicios prácticos como el de ayudar
a
los viajeros
a
encontrar un iglesia
para
asistir a misa como de recursos
para la
investigación
académica
de numerosos temas relacionados con la Iglesia Sin embargo, además
de los problemas que quedan indicados, el
ciberespacio se ha
llenado de gran cantidad
de
información engañosa
o simplemente inexacta acerca de la Iglesia.
El
hecho de que
encuentres algo en la Red no significa que sea verdad y
el mero hecho
de
que un sitio incluya el adjetivo
“católico”
en su denominación no implica
que
refleje la doctrina
y
la práctica
de
la fe católica.
“Que
el comprador tenga cuidado”
es
advertencia que viene como anillo
al
dedo en este caso.
Decenas
de miles de sitios web están relacionados con la religión, y miles
pretenden dirigirse específicamente a los católicos. Algunos
de
ellos representan a instituciones
católicas, como
www.vatican.va Tu (archi) diócesis o parroquia (o ambas)
posiblemente
tengan ya
una página
en la
Red.
Resulta importante consultar con
las
autoridades pertinentes a este respecto. Por
menos de cien dólares puede
registrarse un dominio (es decir, una “dirección” de
un sitio
web), y
aunque van
apareciendo nuevos
procedimientos
de
registro, es posible
que
otras
entidades
se apropien de las denominaciones oficiales de tu parroquia o (archi)
diócesis.
Sé
cauto con todo
sitio
“católico” que no esté relacionado
con
instituciones
u
organizaciones católicas
fácilmente identificables.
Ten
en cuenta
que
hay quien
emplea
denominaciones
aparentemente católicas
para
difundir propaganda
anticatólica e
incluso
pornografía Si
encuentras sitios “católicos” que contengan
información de
procedencia
desconocida o afirmaciones
que
te suenen
extrañas,
informa a tu parroquia o a tu diócesis.
¿Qué pueden hacer los padres?
A
fin de cuentas, la mejor protección contra un empleo indebido de
Internet es la presencia en tu hogar de un ambiente
de oración y de compartición
de
los valores cristianos,
en
el que tales
preocupaciones
puedan discutirse
abiertamente entre
todos los miembros de la familia
En semejante ámbito, tu interés e implicación continuos
en el empleo
de
Internet por parte
de
tus hijos saldrán a flote de forma natural, aunque no seas un
experto
en informática.
El
punto de patuda
para un
empleo
seguro de
Internet consiste
en reconocer que
las mismas reglas por
las que
te riges
en
el mundo real se aplican igualmente
al
ciberespacio. Si dices a tus hijos que no hablen con extraños, lo
mismo
vale
para
Internet. Y
así
como exiges de ellos que te digan
adónde
van,
debes preguntarles con
quién
“quedan”, cuando “salen” por Internet. De la misma forma que
escuchas a tus hijos cuando te hablan de sus amigos, escúchales
cuando hablan de
lo que
encuentran en la red.
La
perspectiva de enfrentarse a un ordenador con vistas a una mayor
seguridad de Internet en el hogar se revela desalentadora para muchos
padres. He aquí cuatro trucos que pueden ayudar:
-
Si es posible, consigue tu acceso a Internet mediante un proveedor de
acceso que excluya por lo menos parte del material inadecuado de uno
de sus “clientes” (los ordenadores que proveen el acceso a
Internet). Consulta las páginas amarillas y contacta con ellas para
saber si se trata de
un
servicio disponible en tu zona.
-
0pta por un proveedor que ofrezca servicios de
control
de
contenidos,
y actívalos. Dichos servicios pueden utilizarse para restringir
el acceso a determinados
chata, grupos de noticias
(de estos, unos pocos
acaparan gran
parte
del material
más perjudicial,
ya
algunos
sitios
web).
-
Algunos
proveedores ofrecen
la posibilidad
de registrar los sitios
visitados.
Si el tuyo ofrece
esta
opción, actívala.
Si
hubiera motivo para ello, podrás controlar
qué
sitios visitan tus hijos.
-
Procura instalar programas de filtrado
de contenidos. Los
más populares son
CyberPatrol,
CyberSitter, Net Nanny,
Surfwatch,
X-Stop
y Rated-Pg. Recuerda
qué
métodos -por ejemplo, el análisis de las palabras-clave
o
las evaluaciones individuales-
y criterios
pueden variar
de uno
a otro programa
Ninguna
de estas precauciones puede garantizar que tu
hijo no
esté expuesto
a
contenidos
censurables de Internet,
pero constituyen
un buen
punto
de
partida
Si
bien imperfectos, logran comunicar
a
tus hijos tus propios valores. Además, si
los
padres
no
se
preocupan acerca
del empleo
de
Internet por
parte de
sus hijos,
éstos pensarán que
no necesitan
control.
Sin perjuicio
de
lo esencial
que
resulta la protección,
hay que
subrayar
que
los programas
de
filtrado
también
restringen
la
posibilidad de investigar
en Internet, y pueden involuntariamente
impedir las
visitas a sitios útiles.
Por
lo que
respecta
a los ordenadores,
no
te
sientas cohibido
si
tus
hijos son
los
expertos y tu
quien queda rezagado:
aprecia
y
disfruta su conocimiento
como
lo harías en el deporte,
en
la música
o
en cualquier
otro campo.
A fin de cuentas
incluso puede
revelarse
enriquecedor y
divertido, ya que
hay muchísima información
acerca de la fe, de la
religión
y de muchos otros temas en
Internet
Buscarla
juntos puede
constituir
una
seria
competencia
para
los programas
de mayor audiencia de la televisión!
Responsabilidad compartida
Opinan
algunos que Internet es
demasiado extensa
y
compleja como para
poder controlarse.
Cualquiera
de
las
soluciones que
se ofrecen
tiene fallos, incluso el
de cargar sobre los padres
el
problema de la protección de sus hijos, como si fiera posible (o
incluso deseable)
que los progenitores
pasaran con
los hijos las
veinticuatro
horas del
día La complejidad de Internet, de
todas formas,
no
justifica
la renuncia. Significa en cambio que existe una responsabilidad
compartida no sólo
con
vistas a la protección de
los hijos
sino también para asegurar la contribución de
Internet
a la cortesía y
armonía
propias
de la sociedad, así como al mantenimiento
de
los principios morales. De no ser así, podría
fácilmente transformarse en
vehículo a disposición de los propagadores
de
intolerancia, violencia y obscenidad.
LA
IMPLICACIóN DE LOS PADRES.
No
es ni realista ni justo
que
los padres carguen con todo
el
peso: ¿acaso pueden estar perpetuamente
con
los hijos en el colegio o en la biblioteca, cuando intercambian
discos o
en el autobús
escolar? Sin embargo, el
papel
de
los padres
en
muy importante, empezando por
ese ambiente cristiano que tienen que crear en su hogar y continuando
con su interés e implicación en el empleo de Internet por parte de
sus hijos. También pueden influir en los proveedores de acceso al
internet y en los servicios en vistas
a que se creen filtros de acceso a la Red. Y de la misma forma que
algunos restringen el disfrute de la televisión a una hora o menos
al día -o incluso
deciden
prescindir
de
televisión en su hogar- igualmente
tienen
la
posibilidad
de restringir el uso de Internet a
un período relativamente breve
cada día.
TECNOLOGÍA.
No
falta quien opina que este problema ha quedado completamente
resuelto por
obra y gracia
de
los filtros y de las clasificaciones de sitios,
dos
herramientas
diferentes
para el control de material pornográfico, violento
o intolerante. Pero los padres no
pueden dar por sentado
que
los ordenadores
de
colegios, bibliotecas o del vecino
de
al lado tengan filtros instalados,
y
además la mayor parte
de
los sitios no están clasificados. Además, los sistemas de filtrado
no
resultan completamente
satisfactorios, y junto
con el material censable excluyen
a veces páginas provechosas. Lo mismo cabe decir de los sistemas de
filtrado que tratan de excluir
abusos
en el material orientado desde el
punto de vista de la fe. Se trata de
sistemas que,
si bien no son
la panacea, proporcionan por lo
menos
una
solución parcial
Quienes operan en la vertiente tecnológica del
problema deben
seguir
mejorando
los
sistemas de filtrado para proporcionar
un producto lo
más satisfactorio
posible.
BUEN
HACER
EMPRESARIAL Los
estadounidenses se esperan
de las empresas que actúen como miembros
ejemplares
de la sociedad, y piden explicaciones cuando éstas no lo hacen
Internet no debería constituir una
excepción a este respecto. Deben adoptarse códigos voluntarios de
conducta con arreglo
a
los
cuales las empresas determinen no acoger a sabiendas material ilegal
o engañoso en su servidor de acceso a Internet, como ya sucede en
algunos sectores industriales. Si se ofreciera mayor número de
opciones de acceso a Internet mediante servicio de filtrado por parte
del
proveedor,
el volumen de la demanda sorprendería a las mismas empresas.
LEGISLACIÓN.
También la administración tiene su tarea. La I Enmienda no ampara
cualquier tipo de discurso. Si Internet debe formar parte de la
comunidad, las leyes que se aplican a los demás medios también
deberán aplicarse al ciberespacio. El proveedor de material ilegal
deberá afrontar las pertinentes consecuencias legales, si
bien dicha
legislación no puede aplicarse a los
sitios extranjeros.
Menú de Ayuda
Consejos
para un empleo seguro de
Internet:
No se requieren conocimientos técnicos específicos.
Tómate tiempo para formarte acerca de Internet Se trata de una inversión con vistas a la seguridad y al bienestar de tus hijos.
Escoge un proveedor de acceso a Internet que brinde la posibilidad de un acceso filtrado.
Sitúa todo ordenador provisto de acceso a Internet en una zona común de la casa (no en el dormitorio o en el trastero).
Dedica tiempo a navegar por Internet con tu hijo, incluso si no eres más que un aprendiz interesado: el resultado te sorprenderá muy gratamente.
Estimula a tus hijos para que mediten sobre lo que encuentran en Internet y para que recurran a ti cuando, por ejemplo, se topan con alguna información “católica” que no coincide con lo que sobre la Iglesia han aprendido en casa o en el colegio.
Centra la atención en los sitios y materiales buenos a tu disposición.
Educa a tus hijos para que empleen responsablemente el correo electrónico, ya que éste, correctamente usado, constituye un servicio de Internet tan divertido como útil.
Anima a tus hijos para que sometan a tu atención toda duda, y pídeles que te comuniquen sus problemas.
Advierte a tus hijos que jamás deben proporcionar información personal -nombre, dirección, teléfono- a nadie en Internet sin tu permiso, y que nunca deben enviar fotografías.
Diles a tus hijos que nunca rellenen cuestionarios de Internet sin tu permiso.
Diles a tus hijos que no contesten jamás a ningún contacto agresivo o invitante o a cualquier cosa que haga que se sientan incómodos, y que te informen cuando surja algo así.
No permitas que se encuentren cara a cara con personas que han conocido por Internet, a menos de que no exista una buena razón al respecto oque alguna persona de confianza esté presente.
No reacciones de manera desmedida si tus hijos someten a tu atención algo inadecuado, pues de esa forma se verán intimidados y no volverán a consultarte.
No minusvalores el significado de los discos guardados a escondidas: el empleo de material pornográfico o intolerante tiende a ser secreto.
Recuerda a tus hijos que estas reglas deben aplicarse cuando utilicen ordenadores en cualquier emplazamiento fura del hogar, como en las bibliotecas.
Por encima de todo, comunica. a mejor protección la constituyen an buena relación y una vida familiar cristiana sana en la que todos los miembros se hablen y recen juntos.
(Original
inglés procedente del archivo
informático de la Conferencia
Episcopal de
los Estados
Unidos
de América; traducción de ECCLESIA 3015
(23
de
septiembre
de
2000).