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PRIMER PROYECTO PATAGONICO DE DON BOSCO
Jesús Borrego
Lo vivió durante casi todo el año 1876, apenas anclados sus salesianos en
Buenos Aires y San Nicolás de los Arroyos. Han comenzado a trabajar con un
sector de sus destinatarios, — los numerosos emigrantes italianos que « viven
diseminados en aquellas ciudades y (...) en medio de las mismas campiñas (...)
alejados de las escuelas y de las iglesias » —,1 pero « el celo de don Bosco (...)
poco a poco sabrá encontrar el camino » — sugiere la prensa — para aden-
trarse « entre las tribus salvajes »2 de la Pampa y de la Patagonia, « vastísimas
regiones que ignoran el cristianismo y todo principio de civilización »,3 y cons-
tituyen « la meta principal de nuestras solicitudes »,4 el « objetivo prioritario
de la misión salesiana ».5
Desde los albores de 1876 don Bosco comienza a intuir la imposibilidad
de atender con « un solo proyecto » de penetración en la Pampa y la Pata-
gonia 6 al doble objetivo, y ya en abril, habla de « tener en marcha una serie
de proyectos que parecen sueños o cosas de loco a los ojos del mundo ».7 Entre
ellos, sin duda, se cuenta el proyecto patagónico — establecer una colonia ita-
liana en una zona comprendida entre el río Negro y el estrecho de Magallanes —,
1 Memorie Biografiche di Don (del Beato... di San) Giovanni Bosco [MB], 19 vol.
(= da 1 a 9: G.B. Lemoyne; 10: A. Amadei; da 11 a 19: E. Ceria). Torino, SEI 1930.
Vol. 11, 385. Son palabras de la plática de despedida a la primera expedición misionera,
compuesta por diez salesianos. Cfr. nota 9.
2 Esto lo escribían apenas zarpados del puerto de Genova y apenas arribados a Bue-
nos Aires: Partenza dei Missionari Salesiani per la Repubblica Argentina, en el diario turinés
«L'Unità Cattolica», n. 266 (16.11.1875) 1062; y venía reproducido con el título Los sa-
cerdotes recién llegados, en el diario bonaerense « El Católico Argentino », año II, n. 74
(25.12.1875) 413. Además en ASC 131.21 carta de don Bosco al presidente de la Obra de
la Propagación de la Fe, 28.11.1875; Epistolario di san Giovanni Bosco [E], preparado por
Eugenio CERIA. Torino, SEI 1958, vol. 3, 7: Circolare ai Salesiani, 12.1.1876.
3 MB 11, 386.
4 Giulio BARBERIS, La Repubblica Argentina e la Patagonia. Lettere dei Missionari
Salesiani, en « Letture Cattoliche », nn. 291-292 (marzo-aprile 1877) 44.
5 E 3, 34 Súplica de don Bosco a Pio IX en favor de don Pedro Ceccarelli, párroco de
San Nicolás de los Arroyos, 9.4.1876.
6 Cfr. nota 11. ASC 110 (I-Quaderno 3°) Cronichetta-Barberis, p. 66, don Bosco le con-
fiesa: « 7.1.1876 - Credo anche che non dovrà essere un solo progetto quel che facevamo
di inoltrarci poi, là in America, nella Patagonia e nella Pampa, e chi sa che non si abbia
a riuscire bene ».
7 E 3, 52 carta a don Cagliero, 27.4.1876.

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Jesús Borrego
proyecto que apuntaba al « doble deseo de facilitar la evangelización de los
indios y de ayudar eficazmente a los emigrados italianos, entonces abando-
nados a si mismos ».8
Nos lo presenta su biógrafo: « Se ha valuado erróneamente el proyecto,
concebido de improviso por don Bosco y por él mismo dado a conocer poco
después de la primera expedición misionera.9 Acarició la idea de inducir al
Gobierno italiano a fundar en el sur de la Argentina una colonia, que depen-
diese en todo y para todo de la madre patria: sueño irrealizable pero exento
de móviles políticos. El no sospechaba que se tratase de un proyecto quimé-
rico, por retener que allá existían zonas ilimatadas no pertenecientes a ningún
Estado civil ».
Desde que leí esta página 111 en el volumen XII de las Memorias Bio-
gráficas de don Bosco se despertó en mi la curiosidad científica de investigar
a fondo las fuentes — sólo apuntadas aquí —, que lo habían inducido a exco-
gitar su primer proyecto patagónico, utópico en la realidad pero verosímil en
los presupuestos.
Las sugerencias, vertidas por el biógrafo, sirven de cómoda pauta a nues-
tro estudio.
I. LOS TEXTOS
1. « En efecto, creemos que habló dos veces de este asunto »
Don Giulio Barberis,10 con el que mantiene dichas conversaciones,11 las
relaciona con el próximo viaje de don Bosco a Roma, donde presentará el
proyecto, en doble memorándum, a Minghetti, jefe de Ministros del Reino
8 E 3, 44.
9 La primera expedición misionera salesiana — compuesta de los sacerdotes Juan
Cagliero, José Fagnano, Domingo Tomatis, Juan Bautista Baccino, Valentín Cassini; de los
coadjutores Bartolomé Molinari, Esteban Belmonte, Vicente Gioia, Bartolomé Scavini; y del
clérigo Juan Bautista Allavena —, tras la despedida solemne en basílica de Ma Auxiliadora
de Turin, zarpaba del puerto de Génova el 11 noviembre 1875. MB 11, 372-395.
10D. Giulio Barberis (1847-1927): maestro de novicios por 25 años, director del Ora-
torio primero y luego director espiritual de la Congregación, vivió gran parte de su vida
salesiana Junto a don Bosco, el cual reconoció que « don Barberis lo había comprendido muy
bien ». E. CERIA, Profili dei Capitolari Salesiani morti dall'anno 1865 al 1950 con sintesi
storica della Società Salesiana e cenni storici delle Regole. Colle Don Bosco (Asti), LDC 1951,
p. 305.
11Don Barberis vivió su primer quinquenio de maestro de novicios (1874-1879) junto
a don Bosco, en ciertos períodos, casi a conversación diaria con él. Recogió con avidez sus
palabras en un gran número de cronache y quaderni, que contienen riquísimas informaciones
de primera mano.

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
23
de Italia,12 y al cardenal Franchi, prefecto de Propaganda Fide. Ambas con-
versaciones, además, se basan en el presentimiento, apuntado por don Giovanni
Cagliero: El comisario para la Patagonia 13 deseaba que en las nuevas colonias,
distantes seis días de camino de Buenos Aires, los comisarios fueran acom-
pañados por misioneros católicos. « Usted prepare a estos nuevos apostóles
— apremia don Cagliero — y sus anhelos sobre la Patagonia se verán muy
pronto cumplidos ».14 No ha de extrañar, pues, que ante tales noticias hable
« de este asunto ».
« La primera vez, el 5 de febrero del 1876»
« Pare che poco dopo abbia a recarsi a Roma. A questo riguardo tra le
cose pare anche che stia maturando sul serio un progetto che a prima vista
par ridicolo, da presentare a Minghetti. Cioè di mandare una colonia da sta-
bilirsi nell'America Meridionale in Patagonia. Fabbricarvi un forte e andar
progredendo impossessandosi del paese, civilizzando quei selvaggi.15 Che si
potrebbe servire dei missionarii della Congregazione nostra per progredire in
questo. E' la prima volta que D. Bosco espresse questo (Sabato 5 dopo le
confess, a sera tarda). La Domenica essendo arrivate lettere di D. Cagliero 16
con grandi notizie, ripeté lo stesso progetto fortificandolo, accrescendolo, e
ponendolo sotto un aspetto proprio realizzabile. Anzi, disse, la prima cosa ch'io
faccia arrivato a Roma, si è di andare a trovar Minghetti ».17
12 Luego lo presentará [nota 21], no a Minghetti sino a Melegari, ministro de Asuntos
Exteriores.
13 Se trata de don Antonio Oneto, comisario del gobierno argentino para el Chubut,
pronto muy amigo de don Cagliero. Cfr. notas 263, 277.
14 ASC 126.2 carta de don Cagliero a don Bosco, 30-12.1875. Giovanni Cagliero (1838-
1926): director espiritual de la Congregación salesiana y de las Hijas de Ma Auxiliadora, al
partir para America (1875); primer Inspector de la América meridional (1877) y, ya consagrado
obispo (diciembre 1884), Vicario Apostólico de la Patagonia septentrional y central; cardenal-
obispo de Frascati (Túsculo).
15 Por lo que respecta al termino « salvaje », siempre usado por don Bosco, escribe
P. STELLA, Don Bosco nella storia della religiosità cattolica, vol. I. Roma, LAS 19792, p. 171:
« Selvaggi era parola magica, che suscitava l'interesse e la curiosità di chi amava appressarsi
quasi all'origine della natura umana, quale si era conservata fuori della civiltà (...). Selvaggi, che
ancora nel 1864, erano presentati dal Dizionario di cognizioni utili edito a Torino, come dalle
"larghe spalle, testa enorme, capelli neri e ruvidi, poca barba, fisionomia senza espressione,
e d'un'altezza di corpo di circa sei piedi [tre metri circa], cosicché son forse i più alti del
globo" ». E. CERIA, Epistolario... Ili, 95: « Selvaggi sotto la penna di Don Bosco è termino
comprensivo, indicando tutti gli abitatori del territorio patagónico, non più tutti Indi allo
stato selvaggio; il che spiega come si potesse sperare di trovar figli di Indi suscettivi di
essere preparati al sacerdozio ». También en MB 12, 223.
16 ASC 126.2 a don Bosco, 18 y 30.12.1875; ACS 9.126 a don Rua, 1.1.1876. Otras:
MB 11, 602-604.
17 ASC 110 (1-Quad. 4°) Cronichetta-Barberis, p. 46-47.

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Jesús Borrego
La segunda [vez habló] el 19 del mismo mes »
« Si parlò di varie cose, ma il discorso si portò specialmente sugli affari
d'America, essendosi in oggi ricevute varie lettere dei nostri missionari 18 (...).
Il Sg. D. Bosco aspettava il tempo propizio d'andare a Roma, e alludeva a varii
progetti da proporre a Minghetti, capo dei ministri del nostro regno d'Italia.
Del primo già dissi: consisterebbe nella colonizzazione di parte della Patagonia
da colonie Italiane, essendo tanto grande il numero di coloro che colà emi-
grano, ed il terreno primi occupantis ».19
2. Dos Memorandos
Y en su viaje a Roma 20 don Bosco llevaba ya, en cartera, el borrador
del proyecto patagónico, formulado en dos Memorandos que miraban al doble
objetivo, — emigrantes e indígenas —, con la idea de presentarlos, uno al jefe
de Ministros y el otro al prefecto de Propaganda.
Memorándum al ministro de Asuntos Exteriores
« Esta vez don Bosco en Roma se avecinó poco a los hombres del Gobierno
— anota el biógrafo —. Unicamente visitó a Melegari, ministro de Asuntos
Exteriores (...). Le recomendó sus misiones presentes y futuras ».21 « El ministro
— matiza don Lemoyne — tomó en seria consideración la súplica, hecha por
Don Bosco en favor de los Italianos de la América del Sur, y prometió llevar
el asunto al Consejo de Estado ».22 Vale la pena conocer en su integridad la
súplica, convertida en Memorándum:
18 ASC 110 (1-Quad. 4o) Cronichetta-Barberis, p. 79-80 dice: « 19.2.1876 - Questo sabato
arrivarono tante lettere dall'America; furono 5 plicchi ciascun dei quali contenevano varii
fogli. Lettere dell'Arciv. di Buenos Aires [a don Bosco, 15.1.1876 (ASC 126.2)], lettere del
suo Vicario generale [Antonio Espinosa, a don Bosco, 15.1.1876 (ASC 126.2)], di D. Cecca-
relli [a don Bosco, 25.12.1875 (ASC 126.2)], D. Cagliero [a don Bosco, 29.1.1876 (ASC
126.2)], D. Fagnano [a don Bosco, 3.1.1876 (ASC 126.2)], del Console [Gazzolo a don Bo-
sco, 15 y 20.1.1876 (MB 12, 620-623)]...».
19 ASC 110 (1-Quad. 4°) Cronichetta-Barberis, p. 82.
20 MB 12, capítulo VI. Estuvo en Roma del 5 de abril al 13 de mayo 1876.
21 Sin duda, el secretano del ministerio de Asuntos Experiores, Malvano, que aprecia
tanto a don Bosco [cfr. nota 183] le sugiere que acuda directamente a Melegari, ministro
de Asuntos Exteriores. MB 12, 189.
22 G.B. LEMOYNE, Documenti per scrivere la storia di D. Giovanni Bosco, dell'Oratorio
di S. Francesco di Sales e della Congregazione, vol. XVI, p. 290 (ASC 110). G. Battista
Lemoyne (1839-1916), sacerdote genovés, se integra en la naciente Congregación Salesiana
en 1864. Director del colegio de Lanzo Torinese (1865-1877), desde 1883 es secretario y
colaborador de don Bosco y, a la vez, secretario del Consejo General de la Congregación.

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
25
« Promemoria a S.E. il Ministro1 degli Esteri.
Se mai la E.V. giudicasse di fare esaminare la convenienza di una colonia
italiana nella Patagonia, mi fo licito di notare per sommi capi, quanto ho
avuto l'onore di esporre verbalmente. Si dovrebbe:
1° Non pensare ai Pampas, perché, essendo all'est e all'ovest confinanti
con governi stabiliti, si possono subito trovare delle rimostranze o delle oppo-
sizioni.
2° Nemmeno a ponente della Patagonia, perché la Repubblica del Chilì
leva pretese nella Rada dell'Oceano del Sud fino a Punta Arenas sullo stretto
di Magellano, dove havvi una piccola colonia di Europei con un governatore.
3° Si avrebbe un campo totalmente sicuro dal Rio Negro fino allo stretto
di Magellano. Cioè la costa della Patagonia verso l'Atlantico, dal grado 40 al
grado 50. Qui non vi è abitazione, né porto, né governo che abbia alcun diritto.
4° Sarebbe da preferirsi la rada che è circa al grado 45 23 come quella
che corrisponde alquanto al clima italiano.
5° Se il governo non urta colle suscettibilità della R. Argentina, non ha
niente a temere dalla parte dei selvaggi, che sono nell'interno del continente
e poi non si avventurano contro ai fucili ed ai canoni.
6° Al governo non tornerebbe forse grave spesa, e questa in breve sarebbe
compensata dai bestiami, dai legnami, dai frutti degli alberi e dalla fertilità
del suolo. Non dovrebbe essere una colonia di deportazione, ma invece rac-
coglierebbe la sterminata quantità di Italiani che presentemente conducono vita
stentata negli Stati del Chili, della R. Argentina, dell'Uruguay, del Paraguay
ecc. Io sono persuaso che alla notizia di una colonia dove avrebbero lingua,
costumi, governo italiano,24 costoro si raccoglierebbero colà assai volentieri, sia
per coltivare le campagne, sia per esercitare.
7° I Salesiani continuerebbero i loro studi sopra la pastorizia. I Patagoni,
assicurerebbero le scuole, aprirebbero ospizi, eserciterebbero culto religioso per
tutti gli abitanti della colonia, e colla massima cautela e prudenza si diffon-
derebbero nelle tribù dei selvaggi.
Forse questi miei pensieri non sono altro che un po' di poesia, ma
Vostra E. saprà darmi benigno compatimento ed apprezzare il mio buon volere
di giovare alla povertà umana. Umil.mo Servitore Sac. Gio. Bosco.
Roma, 16 aprile 1976 ».25
La dilatoria respuesta del ministro, 20 de agosto 1876, justifica la atinada
observación del biógrafo: « Recibió halagadoras promesas, pero a la hora de la
verdad ninguna ayuda ».26
23 « El golfo que se halla a la altura del paralelo 45 » corresponde al golfo San Jorge,
actual Comodoro Rivadavia. Raul ENTRAIGAS, Los salesianos en la Argentina. Buenos Aires,
Editorial Plus Ultra 1969, vol. II, p. 47.
24 En sentir de E. Ceria: « Vuol dire certamente amministrazione civile in mano ai
coloni italiani » E 3, 45.
25 ASC 131.01 don Bosco a Melegari; MB 12, 626-624; E 3, 44-45.
26 MB 12, 189.

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Jesús Borrego
Memorándum al prefecto de Propaganda Fide
Entre los asuntos, expuestos por don Bosco a Pio IX en sus tres audien-
cias, no fue el de menor importancia el de las misiones, sobre todo en el proyecto
patagónico,27 que él consideraba irrealizable de no contar con el beneplácito y
ayuda de Propaganda. De aquí su afán por lograr que las Pampas y Patagonia
fuesen « erigidas zonas de misión por la Santa Sede con un (...) vicario o prefecto
apostólico ».28
Por don Gioachino Berto,29 secretario y acompañante de don Bosco en el
viaje romano, conocemos bien la génesis del Memorándum. La tarde del 8 de
mayo [1876], hablando de la misión de la Patagonia con el card. Franchi, éste
les aseguró « que el Papa, por dos veces, le había rogado que insistiera a don
Bosco para que pusiese en práctica el proyecto (...). Le pedió lo redactara y luego
se discutiría ». Trabajaron en él durante dos días — (El Memorándum lleva la
fecha del 10 de mayo) —. Audiencia — puntualiza don Berto — «jueves 11
mayo a las 12 3/4 », que concluía con el augurio del Papa a los augurios de
don Bosco: « Fiat, fiat a fin de poder realizar nuestro proyecto ». Aquella tarde,
por expreso deseo de Pio IX, el card. Franchi recibía a don Bosco, quien le entre-
gaba el Memorándum.30 Transcribimos lo fundamental:
« Promemoria di un progetto per la promulgazione del Vangelo nella
Patagonia presentato a S. Eminenza Rev .ma il Cardinale Franchi, prefetto della
Congregazione di Propaganda Fide.
Eminenza Reverendissima,
Come figlio affezionato ed ubbidiente alla S. Sede, espongo alla E.V.
Rev.ma un progetto che in questi tempi parmi si possa effettuare a benefizio
di una vasta regione (...) nota sotto il nome di Pampas e Patagonia o terre
Magellaniche nell'America del sud (...). Trent'anni dopo Cristoforo Colombo, i
27 Lo recogido en esta página, lo expuso don Bosco, ya en Turin, en una conferencia
a los salesianos el 4.6.1876 [ASC 110 (1-Quad. 4o) Cronichetta-Barberis, p. 10-13] con errores
notorios: «(...) Io allora gli disse come si tentava di fare un circolo di collegi che dividesse la
Patagonia del resto dell'America; che inoltre era già in costruzione una casa presso i confini
dei Patagoni, e che molti selvaggi posti nel collegio di S. Nicolas avevano fatto richiesta
dello Stato Ecclesiastico, per poi andare a convertire i loro parenti, amici e fratelli... ». Tam-
bién, no todo, en MB 12, 221-223, 174-175.
28 ASC 131.21 carta al pres. de la Propagación de la Fe, de don Bosco, 28.11.1875.
29 Don Gioachino Berto (1847-1914). Todavía clérigo, don Bosco lo quiso ya su secre-
tario personal y por veinte años (1866-1886) permaneció junto al Fundador.
30 ASC 110 Cronaca-Berto, p. 44-45, 50-52: «(...) Il card. Franchi disse a D. Bosco che
il S. Padre di quella mattina [11 Maggio] stessa gli se aveva già parlato con D. Bosco ed
esaminato il Progetto, e gli diede l'appuntamento per la sera. D. Bosco, dopo pranzo, uscì
prima, ed io appena terminato il progetto m'affrettai di meterlo in bella, volai alla Propa-
ganda a portarglielo a D. Bosco, il quale lo consegnò al Card., dicendo che l'avrebbe presen-
tato alla Congregazione dei medesimi Cardenali per esaminarlo, e che venerdì ventuno
avrebbe già fatta la relazione al S. Padre ».

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
27
celebri viaggiatori Cabotto e Magellano ne fecero conoscere l'esistenza, ma non
ci poterono penetrare. Dopo di loro varii coraggiosi evangelici operai ne fecero
prova in diverse epoche e alcuni lavorano ancora presentemente, ma i loro
sforzi e i loro progressi furono momentanei. Il nome di Gesù risuonò fino al
grado 45, ma di nuovo quelli dovettero retrocedere a limitarsi agli attuali con-
fini della Repubblica Argentina e del Chilì (...). La geografia annovera quella
vastissima regione fra quelle, in cui né cristianesimo, né civiltà poté finora
penetrare, né alcuna autorità civile od ecclesiastica vi poté estendere la sua
influenza o il suo impero (...).
Alcuni anni addietro si trattarono col Cardinale Barnabò di gloriosa me-
moria alcuni progetti,31 che pure vennero esposti al S. Padre. Uno fra gli altri
parve preferibile (...) consisteva nello stabilire ricoveri, collegi, convitti e case di
educazione sui confini selvaggi. Iniziate relazioni coi figli tornerebbe facile
comunicare coi parenti e quindi poco a poco farsi strada in mezzo alle loro
selvagge tribù (...). Dopo due anni di trattative si conchiuse che dieci salesiani
colà si recassero per consacrarsi a quel nuovo genere di missioni, aprendo un
Ospizio a Buenos Ayres come luogo centrale, ed un Collegio a S. Nicolas (...).
[Describe ambas obras, anuncia nueva expedición, da cuenta de los gastos
tenidos...].
Ora si tratta di aprire altre case di educazione in siti più vicini alle tribù
selvaggi (...). E l'evangelizzazione tra selvaggi appartenendo alla Sacra Congre-
gazione di Propaganda Fide(...) all'E.V. che ne è degnissimo Prefetto (...) io
supplico (...):
1o A voler prendere questa missione in benevola considerazione (...).
2° Degnarsi venire in aiuto materiale alle scuole attivate in Torino pe'
missionari destinati alla Patagonia (...).
3° Di stabilire una Prefettura Apostolica la quale possa all'uopo esercitare
l'autorità ecclesiastica sopra dei Pampas e dei Patagoni, che per ora non appar-
tengono ad alcun Ordinario diocesano né ad alcun regime di governo civile.
Esposto così l'umile progetto, sottopongo tutto all'alta prudenza della
E.V.(...). Desidero solamente di impiegare gli ultimi giorni di mia vita per
questa missione che mi sembra della maggior gloria di Dio e di vantaggio alle
anime (...). Della E.V. Rev.ma Sac. Gio. Bosco
Roma, 10 Maggio 1876 ».32
Y en la primera ocasión que escribe a don Cagliero le envía « el proyecto (...)
que conviene — recomienda — conozca también don Fagnano ».33
31 G.B. LEMOYNE, Documenti... XIV, p. 143 aclara este encuentro: «Andando a Roma
narrai ogni cosa al card. Barnabò [entonces prefecto de Propaganda Fide], il quale trattò
come una fantasia da bambino simile progetto e specialmente la mia assersione esservi nel-
l'America del Sud popoli numerosi ancora da scoprire. Quindi non volle parlarne al Papa.
Allora D. Bosco stesso ne parlò a Pio IX il quale prese subitamente la cosa in serio e diede
incarico al card. Franchi di fare una relazione. Ma S.E. temporeggiava a farla, Pio IX insi-
stette e il Cardinale rispondeva: "Ma sono utopie di mente inferma!" — Allora Pio IX
comandò risolutamente e ricevuta quella relazione approvò e diede ogni licenza per quella
nuova missione ». Cfr. MB 14, 277, 624.
32 ASC 131.01 Memorándum de don Bosco al card. Franchi; E 3, 58-61; MB 12, 643-646.
33 E 3, 65 carta del 30.5.1876. Quería que conocieran el proyecto, tanto don Cagliero,

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28
Jesús Borrego
II. ERRORES
Sobre los pampas y patagones « no existe ni habitat, ni puerto,
ni gobierno que tenga derecho alguno » (...). «Por ahora no perte-
necen a ningún Ordinario diocesano ni a ningún régimen de gobierno
civil ».
« A tal error lo habían inducido — sugiere el biógrafo — autores italianos
mal informados, enciclopedias superficiales y cartas geográficas con señalizaciones
fantásticas ».34
Imposible dar un vistazo a los « dos mapas de la Patagonia y de la Amé-
rica Meridional »,35 que don Bosco, con don Barberis, consultaba a menudo,
pero sí se conocen atlas, manuales europeos y americanos, enciclopedias con-
temporáneas en las que inevitablemente el extremo sur de América se registraba
como Tierra desconocida, Tierra de salvajes o Tierra de nadie, Regiones inde-
pendientes.
1. Autores europeos
Tierra desconocida
Cuando don Bosco leyera a Mentelle subrayaría, en los pocos renglones
dedicados a Patagonia, que « el interior del país no es bien conocido ».36 O que-
daría sorprendido al recorrer con la mirada el « mapa n° X » de la Descripción
geográfica de Moussy 37 y cotejar que, en toda la parte contenida al sur del para-
lelo 34 y al oeste del pueblo de Carmen de Patagones, el geógrafo — a falta
de datos auténticos — se ha visto obligado a llenar los grandes cuadros vacíos,
formados por la intercesión de meridianos y paralelos, con indicaciones tan vagas
como las que dicen: Travesías, Pampas, Regiones inexploradas, Tierras incógnitas,
Indios, y, por último, Desiertos del Sur, que no son recorridos más que por los
que sería primer Vicario Apostólico de la Patagonia septentrional central, como don Fagnano,
futuro primer Prefecto Apostólico de la Patagonia meridional y Tierra del Fuego.
34 MB 12, 111; E 3, 45.
35 ASC 110 (1-Quad. 7°) Cronichetta-Barberis, p. 56; MB 12, 215.
36 E. MENTELLE, Geografia e Cronologia antica e moderna (in continuazione al Compen-
dio della Storia Universale del Sig. Conte di SEGUR, tomo CLIX), XII ed ultimo della Geo-
grafia e Cronologia. Milano, A.F. Stella e Figli 1827, p. 170.
37 Martin V. de MOUSSY, Description Géografique et Statístique de la Confédération
Argentina. Paris, Libr. F. Didot 1864. Obra en tres tomos y un atlas. Martín V. de Moussy
(1810-1869) nació y murió en Francia; graduado en medicina, llegó a Montevideo en 1841
y ejerció su profesión. Trasladándose a la Argentina en 1854, en seis años preparó su obra
geográfica mientras recorría el país con el apoyo del general Urquiza.

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
29
salvajes.38 Y es que, en opinión generalizada, el interior de la Pampa y de la
Patagonia permaneció prácticamente desconocido hasta el viaje [1869-1870] del
capitán inglés George Munsters por los toldos de los tehuelches — una galopada
de casi mil leguas desde el estrecho de Magallanes hasta Carmen de Patagones —,
cuyas impresiones recorrieron el mundo.39
El misionero salesiano Lino Carbajal, a quien se debe « la primera geo-
grafía seria y completa con amplia información sobre su régimen político y sus
manifestaciones culturales »,40 delinea los perfiles de la misteriosa « Tierra
adentro »41: « La Patagonia, hasta la expedición militar del general Julio Roca
[1879], se mantuvo en su máxima parte inexplorada, desconocida, envuelta
en las sombras del misterio (...). Pocas noticias, esporádicas, fragmentarias (...)
por cerca de 360 años, es decir hasta 1880 cuando se iniciaron las verdaderas
exploraciones de toda la Patagonia argentina, la menos conocida entonces y
hoy [1899] la más prometedora».42
Con razón, pues, don Bosco en 1883 informaba al card. Simeoni, entonces
Prefecto de Propaganda, que « la Patagonia Central aún no estaba suficiente-
mente explorada ».43
38 Cfr. Gabriel CARRASCO, LOS civilizadores de la Patagonia. Buenos Aires, Escuela
Tipográfica Salesiana 1902, p. 5-6. Lleva como subtítulo: « Impresiones del Dr. Gabriel
Carrasco, Director de la Oficina Demográfica Nacional, acerca de las Misiones Salesianas, de
vuelta de una gira de inspección en los Territorios del Sur ». También en MB 14, 616.
39 George CHAWORTH MUSTERS, At home with the Patagonians. London, Ed. John
Murray 1871. La 1a edición castellana, Vida entre los Patagones. Un año de excursiones por
tierras no frecuentadas desde el estrecho de Magallanes hasta el río Negro. Buenos Aires, Ed.
Biblioteca de la Universidad de La Plata 1911.
40 Juan BELZA, La expedición al desierto y el amanecer de las misiones salesianas pata-
gónicas, en La expedición al desierto y los salesianos 1879. Buenos Aires, Ediciones Don
Bosco 1979, p. 22.
41 « En tiempo de la Colonia se trazan las primeras líneas de defensa (...). Lo que queda
afuera de ese límite un tanto indefinido era el 'desierto' o 'tierra adentro', expresión exacta
que nos revela el temor y el misterio que dominaba a los colonizadores cuando contemplaban
aquella ilimitada llanura (...). Era la pampa (...). Entonces, la generalidad del pueblo y buena
parte de los gobernantes no pensaba en la última y definitiva línea-frontera política, con el so-
berano dominio de la Patagonia, desde Buenos Aires al Cabo de Hornos y desde los Andes al
Atlántico, sino en la defensa de la primera frontera, a pocas leguas de un reducido núcleo
de ciudades... » Roberto TAVELLA, Las Misiones Salesianas de la Pampa... Buenos Aires,
Talleres Gráficos Argentinos de LJ. Rosso y Cia 1924, p. 58-59.
42 Lino CARBAJAL, Missioni Salesiane - La Patagonia. Torino, SEI 1925, p. 27. Pero su
gran obra es: La Patagonia. Studi Generali (Prima Serie: Note Storiche - Tipografia - Etno-
grafia. Seconda Serie: Climatologia e Storia Naturale. Terza Serie: Economia. Quarta Serie:
Politica - Istruzione) —, 4 vol. S. Benigno Canavese, Scuola Tipografica Salesiana 1899-1900.
43 E 4, 226 carta del 20.7.1883.

1.10 Page 10

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30
Jesús Borrego
• " Tierra de nadie o Tierra de salvajes
Anota Barberis en su crónica: « Yo tenía a la mano dos mapas de la
Patagonia y de América Meridional y observamos muy bien la posición geográ-
fica (...), si había indicados países y no se halló ni siquiera uno»,44 porque
— según el parecer del conde de Segur — « en la extensa faja de tierra que
desde el grado 44 — por bien nueve grados completos — avanza hacia el
ecuador (...) y se confunde con la famosa llanura de los Pampas de Buenos-Ayres,
sólo existen tribus salvajes y vagabundas (...), de hecho, todas independientes ».45
Como confirmación basta examinar el mapa n° XI de la obra de Moussy,
que contiene la Patagonia desde Carmen de Patagones hasta el cabo de Hornos.
En toda esa inmensa extensión no hay más que dos puntos — Carmen de
Patagones en la desembocadura del río Negro y el pueblo de Punta Arenas
sobre el estrecho de Magallanes —, en los que se consigna la existencia de
población civilizada. Apenas si sobre el río Chubut, diseñado al capricho del
geógrafo, se otea la silueta de una proyectada colonia — la de los galeses —
entonces en formación.46
La Patagonia, considerada res nullius en mapas y textos de geografía,47
era presa primi possidentis durante casi todo el siglo XIX. El 22 de septiembre
de 1843 la corbeta francesa de guerra « Phaeton », dirigida por el capitán
Maissin, se presentaba en el estrecho de Magallanes con intenciones no muy
transparentes, aunque no se descartase la intención de tomar posesión del paso
austral, ya que estaba convencido — convicción corriente a todos los europeos
44 ASC 110 (1-Quad. 7o) Cronichetta-Barberis, p. 56, 17 mayo 1876. El biógrafo recuerda
« di aver visto noi stessi uno dei vecchi atlanti esaminato da Don Bosco, nel quale si leg-
gevano, nell'ultimo tratto dell'America Meridionale, le parole: Patagonum regio in qua incolae
sunt gigantes» [MB 10, 1273]. Ya se podían leer en un mapa de Sebastián MÜNSTER,
Cosmographia generalis, que también apareció en alemán como Cosmographia oder Beschrei-
bung aller Laender. Basilea 1541 [Espasa-Calpe, vol. 37, p. 292]. Cfr. Silvano PELLOSO,
Il mondo Nuovo e la Città del Sole: Brasilia dall'Utopia alla Storia, en « Relazioni e Comu-
nicazioni (...). Convegno di studi — ROMA-BRASILIA, tradizione e realtà delle due capitali
12-14 dicembre 1985 nel XXV Anniversario della inaugurazione di Brasilia », Comune di Roma
1985, voi. I, p. 11, 18 [mecanografiado].
45 C. di SEGUR, Storia dell'America (in continuazione del Compendio della Storia Uni-
versale antica e moderna, tomo XXXVII), XII della Storia d'America. Milano, Società Tipo-
grafica de' Classici Italiani (Fusi, Stella e Compagni) 1821, p. 54-55.
46 Cfr. notas 37 y 38.
47 Ricardo ROJAS, El profeta de la Pampa. Vida de Sarmiento. Buenos Aires, Editorial
Losada 19482, p. 356: « La Patagonia era considerada res nullius en mapas y textos de geo-
grafía. Sarmiento, patrióticamente sensible al error, protestó de él durante sus viajes (1864-
1868), hablando en Londres con el jefe de la Casa Harrow Smith, y en Estados Unidos
con Calton, poderosos fabricantes de material cartográfico: — ¿Por qué ponen separada la
Patagonia de la República Argentina?, le preguntó. — Porque así se pone. — ¿De quién es?
— No sabemos. — Deberían corregir ese error. — No se puede aclarar la tradición sin algún
acto auténtico y público dominio ».

2 Pages 11-20

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2.1 Page 11

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
31
de la época —, « que las tierras en cuestión seguían siendo res nullius y, por
tanto, sujetas a eventuales colonizaciones ».48
En 1860 el aventurero francés Orélie-Antoine de Tounens, por dos veces
en un bienio, se proclamaba rey de Araucania y Patagonia, ejerciendo por
algún tiempo su reinado bajo las mismas narices de Argentina y Chile.49 Todavía
en 1890 Teodoro Herzl ofrecía al mundo, en su proyecto Andinia, las tierras
patagónicas como « solución a la cuestión de un estado judío ».30 El 2 de octu-
bre de 1884 el Times de Londres, al referirse — en una información inci-
dental — al tratado de límites argentino-chileno de 1881, habla de la anexión
de la Patagonia y Tierra del Fuego practicada por ambos estados. Y hasta el
21 de julio de 1908 su Majestad Británica Eduardo VII « rubricaba cartas
patentes que incluían en sus dominios los territorios argentinos y chilenos al
sur del paralelo 50 de latitud sur, entre los meridianos 20 y 80 ».51
Italia, máxima contribuyente de inmigración, no vivía ajena a tales pre-
tensiones: Un congreso geográfico reunido en Roma hacia 1810 aconsejaba
a los Estados Italianos asumir estas tierras en protectorado,52 y en 1886 en
una sesión de la Sociedad Geográfica de Roma se llamaba «la atención (...)
sobre la facilidad de conquistar los pueblos del sur platense y convertirlos
en colonias italianas », afirmación similar a la vertida en un congreso de Ale-
mania.53 Lo deducían de las informaciones aportadas por viajeros ingleses o por
la expedición italiana de la corbeta Magenta, — que al mando del capitán
Armijón había recorrido esas costas en 1866 —54 o por los recientes [1833]
48 Guillermo MÍMICA, El estatuto jurídico del Estrecho de Magallanes. Evolución
histórica, en « Actas del Primer Congreso de Historia de Magallanes » [celebrado en Punta
Arenas el 25 y 26 de mayo 1983]. Punta Arenas, Instituto de la Patagonia 1983, p. 177.
49 Armando BRAU MENENDEZ, Pequeña Historia Patagónica. Buenos Aires, EMECE Edi-
torial 1945 (El Reino de Araucania y Patagonia); Charles de TUNENS, Orélie-Antoine 1er roi
d'Araucania et de Patagonie: son avènement au trône et sa captivitè au Chili. Paris 1863.
50 Teodoro HERZL, L'état juif. Essai d'une solution de la question juive. Paris 1890.
Lo recoge el biógrafo de don Bosco: « T. Herzl nel suo celebre libro L'Etat juif... giudicava
non anattuabile il disegno di ottenere dalle grandi Potenze per gli Ebrei 'la souveraineté
d'un morceau de la surface terrestre en rapport avec leurs légitimes besoins des peuple' in
Palestina o iteli'Argentina (Cit. Etudes, 5 agosto 1930, p. 328). MB 12, 111-112.
51 Archivo General de la Nación, Buenos Aires - Ministerio del Interior (Biblioteca
Nacional, legajo 166. Colección Frías).
52 Arch. Gen. Nac. Buenos Aires - Ministerio del Interior, 1886. Exp. 1777.
53 Todo este punto tomado de Juan BELZA, Sueños Patagónicos. Buenos Aires, Instituto
de Investigación Histórica Tierra del Fuego 1982, p. 26-29. Concluye: « Y no fueron éstas,
fechas topes. Aún hoy bailotean, aunque con apariencias distintas, proyectos semejantes en
congresos y oficinas internacionales ». Cfr. Diego L. MOLINARI, La primera Unión del Sur.
Buenos Aires, Editorial Devenir 1961; Ernesto J. FITTE, La disputa con Gran Bretaña por
las islas del Atlántico Sur. Buenos Aires - Barcelona, EMECE Editora 1969.
54 Enrico HILLYER GIGLIOTI, Viaggio intorno al globo della reale pirocorvetta italiana
Magenta negli anni 1865 - 6 6 - 6 7 - 6 8 sotto il comando del capitano di fragata V.F. Arminjon.
Milano 1875.

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32
Jesús Borrego
viajes de Bove.55
Los informes de la corbeta Magenta, publicados en 1875, pudieron ayudar
a don Bosco a diseñar su proyecto de establecer « una colonia Italiana en la
costa atlántica de la Patagonia, entre el grado 40 y 50, donde no existe (...)
gobierno que posea derecho alguno ».56 Como años más tarde, ante « aquellas
extensiones ilimitadas y sin habitantes », Santiago Bove concibió un proyecto
similar, « pero no encontró en Italia los capitales necesarios ».57
Patagonia, país independiente
Adriano Balbi, autor por el que don Bosco muestra especial predilec-
ción, afirma sin ambages: « La Patagonia, que en los límites fijados por las
mejores y más recientes cartas geográficas ofrece una región física de las más
variadas del globo, es aún una tierra, de hecho, del todo independiente ».58
Y resulta casi evidente que, cuando don Bosco envía a sus salesianos a la
Argentina, lo hace convencido de enviarlos a un país vecino a la Patagonia.
Tan es así que don Barberis — que en este caso es decir don Bosco — ve la
Patagonia como « una vastísima y desconocida región de la América del Sur
limítrofe de la República Argentina ».59 De aquí su preocupación por fundar
55 Bove, que acababa de publicar en Roma el 27 de mayo 1884 un folleto de 84 páginas
titulado Viaggio alla Terra del Fuoco, visitó a don Bosco en Sampierdarena, manteniendo
con él una larga conversación « delle parti più meridionali dell'America (...) ma (...), non avendo
passato il capo di Magellano per mancanza di mezzi e perché costretto da diversi affari a
tornar indietro, non gli poté fornire alcun schiarimento ». MB 17, 644.
56 E 3, 44 Memorándum a Melegari.
57 MB 17, 454.
58 Adriano BALBI, Compendio di Geografia compilato su di un nuovo disegno conforme
agli ultimi trattati di pace e alle più recenti scoperte. Torino, G. Pomba e Comp. 18402,
vol. I - Introd. p. XCVII, cuyo pensamiento completo es: «(...) sopra la quale parecchi na-
zioni contendono a torto agli Spagnuoli il diritto di alto dominio. Queste considerazioni ci
recarono a porne la descrizione [della Patagonia] nel capitolo dell’America Indigena Indi-
pendente, alla quale, per nostro avviso, dovrebbe aggiungersi tutta la parte del Chili che
stendesi a ostro del Biobio. Di fatto, al di là da questo fiume, i Chiliani non possegono
che Valdivia, ed alcuni stabilimenti isolati: la più parte delle città ch'essi fondarono un
tempo, furono distrutte dagli Araucani che scacciarono dal loro territorio quegli incomodi
vicini; e benché i nostri geografi anche più scrupolosi continuino a rappresentare sopra le
carte e a descrivere nei loro libri Villarica ed altre città, la loro esistenza è però immagi-
naria; esse devono sparire della geografia presente, per esser comprese nel solo dominio
della storia della gografia ».
59 G. BARBERIS, La Repubblica Argentina e la Patagonia..., p. 44. El mismo don Barberis,
veinticinco años después, en el material recogido para la causa de beatificación de don Bosco,
— hablando del deseo de éste « di aprire Sacre Missioni in lontani paesi (...). Il Servo di Dio
cosiderando che alla detta Repubblica [Argentina] appartenevano anche le vastissime regioni
chiamate le Pampas e la Patagonia, abitate e percorse da innumerevoli tribù ancor pagane
e rozze... » — usa un lenguaje diverso y correcto. ASC 110 Cronicbetta-Barberis, p. 164

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
33
la colonia italiana en una zona patagónica, no colindante « con gobiernos esta-
blecidos », ni a la que « tengan pretensiones » Chile o Argentina. Y recuerda al
prefecto de Propaganda que la evangelización de los pampas y patagones, tras
los intentos fallidos, se reducía entonces « a los actuales confines de la Repú-
blica Argentina y del Chile ».
Siempre dio con precisión los confines de la Patagonia — « el Río Negro,
república Argentina y Chile al septentrión, el estrecho de Magallanes al medio-
día, las cordilleras de Chile y el Gran Océano al occidente y el Atlántico al
oriente »60 —, aunque contase con atlas que podrían inducirlo a error. Para
el conde de Segur « la verdadera Patagonia comienza en el grado 46 y se
reduce a la punta extrema del Continente americano ».61 En el Atlas Universal
de Geografía de Vuillemin aparecen perfectamente separados — por goberna-
ciones — La Plata, Chile y la Patagonia, limitando ésta al norte con el río Ne-
gro, al sur con el cabo de Hornos, al este con el Atlántico y al oeste con Chile
[hasta la isla de Chiloé] y el Pacífico.62 La Geografía Universal de Gregoire
[1887] dedica a América el tomo segundo, cuyo capítulo IX se intitula República
Argentina mientras el capítulo XII lleva por título Chile, Patagonia y Tierra
del Fuego. El mapa de la Argentina de la misma obra pone el confín meri-
dional en el río Chubut y la Patagonia queda como « territorio » en blanco.63
Lástima que don Bosco no recibiera a tiempo, remitida desde Buenos Aires
en febrero de 1877, La República Argentina del geógrafo Ricardo Napp, quien
considera la Patagonia, propiamente tal, « el distrito de Buenos Aires, que
comienza desde el río Colorado ».64
2. Autores argentinos y chilenos
En diciembre de 1876 don Cagliero confesaba a don Rúa que los
estudios existentes sobre la cercana Patagonia eran « pocos y atrasados ».65
Por las mismas fechas Ricardo Napp en su libro sobre la Argentina,
(3.7.8) Mille fatti autentici della vita del gran servo di Dio Sac. Giov. Bosco, fondatore della
Società Salesiana per l'educazione dei giovanetti poveri ed abbandonati.
60 « Informe » al card. Franchi, del 20.8.1876, del que más adelante [nota 204] se
habla ampliamente. E 3, 58 Memorandum al card. Franchi, 10.5.1876.
61 C. di SEGUR, o.c., p. 55.
62 VUILLEMIN, éleve de DUFOUR, Atlas Universel de Géographie ancienne et moderne
a l'usage des pensionnats. Paris, J. Langlumé et Peltier, Editeurs 1843, p. 33.
63 Cfr. Ricardo ROJAS, o.c., p. 356. Añade: « En mi libro Archipiélago he contado que
a bordo del Chaco, transporte de nuestra Armada [argentina], llevado a Ushuaia, como con-
finado político en 1934 por orden dictatorial, comprobé que hacíamos el viaje con antiguas
cartas del Almirantazgo inglés, en las que nuestro país aparece separado de Patagonia, tierra
de nadie ».
64 Ricardo NAPP, Die Argentinische Republik, Buenos Aires 1876. Cfr. nota 200.
65 ASC 9.126 carta del 20.12.1876.
3

2.4 Page 14

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34
Jesús Borrego
escrito por encargo del Comité Central Argentino para Exposición de Fila-
delfia, se ve obligado a reconocer, refiriéndose principalmente a las regiones
patagónicas, que « no es fácil escribir sobre comarcas que, en cuanto a exten-
sión, sobrepasan a más de un imperio europeo, pero cuya exploración está
todavía reservada al povernir, que es de esperar esté muy cercano. No es que
falten 'pinturas' sobre algunos de estos territorios, pero el vacío que dejan
estas descripciones es uno de sus no pequeños defectos ». Y es que « a media-
dos del siglo pasado tampoco sobresalían argentinos o chilenos, expertos en
temas patagónicos ».66 También para ellos, pues, el dilatado interior de la Pata-
gonia eran...
Territorios inexplorados
Así, sin más, el capitán de navío argentino don Carlos M. Montoya — quien
durante los años 1877-1890 realizó varios viajes de exploración por el sur
patagónico — en una mapa denomina, por tres veces, « Territorios inexplora-
dos » a los inmensos territorios comprendidos entre los ríos Negro y Santa
Cruz.67
Adolfo Alsina reconocía [1887] — en la Memoria sobre una nueva línea
de fronteras elevada al Consejo Nacional — que, a mediados de 1875, cuando
preparaba la campaña contra los indios « para defender la frontera », estu-
diando todos los antecedentes de la cuestión consignados en viajes, en mapas
y memorias, sólo una cosa me arredraba y era la ignorancia, o, cuando menos,
la incertidumbre sobre las condiciones del terreno en que iba a operarse y
del trayecto que debían recorrer las fuerzas expedicionarias. Sobre este punto
había una anarquía completa en las ideas... ».68 En ese mismo año 1875, la
Comisión Geográfica comandada por el sarg. Federico Melchert levantó los
planos de la región de Guaminí y, aún sirviéndose del viejo « Diario » del
piloto de la Real Armada, don Pablo Figur, y de los datos adquiridos 'de oídas'
en Cabeza de Buey, este esquizo « fue el más exacto que se había hecho hasta
entonces».69 Tres años más tarde [13.11.1878] el general Roca, después de
66 Cfr. J. BELZA, Sueños Patagónicos..., p. 27, 30.
67 Carlos M. MOYANO, Viajes de exploración a la Patagonia (1877-1890). Buenos Aires,
Imprenta Mercantil 1931. El mapa — colocado entre las páginas 192-193 — viene así descrito
por el mismo autor: « Instituto Geográfico Argentino — Carta General de la Patagonia,
construida por el capitán de la Armada Argentina Dn. Carlos M. Montoya. Que contiene
el resultado de las observaciones y la línea de marcha — durante sus viajes realizados en
1876, 1877, 1878, 1879, 1880 —, y además el trazo de la vía de comunicación apropiada a
la conducción de ganados desde el Río Negro hasta el estrecho de Magallanes. Dedicada al
E.mo Gobierno de la Nación... Nota: La parte comprendida entre Chubut y Río Negro
está tomada de la Carta que acompaña la obra de Napp ».
68 Nueva Línea de Fronteras. Memoria Especial, presentada al Congreso Nacional por
el [entonces, 1875] Ministro de la Guerra, Dr. Adolfo Alsina, 1887, p. 7.
69 Idem, p. 12.

2.5 Page 15

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
35
lanzar las primeras avanzadas de la « Conquista del Desierto », le advertía al
comandante García, de Puan: « Usted sabe mejor que yo que los planos fuera
de la línea están muy equivocados ».70 Y tan equivocados estaban que el bene-
mérito perito don Francisco Moreno pudo constatar que en el Atlas de las
Colonias Oficiales de la República Argentina figura « como primer mapa, uno
en el que se han olvidado los ríos Santa Cruz y Gallegos, que también existe
el Nahuel Huapí y el Limay; a la 'Colonia 16 de Octubre' la hace irrigar por
el río Chubut(...)».71
Vayan algunos ejemplos significativos, « poco edificantes », de desinterés
en hombres políticos argentinos y chilenos.72 El argentino Domingo Sarmiento,
luego presidente de la República [1868-1874], afirmaba el 11 de marzo de 1849
ante la ocupación de Fuerte Bulnes por el gobierno de Chile: «(...) Para
Buenos Aires es una cosa inútil [el extremo sur de América]. ¿Qué haría el
gobierno de Buenos Aires con el estrecho de Magallanes, país frígido, remoto,
inhospedable? Si Chile lo abandona, ¿lo ocupará acaso Buenos Aires? ¿Y para
qué? ».73 Como contrapartida, el famoso escritor y político chileno Benjamín
Vicuña Mackenna lamentaba disputar con « la hermana Argentina... por tierras
estériles, páramos inútiles, infierno del orbe creado ».74 Por algo el general
trasandino Cantó declaraba, en los salones de Santiago, la necesidad de imponer
un protectorado argentino-chileno para los terrenos en controversia.75
Puede engrosarse la antología antipatagónica con la fundamentación del
diputado argentino Valentín Alsina contra un artículo de la ley nacional sobre
las fronteras internas [13.8.1876]. Tras asegurar que «el objeto del proyecto
era fijar la línea del río Negro y Neuquén », lo demuestra alegando que « más
al sur no hay nada utilizable, nada vendible ni contratable, nada que sirva (...).
No ha habido nadie, desde el año 1810 a aquí, que haya ocupado ni aún la
costa del mar (...)que es lo mejor (...). Todo ha estado abandonado, no por
respetar el derecho de nadie, sino porque no les conviene (...) ».76
70 Estudio Topográfico de la Pampa y Río Negro, en « Conquista del Desierto », Tomo I.
Buenos Aires 18812, p. 62.
71 Reconocimiento de la región andina de la República Argentina. Apuntes preliminares
sobre una excursión a los Territorios del Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz con
un plano y 42 láminas —, hecha por la Sección Topográfica y Geológica bajo la dirección
de F.P. MORENO, Director del Museo, en « Revista del Museo de La Plata », vol. VIII, 2a
Parte [Buenos Aires 1878] p. 284. Todo el párrafo en Pascual PAESA, El Patiru Domingo.
La Cruz en el Ocaso Mapuche. Rosario 1964, p. 20-21.
72 J. BELZA, Sueños Patagónicos..., p. 27-28.
73 El Progreso, diario de Valparaíso, 1843-1845. Y Sarmiento reincidirá en opiniones
equivalentes, aunque matizadas, aún después de abandonar la primera magistratura, como
puede comprobarse con sólo recorrer los artículos periodísticos que publicó en El Nacional,
diario de Buenos Aires, los años 1878-1879. Cfr. R. ROJAS, o.c., p. 344, 355.
74 Benjamín ACUÑA MACKENNA, La Patagonia. Santiago de Chile 1880.
75 Arch. Gen. de la Nación. Buenos Aires - Biblioteca Nacional, colección Frías.
76 Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación [argentina], julio y
agosto de 1867. Cfr. Todo en J. BEI.ZA, Sueños Patagónicos..., p. 27-28.

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36
Jesús Borrego
Posesión del derecho... ¿y de hecho?
Este desinterés por el suelo patagónico hará caer a propios y, sobre todo,
a extraños en la incertidumbre de su posesión real, por más que se suponga
la jurídica. Así, para Argentina, « el país, propiamente dicho, terminaba en los
últimos fuertes y fortines, si bien la conciencia de la Nación, la soberanía
argentina, por derechos geográficos e históricos, se extendía hasta más allá del
grado 55° de latitud Sur ».77
Emancipadas del imperio español, las antiguas colonias americanas se
encontraron frente a un serio problema de delimitación de su espacio territorial.
Una vez consolidado el proceso independentista, se consideró como principio
de sentido común a respetar el que cada país pasaría a controlar lo que hasta
antes de la independencia poseía la administración española.78 La intención del
gobierno de Chile quedó manifiesta en las constituciones promulgadas con
posterioridad [1828-1833], las que fijaban como límites del territorio nacional,
el desierto de Atacama por el norte y el cabo de Hornos por el sur.79 No menos
clara aparece esta intención en los gobiernos argentinos. En solitario Buenos
Aires, después del movimiento de septiembre de 1852, dictaba su constitución
del '54, que extiendía la jurisdicción del Estado a toda la Patagonia. El presi-
dente Mitre la ratificará con la ley del 13 octubre 1862 por la que declaraba
nacionales todos los territorios extendidos fuera de los límites de las pro-
vincias.80 Reconocida esta jurisdicción por toda Europa,81 los gobiernos argen-
77 Bartolomé GALINDEZ, [Prólogo de] La Conquista del Desierto. Diario del capellán
de la expedición de 1879 monseñor Antonio Espinosa, más tarde arzobispo de Buenos Aires.
Buenos Aires, Publicaciones de la Comisión Nacional 1939, p. 9.
78 La descripción geográfica del Virreinato del Río de la Plata, creado por la Real
Cédula del 1o de agosto de 1776, acaba con tres notas, la segunda de las cuales dice: « En la
costa setentrional del Estrecho de Magallanes está el Morro de Santa Águeda o Cabo Forward,
desde el cual corre hacia el norte la Cordillera de los Andes y divide a la tierra patagónica
en oriental y occidental. La oriental siempre se consideró del Virreinato de Buenos Aires
hasta el Estrecho de Magallanes, sin embargo de no tener más establecimientos que hasta
el Río Negro y la Guardia de la Bahía de San José. La Patagonia occidental pertenecía al
Reino de Chile hasta el mismo Estrecho de Magallanes (...). La Tierra del Fuego no tuvo esta-
blecimientos (...) pertenecientes a Buenos Aires ni a Chile y su separación del continente por
el Estrecho de Magallanes hace imaginaria su pertenencia». Arch. Gen. Nac. L. 169. Cfr. J.
BELZA, En la Isla del Fuego - 1o Encuentros. Buenos Aires, Publicación del Instituto de
Investigación Histórica Tierra del Fuego 1974, p. 48.
79 G. MÍMICA, o.c., p. 176.
80 L. CARBAJAL, La Patagonia... Serie Quarta..., p. 61. Sobre esta ley se ha escrito:
« Es el primer acto legislativo que se produjo con relación a lo que no era territorio de
provincias, en parte para reiterar la expresión de dominio, aunque muy generalizadamente,
y más para poner término a las pujas de las provincias en cuanto a la respectiva jurisdicción,
a la vez que miró hacia el exterior ». Juan Hilarión LENZI, Historia de Santa Cruz. Rio Ga-
llegos, A.R. Segovia Editor 1980, p. 467.
81 La jurisdicción del Estado argentino sobre la Patagonia « había sido reconocida por
Francia en 1830, por Inglaterra en 1832 — a raíz de las exploraciones de Fitz Roy —, por

2.7 Page 17

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
37
tino y chileno firmarían el tratado del 30 agosto 1855 por el que ambas partes
reconocían que sus fronteras eran aquellas que tenían al momento de la eman-
cipación.82
Pero los principios jurídicos sin actos concretos, destinados a aplicarlos e
interpretarlos, se quedan en simples declaraciones de intención. Se requerían
actos reales y de público dominio para quitarles el sambenito de res nullius.
Ahí está el caso de Inglaterra — con la posesión de las Malvinas y Puerto
Soledad —,83 y el de Francia — con la mayor parte de sus colonias datadas
en esta época —, aún habiendo reconocido ambas la jurisdicción argentina.
Todavía más patente se presenta el contencioso chileno-argentino sobre la deli-
mitación. El gobierno de Chile [1843] decidió tomar posesión definitiva del
estrecho de Magallanes y fundó Fuerte Bulnes primero y la colonia de Punta
Arenas después.84 En 1847 Argentina protestó, alegando que dicha región le
pertenecía, y así se mantendría abierta una controversia — la llamada « Cuestión
de Límites » —85 hasta casi fines del siglo pasado [tratado de 1881]. Durante
todo este tiempo la aplicación de la delimitación fronteriza se volvió más que
complicada en el extremo sur al propugnar ambos gobiernos pretensiones terri-
toriales contradictorias.86 A la iniciativa de Chile en las reivindicaciones res-
pondía Argentina con numerosas acciones de orden jurídico práctico,87 todas
tendentes a asegurar la respectiva soberanía.88
los Estados Unidos [1833] con motivo del incidente de la 'Lexington' [Cfr. B. GALINDEZ,
o.c., p. 10]. Por el tratado del 25.4.1844 España reconoció los límites de Chile [art. 19:
'...hasta el Cabo de Hornos'] ». Cfr. G. MÍMICA, o.c., p. 177.
82 Este tratado entre Chile y Argentina siguió al congreso de Estados Americanos del
Pacífico, celebrado en Lima en febrero 1848, que hizo suyo — en conjunto — el principio
del reconocimiento recíproco de las fronteras que tenían antes de la Independencia, transfor-
mándolo en principio jurídico americano. G. MÍMICA, o.c., p. 176-177.
83 Eduardo D. MOLANO - Esteban BLANET, Tierras Australes Argentinas - Malvinas y
Antártida. Buenos Aires, Sociedad Geográfica 1948, p. 122.
84 Manuel ZORRILLA, Magallanes en 1925. Obra Histórica, Geográfica, Estadística, Comer-
cial e Industrial desde el descubrimiento del Estrecho hasta nuestros días. Punta Arenas
1925, p. 45-53.
83 La tesis chilena se vio respaldada por el argentino Domingo F. Sarmiento — entonces
exilado voluntario en Santiago —, y que se dedicaba a invalidar la posición argentina. Su
campaña llegó a la cima el 4.8.1849 cuando La Crónica de Santiago publicó un artículo de
don Domingo titulado «Resumen de la cuestión magallánica »: «No se me ocurre, afirmaba,
(...)cómo se atreve el Gobierno de Buenos Aires ni mentar siquiera los derechos al estrecho
de Magallanes (...). Pero para Chile, para los Argentinos y para mí bástanos la seguridad de
que ni sombra, ni pretexto de controversia queda con los documentos y razones que dejo
colacionados». J. BELZA, En la Isla del Fuego..., p. 53; R. ROJAS, o.c., p. 342-344.
86 « Caso » del capitán Piedra Buena, quien, al concluir el reconocimiento en la isla
del Cabo de Llornos, grabó en la parte acantilada de un gran peñasco: « Aquí termina el
dominio de la República Argentina (...) Nancy [nombre del barco] 1863. Cap. L[uis] Piedra
Buena ». Raúl ENTRAIGAS, Piedra Buena, caballero del mar. Buenos Aires, Publicaciones del
Departamento de Estudios Históricos Navales 1966, p. 73-75, 63, 139-145.
87 J. BELZA, En la Isla del Fuego..., p. 53-75.
88 G. MÍMICA, o.c., p. 177.

2.8 Page 18

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38
Jesús Borrego
Don Bosco lo insinúa al ministro de Asuntos Exteriores italiano en el
Memorándum, cuando aconseja no establecer la posible colonia Italiana en el
poniente patagónico, « porque la República de Chile muestra pretensiones sobre
el litoral del Océano del Sud hasta Punta Arenas, en el estrecho de Magallanes».89
Puede admitirse que esta prolongada discordia de la « Cuestión de Límites »
indujese a don Bosco al error de reconocer « aquellas regiones libres de cual-
quier régimen de gobierno civil », pero sorprende su aseveración al card.
Franchi de que « por ahora no pertenecen a ningún Ordinario diocesano ».
¿Era sólo un modo diplomático de lograr más fácilmente de Propaganda « una
Prefectura Apostólica que, en caso de necesidad, pudiera ejercer la autoridad
eclesiástica sobre los Pampas y Patagones? ».90 Aunque desconociese el Proyecto
de Ley gubernamental para la conversión de los indios [agosto 1873] — en
cuyo primer artículo se incluían « todas las misiones o reducciones de indios,
establecidas en la República como igualmente las que en adelante se estable-
cieran, (...) bajo la vigilancia y dirección del Prelado Metropolitano y de los
Rvdos. Obispos Sufragáneos en todo lo espiritual y material » —,91 tenía delante
la respuesta dada por el presidente de la Propagación de la Fe a su demanda
de ayuda en favor de los salesianos que iban a la archidiócesis de Buenos Aires,
« colindante con las tribus salvajes »:92 « Para aplicar estos subsidios a la Pampa
y la Patagonia, sería menester que estas dos comarcas fuesen erigidas en misio-
nes por la Santa Sede, con un jefe espiritual, vicario o prefecto apostólicos,
y separadas, por lo tanto, de la archidiócesis de la que en la actualidad [diciem-
bre 1875] forman parte ».93 El comportamiento habitual de don Bosco en su
anhelo de tentar, con urgencia, una incursión en la Patagonia, responde a esta
convicción: « Conviene — insiste a don Cagliero — que te presentes en mi
nombre al Arzobispo, a quien también escribo 94 y le digas, de parte del Santo
Padre, si él lo ve bien (...) tenga presente nuestro plan: fundar colegios y escuelas,
89 E 3, 44.
90 E 3, 60.
91 Santiago L. COPELLO, Gestiones del arzobispo Aneiros en favor de los indios hasta
la conquista del desierto. Buenos Aires, Editorial Difusión 1944, p. 38, 43. Ciertas expresiones
del arzobispo podían engendrar confusión sobre los límites o demarcación de su archidiócesis.
Así en la nota latina del 15.11.1872, dirigida al Papa, anunciando la fundación del Consejo
para las misiones de los indios: «(...) Hago presente a V. Santidad que(...) me ocupo de esta-
blecer Misiones Católicas entre los indios llamados vulgarmente Pampas, que se encuentran
en los confines de esta Arquidiócesis » (p. 24)..., « que invaden la Provincia » (p. 27)...
92 ASC 131.21 fotocopia de la carta de don Bosco al presidente de la Propagación de la
Fe, 28.11.1875.
93 MB 11, 592 carta del mismo a don Bosco, 3.12.1875.
94 No se conoce la carta de don Bosco a mons. Aneiros (del 27.4.1876), pero su conte-
nido lo tenemos en la respuesta de éste, Io julio 1876: « Tuve el gusto de recibir la carta
de V.E. de fecha 27 de abril (...). No puede por menos de encarecer el celo que V.R. muestra
por la conversión de los infieles de la Patagonia. La escasez de recursos con que contamos (...)
hace que no podamos ocuparnos de esas Misiones (...). Cada vez estoy más satisfecho de sus
hijos... » MB 12, 669-670.

2.9 Page 19

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
39
no lo olvidéis, en la proximidades de las tribus salvajes ».95 Esto lo escribía
en la misma fecha en la que aseguraba al prefecto de Propaganda que la
Pampas y la Patagonia « no pertenecen a ningún Ordinario diocesano ni a nin-
gún (...) gobierno civil» o, en expresión más fiel, «ni autoridad civil ni ecle-
siástica alguna pudo extender su influencia o imperio ».
La « Cuestión de Límites », ante todo jurídica, es decir de derecho, entre
ambos gobiernos, es, sobre todo, práctica, de hecho, con los habitantes indí-
genas que ocupaban la Patagonia, « seres apátridas, no reconocidos ni consi-
derados aún por ningún estado ».96 Y mientras entre gobiernos las negociaciones
están marcadas por « notas de Cancillería », con los indios están caracterizadas
por desbordamientos sangrientos de las fronteras, cometidos por ambos bandos.97
Según la Ley de Fronteras del 13 de agosto 1867 se reconocían como
tales, en la parte sur, las determinadas por el río Negro, que, de hecho, será
ocupado por el general Roca en 1879, en la denominada « Conquista del
Desierto ».98 Ésta fue, en sentir de autores de la tierra, la realidad de casi todo
el siglo pasado. Cuando el Cabildo de Buenos Aires se ocupó en 1811 de pro-
blemas sureños o patagónicos se refería al último confín habitado, al fuerte
de Carmen de Patagones.99 Hasta 1878, el país argentino « por su actividad se
limitaba a los territorios comprendidos dentro de la línea de Alsina... Con
excepción de algunos puntos de las costas atlánticas,100 los demás territorios
— que hoy componen las gobernaciones de la Pampa, Neuquén, Río Negro,
Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego —, constituían la tierra prohibida, por
no decir la tierra del indio », permaneciendo, sin embargo, « en el pensamiento
del Gobierno Nacional la idea de poblar esas regiones ».101
3. Colonización patagónica
Ante los mapas y las informaciones, confusas o erróneas, también surge
en don Bosco la idea de ayudar a la repoblación de esas regiones con el esta-
95 E 3, 52 carta del 27.4.1876.
96 G. MÍMICA, o.c., p. 177.
97 L. CARBAJAL, o.c.-Serie Prima..., p. 100-101.
98 R. TAVELLA, o.c., p. 115-116; Lorenzo MASSA, Historia de las Misiones Salesianas de
la Pampa, República Argentina. Buenos Aires, Editorial Don Bosco 1967, vol. I, p. 74-76,
153-154, 374-375.
99 Arch. Gen. Nac, Buenos Aires - Sala X 3.4.4. Legajo 20 y 22 Registro Oficial de la
Nación Argentina. Cfr. J. BELZA, En la isla del Fuego..., p. 48.
100 En 1875 el ministro de la Guerra Adolfo Alsina pidió al Congreso doscientos mil
pesos para defender la frontera. Con ellos construyó su famosa zanja — desde La Amarga,
Córdoba, hasta Cuatreros (Bahía Blanca) —, de unos 610 kms., de los que apenas llegaron
a construirse 374. [R. ENTRAIGAS, o.c, II, p. 147]. Los puntos de la costa atlántica: Chubut
(1863), Río Gallegos (1873), Cabo Vírgenes (1873), Punta Dúngenes (1875)... Cfr. Antonio
ESPINOSA, La Conquista del Desierto..., p. 11-12.
101 A. ESPINOSA, o.c., p. 59.

2.10 Page 20

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40
Jesús Borrego
blecimiento de una colonia — « con lengua, costumbres, gobierno italianos » —,
que recogiese « la ingente cantidad de italianos que hoy llevan una vida fati-
gosa en los estados de Chile, República Argentina, Uruguay, Paraguay ». Y don
Bosco hace notar al ministro que en Punta Arenas, sobre el estrecho de Ma-
gallanes, el gobierno chileno tiene ya « una pequeña colonia de europeos con
un gobernador ».102
La colonización de la Patagonia es un fenómeno contemporáneo a don
Bosco, pues su interior, como queda dicho, permaneció prácticamente descono-
cido hasta la época de los viajes del inglés Jorge Musters [1869].103 Las seis
colonias — S. José, Carmen de Patagones, S. Julián, Santa Elena, S. Gregorio
y Puerto Deseado —, establecidas entre 1779-1780, tuvieron el mero objetivo
de fortificar los puntos del litoral patagónico, pero, después de tres años, hubo
que abandonar todos estos fuertes,104 a excepción del de Carmen de Patagones.
Don Barberis clarifica que España, « que pretendía ser la única poseedora de
tal derecho », creó estas seis colonias amedrentada porque « los ingleses, viendo
que nadie establecía colonias en la Patagonia, mostraron intención de hacerlo
ellos ».105
Al principio del siglo XIX las misiones de exploración y relevamientos
— como las de Parker King y Fitz Roy —.106 « el establecimiento de colonias,
y aún de misiones religiosas, que, aunque sus protagonistas las realizan en la
más buena fe, no sólo concitan desconfianza de los gobiernos argentinos, sino
que animan especulaciones británicas sobre las tierras del Plata o al menos
sobre las que están al sur del paralelo 42 que, para ellos, a nadie pertenecen ».107
Por esa época el gobierno de Chile precipitó la toma de posesión del estrecho
de Magallanes [1843] ante las informaciones recibidas de que algunos gobier-
nos europeos, y entre ellos el de Francia, proyectaban establecer colonias a fin
de adquirir dominio sobre la ruta del Estrecho.108
La política de fomento migratorio, desarrollada por los gobiernos argen-
tinos de Mitre [1862-1868], de Sarmiento [1868-1874] y de Avellaneda
102 E 3, 45.
103 Cfr. nota 39.
104 Fundados sobre la costa atlántica de la Patagonia dos poblaciones y fortines de
avanzada — Deseado y S. Julián —, los muchos sacrificios humanos y económicos no los
justificaban, por lo que la Corona de España, por decreto real del 1o de agosto 1783, orde-
naba se abandonasen, « dejando una columna o pilastre que contenga las Reales Armas de
Su Magestad y una inscripción que acredite la pertenencia de aquel territorio ». R. ENTRAIGAS,
El fuerte del Río Negro. Buenos Aires, Librería Don Bosco 1960, p. 257.
105 G. BARBERIS, La Republica Argentina e la Patagonia..., p. 61-63.
106 Misiones de exploración — por Santa Cruz, Puerto Deseado, San Julián — que dura-
ron diez años (1826-1836) [J.H. LENZI, o.c., p. 303-312], y que ofrecieron la obra: Phillipp
PARKER KING - Robert FITZ-ROY, Narrative of the vogaye of the 'Adventure' and 'Beagle',
2 vol. London 1839.
107 J. BELZA, En la Isla del Fuego..., p. 49-50.
108 M. ZORRILLA, o.c., p. 45.

3 Pages 21-30

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3.1 Page 21

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
41
[1874-1880] estuvo encaminada a organizar la colonización y distribución de
tierras públicas. Tras declarar [en 1862], como paso previo, nacionales todos
los territorios que se encontraban fuera de los confines de las provincias, esta-
blece [decreto del 13.8.1867] la nueva frontera, cuyos límites meridionales
vienen marcados por los ríos Neuquén y Negro; crea el primer Gobierno
territorial del Chaco [18.10.1872]. Todo ello desembocaría en la favorable
Ley de Inmigración, Colonización y Naturalización, aprobada el 15 de octu-
bre 1875 y sancionada el 19 octubre 1876.109
La corriente migratoria, dirección norte-sur, tiene su primero y más
copioso desfogue en la Pampa septentrional con rumbo lento — y sólo al
amparo de la protección prestada a la colonización — hacia el interior de
territorios del sur-oeste. La componen elementos de nacionalidades dispares
— con los americanos, comparten italianos, españoles, alemanes, rusos, fran-
ceses —, a los que Sarmiento invita a sentirse « no extranjeros », sino « resi-
dentes », « habitantes » del país. « Si no hay ciudadanos y hay 'colonias'
— repetía — sobrevendrá la confusión de lenguas, habrá protectorados en
América y la Argentina será res nullius ». Y el biógrafo de Sarmiento observa
que « los italianos, tan numerosos y ruidosos, eran los más empecinados en
eso que él llamaba 'el mito babilónico'. Hablaban de crear una Italia en
América, organizaban sus 'colonias' (...). Un cierto profesor Brunatti se atrevió
a dar una conferencia a 'las colonias libres italianas' ».110 Una vez más estas
actitudes extremosas inducen al utópico proyecto de don Bosco de fundar en
la Patagonia una colonia italiana, « que dependiese en todo y por todo de la
Madre patria ».111
Sin embargo la realidad, que pronto le desvelaron sus salesianos « ameri-
canos », estaba condensada en la respuesta que Sarmiento diera al tal profesor
Brunatti: « Las colonias eran argentinas porque residían en la República Argen-
tina ». Creemos que, en general, es el espíritu que presidió la colonización,
por parte italiana, simbolizado en la colonia agrícola-militar « Nueva Roma »,
fundada en 1858 por el coronel Olivieri, italiano al servicio de la Argentina.112
Proliferaron este tipo de colonias, junto a los fuertes y a los fortines del
ejército, establecidas para defender de los malones indianos. Modelo, ya citado,
la de Carmen de Patagones, « en los confines septentrionales de la Pata-
gonia ».113
109 L. CARBAJAL, La Patagonia... Serie Terza, p. 255. Serie Quarta, p. 122-124, 258.
110 R. ROJAS, o.c., p. 637-638.
111 MB 12, 111.
112 A. ESPINOSA, o.c., p. 43-44.
113 L. CARBAJAL, La Patagonia... Serie Quarta, p. 222: « I primi abitanti della Patagonia
furono gli indi Tehuelches e loro varie ramificazioni, fino al 17 giugno del 1779 data in cui
si fondò per opera di Francesco Biedma [o Viedma], la popolazione di Carmen di Patagones,
sotto la dominazione Spagnuola, assicurando la sua sovranità sopra questa immensa zona,
agognata dagli Inglesia e dai Chileni. Formando essa parte integrante della Provincia di

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42
Jesús Borrego
La colonización patagónica, por obra de los europeos puede decirse que
dio inicio, en 1862, con la fundación de la colonia galesa del Chubut,114 a la
que, tras iniciales años difíciles, el gobierno argentino, estimándola « una pose-
sión nacional (...), le prodiga una atención y cuidados tan eficaces, que pueden
considerarse como un hecho único en la historia de la colonización oficial ».115
Apenas don Bosco conoce su existencia,116 esta colonia del Chubut, junto con
la de Carmen de Patagones y Santa Cruz, serán los tres puntos de enclave
para su « nuevo » proyecto patagónico.
III. « LA CIENCIA GEOGRAFICA DE DON BOSCO
SOBRE LA PATAGONIA » 117
Prosigue el biógrafo, siempre en la página 111: «Los estudios geográ-
ficos deberían esperar en Italia unos cuarenta años para alcanzar mayor digni-
dad científica ».
En ellos, como fuente principal — a más de la escasa bibliografía y noti-
cias remitidas por sus misioneros —, hemos de buscar la ciencia domboscana
sobre las tierras australes americanas. Existe un período clave — desde me-
diados de 1875 a mediados de 1876 —, en el que adquiere serios conocimientos
patagónicos. Él mismo lo revelaba a don Barberis el 17 de mayo de 1876:
« He vivido más de 60 años sin haber sentido apenas mencionar el nombre
Buenos Aires già dall'epoca dell'emancipazione Nazionale, fu retta ed amministrata militar-
mente come forte avanzato fino al 1837, anno in cui le venne concessa la prima Autorità
civile (...). Diciassette anni più tardi (1854) vi si stabilì la prima Autorità municipale...».
Además nota 274.
114 Sus orígenes: « Alla foce del Rio Chubut, riconosciuta fertile come quella del Rio
Negro, andò a stabilirsi la prima Colonia Gallense condotta dal capitano Elsegood (1856), ma
la penuria di viveri e degli altri elementi indispensabili obbligarono ad abbandonarla dopo
due anni (1858)... Nel 1866 i Gallensi si ristabiliscono al Chubut dando principio ad una
colonia agricola stabile [L. GARBA JAL, o.c. Serie Prima, p. 86, 93]». «Dal 1865 al 1875 si
sono stabiliti dalla parte del mare e lungo la valle del Rio Chubut, per il tratto di 70 chilo-
metri (...). Pare che il loro intento fosse di costruirsi in regione indipendente e formare una
specie di conquista britannica, ma la bandiera argentina, issata dopo il 1880 in mezzo alla
loro Colonia, pare che abbia smorzato gli ardori primitivi » [Giovanni CASSANO, II cardinale
Giovanni Cagliero 1838-1926. Torino, SEI 1935, vol. II, p. 534]. Pascual PAESA, El amanecer
del Chubut. Un heraldo de la cultura. Buenos Aires, Instituto Salesiano de Artes Gráficas
1967. Además notas 262-264, 277.
115 R. NAPP, La República Argentina. Buenos Aires, Imprenta de la Sociedad Anónima
1876, p. 422.
116 En la presentación del Memorándum a Melegari don Ceria anota: « Una colonia
simile già esisteva nel Chubut, composta da emigranti inglesi del Gales, ma egli lo seppi più
tardi» [E 3, 44]. Lo supo dos meses más tarde [Cfr. notas 262-264] y lo incluyó en el
« Nuevo Proyecto ».
117 J. BELZA, Sueños Patagónicos..., p. 21: subtítulo clave de su trabajo.

3.3 Page 23

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
43
de la Patagonia, ¡y quién me hubiera dicho que me vería obligado a estudiarla
ahora, palmo a palmo, en todas sus circunstancias! ».118
1. Conocimientos hasta 1875
La primera mención — y la última hasta los años '70 — de la Patagonia
y Tierra del Fuego, que recoge su biógrafo, se remonta al 1848, apenas ini-
ciado el Oratorio de Valdocco: «¡Si yo tuviera muchos sacerdotes (...) los enviaría
a evangelizar la Patagonia y la Tierra del Fuego. Estos pueblos son hasta hoy
los más abandonados! ».119 Tal anhelo pudo nacer con la lectura de los artículos
de la revista Anales de la Propagación de la Fe,120 sobre todo el dedicado a la
expedición francesa, llamada del « Arca de la Alianza », efectuada algunos
años antes [1846] bajo la dirección del capitán Marceau.121 Ahí reafirma la
opinión — ya generalizada en Europa, sobre todo después del relevamiento
de la Beagle [1826-1836] —, que Patagonia y Tierra del Fuego eran los luga-
res más abandonados del orbe ».122
Se muestra entusiasta de la revista Museo de las Misiones, — de la que
hace publicidad en sus Lecturas Católicas —,123 y de las Cartas Edificantes,
que descubrían las gestas misioneras de los jesuitas, llevadas a cabo en América
del Sur y del Norte durante los siglos XVII y XVIII.124
Precisamente, en el Io viaje misionero salesiano, « el pensamiento de las
celebras misiones [reducciones jesuitas] del Paraguay (...) — musitan — les traía
a la memoria todo aquello que, a este respecto en nuestra juventud, con
118 ASC 110 (1-Quad. 7°) Cronicbetta-Barberis, p. 56; MB 12, 215.
119 MB 3, 363. Aunque haya sugerencias a « terre lontane », « salvezza degli infedeli ».
MB 3, 546; 5, 104-113; 6, 424, 430, 795.
120 P. STELLA, o.c., I, p. 168: Don Bosco « aveva sempre seguito con interesse gli
Annali della Propagazione della fede, stampati in italiano [dal 1828], che già nel 1848 gli
venivano portati dal giovane Giacomo Bellia [MB 3, 363], poi suo primo chierico ».
121 Auguste M. MARCEAU, Les missions catoliques dans l'Oceans... Lyon 1845. Esta expe-
dición, rumbo a Oceanía, por la ruta del estrecho de Magallanes.
122 J. BELZA, La expedición del desierto y los salesianos en 1879..., p. 23. Artemio L.
MELO, La cuestión internacional del canal de Beagle. Buenos Aires, Ediciones Depalma 1979.
123 P. STELLA, o.c., p. 169: « Fu anche in buoni rapporti con Don Eugenio Reffo e
Don Alessandro Lana (...), redattori del Museo delle Missioni cattoliche »... «La pubblicità al
Museo delle Missioni cattoliche è fatta in appendice a G. Bosco, Valentino o la vocazione
impedita..., Torino 1866, paginaz. a parte, p. 1-16 ».
124 Les lettres édifiantes et curieuses par quelques missionains de la Compagnie de Jesús,
34 vol..., Paris 1702-1716. « Monumento insigne per chiunche è spregiudicato, e dove seppero
[i missionarii] affrontare un nuovo sacrifizio, rinunciando alla gloria mondana dello stile, col
contentarsi di quell'ingenua esposizione, che è un nuovo ornamento all'eroismo » [C. CANTÙ,
o.c., vol. XIV - Parte I, p. 285]. Traducidas parcialmente y publicadas en italiano entre los
años 1825 al 1829, eran leídas con avidez por el clérigo Bosco. MB l, 238.

3.4 Page 24

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44
Jesús Borrego
tanto agrado, habíamos leído en Muratori,125 en Chateaubriand,126 en las historias
eclesiásticas ».127 Entre éstas, por las « Memorias del Oratorio »,128 sabemos que
el seminarista Bosco leyó la Historia Eclesiástica de Fleury,129 la Historia de la
Iglesia de Mathieu Henrión,130 y, más tarde, conoció la Historia Universal de la
Iglesia Católica de Rohrbacher — en la que ni siquiera menciona la Pata-
gonia —,131 y la Historia Universal de las Misiones Católicas de M. Henrión,
que otorga una breve referencia a los patagones.132
Se colige que sus conocimientos sobre el tema eran genéricos, envueltos
en una imagen desdibujada de dichas zonas geográficas. Los primeros salesianos
están de acuerdo en afirmar que don Bosco con frecuencia « hablaba de las
misiones católicas » en países de infieles — en Africa, en Asia, en América —,
y « de enviar a portar la luz de la fe a tanta pobre gente todavía bárbara y
salvaje ».133 Resulta, por otra parte, emblemático que el tercer fascículo de las
Lecturas Católicas, marzo 1859, presentase la aventura de un joven tirolés,
que, huido de casa, antes del retorno visitó varias misiones de la América
del Sur y del Norte, encontrándose con emigrados italianos y teniendo la
posibilidad de constatar las benemerencias de los misioneros católicos, « guia-
dos por Dios », en contraste con los desmerecimientos de los misioneros pro-
testantes, « emisarios del diablo ».134
125 Ludovico-Antonio MURATORI, Il cristianesimo felice nelle Missioni dei Padri della
Compagnia di Gesù nel Paraguai, Venezia 1843-1849.
126 F.R. de CHATEAUBRIAND, Génie du christianisme ou Beautés de la Religion chré-
tienne. Paris 1802.
127 Cesare CHIALA, Da Torino alla Repubblica Argentina. Lettere dei Missionari Sale-
siani, en « Letture Cattoliche », nn. 286-287 (ott.-nov. 1876) 207. Ver nota 164.
128 G. Bosco, Memorie dell'Oratorio di San Francesco di Sales. Dal 1815 al 1855 [pre-
parado por E. CERIA]. Torino, SEI 1946, p. 110-111.
129 Claude FLEURY, Histoire ecclésiastique, 20 voli. Paris 1691-1720.
130 Mathieu HENRION, Histoire générale de l'Eglise pendant les XVIII et XIX siècles.
Paris 1836.
131 R.F. ROHRBACHER, Histoire Universelle de l'Eglise catholique, 29 vol. Nancy 1842-
1849. Conocido y leído en Italia «nell'edizione Marietti (1864-1865, 16 vol.)» [P. STELLA,
o.c., I, p. 240]. Don Bosco lo había estudiado (MB 1, 445), lo hace estudiar a sus clérigos
(MB 4, 634) y se leía durante la comida (MB 5, 575). « Quell'anno [1876] si finì di leggere
a tavola la Storia Ecclesiastica del Rohrbacher; c'eran voluto nove anni a percorrere quei
15 grossi volumi (...). Aggiungeremo che a Don Bosco il Rohrbacher sembrava l'autore più
opportuno per la lettura a mensa» (MB 12, 377).
132 M. HENRION, Storia Universale delle Missioni Cattoliche dal secolo XIII sino ai tempi
nostri. Prima versione italiana con note critiche ed illustrative del traduttore, dedicata al
clero d'Italia, 2 voi. Torino, G. Pomba EC - A. Fontana, Editori 1849. Vale la pena conocer
la única referencia a los patagones. En el viaje de Magallanes — narra A. Pigafetta — en « S.
Julian, a 48° la mezzodì dell'equatore (...) coloro che gli si presentarono erano alla fine di taglia
gigantesca(...). Un Patagone cui s'insegnò a pronunciare il nome di Gesù e battezzò con quello
di Giovanni. Oggidì la chimera di que' famosi Patagoni di sette o otto piedi di altezza è
scomparsa » (p. 374).
133 MB 6, 430, 795; 9, 775...
134 ANONIMO, La croce accanto alla strada, en « Letture Cattoliche », n. 3 (marzo 1959).

3.5 Page 25

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
45
En ocasión del concilio Vaticano Io — « sin duda, entre otros, el acon-
tecimiento más propicio al desarrollo de las misiones católicas en la segunda
mitad del siglo XIX —, obispos de América, Africa y Asia procuraron (...) con-
seguir clero o religiosos para sus diócesis, misioneras o no misioneras ».135
Algunos escribieron a don Bosco, otros se acercaron a Turin.136 Es el caso de
los obispos chilenos de Santiago y Concepción, quienes tras visitar « las depen-
dencias de aquella gran casa, la principal del Instituto, (...) bendijeron aquellas
obras y a su venerable fundador ».137 Algunas informaciones debió captar don
Bosco, pues, a poco de arribar los salesianos a la Argentina, empezó a interesarse
por crear una obra en Chile,138 y expresamente un seminario menor en Concep-
ción,139 « última diócesis al sur, colindante con los salvajes de la Patagonia ».140
Por ello escribió una extensa carta al obispo pidiéndole licencia para « tentar
una incursión a fin de iniciar la evangelización entre los patagones y (...) los
pampas ».141
« En este clima de búsqueda, de espera, de proyectos, de cálculos y espe-
ranzas emerge, alrededor del 1870 ó 1871, el primer sueño misionero de don
Bosco »: la visión de una región, absolutamente desconocida, en la que salvajes
crueles mataban a misioneros de diversas Ordenes religiosas, los descuartizaron,
los cortaron a pedazos y clavaron los trozos en las puntas de sus lanzas; luego,
la aparición de los misioneros salesianos que se acercaron a « los salvajes con
rostro alegre precedidos de una falange de jovencitos », con el rosario en mano,
acogidos benévolamente y escuchados.142 « El comportamiendo de don Bosco
— advierte P. Stella — hace pensar que lo haya retenido un presagio, del
cual, como en otras ocasiones para otros signos, no comprendió todas las circuns-
135 P. STELLA, o.c., I, p. 168.
136 MB 9, 891-892 (card. Lavigerie). Don Juan Bertazzi para Savannah, Georgia en MB
10, 546, 1270-1272, 1358-1375. Otros: MB 10, 626, 658...
137 Benigno CRUZ, José Hipólito Salas [obispo de Concepción hasta 1883]. Santiago de
Chile 1925, p. 195. Cfr. Alfredo VIDELA, Don Bosco en Chile. Notas para una historia de los
Salesianos en Chile. Santiago, Editorial Salesiana 1983, p. 14-17, donde además trascribe los
recuerdos que de este encuentro con don Bosco guardaron don Crescente Errázuriz, luego
arzobispo de Santiago; don Abdón Cifuentes, más tarde ministro de Justicia, Culto e Instruc-
ción Pública.
138 E 3, 35 carta a Pío IX del 9 abril 1876, en la que, al rogar la concesión de una
condecoración pontificia para el cónsul Gazzolo: « Ciò servirebbe eziandio ad animarlo sem-
pre più a promuovere altre opere di carità e specialmente per le missioni del Chili all'Occi-
dente della Patagonia, per cui furono già iniziate le pratiche, con fondata speranza che fra
non molto siano condotte a buon termino ».
139 MB 12, 680 carta de don P. Ceccarelli, párroco de S. Nicolas, a don Bosco, 10.6.1876.
140 C. CHIALA, o.c., p. 250.
141 E 3, 79-80 carta al obispo de Concepción, 29.7.1876. Extraña que la escriba en latín,
parece desconocer el nombre del obispo [Cfr. nota 137] que lo visitó en 1869, y «el idioma
que se habla en la República ».
142 MB 10, 54-55.

3.6 Page 26

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46
Jesús Borrego
tancias concretas ».143 En éste, aún no comprendiendo « el significado particular
— declara el mismo don Bosco —, « entendí se trataba de misiones extran-
jeras ».144
Narrado el sueño entre marzo y agosto de 1876,145 en plena euforia pata-
gónica, sabemos que, tras cuatro años de estudio y reflexión descubrió « el signi-
ficado particular»: ¡¡La Patagonia!! El recorrido investigador había sido largo
— Etiopía, Hong-Kong, misiones de Australia, Mangalore en India —,146 hasta
que « finalmente en 1874 el cónsul argentino en Savona, comendador Gazzolo,147
habiendo conocido en Varazze a don Bosco y el espíritu de la Congregación
Salesiana, hizo sabedor (...) al arzobispo de Buenos Aires y a varios sacerdotes (...)
quienes manifestaron el deseo de que se trasladase un grupo de salesianos a
aquellas regiones ».148 El acuerdo formal del envío de la primera expedición
se tuvo en Varazze, diciembre de 1874,149 pero las gestiones — con « el bene-
plácito especial por la Argentina » de parte del Papa y de Propaganda l30 —duraron
143 P. STELLA, o.c., I, p. 169. En don Bosco y en sus salesianos más íntimos existió
este convencimiento de tratarse de intervención especial del Señor, que le donaba conoci-
mientos. El mismo confesaba: « Questo sogno (...) fece molta impressione sul mio animo, rite-
nendo che fosse un avviso celeste [MB 10, 55] (...). Aveva lasciato in me impressioni così gran-
di e caratteri così marcati, che io non potevo disprezzarlo, perché l'esperienza di altre volte mi
persuadeva dover eseguirsi quanto avevo veduto» [MB 10, 1268]. Don Barberis: «Il Sig.
D. Bosco parla sempre dell'America con molto entusiasmo e quello verso cui pare che tenta,
ed io non dubito averne avuto rivelazione dal Signore, sì è la conversione della Patagonia,
regione affatto selvaggia». [ASC 110 (1-Quad. ) Cronichetta-Barberis, p. 47-48: 5 feb.
1876]. El 14 de abril 1883 don Bosco — camino de Paris — dio una conferencia sobre la
Patagonia a la Sociedad Geográfica de Lion y quedaron tan gratamente sorprendidos de su
erudicción que « com'ebbe finito, gli chiesero dove avesse preso così importanti notizie; ed
egli rispose che ciò che aveva detto era la verità» [MB 16, 69]; «ma non disse — añade
por su cuenta don Lemoyne — d'aver esposto ciò che aveva veduto nei sogni » G.B.
LEMOYNE, Vita del vener. Servo di Dio Giovanni Bosco. Torino, SEI 19302, vol. II, p. 541.
144 MB 10, 55.
145 MB 10, 53-54: «Lo narrò per la prima volta a Pio IX nel marzo 1876. In seguito
a (...) Don Francesco Bodratto, il 30 luglio dello stesso anno (...). Tre giorni dopo Don Bar-
beris (...) ne udiva egli pure il racconto (...). Anche Don Lemoyne l'apprese dal labbro di
Don Bosco ».
146 MB 10, 1267-1270.
147 G. Battista Gazzolo (1827-1895), un genovés de Camogli, que, llegado en la marina
hasta capitán de primera, emigró en Argentina para tornar a su patria (1870) como cónsul
del gobierno argentino en Savona. De inmediato conoció a don Bosco (1871-1872) al visitar
las casas salesianas de Alassio y Varazze. E 2, 430 carta a la comisión fundadora del colegio
de S. Nicolás de los Arroyos. Cfr. R. ENTRAIGAS, Los salesianos en la Argentina... I, p. 43-49;
Angel MARTIN, Trece escritos meditos de San Juan Bosco al cónsul J.B. Gazzolo. Guatemala,
Inst. Teológico Salesiano 1978. (ASC 131.21 Fotocopia de Ias 13 cartas).
148 MB 10, 1269.
149 ASC 329 Varazze - Cronaca 1871-1937.
150 Carta de Gazzolo, al arzobispo de Buenos Aires, 30.8.1874, « que parece el primer
paso que se da para la realización del ideal misionero de don Bosco». R. ENTRAIGAS, o.c., I,
p. 33.

3.7 Page 27

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
47
dos años.151 Durante estos años conversaron « varias veces » sobre « la potente
y vasta República Argentina ».152 Desde el segundo semestre de 1874, mientras
don Bosco sigue revisando « libros geográficos sobre la América del Sur », se
hace intenso el intercambio personal y epistolar entre él y Gazzolo,153 quien
además le envía « la historia de Buenos Aires ».154 « Por esos libros y por los
mapas que contenían — confesaría don Bosco en 1876 — entreví perfectamente
descritos los salvajes contemplados en el sueño y la región, por ellos habitada,
la Patagonia, región inmensa al sur de aquella República.155 Conseguidas otras
noticias, aclaraciones e informaciones,156 me quedé sin ninguna duda: estaba todo
en perfecto acuerdo con el sueño.157 Desde entonces percibí con seguridad el
lugar adonde debía dirigir mis pensamientos y esfuerzos ».158
2. Conocimientos en 1875
En todo este año, 1875, dedicado a la preparación de la primera expe-
dición misionera, — aún sin nombrarla expresamente —, se vislumbra la
Patagonia. En la circular del 5 de febrero invita a solicitar libremente, por
escrito, « a los socios salesianos » que se sientan llamados « a misiones extran-
151 E 3, 58-59.
152 E 2, 430; 3, 59.
153 R. ENTRAIGAS, o.c., I, 31-36, 55-57, 89-96. Cfr. nota 147.
154 ASC 131.21 carta de Gazzolo a don Bosco, noviembre 1874: «Ho ricevuto a suo
tempo il pacco contenente le memorie di Buenos Aires e sebbene non possano somministrare
quanto si desidera, tuttavia sono molto importanti e la ringrazio di tutto cuore ». No es fácil
descubrir a qué Historia de Buenos Aires se refiera.
155 Don Bosco, aún en 1876, considera a la Patagonia independiente de la Argentina.
156 Conocemos una de estas informaciones : « Ciò che teneva più di tutto sospeso il
Santo nel riconoscere il campo d'apostolato visto in sogno, era l'aver contemplato due fiume
all'entrata d'un vastissimo deserto, che non riusciva a rintracciare nelle carte geografiche,
che andava pazientemente esaminando; e venne a conoscere che erano il Rio Colorado e il
Río Negro nella Patagonia solamente quand'ebbe in Torino il primo colloquio col Commen-
datore G.B. Gazzolo ». MB 10, 1273.
157 Mientras R. ENTRAIGAS, o.c., I, p. 25-27 intenta demostrar que en el sueño don
Bosco ofrece, en todos sus pormenores, « una triste, pero tremenda realidad » de la Patagonia,
J. BELZA, Sueños Patagónicos..., p. 24-26 hace estas atinadas observaciones: Tras sus con-
versaciones con Gazzolo « por primera vez interpretó con seguridad el sueño que hasta hacía
poco no se atrevía a narrar. Sin embargo estaba desenvolviendo una operación intuitiva y
providencial. Porque aunque desconocemos los grabados exhibidos por Gazzolo, las imágenes
de Don Bosco se parecen más a los selvaggi de las enciclopedias que a cualquier indio del
mosaico patagónico (...). Por otra parte es sicológicamente seguro que las figuras de los sueños,
siempre confusas, se identifican sólo por elementos internos del soñador; y también es fácil-
mente comprobable que los diseños de indígenas patagónicos de la época no lucen por fideli-
dad fotográfica (...). También resulta muy claro que los sueños geográficos, como tantos otros,
aún en su origen se motivan en acontecimientos de la vida diaria, encendidos por la tensión
misionera que lo poseía ».
158 Todo en MB 10, 1269.

3.8 Page 28

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48
Jesús Borrego
jeras », prefiriendo la Argentina porque « allá, además de la parte civilizada »,
« hay todavía extensiones interminables habitadas por pueblo salvajes ».159
En las « Buenas Noches » del 12 de mayo anuncia que ese mismo día había
llegado la aceptación definitiva de San Nicolás de los Arroyos, no lejos del
cual « comienzan los emplazamientos de las tribus salvajes, las cuales, no
obstante, son de buena índole, monstrando muchos de ellos intención de abrazar
el cristianismo apenas vaya alguno a instruirlos ».160 Idénticas ideas repetirá
el 6 de julio a los clérigos salesianos,161 y el 31 de agosto — en Nota al card.
Franchi — suplica que, junto con la concesión de « todos los favores espiri-
tuales y privilegios que la Sta. Sede suele acordar a los religiosos que van a
misiones extranjeras, (...) se digne otorgar subsidios en efectivo », ya que se abre
en San Nicolás « un colegio... especialmente a favor de las Misiones ».162
Mientras, en mayo estudiaba intensamente la América del Sur, sobre todo
Argentina, en interminables encuentros con su indiscutible colaborador don
Barberis, excelente profesor de geografía.163 Abramos una vez más su crónica:
« 19 Maggio 1875 — Passeggiando poi sotto il porticato il discorso cadde
su Buenos-Ayres, sui viaggi, sulle scoperte, sul che gode [don Bosco] ordina-
riamente molto a intrattenersi. Parlando di Buenos Aires ideò un libro in cui
si scrivesse il viaggio che i nostri farebbero: La partenza — Tutti gli incidenti
del giorno e della notte — L'arrivo a Buenos Ayres — Notizie storiche e geo-
grafiche di quella città con i principali incidenti, costumi degli abitanti, sui
cibi ed animali di quei luoghi (...).164
N.B. (...) Nel giovedì seguente (...) raccolsi dal Cantù,165 dall'Enciclopedia
popolare — dal Moroni-Ferrario —166 varie sorta di notizie su Buenos Aires,
159 MB 11, 143-144; E 2, 451.
160 MB 11, 147. Comenta el biógrafo: « Com'è evidente anche da queste parole, l'ideale
di Don Bosco mirava all'evangelizzazione degli infedeli; soltanto egli aveva animo di bat-
tere una via diversa da quella tentata in passato. Altri Missionari, volendo penetrare difila-
tamente in mezzo alle tribù selvagge, vi avevano quasi tutti incontrata la morte per mano
degl'indigeni. Egli dunque giudicava miglior consiglio stabilire collegi e ospizi in paesi limi-
trofi, ricevervi anche figli della floresta per conoscere la lingua, usi e costumi degli Indi e
così avviare a poco a poco relazioni sociali e religiose con essi. Buenos Aires sarebbe il cen-
tro di comunicazione e per intanto S. Nicolas costituirebbe già un punto avanzato », a « 60
leghe distante dai selvaggi ». E 3, 59.
161 MB 11, 296.
162 MB 11, 152-153; E 2, 506.
163 Ahí queda, para muestra, su obra — con 31 ediciones — La terra e i suoi habbi-
tanti. Manuale di Geografia. Torino 1890. MB 12, 205.
164 Se trataba del esbozo de la obra C. CHIALA, Da Torino alla Repubblica Argentina.
Lettere dei Missionarii Salesiani...
165 C. CANTÙ, Storia Universale, Tomo XIV — Epoca XIV — Parte I. Torino, G. Pomba
e C. Editori 18443. Sólo da noticias esporádicas de Buenos Aires: descubrimientos y viajes
por el Río de la Plata (p. 136, 243-244), araucanos (p. 252-254, 377), Virreinato de(...) Bue-
nos Aires (p. 268, 281); misiones [reducciones] del Paraguay (p. 290-300); salvajes del Para-
guay y de La Plata (p. 372)...
166 Enciclopedia popolare de MORONI-FERRARIO. Sin duda se refiere a Gaetano MORONI,

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
49
sulla scoperta del luogo, fondazione, topografía, etnografia e costumi di quei
paesi, aggiungendo da mia testa diverse particolarità dipendenti dalla posizione
astronomica locale.167 Ne formai una decina di pagine che in sulla sera diedi a
leggere al Sig. D. Bosco ».168
En realidad, hasta mayo de 1875 la erudición de don Bosco alude a la
América del Sur, a la Argentina, al máximo « a las tribus salvajes del sur »,
sin que aparezca en su léxico, con precisión, la Patagonia, tan claramente
expresada al escribirse sobre este período — a hechos consumados — en 1876:
«Hay que notar que en aquel momento [1874-1875] se hacían tres propues-
tas, todas ellas halagadoras, a la Congregación Salesiana: los salvajes de la
India, de Australia y de la Patagonia (...). Se prefirió la Patagonia ».169
Luego, los preparativos inmediatos para la marcha, con intenso inter-
cambio epistolar entre Argentina-Italia 170 y con Gazzolo,171 a quien además,
ha encomendado don Bosco el enseñar « las costumbres, la cultura y la lengua
allá hablada » 172 a los diez pioneros, con los que el cónsul viajará hasta Buenos
Aires. Las conversaciones con Gazzolo, la urgencia de obtener recursos, — sólo
posible por parte de Propaganda, si los salesianos, declarados « misioneros
apostólico »,173 se encaminan a territorios de auténticas misiones —, le fuerzan
a perfilar sus estudios argentinos y, por fin, a instalar « sus » salvajes en el
sitio preciso: ¡la Patagonia! [Pero estamos ya en noviembre de 1875]. Ante
la resistencia de la Propagación de la Fe a contribuir a los gastos de la primera
expedición misionera, don Bosco replica que sus salesianos serán los primeros
en « intentar la entrada en la Pampa y la Patagonia, dos territorios habitados
por tribus salvajes, donde el gobierno, si lo hay, cuenta poco ».174 Lo ha subrayado
en su plática de despedida: « En las regiones que rodean la parte civilizada
hay (...) numerosas tribus salvajes, entre las cuales no penentró aún la reli-
gión de Jesucristo, ni la civilización, ni el comercio, donde ningún pie europeo
logró hasta hoy dejar huella alguna. Estos son los habitantes de la Pampa,
de la Patagonia y de algunas islas adyacentes ».175
Dizionario di erudizione storico-ecclesiastico, 103 vol., Venezia 1840-1861, en la que colabo-
raría Giulio FERRARLO... Don Bosco se lo hizo regalar por medio del barón Ricci, de Roma,
para « servizio di questa casa ». MB 7, 384-385.
167 Noticias que forman el cuerpo de la obra de G. BARBERIS, La Repubblica Argentina
e la Patagonia..., p. 16-40, 148-152, 165-180...
168 ASC 110 (1-Quad. l°) Cronichetta-Barberis, p. 16-18.
169 C. CHIALA, o.c., p. 21.
170 R. ENTRAIGAS, o.c., I, p. 103ss, 129.137, 159.
171 R. ENTRAIGAS, o.c., I, p. 111-121, 142-143, 161. Cfr. nota 147.
172 C. CHIALA, o.c., p. 28; MB 11, 374; Jesús BORREGO, G. B. Baccino. Estudio y edi-
ción crítica de su Biografía y Epistolario. Roma, LAS 1977, p. 57-59.
173 MB 11, 586-587.
174 ASC 131.21 Fotocopia de la carta de don Bosco al presidente de la Propagación de
la fe, 28.11.1875.
175 MB 11, 385-386.
4

3.10 Page 30

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50
Jesús Borrego
Y por un mes [11 noviembre-11 diciembre 1875], día a día — clavada
su vista en los mapas — sigue don Bosco el viaje misionero de sus hijos
« desde Turin a la República Argentina ».
3. Conocimientos en 1876
Significa el momento álgido de sus estudios sobre la Patagonia. El pri-
mer trimestre, al ritmo de las noticias recibidas de Buenos Aires, fue forjando
el proyecto patagónico, que llevó a Roma — como hemos visto — para pre-
sentarlo en forma de dos Memorandos distintos al ministro de Asuntos Exte-
riores y al prefecto de Propaganda. Propaganda, que tenía « conocimientos
muy vagos de estos lugares » — no debió quedar satisfecha con el breve
Memorándum y, por encargo del mismo Papa, pidió a don Bosco un amplio
Informe sobre la Patagonia y su proyecto.176
Como « la cosa urgía », durante el viaje de regreso a Turin, desde Pisa
escribe a don Barberis, su competente profesor de geografía, con el ruego de ir
preparando:
« un ragguaglio sulla Patagonia, in cui si raccolga quel che si può sapere:
1o Intorno alla sua estensione, limiti, popoli confinanti sulla linea dai
Pacifico all'Atlantico.
2° Usi, costumi, statura dei Patagoni e loro occupazioni.
3° Religione, tradizioni, e specialmente delle prove fatte dai Missionari
a fine di penetrare tra quie selvaggi.177
176 Cfr. nota 204. ASC 110 (1-Quad. 7°) Cronichetta-Barberis, p. 49 [15.5.1876]: «Se-
condo le spiegazioni che mi diedi dopo a voce questo lavoro è per mandarsi a Roma alla
Congregazione di Propaganda poiché il Sto Padre affidò al Sig. D. Bosco cioè ai Salesiani la
cura spirituale di quelle regioni, non più ancor corse da alcuna missione. La Congregazione
di Propaganda non ha nessuna cognizione — ["nozioni assai vaghe", atenúa E 3, 58] — di
quei luoghi; ed ora si lavora per erigerla in Prefettura Apostolica ».
177 Es el índice del contenido, que llevaría el amplio «Informe» [nota 204], intitulado
La Patagonia e le Terre Australi del Continente Americano: « Osservazione Preliminare
[bibliografia]. — Parte Prima: Patagonia propiamente detta — Confini, Posizione Astrono-
mica, Dimenzioni, Descrizione fisica del Paese [clima, costituzione del suolo, isole, golfi e
baie, porti principali, capi e promontori, monti, vulcani, pinisole, fiumi, laghi], Regno mine-
rale, Regno Vegetale, Regno animale. — Parte Seconda: Storia della scoperta della Patagonia
e degli stabelimenti Europei in detta Regione — Spedizione di Magellano, Nuovi esploratori,
Colonizzazione, Descrizione del villaggio del Carmine, Seguito della storia degli stabelimenti
Spagnuoli di Patagonia, Punta Arena, Porto Carestia. — Parte Terza: Gli abitanti. Loro carat-
tere morale, Cibo, Abitazione, Vesti ed ornamenti, Del fumare-Ubbriachezza, Caccia, Possi-
bilità di comercio, Crudeltà, Governo, Lingua e scienze-Intelligenza, Giuochi, Cavalli e bar-
dature, Armi e strategia militare, la Donna, Divorzio, Pubertà nelle fanciulle, I Fueguani. —
Parte Quarta: Religione — Divinità, Feste religiose, Culto, Superstizione, Usanze nelle ma-
lattie contagiose, Pratiche per gli sponsali-matrimonio, Il fanciullo, Cérémonie funebri. Sepol-
tura. — Parte Quinta: Missioni [le dedica 26 páginas]. — Conclusione: Stato presente della
Patagonia — Abitanti, Guerre ed ostilità, Nuovo Progetto ».

4 Pages 31-40

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4.1 Page 31

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
51
Puoi vedere il Ferrano — Usi e costumi di tutti i popoli nell'ultimo volu-
me dell'America,178 Marmocchi,179 Enciclopedia,1S0 Cesare Cantù,181 e un autore
recente, il cui nome saprò giunto a Torino ».182
Es por demás interesante la procedencia de este « autor reciente » de
nombre desconocido. Don Bosco, en sus contactos con el ministerio de Asuntos
Exteriores, « sede pertinente para tratar de misiones », se valía del comen-
dador Giacomo Malvano, « secretario general del Ministerio, israelita piamon-
tés, que siempre se le mostró extremadamente benévolo ».183 Y al él acude en
demanda de bibliografía patagónica. Malvano, a más de facilitarle « una lista
de las obras que, según su parecer, hablan de la Patagonia »,184 se apresura a
178 Veremos que don Bosco lo incluye en la bibliografía dada al inicio del « Informe »
[nota 23], por su verdadera obra: Giulio FERRARIO, II costume antico e moderno o Storia
del governo, della milizia, della religione, delle arti, scienze ed usanze di tutti i popoli antichi
e moderni. Firenze, Vincenzo Baiteli 1823-1837. A América le dedica 4 vol., de los que el
3° dedicado a America meridional.
179 F.G. MARMOCCHI, Corso di Geografia Universale. Firenza, V. Battelli e C. 1843;
Atlante di Geografia Universale [con 58 tavole]. Firenza, V. Battelli e C. 186; Raccolta di
viaggi dalla scoperta del Nuovo Continente fino a' dì nostri, 20 vol. Prato, Fratelli Giachetti
1840-1847; Dizionario di Geografia Universale. Torino, Società Ed. Italiana 1854.
180 Suponemos se refiere a la Enciclopedia popolare de la nota 166, aunque también
pudiera ser: Enciclopedia elementare. Dizionario di cognizioni utili specialmente alla stu-
diosa gioventù, italiana..., 8 vol. Torino, Unione tip. editrice 1864, che ricalca la Nuova enci-
clopedia popolare, 10 vol., Torino, Gius. Pomba 1848. Cfr. P. STELLA, o.c, I, p. 171.
181 C. CANTO, o.c., Tomo XIV [Cfr. nota 165] en páginas 251, 301 (intentos de misio-
narla), en p. 350-352, 369-377 da generalidades de la Patagonia y de sus habitantes.
182 E 3, 61-62, carta del 14.5.1876.
183 MB 12, 305. Giacomo Malvano (1841-1922): « (...) Ammesso nella carriera del ministero
degli Affari esteri [1864] (...) percorse tutti i gradi fino a quello di direttore generale
[1879] (...) Ministro plenipotenziario a Tokyo (...) Senatore del regno (...) Presidente del Con-
siglio di Stato ». Enciclopedia Italiana, voll. XXII, p. 53.
184 ASC 126.2 carta de G. Malvano a don Bosco, 18.5.1876 con la siguiente lista de libros:
«M. de MOUSSY... [Cfr. notas 36, 37, 46]. Robert CUNNIGHAM, Notes on the naturai history
of the Strait of Magellan and West Coast of Patagonia [made during the vogage of H.M.S.
Nassau, in the years 1866-1869]. Edimburgh 1871. G. MUSTENS, [Cfr. nota 39] (...) EGRET,
Territoire et Colonisation de Magellan. Bull, de la Soc. de Geogr. de Paris, Juin 1874. —
MAGNE Com.te Detroit de Magellan. Annales hydrographiques 1869. — Guillermo Cox, Bul-
letin de la Société de Géographie 1869, p. 57. — FIEUSSER and CLORAZ, Ueber den Pata-
gonischen Kiistenstrich, Zeitschr. der Gesell. für Erdk. zu Berlin 1867, p. 324. — SNOW, A two
years cruise of Tierra del Fuego, the Falkland Island, Patagonia and in the River Plate, 2 vol.
London 1855. — Oltre questi vedere le pubblicazioni degli istituti scientifici dell'Argentina
e del Chilì. Percorrere le riviste bibliografiche dei Mittheilungen del PETERMANN. I due gior-
nali geografici che lasciano addietro gli altri sono: 1° II Mittheilungen di Petermann; 2° Il
Geographical Magazine del Markham. Il 1° tratta piuttosto questioni speciali; il 2° è più va-
riato e divertente. Il Cosmos del Cora sarebbe buono ma come giornale per tenere al cor-
rente esce troppo irregolarmente. L'Explorateur mescola notizie vere e false, scienza e ciarla-
taneria. Piace a molti. Geografie italiane buone mancano. La Géographie in francese del
ROCHAS benché prolissa è buona e bene scritta. Il miglior trattato di Geografia è la tradu-

4.2 Page 32

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52
Jesús Borrego
enviarle — estando aún don Bosco en Roma — « el título de un obra, que
me dicen completa: 'La Patagonia y las tierras australes del continente ameri-
cano - Buenos Ayres 1875'(...). Desconozco el nombre del autor».185 El bió-
grafo cedió a la tentación de conjeturar que el autor innominado « debía de
ser Daly »,186 sin duda mal informado por don Lemoyne, que había interpre-
tado erróneamente el texto original de la crónica de don Barberis.187 Don Bosco
en la bibliografía, ofrecida en la introducción del « Informe » — y que don
Ceria no parece conocer —, da el verdadero « autor reciente » de nombre des-
conocido: Vicente Gregorio Quesada.188
El 17 de mayo, día en que regresó de Roma, « a las cinco y media de la
tarde » — puntualiza don Barberis —, don Bosco, « a pesar del cansancio del
viaje y del fuerte dolor de cabeza, estuvo paseando conmigo en la biblioteca (...)
por más de tres cuartos de hora.
«Si parlò di molte cose(...) ma i due punti principali furono: parlar della
Patagonia poi della Congregazione(...). Da due giorni io non facevo altro che
leggere della Patagonia; [gli] venivo dicendo varie particolarità sulla grandezza,
sul presunto numero d'abitanti, costumi. Cosa mirabile! Pareva che D. Bosco
avesse studiato tutta la sua vita intorno a questo, tanto sapeva correggermi
di molte cose ed aggiungerne altre(...). Io avevo in pronto due carte della Pata-
gonia e dell'America Merid. ed osservammo molto la posizione geografica a
che grado finisse (...), se vi eran già segni di paesi notati e non se ne trovò
neppur uno, si stette molto a notare i golfi, lo stretto di Magellano, le isole
circonvicine(...). Povero D. Bosco! con la sua testa tanto oppressa! (...). Si pas-
seggiò di nuovo, ma il discorso non volle che si allontanasse da quel soggetto
e insisteva su me che quanto prima conducessi a termine quel lavoro per
mandarsi alla Propaganda di Roma affinché lo studiasse e vi stabilisse, com'era
deciso, in Prefettura Apostolica a noi affidata ».189
Mientras trabajan « sin descanso » en la elaboración del « Informe »,190
procuran agenciarse bibliografía de procedencia dispar.
zione russa del RITTER. Da quella si scende per una scala insensibile fino a quelle dello
Schiapparelli. In francese vi è il riassunto di Lavalle... ecc. ecc. »ASC 126.2 Malvano.
185 ASC 126.2 carta de Malvano a don Bosco, 9.5.1876.
186 MB 12, 205; E 3, 62. Cfr. nota 214: N. DALLY...
187 He aquí los dos textos paralelos:
Don Lemoyne: « D. Barberis possedeva Don Barberis: « (…) raccogliendo dagli
il Daly: è un libro spagnuolo stampato autori indicati dal Sig. D. Bosco, dal Daly e
l’anno scorso a Buenos Aires col titolo La specialm[ente] da un libro spagnuolo intito-
Patagonia y las tierras australes del lato La Patagonia y las tierras australes del
continente Americano ». ASC 110 continente Americano, stampato l'anno scorso
Documenti..., XVI, p. 322.
a Buenos Ayres». ASC 110 (1-Quad. 7°)
Cronichetta-Barberis, p. 50.
188 Cfr. nota 208.
189 ASC 110 (1-Quad. 7°) Cronichetta-Barberis, p. 55-56.
190 Impresiona recorrer la crónica de don Barberis desde mediados mayo a finales de
julio, pues se constata que lo llena todo la Patagonia...: « 17.5.1876 (...). D. Bosco in questi

4.3 Page 33

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
53
Gazzolo, que había acompañado la primera expedición a Buenos Aires,
hacia mediados de abril torna a Italia, cuando don Bosco permanecería en
Roma hasta mediados de mayo. El 23 se presentaba el cónsul en Turin y « en
sus largos coloquios (...) hablan con fruición de América»: don Bosco entu-
siasta por la evangelización de la Patagonia, Gazzolo a toda costa pretende
que los salesianos se queden en Buenos Aires. Pero « en el asunto de la Pata-
gonia — sentencia don Lemoyne — el Santo se mantuvo en sus trece, reali-
zando al mismo tiempo en Buenos Aires cuanto pretendía Gazzolo y mucho
más ».191 Durante esos días don Bosco le prepara « una relación oficial a la
Santa Sede — toda ella basada en el proyecto »,192 es decir en el memorándum—,
« a la que Gazzolo aportó únicamente el nombre »;193 y consigue que le preste,
aunque con retardo, «los cuatro volúmenes que (...) contienen cuanto de más
documentado y actual se conoce de las tierras de Sud América ».194
Los salesianos « argentinos » colaboraron activamente. Don Cagliero, desde
abril [1876] adoctrina sobre la Patagonia a don Chiala,195 encargado de preparar
las cartas de los misioneros para su publicación en « L'Unità Cattolica » y en
las Lecturas Católicas. A don Barberis, sucesor de don Chiala, le promete con-
seguir «algún viejo libro (...) que hable de la Patagonia. Pero se tratará de
noticias viejas. ¿Las nuevas? No las hay ».196
El clérigo salesiano G. Battista Allavena — desde S. Nicolás de los
Arroyos — en una extensa carta [29.12.1876], tras describir la República
Argentina y, con amplitud, la Patagonia,197 le manda « la Geografía del Tasson,
usada aquí en las escuelas superiores. Por lo demás puede usted adquirir ahí
noticias y cartas geográficas sobre la república Argentina y sobre América
mejor que yo, viviendo aquí, puesto que casi todas estas obras están publicadas
giorni è tutto in questo di cercare di conoscere le particolarità geografiche, storiche, fisiche,
morali, per ponerne stabilir sul serio la conversione» [ASC 110 (1-Quad. 7°) Cronichetta-
Barberis, p. 53] (...) « 16.6.1876 Si parlò (...) un po' della Patagonia domandandomi dei fogli de'
miei lavori che egli in un momento o nell'altro trova tempo a leggere » (...) « 24.6. Lavoro e fo
lavorare alacramente intorno la Patagonia». ASC 110 (1-Quad. 8°) Cronichetta-Barberis,
p. 34, 62.
191 Para su llegada a Italia: ASC 126.2 Cagliero a don Bosco, 9-17.3.1876; G.B. Baccino
a don Bosco, 16.3.1876. Su encuentro con don Bosco en ASC 110 (1-Quad. 8°) Cronichetta-
Barberis, p. 3-4.
192 E 3, 65, carta de don Bosco a Cagliero, 30.5.1876.
193 MB 12, 263-264, donde el biografo afirma: « Quanto alla relazione, a cui il Gazzolo
semplicemente prestò il nome, sicché non vale la pena di riportarla ».
194 ASC 123 carta de Gazzolo a Barberis, 15.11.1876: Con ella le envía « i 4 volumi che
con tanto impegno mi domandò D. Bosco ». Y como don Barberis no se los devolvía, se los
reclama en carta del 27.7.1877. ¿Se puede referir a V. de Moussy?
195 ASC 273.31.1 cartas de don Cagliero a don Chiala, 4.4.1876 [Reproducida íntegra-
mente como APENDICE 1]; 19.4.1876 da algunos detalles sobre los patagones; 3.7.1876:
breves sugerencias sobre la altura — no gigantesca — de los patagones.
196 ASC 9.126 carta de Cagliero a don Michele Rúa, 20.12.1876.
197 Forma el APENDICE 2.

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54
Jesús Borrego
en París, en la casa editorial Hermanos Garnier ».198
Don G. Battista Baccino, desde Buenos Aires — en dos fechas diversas
[agosto 1876-febrero 1877] — le hace llegar la Descripción geográfica y esta-
dística de la Confederación Argentina de V. Martín Moussy, en tre volúmenes;
además un Atlas y una Carta geográfica — impresa recientemente —, de esta
Confederación.199 En una segunda remesa envía La República Argentina de
Ricardo Napp 200 y Breves Elementos de Geografía Argentina, que califica de
« muy infeliz ».201
La bibliografía remitida desde Argentina sería utilizada en ulteriores
publicaciones, pero, debido a su retraso, no sirvió para el « Informe » solici-
tado por Propaganda, y del cual don Barberis fue compilador y ejecutor técnico,
si bien don Bosco, inspirador y redactor definivo, asumió la responsabilidad,
estampando al final su firma — « Torino 20 di agosto 1876. Sac. Gio. Bosco » —,
y presentándolo, en primera persona, al card. Franchi: « Eminencia Rma. He
demorado en enviar a V.E. Rma. las noticias que he podido recoger sobre la
Patagonia y por ello le suplico benigna conmiseración. Varios asuntos, que no
he podido postergar, los pocos autores y las escasas noticias, que los mismos
dan sobre aquellas vastas regiones, me hicieron emplear más tiempo del pre-
meditado. Este endeble trabajo no está terminado y si se intentase su publi-
cación, yo necesitaría un poco de tiempo para revisarlo con tranquilidad. Con
todo no fue posible hallar una historia de las experiencias hechas para evan-
gelizar la Patagonia. Hubo que tomar cuanto brindaron los autores que hablan
solo incidentalmente de las Misiones ».202
198 ASC 6.03 Missioni-Relazioni (G XV - Quad. 22) copia de la carta del clérigo salesiano
G.B. Allavena a don Barberis, 29.12.1876. Le da la última bibliografía: « La miglior carta
che si conosca del Plata è di Paterman, che può domandarla alla medesima Libreria stamp,
suddetta. La meglior Geografia che si conosca scritta in francese in varie (due?) grossi volumi
non mi ricordo dell'autore ma è stampata (1866) dalla lib. ff. Garnier». Sin duda, a pesar
de las imprecisiones, se refiere a la obra de V. de Moussy. Cfr. nota siguiente.
199 Cfr. notas 36, 37, 46...
200 R. NAPP, La República Argentina. Buenos Aires 1876. Habiendo escrito el libro por
encargo del Comité Central Argentino para la Exposición de Filadelfia, salió al mismo tiempo
en alemán y castellano. En sentir de J. BELZA, Sueños Patagónicos..., p. 30 esta obra aporta
« la mayor contribución informativa en algunos aspectos ».
201 Todo en ASC 31.22 Argentina-Buenos Aires, cartas de G.B. Baccino a Barberis,
3.8.1876 y 4.2.1877.
202 E 3, 88 carta de don Bosco al card. Franchi, prefecto de Propaganda.

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
55
IV. « LA PATAGONIA Y LAS TIERRAS AUSTRALES
DEL CONTINENTE AMERICANO »
Todo el acervo cultural acumulado tuvo cabida en dos publicaciones203
que, aún viendo la luz en el intervalo de un año, delatan idénticas fuentes,
muestran estructura similar y concluyen ambas con el « nuevo proyecto » pata-
gónico. Por orden cronológico de aparición: 1) El tantas veces citado « Informe »
de don Bosco al prefecto de Propaganda [20.8.1876], intitulado La Patagonia
y las Tierras Australes del Continente Americano;204 2) la no menos conocida
La República Argentina y la Patagonia [marzo-abril 1877] de don Barberis,205
que ofrecerá al público buena parte del contenido — aspectos históricos, geo-
gráficos, culturales y religiosos — del « Informe ».
Expuesto ya el índice de dicho contenido,206 interesa únicamente fijarse
en las « Observaciones preliminares » — bibliografía —, y en las « Conclu-
siones » — « estado actual de la Patagonia », « nuevo proyecto » — del « Infor-
me », conclusión idéntica a los dos « apéndices » — memorándum al card.
Franchi y « proyectos para civilizar la Patagonia » —, con los que cierra don
Barberis su opúsculo de las Lecturas Católicas.
1. Bibliografía
Hay una preocupación, común a ambas obras, de demostrar su nivel cien-
tífico. Don Barberis la pone en boca del cronista: « Me serviré de noticias
recogidas sobre el terreno y de los autores más acreditados (...). Me parece — insi-
núa refiriéndose a la Patagonia — que en Italia se tengan noticias bastante
escasas y, por demás, inexactas. He investigado aquí cuanto me ha sido posible
203 C. CHIALA, Da Torino alla Repubblica Argentina..., recogió algún material, como lo
referente al Brasil (p. 171-181, 185-187), al Uruguay (p. 192-195), Paraguay (ampliamente las
reducciones jesuitas: p. 207-215), Rio de la Plata (p. 218-224). Sobre Patagonia, p. 21-22, 178.
204 GIOVANNI Bosco, La Patagonia e le Terre Australi del Continente Americano. Tori-
no 1876. Manuscrito inédito [Son autógrafas de don Bosco sólo la fecha y la firma]. Biblio-
teca de la Pontificia Universidad Urbaniana de Roma. El reciente descubrimiento (1983) se
debe al p. Ernesto Szanto, quien prepara la edición crítica del que califica « documento de
especial importancia para la Patagonia ». [Cfr. E. SZANTO, Proyecto Patagonia, en « Criterio »,
mi. 1936-1937 (Navidad 1984) 739-743]. Las tres primeras partes del documento, puestas al
día, aparecieron ya — con idéntico título — en el Bollettino Salesiano entre febrero de 1880
y octubre de 1884.
205 G. BARBERIS, La Repubblica Argentina e la Patagonia. Lettere dei Missionari Sale-
siani, en «Letture Cattoliche» nn. 291-292 (marzo-aprile 1877).
206 Cfr. nota 177. La obra de don Barberis, aunque dé el contenido bajo la forma de
Lettere dei Missionari Salesiani, recoge — casi por el mismo orden — los capítulos del
« Informe », aportando la novedad de la labor salesiana, plasmada en dichas « Lettere dei
Missionari ».

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56
Jesús Borrego
y esto es lo que he recogido ».207
El « Informe » inicia con estas « observaciones preliminares »: « Las co-
sas expuestas en este escrito son de los autores más serios que han hablado
de esta materia. Sólo se seleccionó lo que podía tenerse como verdadero con
certeza moral, transcrito con la expresión más precisa a nuestro alcance. Nos
hemos servido en modo particular de las obras siguientes:
1o Vicente QUESADA, La Patagonia y las tierras australes del Continente
Americano, impresa en 1875 en Buenos-Ayres, y seleccionada de documentos
públicos.208
[Conviene subrayar que el título de esta obra coincide plenamente con
el escogido por don Bosco para el « Informe » a Propaganda, y don Barberis
asegura haber tomado, « especialmente » de esta obra, la información detallada
y precisa,209 a pesar de no aparecer su nombre ni una sola vez].
2o Alcides D'ORBIGNY. De dos de sus obras, Viaje a la América Meridional
y El hombre americano...210
3o LA CROIX, en su obra particular La Patagonia, las Tierras del Fuego y
las islas Malvinas...211
4o GUINNARD, en su obra titulada, Tres años de esclavitud en la Pata-
gonia...212
5o Giulio FERRARIO, Costumbres antiguas y modernas. América, vol. 3o,
en las páginas en las que habla de la Patagonia...213
207 G. BARBERIS, o.c., p. 11, 61.
208 Vicente Gregorio Quesada (1830-1913). Abogado, político y literato argentino. En
1871 fue nombrado director de la Biblioteca Nacional y en 1873 fue enviado a Europa a estu-
diar los archivos españoles para enriquecer el acervo documental patrio. Como resultado de
esta misión publicó en 1877 su libro Las bibliotecas europeas y algunas de la América del Sur.
En 1875 apareció La Patagonia y las tierras australes del continente americano y en 1877
El virreinato de Río de la Plata, dos libros que fueron igualmente fruto de aquellas investi-
gaciones.
209 ASC 110 (1-Quad. 7o) Cronichetta-Barberis, p. 50.
210 Alcides Dessalines d'Orbigny (1802-1837), — Voyage dans l'America Méridionale,
9 vol. Paris 1834-1847. — L'Homme Américain, 2 vol. Strasbourg 1840. Es el autor más
citado en el « Informe », pues don Bosco lo ve: « Questo bravo naturalista percorse per otto
anni consecutivi l'Emisferio Australe del Nuovo Mondo, e soggiornò otto mesi nella Pata-
gonia. E' autore coscienzioso e non esagerato ».
211 F. LA CROIX, Patagonie, Terre du Feu et Archipel des Malouines, en L'Univers:
Histoire et description de tous les peuples, vol. XXV. Paris 1840. Citado bastante, pues es
considerado « come uno dei più istruiti geografi della prima metà del nostro secolo [XIX] ».
212 A. GUINNARD, Trois ans de captivité chez les Patagons, en « Le Tour du Monde »,
2° semestre 1861. Paris 1861. Así presentado por don Bosco: «Lo stesso autore fu schiavo
per tre anni continui nel centro della Patagonia e fu venduto schiavo a varii padroni di tribù
differenti de modo che ha potuto osservare i costumi di una ragguardevole parte di quelle
terre ».
213 Giulio FERRARIO, Il costume antico e moderno... Cfr. nota 178.

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
57
6o DALY — traducido, corregido y anotado por el conde Cibrario —,
Usos y costumbres sociales, civiles y políticas de todos los pueblos del mundo.214
7° Un anónimo, Galería universal de todos los pueblos del mundo.
8o La vuelta al mundo. Periódico actual de geografía y de viajes a varios
lugares, especialmente en los dos cuadernos Viaje de Pío IX a Chile 215 y Obser-
vaciones de pormenores de las tierras que rodean el estrecho de Magallanes.
9o En lo concerniente a la geografía de estos países, también se consultó
a Marmocchi,216 Balbi,217 y Malte-Brun.218
10° Varias relaciones de misioneros publicadas en 'Cartas Edificantes' y
en el 'Museo de las Misiones Católicas' de Turín.219 También se han tomado
particularidades de cartas, escritas ya por nuestros misioneros desde su campo
de trabajo ».220
Además de estos autores, citados en la bibliografía, dentro del texto
aparecen esporádicamente nombres de insignes exploradores, geógrafos o histo-
riadores como Pigafetta,221 Sarmiento,222 Parker King y Fitz Roy,223 Viedma,224
214 N. DALLY, Usi e costumi sociali, politici e religiosi di tutti i popoli del mondo da
documenti autentici e dai viaggi migliori e più recenti. [Traduzione riveduta da cavaliere
Luigi Cibrario con osservazioni ed aggiunte del medesimo per ciò che concerne particolar-
mente la patria italiana]. Torino, Stabilimento Tipografico Fontana 1844-46. Y presentasi al
autor, N. Daily (1795-1862): « profesore di geografia e di storia della Società asiatica di Pa-
rigi, di quella delle scienze di Hainaut. Autore degli elementi della storia del genero umano ».
215 A. VIDELA, o.c., p. 13-14. No lo olvida C. CHIALA, o.c., 199-200.
216 F.G. MARMOCCHI..., cfr. nota 179.
217 A más de la nota 58, A. BALBI, Atlas ethnographique du Globe, ou Classification
des peuples ancians et modernes d'après leurs langues..., suivi du tablaû physique, moral et
politique des cinq parties du monde. Paris, Rey et Garnier 1826. — Bilancia politica del globo,
ossia Quadro geografico-statistico della Terra conforme alle ultime politiche transizioni e più
recenti scoperte. Padova, Ant. Zambeccari 1833. En su Compendio di Geografia... [Cfr.
nota 58], vol. 2, p. 651-53, sitúa la Patagonia en la « America-Indigena-Independente [por-
que] (...) non fu ancora occupata da veruna potenza e le pretenzioni degli Spagnuoli sopra
quelle vaste solitudini sono lontane dall'essere riconosciute dai potentati europei », y describe
su posición astronómica, confines, ríos, habitante, islas y la legendaria ciudad de los césares.
218 ¿No será John BRON, Voyage autour du monde fait en 1764 et 1765 sur le vaisseau
de guerre anglais 'le Dauphin' commandé par le chef d'escadre Byron, traduit de l'anglais.
Paris, Molini 1767? El mismo título, traducido al español [Madrid 1769] aparece atribuido a
BYRON COMODORO. Y en ambas obras, la única vez que aparecen, son citados unidos: «Byron
e Matte-Brun ».
219 Cfr. notas 123 y 124.
220 Todas las carta de « nuestros misioneros », exceptuada una, se hallan en la obra de
Barberis, formando la estructura del opúsculo.
221 Antonio PIGAFETTA, Primo viaggio intorno al globo. Milano, Galeazzi 1800 [Ma-
drid 1899].
222 Pedro SARMIENTO, Viaje al Estrecho de Magallanes en los años 1579 y 1580 y noti-
cias de la expedición que después hizo para probarle. Madrid 1768.
223 Parker KING y Fitz ROY... cfr. nota 106.
224 F. DE VIEDMA [o BIEDMA], Descripción de la costa meridional... patagónica. Bue-
nos Aires, Colección de Obras y Documentos P. De Angelis 1836-1840.

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58
Jesús Borrego
Falkner,225 Humboldt,226 Bongainville,227 Froger,228 Dumout d'Urville,229 Mentelle,230
Villarino.231 Faltan a la cita nombres como Musters,232 Gigliotti,233 De Angelis 234
y, sobre todo, — en el opúsculo de las « Lecturas Católicas » de don Barberis —
Moussy,235 cuya Descripción geográfica y estadística de la Confederación argentina
le ha sido remitida a tiempo desde Buenos Aires.
2. « Estado actual de la Patagonia » 236
Este primer subtítulo de las « conclusiones » del « Informe » invia a releer
el último párrafo de la página 111 de las MB : « Pero cuando comprendió que por
aquellos lugares no existía un palmo de terreno sobre el que no se extendiese
el dominio de Argentina o de Chile, no habló ni una palabra más de la
empresa ».237 Es afirmar demasiado que don Bosco abandonase definitivamente
la empresa; más bien dio un giro al proyecto, hecho el análisis « de la situación
225 Thomas FALKNER, Description of Patagonia. Hereford 1774.
226 A. HUMBOLDT, Examen critique de l'Histoire de la Géographie du nouveau con-
tinent. Paris 1839.
227 Louis A. DE BOUGAINVILLE, Voyage autour du monde, par la frégate du roi 'la Bou-
deuse' et la flute 'l'Etoile' en 1766, 1767, 1768 et 1769, 2 vol. Paris 1771.
228 Sieur FOGER, Relation d'un vogaye fait en 1696-1697 aux Cotes d'Afrique, Detroit
de Magellan... Paris 1698.
229 DUMONT D'URVILLE, Voyage au pôle sud et dans l'Océanie sur les corvettes 'l'Astro-
labe' et la 'Zélée'... pendant les années 1837-1840, 23 vol. Paris 1842-1854.
230 E. MENTELLE, Geografia e cronologia antica e moderna in continuazione al «Com-
pendio della Storia Universale » del Sig. Conte di SEGUR, Tomo CLIX, XII ed ultimo della
Geografia e Cronologia. Milano, Ant. Fort. Stella e F. 1827.
231 B. VILARINO, Exploración del Río Negro en 1782. Buenos Aires, Colección P.
DE ANGELIS 1836-1840.
232 Cfr. nota 39.
233 Cfr. nota 54.
234 Pedro DE ANGELIS, Colección de obras y documentos relativos a la historia antigua
y moderna de las provincias del Río de la Plata, 6 vol. Buenos Aires 1836-1840.
235 M.V. de MOUSSY..., cfr. notas 36, 37, 199. Conviene subrayar que « estas ansias
domboscanas de saber patagónico, no se apagarán jamás » [J. BELZA, Sueños Patagónicos...,
p. 37]. Y, en efecto, el 14 de abril de 1883, mons. Louis Desgrands, presidente de la Sociedad
Grográfica de Lión, que había sentido a don Bosco « discurrir con tanta seguridad y con
tantos particulares sobre la Patagonia », lo invitó a hablar a los miembros de la Sociedad
Geográfica. Estos, teniendo delante de sí una carta geográfica de la Patagonia, escucharon a
don Bosco, que describía minuciosamente fauna, flora, geología, minas, lagos, ríos y habi-
tantes [MB 16, 69]. La Sociedad, recibida de don Bosco una memoria escrita sobre al argu-
mento tratado, se reservó tres años para controlar las afirmaciones, y el 19 diciembre 1886
le concedía la medalla de plata por sus benemerencias en el campo de la ciencia geográfica.
MB 18, 30-33, 637-638.
236 Llena las páginas 143-147 del « Informe ».
237 MB 12, 111.

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
59
social y militar de los civilizados y de los salvajes », de los que recibe « noticias
cada vez más atendibles ».238 Y ambas realidades — social y militar — vienen
plasmadas en el « estado actual » patagónico de su « Informe ».
• SITUACIÓN SOCIAL 239
El habitat
« Tutti i viaggiatori che esplorarono le coste in ogni stagione, in ogni
tempo videro dei selvaggi (...). Più, si poté ricavare che le popolazioni più fitte
non sono mai sulle coste perché più sterili, mentre l'interno specialmente la
parte Orientale delle Cordigliere paiono grandemente più popolate. E' vero che
la vita nomade e pastorizia che menano richiede che la popolazione non sia
molto fitta e le vaste solitudini affatto sterili non possono essere abitate (...).
Número de habitantes
« E' impossibile calcolare con precisione il numero degli abitanti di que-
ste regioni. Non essendo ancora state percorse nell'interno da alcun dotto viag-
giatore neppure si può dare un numero che sia probabilmente approssimativo,
ciò che si può dire di più certo si è che più si fanno studii, più uno si capacita
dovere il numero degli abitanti esser grande (...).240 La cosa che più fa arguire
il numero sterminato d'Indi che popolano i confini del territorio della repub-
blica Argentina e del Chili si è che a malgrado degli sforzi del governo di
Buenos-Ayres e di Santiago non si poté ancora soggiogare quelle tribù (...). Da
tre secoli i bianchi fan loro guerra di sterminio(...). E' da aggiungersi che non
hanno i Patagoni mezzi di farsi pervenire notizie; non strade, non comunica-
zioni. Quelli adunque che combattono contro gli Argentini ed i Chileni sono
soltanto le tribù limitrofe; quelli del mezzodì non mandano né aiuti né
soldati (...).
• SITUACIÓN MILITAR: «GUERRAS Y HOSTILIDADES»241
« Presentemente la repubblica Argentina è immischiata in orribili lotte
co' selvaggi che si trovano a' suoi confini. I selvaggi sono quanto mai si possa
dire esasperati perché gli Argentini acquistan tuttogiorno terreno su loro cac-
238 P. STELLA, o.c., I, p. 174. Cfr. APÉNDICES.
239 Ha dedicato toda la « Parte Tercera » a « gli abitanti — lo carattere e costumanze
domestiche e civili ». Distingue ya perfectamente — y con sus nombres propios — « i Pam-
peros propriamente detti, cioè abitanti delle Pampas » y las nueve tribus de patagones — con
sus nombres —, que «possono a buon diritto considerarsi in due classi: (...) Indiani a caval-
lo (...) Indiani del canotto».
240 Se ve que no se ha fiado de la información de don Cagliero [Apéndice 1], — entre
pampas y patagones al máximo unos 40.000 —, mientras que aquí el mínimo « circa 4 mi-
lioni d'indigeni il che supera sempre immensamente quanto si vada scrivendo nei libri di
geografia e di viaggi ».
241 Es el 2o subtítulo del « Stato presente » de la Patagonia en el « Informe », p. 146-147.

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60
Jesús Borrego
ciandoli dai luoghi ove essi han diritto di stare. Si credono autorizzati di fare
inverso i bianchi ogni sorta di crudeltà. Continuamente fanno scorrerie (...).
Sono soliti in queste scorrerie abbruciare tutti i dintorni, rubare ogni cosa che
trovano (...). D. Cagliero in data dei 18 Febbraio [1876] ci scrive: "Gli Indi
mi fanno scorrerie (...) ed il governo dalla sua parte li uccide a centinaia.
Si invece di soldati il governo mandasse de' Missionarii, farebbe molto meglio
e colla vita si salverebbe loro anche l'anima" ».242
SITUACIÓN RELIGIOSA
« Questa numerosa popolazione giace tuttavia nelle tenebre e nell'ombra
di morte. Sono intieramente selvaggi senza dimora fissa, senza case; né cri-
stianesimo né civiltà poté fin'ora penetrarvi, né alcuna autorità civile vi poté
estendere la sua influenza ed il suo impero ».243
A don Bosco no podía escapársele la lamentable situación religiosa. A esas
alturas los salesianos saben que « el nombre de Jesús ha resonado hasta el
grado 45 » solamente.244 En el « Informe » relatan la actividad misionera, en
especial de los jesuitas, durante los siglos XVII y XVIII en « la Patagonia y
Pampas limítrofes », tentativos y esfuerzos sin « ningún resultado estable en
parte alguna ».245 Se percatan que no son los únicos a ponerse el problema de
la evangelización: « Aún en nuestros días entre los Pampas sometidos, es decir
súbditos leales de la República Argentina, se han iniciado varias misiones (...)
debidas al celo verdaderamente apostólico del arzobispo de Buenos-Aires ».246
La labor y « las gestiones del arzobispo Aneiros en favor de los indios hasta
la conquista del desierto »247 — que es decir hasta la llegada de los salesianos
a Carmen de Patagones [1879-1880] —, se orientan exclusivamente a los indios
pampas. Una interesante labor de diálogo, para negociar la paz entre los
caciques y el gobierno argentino,248 que mons. Aneiros considera base indis-
pensable de una real evangelización, emprendida: con la institución del « Con-
sejo ó Comisión para la conversión de los indios al catolicismo » [3.12.1872],
— suceso recogido en Turín por la revista « Museo de las Misiones Católi-
242 ASC 273.31.3 carta de Cagliero a don Giuseppe Lazzero, 18.2.1876.
243 Idea repetida, casi al pie de la letra, en toda la documentación salesiana. Memoran-
dum al card. Franchi E 3, 58; BARBERIS, o.c., p. 14; C. CHIALA, o.c., p. 21, 49.
244 Es decir hacia la actual Comodoro Rivadavia.
245 Un buen compendio de esta labor misionera en R. ENTRAIGAS, o.c., p. 14-17. El
« Informe » dedica la « Parte Quinta » [p. 117-143], sobre todo a la actividad misionera de los
jesuitas. Don Barberis, o.c., p. 59-60, 91-93 con idéntica conclusión: « Dopo di allora, per
quanto consta, non si fecero più ulteriori tentativi per cristianeggiare la Patagonia. Pare tut-
tavia che sia giunto il tempo della misericordia Divina su queste regioni e non deva tornare
inutile una nuova prova di Evangelizzazione ».
246 « Informe », p. 147.
247 Es el título, ya conocido [Cfr. nota 91] de S. COPELLO.
248 S. COPELLO, o.c., p. 49, 189, 231...

5 Pages 41-50

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
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cas » —;249 con sus visitas pastorales hasta « los pueblecitos o ciudades cons-
truidas poco tiempo ha;250 y con el establecimiento de auténticas misiones "tam-
bién entre los salvajes" »: « Hemos sentido con inmensa alegría — concluye
la "parte quinta" del "Informe" — que los beneméritos padres Lazaristas
desde hace cuatro años iniciaron entre ellos una misión 251 que ha prodigado
ya mucho bien, y esperamos será un recinto destinado a producir entre estos
salvajes abundantes frutos ».
3. « Nuevo Proyecto » 252
Don Barberis finaliza su obra La República Argentina y la Patagonia
con dos apéndices: el conocido Memorandum al card. Franchi y « Proyectos
para civilizar la Patagonia ».253 El « nuevo proyecto » — conclusión definitiva
del « Informe » — reproduce íntegramente los « proyectos (...) » de don Barberis,
tomando, como encabezamiento, lo esencial del Memorándum.254
El 12 de agosto 1876 anota don Barberis en su crónica que desde hace
quince días « no se habla de otra cosa que de misiones y de la Patagonia con
don Bosco »,255 quien en su correspondencia con Argentina derrocha su entu-
siasmo patagónico,256 alentado por las informaciones que don Cagliero — tam-
bién entusiasmado —257 le facilita. Informaciones, que al tiempo que clarifican
ideas sobre « el estado actual de la Patagonia », perfilan el « nuevo proyecto »,
que inicia con estas palabras: « Mientras se pensaba en el modo de abrir
nuevas casas en la República Argentina, circunstancias propicias favorecieron
los diseños en pro de la conversión de la Patagonia », no pareciendo « inútil
una nueva prueba de evangelización ».
El « nuevo proyecto » mantiene los presupuestos precedentes: incursión
249 Museo delle Missioni Cattoliche 16 (1873) 63. Cfr. P. STELLA, o.c., I, p. 174.
250 S. COPELLO, o.c., p. 27-44, 47-49. Y cuando habla de esas « remotas regiones » se
refiere a Carmen de Patagones, p. 94.
251 Pero siempre la labor, aún de los padres lazaristas, « atendía a la comunidad euro-
criolla y a los indios mansos acampados cerca de las poblaciones (...) Luego (...) en el Azul (...)
Salinas Grandes (...) en el Bagrado (...). Aneiros había propuesto a los padres lazaristas el
curato de Patagones el 15.11.1872, que fue aceptado el 4.2.1873...». J. BELZA, Sueños Pata-
gónicos..., p. 42-45; S. COPELLO, o.c., p. 53-86; R. ENTRAIGAS, o.c., p. 147-148...
252 Ultimo subtítulo de la « Conclusione » del « Informe », p. 148.
253 G. BARBERIS, o.c, p. 219-226 [Promemoria di un progetto per la promulgazione
del Vangelo nella Patagonia...], p. 227-231: Progetti per l'incivilimento della Patagonia.
254 « Informe », p. 148-151. Se trata del plan, expuesto — también como presentación —
en el Memorándum al card. Franchi, y que aparece en la nota 270.
255 ASC 110 (1-Quad. 8°) Cronichetta-Barberis, p. 75-76:
256 Cartas a Cagliero: E 3, 64-65 (del 30.5.1876), 68-69 (del 29.6.1876), 81-82: del
1.8.1876.
257 ASC 126.2 Cagliero a don Bosco, 18.5 - 4.6, 2 y 30.7.1876.

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Jesús Borrego
en la Patagonia, sin renunciar del todo a la colonia con elementos italianos.
Así lo da a entender a don Barberis:
« 11 agosto 1876 - Ho scritto di quest'oggi o ieri al cav. Malvano, secre-
tario del ministro degli esteri.258 Io insisto sempre sullo stesso punto: che
l'Italia farebbe bene a mettere una colonia nella Patagonia,259 dacché non appar-
tiene ancora a nessuno; che la potrebbe mettere tra i gradi 40 e 50 circa, dac-
ché tanti sono gli Italiani che vanno colà, si potrebbero aiutare, sostenerli con
leggi ».260
Don Bosco ante las autoridades de Italia continua viendo factible el proyecto
de fundar una colonia italiana « entre los grados 40 y 50 », por ser zona que,
de hecho, « no pertenece todavía a nadie »; y, además, porque la colonización
de la Pampa y la Patagonia atrae italianos hacia esos territorios, en uno de
los cuales — el Chubut — se ha establecido recientemente una colonia galese,
así llamada « por estar fundada por protestantes ingleses del país de Galles,
mandados por el Gobierno de Buenos-Aires ».261
Desde el inicio, diciembre 1875, don Cagliero había hecho concebir a
don Bosco esperanzas de contar con una colonia en esos parajes, pues el
gobierno argentino, ante los progresos de los ingleses y temeroso de su influjo
político, « quería que en las nuevas colonias los comisarios fueran acompañados
por misioneros católicos ».262 Nombrado poco antes Antonio Oneto263 nuevo
comisario para organizar la colonia galesa del Chubut, ya en marzo de 1876
pide a don Cagliero « dos padres y (...) el Chubut será conquistado para la fe y
civilización ».264 Recibida en julio esta misiva, don Bosco sueña — e insiste al
258 E 3, 84-85, carta del 12.8.1876, que inicia: « Le premetto vivi ringraziamenti pei
molti disturbi che si è dato a mio riguardo specialmente pei suggerimenti dati intorno alla
Patagonia ed agli autori che ne trattano [Cfr. notas 184-185] (...). Sarebbe pure una gloria per
l'Italia se fosse la prima fra le nazioni che abbia efficacemente cooperato all'incivilimento
della Patagonia e degli altri confinanti selvaggi ».
259 E 3, 85-86: Junto con la carta al secretano, Malvano, enviaba una especie de breve
Memoria para el ministro de Asuntos Exteriores, Melegari.
260 ASC 110 (1-Quad. 8°) Cronichetta-Barberis, p. 73. Y el 17 del mismo mes insiste
en la idea: «D. Bosco (...) ne scrisse al Governo affinché stabilisca qualche Colonia Italiana
in quei luoghi, dacché si può; ne scrisse al Sto. Padre ed a varii cardinali per far conoscere
la cosa, prenderla in considerazione e per avere privilegi straordinari; ne scrisse alla Società
delle Missioni Cattoliche in Francia e alla Cong. di Propaganda in Roma... » Cronichetta-
Barberis, Quad. 9°, p. 26-27.
261 G. BARBERIS, La Vat agonìa y la Republica Argentina..., p. 63.
262 ASC 126.2 carta de Cagliero a don Bosco, 30.12.1875.
263 Antonio Oneto (1826-1885). Capitán de la Marina Mercantil Italiana, arribó a la
Argentina en 1868, fundando la Compañía de Navegación Italo-Platense. Designado por el
gobierno argentino Comisario de la Colonia Galesa del Chubut (1875), llegó en 1877, con
un grupo de galeses, hasta Deseado con el propósito de fundar allí una colonia, cosa que
sólo realizaría en 1884. Falleció en Puerto Deseado en junio 1885. R. ENTRAIGAS, Oneto,
« pioneer » patagónico. Buenos Aires, Argentina Austral 1956.
264 ASC 31.22 Argentina-Buenos Aires, carta de A. Oneto a Cagliero, 1.3.1876; MB 12,
653-655.

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
63
ministro Melegari — para que « la idea utópica de fundar una colonia italiana
bajo el dominio de la madre patria cediera el paso al diseño realizable de una
colonia similar a la galesa del Chubut, es decir formada por inmigrantes italia-
nos, favorecida por Italia y regida completamente según la leyes argentinas ».265
Con una respuesta evasiva el ministro se reserva tiempo para reflexionar sobre
« el proyecto de colonización en la Patagonia », habiéndose « recrudecido enton-
ces la antigua controversia entre Chile y Argentina por la repartición del
respectivo dominio en aquellas regiones ».266
Aunque se desvanece esa perspectiva del proyecto — [una colonia italiana
patagónica] — intuye entre los mismos paralelos 40 al 45 la posibilidad de
hallar uno o varios lugares « donde crear un centro seguro — [que don Bosco
sigue denominando "colonia"] — en el que se desarrolle una eficaz actividad
salvadora a favor de los Pampas y Patagones ».267 Y en la dificultad funda-
mental — « la enorme distancia que hay de aquellas regiones a la Capital » —268
alegada por el arzobispo de Buenos Aires para no ocuparse de esas misiones,
don Bosco encuentra, entonces [agosto 1876] la gran ventaja: Siendo inútil
de momento probar a establecerse entre los indios de la Pampa « por hallarse
exarcebados contra los blancos de todo tipo, parecía los más recomendable
comenzar desde lugares más lejanos, no existiendo aún en aquellas tribus
prevención alguna contra los europeos ».269
A continuación, como pórtico del « nuevo proyecto », don Bosco, viendo
que el método empleado hasta ahora en la evangelización no condujo sino
al exterminio de los misioneros, brinda « la nueva estrategia », estudiada con
el Papa y ya experimentada en San Nicolás de los Arroyos: « El único siste-
ma (...) es el sistema de colonización, instanlando varios pueblecitos o pequeños
fuertes en los confines y allí comenzar a abrir colegios, casas de educación,
internados, orfanatrofios para los muchachos salvajes, realmente abandonados,
y, por su medio, tentar con el tiempo el sistema de evangelizar a los Patagones
con los mismos Patagones. Atraídos los jóvenes, bien formados los hijos, ellos
mismos pensarán en difundir la religión Cristiana también entre los padres ».270
Luego anuncia (...)
265 MB 12, 307-308.
266 ASC 126.2 carta de Malvano a don Bosco, 18.8.1876: «Molto Reverendo Signore,
Ho rassegnato a Sua Eccelenza il Ministro [Melegari] le due Memorie con la lettera del 12
di questo mese [Cfr. notas 258, 259]. Rispetto ai progetti di colonizzazione in Patagonia, il
Ministro si riserva di pensarci ancora. D'altra parte, giova che Ella sappia pendere tuttora,
anzi essersi esarcebata in questi ultimi tempi, antica controversia tra il Chilì e l'Argentina
per lo spartimento del rispettivo dominio in quelle regioni. Parrebbe quindi cosa prudente
di differire ogni disegno fino a tempi migliori... ».
267 MB 12, 263.
268 MB 12, 668 carta de mons. Aneiros a don Bosco, 1.7.1876.
269 « Informe », p. 147.
270 Tomado de G. BARBERIS, La Repubblica Argentina e la Patagonia..., p. 93-94, pero
lo reproduce toda la documentación: « Informe », p. 147; Memorandum al card. Franchi
E 3, p. 58-59; CHIALA, o.c., p. 21-22, 251.

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Jesús Borrego
« TRES PROYECTOS SE PRESENTAN EN ESTE MOMENTO » 271
La fuente de dichos proyectos son dos cartas de don Cagliero a don Bosco
— ambas de julio 1876 —, en las que entrevé la oportunidad de « atenazar »
salesianamente la Patagonia desde dos puntos estratégicos — Carmen y San-
ta Cruz — con una « estación misionera » en el Chubut.272 Así, sintetizado,
aparecen en el « Informe » los tres proyectos:
• « En primer lugar, el arzobispo de Buenos-Aires pretende confiar a la
Congregación Salesiana un país llamado Carmen, o Patagones, (...) última par-
roquia de su vastísima archidiócesis (...), se encuentra en los confines septen-
trionales de la Patagonia(...).273 Disponiendo de este lugar ya católico, avanzada
hacia los salvajes, se pueden instalar aquí un internado (...) después con facilidad
adentrarse en el interior de aquella región ».274
[Ilusión de momento esfumada cuando, a primeros de 1877, tanto esta
parroquia como la de Mercedes fueron confiadas al lazarista Emilio Savino a
su salida forzosa de Los Toldos].275
«El segundo proyecto (...). Después de su última carta — escribe don
Cagliero a don Bosco —276 casi me he olvidado de Buenos Aires para ocuparme
de la Patagonia. Y, precisamente ahora, le puedo dar la noticia más consola-
dora. Una carta del señor Antonio Oneto, genovés, comisario de la colonia
galesa del Chubut277 — que se encuentra en el grado 41 de latitud sobre la
costa del océano Atlántico —, me invita a ir con otros dos padres para vivir
con los patagones Hurli-chez y Cherel-chez,278 puesto que los dos caciques Focel
y Cinquecian,279 jefes de aquellas tribus, recibirán con agrado a los misioneros
271 « Informe », p. 148-151; G. BARBERIS, o.c., p. 227-231. C. CHIALA, o.c., p. 250 — en
apéndice: Nuova spedizione di missionari nella Repubblica Argentina e nella Patagonia
[También en E 3, 89-91] — dice unicamente: «Da lettere ricevute in questo momento dai
Missionari ci viene data la grande consolazione che in tre parti i selvaggi dimandono Mis-
sionarii che vadano tra loro ad annunziare il regno de' cieli ».
272 ASC 126.2 cartas de Cagliero a don Bosco, 2 y 19.7.1876.
273 Cfr. nota 113. Estos detalles geográficos vienen recordados en G. BARBERIS, o.c.,
p. 62, 63, 148. Promesa de entregar el arzobispo la parroquia de Carmen a los salesianos:
ASC 126.2 cartas de Cagliero a don Bosco, 20.6, y 19.7.1876. En el « Informe », p. 39-43
se recrea en la descripción de Carmen de Patagones.
274 Por lo que concluye: « Il nostro D. Cagliero poi aggiunge, che il sentimento di
questo prelato sarebbe di darci la cura dei Patagoni Moluchez, Puel-chez e Che-che-hest, i
quali si trovano riverecci del Rio Negro e si estendono fino al grado 37 verso il mare ».
275 S. COPELLO, o.c., 91-94; R. ENTRAIGAS, o.c., II, p. 264-265.
276 Se trataba de la carta del 2.7.1876 (ASC 126.2).
277 Cfr. nota 263. Es la carta de Oneto a Cagliero, 1.3.1876 (MB 12, 653-655).
278 Se refiere a los « tehuelches y huiliches » [ASC 126.2 carta de Cagliero a don Bosco,
2.7.1876]. Cfr. R. ENTRAIGAS, o.c., II, p. 103.
279 Foyel y Chiquechán [ASC 126.2 carta de Cagliero a don Bosco, 20.6.1876], confir-

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
65
y los acogerán con respeto suministrándoles cuanto necesiten. Nos asegura (...)
que, lograda la amistad de estas dos tribus, podremos abrirnos camino por
toda la Patagonia ».
[El comisario general de Emigración, don Juan Dillon,280 disuadió a don
Cagliero a ir, de momento, al Chubut por temor que con los galeses, pro-
testantes, surgieran dificuldes que convenía evitar. Pero les indica la ruta de
Santa Cruz] (...).281
«Un tercer proyecto (...). El gobierno argentino desea fundar una colo-
nia (...) en Santa Cruz, que es un puerto con su río, ubicados al fondo de la
Patagonia sobre las orillas del océano Atlántico hacia el paralelo 50°, es decir
poco antes de penetrar en el estrecho de Magallanes (...).282 El gobierno se com-
promete suministrar a los salesiano subsistencias para ellos y para los patagones
Quiane-chez y Pilma-chez,283 [tribu de unos 400 indios mansos].284 Instalado
un buen grupo de misioneros en este punto parece no será difícil penetrar en
el interior, también por esta parte, y en pocos años tocar todos los rincones
de la Patagonia ».
[Don Cagliero, en efecto, sueña con entusiasmo en su primera real aven-
tura misionera: andar en nave hasta el río Santa Cruz, penetrar en la Patagonia
y tornar a Buenos Aires por el interior. Pero el frío invernal, la crisis econó-
mica gubernamental y, por último, su retorno en Europa lo impidieron].285
El 13 de agosto, en plena euforia patagónica, don Bosco escribe a don
Cagliero: « Toda Italia y la Europa política y religiosa hablan de nuestro proyecto
mado en E 3, 79, carta de don Bosco a Lemoyne: « Due capi della Patagonia hanno fatto
formale dimanda a D. Cagliero, che mandi colà i Missionari Salesiani, i quali saranno bene
accolti. D. Cagliero tratta col governo di questo importante affare. Pare proprio che Dio
voglia qualche cosa di grande dai Salesiani ».
280 Juan Billón, descendiente de irlandeses y « excelente caballero cristiano » [R. ENTRAI-
GAS, o.c., I, 158, 368], «realmente amigo» de los salesianos, don Cagliero percibirá por su
medio ayudas económicas y valioso contributo en el iter misionero: gestiona la misión de la
« colonia italiana de Villa Libertad » en la provincia de Entre Ríos y, como estamos viendo,
encamina a los salesianos hacia Santa Cruz. ASC 126.2 cartas de Cagliero a don Bosco,
18.12.1876, 20.1.1877; R. ENTRAIGAS, o.c., II, p. 255-256.
281 ASC 126.2 cartas de Cagliero a don Bosco, 2 y 19.7, 18.12.1876.
282 Descripción imprecisa de Santa Cruz. « Esta colonia, que don Cagliero ubica en el
paralelo 50, es la de Isla Pavón, del capitán Piedra Buena » [R. ENTRAIGAS, o.c., II, p. 103].
« La colonia de este punto — [que el "Informe" desea señalar] — dio inicio en 1877; cuenta
Santa Cruz con 67 pobladores [en 1879]. No es posible mandar familias a un punto tan
lejano y aislado sin reunir antes los elementos indispensables para la vida y el trabajo... ».
Antonio ESPINOSA, La conquista del desierto. Buenos Aires 1939, p. 174. Juan H. LENZI,
Historia de Santa Cruz. Río Gallegos, A.R. Segovia, Editor 1980.
233 Reproduce a continuación ideas de la carta del 2 [en el « Informe» dice: 3].7.1876
sobre las características de estos indios.
284 ASC 126.2 carta de Cagliero a don Bosco, 4.7.1877.
285 ASC 126.2 cartas de Cagliero a don Bosco, 19.7, 18.12.1876 y 4.7.1877.
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66
Jesús Borrego
en pro de la Patagonia. ¡Que El nos ayude a hacer nuestra parte! ».286 Y él hizo
la suya, divulgando el proyecto a los cuatro vientos. En las mismas fechas
[20.8.1876] de consignarlo — como final del « Informe » — al prefecto de
Propaganda, aparecía el 19 de agosto en l'Osservatore Romano 287 y el 23 en
L'Unità Cattolica;288 el 25 lo sugiere, como Súplica a favor de la segunda expe-
dición de Misioneros,289 repetida en las Lecturas Católicas de octubre-noviem-
bre;290 el 7 de noviembre lo condensa en su plática de despedida a esa 2a expe-
dición misionera,291 y hace que don Barberis lo incluya — como apéndices —
en las Lecturas Católicas de marzo-abril 1877.292
CONCLUSIÓN
«(...) Se espera en poco tiempo poder realizar los tres proyectos (...). Sin
más se iniciará la obra evangélica en los tres puestos mencionados, a saber
en Patagones, Santa Cruz y en las tribus Hurli-chez y Cherel-chez ».
Se equivocaron « en el poco tiempo » — hubo que esperar tres largos
y fatigosos años —, pero atinaron con « los puestos », porque en Carmen de
Patagones, donde los salesianos llegaron en enero de 1880, convergerían, como
único punto de irradiación misionera salesiana,293 los otros previstos « caminos »
hacia los indios.
286 E 3, 87.
287 E 3, 87. Comenta don Eugenio Ceria: « Organi minori ne presero lo spunto per
occuparsi della cosa. Anche la circolare inviata da Don Bosco ai giornali diede occasione a
parlarne ».
288 Le Missioni Salesiane in Patagonia, en « L'Unità Cattolica », n. 195 (mercoledì,
23.8.1876) 778.
289 E 3, 89-90; MB 12, 303-304.
290 C. CHIALA, o.c., p. 149-253.
291 MB 12, 515: « In questo momento poi in cui parlo, altro gran fatto, o si compì, o
sta per compiersi. I selvaggi della Patagonia, uomini feroci e che finora non permisero a
nessun Europeo di penetrare nelle loro terre, avendo udito parlare di Missionari, il cui unico
scopo si è di educare la gioventù, istruire e soccorrere i bisognosi, si persuasero anch'essi
che tali uomini farebbero del bene e non del male alle loro tribù e mandarono ad invitare
Don Cagliero. Cosa mirabile! Mentre a Dolores, che da una parte è l'ultima città un po'
incivilita della Repubblica Argentina, sta per aprire una casa, da un'altra, a Patagones o
Carmen, che è già proprio in mezzo ai selvaggi, ma dove i bianchi paiono ancora al sicuro,
si offerse a noi quest'ultima parrochia. E intanto due Cacichi, fra i più potenti capi selvaggi,
mandano a chiamare Missionari salesiani, assicurando che non riceverebbero da loro nocu-
mento di sorta, ed anzi che tutti ascolterebbero volentieri la religione che loro verrebbe annun-
ziata. E fino dal fondo della Patagonia, da Santa Cruz e da Punta Arenas, che è nel mezzo
dello stretto di Magellano, si chiedono i Missionari salesiani ».
292 G. BARBERIS, La Repubblica Argentina e la Patagonia..., p. 219-231.
293 ASC 126.2 carta de mons. Aneiros a don Bosco, 5.8.1879; S. COPELLO, o.c., p. 203-
204; R. ENTRAMAS, o.c., III cap. 9 al 14.

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
67
El proyecto, « concebido por don Bosco como el medio más eficaz para
conseguir su doble objetivo de evagelizar y civilizar a los Indios y de canalizar
adecuadamente la emigración » 294, se haría realidad. Proyecto — asegura al card.
Franchi en el Memorándum — al que « anhela dedicar los últimos días de
su vida »,295 y se augura — en el "Informe" — « que la Congregación Salesiana
tenga la gran suerte de participar, aunque sea de forma insignificante, en esta
obra providencial y que a ella se agreguen más y más misioneros y religiosos,
quienes formando un solo corazón y una sola alma, trabajen en la evangeli-
zación de los Pampas y Patagones ».296
294 MB 12, 112.
295 E 3, 60 Memorándum al card. Franchi, 10.5.1876.
296 « Informe » al card. Franchi, 20.8.1876.

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APÉNDICES
Son dos cartas, enviadas desde Buenos Aires y San Nicolás de los Arroyos
respectivamente, que parecen responder a un cuestionario sobre la República Argen-
tina y la Patagonia. Su contenido viene recogido en el « Informe » y en el opúsculo
de las « Lecturas Católicas » de don Barberis.
APÉNDICE 1: CARTA DE DON CAGLIERO A DON CHIALA, 4 abril 1976.
ASC 273.31.1. Chiala. Autógrafo en ocho páginas — formato 200 X 130 mm. —
de dos folios dobles, pautados. Escrita a vuela pluma, pero sin muchas correcciones.
« Buenos-Ayres, 4 aprile ’76
Caro D. Chiala
(...) Da una lettera a Don Bosco ultimamente inviata (...) potrai cavare alcuna
idea del Campo che fronterizza Buenos-Ayres. Ma ti dò notizie più detagliate.
La Repubblica Argentina al Nord confina con la Repubblica del Paraguay e Bolivia
e deserti del Gran Chaco (Ciaco), all'Oest con le Cordigliere de los Andes; che la
separa dal Chilì o Chile; al Sud la l'Oceano Atlántico e lo stretto di Magellano; al-
l'Est il Paraguay, il Brasile, lo stato Orientale (o repubblica dell'Uruguay) e l'Oceano.
La Repubblica Argentina è federativa; le prime provinde che la formano tengono
ciascuna la sua propria Costituzione, leggi proprie, governo proprio e corpo legisla-
tivo. Il potere esecutivo sta in mano di un Presidente e d'un Vicepresidente, eletto
ogni 6 anni dal popolo.
La Repubblica Arg. si estende da Nord a Sud dal 22° al 52° grado di latitudine
Australe, e dal Est all'Oest dal 58° al 76° di longitudine Oest del meridiano da
Greenwich. Questa estensione le dá una superficie aprossimativa di 3.556.500 chilo-
metri quadrati!
Le provincie sono: Buenos Ayres - Santa Fe - Entre Ríos - Corrientes - di riviera
al Piata e Paraná. Del centro: Cordova - Santiago del Estero - Tucumán - Salta -
Jujuy. E presso los Andes: Catamarca - La Rioja - San Juan - Mendoza e San Luis.
Contengono in completo un 1.736.922 di popolazione. E vi sono cinque diocesi
complesso l'Archidiocesi di Buenos Ayres, quattro vescovi ressidenti in Cordoba -
Panama - Mendoza - Tucuman -. L'arcivescovo in Buenos Ayres.
I due principali fiumi che formano il Plata sono il Paraná e l'Uruguay.
TERRITORI ARGENTINI
Il Gran Chaco (Ciaco). Immensa regione occupata dai selvaggi al Nort - Est.
Tiene una estensione di 27 mila leghe quadrate, con terreni molto fertili, boschi;
clima sano ma caldo. Questa vasta regione la occupano gli Indii Mocovis, Tobas,
Chiriguanos, Matacos, Lenguas, Videlas, Chiripies, che vengono chiamati tutti col
nome generico di Guayanies.

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
69
Questo Territorio alimenterebbe con facilità 10 milioni di abitanti. Oggi è un
deserto in che vagano circa 30 mila Indii.
Territorio del Sud o Pampas. Immensa regione o deserto tra la Patagonia,
la provincia di Buenos Ayres e la cordillera de los Andes, che lo separano del Chilì.
Sono tre le principali tribù di questo territorio: la prima dei Pehuenches - Puelches
y Tehuelches. E sono tutti destri a maneggiare il cavallo, lanciare il laccio per cogliere
animali e persone e gettar e colpire il segno con palle di legno o ferro.
Sono in numero di 30 mila questi Indii. Riconoscono un principio buono e
l'altro cattivo e non invocano che il secondo!! Una parte di una de queste tribù
per opera di un missionario Lazzarista si convertì tutta al Cristianesimo, incomin-
ciando dal suo Cacique (Cacicco). Contro di questi Indii del Pampa sta combattendo
la Repubblica, perché hanno passato la loro fontiera commettendo massacri e furti
di uomini e donne e animali; e sino ad ora con esito incerto.
Territorio della Patagonia e Magellano. Immenso territorio che appartiene alla
Republica Argentina ed occupato dai selvaggi. Sono compresi tra l'Atlantico e le
cordigliere del Chilì, e tra lo stretto di Magellano. Ha una estensione di 35 mila
leghe quadrate. Clima aspro e rigido. Immenso campo aperto e grandi boschi.
Le nazioni Europee non hanno stabilito nessuna colonia quivi per la rigidezza
grande del clima invernale. Il governo appena ha potuto stabilire un paese chiamato
dei Patagoni a 250 leghe da Buenos-Ayres.
Gli indii indipendenti se si distinguono col nome di Molucos, Puelches, Araucanos,
Tehuelches. Araucanos quelli che abitano nella frontiera del Chili. Indii Pampas i
fronterizzi di Buenos-Ayres. Patagoni quelli che abitano più al Sud degli anteriori.
I Patagoni sono i più brutti, indolenti e senza cura della persona. Non tengono
neppure capanne per ripararsi del freddo nell'inverno; è la razza più alta dell'uomo
che si conosca: alcuni si incontrano di 7 piedi di altezza.
I più civilizati e più nobili sono gli Araucani. Fra tutti gli indii Patagoni assu-
mono 40 mila, dicono. Nessuno però vi ha potuto ancora penetrare nel loro regno
per contarli. Per la loro altura sono chiamati Giganti.
Ora sono adiratissimi gli Indii contro gli Argentini stessi, che chiamano stra-
nieri venuti a rubarci il loro territorio, il loro armento ed i loro pascoli. Solo il
missionario può capacitarli con belle maniere civilizzandoli. Il dificile sta potere
penetrare nelle loro terre. Un missionario ultimamente ebbe salva la vita per caso:
i falsi loro Sacerdoti avevano detto al Cacicco che stesse attento, che avrebbe pas-
sato al loro campo un nemico il più terribile, e che sarebbe stato la rovina della tribù
intiera. E dava per connotati un cerchio senza capelli nel mezzo della testa. Il mis-
sionario arriva, va dal Cacicco, e si ode all'intorno: Uccidi, uccidi è desso! Il Cacicco
esamina e, per fortuna, il padre missionario non aveva la tonsura. Per il lungo viag-
gio sostenuto erangli cresciuti i capelli; e fu così salvo per non avere il segno
additato.
Ci ajuterà Iddio a fare qualche bene a questi infelici! Crederò col tempo, non
ora certo, che sono in guerra ed esacerbati al sommo.
Dunque faremmo del bene prima agli indianizzati, — come scrisse in altra mia —,
dopo andremo dove ci chiamerà il Signore! (...)
Salutami todos los niños
Aff. D. Cagliero.

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Jesús Borrego
APÉNDICE 2: CARTA DE G.B. ALLAVENA A DON BARBERIS, 29 diciembre 1876.
ASC 6.03 Missioni - Relazioni (G XV. Quaderno 22). Es copia en diez páginas —
formato 195 X 150 mm. — de un cuaderno. Mal presentada, aún conservándose
en buen estado. La redacción muy deficiente: sorprende el empleo habitual de
« republica » con una sola « b ».
« S. Nicolás de los Arroyos, 29.12.1876
Al Muy amado D. Barberis (...)
Che vuole dunque che le dica di questi paesi? (...) Non si sarà bisogno certamente
dire che la Repubblica Argentina si trova nella parte meridionale d'America e che
si trova di confini: al nord colla Bolivia, al est col Paraguay ed oceano Atlantico,
all'ovest col Chili, a mezzogiorno con l'oceano e le terre quasi deserte di Patagonia.
Diremo dunque che: La republica Argentina occupa tutta la parte situata dal 22°
paralelo al sud tra la cordigliera delle Ande ed il fiume Paraguay, Parana, l'Uruguay
e l'Atlantico. Questi confini può leggerli meglio di me su qualunque carta geografica.
Ciò che forse non potrà sapere, per essere ora recente, sono i confini fissati
verso il Sud. La republica Argentina propriamente detta, verso questa parte, non
arriverebbe che al fiume detto Rio Negro, chiamato dagli Indi Simoy-Senbu, il quale,
uscendo dal lago Nahuelhapi situato nelle Ande Patagoniche, corre verso il Nord-est
e dopo all'Est per gettarsi dopo un corso di più di 1500 Km. nell'Atlantico.
Sopra questo fiume si trova il piccolo paese detto Carmen di Patagones di 1600
abitanti, ultima parrochia della diocesi di Buenos-Ayres, cui D. Cagliero vuole acqui-
stare per essere quella che più si presta per il tratto degli Indi, essendo esso il luogo
di comunicazione dei Pampas coi Patagoni, vivendo questi sotto il sud di detto
fiume. La parte che è contenuta fra questo fiume ed il capo Forward nello stretto
di Magellano, prende il nome di Patagonia (situata fra i gradi 40 Norte e 84 sud).
Non appartiene alla republica Argentina ma per ragioni di vicinanza, avendola mai
occupata se non con qualche colonia che sortì abbondare, essendo quasi completa-
mente scovacciata; ne ricevendo da quelle possessioni se non qualche barcata di
grano che affonda sulle coste di quella terra.
Non per essere questa terra così poco profittevole sorsero tuttavia quistioni
sul suo dominio sud fra le due republiche confinanti Argentina e Chile. Possedeva
quest'ultimo le coste meridionali di Patagonia senza contrasto alcuno, essendo esse
completamente pelate e deserte; volle per questo stendersi un poco più verso l'oriente
e venne naturalmente a inciamparsi colla vicina sua republica dell'oriente. Fondate
già da tempo innanzi la colonia di Punta Arenas sullo stretto di Magellano, sulla
parte orientale dell'istmo della piccola penisola di Brunswich che forma l'ultima
parte di Patagonia, e in questo non avendo avuto contrasto si fece più avanti pre-
tendendo il dominio di tutta la parte dall'80° in giù, con tutto l'arcipelago delle
terre del Fuoco. Le quistioni sorte fra le due republiche si terminarono tre mesi
or sono con questa dichiarazione di confini: La Republica del Chili sarà padrona del
tutto lo vertente occidentale delle Ande patagoniche, di tutto l'archipelago di Magel-
lano suddetto, di tutto lo stretto della parte orientale da questo fiume innesta alla
republica Argentina.
Nonostante queste piccole frazioni sottrattele, la republica Argentina tiene

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Primer proyecto patagónico de Don Bosco
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un'estensione immensa, in gran parte sconosciuta ed abitata da popoli indipendenti.
Dal Nord, 22° paralelo, al rio Gallegos (32°), colla superficie più di 3 milioni di
Chilometri quadrati — almeno come dieci Italie —, però son poco abitati da esservi
nemanco un due per ogni K.q. La popolazione suddita si può calcolare generalmente
un due milioni anime, e la independente, intieramente sconosciuta, approsimativa-
mente un duecentomila. Così tutto sarebbe ridotto a: 220.000 ab. sopra 3.000.000
queste terre.
La republica Argentina è formata da quattordici provinde federate. Ciascuna
provincia ha le sue leggi, le sue proprie organizzazioni con un proprio governatore.
Tutte le provincie poi concorrono alla elezione del presidente nazionale che risiede
nella capitale, così che vi sono tante Camere di senatori e deputati quante sono le
Provincie, da ciascheduna delle quali si scelgono i membri per formare la Camera
nazionale (Questo può trovarlo meglio di quel che io sappia dire nella Geografia
che va unita a questa).
Quattro son le diocesi della republica, suffraganee dell'archidiocesi di Buenos-
Ayres. La religione nazionale è la cattolica; vi è però qualche gran numero di pro-
testanti e di altre religioni. Ma come è poi praticata la religione? Freddissimamente,
cause ne è l'ignoranza e la corruzione originata da quella, la quale a sua volta è cau-
sata da millanta cause. Eccettuo da questo alcune provincie, e specialmente Cordova,
dove la religione è praticata, a sentir dire, meglio di qualunque parte d'Italia stessa.
Che vuol che le dica degli Indi Pampas e Patagoni? Quei primi in continua
guerra colla republica, non cessano mai di passare, or qua or là, la frontiera aggruppi
di due o trecento a cavallo a rubare tutto ciò che incontrano. De' secondi poi dirò
molto poco, non lasciandosi quasi mai vedere se non ne' suoi confini essendo di
indole pacifica, più che i primi, però selvaggi. Poche relazioni sempre ebbero cogli
Europei, e le missioni stabilite sui loro confini furono abbandonate. Errore sarebbe
però credere [?] antropofagi sia gli uni che gli altri ma son contrari di questo; né
avvenne un fatto solo. E' vero che ammazzano, ma per vendetta di guerra; e vivono
fra di loro molti Argentini ed Europei stessi, per non dire Italiani, che perseguitati
dalla giustizia scappano fra di essi.
Molte tribù sono già ridotte ed ubbidiscono al governo, così è introdotta fra
di essi la religione cristiana, che farebbe molti più progressi di quel che non fa se
non si fossero con loro usate vessazioni da parte delle autorità militari-governative.
Questo va detto dei Pampas, nostri vicini; per rispetto dei Patagoni, che come ho
già detto, sono più pacifici dei primi, però non incivilizzati. Fra i pampas si incontra
chi va già mezzo all'Europeo essendo a contatto colla gente civilizzata, i patagoni
quasi nascosti fra i loro deserti son più dimenticati. Alti e grossi sino essi ordina-
riamente, e specialmente la tribù de' Tehuerches, però fiacchi e indolenti; niente o
poco si curano delle loro persone, vivendo essi a cielo scoperto e nella sozzura; poco
o niente dá la sua terra al patagone, né egli se ne cerca, mentre ben lo potrebbe se
ponesse in uso le sue forze, avendo terre in parte discretamente buone. Non hanno
essi come i Pampas più di loro bestiami, corrono, percorrono tutte le pianure dal
monte al mare, secondo l'andare della stagione.
In tutto l'immenso territorio patagónico, che equiverrebbe poco più poco meno
a tutta l'Italia, colla Francia, non vi sono che due o tre miserabilissime colonie, essendo
la più importante quella già nominata di Punta Arenas sullo stretto di Magellano,
che opposta al Chilì, che non arriva alcune mille persone. E bisogna dire che in molti

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Jesús Borrego
luoghi presterebbe alla colonizzazione, avendo ottimi porti, ma non fu mai possibile
a questi governi lo stabilire colonie per trovarsi sconcertati dalle guerre civili che
affliggono da tanti anni queste terre: le spegnono quest'oggi e scoppiano domani
come suole avvenire nelle nuove repubbliche. Ma sufficiat. (...)
Mi professo affmo
Allavena G.B.