El museo salesiano de Fortín Mercedes - Argentina 135
La Capillita del paraje Fortín Mercedes sirvió de residencia a éstos y otros mi-
sioneros como: Ángel Savio, Andrés Pestarino, Alejandro Stefenelli, Bernardo Vac-
china, Pedro Rosmini, Juan Tosi, Carlos Dallera, etc. Pero la figura, que literalmente
quedó grabada en el bronce, es la del Padre Pedro Bonacina.12
De su correspondencia extraemos que el 23 de mayo de 1891 rezó su primera
misa en la Capillita del Fortín. Por mandato explícito de Mons. Cagliero misionó fre-
cuentemente las estancias de ambas riberas del Colorado.13 Recaló en forma perma-
nente, y por 20 años como Director, en 1895.14
El elevado número de niños, hijos de los estancieros, colonos y de peones, al-
gunos de ellos huérfanos, lo llevó a la necesidad de establecer un colegio con inter-
nado. Las buenas disposiciones del Sr. José Luro (donante de la tierra y de los mate-
riales) hizo que, con la aprobación del Vicario Apostólico, el 16 de julio de 1895 ben-
dijera el inicio de las obras. Tuvo junto a sí un “tesoro” de albañil como fue Don José
Esandi, padre del primer obispo de la Diócesis de Viedma, Mons. Nicolás Esandi.15
Con el tiempo, el reducto de caridad y ciencia, se convirtió en escuela agrícola
y casa de formación. Por ella pasaron la mayoría de las huestes salesianas patagó-
nicas. Fue aspirantado, noviciado, filosofado, escuela normal nacional y, hasta por
algún tiempo, teologado.16
La intensa vida espiritual del Padre Pedro, como lo llamaba la gente, fue tan
sincera, profunda y ardiente que contagió a todos los que lo rodearon, chicos y
grandes. Mientras permaneció en la dirección de la Obra, la fiesta del 24 de sep-
tiembre fue celebrada con toda solemnidad. En los primeros años invitaba a los po-
bladores a pasar la noche anterior en los primitivos edificios de antaño; pero el hecho
es que, para la fiesta de Ntra. Sra. de la Merced, él llevaba verdaderas peregrina-
ciones al Fortín.17 Es de imaginar su alegría y el apoyo brindado a la idea del P. Luis
J. Pedemonte de levantar un Santuario Votivo como monumento de gratitud a la Au-
xiliadora, la Virgen de Don Bosco.18
Fue también proyecto del P. Pedemonte, secundado al ausentarse por el P. Gau-
dencio Manachino, el formar un museo que recogiese, guardase y diese a conocer la la-
bor de los misioneros. Así llegamos al 15 de enero de 1925 en que se inauguró, con la
presencia del Visitador del Capítulo Superior, el P. José Vespignani, en un reducido am-
biente, la muestra de minerales, fauna y flora patagónicos y secciones de objetos his-
tóricos, armas e instrumentos que dio a conocer la vida, usos y costumbres de los anti-
guos pobladores. Fue el Ingeniero y Profesor Universitario Dr. Rafael Orsi quien le dio
la índole científica catalogando las piezas y separándolas en secciones de geología, pe-
12 Cf ib., p. 56.
13 Cf P. PAESA, El cauce..., pp. 197-200.
14 Cf ib., p. 228; cf también elencos salesianos de 1895 a 1914.
15 P. PAESA, El cauce..., p. 236.
16 Cf P. GIACOMINI (compil.), Monografía..., passim; respecto al funcionamiento como
teologado cf ARCHIVO HISTÓRIOGRÁFICO DE LA PATAGONIA SEPTENTRIONAL SALESIANA (AHPSS),
Fortín Mercedes, Crónica manuscrita 1928.1929, además de testimonios orales (P. Heraclio
MORENO, entre otros).
17 Cf R. A. ENTRAIGAS, El Ángel..., p. 343.
18 Cf P. PAESA, El cauce..., pp. 377-408.