48_anno25_num1_0181-0193


48_anno25_num1_0181-0193



1 Pages 1-10

▲back to top


1.1 Page 1

▲back to top


RECENSIONI
Vanni BLENGINO, La zanja de la Patagonia. Los nuevos conquistadores: militares,
científicos, sacerdotes, escritores. Prefacio de Ruggiero Romano. Buenos Aires,
FCE 2005, 216 p. [titolo originale: Il vallo della Patagonia. I nuovi conquista-
tori: militari, scienziati, sacerdoti, scrittori (Reggio Emilia, Edizioni Diabasis
1998, 173 p.)].
Tras ese curioso título se esconde una obra de análisis literario más que de hi-
storia propiamente dicha –no confundir con los excelentes trabajos de la línea de los
“estudios culturales” anglosajones, de los que tanto tenemos que aprender los histo-
riadores-, basada en una extensa labor con textos de la época que analiza –que, ex-
cepto en las últimas páginas, es la segunda mitad del siglo XIX– pero con muy escasa
referencia a la historiografía reciente y actual sobre el tema. En realidad, al citar sola-
mente los escritos de época y unos pocos títulos de una historiografía militarista cla-
ramente desactualizada, Blengino muestra –y me consta personalmente– que no da
cuenta de todo lo que realmente ha leído recientemente sobre el tema.
En el primer capítulo analiza la política de frontera de Adolfo Alsina de 1874 a
1877 con base en escritos del propio ministro, de otros actores contemporáneos y de
la clásica historiografía militarista anterior a 1980. En el segundo aborda los relatos
fronterizos del ingeniero Alfred Ébelot y –muy brevemente– los del comandante Ma-
nuel Prado. En el tercero comenta las ideas científicas de Francisco Moreno a través
de la narrativa de sus primeros viajes. En el cuarto analiza algunos escritos de los mi-
sioneros Salesianos en un recorrido más anecdótico que profundo. En el quinto y úl-
timo comenta a Lucio V. Mansilla y realiza un salto mortal (por lo fallido) al presente
de la Patagonia y su literatura.
Como aporte conceptual destacable, y que Blengino ya había anticipado en ante-
riores trabajos suyos, debemos subrayar el de considerar la importancia que, en el dis-
curso progresista de las últimas décadas del siglo XIX, tiene el tema del tiempo, de la
evolución, del futuro que se propone para el país y, por lo tanto, del anacronismo del
Otro antropológico. Esta consideración del factor tiempo en el discurso literario sobre
la frontera opera como clave de lectura de varios de los textos que analiza. En primer
lugar, del proyecto fronterizo de Alsina, que pronto se revela como una operación
ofensiva que simula ser defensiva, precisamente porque inaugura una retórica que con-
sidera a la conquista una cuestión de tiempo y configura una nueva relación de exclu-
sión radical con la sociedad fronteriza. En esa lógica, la posición aparentemente con-
trapuesta del general Julio A. Roca no es más que una variación sobre el mismo tema,

1.2 Page 2

▲back to top


182 Recensioni
consistente en una aceleración del proceso en curso. Ébelot resulta ser, en ese con-
texto, un testigo privilegiado proveniente de la misma civilización europea propuesta
como modelo, que en su doble rol de ingeniero y cronista contribuye a construir y al
mismo tiempo narra el progreso de la Pampa, definiendo la distancia cultural y moral
con el Otro en términos de anacronismo. Moreno contribuye a ese imaginario con la
reconstrucción del status mítico de la Patagonia alrededor de la misma nueva idea de
progreso que infiltra las representaciones de su generación acerca de los recursos de la
región y subordina toda simpatía que pudiera sentir por los paisanos, y transparenta el
móvil político del viaje científico al museificar –inmovilizar, naturalizar, enfriar, me-
diatizar, deshistorizar– los objetos que observa. El análisis de los escritos salesianos
repite sin citar su origen observaciones hechas recientemente por otros estudiosos, sin
lograr la profundidad de los conocedores del tema. El último capítulo es un recorrido
bastante apresurado por algunas interpretaciones de la conquista de la Patagonia a la
luz de la ideología historiográfica de los conquistadores, y de ahí a la literatura del
siglo XX sin que se alcance a percibir el tipo de vínculo que el autor pretende esta-
blecer a través de esta serie dispersa de objetos. Reaparece entonces el hallazgo con-
ceptual ya consignado, en la definición del futuro como “función consoladora respecto
de la situación caótica del presente” (p. 177), presente que incluye a un espacio “diná-
mico en cuanto se encuentra disponible a la colonización” (p. 182).
La lectura de La zanja de la Patagonia me ha resultado de utilidad como objeto
de comparación, para revalidar una intuición generada por el estudio sistemático del
discurso político y la literatura científica sobre la Patagonia producidos en las últimas
décadas del siglo XIX. Esa idea consiste en que la representación dominante de la re-
gión instalada como resultado de su conquista e integración al espacio nacional,
aproximadamente entre 1880 y 1900, se afirma en la continuidad positivista entre el
conocimiento de la historia y el de la naturaleza, produciendo una percepción pre-
sente y una proyección al futuro de los procesos sociales patagónicos en términos de
evolución natural. Una historia “fría”, en definitiva, que postula –manteniendo la re-
presentación imperial– la imagen de que la Patagonia es el repositorio desierto de un
venturoso e incierto futuro de la nación que todos esperamos pero que nadie realiza.
María Andrea Nicoletti
Maria DOSIO – Marie GANNON et. al. (edd.), «Io ti darò la Maestra…». Il coraggio di
educare alla scuola di Maria. Atti del Convegno Internazionale promosso dalla
Pontificia Facoltà di Scienze dell’Educazione “Auxilium”, Roma, 27-30 di-
cembre 2004. Roma, LAS 2005, 479 p.
Preceduto da due seminari di studio svoltosi nel 2001 e nel 2003, i cui contri-
buti sono stati pubblicati dalla LAS, gli Atti del Convegno Internazionale promosso
dalla Pontificia Facoltà di Scienze dell’Educazione “Auxilium”, che qui presentiamo,
hanno tenuto presenti i seguenti obiettivi: “Esplicitare le ragioni della dimensione

1.3 Page 3

▲back to top


Recensioni 183
mariana intrinseca al processo educativo; individuare alcuni criteri fondamentali per
attuare un’autentica educazione cristiana oggi; identificare ulteriori percorsi di ap-
profondimento e strategie di azione per migliorare la nostra presenza educativa” (p.
12). Gli Atti del Convegno, il cui titolo si ispira al “sogno” di don Bosco riferito nelle
Memorie dell’Oratorio, comprendono due sessioni, precedute dall’Introduzione, e
dagli Interventi d’apertura, che riportano i discorsi di Pascual Chávez Villanueva
(Rettor Maggiore SDB), Antonia Colombo (Madre Generale delle FMA); Ausilia
Chang Hiang-Chu (Preside della Pontificia Facoltà di Scienze dell’Educazione
“Auxilium”); il telegramma di Sua Santità Giovanni Paolo II.
Nella prima sessione: “La presenza di Maria nell’educazione. Le ragioni
fondanti” (pp. 37-275), vi sono le seguenti relazioni: Marcella Farina, Alla scuo-
la di Maria, Madre ed educatrice. Introduzione al Convegno (pp. 39-58), Maria
Marchi, La dimensione mariana nel cammino dell’Istituto dell Figlie di Maria
Ausiliatrice dal 1971 ad oggi. Il contributo della Pontificia Facoltà di Scienze del-
l’Educazione “Auxilium” (pp. 59-76); Angelo Amato, Maria di Nazaret, paradigma
dell’antropologia cristiana (pp. 101-124); Aristide Serra, Maria nell’educazione.
Le coordinate biblico-teologiche (pp. 131-160); Pina Del Core, Maria e la sua fun-
zione simbolica di modello identificativo nei percorsi di crescita. Implicazioni evolu-
tive e nodi critici (pp. 164-200); Maria Spólnik, Maria nell’educazione. Lo sguardo
della filosofia-teologia-metodologia dell’educazione (pp. 201-220); Maria Marcel-
lina Pedico, Maria nell’educazione. Il percorso della pietà popolare mariana
(pp. 221-233); Antonella Meneghetti, L’esperienza cristiana dell’affidamento come
possibilità di maturazione piena (pp. 234-240); Grazia Loparco, Cenni storici sul-
l’ispirazione mariana in istituzioni educative del XIX secolo (pp. 241-262); María
Esther Posada, Le Figlie di S. Maria Immacolata di Mornese: una feconda esperienza
mariana (pp. 263-269).
Nella seconda sessione: “Educare oggi alla scuola di Maria: l’impegno proget-
tuale” (pp. 277-338) vi sono le seguenti relazioni: Vincenzo Battaglia, Via puchritu-
dinis e mariologia, (pp. 279-288); Graziella Giovannini, Educare oggi tra crisi di
identità e ricerca di senso (pp. 289-299); Lorenzo Chiarinelli, Il ministero dell’edu-
care (pp. 311-321); Elena Bartolini, Maria di Nazaret nel contesto socio-culturale
ebraico (pp. 323-329). Entrambe le sessioni sono arricchite anche dalle trascrizioni
dei dibattiti assembleari e dalle piste dei laboratori di ricerca.
Il volume degli Atti si conclude con la «Conclusione del Convegno», che com-
prende: Il documento finale (pp. 341-344) e le Prospettive per il rilancio della dimen-
sione mariana nell’azione educativa (pp. 345-352) a cura di Madre Antonia Colombo,
Madre Generale delle FMA; gli Allegati (pp. 353-456), costituiti da: Comunicazioni,
Documenti, Omelie e Momenti celebrativi; l’Appendice (pp. 457-470) che comprende:
l’Organico del Convegno, l’Elenco dei partecipanti e il Programma del Convegno.
La lettura del volume degli Atti del Convegno «Io ti darò la Maestra…», offre
preziosi elementi di riflessione per ripensare, nell’odierno contesto culturale, in parti-
colare giovanile, un progetto di educazione integrale, che si radica nell’orizzonte di
un umanesimo cristiano.
Francesco Casella

1.4 Page 4

▲back to top


184 Recensioni
Jan KRAWIEC, Powstanie Towarzystwa św. Franciszka Salezego oraz jego organizacja
i działalność na ziemiach polskich [La nascita della società di S. Francesco di
Sales e la sua organizzazione e attività nei territori polacchi]. Kraków, Poligra-
fia Inspektoratu Towarzystwa Salezjańskiego Kraków 2004, 528 p., 16 p. di
foto e di immagini.
La bibliografia, relativamente ricca, sulla storia della società salesiana in Po-
lonia attendeva da parecchio tempo una nuova elaborazione completa e profonda-
mente rivista dell’operato salesiano, dal momento che quelle proposte nelle ricerche
di Andrzej Świda [Towarzystwo Salezjańskie. Rys Historyczny, Kraków 1984; Droga
do samodzielności Polskiej Prowincji Salezjańskiej, Warszawa 1990; Inspektorzy pol-
skich prowincji Salezjańskich, Warszawa 1989-1990] in gran parte erano già supe-
rate, dopo le numerose, recenti indagini monografiche sia sulle singole case, sia su
vari settori dell’attività apostolico-educativa, sia sui singoli personaggi. Per cui non
deve stupire una certa soddisfazione, che abbiamo provato, quando apparve il volume
da noi qui recensito. Una soddisfazione che, purtroppo, è diminuita, se non addirittura
scomparsa, a mano a mano che ne leggevamo le pagine.
L’autore, il salesiano Jan Krawiec, è docente emerito di diritto ecclesiastico nello
studentato teologico salesiano di Cracovia; personalmente ha guidato, con successo,
alcune tesi di laurea d’argomento giuridico-storico, presentate all’Università Cattolica
di Lublin. Da un po’ di tempo si dedica, con un risultato differente, alle ricerche di ca-
rattere storico. Questi dati sono da tenere presenti al fine di comprendere l’approccio
metodologico dello studioso, che – a nostro parere – risulta abbastanza confuso. Si av-
verte la sua capacità metodologica quando egli si muove nel campo giuridico, ma ap-
pena al di fuori di questo ambito, si scorge una certa “disinvoltura” nell’applicazione
dei criteri propri della ricerca storica (ad esempio, una predilezione per i bollettini sa-
lesiani trattati come una fonte sicura al cento per cento o per i volumi dattiloscritti di
salesiani, i quali non per questo devono necessariamente essere esenti da valutazione
critica; una forte tendenza a commentare eventi con tono moralizzante ed edificante;
talvolta si ha la sensazione di leggere passi ascetici di una conferenza...).
Il volume, preceduto dall’introduzione scritta dall’autore stesso, è diviso in
quattro parti. La prima parte tratta Lo sviluppo storico della società di San Francesco
di Sales; la seconda espone L’attuale organizzazione della società di San Francesco
di Sales; la terza è dedicata a L’organizzazione della società di San Francesco di
Sales nei territori polacchi; l’ultima parte, che occupa oltre duecento pagine, si con-
centra su La divisione e organizzazione delle ispettorie polacche. L’indagine si con-
clude con la bibliografia, qualche statistica, le immagini e le foto.
Nell’introduzione il Krawiec nota – ciò che è vero solo parzialmente – che ai
salesiani in Polonia manca una pubblicazione scientifica che tratti in modo esauriente
la genesi, lo sviluppo, l’organizzazione giuridico-amministrativa e la loro attività, in-
cominciata oramai più di cento anni fa. Dunque l’A. si propone un fine molto ambi-
zioso: riempire questa “lacuna” nell’attuale quadro della storiografia salesiana po-
lacca. Un’impresa coraggiosa e, a nostro avviso, solo in parte riuscita.
Vogliamo ora svolgere solo alcune osservazioni e obiezioni, anche di tipo meto-
dologico. Sin dall’inizio della lettura sorge una forte perplessità riguardante la que-

1.5 Page 5

▲back to top


Recensioni 185
stione cronologica: si può nel lavoro storico arrivare fino ai nostri giorni? L’A. è arri-
vato all’anno 2000, qua e là anche oltre! Con ciò è legata la questione del permesso
d’accesso agli archivi correnti salesiani: si può davvero permettere una consultazione
della documentazione fino ai nostri giorni? A parte il fatto che il periodo contempo-
raneo della vita salesiana, trattato nel volume, risulta alla maggior parte dei salesiani
conosciuto, permane, tuttavia, la problematica della distanza e, soprattutto, la reale
possibilità della valutazione obiettiva di un operato che ancora è in corso, i cui
“frutti” si possono constatare una volta raggiunta la maturazione. Altra questione: è
giustificato, anche se solo di quando in quando, inserire nel testo le proprie “me-
morie”? Non sarebbe stato meglio se l’A. avesse aggiunto le proprie memorie come
una specie di appendice? In questo modo il lettore non si sarebbe sentito nell’imba-
razzo di confrontarsi assai spesso con un autore-testimone, tanto più che si tratta di
uno conosciuto e stimato nell’ambiente salesiano, e forse per questo qualcuno, per
delicatezza, non avrà mai il coraggio di avanzare qualche dubbio.
A ciò si aggiunge ancora un’altra questione cronologica, che sembrava fosse già
superata definitivamente, cioè la scottante problematicità dell’inizio dell’Opera di
don Bosco in Polonia. Nel libro viene riproposta l’ “antica versione”: l’inizio dell’atti-
vità salesiana in Polonia si sarebbe avuto nel 1898 con l’atto di accettazione dei resti
del monastero domenicano nella piccola città di Oświęcim (provincia di Cracovia).
Quindi non si vuole riconoscere (se non di passaggio, e per giunta nella nota) che tale
inizio si ebbe con l’apostolato iniziato da don Bronisław Markiewicz in Małopolska
(Galizia) nella località di Miejsce Piastowe nel 1892. Diciamo l’apostolato ricono-
sciuto dall’allora rettore maggiore don M. Rua, il quale aveva nominato don
Bronisław direttore della comunità salesiana ivi costituita. Don Markiewicz – cosa da
non sottovalutare – si allontanò dalla società salesiana dopo cinque anni di attività
apostolica svolta nello spirito donboschiano, con il deciso proposito di rifondarla,
cioè farla ritornare alle origini primitive, quando, a suo avviso, i salesiani fossero
stati più attenti ai giovani poveri e abbandonati. L’A., tralasciando l’operato di
Markiewicz, non solo travisa la storia degli albori dei salesiani in Polonia, ma dimo-
stra pure un’evidente ignoranza delle ultime indagini storiche su questo argomento
[ad esempio, si veda la recente indagine di S. Zimniak, Salesiani di Don Bosco nella
Małopolska (1892-1919), in Kościół na drogach historii, a cura di J. Wołczański,
Lwów-Kraków 1999]. Egli non tiene conto neppure della riconciliazione avvenuta tra
la congregazione salesiana e la congregazione di San Michele Arcangelo (“Miche-
liti”) fondata da Markiewicz (beatificato il 19 giugno 2005 a Varsavia), frutto del
riconoscimento da ambedue le parti delle proprie responsabilità. Aggiungiamo che
si tratta di un processo concluso nell’anno 2000, con l’atto d’ammissione di questo
Istituto nella Famiglia salesiana.
Un altro tema complesso, cioè la problematica del “Risorgimento” italiano,
viene valutato dal Krawiec quasi esclusivamente nell’ottica dell’ingiustizia compiuta
nei riguardi del papato, a cui fu tolto lo Stato pontificio per opera dei “nemici” della
chiesa. Egli scorda, oppure non vuole saperlo, che tra questi “nemici” della chiesa
c’erano stati anche numerosi onesti cattolici. Per non dire che oggi si ritiene comune-
mente tale atto come un fatto “provvidenziale” per la chiesa cattolica, liberata da
un’ “eredità” che stava da tanto tempo paralizzando le sue energie apostoliche.

1.6 Page 6

▲back to top


186 Recensioni
Dunque l’unità italiana non è presentata come un diritto naturale di una nazione, ma
come un “delitto” compiuto nei riguardi del potere temporale dei papi. Un’interpreta-
zione e visione storica, superata e seppellita da decenni, risorge presso alcuni “strani
nostalgici”. Aggiungiamo che – forse per “giustificare” l’A. – non si può superare
tale modo di valutare le vicende del passato, se non si ricorre minimamente alla ric-
chissima storiografia al riguardo. Il Krawiec si è fermato a quella di un “senso
unico”, per giunta limitandosi ai primi scrittori salesiani, tranne qualche rara conces-
sione. Si rimane meravigliati che questo genere di commento alla storia italiana si
possa proporre ancora oggi alla lettura dei salesiani o non solo a loro.
Ancora nella prima parte, in cui descrive gli albori della società salesiana in
Italia, come pure il suo successivo progresso, l’A. si è fermato agli studi, che rara-
mente vanno oltre gli anni sessanta. Una cosa grave, tanto più che l’A. sa benissimo
delle recenti pubblicazioni. Accenniamo solamente al fatto che non appaiono nem-
meno le ricerche dei più noti studiosi fra cui Pietro Braido, Francis Desramaut, Pietro
Stella, Francesco Motto, José M. Prellezo, Morand Wirth e tanti altri, per non ricor-
dare le numerose ricerche al riguardo uscite sulla rivista “Ricerche Storiche Sale-
siane” stessa.
Ciò che suscita in noi ancora maggiore perplessità è il fatto che il Krawiec nelle
pagine 15-213 ripropone la sua tesi di dottorato Towarzystwo Św. Franciszka Sale-
zego oraz jego organizacja w Polsce [La società di S. Francesco di Sales e la sua or-
ganizzazione in Polonia], presentata all’Università Cattolica (Facoltà di Diritto Cano-
nico) di Lublin nel 1964 (rimasta fino a questo momento in dattiloscritto). Una pro-
posta legittima, a patto che tale ricerca, attuata 40 anni addietro, fosse stata profonda-
mente aggiornata e rielaborata. A dire la verità l’A. ha fatto un certo sforzo di aggior-
namento, in alcuni casi assai rilevante (ad esempio, il riferimento al nuovo codice di
diritto canonico, alle costituzioni e regolamenti dei SDB rinnovati), tuttavia nell’in-
sieme insufficiente.
Talvolta appare, nelle note, qualche recente studio, senza che però venga modi-
ficato il testo del libro in maniera coerente alla pubblicazione citata. Tale procedi-
mento suscita perciò un forte impulso di protesta, perché sembra piuttosto scorretto
nei riguardi del ricercatore citato.
È universalmente riconosciuto che un elemento qualificante di qualunque la-
voro storico è la preferenza della consultazione diretta delle fonti. Non si può prescin-
dere da questo criterio, se si desidera che l’indagine storica sia qualificata come tale.
In questo caso concreto colpisce l’evidente mancanza di consultazione dell’Archivio
Salesiano Centrale (Roma), anche se l’A. qualche volta cita un documento del nomi-
nato archivio (ma senza indicare la sua posizione archivistica): questo ci fa dubitare
del fatto che egli abbia messo piede in persona in questo ricco patrimonio documen-
tario. Per non parlare della mancata consultazione di tanti altri archivi civili ed eccle-
siastici. Abbiamo già ricordato un dato sconcertante, cioè il continuo riferimento ai
bollettini salesiani, senza tenere presente la prospettiva propria di tale strumento di
diffusione delle notizie della congregazione salesiana. Su questo punto ci sarebbe
ancora tanto da dire, ma ci pare che sia sufficiente il fin qui detto.
Oggi come oggi, grazie allo sforzo storico di aggiornamento metodologico at-
tuato a seguito dei lavori compiuti dal Concilio Vaticano II, è superata l’abitudine di

1.7 Page 7

▲back to top


Recensioni 187
studiare la chiesa (e ogni altra istituzione cristiana) attraverso personaggi chiave. In
altre parole, la storia della chiesa non è semplicemente la storia dei papi, dei cardi-
nali, dei vescovi e dei superiori maggiori. Sarebbe una storia troppo riduttiva, e non
potrebbe rispecchiare la verità storica completa di ciò che la chiesa è stata e continua
ad essere: essa è il Popolo di Dio. Lo stesso si può riferire alla storia della società sa-
lesiana, che non può essere identificata con la storia dei rettori maggiori e, a livello
locale, degli ispettori oppure dei direttori! Nel volume del Krawiec dalla pagina 213
fino alla pagina 494 siamo invitati a leggere una storia sui generis degli ispettori sale-
siani, cioè le loro res gestae. Anche se si afferma continuamente, senza però preci-
sarne il contributo effettivo, che essi sono stati affiancati dai loro consiglieri ispetto-
riali. Invece altri “protagonisti”, i semplici confratelli, semmai vengono trattati come
una specie di cornice, e non tanto dorata. Naturalmente non è facile scrivere la storia
di un’istituzione così grande e con un passato ricco e, nel contempo, complicato,
come è la società salesiana in Polonia. Dunque si pone la questione seria: come scri-
vere oggi la storia delle istituzioni religiose, rimanendo fedeli alla riscoperta visione
della chiesa di Cristo, che è il Popolo di Dio, in cui ogni membro deve essere colto
nella sua missione particolare e personale, per poter presentare una congregazione re-
ligiosa nella sua multiforme ricchezza, senza cadere nella trappola di una mistifica-
zione di alcune persone, perché erano superiori? Comunque è difficile considerare il
volume del Krawiec come una storia della società di san Francesco di Sales in Po-
lonia, poiché piuttosto essa è, in prevalenza, una storia degli ispettori, riempita per
giunta di uno strano “pietismo” nei loro riguardi.
Certamente ci sarebbe ancora parecchio da dire. Senza appesantire la nostra re-
censione, vogliamo ancora segnalare alcune imprecisioni. Alla pagina 30 si dice che
fu il rettor maggiore don M. Rua a dividere la congregazione in 32 ispettorie. In
realtà la suddivisione della società in ispettorie fu un dato evolutivo, e il loro numero
superò quello indicato dall’A. nel periodo del rettorato di don Rua. Tale modo di as-
serire può suggerire al lettore che questo atto di divisione venisse attuato di colpo.
Certamente si allude al fatto, avvenuto realmente nel 1902 e voluto da Rua, dell’ap-
provazione canonica delle già esistenti 31 ispettorie da parte della Santa Sede. Alla
medesima pagina si afferma che nel 1904 si svolse il IX Capitolo Generale; in realtà
in quell’anno si ebbe il X Capitolo Generale. Anche la data del XII Capitolo Gene-
rale, indicata alla pagina 31, non è corretta, perché tale raduno si svolse dal 23 aprile
al 9 maggio 1922, e non nel luglio 1921. Alla pagina 34 vengono citate le parole di
don Bosco (“Don Bosco ci ripete: «Qualunque fatica è poca, quando si tratta della
Chiesa e del Papato»”) senza apporvi le virgolette e senza indicazione di provenienza
(in realtà sono contenute in MB V 577). La citazione (p. 40) dell’articolo delle costi-
tuzioni non è precisa (manca la parola Gesù) e anche l’indicazione del numero del-
l’articolo non è corretta (non si tratta dell’articolo 169, ma dell’articolo 196: forse ciò
è una svista o un errore di stampa). La traduzione (p. 53) della citazione di don Bosco
non è fedele al testo autorizzato delle costituzioni e dei regolamenti (1986). Da un
volume edito nel 2004 ci si sarebbe aspettati di trovare nell’elenco dei consiglieri
quello per la Comunicazione Sociale (p. 58). Quando (p. 62, nota 23) si afferma che
una comunità salesiana per chiamarsi tale dovrebbe essere composta da almeno 3
confratelli, a sostegno di ciò vengono riportati gli articoli 175 e 176 delle Costitu-

1.8 Page 8

▲back to top


188 Recensioni
zioni: purtroppo, non si trova in essi alcuna indicazione quanto al numero dei membri
di una comunità salesiana; sì, se ne parla, ma nel codice di diritto canonico del 1983.
Non si riesce a capire perché l’A., in un libro pubblicato nel 2004, non vuole infor-
mare il lettore dell’ultimo Capitolo Generale, svoltosi nel 2002, e si ferma a quello
del 1996 (p. 65). Alla medesima pagina le opere citate nella seconda nota certamente
importano poco o nulla con l’affermazione contenuta nel testo. L’A., soffermandosi
sul coadiutore salesiano (p. 70), cita una frase delle deliberazioni del IV Capitolo Ge-
nerale (1886), però senza precisarne la fonte. Per non dire che non viene riportato al-
cuno studio al riguardo pubbblicato negli ultimi decenni. Ma è difficile (p. 72) accet-
tare l’affermazione, secondo la quale gli inizi dell’Associazione dei Cooperatori Sale-
siani risalirebbe all’anno 1841, l’anno in cui don Bosco avrebbe raccolto intorno a sé
i primi laici e li avrebbe trattati come un nucleo di futuri cooperatori salesiani:
sembra che tale notizia sia assai azzardata.
Il 18 maggio 1883 avvenne lo storico incontro tra don Bosco e il principe
August Czartoryski: invece nel volume leggiamo che ebbe luogo alla fine di aprile
(p. 86) e, inoltre, rimaniamo perplessi di fronte alle varietà di pensieri venuti in mente
al Fondatore dei salesiani nel corso di tale incontro (sembra un brano preso da un ro-
manzo storico). Nella nota 30 (p. 87) non ha senso rimandare allo studio di Zimniak
[Salesiani nella Mitteleuropa. Preistoria e storia della provincia Austro-Ungarica
della società di S. Francesco di Sales (1868 ca.-1919), Istituto Storico Salesiano.
Studi 10. Roma, LAS 1997]. La data di ammissione (p. 87) al noviziato del principe
Augusto Czartoryski non è corretta, poiché a San Benigno Canavese egli fu mandato
per fare l’aspirantato, invece al noviziato fu ammesso il 23 agosto e lo incominciò a
Valsalice. Quando si parla del cosiddetto “piano” (p. 88) di organizzare l’istruzione e
l’educazione di un gruppo di giovani polacchi, arrivati nelle case salesiane del Pie-
monte, sembra che non sia giusto sorvolare sul ruolo, sebbene non predominante, di
don B. Markiewicz. Senz’altro è esagerato affermare (p. 90) che come salesiano il
principe A. Czartoryski si dedicava direttamente alla cura dei giovani polacchi: non
glielo permetteva per nulla il suo stato di salute. L’A. ricorre alla pubblicazione di
Zagórzewski (p. 89, nota 32), la quale è forse un eccellente romanzo storicizzato, ma
non fatto per essere citato come fonte a conferma di alcuni dati, al massimo per avvi-
cinare il clima culturale dell’epoca. Si parla della retta di 25 franchi da pagare da
parte dei giovani (p. 94, nota 49) e nella nota, come prova di ciò, si citano le lettere
pubblicate dal “Bollettino Salesiano”, edizione polacca; in verità in queste lettere [si
veda “Wiadomości Salezyańskie”, 12 (1897) 319-320] non viene nemmeno una volta
menzionata tale somma. I dati riportati (p. 94, nota 50) nel testo non corrispondono a
quelli riferiti nell’articolo citato nella nota 50. Nel quarto capitoletto (p. 94, nota 51)
viene citata una frase, che non è stata riportata fedelmente! Oramai è impossibile di-
menticare, quando (p. 95, nota 53) si parla dei missionari salesiani polacchi durante il
rettorato di don Rua, lo studio più documentato che esiste, cioè quello di M. Chmie-
lewski, I salesiani missionari della Polonia. Genesi, ruolo e fisionomia dell’attività
svolta (1889-1910), tesi di dottorato, Istituto di Spiritualità presso la Facoltà Teolo-
gica della Pontificia Università salesiana, Roma 1996.
L’attività pastorale dei primi salesiani missionari polacchi tra i loro connazio-
nali emigrati non fu così facile come la presenta l’A. alle pagine 94-95. A persuader-

1.9 Page 9

▲back to top


Recensioni 189
sene, basta consultare le lettere del salesiano don Stanisław Cynalewski ai superiori
maggiori, conservate nell’Archivio Salesiano Centrale (Roma). Uno dei motivi per
cui don Cynalewski abbandonò la congregazione salesiana, secondo lui, fu la man-
cata attenzione da parte dei vertici della congregazione ai numerosi emigrati polacchi.
Sembra difficile accettare l’affermazione (pp. 96-97) che con l’apertura della casa di
Oświęcim fosse cessato il flusso dei giovani polacchi verso Torino. Anche gli ivi no-
minati motivi per cui i superiori maggiori avrebbero obbligato i chierici salesiani a
studiare in modo regolare la teologia in Italia (a parte il fatto che il citato studentato
non era ubicato a Torino, ma a Foglizzo) sono tutt’altro che quelli esposti dall’A.
Inoltre non è plausibile l’asserzione che l’istituzione dei cosiddetti studentati di teo-
logia, nel 1904, avrebbe risolto definitivamente la questione dell’apprendimento
regolare della teologia. Ancora per molti anni tanti chierici studiarono nella casa
salesiana in modo privato i prescritti trattati di teologia, mentre esercitavano il loro
tirocinio e tante altre cose (ad esempio il chierico August Hlond).
L’arrivo dei primi salesiani ad Oświęcim (p. 101) fu, soprattutto, affrettato a
causa della defezione di don Markiewicz. Inoltre don Grabelski non fu mandato come
“fondatore” dell’opera in questa città, non solo perché avrebbe dovuto curare a To-
rino l’edizione polacca del “Bollettino Salesiano”, ma anche per motivi di salute fi-
sica e di una seria crisi morale. La casa di Oświęcim (p. 109, nota 39), secondo il
Krawiec, sarebbe passata, dopo il clamoroso fallimento del primo direttore don
Trawiński, alle dipendenze del Capitolo Superiore: ciò non è vero (basta confrontare
la fonte da lui stesso citata per convincersene). In verità essa passò all’Ispettoria
Estera Ognissanti, il cui superiore fu don Celestino Durando, membro del Capitolo
Superiore. Nella stessa pagina c’è un’altra imprecisione: si tratta dell’affermazione
che all’Ispettoria Estera appartenevano addirittura 5 case in Svizzera (in verità solo 4,
perché una era una semplice succursale) e 7 case in America (in verità mai una casa
delle Americhe appartenne a tale Ispettoria), invece le sette case dell’Africa sì (forse
in questo caso si ha a che fare con una semplice svista). Ci piacerebbe conoscere la
fonte da cui l’A. attinse molto lusinghiere e quasi “profetiche” parole, pronunciate nei
riguardi dei polacchi dal rettor maggiore, don Rua (p. 112), nel corso della sua prima
visita in Polonia nel 1901.
Nelle pagine 116-117 vengono esposte alcune considerazioni sull’origine della
fondazione dell’ispettoria autonoma, nel 1905, per le case salesiane presenti nella
monarchia danubiana, purtroppo senza prendere in considerazione le recenti ricerche,
che hanno messo in evidenza la complessità della questione e non permettono di va-
lutare il problema attraverso l’ottica nazionale polacca. Poi l’A. confonde l’approva-
zione della società salesiana nella Monarchia con il riconoscimento giuridico dell’I-
spettoria Austro-Ungarica e, inoltre, parte per tale atto da presupposti che non trovano
riscontro nella documentazione or ora rinvenuta. E quando ritorna (p. 122) sullo
stesso argomento commette un paio di imprecisioni e interpretazioni che non resi-
stono al confronto con la documentazione relativa al tema. Per quanto riguarda gli
inizi della casa di Vienna (p. 120), se l’A. avesse consultato la ricerca di Zimniak
(„Dusza wybrana”. Salezjański rodowód kardynała Augusta Hlonda Prymasa Polski,
2a ed., Wydawnictwo Salezjańskie – Libreria Ateneo Salesiano, Warszawa – Rzym
2003, p. 40ss.) non avrebbe commesso un paio di errori. Anche l’esposizione della di-

1.10 Page 10

▲back to top


190 Recensioni
visione dell’ispettoria austro-ungarica nel 1919 (p. 134) è presentata senza un minimo
riguardo agli studi recenti, basati sulle fonti archivistiche.
Non possiamo sorvolare infine su un aspetto di capitale importanza, data la pre-
tesa dell’opera: si tratta della bibliografia. In questo studio non sarebbe dovuto man-
care un capitolo in cui l’A. avrebbe dovuto presentare e analizzare ciò che è stato
prodotto fino ad oggi nel campo delle ricerche storiche sulla società salesiana in Po-
lonia. A parte questo, suscita una seria perplessità vedere tra le fonti stampate alcune
opere che non possono essere ritenute per loro natura come tali, ad esempio: Annali
della società salesiana, Profili dei Capitolari Salesiani. La bibliografia avrebbe do-
vuto essere più articolata, cioè fare una divisione tra gli studi scientifici e quelli emi-
nentemente divulgativi. Manca un elenco di riviste consultate. Nell’elenco bibliogra-
fico si nota una mancanza di numerosi studi, ricerche, articoli. A titolo di esempio ne
ricordiamo alcuni: Karl H. Salesny, Kardinal August Hlond (1881-1948). Erzbischof von
Gnesen-Posen und Warschau (1926-1948). Leben, soziale Lehre und Wirken. Wien 1971;
Mieczysław Kaczmarzyk, Czartoryski August Franciszek (1858-1893), książe, sa-
lezjanin, sługa Boży, in Hagiografia polska. Słownik bio-bibliograficzny, a cura di R.
Gustaw, Księgarnia Św. Wojciecha, Poznań 1971, I 265-280; Stanisław Wilk, Epi-
skopat Kościoła Katolickiego w Polsce w latach 1918-1939, Warszawa, Wydaw-
nictwo Salezjańskie 1992; Prymas Polski August Kardynał Hlond, a cura di Paweł
Wieczorek, Katowice, Górnośląska Oficyna Wydawnicza 1992; S. Zimniak, Sale-
siani e politica alla luce dei documenti concernenti il loro riconoscimento giuridico
nell’impero asburgico, in “Ricerche Storiche Salesiane” 23 (1993) 263-373; Maria
Wacholc, Ks. Antoni Hlond (Chlondowski), vol. I: Życie, działalność, twórczość kom-
pozytorska; vol. II: Katalog twórczości kompozytorskiej. Aneks, Warszawa, Wydaw-
nictwo Salezjańskie 1996; Stanisław Wilk, Sto lat apostolstwa Salezjańskiego w
Polsce (1898-1998), Lublin-Warszawa 1998; Il cardinale August J. Hlond, Primate di
Polonia (1881-1948). Note sul suo operato apostolico. Atti della serata di studio:
Roma, 20 maggio 1999, a cura di S. Zimniak, Roma, LAS 1999; Waldemar W.
Żurek, I salesiani e le urgenze giovanili della città di Przemyśl e delle diocesi della
Galizia (1907-1923), in L’Opera salesiana dal 1880-1922. Significatività e portata
sociale, vol. II: Esperienze particolari in Europa, Africa, Asia, a cura di F. Motto.
Istituto Storico Salesiano. Studi 17. Roma, LAS 2001. Per non dire che alcuni titoli
non sono forniti interamente o mancano alcuni altri dati. A ciò si aggiunge anche il
fatto di omettere tante tesi di laurea (ad es. quella di Sylwia Ciężkowska, Polscy wy-
chowawcy Augusta Czartoryskiego, tesi di master presentata all’Università Cattolica
di Lublin, 1996), alcune di notevole valore scientifico.
La lettura del volume, come abbiamo già accennato, ci pone davanti a una que-
stione molto delicata: come impostare una ricerca scientificamente valida, che tenga
conto della percezione della svolta metodologica, dovuta in gran parte alla rinnovata
visione della chiesa nel mondo suscitata dal Concilio Vaticano II: una ricerca che
consideri attentamente il cambio culturale avvenuto nella società d’oggi. Con tutto il
rispetto dell’enorme sforzo fatto dal Krawiec, ci risulta difficile affermare che ci tro-
viamo di fronte a un’indagine che davvero possa accontentare un ricercatore di storia
moderna. L’A. si è avventurato da solo in un campo immenso, appiattendo la molte-
plice attività dei salesiani polacchi, la quale avrebbe richiesto una presentazione attra-

2 Pages 11-20

▲back to top


2.1 Page 11

▲back to top


Recensioni 191
verso vari settori, forse ricorrendo a rispettivi specialisti in materia. Abbiamo già af-
fermato che quando l’A. si muove nell’ambito prettamente giuridico si ha una sensa-
zione assai positiva. Per cui sarebbe stato un notevole beneficio per lo studio se egli
non fosse andato troppo al di là di tale ambito. Ciò non vuole dire che ci troviamo di
fronte a una ricerca da sottovalutare. Tuttavia rimane assai discutibile il suo contri-
buto innovativo alla storiografia salesiana polacca.
Stanisław Zimniak
Marcos VANZINI, Las memorias de las Misiones de la Patagonia desde el año 1887 a
1917 del Padre Bernardo Vacchina. Bahía Blanca, Inspectoria Salesiana San
Francisco Javier, Instituto Superior Juan XXIII, Istituto Storico Salesiano 2005,
382 p.
El libro de Marcos Vanzini, fruto de su tesis de licenciatura, es un libro que
parte de un tema y un documento particular para adentrarse en cuestiones más am-
plias e interpretaciones más generales. Este libro es básicamente un estudio crítico de
las memorias del misionero salesiano Bernardo Vacchina, que misionó en tierras
patagónicas, más precisamente en el Chubut, entre 1892 y 1918.
Pero lo valioso e interesante de este texto es que no se queda solamente en el
estudio crítico documental sino que realiza un serio esfuerzo de interpretación que
nos introduce más allá de este período puntual y de este misionero concreto.
El libro esta dividido en tres partes o capítulos. El primero centrado en el prota-
gonista de las memorias: el padre Bernardo Vacchina, que nos introduce en una bio-
grafía que no es precisamente descriptiva y plagada de acontecimientos inconexos.
No sólo porque la vida de Vacchina ha sido de por sí rica, sino porque se relata en
función de su apostolado en las tierras que lo formaron como misionero salesiano. De
esta manera su biografía se divide desde su llegada a América en distintos períodos
de acuerdo a los lugares que fue recorriendo Vacchina en su trabajo de misión: Villa
Colón (Uruguay) y Buenos Aires (1880-1887); Primer período en Viedma (1888-
1892); primer período en Rawson (1892-1897); Segundo período en Viedma (1898-
1904); Segundo período en Rawson (1904-1917) y sus últimos años (1918-1935). La
presentación biográfica cierra con sus Memorias como documento histórico. Marcos
Vanzini se detiene con precisión en el documento original, no sólo desde la heurística
sino reconstruyendo paso a paso la hechura de estas memorias entrecruzando el ma-
nuscrito y sus versiones.
El segundo capítulo nos introduce en el proyecto de Don Bosco. Este análisis
busca los orígenes y las ideas de un proyecto ensamblado en sus tiempos históricos y
en los anhelos particulares de Juan Bosco en una etapa de resurgimiento misionero en
la Europa decimonónica. El libro rastrea las semejanzas y coincidencias con el
proyecto de monseñor Comboni y analiza cómo se vuelca este proyecto en una ver-
sión original y única para un espacio complejo y diferente que en ese entonces se in-
cluía entre los territorios “ad gentes”: la Patagonia. Sin dudas es vital aquí el análisis
del informe encontrado por el padre Ernesto Szanto “La Patagonia e le Terre Australi

2.2 Page 12

▲back to top


192 Recensioni
del Continente Americano” que analizó magistralmente en su estudio crítico el padre
Jesús Borrego.
Este riquísimo informe es la punta del iceberg del proyecto de Don Bosco y en
ese sentido hemos descubierto con Marcos Vanzini que puede ser mirado de forma
inagotable desde muchísimos ángulos. En este caso su direccionamiento clave ha sido
para este investigador encontrar la matriz de la praxis misionera de Vacchina.
El tercer capítulo se focaliza entonces en el proyecto misionero de Don Bosco
según las Memorias de Bernardo Vacchina. Los temas allí desglosados nos intro-
ducen en la particular manera de misionar en estas tierras y de entender a sus habi-
tantes originarios e inmigrantes. Estas Memorias son sin duda un Manual de Misión,
que a diferencia del escrito por Domenico Milanesio, se entretejen en la vida personal
de este salesiano y no se separan de su particular modo de ver las cosas. Marcos Van-
zini analiza aquí esta doble fundación salesiana de misiones y colegios, el método de
evangelización, la aplicación del sistema preventivo, la enseñanza de la catequesis en
niños y adultos, las dificultades con las que se ha encontrado la prédica de la palabra
y la administración sacramental en el marco de una cultura eurocentrista que creía en
la imposición de esta cultura y de la fe católica como el único camino posible. Sin
embargo, en este libro advertimos cómo dentro de estos esquemas aparentemente
poco permeables, existió de parte de este misionero y de su Congregación, una aper-
tura diferente para comprender un mundo tan diverso como el patagónico. Apertura
que sin duda moldeo el primigenio modelo donbosquiano para singularizarlo en un
modelo salesiano patagónico, que también se presenta diverso en las diferentes re-
giones de este vasto territorio.
Finalmente, el libro cierra con un apéndice documental valiosísimo: la tran-
scripción completa de las memorias del padre Bernardo Vacchina.
Estas memorias se encuadran en el período fundacional de las misiones sale-
sianas en el marco del Vicariato apostólico, base administrativa del Plan de Don
Bosco que permitió a los Salesianos “libertad de acción”, aunque presentó serias difi-
cultades en su relación con el Estado Nacional en una etapa de ruptura entre la Iglesia
y el Estado en la Argentina. En ese sentido este texto nos introduce en la búsqueda
personal de Don Bosco de un plan de misión. Una búsqueda trabajada y discutida
como se advierte en el libro, reflexiva y novedosa respecto de la información cientí-
fica recolectada. Este concepto ayuda a identificar este plan con el de Comboni y
otros semejantes de ese período de resurgimiento misionero decimonónico, pero tam-
bién nos permite diferenciarlo y encontrar su particular “estilo salesiano”: estableci-
mientos de centros propios educativos y misioneros para atraer y educar a niños y
jóvenes; catequización de los adultos a través de los niños y jóvenes, aplicación del
sistema preventivo y formación de clero aborigen. Este último punto en consonancia
con los postulados del Concilio Plenario de 1899, conforma una particularidad intere-
sante del Plan de Don Bosco y de las Memorias de Vacchina que señala Vanzini y
sobre la que su autor desliza hipótesis interesantes sobre el alcance y proyección del
plan de Don Bosco y de la acción salesiana en la Patagonia.
El desafió del plan, como bien recoge este libro, se centra en el tema de la edu-
cación indígena, pero también señala el autor la ampliación de la misión salesiana al
conjunto social fundamentalmente al más desprotegido. El punto de la educación

2.3 Page 13

▲back to top


Recensioni 193
indígena abre algunos interrogantes relacionados con la adecuación de la metodología
misionera a estos grupos, violentados por las campañas militares y considerados, en
ese contexto, marginales al nuevo sistema.
Las Memorias de Vacchina alientan a Marcos Vanzini a analizar aspectos poco
estudiados en las historias de las misiones: la pedagogía catequística, la funcionalidad
de la Predica para la administración sacramental, los catecismos, la memoria en la
transmisión de la doctrina y la catequización del adulto a través del niño, excelente-
mente enmarcada en su contexto patagónico. Seguramente, en un estudio posterior,
estas variables serían interesantes de cotejar con aspectos antropológicos que nos
ayuden a comprender desde la cultura indígena las resistencias y las permeabilidades,
si bien algunas de esas reflexiones se enuncian en el capítulo “metodizar a la
europea”.
Para cerrar este capítulo resultan de sumo interés los dos últimos puntos: la
salud y la perseverancia, en relación con la posibilidad de formar vocaciones autóc-
tonas, idea que aparece a lo largo del libro. En los indígenas el flagelo de las enfer-
medades producto del contacto con los blancos y de la precaria infraestructura sani-
taria de los territorios, hizo estragos y obstaculizó la posibilidad de concretar voca-
ciones salesianas autóctonas. Cuando la salud acompañaba, perseverar con la voca-
ción religiosa en un contexto cultural tan diverso no era fácil. El caso de Ceferino es
sin duda el paradigma vocacional mas claro.
El libro cierra con una clara enunciación de conclusiones. En estas se advierte
la contraposición entre el modelo evangelizador de Don Bosco y la realidad que Vac-
china recoge en sus memorias de la praxis misionera. La búsqueda constante de fide-
lidad a esos principios guiaron los pasos de esta primera generación de misioneros sa-
lesianos en la Patagona. El quiebre cultural del horizonte indígena fue sin duda la bi-
sagra que reorientó la praxis misionera y amplió y modificó el programa de evangeli-
zación. En palabras del autor, “lo que podríamos llamar la ‘prioridad aborigen’ de los
internados y colegios, se fue desdibujando, debido a las circunstancias sociales a his-
tóricas del tiempo y lugar concreto...pero el paso siguiente, que dependía de lo que
estos hicieran en sus casas transmitiendo lo aprendido, no tuvo la efectividad pensada
y esperada”, como tampoco la tuvo, como bien señala mas adelante el clero autóc-
tono (pp. 201-202). La conclusión del autor es que estas reformulación tuvieron una
clara consecuencia en la resignificación de la religiosidad patagónica: “un modo par-
ticular de vivir su fe”. En este punto la historia de Marcos Vanzini se vuelve su propia
historia porque logra aunar la experiencia de su trayectoria como párroco rural en el
Chubut con su pasión por la historia. Una y otra se retroalimentan en los interro-
gantes que surgen del presente y buscan en el pasado algunas de las respuestas posi-
bles que se plasman en este libro.
María Andrea Nicoletti