Presentación de la Región Interamérica


Presentación de la Región Interamérica



  1. CARTA DEL RECTOR MAYOR


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VOSOTROS QUE BUSCÁIS AL SEÑOR,

REPARAD EN LA PEÑA DE DONDE FUISTEIS TALLADOS” (Is 51,1)




INTRODUCCIÓN. 1. ESTRUCTURA E HISTORIA DE LA REGIÓN. Zona Andina. Ecuador - Colombia: Inspectorías de Bogotá y de Medellín – Perú – Bolivia. - Zona Mesoamericana. Inspectorías de México-México y de Guadalajara (MEM – MEG) – Venezuela – Centroamérica – Antillas – Haití. - Zona Norteamericana. Estados Unidos: Inspectorías de San Francisco y de New Rochelle (SUO – SUE) – Canadá. 2. LA REALIDAD SOCIOCULTURAL. 3. LA PRESENCIA SALESIANA. 3.1 La vida de las comunidades. – 3.2 La Formación. – 3.3 La Pastoral Juvenil. Las obras salesianas. Las escuelas – Las Parroquias – Los Oratorios y los Centros Juveniles. – La orientación para el trabajo – La atención a los jóvenes en situación de peligro – Obras de Promoción Social – Cuidado de los emigrantes – Las Universidades. Procesos pastorales. Asociacionismo Juvenil. El Movimiento Juvenil Salesiano – Pastoral Vocacional. Voluntariado – Formación de los seglares. - 3.4 La Familia Salesiana – 3.5 La Comunicación Social – 3.6 Las Misiones y la animación misionera. 4. DESAFÍOS Y PERSPECTIVAS DE FUTURO. 4.1 Testimoniar la primacía de Dios entre los jóvenes en el mundo de hoy – 4.2 Regenerar a Don Bosco y su pasión del “Da mihi animas” – 4.3 Redefinir nuestras presencias en la Región, estimulados por la opción por nuestros destinatarios preferenciales – 4.4 Crecer en sinergia, poniendo juntos esfuerzos, medios y compromisos para realizar experiencias en colaboración. - CONCLUSIÓN.


Roma, 1 de marzo de 2006



Queridísimos Hermanos:


Os escribo al término de un mes intenso, rico en visitas y encuentros con Hermanos. En un primer tiempo he estado en Sri Lanka para la celebración del 50º aniversario de la presencia salesiana. De allí pasé a la India, a Thanjavur, donde he presidido la conclusión de las celebraciones por el Centenario de la llegada de los primeros Salesianos. Sucesivamente he visitado, aunque muy rápidamente, las Inspectorías de Madrás (Chennai), Tiruchy, Bangalore y Hyderabad y, luego, fui a China, también aquí para celebrar los cien años de presencia salesiana: un sueño misionero de Don Bosco que sigue esperando su plena realización. Finalmente, marché a Johannesburgo en Sudáfrica para la “Visita de Conjunto” de la Región África-Madagascar.


Son inmensas las impresiones recibidas y, si bien todas tan hermosas y entusiasmantes, son muy diversas. Tal vez en otra ocasión podré hablaros de ellas más ampliamente. Por ahora es suficiente decirsos que debemos estar agradecidos al Señor que nos quiere tanto y nos bendice copiosamente. A nadie se le escapa el hecho de que el futuro de la Congregación, por lo que se refiere a las vocaciones, se encuentra en Asia y en África. Nuestra responsabilidad es inculturar fielmente el carisma de Don Bosco, que se traduce en la expansión de su obra, en la fecundidad vocacional, en el crecimiento de la Familia Salesiana, en la calidad de la misión educativo-pastoral y, sobre todo, en nuestra santidad.


Continuando con la presentación de las Regiones, esta vez quiero hablaros de la “Interamérica”, a la cual me siento particularmente unido por el hecho de ser la Región que comprende el país de mi origen vocacional y también por el particular encargo de Consejero Regional que me fue confiado en el sexenio precedente. No conozco ninguna Región tan bien como ésta: recuerdo todas las casas y los Hermanos. A ellos mi más cordial saludo, expresando con el afecto también mi deseo más grande: el de verlos totalmente comprometidos en vivir su vocación salesiana con alegría, con generosidad y fidelidad. En este contexto, me viene a la mente el texto del profeta Isaías que, escribiendo al pueblo de Israel en el destierro, le recuerda su elección y lo invita a orientarse plenamente a Dios contemplando la solidez de sus orígenes: “buscad al Señor...” (Is 51,1). Con un par de imágenes elocuentes, el profeta hace una llamada apremiante a renovar la confianza en Dios y a imitar fielmente a aquellos que nos han engendrado en la Fe y en el Espíritu: “... reparad en la peña de donde fuisteis tallados, y en la cavidad del pozo de donde fuisteis excavados” (Is 51,1). Es un texto precioso, cargado de propuestas y estimulante. Con estas palabras sintetizo cuanto Don Bosco querría hoy de los Salesianos de esta Región.



1 INTRODUCCIÓN

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