propuesta_educativo-pastoral PRES 3


propuesta_educativo-pastoral PRES 3



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Presentación
El propósito de estas páginas es ayudar a las parroquias
confiadas a los salesianos a realizar su Proyecto-Educativo-Pasto-
ral.
Hoy no es posible evangelizar sin un Proyecto, ya que toda
acción pastoral evangelizadora está condicionada por una determi-
nada comprensión del Evangelio, por un modelo de Iglesia, por una
interpretación del hombre y del mundo y por unas situaciones
eclesiales y humanas.
En este documento ofrecemos un plan general de actuación
que oriente la actividad pastoral de la parroquia y que tenga la garan-
tía de señalar los elementos fundamentales que se han de desarro-
llar en un proceso gradual y continuado.
La Conferencia Ibérica de los salesianos ha estudiado este
documento y lo propone a las parroquias confiadas a los salesianos,
como referencia y estímulo para la elaboración de los proyectos y
programaciones locales.
LA DELEGACION NACIONAL SALESIANA
DE PASTORAL JUVENIL
Madrid, 19 de marzo de 1992

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Premisas
1. Las parroquias confiadas a los salesianos, como toda parroquia,
son comunidades cristianas constituidas de forma estable en las
iglesias particulares o diócesis (SC 42). La presencia salesiana está
llamada a dar una aportación específica que dimana del carisma
salesiano, como don del Espíritu Santo a la Iglesia, que la enriquece
con una sensibilidad particular.
La parroquia animada por salesianos se entiende como una comuni-
dad, centro de evangelización, de educación y promoción humana y
cristiana, con una opción preferente por la juventud y los ambientes
populares.
La parroquia es confiada por el Obispo a la Congregación Salesiana
que encomienda esta responsabilidad a la Comunidad Religiosa Lo-
cal. Esta es el núcleo animador de la parroquia.
2. Cada parroquia tiene su fisonomía y sus peculiaridades concre-
tas, según sean los fieles que la componen, la realidad socio-cultural
del entorno, su historia religiosa, etc. La elaboración del Proyecto
Pastoral ha de tener en cuenta los aspectos concretos que configu-
ran la realidad de cada parroquia.

1.3 Page 3

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l. Naturaleza de la Parroquia
animada por Salesianos
1. NATURALEZA ECLESIAL
3. La parroquia es una célula viva de la iglesia particular o diócesis;
en ella viven ¡os cristianos la comunión de fe, de culto y de misión
con la iglesia diocesana, y a través de ésta, con toda la Iglesia uni-
versal. La parroquia constituye la expresión más visible e inmediata
de la Iglesia que vive entre las casas de sus hijos y de sus hijas (Ch
FL 26).
El verdadero rostro de la parroquia, antes que estructura o institu-
ción, nos lleva a contemplar el misterio mismo de la Iglesia, Cuerpo
de Cristo, presente y operante en ella. Es comunidad de fe, ilumina-
da y sostenida por la Palabra de Dios; es comunidad de culto por la
acción de los sacramentos que en ella se celebran; es comunidad
de caridad, donde la realidad de la comunión se vive en el servicio, en
la ayuda recíproca, en el testimonio.
4. El modelo de Iglesia que surge del Concilio Vaticano II pone de
relieve sobre todo estos aspectos:
- Una Iglesia-comunidad de personas, convocada y reunida por
iniciativa del Espíritu del Señor. La fuerza que las une es la fe en
Jesucristo, que se manifiesta en el amor a Dios y en la caridad mu-
tua.
- Una comunidad-servicio. La Iglesia existe para el mundo y se
identifica por la misión que tiene en el mundo: anunciar a Jesucristo
como salvación, con palabras y obras.
- Una comunidad carismática cuyos miembros, personas y gru-

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pos, han sido enriquecidos por el Espíritu con dones y gracias dife-
rentes y complementarias.
5. La parroquia como expresión cercana y visible de la iglesia local,
aparece con los siguientes rasgos que caracterizan su fisonomía:
- La diocesanidad. La parroquia, célula de la Iglesia local,
realiza su misión en comunión con el Obispo que preside la
diócesis y en comunión con las demás parroquias y orga-
nismos pastorales diocesanos.
- La territorialidad. La comunidad cristiana parroquial encar-
na a la Iglesia en un territorio concreto, como centro anima-
dor que da sentido eclesial a los diversos grupos y comuni-
dades que allí existen.
- La globalidad de su misión. La parroquia realiza una fun-
ción integral, ya que acompaña a las personas y familias a
lo largo de su existencia, en la educación y crecimiento de
su fe, y las acoge a todas cualquiera que sea su ritmo y
vivencia de la fe.
- La amplitud y pluralidad.La parroquia hace acoger a todo
el pueblo de Dios y ofrece al creyente la pertenencia eclesial
por el simple hecho de estar bautizado.
- La complementariedad. Aunque la parroquia contenga to-
das las dimensiones de la eclesialidad, para realizarlas ne-
cesita la ayuda-y la colaboración mutua con otras entidades
religiosas e instituciones civiles.
- Una comunión de comunidades.La parroquia promueve e
integra comunidades con estilo y calidad propias, que se
convierten en manifestaciones de una vida cristiana unitaria
y nacida de la comunión, que se realiza y se significa de un
modo especial en la eucaristía dominical.
- Una comunidad corresponsable. La parroquia, como toda
la Iglesia, es de todos los bautizados por derecho adquirido
en mismo bautismo; sin embargo no todos los fieles ejercen
de la misma manera esta común corresponsabilidad, sino
que en la comunión jerárquica a cada uno le corresponde
una tarea, que nace de su específica vocación o don del
Espíritu Santo. Su dinámica es de comunión en la diversi-
dad.
- Una comunidad presidida por los presbiteros. Ellos son
los primeros colaboradores del Obispo y participan, por tan-

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to, de su misión de enseñar, santificar y regir.
- La parroquia, como comunidad eclesial, tiene aJesucristo
por cabeza y a Maria, como modelo y Madre de la Iglesia.
2. CARISMA SALESIANO
6. Hablar de parroquia animada por salesianos es hablar de la apor-
tación original que éstos ofrecen dentro de una iglesia particular, apor-
tación que tiene su origen último en la experiencia a la que les ha
llamado el Espíritu mediante la vocación. Por tanto, el desarrollar la
identidad salesiana en la parroquia es una condición de vida para los
salesianos y un derecho de la Iglesia a ser enriquecida con un don
que la hace más universal y eficaz en la fermentación evangélica del
mundo.
Cuando un Obispo pide a los salesianos que se hagan cargo de una
parroquia y ellos aceptan es, normalmente, porque se ha constatado
por ambas partes la condición de una feliz convergencia entre el
carisma de Don Bosco y las necesidades pastorales del territorio. La
Comunidad
. parroquial acoge la presencia del carisma salesiano como una apor-
tación específica y peculiar, que enriquece su vida cristiana. A su vez
el carisma salesiano se abre a la riqueza de la comunidad eclesial,
para acoger la
. variedad de dones y funciones que el Espíritu suscita, y hace que
converjan entre sí y se complementen mutuamente, en vista a la
única comunión y misión.
7. La aportación del carisma salesiano acentúa algunas opciones
pastorales que dan a la parroquia una fisonomía propia:
- La construcción de una comunidad, como sujeto y ambiente
de crecimiento humano y cristiano. Un estilo de parroquia
como comunidad acogedora, disponible, cercana, al alcan-
ce de todas las personas que la forman.
- La fusión entre evangelización y educación. Un proyecto
educativo- pastoral que evangeliza educando y educa
evangelizando, en un proceso unitario e integral.
- La atención preferencial a los jóvenes. Esta opción com-

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porta una sensibilidad juvenil y dinámica que se hace pre-
sente en todas las manifestaciones comunitarias
- El carácter popular. Busca la inserción de la acción
evangelizadora en la cultura popular. Sintoniza con sus ma-
nifestaciones: religiosidad popular, tradiciones, valores típi-
cos del pueblo, etc.
8. La parroquia animada por salesianos tiene como responsable a la
Comunidad Religiosa Salesiana. A ella se confía la misión. Del espí-
ritu comunitario deriva una visión de servicio orgánico y correspon-
diente de la evangelización.
La Comunidad Religiosa, en comunión con el párroco, conoce las
necesidades y la realidad concreta de la parroquia y las orientacio-
nes y disposiciones de la iglesia local; y es quien discierne las ac-
ciones pastoral es que conviene realizar, los carismas que hay que
desarrollar y las prioridades pastorales que se han de asumir.

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II. Elementos para la confección
de un proyecto educativo-pastoral
Se describen a continuación aquellos elementos que no han de faltar
en la elaboración del PROYECTO EDUCATIVO-PASTORAL de las
parroquias confiadas a los salesianos.
1. UNA PARROQUIA, COMUNIDAD
1.1. Significado
9. El Concilio Vaticano II ha presentado el misterio íntimo de la Igle-
sia como comunión, es decir, como «señal e instrumento de la ínti-
ma unión con Dios y de la unidad del género humano», y aparece
ella misma como «una muchedumbre reunida por la unidad del Pa-
dre y del Hijo y del Espíritu Santo» (LG 1,4).
Para que la parroquia resulte signo de la Iglesia visible, establecida
por toda la tierra, y realice su misión de vivificar con el Evangelio la
realidad en que está inmersa, debe construirse como comunidad:
- que se reúne en la caridad;
- que escucha la Palabra de Dios;
- que celebra la Cena del Señor y los demás sacramentos; - que
anuncia el mensaje del Señor;
- que está presente, de forma evangélica, en el ambiente como leva-
dura en la masa.
En la parroquia, la dimensión comunitaria ha de ser vivida y desarro-
llada explícitamente a todos los niveles, en su organización interna y

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en su relación con la iglesia diocesana y con la Iglesia universal; y
esto no por táctica o como estrategia organizativa, sino como exi-
gencia del ser y de la identidad misma de la Iglesia.
El desarrollo de la vida comunitaria parroquial viene favorecido, de
manera muy importante, por el testimonio de vida de la Comunidad
Religiosa Salesiana encargada de la parroquia, que resulta por sí
misma una invitación estimulante y atrayente. «
1.2. Objetivos
10. En toda actividad parroquial se tiende a lograr los siguientes ob-
jetivos:
* Construir comunión cada vez más profunda de las personas en
torno a la Eucaristía y al servicio de la misión evangelizadora.
* Hacer sentir la parroquia como lugar de encuentro y diálogo,
sencillo y familiar, entre las personas, y no solamente como presta-
ción de servicios religiosos.
* Corresponsabilizar a todos los fieles en la misión de la parroquia
y en la organización de actividades y servicios.
* Dar a conocer eficazmente a todos los fieles los rasgos peculia-
res de la parroquia animada por salesianos, y las motivaciones y
actitudes que caracterizan su acción como fermento de la comuni-
dad humana, para que puedan asumirlos si lo desean.
1.3. Líneas de acción
11. Para lograr los objetivos anteriores la parroquia asume entre otras
las
siguientes líneas de acción:
* La vida de comunión de la Comunidad Salesiana, la vivencia de

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los votos religiosos y su dedicación generosa a la misión, son signo
y testimonio de los valores espirituales que deben animar la vida de
comunión de la comunidad parroquial.
* La confección de un Proyecto Educativo-Pastoral unitario y
corresponsable que integre las diversas propuestas o sectores de la
pastoral de la parroquia para el desarrollo humano y religioso de la
zona en que está radicada; y que invite a trabajar en forma comunita-
ria favoreciendo la participación activa de todos los que componen la
parroquia.
* La apertura y unión de espíritu con la iglesia local, asumiendo sus
directrices pastorales y participando en la pastoral de conjunto con
nuestra aportación específica.
* La articulación de la comunidad parroquial en grupos y comunida-
des en los que sea posible una mayor comunicación, un compromi-
so más intenso, una participación real, y al mismo tiempo una rela-
ción visible de todos los grupos construyendo, en la parte que les
corresponde, la ‘o comunidad parroquial; reconociendo las preferen-
cias que cada grupo tenga por determinadas manifestaciones de re-
ligiosidad; procurando conducirlas hacia una síntesis completa y
equilibrada de comportamiento cristiano; corrigiendo pastoral mente
los posibles brotes negativos y las tendencias radicalizadas.
* La presencia activa y operante de los diversos grupos de la Fami-
lia Salesiana, especialmente de los Cooperadores. Sus miembros,
incorporados en los núcleos vitales de la pastoral parroquial, ayudan
a los pastores a convertir en realidad los objetivos de la presencia
salesiana.
* La colaboración con todos los grupos o comunidades, religiosos o
no, de la zona, para construir la comunidad humana y ser fermento
evangélico en su maduración. Para la parroquia la relación con la
zona es lugar de misión y llamada constante de lo que queda por
hacer en la tarea de la evangelización.
* La celebración festiva y comunitaria de la Eucaristía dominical y
los demás sacramentos, subrayando la dimensión comunitaria de
cada acontecimiento religioso.
* El apoyo a la familia cristiana y su formación como iglesia do-

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méstica, valorando los momentos más idóneos para su maduración
cristiana: iniciación a la fe, preparación al matrimonio, ciertas cir-
cunstancias de la vida familiar, etc.
* La inclusión de todos los aspectos de la vida -como personas y
como creyentes-, de toda clase de fieles. La presencia de grupos,
comunidades y movimientos en la parroquia, deberá favorecer y nun-
ca impedir esta apertura a todos los fieles y a todos los aspectos de
la vida.
* El reconocimiento de las Comunidades de Religiosos y Religio-
sas de la zona como comunidades cristianas que forman parte de la
comunidad parroquial y la enriquecen. La parroquia cuenta con estas
comunidades para la tarea evangelizadora, siempre de acuerdo con
su carisma y posibilidades de colaboración y las atiende con la ma-
yor dedicación.
1.4. Responsabilidades y estructuras
1.4.1. LA COMUNIDAD RELIGIOSA SALESIANA LOCAL
12. A la Comunidad Salesiana corresponde:
* Asumir las orientaciones pastorales diocesanas y trabajar para
que se integren en la pastoral parroquial, enriquecidas con el caris-
ma salesiano.
* Responsabilizarse con el párroco de la formación y animación
espiritual de los fieles en general y de la preparación de los laicos
con misión pastoral.
* Orientar a los miembros de la Familia Salesiana, en especial a
los Cooperadores, para que sean auténticos colaboradores de la
parroquia.

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1.4.2. EL PARROCO
13. El párroco, miembro de la Comunidad Salesiana, es el respon-
sable inmediato del compromiso adquirido por la Congregación
Salesiana ante la Iglesia, y lo cumple trabajando en comunión con
sus hermanos salesianos, con el Consejo Pastoral Parroquial, con
los demás organismos de participación y con los grupos de la Fami-
lia Salesiana y con todos los fieles que ejercen su corresponsabilidad.
En el primer servidor y formador de la comunidad parroquial, la pre-
side, coordina la animación de los fieles que viven su fe y de los que
prestan un servicio particular, y es el punto de referencia para la
unidad de acción, de fe y de amor de toda la comunidad parroquial.
1.4.3. EL CONSEJO PASTORAL
14. El Consejo Pastoral es el signo que expresa la comunión y la
participación en la parroquia.
Lo preside el párroco, y está compuesto por el equipo de presbíte-
ros, por los representantes de los diversos sectores de la vida
parroquial y por otros miembros que el párroco puede designar cuan-
do quedan grupos o dimensiones no representados suficientemente.
Sus funciones son:
* Estudiar la realidad de la parroquia y de los destinatarios que hay
que evangelizar, poniendo de relieve los problemas y las posibles
respuestas, a la luz de las orientaciones diocesanas y de las opcio-
nes prioritarias de la pastoral salesiana.
* Programar las acciones de los grupos y de las personas.
* Revisar constantemente la actividad pastoral a la luz del Evange-
lio, de la doctrina de la Iglesia, de las opciones tomadas, y de los
signos de nuestro tiempo.
Los miembros del Consejo actúan en nombre propio y no por repre-
sentación, desde el momento en que forman parte del Consejo Pas-
toral. Su función es consultiva, aunque la prudencia del párroco hará
que tome en consideración las opiniones y conclusiones del Conse-
jo.

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Ha de tener un reglamento de funcionamiento interno, de acuerdo
con las orientaciones diocesanas, que le dé agilidad operativa y per-
mita la renovación periódica de sus miembros.
1.4.4. LA ASAMBLEA PARROQUIAL
15. La Asamblea parroquial es expresión del sentido de comuni-
dad cristiana y de corresponsabilidad. La convoca el párroco para
la información y el examen consultivo de las principales cuestiones
sobre la vida y las actividades de la comunidad parroquial. Se cele-
brará al menos una vez al año.
1.4.5. EL CONSEJO DE ECONOMIA
16. Su constitución es obligatoria (CIC 537), ha de funcionar de acuerdo
con las directrices diocesanas.
Procura la correcta administración de los bienes de la parroquia para
que estén en función y al servicio de la tarea evangelizadora.
Mantiene informada a la comunidad parroquial sobre la marcha de la
economía. Pide autorización y dará cuenta al Superior salesiano
cuando los bienes inmuebles son propiedad de la Sociedad Salesiana.
Administra los bienes de acuerdo con lo que prescriban el Obispo y
los contratos que la Sociedad Salesiana haya firmado con él, favore-
ciendo las opciones y prioridades pastorales de la parroquia, y para
el cumplimiento del Proyecto Educativo Pastoral.

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2. UNA PARROQUIA, CENTRO DE EVANGELIZA-
CION
2.1. Significado
17. Entendemos la evangelización en el sentido amplio y total del
concepto:
«Llevar la Buena Nueva a todos los ambientes [...] y con su influjo.
transformar desde dentro y renovar la misma humanidad» (EN 18).
La evangelización comprende:
- el testimonio de la comunidad cristiana;
- el anuncio explícito del mensaje a todos;
- la adhesión del corazón y la conversión;
- la entrada visible en la comunidad de fieles;
- la acogida de los signos y la vida sacramental;
- las nuevas iniciativas de apostolado por parte de quienes
ya han aceptado el Evangelio;
- la transformación de las realidades temporales por la
fuerza de los criterios evangélicos.
Desarrollar una pastoral de evangelización significa infundir en la
parroquia un aliento misionero, que no se limita a la acogida del
Evangelio y a la celebración de la fe, sino que se convierte en un
centro de irradiación de vida evangélica y de transformación del
mundo.
18. En este esfuerzo de evangelización, la parroquia animada por
salesianos asume un criterio que se inspira en una opción básica:
la fusión existencial entre evangelización, promoción y educación.
Es decir, busca la formación integral del hombre a la luz de Cristo.
A la luz de este criterio se han de orientar los esfuerzos y activida-
des que se realizan:
- el testimonio y la presencia amiga entre los alejados e
indiferentes para que se interroguen y hallen en Cristo la
propuesta;
- el lugar y la importancia que se da a la catequesis;

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- el estilo de las celebraciones y de la vida litúrgica;
- la orientación vocacional de los fieles, en especial de los
jóvenes;
- la devoción mariana a la luz de la enseñanza y de la tra-
dición salesiana viva;
- la mutua relación entre Evangelio y vida concreta, perso-
nal y social;
- el descubrimiento de la llamada gratuita de Dios a la san-
tidad.
2.2. Objetivos
19. Evangelizar y ser evangelizada es el sentido y la razón de la
existencia de
la comunidad parroquial. Para ello tiende a:
* Acoger la Palabra de Dios y proclamarla.
* Desarrollar un proceso de catequesis para profundizar en la fe.
* Celebrar en la comunidad, mediante los sacramentos, la fe que se
profesa.
* Insertar la educación de la fe en el proceso de crecimiento de las
personas y de su promoción humana.
* Impregnar y transformar con la fuerza de la fe los ambientes y
estructuras sociales.
* Hacer de la comunidad cristiana una comunidad orante.
2.3. Líneas de acción
20. Para conseguir estos objetivos, la comunidad parroquial:
* Cuida el anuncio ocasional con motivo de circunstancias perso-
nales o familiares y de acontecimientos públicos que suscitan
interrogantes sobre su significado.
* Favorece cuanto ayuda a los fieles en el conocimiento, compren-
sión y profundización de la Palabra de Dios en las Escrituras. La

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homilía dominical se inscribe en este marco, tratando de aplicar la
Palabra proclamada a la concreta situación y necesidades de la co-
munidad y del ambiente.
* Ofrece un itinerario de catequesis para cada edad y para los
distintos estados de vida de las personas, y pone en especial empe-
ño en promover y cultivar la catequesis de adultos, que es la cate-
quesis propiamente dicha, estímulo y referencia para la catequesis
de jóvenes.
* Desarrolla caminos de formación religiosa para cultivar la fe y la
vida cristiana de los fieles, y se interesa para que en las escuelas de
la demarcación parroquial se dé la enseñanza religiosa.
* Incorpora de modo constante en la evangelización los medios de
comunicación social y las técnicas más idóneas.
* Promueve grupos, movimientos y comunidades.
* Hace que en la vida de la parroquia ocupen un lugar central los
sacramentos de la iniciación y sobre todo la Eucaristía, como
centro y culminación de la vida cristiana de los fieles.
* Celebra los demás sacramentos obedeciendo a un proceso de
iniciación, de crecimiento y de acompañamiento de la fe, y de res-
puesta a la vocación de cada creyente.
* Celebra el domingo, día del Señor, como fiesta de gratuidad, en el
cual están presentes la Palabra de Dios, la Eucaristía y los servicios
de caridad en un clima de alegría.
* Fomenta la devoción a María dentro del amor a Cristo, dando un
particular relieve al título de Auxiliadora de los Cristianos.
* Ayuda a cada creyente a descubrir su vocación a la santidad y le
acompaña a dar su respuesta. De modo particular despierta y cultiva
la respuesta a las vocaciones específicas a la vida religiosa y sacer-
dotal.
* Ilumina y transforma a la luz del Evangelio la vida de las personas
y las estructuras de la sociedad, y anima a los fieles para que
estén presentes en los grupos y en las actividades del barrio, pobla-
ción o zona, para iluminarlos y dinamizarlos con los criterios evangé-
licos.
* Da una respuesta especializada a los enfermos, a los ancianos

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y, sobre todo, a los jóvenes víctimas del paro, de la droga y de la
marginación de cualquier clase.
* Considera el Oratorio-Centro Juvenil, inspirado en la experiencia
educativo-evangelizadora de Don Bosco, como una iniciativa privile-
giada para educar y evangelizar desde el tiempo libre.
* Colabora también con otras entidades en los trabajos de promo-
ción humana; y, especialmente, en favor de otros grupos étnicos o
minorías culturales, si las hay en la zona.
2.4. Responsabilidades y estructuras
21. La animación evangelizadora requiere la constitución de grupos
de trabajo o comisiones con responsabilidades específicas: equipo
de catequistas, de preparación a los sacramentos, de liturgia, de
visitadores de enfermos, de monitores de tiempo libre, etc., que ha-
cen sus
programaciones de forma coordinada.
La creación de un equipo de responsables de la animación litúrgica
y sacramental, de forma que la liturgia exprese la fe de la Comuni-
dad.
Particular atención merece la formación del equipo de catequesis
que acompaña a los creyentes en su proceso global de evangeliza-
ción.

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3. UNA PARROQUIA, CENTRO DE EDUCACION y
PROMOCION
3.1. Significado
22. En el carisma salesiano la evangelización auténtica se realiza
dentro de un proyecto que mira a la promoción total humana y cris-
tiana del hombre. La metodología salesiana conjuga inseparablemente
lo pastoral con lo educativo y lo educativo con lo pastoral.
Creemos que no se puede anunciar el Evangelio sin que éste ilumi-
ne, infunda aliento y esperanza, e inspire soluciones adecuadas a
los problemas de la existencia del hombre; ni tampoco que se pueda
pensar en verdadera promoción del hombre sin abrirlo a Dios y sin
anunciarle a Cristo. Hay una interacción entre evangelización y pro-
moción humana, en la que el Evangelio mantiene la primacía e ilumi-
na todo el conjunto.
En el proyecto pastoral salesiano, la educación es una dimensión
que está presente en todas las actuaciones, incluidas aquellas que
parecen y son directamente evangelizadoras. De forma que, cuando
se da catequesis o se realiza educación de la fe, se tiene muy en
cuenta la repercusión del anuncio del Evangelio en el crecimiento
total de la persona, en su apertura cultural e inserción social.
La tarea de la parroquia animada por los salesianos no se agota en el
anuncio del mensaje evangélico, en la catequesis, en la celebración
de la fe y en el ejercicio de la caridad, sino que desarrolla también,
en los creyentes y en los no creyentes, todos los demás aspectos
de su persona: culturales, sociales, políticos, económicos, del tiem-
po libre; siempre desde la perspectiva del Evangelio y para informar
sus vidas de valores evangélicos.
3.2. Objetivos
23. La realidad de la parroquia como centro de educación y promo-
ción supone asumir algunos objetivos:

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* Poner en evidencia la fuerza educativa del mensaje evangélico en
las experiencias religiosas.
* Iluminar cristianamente los asuntos temporales que preocupan al
hombre de hoy.
* Armonizar e integrar las acciones específicas de promoción hu-
mana, de evangelización y de celebración litúrgica.
* Favorecer el proceso de humanización de las personas y la asi-
milación crítica de la cultura ambiental.
3.3. Líneas de acción
24. Esta interacción de evangelización y promoción se consigue con:
* La creación de un clima y un ambiente educativo de acogida
cordial, impregnado de serenidad, de vitalidad y esfuerzo, que ofre-
ce valores y sugiere actitudes.
* La incorporación a la acción pastoral de los conocimientos que
proporcionan las ciencias del hombre aplicables a nuestro am-
biente.
* La presencia en las celebraciones litúrgicas y sacramentales de
las aspiraciones, los temores, las esperanzas de la vida de la
comunidad humana y cristiana de los fieles, y poniendo de relieve
su sentido trascendente.
* La valoración de las manifestaciones de la religiosidad popular,
sobre todo las más enraizadas en la propia comunidad.
* Las actuaciones en el sector caritativo-asistencial en favor de
los que viven a nuestro alrededor: situaciones de pobreza, paro,
droga, etc.; y la solidaridad con los lejanos: tercer mundo, misio-
nes, etc.
* La presencia y la participación en los organismos y servicios
del barrio para vivir los problemas en la zona y favorecer la inte-
gración de mentalidades y culturas.
* La oferta de los servicios y locales parroquiales a personas e
instituciones que promueven iniciativas en favor de la promoción
humana y cristiana de la sociedad.
* La promoción de iniciativas culturales de tipo social, artístico, de

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tiempo libre, formativo y promocional, para enriquecer de valores evan-
gélicos la vida de los fieles.
* La formación y la maduración sociopolítica de las personas y
de la conciencia comunitaria: despertando la responsabilidad políti-
ca de los fieles; educando las actitudes que construyen la comuni-
dad política y los valores que la hacen humana; ofreciendo a los
fieles el conocimiento de la doctrina social de la Iglesia; estimulando
la participación activa en cuanto vaya en favor del hombre, y el dis-
cernimiento de las opciones sociopolíticas, según los criterios del
Evangelio.
* El acompañamiento con nuestro consejo y la iluminación des-
de el Evangelio de la mentalidad y la acción de los que han tomado
alguna responsabilidad en la sociedad.
* La revisión de nuestras posturas y gestos ante los necesitados y
marginados del barrio, pueblo o zona, y venciendo los miedos y abs-
tenciones.

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3.4. Responsabilidades y estructuras
25. Un equipo de seglares que, coordinado con el Consejo Pastoral,
revisa las programaciones y actuaciones de carácter social de la parro-
quia; organiza actividades culturales y de promoción; afronta los proble-
mas derivados del hecho diferencial de los diversos pueblos y naciona-
lidades de nuestro país; valora la cultura original de la sociedad en que
trabaja; cultiva y contribuye a que sea vehículo normal de expresión la
lengua propia de cada una de las culturas; defiende la igualdad de dere-
chos y oportunidades del hombre y la mujer; y promueve cualquier traba-
jo educativo en favor de la persona humana.
El equipo de Cáritas, como el organismo especializado que concreta el
esfuerzo evangélico de servicio en favor del hombre y de la transforma-
ción de las realidades temporales: contribuye a superar el abandono de
una porción de la juventud, el dolor de los pobres, de los enfermos, la
soledad de los ancianos, y se pone al lado de los que sufren; anima a
todos a implicarse en la lucha por liberar a la persona humana de los
problemas que comprometen su crecimiento y su dignidad, y a ser soli-
darios con todos los hombres de buena voluntad en la construcción de
un mundo más humano. La parroquia se convierte así en la casa del
hombre.
La Familia Salesiana que, con su particular sensibilidad educativa, en-
cuentra aquí campo propicio para contribuir a la solución de los proble-
mas concretos de cada lugar.
4. UNA PARROQUIA, CON UNA OPCION PREFE-
RENTE POR LA JUVENTUD
4.1. Significado
26. La parroquia es la expresión de la totalidad del pueblo de Dios y tiene
en cuenta la comunidad compleja de personas que la integran: niños,
jóvenes y adultos. La parroquia animada por salesianos hace la opción
preferente por los jóvenes, especialmente los más pobres y abandona-
dos.
La preferencia juvenil no significa la exclusión de otras personas, sino
una óptica y un enfoque con el que se realizan las actividades pastorales,
que se traduce después en modalidades e iniciativas sectoriales, te-
niendo en cuenta que, más que un esfuerzo de los adultos en favor de
los jóvenes, se trata del camino característico de crecimiento de la
comunidad entera.

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3.1 Page 21

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La opción abarca a todos los jóvenes en las diversas fases del creci-
miento biológico, en la variedad de las diversas situaciones en que
se hallan, sin distinción de sexos, con una especial preferencia por
los más necesitados, y cualquiera que sea su relación con la expe-
riencia religiosa.
Por eso, la parroquia animada por salesianos trabaja con los aleja-
dos de la fe para despertar en ellos el interés de la búsqueda de un
sentido de la vida; con los que se muestran disponibles a ella para
que sean progresivamente iniciados en el misterio de Cristo y en la
vida eclesial; con los que ya profesan su fe para que se comprome-
tan en la promoción evangélica del ambiente y en la construcción de
la comunidad humana; y con la comunidad cristiana para que llegue
a ser signo e instrumento de salvación para todos, especialmente
para los jóvenes.
La parroquia asume esta opción como una sensibilidad y una res-
ponsabilidad de toda la comunidad parroquial que le aporta, a su vez,
un dinamismo juvenil alegre y creativo.
Esta opción preferente por la juventud implica para la Comunidad
parroquial que aparezca como lugar de referencia para los jóvenes en
sus aspiraciones y necesidades más vitales y profundas.
27. Propone a los jóvenes la vivencia de la espiritualidad juvenil
salesiana, cuyos núcleos fundamentales son: -la valoración de la
vida diaria, -la alegría y el optimismo, -la amistad con Jesucristo, el
Señor, -la comunión eclesial y -la actitud de servicio responsable.
4.2. Objetivos
28. La opción preferente por la juventud lleva a tener presentes algunos
objetivos:
* Hacer que la opción juvenil sea asumida, vivida y buscada por toda la
comunidad cristiana parroquial.
* Hacer de la parroquia un punto de referencia para los jóvenes en sus
inquietudes religiosas, en sus interrogantes y en su búsqueda de senti-
do.

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* Ayudar a los jóvenes a hacer la síntesis entre fe y vida mediante su
inserción en una comunidad y la maduración de un proyecto de vida
cristiana.
* Sensibilizar a los padres y a los adultos sobre los problemas de los
jóvenes y sobre su responsabilidad en la transmisión de la fe a las
nuevas generaciones.
* Ofrecer un nivel de vivencia de la fe que desemboque en el descubri-
miento de la propia vocación, especialmente cuando se trate de voca-
ción específica a la vida religiosa o sacerdotal, y acompañar a los que
se sienten llamados para que den una respuesta generosa.
4.3. Líneas de accíón
29. Para conseguir estos objetivos la comunidad parroquial ofrece:
* Un clima de alegría, esperanza y optimismo en todos los encuen-
tros y actividades.
* Una actitud de confianza en los jóvenes, en sus recursos, iniciati-
vas, manifestaciones, como condición para el anuncio del Evangelio
y como expresión de nuestra opción prioritaria: acogiendo a todos y
a cada uno con gozo y simpatía; que se encuentren entre nosotros
como en familia.
* Una mayor comprensión de la condición y de los fenómenos juve-
niles, poniéndose al día constantemente mediante la reflexión pasto-
ral y un análisis suficientemente serio de la situación.
* La participación de los jóvenes en la liturgia con las modalidades
y expresiones típicas juveniles, de acuerdo con el espíritu de la cele-
bración.
* La participación activa de los jóvenes en las responsabilidades
mediante su presencia en los organismos parroquiales y en los mo-
mentos de programación y revisión.
* Una programación especial para el sector juvenil según el doble
principio de la pastoral orgánica y diferenciada, fundamentada en
tres puntos:
- Un ambiente de amplia acogida, el Oratorio-Centro Juve-
nil, en el que los intereses explícitamente religiosos se fu-

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sionan con los intereses sociales, culturales y recreativos, y
donde numerosos grupos juveniles encuentran coordinación
y espacio para expresarse libremente.
- Los grupos de fe o comunidades juveniles cuyos miem-
bros maduran su vocación en la Iglesia y su inserción cris-
tiana en la sociedad.
- La aproximación misionera a los jóvenes, sobre todo
aquellos que más lo necesitan, yendo a su encuentro en
sus propios ambientes y en los lugares donde suelen reunir-
se.
* La apertura a la pastoral de la zona cuando ésta se presenta
como el cauce más adecuado para convocar y comprometer a la
juventud.
* La opción por el asociacionismo juvenil que responda a todos los
intereses de los jóvenes y contribuya a su formación y favorezca su
compromiso social.
* La promoción del Movimiento Juvenil Salesiano entre aquellos
jóvenes que lo deseen.
4.4. Responsabilidades y estructuras
30. Es necesario hacer una programación total del área juvenil en
sus diversas edades y manifestaciones.
Aunque la programación es obra de toda la comunidad parroquial y
el párroco es el coordinador de todas las actividades, es conve-
niente que haya un vicario para el sector juvenil, que de ordinario
será el responsable del Oratorio-Centro Juvenil.
Una comisión amplia de pastoral juvenil. Cuando la parroquia
está unida a otra actividad salesiana, todos los agentes de la pas-
toral de la obra deben coordinarse en un Consejo Pastoral único,
para la planificación, realización y revisión de los contenidos y de
las actividades pastorales.

3.4 Page 24

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El sector juvenil estará representado en el Consejo Pastoral
Parroquial.
Es imprescindible la existencia del Oratorio-Centro Juvenil. El
Oratorio realiza la imagen de la Parroquia salesiana que se propone
ser para los jóvenes, casa que acoge, iglesia que evangeliza, escue-
la que prepara para la vida y lugar de encuentro donde se puede
convivir con los demás.
La existencia de grupos y movimientos eclesiales que han de ser
lugar de crecimiento completo: formación cristiana y humana perso-
nales y compromiso social.
5. UNA PARROQUIA, CON UNA OPCION POPULAR
5.1. Significado
31. Siendo la parroquia la expresión visible de la Iglesia en la vida
ordinaria de los hombres, (ChFL, 26) la opción salesiana privilegia
los ambientes populares. Esta opción da un tono característico a
toda la programación pastoral.
El carácter popular lo concretamos y vivimos en la oferta que hace-
mos de la espiritualidad salesiana que reconoce la riqueza humana y
evangélica del pueblo y lee a la luz de la historia de la salvación la
situación de la gente y las semillas evangélicas de que el pueblo es
portador. Los rasgos más característicos de esta espiritualidad son:
- la valoración del propio estado de vida. Una santidad concreta
y posible a todos;
- la sublimación espiritual del trabajo, empapando la propia pro-
fesión y las actividades cotidianas del amor de caridad como expre-
sión de la interioridad. Es una espiritualidad de lo cotidiano;
- la constante actitud de bondad. Una espiritualidad de la alegría y
del optimismo por el Evangelio y por la conciencia de la amorosa
paternidad de Dios, que origina una ascesis continua, animada de
sincera humildad;
- la laboriosidad apostólica. La interioridad se mide por la

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riosidad en el bien, que Don Bosco definía en el binomio «trabajo»
(compromiso) y «templanza» (dominio de sí); .
- el interés evangélico por el mundo del trabajo y sus proble-
mas;
- las expresiones populares del vivir cristiano: devoción mariana,
tradiciones religiosas, etc.;
- la preocupación por los últimos, los más pobres, los marginados;
- las constantes iniciativas de comunicación social para la defensa
y el crecimiento de la fe en los ambientes populares.
32. El carácter popular de la parroquia supone:
- un determinado emplazamiento geográfico y social;
- un tipo de acción que intenta llegar al mayor número posible de
personas, puesto que no quiere ser una iglesia sólo para unos po-
cos, ni siquiera bajo el pretesto de una mayor pureza evangélica;
- la inserción de la acción pastoral en la cultura popular: amor,
respeto y cultivo de sus costumbres, sus tradiciones, sus valores
más entrañables, etc;
- la apertura a la vida del barrio o población, por la que comparte
los problemas de la gente más humilde;
- un estilo de relaciones basado en la disponibilidad y la cercanía;
- el lenguaje sencillo con que evangelizamos, traducido en gestos
y palabras.
5.2. Objetivos
33. La opción popular de la parroquia requiere la consecución de
algunos objetivos:
* Hacer presente y ayudar a vivir la espiritualidad salesiana.
* Construir la comunidad cristiana como una realidad externamen-
te perceptible a las personas no comprometidas ya en grupos o
comunidades menores.
* Insertar la acción pastoral en la cultura popular, conectando con

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sus manifestaciones y empleando un lenguaje de evangelización,
comprensible por todos.
* Participar en la vida del barrio o población compartiendo los pro-
blemas de la gente más humilde.
5.3. Líneas de acción
34. Para lograr estos objetivos, la Comunidad Parroquial:
* Desarrolla la espiritualidad salesiana mediante: la escucha asi-
dua de la Palabra de Dios, la predilección por la Eucaristía, la fre-
cuencia del sacramento de la Reconciliación, la devoción a María, el
sentido vivo. de Iglesia y el compromiso apostólico.
* Acentúa la corresponsabilidad y participación abierta y espontá-
nea en la vida de la comunidad parroquial, de los jóvenes y de todos
los fieles, en espíritu de comunión.
* Incorpora a las celebraciones litúrgicas las aspiraciones, temores
y esperanzas de la vida diaria de la gente sencilla.
* Hace que la pastoral de la parroquia responda a los anhelos y
necesidades de la gente sencilla, no permitiendo que los grupos,
movimientos y comunidades más comprometidos la mediaticen y
dirijan.
* Estimula a los seglares a participar activamente en todo aquello
que se haga en favor del hombre.
* Acoge a todos con sencillez de formas y de contenidos, ponién

3.7 Page 27

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labodose al alcance de los más sencillos y especialmente de los
alejados e indiferentes.
* Presta una aportación específica de competencia educativa y de
experiencia juvenil y popular, en la pastoral de la zona y en las insti-
tuciones civiles.
* Implica a todos aquellos que tienen un peso social, responsabilida-
des civiles y eclesiales, para que trabajen por erradicar lo que produ-
ce desadaptación y marginación.
* Crea iniciativas culturales, coordinadas y compatibles con la
misión y recursos de la parroquia.
5.4. Asociaciones y Movimientos eclesiales
35. La parroquia, que reúne y expresa a todo el pueblo de Dios que
vive en un lugar, ha de estar atenta a las distintas manifestaciones de
la comunión eclesial y ha de valorar positivamente la presencia en su
seno de asociaciones y movimientos eclesiales. Estas agrupa-
ciones ofrecen la riqueza de una experiencia comunitaria y de una
forma de acción apostólica vinculada a diversos carismas eclesiales.
En cuanto salesiana, la parroquia introduce en la iglesia particular
los dones y sensibilidades que son características del propio caris-
ma.
La comunidad salesiana responsable de la parroquia ha de garanti-
zar el acompañamiento espiritual a todas las asociaciones y movi-
mientos en la medida en que lo pidan o se vea su necesidad. No
cabe pensar que toda la dinámica de la parroquia gire en torno a un
solo movimiento, pues ninguno de ellos representa a la totalidad del
pueblo de Dios, ni está llamado a regirlo. Este servicio sacerdotal
prestado a todos requiere conocimiento y simpatía, y es más confor-
me a los pastores que su pertenencia exclusiva y plena a un solo
movimiento o agrupación.
En el discernimiento de las diversas agrupaciones eclesiales se han
de tener presentes algunos criterios: la eclesialidad (cfr. ChFL, 30),
la pluralidad de expresiones, la voluntad de comunión visible, el ser-
vicio a la comunidad a partir de sus demandas y necesidades, la
convergencia con el proyecto pastoral de la parroquia, así

3.8 Page 28

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como el sentido de la propia relatividad.
5.5. Responsabilidades y estructuras
36. Fomentamos la piedad popular, dando un estilo juvenil y educati-
vo a algunos aspectos, entre otros:
La Eucaristia diaria, que ha de ofrecerse como una forma concreta
de intensificación de la vivencia cristiana.
La visita frecuente al Santísimo Sacramento, como fuente de
oración, de contemplación.
La frecuencia del Sacramento de la Reconciliación, como el
elemento más eficaz de revisión y de conversión.
La Asociación de Maria Auxiliadora, que ha de tener un lugar
destacado en la organización y animación de la parroquia. Las prác-
ticas piadosas -el rezo del rosario- cuidadas con cariño alimentan la
piedad mariana del pueblo creyente.
La celebración de fiestas populares y otras manifestaciones religio-
sas tradicionales, que han de tener cabida en el proyecto pastoral y
en la programación anual.
La colaboración de los distintos grupos y organismos de la parro-
quia con las organizaciones cívicas del barrio, población o zona:
escuelas, clubes deportivos, asociaciones culturales y sociales, etc.

3.9 Page 29

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Nota metodológica
37. Para poder hacer el Proyecto Educativo-Pastoral de una parro-
quia concreta, a partir de los elementos generales que en este docu-
mento se expresan, es necesario conocer bien cómo es la parro-
quia, qué necesidades tienen los fieles y los habitantes del barrio o
población donde está ubicada y que son objeto de la tarea pastoral;
de lo contrario es muy difícil acertar a poner el acento en aquellos
aspectos que la comunidad humana necesita. Aunque una parroquia
deba tener presentes todos los elementos y dimensiones de su na-
turaleza eclesial, no puede desarrollarlos todos al mismo tiempo,
con igual intensidad, y deberá acentuar unos u otros, según sea la
comunidad de fieles y la comunidad humana donde está ubicada.
Es preciso, pues, hacer previamente un estudio sociológico y pasto-
ral para saber con bastante exactitud cómo es la situación de la
población: número de niños, adolescentes, jóvenes, hombres y mu-
jeres adultos, ancianos; su procedencia: autóctonos, inmigrados; su
situación laboral; su nivel cultural; las características más relevantes
de su religiosidad; y aquellas circunstancias que la configuran de un
modo determinante.
También hay que tener en cuenta que el sentido de la existencia del
carisma salesiano en la Iglesia es enriquecerla con una aportación
original nacida del don del Espíritu Santo; y, por tanto, es necesario
concretar de qué forma hacemos presente esta aportación.
38. La elaboración del Proyecto Pastoral Parroquial no debe ser el
trabajo en solitario del párroco que impone su visión de la parroquia,

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ni únicamente la reflexión de la Comunidad Religiosa Salesiana
animadora de la parroquia, ni tampoco la elaboración cerrada del
Consejo Pastoral parroquial. Ha de ser toda la parroquia, todos sus
grupos y personas quienes tengan ocasiones y posibilidades de dar
su opinión y aportar ideas e inquietudes. Esto se consigue, ante
todo, con una paciente labor de sensibilización y mentalización de
toda la comunidad parroquial; luego, se recogen ideas y sugerencias
a través de los diversos grupos y , asociaciones; y, finalmente, el
Consejo Pastoral parroquial elabora una síntesis coherente que res-
ponda a la situación y necesidades de la comunidad parroquial.