Don Gianni MAZZALI |
2. ORIENTACIONES Y DIRECTRICES
2.2. INDICACIONES PARA LA REVISIÓN DE LA PARTE ECONÓMICA DEL DIRECTORIO INSPECTORIAL
1 Ecónomo General |
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En el Proyecto de animación y de gobierno del Rector Mayor y de su Consejo para el sexenio 2002-2008, en el sector del Economato General, la pobreza evangélica está indicada como primera área de animación por medio de algunos grandes objetivos: “la austeridad profética en el estilo de vida personal y en el de las comunidades y la transparencia y la disponibilidad en el uso del dinero y en el destino de los medios puestos a nuestra disposición por la Providencia” (ACG 380, pág. 51).
Para lograr el primer objetivo se indica particularmente una intervención que dice así: “Orientar a los Consejos Inspectoriales para la evaluación de la parte económica del Directorio Inspectorial, especialmente en referencia al uso y a la disponibilidad de los bienes por parte de los hermanos y de las comunidades” (ACG 380, pág. 51).
Las indicaciones que sucesivamente se enumeran tienen como finalidad, por tanto, el orientar y ayudar a la redacción o a la revisión de la parte económica del Directorio Inspectorial, con ocasión del próximo Capítulo Inspectorial.
Representan una serie de elementos que permite individuar argumentos sobre los que el Capítulo Inspectorial debe orientar la vida de las comunidades y de los hermanos por lo que se refiere a la práctica de la pobreza y a las consiguientes cuestiones económicas, administrativas y de gestión.
Se ha tratado de hacer una lectura comparada de una serie de Directorios para lograr una visión completa de las problemáticas conexas.
Algunas Inspectorías han metido en el Directorio un capítulo referente a la parte económica y administrativa, otras han hecho incluso un Directorio económico de la Inspectoría, preocupándose de que sea lo más completo posible.
Los títulos pueden variar según la sensibilidad y el planteamiento particular: pobreza y economía; pobreza y administración de los bienes; la administración de los bienes, etc.
Es importante, de todos modos, tocar todos los aspectos personales y comunitarios que se refieren a la práctica de la pobreza y, en dicho ámbito carismático, la administración de los bienes, tanto desde el punto de vista de las comunidades locales como desde el de la comunidad inspectorial.
Es determinante tener en cuenta el particular ambiente cultural en que se encuentran las comunidades de la Inspectoría y, obviamente, las diversas mentalidades de los hermanos, donde las comunidades son comunidades internacionales. Temas como la relación con la familia, el acceso personal a los bienes necesarios para la misión, el mismo estilo y nivel de vida, deben ser siempre vistos en relación con el contexto y la cultura en que se trabaja.
En este sentido, el “directorio económico” debe ir asesorado, para especificar o integrar aquellos elementos que resultasen urgentes y sobre los cuales no se han tomado aún oportunas directrices.
1.1 1 Criterios generales en materia de pobreza y economía |
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Lectura de la situación;
Alusión a las Constituciones (art. 72-73) y a eventuales Capítulos Inspectoriales;
Pobreza y comunidad;
Pobreza y misión juvenil;
Trabajo y templanza;
La solidaridad;
Relación entre pobreza, justicia social e indigencia consideradas a la luz del Evangelio;
Los aspectos educativos de la pobreza en la tradición salesiana.
2. La pobreza personal
Referencia a Constituciones 75 y Reglamentos 55;
Estipendios, honorarios de ministerio o por prestaciones profesionales, pensiones...
Instrumentos de trabajo (ordenador, teléfonos móviles, libros, instrumentos varios, etc.);
Disponibilidad de dinero corriente y tarjetas de crédito personales;
Cuentas corrientes personales ante Correos o Bancos;
Coches y medios de transporte;
Vacaciones y momentos de descanso;
Depósitos de dinero personales (provenientes de herencias, donativos de bienhechores para actividades pastorales o misioneras);
Donativos o regalos;
Revisión personal de la pobreza;
Salida del Instituto.
3. La pobreza y la administración a nivel de comunidad local
Aspectos comunitarios de la pobreza y scrutinium paupertatis comunitario;
Deberes y atribuciones del ecónomo local (atento al estilo de vida de la comunidad; responsable del presupuesto y del balance; atento a la prudente información de los hermanos a través de la asamblea comunitaria; en relación con el ecónomo inspectorial para intercambio de informaciones y para las consultas; responsable de las compras y del mantenimiento, etc);
Preparación y formación permanente de los ecónomos locales (formación y actualización),
Apertura, gestión y control de las Cuentas Corrientes de Correos y bancarias (normas detalladas acerca de quien las abre, la elección del Banco en relación con el ecónomo inspectorial, relación entre las cuentas corrientes de la comunidad y las personales..);
Gestión de las inversiones;
Las reservas de dinero a nivel local (especificar las razones, dónde preferiblemente se conservan, bajo qué responsabilidad...);
La contabilidad (contabilidades diferenciadas para los diversos aspectos de la obra; centralización de los flujos contables y del control a nivel de economato inspectorial; único sistema contable adoptado y aplicado para todas las casas de la Inspectoría);
Contratos de trabajo y gestión del personal;
La manutención ordinaria y extraordinaria de los inmuebles;
Las autorizaciones;
La documentación actualizada acerca de los inmuebles (el archivo patrimonial), los seguros, los contratos y el archivo de las facturas y de los documentos económicos y financieros; el inventario de los bienes;
Contratos o convenios con la diócesis u otras entidades para el uso de bienes no propios o para confiar una parroquia o un oratorio (en relación con el Inspector y su Consejo);
La garantía de mutuos bancarios y préstamos a terceros.
4. La pobreza y la administración a nivel de comunidad inspectorial
La responsabilidad del Inspector y de su Consejo para promover el espíritu de pobreza en las comunidades de la Inspectoría;
Funciones y atribuciones del ecónomo inspectorial (consulta económica, coordinación de los consultores; presupuesto y balance de la Inspectoría; control de la contabilidad y de los balances de las casas; informaciones al Consejo Inspectorial; supervisión y control de todas las reformas materiales en las comunidades);
Determinación de la cuota inspectorial y del excedente por parte de las comunidades locales;
Los depósitos de las casas en el centro inspectorial;
Fondos inspectoriales (salud, bolsas de estudio, formación, solidaridad...);
Organización racional de la solidaridad inspectorial;
Gastos extraordinarios de las comunidades locales (manutención y nuevas construcciones, enfermedades, viajes, catástrofes...);
La gestión de las herencias y de los legados;
El fondo de bienes con fines determinados;
Las prácticas de aprobación para nuevas construcciones y la documentación que enviar al Rector Mayor y su Consejo;
El balance anual que hay que enviar al Ecónomo General.
En relación con la metodología se pueden indicar diversos sistemas, teniendo en cuenta el hecho de que la mayor parte de las Inspectorías disponen ya de un directorio económico. Será oportuno que el ecónomo inspectorial se preocupe de preparar con sus colaboradores un primer borrador del texto, con las integraciones y las correcciones oportunas y que las someta al examen de la consulta económica y de eventuales consultores. El material producido dará al Consejo Inspectorial las indicaciones oportunas para una atenta evaluación y para producir el texto que habrá que someter al examen y a la aprobación del Capítulo Inspectorial.
Sucesivamente a la aprobación hay que prever la fase de la comunicación a las comunidades y a los hermanos en las modalidades más oportunas, cuidando sobre todo que los ecónomos inspectoriales y locales asuman la responsabilidad de la actuación concreta de las normas establecidas por el Capítulo Inspectorial. El ecónomo inspectorial proveerá, según la praxis ya consolidada o que hay que aplicar, a definir los instrumentos más oportunos para las indispensables evaluaciones en los diversos niveles.
Concluyo declarando la disponibilidad del Economato General para facilitar todas las ulteriores indicaciones que fueran necesarias para una realización satisfactoria de un instrumento, cuya finalidad, según el Proyecto del Rector Mayor y de su Consejo para el sexenio 2002-2008, es ayudare a las comunidades y a cada hermano a vivir en plenitud la propia consagración para la misión juvenil.