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DIREZIONE GENERALE OPERE DON BOSCO
Via della Pisana 1111 –00163 ROMA
ORIENTACIONES PARA LA
FORMACIÓN DE LOS
SALESIANOS EN
COMUNICACIÓN SOCIAL
Contenidos y metodologías
para las diversas fases
formativas
El Consejero general para la formación
El Consejero general para la comunicación social
Roma, 24 de mayo de 2006

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INTRODUCCIÓN
En la Congregación la comunicación social siempre ha sido
vista como un campo necesario y urgente de formación. Dada
su enorme importancia para la vida y misión salesianas, des-
de los años noventa ha habido varios tentativos de ofrecer un
programa de formación para las diversas fases, especialmente
para los que están en la formación inicial.
El impulso para la elaboración de estas “Orientaciones” se
debe a una serie de hechos concomitantes: la promulgación
de la nueva Ratio en 2000, la opción realizada por el CG 25 en
el 2002 de tener un Consejero general exclusivamente para el
Dicasterio de la comunicación social, la indicación del Proyec-
to del Rector Mayor y su Consejo de elaborar un itinerario for-
mativo de los salesianos en comunicación social, la petición
de la Consulta mundial de la comunicación social en 2004,
la publicación de las líneas operativas del “Sistema salesiano
de comunicación social” al inicio del 2005 y, últimamente, la
Carta del Rector Mayor publicada en ACG 390.
Estas “Orientaciones” nacen de la colaboración entre los Di-
casterios de comunicación social y la formación y son fruto
de una consulta de la Congregación, especialmente entre es-
pecialistas en el campo de la comunicación social y los for-
madores. Su inspiración está basada en los documentos ecle-
siales referentes a la comunicación social, en nuestras Consti-
tuciones y Reglamentos Generales, en las Cartas de los Rec-
tores Mayores: Don Viganó (ACG 289), Don Vecchi (ACG 370
y 366), Don Chávez (ACG 387 y 390). Asumen las experien-
cias maduradas en estos años en diversas Inspectorías y áreas
de la Congregación.
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1.3 Page 3

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Destinatarios
Las “Orientaciones para la formación de los salesianos en
comunicación social” están dirigidas a las mismas personas
y organismos a los que se dirigió la Ratio, es decir: a todos
los salesianos, y de modo particular, a los Inspectores con sus
Consejos, a los Delegados y a las Comisiones inspectoriales
de la formación y de comunicación social, a los formadores y
formandos, a todos los que tienen incumbencias en la forma-
ción inicial y permanente de los salesianos.
Objetivo
Objeto de estas “Orientaciones” es la formación del sale-
siano, para que llegue a ser un “buen comunicador” (FSFB
252) poniendo particular atención en el ámbito de la comuni-
cación social.
Ser un buen comunicador requiere la capacidad de recep-
ción crítica y de producción creativa de informaciones y men-
sajes. Al mismo tiempo, ha de ser capaz de animar y gestionar
la comunicación social en los procesos educativos pastorales.
Necesita, por fin, ser capaz de relacionarse en el ámbito de la
comunicación social, tanto dentro como fuera de la Congre-
gación.
Dicho ámbito comprende los diversos mass media y per-
sonal media, tales como la prensa, el cine, la radio, la tele-
visión, el internet, el DVD, el móvil... Se extiende a todas las
interacciones dentro de una sociedad o grupo cultural, como
son la publicidad, el teatro, la música, las relaciones públicas;
y alcanza hasta la cultura, y sobre todo, el modelo antropológi-
co que los media crean y difunden.
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Niveles de formación
Es necesario tener en cuenta que estas “Orientaciones” mi-
ran a la formación integral en la comunicación social y no ex-
clusivamente al “training”, porque pretenden llegar no sólo a
la asunción de algunas capacidades y técnicas, sino también a
la transformación de toda su persona, incluidos sus actitudes
y sentido crítico.
Conviene recordar aquí dos aspectos, presentes en las líneas
operativas del “Sistema salesiano de comunicación social” en
los números 59 y 89, que orientan la formación en este ámbito.
En ellos se afirma que la comunicación social se desarrolla
dentro del cuadro de orientación de la pastoral juvenil (n. 59)
y se propone cuáles deben ser las referencias de la formación
en la comunicación social (n. 89).
Siguiendo lo que el magisterio de la Iglesia y los documen-
tos de la Congregación dicen, las líneas operativas sobre el
“Sistema salesiano de comunicación social” en el número 90,
proponen y especifican cuáles deben ser los tres niveles de
formación
El primer nivel, básico, mira a la formación de los recep-
tores. Se trata de:
educar al salesiano al sentido crítico y formar su con-
ciencia de modo que sepa superar las sutiles insinua-
ciones y manipulaciones de los media;
adiestrarlo a hacer opciones libres y responsables, usan-
do los mass media no exclusivamente como diversión,
sino, sobre todo, como información y formación, para
un crecimiento armónico cultural y social;
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enseñar el aspecto técnico de cada instrumento, indis-
pensable para una “lectura” correcta y comprensión ob-
jetiva de sus comunicaciones; crear el conocimiento de
las implicaciones sociales, culturales, políticas y económi-
cas que están en la base de los mensajes y de los val-
ores propuestos por los media, con especial atención a
la relación entre media y publicidad, ideología y poder
político;
cuidar la estética de la comunicación mediante el conocimien-
to del arte, la literatura y la música en una óptica comu-
nicativa. Esto significa promover el interés por las mani-
festaciones culturales en general; competencia y aprecio
de las bellas artes; estudio de la música de los jóvenes
para comprender sus problemas y lenguajes, sus sueños,
y poder así dialogar y buscar con ellos; lectura de algu-
na página de literatura moderna.
El segundo nivel mira a la preparación de agentes educativos
y pastorales. Se trata de:
habilitar al salesiano en el uso correcto de los diversos
instrumentos de comunicación social en las actividades
educativas y pastorales;
formar salesianos y seglares en el uso de la comuni-
cación social en la enseñanza y en la educación, en la
catequesis y en la predicación, en la promoción de la
paz y el desarrollo, y dar voz a las necesidades de los
pobres;
sensibilizar y preparar al salesiano a integrar el Evan-
gelio en la “nueva cultura” creada por la comunicación
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social moderna.
El tercer nivel se refiere a la preparación de especialistas de
comunicación social, que tengan en cuenta toda la comunidad
inspectorial que tiene necesidad de:
especializar a algunos hermanos que manifiestan espe-
ciales inclinaciones, para que sean expertos en enseñar
comunicación social;
preparar a algunas personas para trabajar en la produc-
ción en el campo mediático y dedicar su competencia
en la gestión y animación de empresas Inspectoriales en
este campo.
En la formación inicial se apunta al primer y segundo nivel
de formación; en la formación permanente se realiza su ac-
tuación y para algunos se alcanza también el tercer nivel.
Descripción de cada fase formativa
Para cada fase de la formación, tanto inicial como perma-
nente, este instrumento presenta, ante todo, una breve sínte-
sis de lo que la Ratio dice sobre la naturaleza y finalidad de
dicha fase.
Luego, subraya algunos aspectos formativos de la fase que,
en particular, tienen relación con la comunicación social. Se
trata de los objetivos de la formación a la comunicación social,
presentados no en abstracto, sino en forma de lineamientos a
asumir.
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Sigue la propuesta de algunos temas de estudio, que pueden
promover una reflexión teórica sobre el significado de los me-
dia, su función social, su lenguaje y su uso crítico. Los con-
tenidos de estudio podrán ser sistematizados mejor cuando
se asuma en consideración la Ratio Studiorum de las diversas
fases.
Finalmente, se indican las experiencias a realizar y las com-
petencias que adquirir, a fin de alcanzar los objetivos. Es ob-
vio que las experiencias no hay que limitarlas a la fase en que
se señalan, sino que se deben continuar en las fases siguientes;
como también las competencias requieren ser adquiridas pro-
gresivamente. Esta parte tiene necesidad de ser experimenta-
da. A este respecto se requerirá el ofrecimiento de subsidios
por parte de los Dicasterios de formación y de comunicación
social.
Para cada fase de formación se presenta por lo tanto: una
síntesis de la naturaleza y finalidad de la propia fase, los obje-
tivos referentes a la comunicación social, los temas de estudio
y reflexión, las experiencias y competencias.
Agradecemos a todos aquellos que han colaborado en la
elaboración de estas “Orientaciones”. Nos auguramos que puedan
ser una ayuda valiosa para la formación de los salesianos,
constituyan una referencia compartida de la que partir para
realizar una experimentación fructífera, contribuyan en la co-
laboración entre los Delegados y las Comisiones Inspectori-
ales de formación y de comunicación.
Don Francisco Cereda Consejero general para la formación
Don Tarcisio Scaramussa Consejero general para la comu-
nicación social
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1. PRENOVICIADO
1.1. El prenoviciado es la fase de formación en la que el can-
didato a la vida salesiana profundiza su opción vocacional,
madurando especialmente en los aspectos humanos y cris-
tianos, de modo que pueda ser idóneo para iniciar el novi-
ciado.
1.2. Como parte de este crecimiento humano y cristiano, es
necesario que el candidato:
se abra a la realidad social y cultural de su ambiente y
del mundo de la comunicación social;
sea sensible a los problemas de los jóvenes pobres y
marginados y a las situaciones de pobreza, injusticia y
exclusión;
madure en el realismo de la vida y crezca en su sentido
de compasión y de solidaridad, que manifiesta en un
estilo de vida sencilla (cf. FSDB 338);
comience a desarrollar un serio sentido crítico que lo
haga capaz de juicios respetuosos y objetivos sobre per-
sonas y acontecimientos y lo lleve a tomar posición so-
bre los modelos culturales propuestos por los media;
sepa, por tanto, leer críticamente y usar responsable-
mente los medios de comunicación social (cf. FSDB 69);
madure una serena afectividad y ejercite la vigilancia en
la propia vida, practicando la custodia de los sentidos y
haciendo un uso discreto y prudente de los medios de
comunicación social (cf. FSDB 65).
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1.3. Por lo tanto se proponen al candidato, algunos temas de
estudio como introducción a la comunicación social: qué es la
comunicación; formas de comunicación; modelos de comuni-
cación; lenguaje de signos y de símbolos; comunicación so-
cial; cultura audio-visual; historia de la comunicación social.
1.4. Se sugieren, finalmente, al candidato las siguientes expe-
riencias para realizar y competencias que adquirir:
desarrollar las propias aptitudes y capacidades en la co-
municación: escuchar, hablar, escribir, leer en público,
recibir feedback;
adquirir, según las propias posibilidades, la capacidad
artística, dramática, musical; aprender a usar bien el or-
denador e internet;
interesarse por los medios como la prensa, las revistas,
los periódicos; educarse en el uso adecuado del tiem-
po libre y en la elección responsable de los programas
televisivos e internet;
saber apreciar y valor críticamente los medios y los pro-
ductos de comunicación social;
habituarse a hacer uso atento de los periódicos, la radio,
la televisión, los noticiarios, los boletines;
comprometerse en el análisis y discusión de noticias,
particularmente las referentes a cuestiones juveniles y
populares, y los desafíos culturales y multiculturales ac-
tuales para la Iglesia, especialmente en el campo de la
paz, la justicia, la solidaridad, el trabajo, la familia.
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2. NOVICIADO
2.1. El noviciado es el inicio de la experiencia religiosa sale-
siana como seguimiento de Cristo. El novicio comienza a vivir
la vida consagrada apostólica, interiorizando los valores sale-
sianos.
2.2. Como parte de este ejercicio práctico de la vida salesiana,
el novicio:
sigue cultivando el dominio de sí y la templanza, y con-
solidando las motivaciones de sus opciones (cf. FSDB
359);
asume esta actitud también en relación con los medios
de comunicación social;
desarrolla una fuerte adhesión a Don Bosco, a la Con-
gregación, a la Familia salesiana y al Movimiento Sale-
siano (cf. FSDB 362);
ve en la comunicación social un campo de acción signi-
ficativo que forma parte de las prioridades apostólicas
de la misión salesiana;
crece en una fuerte sensibilidad hacia la misión sale-
siana entre los jóvenes pobres, de cuya condición se mantiene
informado;
cultiva la atención por las necesidades del mundo y un
vivo sentido de Iglesia; por esto nutre en sí mismo un
verdadero impulso misionero (cf. FSDB 366).
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2.3. Forma parte de su formación en la comunicación social el
desarrollo de algunos temas de estudio:
Don Bosco maestro de comunicación;
las referencias de las Constituciones y de los Reglamen-
tos sobre la comunicación social;
el camino de la Congregación en el campo de la comu-
nicación social desde el CGE hasta nuestros días.
2.4. Se sugieren, al novicio, las siguientes experiencias que re-
alizar y competencias que adquirir:
usar los “espacios” de libertad y de responsabilidad da-
dos en el noviciado, respecto del uso de los medios de
comunicación social para evaluarse a sí mismo, ejerci-
tando la propia autonomía personal, haciendo un uso
discreto y prudente de los media con actitud crítica, re-
flexionando sobre las elecciones hechas;
desarrollar las propias aptitudes para la comunicación:
foto, video, teatro, música, pequeñas publicaciones, in-
ternet, diseño;
usar los media en la escucha y meditación de la Palabra
de Dios, al compartir la fe y la oración en el grupo y en
la liturgia, en las experiencias apostólicas del noviciado;
adiestrarse, mediante el forum y otras actividades análo-
gas para analizar, discutir y juzgar críticamente espec-
táculos y mensajes, especialmente los de destacado o
controvertido relieve en relación con la misión de la Igle-
sia y de la Congregación hacia los jóvenes;
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entrar en contacto con la comunicación social en la Con-
gregación y en la Familia Salesiana: Boletín Salesiano,
ANS, el sitio de la Direzione Generale Opere Don Bosco
www.sdb.org, noticiarios, etc.;
desarrollar el sentido de pertenencia a la Congregación
a través de la lectura de noticias salesianas.
3. POSTNOVICIADO
3.1. El postnoviciado es la fase en que el neoprofeso sale-
siano consolida el propio crecimiento vocacional y se prepara
para el tirocinio, integrando progresivamente fe, cultura y vi-
da, a través de la profundización de la experiencia de la vida
religiosa y del espíritu de Don Bosco y una adecuada preparación
filosófica, pedagógica y catequística en diálogo con la cultura
(cf. C 114).
3.2. Forma parte, pues, de la formación de un postnovicio que
él
se capacite en una seria relación con la cultura, con el
mundo juvenil, con los problemas educativos, con una
visión cristiana (cf. FSDB 401);
adquiera una comprensión amplia y, al mismo tiempo,
crítica, de la comunicación social, sabiendo leer, evaluar
críticamente e interactuar con los media, la información
y la publicidad moderna, y estando en condiciones de
comprender sus efectos psicológicos y sociológicos en
los ambientes populares y juveniles;
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logre una cierta competencia en las técnicas de las diver-
sas formas de comunicación social, con el fin de saber
usarlas (cf. FSDB 410).
3.3. Siendo la formación intelectual el aspecto específico de
esta fase, el postnovicio se compromete también en estudios
en el campo de la comunicación social:
teoría de la comunicación y problemas psicológicos y
sociológicos de la comunicación social;
formas de comunicación, en particular, las nuevas téc-
nicas de prensa, radio, TV, internet;
la cultura producida por la comunicación social;
los media education;
la aplicación de la comunicación social a los diversos
ámbitos de la catequesis, liturgia, acción pastoral en gen-
eral, didáctica y animación cultural.
3.4. Estos estudios están acompañados por diversas experien-
cias que realizar y de competencias que adquirir:
desarrollar las propias aptitudes para la comunicación
social respecto a fotografías, video, teatro, periodismo,
programas del ordenador, dibujo, poster, carteleras, músi-
ca, audiovisuales;
tomar parte en grupos de análisis y discusión, que evalúen
con sentido crítico cristiano sobre los productos ofreci-
dos por los mass-media, en particular el contenido y el
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lenguaje de las noticias, la publicidad, los periódicos,
los films, el video, el Internet y los video juegos, y que
influyen sobre la globalización de la información;
conocer el lenguaje y la jerga de los jóvenes; realizar con
ellos las formas salesianas del teatro, las fiestas, las ve-
ladas, los concursos...;
implicarse en la producción de servicios informativos
sea locales como inspectoriales.
4. TIROCINIO
4.1. El tirocinio es la fase de confrontación vital e intensa
con la acción salesiana, realizada en una experiencia educati-
vo pastoral, que ayude al hermano a madurar en su vocación
salesiana y a comprobar su idoneidad vocacional para la pro-
fesión perpetua (cf. FSDB 428-429).
4.2. A causa de su naturaleza, el tirocinio no tiene un ver-
dadero currículo de estudios. Es una experiencia, o mejor,
un conjunto de experiencias diversas de la vida y actividad
salesianas, entre las que está también el uso responsable de la
comunicación social y su empleo para la propia formación y
para el trabajo de educación y evangelización de los jóvenes.
En particular el tirocinante puede aplicar y verificar los que
dicen las líneas operativas del “Sistema salesiano de comuni-
cación social” en los números 68 y 92, que hacen referencia a
los sujetos responsables de la comunicación social y a la ani-
mación de la comunicación social en los procesos educativos.
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4.3. Sin embargo, es muy válida una reflexión y una confrontación
entre tirocinantes sobre las experiencias hechas y cuando sea
posible, algún programa breve que trate de la comunicación
social dentro del cuadro de una formación pedagógica, metodológ-
ica, educativa y catequética (cf. FSDB 433). Por ejemplo, po-
dría ser útil una reflexión sobre algunos aspectos, como la
presencia entre los jóvenes desde el punto de vista que Mc
Luhan afronta en su libro “El medio es el mensaje”; la educo-
municación en la acción educativa pastoral; la globalización
de los media y su influjo sobre las opciones y el estilo de la
vida religiosa.
5. FORMACIÓN ESPECÍFICA
5.1. La formación específica es la fase que completa la for-
mación de base del educador pastor salesiano en la línea de
su vocación específica como coadjutor o presbítero.
5.2. Forma parte de esta fase hacer que el salesiano
tenga una base sólida de convicciones en el campo de la
comunicación social;
esté preparado para ser un educador, maestro y guía de
los demás, enseñando a usar instrumentos críticos para
leer, entender y valorar los textos y los mensajes prop-
uestos y, muchas veces, impuestos por los mass-media;
sea capaz de ser un pastor en el campo de la comu-
nicación social utilizando en las actividades pastorales
con sabiduría y capacidad profesionales, las técnicas y
los procesos de la comunicación moderna a nivel de grupo
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y de masa, e integrando el Evangelio en la cultura de los
media.
5.3. Por una parte, pues, se requieren estudios que ofrezcan
un cuadro de referencia teórica:
teología de la comunicación;
documentos eclesiales sobre la comunicación social;
pastoral de la comunicación social con atención a la éti-
ca en la comunicación y las problemáticas pastorales
conexas con las culturas juveniles (cf. FSDB 468).
5.4. Por otra parte, se invita al formando a valerse de ciertas
experiencias que realizar y competencias que adquirir:
ejercitarse en el uso de la tecnología de la información e
internet;
usar las técnicas de la comunicación social en la homiléti-
ca, la praxis litúrgica, la pastoral, la catequesis y, en gen-
eral, en el mundo del trabajo y en el servicio ministerial,
y comprometerse en hacer programas de “media edu-
cation” para los jóvenes;
aprender a hablar en la radio y en la TV locales, a preparar
comunicados de prensa, a dar y hacer entrevistas, a preparar
una homepage o un sitio web, a escribir artículos y pub-
licaciones diversos. No es necesario que el formando
posea todas estas capacidades; es suficiente que domine
de modo válido una o dos de estas técnicas;
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hacer uso de los instrumentos y de los lenguajes de los
medios modernos de comunicación social para anun-
ciar el Evangelio, pero también para transmitir el men-
saje evangélico en la cultura misma de los media mod-
ernos. Esta aproximación hace que el Evangelio sea ca-
da vez más comprensible para los jóvenes de hoy y se
inserte en su cultura (cf. FSDB 466);
favorecer el diálogo con algún profesional de los media,
por ejemplo, en ocasión de la Jornada Mundial de las co-
municaciones sociales; así tiene la oportunidad de cono-
cer directamente las dificultades encontradas por ellos,
sus ideales y sus límites, los problemas éticos, los re-
querimientos que ellos presentan a los hombres de Igle-
sia.
6. FORMACIÓN PERMANENTE
6.1. La formación permanente es continuación, complemen-
to y actualización de la formación inicial; tiene como objetivo
el compromiso de vivir el proyecto apostólico salesiano en un
dinamismo de fidelidad creativa y gozosa.
6.2. Semejante compromiso requiere, entre otras cosas, que el
hermano:
viva con apertura e inteligencia la confrontación con la
realidad de la comunicación social,
se capacite en los nuevos lenguajes y en una escucha
atenta del mundo y de la cultura juvenil, y
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posea criterios sólidos de discernimiento coherentes con
la visión cristiana, con las orientaciones eclesiales y el
carisma salesiano (cf. FSDB 528-529);
también con edad avanzada, busca mantenerse actual-
izado en el campo de la comunicación social y las nuevas
tecnologías;
esté cualificado y actualizado en el campo de la comuni-
cación social hasta el nivel necesario para poder afrontar,
de forma adecuada, su servicio educativo pastoral con
capacidad de animación y orientación de personas, proyec-
tos y obras (cf. FSDB 523, 528);
sea capaz de formar a los laicos y también formarse jun-
to con ellos. (cf. FSDB 529, 542);
acoja, en caso que tuviese las dotes necesarias y con-
viniese a las necesidades de la Inspectoría, la petición
a especialízarse en las comunicaciones sociales para un
servicio cualificado a la Inspectoría y a la Congregación
(cf. FSDB 542, 556).
6.3. En este período no hay cursos formales, excepto en el ca-
so para quienes se les pide cualificarse en la comunicación
social. Los salesianos participan junto a la Familia salesiana
y a los laicos colaboradores en jornadas de estudio y reflex-
ión sobre las orientaciones de la Iglesia universal y local, y de
la Congregación sobre la comunicación social y sobre temas
emergentes en este campo. Entre éstos hay que señalar temas
referentes a las nuevas técnicas educativas; la formación de la
opinión pública, la catequesis, la evangelización y los nuevos
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lenguajes; la psicología y la sociología de la comunicación so-
cial; la comunicación institucional y las relaciones públicas.
6.4. Las iniciativas apostólicas en el campo de la comunicación
social son también experiencias formativas para el hermano
salesiano, especialmente cuando incluyen la reflexión sobre la
actividad realizada. Se señala, particularmente, la necesidad
de:
participar junto con los seglares de la CEP o de la Fa-
milia Salesiana en iniciativas dirigidas a la reflexión y
profundización de algunos aspectos de la comunicación
social y confrontación de las experiencias;
comprometerse en la formación específica de los ani-
madores, sobre todo entre los seglares de la Familia Sale-
siana, en el campo de la comunicación social para la es-
cuela, el tiempo libre y las asociaciones, organizando
grupos de reflexión, jornadas de estudio y actividades
específicas para ayudarlos a aprender la lectura y valo-
ración crítica de los medios de comunicación social;
insertarse con profesionalidad, según la propia compe-
tencia y los requerimientos de la Inspectoría, en el mun-
do de los mass media, creando, potenciando y animan-
do nuestros centros editoriales de producción y difusión
de libros y revistas, o gestionando los medios de comu-
nicación social de propiedad de la Congregación: esta-
ciones de radio, canales televisivos, “videoclubs” con
especial atención a las familias y la pastoral.
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