121. Apariciones de Luis Colle 1881 (MB. 15,80). |
Los Sueños de San Juan Bosco -121 al 159-
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Título: Los Sueños de San Juan Bosco
Extraídos de la Vida de San Juan Bosco -Memorias Biográficas en 19 volúmenes-.
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El 3 de abril de 1881 murió santamente el joven Luis Colle, cuando tenía sólo 17 años. Era hijo de dos personas amiguísimas de Don Bosco: el Conde Luis Colle y la señora María Sofía. Estos dos esposos fueron durante muchos años unos maravillosos bienhechores de nuestro Santo y de las obras salesianas. Don Bosco les escribió 75 cartas y los amaba como si fueran sus propios padres. Su primer encuentro fue de la siguiente manera:En febrero de 1881 estando nuestro Santo en Marsella llegó un párroco de la ciudad de Tolón a rogarles que fuera a esa ciudad a darle una bendición a un joven para que se curara de una grave enfermedad. El Santo le dijo que no podía ir, y no fue. Ocho días después volvió el párroco a rogarle que fuera a esa ciudad a bendecir al enfermo, y le contó lo buenos y Santos que eran aquellos esposos Colle. Don Bosco (quizás porque sabia que el joven no se iba a curar de esta enfermedad) le dijo que el no iba a una ciudad a curar un enfermo. Que organizaran allá una conferencia para cooperadores salesianos y que él después de dar esa conferencia pasaría a bendecir al enfermo. Y así lo hizo.
Cuando llegó a casa del enfermo, éste lo esperaba con gran fervor y alegría. Estaba en los últimos grados de una terrible tuberculosis. Don Bosco se dio cuenta de que este joven Luis Colle, era otro San Luis, y viendo que estaba bien preparado para irse al paraíso, se dedicó a prepararlo a bien morir. Se admiró de lo bien que aceptaba a tan temprana edad de 17 años el tener que morir, y de cómo no pedía en sus oraciones la salud sino que se cumpliera en él la santísima voluntad de Dios.
El joven Luis Colle, el 3 de abril, poco antes de morir, y después de haber comulgado dijo a sus papacitos y a sus familiares: – Me voy al paraíso. Así me lo ha dicho Don Bosco.
El recuerdo de un joven tan Santo le quedó a nuestro Santo muy grabado en su mente, y después escribió la biografía de tan virtuoso amigo.
Y Luis Colle se le apareció bastantes veces, como lo cuenta nuestro Santo en las cartas que les escribió a sus padres.
Oigamos como lo narra él: El mismo día 3 de abril, estando confesando, de pronto vi a Luis en un hermoso jardín, donde se divertía alegremente con algunos compañeros. Parecía estar completamente feliz. Con esto me convencí de que se encuentra ya en el paraíso.
El 27 de mayo, fiesta de la Ascensión, en un momento, durante la Santa Misa, vi a Luis rodeado de un mar de luz, con bellísimo aspecto, muy alegre, con vestidos brillantes y adornados con oro. Y le pregunté: – Querido Luis, ¿eres feliz? – Gozo de la más perfecta felicidad.
- ¿Y no te falta nada? – Solo me falta la presencia de mis padres.
- ¿Y qué les digo a tus padres? – Que brillen con la luz del buen ejemplo, y que se llenes de obras y de amigos para el Cielo.
Después, el 21 de junio, día de San Luis, volvía a ver por unos momentos a Luis Colle. Estaba resplandeciente como el sol y me dijo: – San Luis me ha colmado de favores y beneficios.
Luego el 25 de agosto, por unos momentos durante la Santa Misa vía a Luis resplandeciente en un bello jardín y cantaba con muchos de sus compañeros: “Oh Jesús, corno y premio de los que conservan la pureza, bendito seas”.
El rostro de Luis parecía bellísimo y él parecía totalmente contento.
El 4 de diciembre escribía Don Bosco a los papás de Colle: “He vuelto a ver a Luis, nuestro queridísimo amigo, rodeado de luz, vestido de una manera esplendorosa, tan hermoso que no es posible describirlo”.
El Corazón de Jesús. Después lo vi sacando agua de una fuente, para enviar al mundo. Le pregunté qué significaba aquello y me respondió: – Se trata de obtener favores del Corazón de Nuestro Señor Jesucristo, el cual es como una fuente inagotable de gracia, que cuantos más tesoros de misericordia se obtienen de Él, más y más dones le quedan para repartir.
Refiriéndose a las breves apariciones de Luis durante la Santa Misa, Don Bosco declaró: – Son muy cortas, porque si fueran más largas yo caería al suelo desmayado, por no poder resistir este encuentro con lo sobrenatural.
Algo real y verdadero. Y a la mamá de Colle, el Santo le escribiendo diciendo: – He reflexionado seriamente acerca de estas apariciones y estoy convencido de que no es un engaño o una ilusión sino una auténtica realidad. Creo que Luis está gozando del paraíso. Y se me aparece para instruirme, y me ha enseñado verdades de ciencia y de teología que eran antes para mí completamente desconocidas.
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Diferencia entre lo natural y lo sobrenatural. Otra vez se me apareció Luis y mostrándome una rosa me dijo: – ¿Quieres saber qué diferencia hay entre lo natural y lo sobrenatural? Mire esta rosa. Obsérvela bien.
Y la rosa ordinaria se convirtió en una flor más brillante que un diamante refractando los rayos del sol.
Luego me señaló un monte muy feo, lleno de barro y de cuevas. Y de un momento a otro el monte se convirtió en una maravillosa montaña y en vez de barro se veían por todas partes piedras preciosas.
En un banquete. Estando un día invitado a un lujoso banquete, en pleno almuerzo vi que se me aparecía Luis Colle y me decía: – Estos gastos son demasiados. Tantas comidas tan exquisitas y tantos lujos, y mientras tanto tanta gente muriéndose de hambre. Hay que combatir estos gastos exagerados en comidas y en lujos.
Mientras tanto los demás exclamaban: – ¿Don Bosco, Don Bosco, por qué no contesta? El Santo escribiendo a los papacitos de Luis para contarles sus apariciones les decía: – Estos favores de Dios son tan extraordinarios que aterran por la responsabilidad que se adquiere al recibirlos, pues tengo la obligación de corresponder a tantas gracias que el Señor me concede.
Noticias. El 4 de marzo mientras viajaba en el tren, vi aparecerse a Luis, el cual me comunicó datos y noticias acerca de la astronomía, que yo ignoraba. Después me señaló unas regiones de América del Sur a donde es muy necesario enviar misioneros. Luego añadió:- Es necesario que los jóvenes comulguen con frecuencia. Admitirlos pronto a la primera comunión. Dios quiere que se alimenten de la Sagrada Eucaristía. Y hacer que se vuelvan muy devotos del Sagrado Corazón de Jesús.
..El golfo y el mar. Y señalando un golfo que salía del mar añadió: – ¿Ves ese golfo que sale del mar? Las aguas del océano lo llenan continuamente y el mar no disminuye nunca. Así son los favores que se reciben del Corazón de Jesús: fácil recibirlos; basta pedirle con fe.
Más tarde, en el sueño 125 narraremos el famoso viaje en el cual Don Bosco acompañado por Luis Colle recorrió las futuras obras de su comunidad en América del Sur.
Al preguntarle al joven: – ¿Qué haces en el Cielo? Él respondió: – En el Cielo repito siempre: ¡Gloria a Dios!, ¡Gracias seas dadas a Dios! ¡Gracias y alabanzas a aquel que nos ha creado, y que es dueño de la vida y de la muerte! ¡Gracias y alabanzas a Dios! ¡Aleluya!, ¡Aleluya!, ¡Gloria a Dios para siempre. Aleluya!
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1 122. El sueño de los diamantes 1881 (MB. 15,166). |
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2 123. El sueño de las castañas 1881 (MB. 15,318). |
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3 124. Mensaje del Padre Provera 1883 (MB. 16,22). |
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4 125. Viaje a través de América del Sur 1883 (MB. 16,324). |
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5 126. El nicho en San Pedro en el Vaticano (MB. 17,20). |
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6 127. La madre del Padre Rúa 1884 |
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7 128. San Pedro y San Pablo 1884 (MB. 17,33). |
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8 129. Una predicación y una misa 1884 (MB. 17,41). |
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9 130. La famosa “Carta desde Roma” 1884 (MB. 17,100). |
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10 131. El sueño de la inocencia 1884 (MB. 17,625). |
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11 132. Los jóvenes y la niebla 1884 (MB. 17,180). |
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12 133. Una visita al Papa León XIII 1884 (MB. 17,239). |
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13 134. El sueño de las misiones salesianas en América del sur 1885 (MB. 17,260). |
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14 135. La joven vestida de blanco 1885 (MB. 17,374). |
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15 136. El demonio en Marsella 1885 (MB. 17,386). |
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16 137. Las misiones de Asia, África y Oceanía 1885 (MB. 17,552). |
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17 138. Un oratorio para niñas 1885 (MB. 17,418). |
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18 139. Trabajo, trabajo, trabajo 1885 (MB. 17,331). |
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19 140. Sueño acerca de la muerte de un seminarista y un alumno 1885 (MB. 17,434). |
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20 141. El congreso de los diablos 1885 (MB. 17,333). |
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21 142. El futuro de algunos salesianos 1885 (MB. 17,333). |
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22 143. Las fieras con piel de cordero 1885 (MB. 17,335). |
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23 144. Un joven extraño 1886 (MB. 18,26). |
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24 145. Dos sacerdotes en la catedral 1886 (MB. 18,26). |
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25 146. El Viacrucis 1886 (MB. 18,33). |
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26 147. Sueño con mamá Margarita en I Bechi (MB. 18,34). |
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27 148. Viaje desde Valparaíso, Chile hasta Pekín, China 1886 (MB. 18,72). |
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28 149. Soñando con el Oratorio 1886 (MB. 18). |
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29 150. Ricos que llegan a ser pobres 1887 (MB. 18,169). |
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30 151. El ramillete de flores 1886 (MB. 18,28). |
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31 152. La humilde esclava del Señor 1887 (MB. 18,253). |
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32 153. Las cerezas 1887 (MB. 18,283). |
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33 154. Las uvas 1887 (MB. 18, 283). |
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34 155. Los castigos de los pecadores 1887 (MB. 18,284). |
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35 156. Acerca de la obligación de dar limosna 1887 (MB. 18,361). |
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36 157. Viaje en compañía del Padre Cafasso 1887 (MB. 463) |
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37 158. Remedios y peligros de la Santa pureza 1887. |
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38 159. Como un Santo voló por los aires para llevar una terrible noticia a otra nación 1886. |
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39 INDICE |
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