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Introducción |
SALESIANOS DE DON BOSCO
CAPÍTULO GENERAL XXIX
APASSIONADOS
DE JESUCRISTO,
DEDICADOS A LOS JÓVENES
Por una vivencia fiel y profética
de nuestra vocación salesiana
DOCUMENTO FINAL
Traducción provisional
TURÍN - VALDOCCO, 16 DE FEBRERO - 12 DE ABRIL DE 2025
1. Ser apasionados de Jesucristo y dedicados a los jóvenes es el corazón de nuestra identidad y la energía que mueve nuestra vida. Estos dos rasgos esenciales de la vocación salesiana no solo han sido el argumento del Capítulo General 29°, sino el alma profunda de lo que hemos vivido en el compartir y en la oración. Han sido la perspectiva desde la que hemos mirado el mundo de hoy, con sus riquezas que nos fascinan y los muchos desafíos educativos y pastorales que nos interpelan.
2. Nos hemos reunido en Valdocco, en la casa de nuestro padre y fundador, donde hemos podido detenernos durante mucho tiempo en oración y en recogimiento. Las meditaciones que nos ofreció el Rector Mayor emérito, don Pascual Chávez, durante los primeros días, dedicados a la espiritualidad, nos han ayudado a profundizar la mirada sobre nuestra identidad carismática. También la visita del Colle Don Bosco, de Chieri y de otros lugares en los que Don Bosco dejó el signo de su presencia, han alimentado en nosotros la conciencia de nuestras raíces y la gratitud por cuanto hemos recibido. En particular en este 150 aniversario de la primera expedición misionera, la visita a Génova Sampierdarena y el recuerdo de la partida de los primeros hermanos hacia Argentina, han reavivado en nosotros la conciencia de que el carisma de Don Bosco es un don para toda la Iglesia y para todas las culturas. Con este espíritu, ha resonado el llamamiento para desarrollar aún más nuestra presencia misionera en Oceanía. Unidad en las raíces y pluralidad en las expresiones son la gran riqueza de nuestra Congregación que debemos custodiar con sabiduría y promover con creatividad.
3. El alto encargo que el Santo Padre ha confiado al Rector Mayor emérito don Ángel Fernández Artime, cuando su mandato estaba aún en curso, adelantó un año el habitual plazo de seis años del Capítulo. A pesar de su ausencia, las perspectivas de la Carta de convocación y el Informe sobre el estado de la Congregación han dado una dirección clara a nuestros trabajos. Queremos, por tanto, renovarle la expresión de nuestra sentida gratitud por el generoso servicio de animación y gobierno, junto con los deseos para la nueva misión que está desarrollando en la Santa Sede al servicio de la Iglesia universal.
4. El Capítulo se ha desarrollado en un tiempo marcado por grandes referencias eclesiales. Estamos viviendo, ante todo, el Jubileo de la esperanza, del que hemos sentido especialmente la inspiración en la semana de las elecciones y en la peregrinación conclusiva a la tumba de Pedro con el paso de la Puerta Santa. La reciente celebración del Sínodo, «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación, misión», ha ofrecido preciosas orientaciones eclesiológicas y espirituales a nuestro trabajo. Hemos intentado, en efecto, practicar la conversación en el Espíritu como forma de realizar el discernimiento comunitario. La enfermedad del Santo Padre nos ha movido cada día a rezar por él, con el afecto sincero y filial que Don Bosco nos enseñó a tener para el Papa.
5. También los acontecimientos del mundo han tejido nuestras reflexiones y nuestras oraciones. Las guerras que siguen devastando muchos países; el drama de los migrantes y de los refugiados; la persecución de tantos hermanos en la fe y de minorías étnicas y religiosas, los disturbios y las violencias, que impiden en muchas regiones, la serena y pacífica convivencia; las calamidades naturales nos han llegado no solo a través de las noticias de los medios de comunicación, sino sobre todo, gracias al testimonio directo de tantos hermanos que viven en las zonas más difíciles del planeta y trabajan al servicio de los más pobres y necesitados. Escuchar sus palabras ha sido una verdadera lección de vida.
6. Los jóvenes, sobre todo, han estado en el centro de nuestros pensamientos. Frente a la frescura de sus sueños, a la generosidad con la que saben comprometerse, a la creatividad con la que miran al futuro seguimos maravillándonos. Con su entusiasmo nos ayudan a no ceder al peso de la costumbre y a mantener el dinamismo interior y la pasión apostólica. Viviendo cada día con ellos conocemos de cerca también las dificultades que encuentran, junto con las fatigas y decepciones que experimentan para llegar a ser adultos responsables. Muchos de ellos cargan con heridas dolorosas, de las que a menudo no son responsables. Por ellos damos cada día la vida y nuestro mayor deseo es ayudarlos a descubrir cuánto los ama Dios y cuán cerca está de sus corazones.
7. En el desarrollo del tema capitular, nos hemos inspirado, sobre todo, en dos referencias, que con mucha frecuencia han vuelto a nuestros diálogos. El misterio de la Eucaristía, acogido, recibido y celebrado, nos ha recordado el amor con que el Señor dio su vida por nosotros y su ardiente deseo de reunirnos en comunión. Cada día sacamos de su sacrificio la energía para dar la vida y la fuerza para no ceder al mal. El misterio de su presencia en los signos humildes y cotidianos del pan y del vino nos ha recordado que nuestra presencia entre los jóvenes debe ser signo e instrumento de la suya. Al detenernos en el tabernáculo donde santo Domingo Savio vivió su éxtasis, pensamos en lo centrales que son la Eucaristía y los sacramentos en nuestra pedagogía, y verdadera fuente de santidad. Por eso en varios momentos hemos recordado la necesidad de celebrarlos con amor y de prolongar en la vida su gracia y su don.
8. Junto con el tema eucarístico, la invocación del Espíritu Santo ha caracterizado, con particular intensidad, nuestra experiencia capitular. Conversar «en el Espíritu» nos ha recordado que Él es el gran protagonista del discernimiento y que solo con su luz podemos reconocer los signos que Dios nos da para manifestar su voluntad. En la semana de las elecciones, en particular, hemos experimentado su guía y nos hemos alegrado por el don del undécimo Sucesor de Don Bosco, en la persona de don Fabio Attard, y de su Consejo. El Espíritu dador de los carismas y artífice de la santidad es el fuego que arde en nuestro corazón: de él dependen la pasión por Cristo y la dedicación a los jóvenes.
9. El documento que hemos elaborado contiene los frutos de nuestro trabajo. Los dos primeros núcleos desarrollan respectivamente el tema «Animación y cuidado de la vida verdadera de cada salesiano» y «Juntos salesianos, Familia Salesiana y laicos 'con' y 'para' los jóvenes». Están estructurados según los tres pasos que nos son familiares de la escucha, en los cuales se da una descripción de la realidad, de la interpretación, en el cual se intenta profundizar las razones y ofrecer criterios para iluminar su comprensión, y de las opciones propuestas a los hermanos, a las comunidades, a las inspectorías y al Rector Mayor con su Consejo. La sección de opciones ofrece un amplio abanico de indicaciones, que no se ha querido restringir. En efecto, corresponde a cada una de las inspectorías y regiones identificar las prioridades más urgentes y los pasos concretos más oportunos para el propio contexto. También esto es una manera de salvaguardar al mismo tiempo unidad del camino y especificidad de los itinerarios.
El tercer núcleo informa de las Deliberaciones aprobadas por el Capítulo. Algunas modifican artículos de las Constituciones o de los Reglamentos, otras piden al Rector Mayor con su Consejo la atención a cuestiones de particular importancia. Estas deliberaciones son el fruto de una reflexión amplia y articulada, que ha abarcado también temas pendientes del Capítulo General 28 debido a su cierre anticipado.
10. María Auxiliadora ha sido, durante el Capítulo, una presencia materna, discreta pero constante. Nos ha acogido en la basílica, dedicada a ella, en las celebraciones más solemnes y en el silencio de la oración personal. Ante el altar de Don Bosco nos hemos parado varias veces, en un diálogo filial con él. Le hemos agradecido su presencia en nuestra vida, le hemos confiado penas y preocupaciones pastorales, le hemos hablado muchas veces de nuestros chicos, de sus sueños y esperanzas. A María y a Don Bosco confiamos los frutos del Capítulo General, para que puedan convertirse en un mapa de camino para el futuro de las comunidades y de las inspectorías y un don para nuestro servicio a los jóvenes. Que el Señor nos dé fuerza para ser coherentes con lo que hemos expresado aquí y mantenga viva en nosotros la llama de la caridad apostólica.
Los Hermanos del Capítulo General 29°
NÚCLEO 1
ANIMACIÓN Y CUIDADO DE LA VIDA VERDADERA
DE CADA SALESIANO
Centralidad de cristo y cuidado de la vocación salesiana.
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1 Escucha |
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2 Interpretación |
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3 Opción |
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4 Escucha |
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5 Interpretación |
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6 Opción |
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7 Escucha |
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8 Interpretación |
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9 Escucha |
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10 Interpretación |
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11 Opción |
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12 Escucha |
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13 Interpretación |
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14 Opción |
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15 Escucha |
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16 Interpretación |
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17 Opción |
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18 NÚCLEO 3 |
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19 UNA VALIENTE VERIFICACIÓN Y REDISEÑO DEL GOBIERNO DE LA CONGREGACIÓN |
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20 A TODOS LOS NIVELES |
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