CALENDARIO 2003


CALENDARIO 2003




1 MAESTRO Y AMIGO

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de Pascual Chávez Villanueva


REDESCUBRIENDO...



LOS FRUTOS

DEL SISTEMA PREVENTIVO


Presentamos el Calendario salesiano 2004. El sistema pedagógico de Don Bosco, que los salesianos aplican desde su fundación, ha producido, a lo largo de más de 150 años, frutos casi inesperados, ha forjado héroes y santos, hombres y mujeres que han quedado desconocidos pero que fueron “extraordinarios en lo ordinario”.



La celebración del cincuenta aniversario de la canonización de santo Domingo Savio y el centenario de la muerte de la beata Laura Vicuña inspiran el calendario 2004 del Boletín Salesiano. Conscientes de la fecha y queriendo aprovechar la celebración para proponer nuevamente a los jóvenes “una medida alta de vida cristiana ordinara”, hemos decidido valorizar el rico patrimonio de chicos y chicas que el sistema de Don Bosco ha lanzado en el camino de la santidad, haciendo de ellos obras maestras de humanidad y de gracia. Me refiero, por tanto, solamente a los/las que han sido alumnos/as de los Salesianos y de las Hijas de María Auxiliadora. Esto significa que tendríamos una galería aún más rica y variada si tomáramos en cuenta a la Familia Salesiana al completo. Son realmente los frutos más preciosos del Sistema Preventivo. Durante el año 2004 me propongo presentar algunas de estas figuras, llamadas a ser modelos para la juventud de hoy. Toda nuestra acción educativa, en efecto, tiende a esta finalidad.

Sabemos que la referencia a la vida vivida puede resultar más incisiva que la luz de un principio, especialmente ahora, cuando el mundo parece sufrir de una fuerte carencia de modelos. Esta afirmación, válida para cualquier edad, lo es en modo particular para la edad juvenil. Si nuestro bagaje cultural nos permitirá valernos de modelos concretos, ofreceremos mensajes más convincentes y propositivos.


Pocas cosas pueden fecundar y rejuvenecer la teología, y por su medio toda la vida cristiana, como la transfusión de sangre que viene de la hagiografía”, dice uno de los teólogos contemporáneos más brillantes (Hans Urs von Balthasar).

Nuestros santos, especialmente los/as jóvenes santos/as, son el mejor sello de autenticidad, a más que fuente privilegiada de ideas. Ellos/as no solamente “se han acercado siempre más a Cristo”, sino que, como todos los santos, han enriquecido de valores y de sensibilidad nuestro ambiente y el tejido social. Cuando ha querido hablar de espiritualidad juvenil, Don Bosco no ha escrito tratados de teología espiritual o de mística juvenil; se ha limitado a escribir la vida de Domingo Savio, de Miguel Magone y de Francisco Besucco. Señalaba así –escogiéndolos entre los que, en carne y hueso, frecuentaban su Oratorio– los ideales que proponía a los muchachos.


Volver a nuestros santos y volver a los personajes que más han influido en la edad de los ideales de nuestros exalumnos es, para todo educador salesiano, una motivación más: así hizo Don Bosco, pedagogo extraordinario que conocía tan perfectamente el corazón de los jóvenes, como para saberlos guiar “alegramente” a lo largo de recorridos que todos consideraban difíciles y más allá del alcance de muchachos comunes.

Una mirada de conjunto demuestra que disponemos de un patrimonio muy rico y variado: de las figuras más conocidas, como Domingo Savio, Laura Vicuña, Ceferino Namuncurá, pasamos por la categoría de los mártires, como los cinco jóvenes polacos beatos, llegando a personajes aún sin aureola pero igualmente ejemplares, como los varios D’Acquisto, Marvelli, Maffei, Bracco, Devereau, Ocasion…


Por lo que se refiere a su origen, vienen de Italia, Argentina, Chile, España, Francia, Polonia, Portugal, Lituania, México… Esto solamente como ejemplo. Hago votos que cada Inspectoría pueda volver a escribir su “Libro de Oro” de la educación salesiana, publicando los perfiles biográficos de muchachos considerados como modelos.

Estos jóvenes santos no son simples “botones de muestra”, sino estímulos autorizados de nuestro camino y de nuestra propuesta educativa.

Es la razón por la cual serán ellos, con su vida, quienes nos hablen durante el año 2004. Desde ahora va mi augurio de lectura agradable y fecunda.