Actas_1988_326.ACG


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del consejo generai
de la sociedad salesiana
de san juan bosco
ORGANO OFICIAL DE ANIMACION Y COMUNICACION PARA LA CONGREGACION SALESIANA
N.0 326
ano LXIX
julio-septiembre 1988
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
«PROCURA HACERTE QUERER»
Pàgina
3
2. ORIENTACIONES Y DIRECTRICES 2.1 La formacion permanente, deber
de fidelidad a Don Bosco
25
2.2 El oratorio-centro juvenil
36
3. DISPOSICIONES Y NORMAS
(No se dan en este numero)
4. ACTIVIDAD DEL C. GENERAL
4.1 De la cronica del Rector Mayor 43
4.2 De la cronica de los consejeros 44
5. DOCUMENTOS Y NOTICIAS
5.1 «Dcin Bosco en el mundo del tra-
bajo »
60
5.2 Nueva visitadurfa: Africa Orientai 69
5.3 Nuevo cardenal salesiano
70
5.4 Nuevos obispos salesianos
70
5.5 Hermanos difuntos
73

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Centrai Catequistica Salesiana
Alcala, 164 - 28028 Madrid
Edici6n extracomercial
lnstituto Politécnico Salesianos-Atocha

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1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
«Procura hacerte querer»
lntroducciòn.-Acontecimiento espiritual. - Simbolo de nuestra profesiòn .- • Haceos querer», nos repite Don
Bosco.-Algunas necesidades urgentes de nuestra caridad pastora!: a. centralidad de Cristo; b. criterio orato-
riano; c. cuidado de las vocaciones; c. implicaciòn de seglares.-Siempre en manos de Maria Au xiliadora .-
Centenario, fuente de bendiciones.
Roma, 31 de mayo de 1988
Queridos hermanos:
El pasado 14 de mayo, aniversario de la pri-
mera profesi6n salesiana hecha animosamente
por veintid6s j6venes en manos de Don Bosco
el afio 1862, tuvo lugar en todas las comunida-
des e inspectodas el rito para nosotros mas sig-
nificativo de los actos del centenario de la
muerte de nuestro Padre: el juramento de fide-
lidad a su carisma renovando solemnemente
nuestra profesi6n religiosa.
Tuve la satisfacci6n de presidir el acto en la
basHica de Mada Auxiliadora de Valdocco, con
casi un millar de salesianos de las tres inspecto-
rfas piamontesas y algunos representantes de
otras casas del mundo. Dfa memorable, rico de
significado espiritual y esperanza, en profunda
comuni6n con todos los salesianos de los cinco
continentes. Al final, recogidos en torno a la
urna de Don Bosco, escuchamos con emoci6n
algunas recomendaciones paternas de su testa-
mento y nos sentimos animados a continuar
con generosa e inteligente creatividad su rnisi6n
juvenil y popular, a la vez que pedfamos con fe
aumento de vocaciones. En el patio nos aguar-

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ACTAS DEL CONSEJO GENERAL N.0 326
4
daba un nutrido grupo de peregrinos de Valle
de Aosta, guiado por su queridfsimo obispo y
alegrado por los sones armoniosos y vivaces de
una banda juvenil. Uno de los musicos -ten-
drfa doce aiios- tomo el microfono y nos diri-
gio unas palabras, breves pero inolvidables:
«Gracias, salesianos todos, por haber renovado
vuestra consagracion para bien de los jovenes en
nombre de Don Bosco. Os lo decimos los chi-
cos de Valle · de Aosta, descendientes de los
limpiachimeneas que Don Bosco recibio aquf
cuando comenzaba su obra. Las cosas han cam-
biado· -hoy llevamos camisa blanca-, pero el
corazon experimenta los mismos sentimientos
para con el sucesor de Don Bosco, al que de-
seamos muchfsima alegrfa en el trabajo por nos-
otros, los jovenes, pues sabemos que es cons- _
tante y sacrificado. Gracias.»
lnstintivamente pensamos que aquellos chicos
valdostanos representaban a multitud de jovenes
de todo el mundo e interpretaban sus senti-
mientos: vefan en la profesion salesiana el don
mas precioso que todavfa hoy les ofrece Don
Bosco l .
1. Cfr. Consl. 25.
Acontecimiento espiritual
Los comentarios positivos de los hermanos
han hecho ver el hondo valor de este aconteci-
miento. Una Congregacion tan numerosa y uni-
versal quiso renovar, en un mismo dfa y porto-
dos sus miembros, la eleccion fundamental y
expresion suprema de su vida de fe: la opcion
bautismal por Cristo, meditada de nuevo con
conciencia clara y definida comunitariamente
segun el proyecto evangélico de las Constitu-
ciones. Es nuestra alianza especial con el Seiior,

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5
2. Const. 23.
3. Const. 192.
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
encuentro de amor que marca y orienta toda la
vida, donacion total de nosotros mismos a Dios
y a los jovenes, concreto sentido cristiano de
toda una existencia consagrada por el poder del
Espfritu. Es el acto mas expresivo de nuestra li-
bertad de disdpulos de Cristo. Con razon dicen
las Constituciones que la profesion es una de las
opciones mas elevadas para la conciencia de un
creyente, acto que renueva y confirma el misterio
de la alianza bautismal, para darle una expresi6n
.mds intima y plena 2• Somos conscientes de que
se trat6 de un momento salesianamente rico y
de mucha seriedad: expresion de fidelidad ma-
dura, acontecimiento que hace del centenario
una plataforma de relanzamiento espiritual y
apostolico. Nos habfamos preparado durante
mucho tiempo, a fin de que tal gesto no se re-
dujera a simple formalidad. Estamos convenci-
dos de que ese dfa subio el nivel de gracia en la
Congregacion y que vamos a experimentar sus
benéficos efectos.
Ser fiel al carisma de Don Bosco ha sido la
gran preocupacion de estos decenios posconci-
liares; hemos meditado, dialogado, trabajado y
experimentado mucho; el Seifor y la Sandsima
Virgen nos han ayudado a elaborar validamente
nuestra Regla de vida con la mirada puesta si-
multaneamente en los odgenes y en los tiempos
nuevos. La Sede Apostolica, al aprobar las
Constituciones renovadas, nos garantizo la au-
tenticidad evangélica del camino trazado por el
Fundador y reconoce en él «un bien especial para
todo el pueblo de Dios» 3.
Por ello juramos ser fieles. Lo hicimos con
alegda y esperanza, persuadidos de que dabamos
una respuesta, constantemente renov ada, a la es-
pecial alianza que el Seri.or ha sellado con nos-
otros, a la vez que recordabamos con fe que

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ACTAS DEL CONSEJO GENERAL N.0 326
6
nuestra Jerseverancia se apoya totalmente en- la
fidelida de Dios, que nos ha amado primero, y
se alimenta con la gracia de su consagraci6n. La
sostiene también nuestro amor a Los j6venes, a
quienes somos enviados 4•
4. const. 195_
Simbolo de nuestra profesi6n
El nuevo Ritual de la profesion religiosa para
nuestra Sociedad prevé la entrega de un sfmbolo
especial de la consagracion salesiana. De ahf que,
durante la renovacion de la profesion, se entre-
gara una medalla de Don Bosco a los hermanos
temporales y una cruz del Buen Pastor a los
perpetuos.
El grabador de la medalla -Héctor Calvel-
li- quiso modelar un rostro de Don Bosco que
reflejara su corazon oratoriano («da mihi ani-
mas») y su caracter premuroso, decidido e inspi-
rado, cual modelo vivo de todo nuevo profeso:
verdadero maestro de la praxis educadora sale-
siana, de mirada penetrante que arrastra los
animos a comunion familiar de ideales y de
amistad para el crecimiento gozoso y responsa-
ble de una vida apostolica consagrada. Se dejo
libre el reverso de la medalla, con objeto de po-
der grabar el nombre de quien la recibe, en serial
de la intencion de su voluntad de compromiso
definitivo 5•
Por su parte, el grabador de la cruz -Juan
Domingo Sergio- nos ha ofrecido lo que con-
sidero mas expresivo de nuestra caractenstica en
la Iglesia. Figuro, en un tondo situado en el an-
verso de la cruz, una imagen del Buen Pastor, o
sea, Jesucristo, el verdadero inventor y modelo
insuperable de la pastora!. El grabado se inspira
en un famoso fresco del siglo segundo que se
5. Cfr. Const. 24.

1.9 Page 9

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7
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
6. Jn 10,1-19.
7. Cfr. Jn 10,14-16.
8. Memorias Biogrtif,cas
VII , 524.
9. Memoria , Biografica,
XVIII, 537.
halla en las catacurnbas romanas de Priscila: re-
cuerda la parabola del Buen Pastor segun el
evangelista Juan 6• Jesus lleva a hombros una
oveja y tiene otras dos a sus pies; a ambos lados
de la expresiva figura el artista puso dos arboles,
y en cada uno de ellos una simbolica paloma
con un ramo de olivo en el pico. Es un grabado
lleno de encanto, rico de genuina tradici6n cris-
tiana, que infonde confianza, ensefia bondad y
sacrificio, excluye la violencia y augura paz y
esperanza. Nos hace recordar las inmortales pa-
labras del Evangelio: el Buen Pastor da la vida
por sus ovejas; las conoce y ellas le conocen.
Tiene, ademas, otras que no estan en el redil;
también a ésas las tiene que reunir, y escucharan
su voz y habra un solo rebaiio y un solo pas-
tor 7•
En el drculo posterior aparece una frase de
Don Bosco y su firma: Procura hacerte querer I
Sac. Juan Bosco. Es una frecisi6n salesiana del
espfritu y método pastora en favor de los j6ve-
nes. Frase tan sugerente la escribi6 nuestro Pa-
dre el ano 1863 en un memorandum entregado
a Miguel Rua cuando lo mandaba a Mirabello
corno su primer director: Y a que no puedo estar
siempre a tu lado... te hablo con la voz de un
tiemo padre que abre su coraz6n a uno de sus hi-
jos mas queridos. Le da varios consejos; entre
ellos sobresale la recomendaci6n de que procure
hacerse querer 8•
No cabe duda que frase tan significativa ocu-
pa una posici6n estratégica en el espfritu sale-
siano. Don Bosco se la repetira a Miguel Rua,
ya designado para sucederle, en el lecho de
muerte. Las M emorias Biograficas afirman que
una de las ultimas cosas dichas por Don Bosco a
M iguel Rua f ue: «H azte querer» 9•
Podemos recordar, asimismo, que en la céle-

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ACTAS DEL CONSEJO GENERAL N.0 326
8
bre carta de Roma -mayo de 1884- Don
Bosco insiste cabalmente en que no basta amar,
sino que es preciso saber hacerse querer 10• Sus
antiguos alumnos aseguran expHcitamente que
Don Bosco habfa recibido de Dios, en grado
sumo, el don de hacerse querer 11• Don Pablo
Albera lo recuerda en una circular inolvidable:
Es necesario decir que Don Bosco nos quer[a de
un modo unico, muy suyo: se experimentaba su
hechizo irresistible... Y o ve[a que me querfa de un
modo que nunca habfa experimentado antes...
muy superior a cualquier otro afecto: nos env ol-
v [a a todos y por entero corno en una atmosfera
de contento y felicidad... N os arrastraba hacia s[
por la plenitud del amor sobrenatural que ard[a
en su coraz6n 12• El mismo Don Bosco afirmaba
que el sistema preventivo es el amor que induce
a los jovenes a hacer el bien: puesto que Dios es
amor, quiere que todo se haga por amor. Tam-
bién el cardenal Cagliero atestigua que, cuando
le encargo que siguiera al naciente instituto de
Hijas de Marfa Auxiliadora, confeda a menudo
con Don Bosco y que él, siempre amable, me
tranquilizaba diciendo: «Tu conoces el espfritu de
nuestro oratorio, nuestro sistema preventivo y el
secreto de hacerse querer» 13• Con razon el teolo-
go Piano, antiguo alumno de la primera hora y
parroco de la Gran Madre de Dios, afirmo en
carta escrita a Don Bosco con motivo de su ul-
timo onomastico, el de 1887: Dejard. de latir este
coraz6n antes que deje de amarle a usted; amarle
a usted nosotros lo v emos corno seri.al del amor
de Dios 14.
Se trata, pues, de un «hacerse querer» que es
fruto de una espiritualidad y de una metodolo-
gfa apostolica particularmente originales.
IO. M_emorias Biof(rafìcas
XVII, 107-114.
11. Memorias Bior;rafìcas
XVII , 482.
12. PABLO ALBERA, Don
Bosco nostro modello,
18 de oct. de 1920,
en « Lettere circolari»,
Direcci6n Generai,
Turin 1965, paginas
732-743.
13. Cfr. MACCONO, 5.
Maria Mazza rei/o, I,
274, Ed. lnstituto
HMA, Turin 1960.
14. Memorias Bior;rafìcas
XVIII , 366.

2 Pages 11-20

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2.1 Page 11

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9
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
«Haceos querer», nos repite Don Bosco
Debemos reconocer que este mensaje proféti-
co, legado por nuestro Fundador, da un rostro
originai a toda nuestra «consagraci6n apostoli-
ca». Si el ultimo 14 de mayo prometimos todos
juntos ser fieles a la profesi6n religiosa, tenemos
que saber ahondar y dar relevancia particular a
un mensaje que garantiza en el tiempo la verda-
dera identidad del espfritu salesiano y la meto-
dologfa genuina de nuestra praxis educativo-
pastoral.
Veamos algunas ideas de las Constituciones
que lo prueban con claridad meridiana.
Ardculo 1: El Espfritu Santo dio a Don Bos-
co un coraz6n de padre y maestro, capaz de una
entrega total.
Artfculo 2: El proyecto que nos leg6 el Fun-
dador es ser en la I glesia signos y portadores del
amor de Dios a Los j6venes, especialmente a Los
mds pobres.
Artfculo 4: Don Bosco, inspirdndose en la
bondad y el celo de san Francisco de Sales, nos
dio el nombre de salesianos. Tal nombre precisa
nuestra identidad cabalmente de ap6stoles que
no ceden al cansancio y son amables.
Artfculo 8: La presencia de Mada en la histo-
ria del carisma salesiano y nuestra entrega a ella
se orienta a ser, entre Los j6venes, testigos del
amor inagotable de su H ijo.
Artfculo 1O: El espfritu salesiano que nos leg6
Don Bosco, por inspiraci6n de Dios, tiene
corno centro y sfntesis la caridad pastoral.
Artfculo 11: La fuente de esta caridad pasto-
ral brota del coraz6n de Cristo con su actitud
de Buen Pastor, que conquista con la mansedum-
bre y la entrega de si mismo.
Artfculo 14: N uestra v ocaci6n tiene el sello de

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ACTAS DEL CONSEJO GENERAL N.0 326
10
un don especial de Dios: la predilecci6n por Los
j6venes. «Me basta que seais j6venes para que os
ame con toda mi alma.» /TalJ amor, expresi6n
de la caridad pastora/, da significado a toda
nuestra vida.
Ardculo 15: Cristo, Buen Pastor, quiere que
el salesiano sea con los j6venes abierto, cordial, y
[estéJ dispuesto a dar el primer paso y a acoier
siempre con bondad, respeto y paciencia. Su ajec-
to es el de un padre, hermano y amiio, capaz de
suscitar corre~pondencia de amistad ... [SuJ casti-
dad y equilibrio abren su coraz6n a la paternidad
espiritual, y hacen que en él se transparente el
amor preventivo de Dios.
Ardculo 16: El espfritu de familia debe carac-
terizar a toda casa salesiana, que se convierte en
f (,f,milia, cuando el afecto es correspondido ... [y
cuando] en un clima de mutua confianza y de
perd6n diario, se siente la necesidad y la alegria
de compartirlo todo.
Ardculo 17: El amor lleva consigo optimismo
y alegda; el salesiano cree en Los recursos natura-
/es y sobrenaturales del hombre, aunque no ignora
su debilidad ... Difunde alegria y sabe educar en
el gozo de la vida cristiana y en el sentido de la
fiesta.
Ardculo 18: El estilo de amabilidad se sostie-
ne y defiende mediante el trabajo y la templan-
za: el salesiano se entrega a su misi6n con activi-
dad incansable ... La templanza re/uerza en él la
guarda del coraz6n y el dominio de si mismo, y
le ayuda a mantenerse sereno.
Ardculo 19: El modo de hacerse querer es,
ademas, hacendoso -siempre animado por el
espfritu de iniciativa-, flexible y creativo: «En
lo que se refiere al bien de la juventud en peligro
o [ayuda aJganar almas para Dios, yo me lanzo
hasta con temeridad», <leda Don Bosco.

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11
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
Ardculo 20: El sistema preventivo se describe
corno amor que se dona gratuitamente, inspirdn-
dose en la caridad de Dios ... [Es unJ modo de
vivir y trabajar, para comunicar el Evangelio y
salvar a los j6venes con ellos y por medio de ellos
.. . Informa nuestras relaciones con Dios, el trato
persona! con los demds y la vida de comunidad
en la prdctica de una caridad que sabe hacerse
amar.
Ardculo 25: El sistema de Don Bosco ha lle-
vado y lleva metodologicamente a la santidad,
revela el valor unico de las bienaventuranzas y es
el don mds precioso que podemos ofrecer a los j6-
venes.
Ardculo 38: La acci6n educativa y pastora!
del salesiano no apela a imposiciones, sino a los
recursos de la inteligencia, del coraz6n y del anhe-
lo de Dios, que todo hombre !leva en lo mds pro-
f undo de su ser. Asocia en una misma experiencia
de vida a educadores y a j6venes, dentro de un
clima de f amilia, de confianza y de dialogo.
Ardculo 39: La practica de este método exige
presencia activa y amistosa en medio de los j6-
venes: requiere en nosotros una actitud de fondo:
la simpatfa y la voluntad de entrar en contacto
con los j6venes.
Ardculo 40: La vivencia espiritual y apostoli-
ca de Don Bosco en Valdocco sigue siendo
nuestro criterio permanente de discernimiento y
de renovaci6n: su primer oratorio /Jue}, para los
j6venes, casa que acoge, parroquia que evangeliza,
escuela que encamina hacia la vida y patio donde
se com/arte la amistad y la alegria.
Art1culo 61: El testimonio de los consejos
evangélicos ayuda de manera extraordinaria a
hacerse querer: al f avorecer la purifìcaci6n del
coraz6n y la libertad de espfritu, hacen soUcita y
fecunda nuestra caridad pastora!. El 63 aiiade: Al

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ACTAS DEL CONSEJO GENERAL N. 0 326
12
orientar todo su coraz6n hacia el Reino, [fos con-
sejos evangélicosJle ayudan a discernir y a acoger
la acci6n de Dios en la historia ... y lo trans/or-
man en educador que anuncia a Los j6venes «un
cielo nuev o y una tierra nueva» y, de ese modo,
aviva en ellos Los compromisos y el gozo de la es-
peranza.
Ardculo 81: La amabilidad de Don Bosco re-
quiere una castidad tan segura que se convierte
en distintivo de los salesianos, corno virtud que
deben cultivar en grado sumo. Nuestra tradici6n
siempre ha considerado la castidad corno virtud
radiante y portadora de un mensaje especial para
la educaci6n de la juventud. Ella nos hace testigos
de la predilecci6n de Cristo por Los j6venes, nos
permite amarlos sinceramente, de modo que «se
den cuenta de que son amados», y nos pone en
condiciones de educarlos en el amor y la pureza.
Por ello, el salesiano debe acudir -corno sugie-
re el artkulo 84- con filial confianza a Maria
lnmaculada y Auxiliadora, que le ayuda a amar
corno amaba Don Bosco.
Este rapido travelin de precisos e iluminantes
asertos de las Constituciones evidencia la im-
portancia del tema y su valor para caracterizar
nuestra profesi6n religiosa, de modo que justifi-
can su elecci6n corno enunciado de un estilo de
identidad. Ello da un acento original al espfritu
salesiano y a nuestra praxis de educaci6n y pas-
tora!.
Ciertamente, la santidad exige siempre hu-
mildad profunda: lleva consigo el desprendi-
miento de uno mismo en la practica de un pro-
vechoso vaciamiento del propio yo. La lmita-
ci6n de Cristo ensefia a desear ser ignorado y
tenido en nada (ama nesciri et pro nihilo reputa-

2.5 Page 15

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13
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
15. Libro I, cap. 2, num.
3; y Libro 111, cap.
15, num. 4.
16. I Cor 4, 16.
17. I Cor 11, 1.
18. Flp 3,17.
19. Flp 1,21.
20. Gal 2,20.
ri) 15• Se trata de un sabio consejo monastico,
fundamental en SI mismo, pero que no puede
aplicarse a todos de la misma forma.
En la vida ministerial y apostolica hay que
tener en cuenta la exigente maxima paulina: os
ruego que os hagais mis imitadores 16; seguid mi
ejemplo, corno yo sigo el de Cristo 17; hermanos
mfos, seguid mi ejemplo y fijaos en los que andan
segun el modelo que tenéis en mi 18• San Pablo
nos ensena que debemos revestimos de Cristo,
de modo que sustituya nuestro yo y pueda de-
cirse con verdad: para mi la vida es Cristo 19;
vivo yo, pero no soy yo: es Cristo quien vive en
mi; y, mientras vivo en esta carne, vivo de la fe
en el H ijo de Dios, que me amo hasta entregarse
por mi 2°.
Esta mfstica apostolica es la que impregna el
corazon y el ministerio de Don Bosco. Requiere
una ascesis muy exigente, a fin de que el vacia-
miento de SI mismo dé a la propia vida una
transparencia que la haga «existencia sacramen-
tai», pues se presenta a sI mismo corno signo y
portador del amor de Cristo. Es verdaderamente
imposible una santidad sin humildad. Sin em-
bargo, hay también una humildad, alcanzada
con la practica de virtudes particulares -espe-
cialmente de caracter social-, que puede califi-
carse de «sacramentai», en el sentido de que ha-
ce significativa y atrayente la existencia del dis-
dpulo, en cuanto que contiene el misterio de
Cristo y lo comunica por medio de la propia
vida. T odo ello fundamenta y justifica la espiri-
tualidad y el método apostolico del «hacerse
querer»: j sed imitadores mfos, corno yo lo soy de
Cristo!

2.6 Page 16

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ACTAS DEL CONSEJO GENERAL N.0 326
14
Algunas necesidades urgentes
de nuestra caridad pastoral
Renovar solemnemente la profesi6n religiosa
en este ano centenario lleva consigo prop6sitos
de cara al futuro. No preparamos, para el 14 de
mayo, una simple ceremonia de devoci6n, sino
que manifestamos formalmente la voluntad pre-
cisa de ser salesianos de los tiempos nuevos, con
capacidad de responder a los desaHos actuales.
Hace tiempo que me pregunto cuales poddan
ser, en tal sentido, los aspectos mas estratégicos
que debemos cuidar en toda la Congregaci6n.
Me detengo en algunos mas vitales, en co-
rrespondencia con cuatro ardculos de las Cons-
tituciones cuya observancia influira muy positi-
vamente en nuestra renovaci6n. Asf se com-
prendera mejor que «observar la Regia» lleva
consigo una actitud de quehacer soHcito y cons-
tante para conocer, estudiar, discernir, proyec-
tar, revisar, colaborar, actuar gozosamente y,
sobre todo, rezar con intensidad.
a) Centralidad de Cristo
El artfculo 3 de las Constituciones dice que
nuestra vida es de disdpulos del Seri.or, y que nos ·
ofrecimos totalmente a Dios para seguir a Cristo
y trabajar con él en la construcci6n del Reino.
Con miras a este ofrecimiento, que ya es por
s1 gracia recibida, Dios Padre nos consagra con el
don de su Espfritu y nos env[a a ser ap6stoles de
Los j6venes. El don del Espfritu impregna de su
suave poder nuestro coraz6n y nos hace capaces
de ser fieles a esta vida de disdpulos. El secreto
para lograrlo esca en afianzar constantemente
los vfnculos de nuestra alianza con Dios. Sabe-
mos que lo que puede debilitarla es la superfi-

2.7 Page 17

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15
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
21. Cfr. ACG num. 324,
enero-marzo I988.
22. Cfr. Const. 24.
cialidad espiritual, y que lo que la corrobora
diariamente es el encuentro con Cristo en la
Eucarisda.
Pues bien, la renovacion solemne de la profe-
sion exhorta a cada hermano a cultivar en su
vida la centralidad constante de Cristo: jtodo
desde él, con él y por él! Precisamente por tal
motivo (y a peticion de varios hermanos) en mi
primera circular de este afio centenario quise
tratar atentamente el tema de la Eucarisda en el
espfritu de Don Bosco 21
Os ruego, queridos hermanos, que la hagais
objeto constante de meditacion si queréis ser
capaces de observar realmente el importante ar-
dculo 3, que ilumina el contenido de la formula
de nuestra profesion 22•
b) Criterio oratoriano
Otra orientacion de las Constituciones que
nos obliga con actualidad particular esta en el
articulo 40. Afirma que, al cumplir hoy nuestra
misi6n, la experiencia de Valdocco sigue siendo
criterio permanente de discernimiento y renova-
ci6n de toda actividad y obra.
Tal criterio exige partir, ante todo, de la
condicion juvenil de los muchachos mas necesi-
tados y de los ambientes populares («jopcion
preferencial por los pobres!») con la preocupa-
cion centra! de dar una formacion cristiana (pa-
rroquia que evangeliza), y simultaneamente de
ofrecer una acogida familiar (casa), promocion
humana (escuela) y convivencia cultura! y depor-
tiva en atmosfera de alegda (patio). Es un modo
de hacer que distingue a nuestro carisma.
Nos ofrece un programa de revision y creati-
vidad pastora! segun los niveles de cultura y de
fe en que se halla la juventud.

2.8 Page 18

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ACTAS DEL CONSEJO GENERAL N. 0 326
16
En el nivel mas elevado nunca debe faltar una
propuesta precisa de espiritualidad juvenil, que
garantice entre los j6venes la existencia de un
grupo que sea fermento valido de evangelizaci6n
entre sus compafieros («movimiento juvenil sa-
lesiano»). Don Bosco supo crear una vivencia
pedagogica de santidad juvenil, y demostr6 me-
todologicamente la validez de objetivo tan alto
con resultados admirables. Debemos estar con-
vencidos de elio y ser promotores actualizados
de esta sabidurfa pastora!, sin dejarnos seducir
por modas secularistas o populistas, que a veces
querdan, por desgracia, ahogar nuestro carisma
en proyectos de sabor horizontal o de corrien-
tes mas bien sociopoHticas.
c) Cultivo de las vocaciones
En el capftulo sobre los destinatarios de
nuestra misi6n, el articulo 28 de las Constitu-
ciones nos recuerda que hay muchos j6venes ricos
en recursos espirituales y con gérmenes de voca-
ci6n apostolica. Significa, en concreto, que de-
bemos saber colocar nuestras presencias también
en ambientes sociales de sensibilidad cristiana y,
ademas, lanzar iniciativas espedficas de asocia-
cionismo, de modo que sea verdaderamente -po-
sible ayudar a no pocos j6venes a descubrir, aco-
ger y madurar el don de la vocaci6n seglar, con-
sagrada o sacerdotal, para bien de toda la I glesia
y de la f amilia salesiana.
Me parece oportuno, al respecto, insistir en
dos indicaciones explkitas de las Constituciones
que involucran objetivamente a quien ha reno-
vado su profesi6n salesiana con voluntad sincera
de ser fiel.
La primera es que uno de los fines esfedficos
en que la Congregaci6n quiere ser fie a Don

2.9 Page 19

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17
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
23. Const. 6.
24. Cfr. Const. 58;
25. Const. 37.
26. Const. 16.
27. Const. 57.
28. Cfr. El director sale-
siano, Ed. CCS Ma-
drid 1987, nums'. 122-
124.
Bosco es el cuidado especial de las vocaciones
apost6licas 23.
La segunda es la responsabilidad de la comu-
nidad inspectorial -y, por tanto, de cada casa-
de coordinar y revisar el trabajo apostolico, fa-
vorecer la colaboracion y animar la pastoral vo-
cacional 24
Las Constituciones nos aseguran que es una
obra de colaboraci6n al pian de Dios, corona-
miento de nuestra labor educativo-pastora!, [que
debe sostenerse mediante Jla oraci6n y el contacto
persona!, sobre todo en la direcci6n espiritual 25•
Queridos hermanos, en algunos lugares hay
que lamentar entre los socios presbfteros una
mengua de su valiosa prestacion en el servicio
ministerial del sacramento de la Reconciliacion,
al que Don Bosco se dedicaba infatigablemente
y al que atribufa extraordinaria importancia pe-
dagogico-pastoral, especialmente para madurar
la vocacion.
Por otra parte, nuestras comunidades debe-
dan dar testimonio de un clima de convivencia
gozosa y de intenso trabajo, de forma que sus-
cite en los j6venes el deseo de conocer y seguir la
vocaci6n salesiana 26, y que cada casa sea fermen-
to de nuevas vocaciones, a ejemplo de la primera
comunidad de V aldocco 27•
T odo hermano debe sentirse comprometido
en esta delicada e indispensable labor, comen-
zando por la oracion y llegando a una propuesta
expHcita, pedagogicamente adecuada.
Cada director tiene aqu1 una responsabilidad
peculiar e irremplazable: No puede llamarse ver-
dadero hijo de Don Bosco si ... no se esfuerza al
maximo por suscitar el mayor numero posible de
vocaciones en la parcela que le ha confiado la
Providencia 28•

2.10 Page 20

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ACTAS DEL CONSEJO GENERAL N.0 326
18
d) / mplicaciones de seglares
Por ultimo, el artfculo 5 de las Constitucio-
nes nos obliga a promover diligentemente la
familia salesiana. Entre los grupos que la inte-
gran, las asociaciones de cooperadores y de an-
tiguos alumnos estan formadas, sobre todo, por
seglares.
De ellas tenemos, por voluntad del Fundador,
una responsabilidad particular: mantener la uni-
dad de espfritu y estimular el dialogo y la colabo-
raci6n fraterna, para un enriquecimiento recipro-
co y una mayor fecundidad apostolica.
Las Constituciones dicen, cuando se refieren
al consejero de familia salesiana, que orienta y
asiste a las inspectorfas, para que en su territorio
se desarrollen, segun los respectivos estatutos, las
asociaciones de cooperadores salesianos y el mo-
vimiento de antiguos alumnos salesianos 29•
Sì queremos vivir de forma piena nuestra pro-
fesi6n cumpliendo el ardculo 5 de las Constitu-
ciones, debemos abrir mucho mas nuestros ho-
rizontes al laicado. Es exigencia clara del conci-
lio ecuménico Vaticano II y directriz pastora!
muy concreta del ultimo Smodo episcoP,al. Es-
tamos aguardando la exhortaci6n apostolica del
Santo Padre, para iluminar todav1a mejor tal
quehacer. Por mi parte, ya he insistido varias
veces en el tema, recordando el pensamiento y
ejemplo de Don Bosco 30: es urgente mayor
conciencia de «observancia dinamica» en este
punto y dedicaci6n mucho mas concreta en el
nivei inspectorial y en el ambito de cada comu-
nidad locai. La falta de crecimiento en este
campo puede ser metro para valorar la eventual
carencia de fidelidad a Don Bosco.
No es labor facil, ni s6lo de organizaci6n;
implica espfritu salesiano auténtico y tenaz celo
29. Const. 137.
30. Cfr. ACG nums. 317,
318, 321.

3 Pages 21-30

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3.1 Page 21

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19
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
31. Reglam. 36, 38, 39.
32. Cfr. L 'Ispettore sale-
nano, Ed. SDB, Ro-
ma 1987, nums. 342-
344; El director sale-
siano, Ed. CCS, Ma-
drid 1987, nums . 142-
144 .
eclesial, animado por el «da mihi animas».
Aqu1 querrfa insistir ardientemente a los ins-
pectores en la urgencia de designar delegados
verdaderamente validos, y a los directores, en la
indispensabilidad de este trabajo en sus comu-
nidades. La vida de tales asociaciones y su cre-
cimiento se arraiga, sobre todo, en los centros
locales, donde es posible intensificar el espfritu
y promover la acci6n.
Sera util que los inspectores y directores me-
diten, con voluntad seria de cumplirlas, las indi-
caciones de nuestros Reglamentos generales 31
sobre cooperadores y antiguos alumnos, y que
lean también con atenci6n lo que sobre esto di-
cen los recientes manuales de gobierno: del ins-
pector y del director salesiano 32•
Como veis, queridos hermanos, la fidelidad
prometida el 14 de mayo tiene exigencias muy
concretas de profundidad y creatividad, que
lanzan la observancia de nuestro proyecto sale-
siano de vida a una orbita que hay que recorrer
con la velocidad seiialada por el Espfritu en la
Iglesia y con inventiva siempre fresca.
Los cuatro aspectos que hemos comentado
brevemente son prueba estimulante. La Con-
gregaci6n tanto mas elevara su nivel de profun-
didad espiritual cuanto mas se aplique a vivir la
centralidad de Cristo, el criterio oratoriano, el
cuidado de las vocaciones y la implicaci6n de
seglares.
Siempre en manos de Maria Auxiliadora
El ano centenario de Don Bosco (con su
inolvidable renovaci6n de la profesi6n religiosa)
ha coincidido basta ahora con el mariano ex-

3.2 Page 22

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ACTAS DEL CONSEJO GENERAL N. 0 326
20
traordinario, proclamado por el Santo Padre a
fin de preparar el dos mil.
Recordando el filial acto de abandono reali-
zado por toda la Congregaci6n el 14 de enero
de 1984 al comenzar el ultimo capftulo genera!,
que nos dio el texto definitivo de las Constitu-
ciones y los Reglamentos, creemos que cuanto
hizo Maria por Don Bosco al comienzo de
nuestro carisma, lo ha hecho también por nos-
otros durante el laborioso periodo de renova-
ci6n conciliar y seguira haciéndolo en el camino
hacia el afio dos mil y, después, a lo largo del
tercer milenio. Lo proclaman explicitamente las
Constituciones en el ardculo 8, refiriéndose tan-
to a los origenes corno a los tiempos nuevos.
La entrega a Maria Auxiliadora hay que cul-
tivarla en la conciencia de cada hermano, y me-
ditarla y renovarla a menudo, cual esdmulo es-
piritual y de eficacia concreta para la vitalidad y
el vigor de nuestra consagraci6n, pues Marfa
nos va introduciendo maternamente en el Esp1-
ritu y nos ayuda a adquirir una conciencia cada
vez mas precisa de que para nosotros el vivir es
Cristo. Maria es la testigo mas fulgida y la ayu-
da mas concreta '/ envolvente de la presencia vi-
vificante del Espiritu Santo y de los consiguien-
tes v1nculos profundos y vitales con el Sefior.
N adie puede manifestarnos mas objetivamente
la acci6n del Para.dito que incorpora a los cre-
yentes en la vida resucitada del Hijo; nadie
corno Ella nos encamina con mayor concreci6n
y bondad a olvidamos de nosotros rnismos y a
vivir de él para hacernos querer.
Maria proclama magnfficamente en s1 misma
el salto de calidad de la encarnaci6n y reden-
ci6n, que une definitivamente trascendencia del
misterio y vida cotidiana, coherencia de la eter-
nidad y devenir del tiempo, vida de resurrecci6n

3.3 Page 23

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21
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
y vicisitudes del yo monal hasta hacerle alcan-
zar la 1ntima «transpersonalizaci6n» por la que
se reviste de Cristo y vive de él. Marfa mostro
los misteriosos valores de este salto de calidad
con una actitud de fe tan sublime que la defi-
nimos: «la que crey6». Su fe se centro, por obra
del Espfritu Santo, en Cristo, concebido y des-
arrollado en ella, crecido y madurado con ella,
implicandola cada vez mas explkitamente en su
misi6n hasta la plenitud del Calvario, cuando
por testamento se convirti6 en madre de la hu-
manidad.
Si a san Pablo le hada exclamar la fe: para mf
el v ivir es Cristo, con mayor raz6n el coraz6n
creyente de Marfa debfa de sugerirle: viv o yo,
pero no soy yo: es Cristo quien vive en mf; mien-
tras vivo en esta carne, vivo de la fe en el H ijo
de Dios [que es también hijo mfoJ
Ademas, Marfa, asunta al cielo, vive peren-
nemente con Cristo vuelta hacia la historia, in-
tercediendo ininterrumpidamente con solicitud
materna. En su calidad de «Auxiliadora Madre
de la Iglesia», esparce por los siglos los inagota-
bles frutos del salto de calidad comenzado en su
seno cuando concibi6 al Verbo y llevado a ple-
nitud en la victoria pascual. Mada, pues, conti-
nua engendrando a lo largo de la historia a
Cristo en el coraz6n de todo creyente, a fin de
que su yo pueda cristificarse, ser signo y porta-
dor del amor divino y constituir, en comuni6n
con los demas creyentes, el «sacramento univer-
sal de salvaci6n» que es la Iglesia peregrina entre
los pueblos.
La conciencia diaria de nuestra entrega a Ma-
da Auxiliadora nos asegura la ayuda de una
madre, las sugerencias de una maestra, las indi-
caciones seguras de una gufa y las caractedsticas
genuinas de la identidad y fidelidad salesiana,

3.4 Page 24

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ACTAS DEL CONSEJO GENERAL N.0 326
22
inspira las respuestas oportunas a los desaHos y
da vigor a los recursos de nuestra inventiva pas-
tora! con miras a la exigente misi6n juvenil y
popular. La entrega a Mada Auxiliadora debeda
acompaiiar a diario la perspectiva de futuro de
nuestra profesi6n.
Meditemos, en actitud orante, cuanto nos re-
cuerdan las Constituciones: La Virgen Maria
indico a Don Bosco su campo de acci6n entre los
j6venes, y lo gui6 y sostuv o constantemente, sobre
todo en la fundaci6n de nuestra Sociedad. Cree-
mos que Maria festaJentre nosotros y continua su
misi6n de Madre de la Iglesia y Auxiliadora de
los Cristianos 33•
33. Const. 8.
Centenario, fuente de bendiciones
Demos, a modo de conclusi6n, una mirada a
los cuatro primeros meses del aiio de gracia que
vivimos haciendo memoria profética de Don
Bosco. Estamos comprobando, agradecidos, ver-
dadera predilecci6n del Seiior.
El aguinaldo de la pedagogfa de la bondad ha
tenido -podemos decir-, corno comentario
magistral, nada menos que la magnifica carta del
Papa «luvenum patris», que lanza a toda la Igle-
sia el mensaje de la santidad pedagogica de Don
Bosco.
Los templos designados para nuestro jubileo
reciben cada vez a mas peregrinos (particular-
mente j6venes), sobre todo y de forma extraor-
dinariamente creciente, Valdocco y los Becchi.
La renovaci6n de la profesi6n religiosa y di-
versas tandas especiales de ejercicios espirituales
han sido expresi6n intensa de profundidad espi-
ritual.

3.5 Page 25

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23
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
Las numerosas celebraciones en la periferia y
en el centro (aquellas en que he participado per-
sonalmente y las que han llegado a mi conoci-
miento) superan con mucho toda expectativa y
estan sirviendo para dar a conocer a Don Bosco,
seguir sus ensefianzas y relanzar el espfritu y la-
boriosidad de los grupos que constituyen la fa-
milia salesiana.
Las publicaciones aparecidas hasta ahora enri-
quecen cualitativamente el patrimonio de nues-
tra literatura hist6rica, pedagogica y espiritual.
El «movimiento juvenil salesiano» ha crecido
en conciencia de identidad y en entusiasmo, y se
prepara con verdadero interés a la «Confronta-
ci6n Don Bosco '88».
En muchas di6cesis de los distintos continen-
tes ha habido iniciativas de estudio, de oraci6n
y de proyecci6n de la pastora! juvenil inspiran-
dose en Don Bosco.
En el ambito civil, se han realizado, en varios
pa1ses, actos de gran significado social y de re-
cuerdo agradecido (celebraciones, reuniones de
estudio, monumentos, sellos postales, monedas,
medallas, himnos y recitales de musica, espec-
taculos de prestidigitaci6n y manifestaciones ar-
dsticas de diverso caracter) que han puesto de
relieve diferentes aspectos de la figura verdade-
ramente poliédrica de nuestro Padre. En Méxi-
co escuché, cantado por multitudes, este her-
moso estribillo: «Un coraz6n tan grande/ corno
las arenas del mar; / aunque han pasado cien
afios, / no ha dejado de amar.»
Y todavfa estamos aguardando no pocos
acontecimientos, portadores de gracia.
Lo que mas emociona es el ahondarniento en
la espiritualidad de Don Bosco, el interés cada
vez mas amplio por su pedagogia y, sobre todo,
la explosi6n de simpada y amistad hacia él por

3.6 Page 26

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ACTAS DEL CONSEJO GENERAL N.0 326
24
parte de un numero incalèulable de j6venes de
todos los pueblos.
De verdad, el centenario nos hace ver de mil
modos la actualidad y la necesidad urgente del
carisma de Don Bosco en el mundo y en la Igle-
sia. A nosotros nos corresponde renovar nuestra
fidelidad y nuestro espfritu de iniciativa con
humilde e inteligente actitud filial: El Seri.or
-dicen las Constituciones- nos ha dado a
Don Bosco corno padre y maestro.· Lo estudiamos
e imitamos admirando en él una espléndida ar-
monia entre naturaleza y gracia ... Ambos aspec-
tos se f usionaron en un proyecto de vida f uerte-
mente unitario: el servicio a los j6venes. Lo reali-
z6 con firmeza y constancia, entre obstdculos y
fatigas, con la sensibilidad de un coraz6n genero-
so 34.
La caractedstica mas singular de su coraz6n
generoso es la santidad pastora!, por la que su-
po «hacerse querer>> de forma extraordinaria.
Al contemplar la hermosa cruz del Buen Pas-
tor, s1mbolo de nuestra consagraci6n apostolica,
escuchemos diariamente la exhortaci6n de Don
Bosco: procura hacerte querer, cual orientaci6n
autorizada de vida persona! y comunitaria.
34. Const. 21.
Os saludo cordialmente a cada uno de voso-
tros, y os aseguro un recuerdo diario en la
Eucarisda. jQue Don Bosco interceda!
Afmo.
EGIDIO VIGAN6
Rector M ayor

3.7 Page 27

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